12/Agosto/04

Retadora: Haruka Of The Shide

Reto: Ron y Hermione en las cocinas con un howler.

Rating y Spoileado: Que no…

Hermione abrió la boca y el vaho salió como humo blanco.

- Esto es lo más cercano que he podido encontrar a lo que pidieron los señores, Dobby promete. "Desonorizado", dijeron los señores. Dobby busca. Dobby pensó en el congelador de las cocinas. Puerta resistente. Nadie oye.

- Es "insonorizado", Dobby –aclaró Ron-. Pero por lo demás es… perfecto. ¿Estamos listos?

Hermione asintió. El muchacho a su espalda también.

- Él y yo cerraremos la puerta en cuanto los abráis y los tiréis dentro. No dudéis y retiraos rápido, o estaréis encerrados entre setenta kilos de ternera congelada y dos howlers histéricos.

Ambos dedicaron a Ron una mirada de "ya lo sabemos" pero fue Hermione la que habló.

- Ronald, por favor, cuenta hasta tres de una vez. Hasta tú puedes hacerlo.

Ron se encogió de hombros. Para una vez que se le ocurría un plan a él…

- Una. Dos. ¡Tres!

Los howlers se abrieron y volaron hacia el interior de la cámara frigorífica, aunque no lo suficientemente rápido como para que no se oyeran los gritos durante unos segundos, antes de que la puerta se cerrara. Ron tuvo tiempo de entender las palabras "Traidores" "Sangre" y algo que nunca pensó que Harry se atrevería a pronunciar delante de Hermione.

Ella, que también lo había oído, se cruzó de brazos, con evidente indignación.

- ¡No me lo puedo creer! ¡Lleva años quejándose de que nunca va a ningún sitio por las vacaciones de Navidad! ¡Y ahora que le regalamos dos semanas en un centro de alto rendimiento de quidditch…!

- ¿Eso le dijisteis vosotros? –la interrumpió el chico que había lanzado el otro howler, que intercambió una mirada con su compañero. Los dos comenzaron a reír-. Nosotros le dijimos que era la inauguración de un balneario de aguas termales en Devonshire. La vuestra es mucho mejor.

Siempre les había considerado una mole única e indivisible, pero ahora que se fijaba por primera vez, Ron notó las diferencias entre ellos. Crabbe era más bajito y tenía el pelo cortado a cepillo, los ojos pequeños y la risa contagiosa. Parecía un tabernero del Callejón Diagón. Goyle era más alto, y tenía una constitución rectangular, como de jugador de rugby. Tenía el pelo ensortijado, y más castaño que negro. También era obviamente más reservado que Crabbe, que ahora pegaba la oreja a la cámara frigorífica, para intentar descifrar algunos de los elaborados insultos que la voz de Draco Malfoy les dedicaba.

- ¿Y seguro que la Isla de Skye está lo bastante lejos?-. Dijo, con un gesto de dolor, cuando Draco sugirió maldiciones imperdonables para ellos, sus familias, sus vecinos y sus mascotas durante generaciones.

Hermione le palmeó la espalda, solidaria.

- En la última punta de Escocia-. Se volvió hacia Ron, ligeramente asustada-. No se matarán entre ellos y se comerán su carne o algo así, ¿no?

- Si han sobrevivido al shock inicial de encontrarse solos y atrapados en una isla aislada de la civilización, y han aguantado lo bastante como para mandar los howlers, yo creo que lo peor ha pasado.

Crabbe asintió.

- Ha sido un poco extremo, pero alguien tenía que tomar la iniciativa. No podéis imaginar lo que han sido tantos años oyéndole hablar las veinticuatro horas de Potter.

- "Mirad como vuela Potter, mirad como coge la escoba. Mirad como le contesta a Snape, quién se creerá que es. Mirad cómo se ha puesto hoy la corbata Potter, se la ha puesto ladeada para provocar, está claro. Potter ha sacado un ocho en Transfiguración. Potter ha dejado la mitad de las zanahorias en la cena. Potter ha ido a Hogsmeade con la pánfila de Chang, ¿es que es estúpido? ¿es que no se da cuenta de que ella le considera un sustituto de Diggory? Potter con sus estúpidos ojos verdes, y su estúpido remolino en el pelo, y su gran, enorme, inmensa… cicatriz."

El que había hablado era Goyle y había hecho una imitación tan perfecta de Draco Malfoy, con sílabas arrastradas y todo, que los otros tres no pudieron sino ponerse a aplaudir. Él sonrió, un poco avergonzado.

- La verdad es que sí necesitaban un empujón-. Dijo una Hermione todavía sonriendo de oreja a oreja.

- Sí, nosotros de encubrir con peleas la tensión sexual no resuelta sabemos un poco-. Añadió Ron, cogiéndola de la mano. Ella le besó el dorso de la suya con ternura.

Los howlers quedaron en silencio con tanta inmediatez como comenzaron a chillar. Aguardaron un poco más antes de abrir la puerta y recoger los restos, para no dejar constancia de su presencia allí.

- ¿Y que haremos si vuelven de la Isla y siguen sin llevarse bien?-. Preguntó Ron mientras salían de las cocinas.

- Les encerramos en la cámara frigorífica–. sentenció Goyle.

OMG! Es mi primer Harry/Draco! Y vivan Crabbe y Goyle!