CAPÍTULO 2

El detective siguió a Kaito pero había perdido el rastro. ¿Donde se había metido? Ni siquiera había huellas de hierba pisada. De todas formas, Shinichi también saltó por la ventana para ir a vigilar la ventana del salón. De pronto vio una sombra conocida.

"¡Es Kid!" -pensó el chico-. "¡Y está de espaldas! Ahora es mi oportunidad".

El detective se acercó sigilosamente a su adversario, pero cuando estuvo a punto de saltar sobre él, pisó una rama que estaba en el suelo, y el ruido hizo que Kid se girara. Pero eso no impidió que Shinichi aprovechara la sorpresa de Kid de verse descubierto para lanzarse sobre él y tirarlo al suelo. Aprovechando la confusión, Shinichi le quitó el gorro y esa lente tan extraña.

-¡Kuroba! -exclamó al reconocer a su amigo-. ¿Se puede saber que...?

-Sabía que al final acabarías cogiéndome.

-Así que...

-Adelante, ¿no vas a llamar a la policía? Es un desafío, ¿recuerdas?

Shinichi miró a Kid, enfadado, y lo levantó, cogiéndolo por el la camisa.

-Ahora mismo vendrás conmigo a la comisaría.

-Hazme el favor, no le digas nada a Aoko.

-Se enterará de todas formas.

"¡Carai!" -pensó Kaito, entristecido-. "Se ha enfadado de verdad".

Kaito se había quitado la capa y la había escondido entre unos matorrales. Después de llamar a la comisaría por el móvil de Shinichi, ambos se dirigieron hacia allí, rápidamente.

-¿Se puede saber por qué querías robar un collar que tú mismo regalaste? -preguntó Shinichi, medio intrigado y medio desconcertado.

-Quería llevarlo a arreglar.

-¿¡QUÉEEEEEEE!? - O.OU

-Sabes que me gusta hacer enfadar a Aoko, y como ella odia a Kid...

"Es muy raro. A tenido más de una oportunidad para escapar" -pensó el detective-. "Por qué no lo ha hecho ya? Ni siquiera lo sujeto del brazo, va junto a mí como si estuvieramos paseando. ¿Estoy haciendo bien? ¿O a lo mejor está planeando algo?

-¡Eh, Kudo! -exclamó Kaito, despertandolo de sus pensamientos-. Ya hemos llegado. ¿Qué ideas pasan por esa cabeza loca tuya?

"No he hecho bien" -el Shinichi sintió una punzada en el pecho al ver que se llevaban a su amigo al despacho del inspector-. "Pero ya es demasiado tarde, ya había llamado a la comisaría diciendo que venía hacia aquí. Pero... ¡Qué demonios! Él mismo ha dicho que era un desafío, ¿no? Además, aunque Kuroba sea amigo mío, Kid es un ladrón, y no me gustan los ladrones".

Shinichi había pensado todo eso mientras andaba hacia un teléfono público. Tenía que informar a Heiji. Pero de pronto, después de marcar el número, recordó las palabras de Kaito:

"Por favor, no le digas nada de esto a Aoko".

-¿Sí, diga? -dijo la voz de Heiji por el auricular del teléfono-. Casa de los hattori.

-Hattori, soy Kudo.

-¡Kudo! ¿Qué pasa? ¿Dónde estás? ¿Y Kuroba?

-¡Tranquilo, tío! Kuroba y yo estamos en la comisaría.

-¿En la comisaría?

-Sí. Él... él y yo hemos atrapado a Kid.

-¿¡En serio!? -exclamó el chico de Osaka. lleno de felicidad-. ¡Ahora mismo vamos para allá!

-¡Ei, Hattori! -llamó el detective. Pero ya era demasiado tarde: Heiji había colgado, así que Shinichi también colgó.

A lo lejos vio venir al inspector Nakamori junto con dos policías más. Iban hacia él. El inspector Nakamori estaba allí pues Heiji ya lo había avisado con antelación.

-¿Ocurre algo, inspector? -preguntó Shinichi-. ¿Ya lo han interrogado?

-Aun no, Shinichi, pero ahora iba -le respondió Nakamori-. Es que se me hace raro que el mejor amigo de mi hija sea el ladrón Kid. Por cierto, ellos son Atsumu Akizuki -dijo presentando al que tenía a la derecha, un chico de pelo castaño, de unos 25 años-. y Motoki Kino -siguió presentando al otro hombre, de unos 40 años.

-Oye Akizuki -dijo Kino-. ¿Por qué no llamas a Haruta para decirle que ya vamos?

-Sí, por supuesto, Kino -respondió Akizuki. El chico descolgó el teléfono que había sobre una mesa y pulsó un botón.

Haruta, un hombre de unos 30 años estaba en el despacho del inspector, vigilando a Kuroba. El chico estaba de pie, con las manos en los bolsillos, frente a la puerta.

Al sonar el teléfono, que estaba sobre la mesa, Haruta lo descolgó.

-¿Sí diga?

-Haruta... -pero Akizuki no pudo seguir hablando pues...

-Aaaarrrgggg!!!!!!!!!

-¡Haruta! - exclamó Akizuki, colgando rápidamente el teléfono.

Los tres policías y Shinichi corrieron hacia donde estaba Kaito. Poco antes de llegar vieron a Heiji, Ran, Kazuha y Aoko, que también iban hacia allí. Acababan de llegar y también habían oído el grito.

El inspector Nakamori abrió la puerta y vio a Kaito medio escondido detrás de la mesa, y su ropa salpicada de sagre.

-Kuroba! -exclamó Shinichi.

Las chicas y Heiji miraban la escena horrorizados, pues a simple vista parecía que él le había hecho algo a Haruta. Además, se había quitado la chaqueta y la corbata, pero no los guantes, cosa que le hacía parecer más sospechoso aun.

-¡Has sido tú! -exclamó Akizuki, corriendo hacia Kaito y agarrandolo por el cuello de la camisa-. ¡Maldito seas! ¡Tú lo has matado!

-¡Yo no lo he hecho!

-¡Mentira! -gritó el policía, desesperado-. ¡No había nadie más que tú, aquí!

-Aun no podemos confirmar nada -dijo Heiji, mientras Akizuki soltaba a Kuroba-. Primero tenemos que inspeccionar la escena del crimen. Denos 24 horas, por favor.

El inspector Nakamori miró fríamente a Kaito y dijo:

-Seis horas. Tienen seis horas para exculpar a Kuroba. Si en ese tiempo no han averiguado nada, será detenido con los cargos de robo y asesinato.

-¡NO! -exclamó Aoko, mirando a Kaito aterrada.

Ey! Que tal? Como prometí, aquí estoy con un nuevo capitulo. Gracias JKranIV por tu apoyo, pues sin tí no lo habría seguido. Y como se suele decir en estos casos R&R!!!