Añoraba su presencia en aquella noche fría, las sábanas se pegaban en mi piel y me arañaban sin compasión, aquella agonía que me impedía respirar con normalidad, como si tuviera una gran espina en la garganta. Un frió sudor recorría mi cuerpo, haciendo que me estremeciera y mi enmarañado pelo se extendía a lo largo de la almohada.

Escuché una voz dentro de mi cabeza, una voz dulce y llena de amor, sentí unos brazos que me abrazaban con dulzura, unas manos que me acariciaban. Ví unos ojos azules que me miraban, que eran capaces de ver más allá de lo que ningún ojo podía ver, sentí unos labios que me besaban. -Ron, estas aquí, has vuelto, oh Ron, no sabes cuanto te he echado de menos, pero ahora prometeme que nunca te irás que permanecerás a mi lado para siempre. Aquella figura borrosa se alejó poco a poco, sin embargo yo era incapaz de alcanzarla.
-Vuelve Ron, yo te quiero, sin ti no podré vivir, no me abandones.
-Nunca te abandono, siempre estoy contigo, querida Hermione. Aquellas palabras quedaron grabadas en mi corazón, hubo un momento en que me dí cuenta que tan sólo era un sueño, he intenté despertar sin embargo algo en mí deseaba no despertar jamás y permanecer junto a Ron el resto de mis días.
-¿A dónde vas?le pregunté al ver que seguía alejandose de mi lado.
-Me esperan en otra parte, en el jardín de prados purpúrea, donde nos reuniremos algún día.
-Quiero ir contigo.
-No, aún no puedes venir, solo he venido para despedirme, para decirte adiós.
-¿Así que no volveré a verte? Ron no contestó, simplemente se despidió con la mano alzada, no parecía triste, pero tampoco contento. Ron caminó despacio hasta aquel jardín del que yo no podía ver nada, caminaba recto y relajado, adentrándose en aquella neblina que inevitablemente le alejaba de mí. Quería despertar de aquella pesadilla, en la que volvía a perder aquello que yo más quería. Cuando desperté empecé a llorar desconsoladamente pues no volvería a ver a mi marido, ni siquiera en sueños, y aunque en un principio eso era lo que quería, no podía evitar sentirme desdichada ante la mala suerte que me acontecía. Volví a dormirme, esperando que la mañana no tardase en llegar. Desperté antes de que amaneciera, a causa de una lechuza que picoteaba el cristal de mi ventana. Cogí mi varita que estaba dentro de la mesilla de noche y abrí con ella la ventana para dejar pasar a la lechuza, esta se posó a los pies de mi cama para que retirase de su pata la pequeña carta .
Querida Hermione-
Puedo imaginar el dolor que sientes, puedo notar la tristeza que emana
cada uno de tus poros, yo también estoy muy triste él era mi amigo y
su muerte ha sido un duro golpe para todos, sin embargo él no querría
verte así, llorando por los rincones y evadiendote del mundo.
Esto te lo digo como amigo, tienes que intentar olvidarle. Se que lo
que te pido es algo muy difícil pero lo hago sólo por tu bien, ¿Has
recibido ya la carta del abogado? leelá, es muy importante, no pienses
que por ignorarla no existe, se que para ti es muy duro todo esto,
pero has de ser fuerte, como lo era Ron, has de trasmitir esa
fortaleza a tus hijos,
Se que puedes hacerlo. La vida es extrañamente misteriosa y cruel,
pero siempre queda un atisbo de esperanza, la esperanza me salvó a mí,
y si tienes fé también te salvará a ti.
No te encierres en ti misma y no te preguntes que hubiera pasado si
Ron estaría aquí, unicamente afronta el futuro con filosofía, pues el
aire nunca será lo suficientemente denso como para impedirte respirar.
Tuyo, Harry Potter Evans.

Leí varias veces aquella carta, y cada vez descubría algo que había pasado por alto, en estos momentos, Harry era la única persona en la que podía apoyarme, era como el hermano que nunca tuve y que tanto necesitaba. Bajé a la cocina y rebusqué en el cajón aquella carta, la saqué y leí por encima cada una de las clausulas del testamento, en su inmensa mayoría eran cosas sin importancia, pero en una de ellas, Ron me pedía que tras su muerte intentase encontrar otro hombre. Que me casara de nuevo y fuese feliz. Que desatino era aquel, como Ron podía esperar que yo encontrase a alguien al que pudiera querer ni una mínima parte de lo que le quería a él, como podía esperar que me casara con otro hombre, por muy perfecto que este fuera, ya que a mis ojos nadie era más perfecto que Ron, y él lo sabía. Pensé en Harry, no como posible candidato, ya que él jamás podría ocupar el lugar de ron, pero si como compañero, algún modelo en el que pudieran inspirarse Cory y Chris, alguien tan valiente como su padre, tan leal y tan... ¿Pero como podía estar pensando en eso? ¿sustituir a mi marido? Jamás, esos pensamientos no volverían a mi cabeza, Ron era su padre y nadie podía sustituirle, ni Harry , ni nadie. ¿Por qué me pedia Ronque hiciese algo así?¿Por que me sentía tentada a hacerlo?¿Por que no encontraba respuesta a estas preguntas?

La mañana transcurrió con normalidad, yo observaba impotentes como mis hijos eran incapaces de volver al mundo real, y seguian perdidos entre recuerdos de un pasado mejor. Después de comer, Draco se presento en la puerta de mi casa con un ramo de flores
-Son para Ronald dijo como si aún estuviese vivo. Se lo agradecí y le invité a pasar aunque en realidad deseaba que se fuera, Cory y Chris estaban en el patio y no se percataron de la llegada de aquel individuo al que habían visto en contadas ocasiones.

Draco se sentó a mi lado y cogió mis frías manos en señal de apoyo. Al principio permaneció callado, mirándome con sus ojos grises como si pudiera ver lo que pasaba por mi cabeza.
-Hermione dijo con voz decadente se que he tardado mucho en venir a verte, pero no estaba muy seguro si debía hacerlo.

Yo no contesté, me limite a escuchar l que Draco quería decirme.
-Querida Hermione se que es muy duro quedarse sola, pero piensa que solo los débiles se debilitan ante las adversidades, y que los fuertes se hacen aún más fuertes. Tu eres fuerte, lo sé desde la primera vez que te ví, en un principio te odiaba por eso, por que tenías ciertas cualidades que yo jamás poseería, luego ese odio se fue transformando poco a poco en aceptación y finalmente en admiración. Lo peor fue cuando me enamoré de ti, un amor que debía ocultar y que he seguido ocultando hasta hoy. Le miré perpleja, sin saber que decir, sin encontrar en mi mente las palabras correctas para explicarle que aunque me sentía halagada, nunca podría corresponderle.
-No hace falta que digas nada todavía, se que aún es muy pronto y que en tu corazón no hay sitio para nadie que no sea Ronald. Pero en un futuro estaría bien que intentaras buscar apoyo en alguien. Alguien que deseara lo mejor para ti y para tus hijos dijo mientras levantaba la vista para ver mejor a los gemelos píenselo bien, yo te estaré esperando y esperaré ansioso el momento en que pueda hacerte realmente feliz. Tras decir esto se fue tan silencioso como había venido. Cory y Chris entraron corriendo en casa por que había empezado a llover. Cory se sentó al lado de la chimenea para calentarse, y Chris se sentó en la mesa y se puso a dibujar, a pesar de tener solo cuatro años, dibujaba a las mil maravillas, muchas veces me preguntaba de quien habría heredado ese don.

Hoy no había ido al trabajo y la mañana se me hacía eterna, no sabía en que emplear aquellas horas muertas. Me acerqué a Chris, estaba dibujando un precioso jardín adornado con un millar de flores de todos los colores y formas posibles. Y se afanaba en pintar cuatro figuras que nos representaban a Ron, a Cory, a él y a mí. Yo no quería que siguiese dibujando, quizás no había sido buena idea hablarle de ese jardín imaginario. Notaba como la muerte se apoderaba de ellos, como nos arrastraba sin piedad. Miré con tristeza el dibujo de Chris, miré a Cory que tarareaba una triste melodía mientras balanceaba su cuerpecito al son de la música.. Entonces pensé que aquellos niños necesitaban algo que yo no podía darles. Antes pensaba que con tres miembros podría seguir manteniendo a flote mi familia, pero ya no veía las cosas tan claras. Lo mejor sería que Cory y Chris volvieran a la guardería, les vendría bien relacionarse con otros niños, les vendría bien reír, únicamente deseaba volver a escuchar sus risas, entonces, y solo entonces sería realmente feliz.

Notas de la autora- Espero que os haya gustado este capitulo, la verdad, aunque no engo demasiados reviews voy a seguir escribiendo. Pero por favor dejadme algunos es que me hacen mucha ilusión, además, no os cuesta nada. Besos .Adios.