(Se abre el telón. Lyserg, Kouichi y Kini entran vestidos con kimonos al más puro estilo japonés)
Kini y Kouichi: ¡¡¡Konnichiwa!!! ^_^
Lyserg: Hola ñ_ñ.
Kini: Bienvenidos al tercer capítulo de "Amor en la oscuridad" ¿¡Lindo título, ne!?
Kouichi: Hummm... a mí me parece un poco sugestivo (mira a Lyserg, quien se pone todo rojo)
Kini: No, Kouichi, de eso no se trata ¬__¬' ... ejem, bueno, quién sabe ñ_ñ
Lyserg: O////O
Kouichi: ^o^-
Kini: Ehh... gracias por sus reviews ñ_ñ' ... ¡oh! Tengo que hacer una aclaración antes. Ya sé, no me maten por favor, lo sé T___T.
Kouichi: ¿Qué cosa ._.'?
Kini: Kouji y Kouichi... sí, según he leído, Kouichi es el mayor y Kouji es el menor.
Lyserg: ¿De verdad o.o'?
Kouichi: ñ__ñ-
Kini: Peroooo... para que funcione esta historia, tengo que invertir los papeles, gomen, pero, creo que Kouichi parece más el hermano menor que Kouji ^_~
Lyserg: ¡Totalmente de acuerdo!
Kouichi: ¿Lo dicen porque soy un infantil .__.'?
Lyserg: Prefiero no contestar a eso ñ_ñ
Kini: Bueno, aclarando este asunto, creo que es hora de revisar sus notas... ¡si es que hay! Ah!! Lyserg, no te he dicho que te ves kawaii con ese kimono azul claro ^_^UU
Lyserg: o.o-
Kouichi: ¡Eso es muy cierto ^.~! Bueno, ya... empecemos con sus notas n_n-
La LLama:
Kouichi y Lyserg: ¿¿De verdad somos tus personajes favoritos?? ¿Te gustamos como pareja *___*?
Kini: ¿En serio te gusta? ¡¡Vaya, qué afortunados son los dos!! Aunque... aún tengo planeado ser muy, muy cruel ^.~
Kouichi: Nooo!! Por favor, no dejes que nos separen _
Lyserg: ¡Sí! Esperamos seguir contando con tu apoyo ¡¡Muchísimas gracias por tu review!! Un beso de parte de Kouichi y mío ^_^
Kini: Ah, con que regalando besos, ¿eh? ¬.¬' ... Por cierto!! No te preocupes, yo tampoco he visto mucho de Kouichi en la serie (de hecho, como unos dos capítulos XD), por eso, si Kimura tiene un carácter distinto al que muestra en la serie, ¡lo siento! Pero, estoy acoplando su personalidad conforme sigue la historia.
Kouichi: Soy masilla en las manos de la autora ¿No es aterrador ñ_ñ?
Lyserg: Más de lo que te imaginas U_U'
Kini: ¡¡Ah!! Y, por aquí hay algo de Koukou o_o
Lyserg: ¿¡¿Qué?!?
Kini: Es justo y necesario u.u'
Kouichi: ¿Koukou? (sonrojo)
Lyserg: ¬__¬'
Kini: ¡Y empieza la historia!
Atte: Kini-chan
~+~ Digimon Frontier no me pertenece, es de Akiyoshi Hongo (tiene un altar en mi casa XD) y Shaman King es de Hiroyuki Takei, no mío ñ_ñ ~+~
+*+ AMOR EN LA OSCURIDAD +*+
03- Planes
Kouichi se mecía en la cama. Era cómoda, hacía mucho que no se sentaba en algo tan suave. Sonrió dulcemente mientras veía a su hermano prepararse para ir a dormir.
- Increíble que me haya tocado con los dos - decía Takuya, mientras se quitaba la camisa - ¡Esa Izumi no tiene oportunidad contra mí!
- Increíble es que te preocupe sólo eso - Kouji lo miró despectivamente.
- Por favor... ¿quieres pelear de nuevo, Minamoto?
- No - dijo Kouji, de manera cortante.
- Quién te entiende, Kouji - completó Takuya - Entonces... te dormirás con tu hermano, ¿verdad?
Kouji miró a su hermano, quien seguía meciéndose en la cama como si fuera un columpio. A veces, no entendía a Kouichi... sus cambios de carácter eran demasiado extremos. Se preguntaba si alguien más lo había notado aparte de él.
"De extremadamente tierno a..." Kouji le sonrió a su hermano gemelo.
- Vayamos a dormir - le dijo.
Kimura asistió.
- Oye, Kouichi, quítate la camisa... ¿o te da pena? - sonrió burlonamente Takuya.
- No... es sólo que prefiero dormir así - Kouichi sólo se sacó la camisa verde que llevaba encima, dejando la roja de manga larga.
- Bueno... qué importa... ¡apaga la luz! ¡¡Ayyy!! ¡Qué bueno que nos dejaron usar este cuarto!
- Ya cállate, Takuya - resopló Kouji, acostándose al lado de Kouichi.
- Ya, ya, ya... ¡qué carácter tan difícil tienes!
Kouichi se acostó de lado... No dejaba de pensar en ese chico. Ese niño de ojos verdes. Vestido de blanco, igual que ese hombre que había atacado a sus amigos. Pero... ese chico de nombre Ren había dicho... "... se cambió de bando" ¡Cuántas ganas de hablar largo y tendido con esos chicos que se hacían llamar shamanes! Todo eso le llamaba demasiado la atención.
- ¿Qué piensas?
- ¿Mhm? - Kouichi se volvió para ver a su hermano - ¿De qué hablas?
- Sé que estás pensando en ellos.
- ¿De quiénes hablas?
- De los X-Laws, o como sea que se llamen.
- Ah - suspiró Kouichi, dándose la vuelta de nuevo.
Silencio.
- ¿Y bien?
- ¿Qué quieres que te diga, Kouji?
- Me preocupas.
Kouichi suspiró.
- Deja de tratarme como un niño pequeño, hermano.
- No quiero.
- ¿Qué cosa?
- No quiero dejar de tratarte como un niño pequeño.
Kimura acercó sus rodillas a su pecho. Escondió parcialmente su rostro en la almohada. No era el momento de tener esa conversación.
- Kouichi.
- ...
Kouji entonces lo tomó de la cintura y lo acercó a su cuerpo. Kouichi se sorprendió un poco y trató de alejarse, pero su hermano lo sostuvo más fuerte.
- No quiero que te lastimen, Kouichi - le dijo al oído.
- Kouji, no sé de qué hablas - Kouichi tragó saliva - Yo no me siento diferente... ¿por qué tú...?
- Shh... Duérmete ahora... No te preocupes. Yo siempre te protegeré - Kouji lo soltó entonces y se alejó un poco de su gemelo.
Kouichi apretó los párpados con fuerza. Ni siquiera él entendía lo que pasaba. Y, ese niño... no salía de su mente.
Takuya entreabrió los ojos. Los había escuchado... qué perturbador asunto...
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- ¿Qué piensas hacer, Yoh? - dijo Anna, mientras ambos observaban el cielo estrellado.
- ¿Hablas de esos niños? Yo creo que están bien, serán un oponente interesante - sonrió Yoh.
- Mhmmm... pienso que Hao ya está enterado de este asunto...
- Debe de estarlo - Yoh soltó una risita, como si todo este asunto fuera un chiste.
- Deja de reírte de esa manera tan estúpida - Ren entró al balcón - Tendremos que entrenar más ahora... aunque no quiere decir que esté preocupado por ellos... Pero entrenar nunca está de más.
- Tiene razón.
- Ahhh!!! ¡¡¡Nooo!!! Anna, es de noche... Por favor, Annita - lloriqueó Yoh.
- Ya te he dicho que no me llames así - Anna no tendrá piedad.
- Pero... pero... snifff...
La chica se lleva a su prometido arrastrando (literal) para empezar con algún entrenamiento sádico que se le cruzara por su mente en estos momentos.
- La noche está hermosa, hermano - dijo Pirika, quien venía acompañada de Horo Horo.
Pirika se recargó en el balcón, admirando toda la ciudad.
- ¿Qué haces aquí? - Ren le lanzó una mirada retadora a Horo Horo.
- Nada, sólo tenía ganas de venir aquí con mi hermana, entrometido.
- El entrometido eres tú.
- Ayyyy... ya dejen de pelearse - los regañó Pirika - ¿Y en dónde están Yoh y Anna?
- Entrenando - Ren lo dijo claro y fuerte, esperando los resultados deseados.
- ¿¡Qué!? ¡Tan de noche! Ja, ja, ja ¡Pobre Yoh, lo compadezco!
- ¡¡Esa es una excelente idea!! ¡¡Hay que entrenar, hermano!!
- ¿¡¿¿¡¡QUÉ!!??!? ¡¡¡Pero Pirikaaaa!!!
- ¡¡Qué emoción!! ¡se me acaba de ocurrir un entrenamiento de resistencia muy bueno!
- Nooooo!! Ren, esto es tu culpa!!
- Exacto.
Y Horo Horo no dejaba de llorar cuando su querida hermana se lo llevó a rastras también.
- Por fin, todo en silencio - suspiró Ren, viendo el cielo - Al parecer, las cosas sólo se complican... pero no importa. Yo seré el mejor de todos. Yo seré el Shaman King.
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- Conque esos niños tienen poderes diferentes a los nuestros ¿Dices que se pueden transformar en sus espíritus acompañantes? - preguntó la Doncella Jeanne, como si no hubiera escuchado bien.
- Sí, así parece - contestó Marco, acomodando sus lentes. Estaba mejor, su cuerpo ya estaba sanado. Pero lo que más le dolía era su orgullo, estaba completamente destrozado en ese aspecto.
Lyserg observó a sus "amigos". No era la primera vez que dudaba en atacar, de hecho, su cabeza siempre estaba llena de dudas desde que se unió a los X-Laws. No, incluso antes. Y sus dudas siempre provocaban que los demás salieran heridos. Incluso él salía herido algunas veces por su indecisión. Pero esta vez no.
Esta vez, alguien lo había salvado justo cuando dudaba en unirse a la misma batalla sin sentido de nuevo. Y no podía olvidar esos ojos azul oscuro viéndolo como hacía mucho nadie lo veía. Y, se sintió a salvo entre esos cálidos brazos. No podía dejar de pensar en eso... No podía dejar de pensar en ese chico. Qué tonto... ni siquiera le había preguntado su nombre.
- ... Lyserg... ¡Lyserg!
Al fin reaccionó. Marco llevaba ya bastante llamándolo. El hombre lo miró de una manera reprobatoria. Lyserg recobró la compostura.
- Dígame, señor Marco.
- Tú hablaste con uno de esos chicos, ¿no es así? Ese niño que no se transformó.
Diethel sintió como la sangre se le iba a las mejillas. Se talló la cara para que no se notara. ¿Por qué reaccionaba de esa manera?
- Sí, así es - dijo, casi en un susurro.
- ¿No te dijo nada en especial?
- ... No...
Jeanne se dió cuenta también. Lyserg estaba muy nervioso por las preguntas que le estaba haciendo Marco acerca de uno de esos niños. Ahora... ¿cuál era la forma de interpretar eso?
De repente, la chica escuchó el sonido de la palma de la mano de Marco estrellándose contra la mejilla de Lyserg.
- ¡¡Y no atacaste cuando te ordené que lo hicieras!! ¡Al menos pudiste haber sometido a ese niño!
- Pero... - Lyserg tenía la mano en la mejilla... Ya no sabía con qué excusarse.
- ¡Pero nada! Cuando te uniste a este grupo prometiste obedecer todo lo que te dictaran tus superiores... ¿o acaso ya te olvidaste de nuestra meta?
- ... Derrotar... a Hao... - las palabras salieron poco a poco de su boca.
- Entonces, sabes lo que tienes que hacer - Marco se dirigió de nuevo a Jeanne - Lamento esto, Doncella Jeanne. Díganos cuál es nuestra siguiente misión.
- La siguiente misión... es para Lyserg.
Tanto Marco como el chico se quedaron sorprendidos. Jeanne nunca le había encargado una misión a Lyserg de una manera independiente, ya que él sólo era un aprendiz hasta ahora.
- Quiero que te mezcles con ellos, con esos chicos misteriosos... sé qué podrás hacerlo - Jeanne sonrió.
- Pe-Pero... Doncella Jeanne...
- No te preocupes, no te debes mezclar con Yoh Asakura y sus amigos. Estoy segura Lyserg, que esta misión te satisface mucho - la chica entrecerró sus ojos de color rubí.
- ¡¿Ahmm?! - se puso todo rojo de nuevo, pero trató de calmarse y mejor ya no decir nada.
- Discúlpeme, Doncella Jeanne, pero no creo que Lyserg sea el indicado para una misión de reconocimiento y captura de datos. Aún es un novato - intervino Marco.
- ¿Te atreves a contradecir mis palabras, Marco?
- No, no... discúlpeme, Doncella Jeanne, usted sabe lo que hace - Marco apretó sus puños con furia reprimida, pero tenía que obedecer a su líder.
- Entonces, Lyserg. Encuentra todos los datos sobre esos chicos e infórmanos sobre ellos. Tal vez, podrían unirse con nosotros y, en caso contrario, tendremos que hacer justicia contra ellos también.
Diethel tragó saliva, no quería que eso pasara... otra vez.
- Mañana irás con ellos y, recuerda, no debes toparte con Yoh Asakura.
- Eh... sí... ¡Sí!
Jeanne sonrió de nuevo. Entró en la Dama de Acero, la caja de torturas que tenía cuerpo y rostro de mujer, muy utilizada en la Edad Media para torturar de una manera cruel y sádica (interesante mecanismo, por cierto). La niña había escogido sufrir a cambio de la salvación del mundo... o al menos eso decía ella.
Lyserg bajó la mirada. No sabía qué decir o qué hacer... y sólo podía pensar... que volvería a ver a ese chico de ojos azules... y que se vería en la necesidad de traicionar a alguien de nuevo.
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- Buuuaaa!! ¡¡Buenos días!! - se levantó Takuya.
- Es tarde - susurró Kouji - Tenemos que estar listos ya para ir a desayunar. Silver nos dió la oportunidad de reponer la comida que ustedes desperdiciaron.
Takuya se frotó los ojos para despertar por completo. Luego vió en la cama de al lado. Kouichi aún seguía profundamente dormido, al parecer.
- Oye, ¿y por qué no regañas a tu hermano como a mí? - preguntó Takuya, aunque lo dijo en son de broma.
- Está cansado y necesita dormir. Más tarde le traeré un poco de comida.
- Ay, Kouji, pareces más su madre que su hermano - dijo Kanbara, sonriente.
- No digas estúpideces - Kouji le aventó a Takuya su propia camisa roja - Vístete, que si no, los demás van a acabar con todo.
- Ahhh!!! Haberlo dicho antes, Kouji - Takuya estuvo listo en un dos por tres, Kouji suspiró.
- ¿Qué haces? - Takuya se acercó a Kouji, quien estaba escribiendo algo sobre un pequeño pedazo de papel.
- Le voy a dejar una nota, para que no se preocupe.
- Sí, buena idea... ¡ahora vámonos, Kouji! - Takuya lo tomó del brazo, obligándolo a avanzar con rápidez.
Kouji le dirigió una última mirada a Kouichi. Confiaba en que todo estaría bien.
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- Yumi, yumi ¡Qué delicia! - Izumi Orimoto se regocijaba con la comida que tenía enfrente - ¡Hacía tanto que no comía nada como esto!
- Izumi, ¿no crees que debemos esperar a Takuya? - preguntó Tomoki, inocentemente, aunque, realmente él se estaba muriendo de hambre también.
- Pues, no importa, porque si tuvieran hambre se hubieran levantado temprano, Tomoki - le hizo ver Izumi.
- Tienes razón, además, yo también tengo mucha hambre y no esperaré - corroboró Junpei, comiendo deprisa.
Tomoki vió su comida en silencio.
- Oigan - el más joven habló de nuevo - ¿Y ustedes creen que nosotros tengamos oportunidad? Es decir... Takuya y Kouji son los más fuertes del equipo y, pues... nosotros no...
Silencio total.
- ¡¿De qué hablas?! ¡¡Yo jamás perderé contra ese chico irresponsable y contra el otro presumido!! - gritó Izumi, enojada, provocando que las personas que estaban en el restaurante voltearan a verla.
- Qué niña tan escándalosa.
- ¿Qué? ¡¡Otra vez tú!!
Anna miró en silencio a Izumi, quien, por lo enfadada que estaba, era capaz de desquitarse con quien fuera, pero por suerte Yoh fue por su prometida, para evitar que causara más problemas.
- No importa a dónde vayamos, siempre nos topamos con ellos - dijo un somnoliento Horo Horo.
- Eso quiere decir que tienen que ser nuestros amigos - propuso Yoh, aunque todos lo vieron con ojos asesinos.
- Yo no sé, joven Yoh, ellos me ponen muy nerviosa, sobre todo esa chica - tembló Tamao.
- No sirven para nada - dijo Anna, totalmente seria, pero asegurándose de que Izumi la escuchara.
- Maldita chica... yoooo!!! AHHH!! ¡¡Qué fastidio!! - Izumi se dejó caer en la mesa, para volver a empezar a comer y olvidarse de todo lo que había a su alrededor.
- ¿Y bien? - preguntó Ren Tao - ¿Ya saben quién será el siguiente en pelear?
- Hummm... pues no estoy seguro - Yoh se rascó la cabeza - Podemos ir después a la arena de combate para verlos - sonrió.
- Ya me harté de ver a esos debiluchos peleando - suspiró Horo Horo.
- ¡¡Qué bien!! Así podremos usar ese tiempo para entrenar más duro, hermano - Pirika se veía radiante.
- Ayyy.... noooo Pirika, no siento mi cuerpo - susurró Horo Horo, a punto de desvanecerse.
- Se ve que el débil eres tú - dijo Ren, llevándose una taza de té a los labios.
- ¡¡¿Qué dices?!! - Horo Horo le reclamó, muy enojado - ¡¿Quieres comprobarlo?!
- Que se peleen tanto quiere decir que se quieren mucho - rió Yoh.
Silencio. Horo Horo y Ren se vieron entre sí, sin decir nada y sin ningún gesto en el rostro. Aunque, luego reaccionaron.
- ¡¡De ninguna manera querría a este idiota!! - los dos gritaron al mismo tiempo, luego se vieron de nuevo - ¡¡Deja de imitarme!! ¡No! ¡¡¡Tú me estás imitando!!! ¡¡¡Ya basta!!!
- Sí, son muy buenos amigos - suspiró Manta - ¿Mhm? ¿Ryu?
- ¿Vieron a Lyserg ayer? - dijo Ryu, en un sollozo - Si no hubiera sido por ese niño, lo habrían podido lastimar... ¡Y esos X-Laws ni en cuenta! ¡¡A ellos no les importa Lyserg para nada!!
- Sí, Ryu, pero... Lyserg hizo su decisión, y hay que respetarlo - Yoh sonaba serio por primera vez.
Las puertas del restaurante se abrieron.
- ¡¡Takuya!! - exclamó Tomoki, emocionado.
- Sí, ya estoy aquí - Takuya guiñó el ojo - Espero que me hayan dejado algo de comer.
- Mhmmm... no deberíamos, porque llegaron muy tarde - dijo Izumi, volteándose, llevándose consigo una taza de té.
- ¡¿Eh?! ¡¡Nosotros también tenemos derecho a comer!!
- Como sea, ahora vengo... - Izumi salió a sentarse afuera del local, diciéndole a Silver que pronto le devolvería la taza.
- Esa niña, hace que me duela la cabeza - dijo Takuya, sentándose en la mesa - ¡¡Ahora sí!! ¡¡POR FIN!! ¡¡A comer!!
- ¿En dónde está Kouichi? - preguntó Junpei.
- Dormido - Kouji se sirvió tranquilamente un poco de té.
- ¿Lo dejaste sólo allá en el cuarto? - Tomoki se veía sorprendido.
- Sí, estará bien - el chico de cabello largo le dió un pequeño sorbo a su té.
- Yo también me sorprendí cuando lo dejó ahí - dijo Takuya, entre bocado y bocado - Pero, la comida es primero, ¿no, Kouji?
Kouji le dirigió una mirada asesina, pero prefirió no hacer comentarios. Claro que estaba preocupado por Kouichi, y aún tenía mucho que hablar con él. Sabía que había algo que hacía que su hermano peligrara.
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Kouichi se levantó lentamente. Sentía todo su cuerpo adolorido. Había batallado demasiado para dormir, no podía cerrar los ojos un instante sin que ese chico se le viniera a la mente. Sonrió. Era algo extraño, pero no le molestaba para nada.
- Parece que Kouji se ha ido con Takuya - Kouichi se miró al espejo y trató de acomodar su cabello con las manos.
Finalmente se rindió, no podía peinar su cabello de tal manera que no pareciera que siempre andaba despeinado.
- Imposible - volvió a sonreír.
Vió la nota de su hermano.
- Hummm... pero yo no me quiero quedar aquí hasta que lleguen - Kouichi soltó un suspiro - Mejor voy a ver a los alrededores a ver qué hay - No podía evitarlo, también era muy curioso.
Así que tomó su camisa verde y salió del cuarto. El sol estaba brillando ya con mucha fuerza. Se preguntó qué hora era. Bueno, lo seguro es que era muy tarde, pero, eso no le impidió salir a investigar la ciudad.
En otro extremo de la calle en donde se encontraba Kouichi, un extraño personaje con capucha miraba al infinito.
- La verdad... no sé que hacer, Morphine.
La pequeña hada vió a su amo. Mas no se veía preocupada, más bien, agradecía que Lyserg se sincerara con ella y le dijera que sentía esa insegurad por algo. Algo que no quería hacer.
- Hace mucho calor también - Lyserg movió la capucha que cubría su traje para ventilarse.
Morphine sonrió. Su joven amo seguía siendo tan tierno, después de todo.
Entonces... Diethel lo vió.
- ¿Ah? ¡¡Es ese chico!! - Lyserg se tapó la cara de nuevo.
El espíritu acompañante del chico vió al niño que parecía poner tan nervioso a su amo. También era un niño muy lindo, Morphine sonrió. Ese muchacho había salvado a su amo Lyserg de ser lastimado. Y ella tenía que agradecerle eso.
- ¡¡No, Morphine!! ¡¡Espera!! - Lyserg extendió su brazo para alcanzar a su hada, pero no lo logró.
Morphine volaba muy alegre hacia el chico. Qué felicidad encontrar a alguien tan amable.
Kimura también iba muy feliz por la calle. Todo lo que veía lo maravillaba, sobre todo por la diversidad de personas que estaban ahí reunidas. Parecía que venían de todas partes del mundo y eso le intrigaba mucho. ¿Qué se sentiría ser un shaman?
Entonces vió un destello blanco acercándose hacia él. Pero no se sintió asustado, ni nervioso. Logró enfocar mejor qué era ese brillo. Era una pequeña criatura, muy parecida a un hada. Recordó en dónde la había visto antes.
- Hola, pequeñita - sonrió Kouichi - ¿No estabas tú con Lyserg?
El hada asistió, dejándo brillitos por todos lados, lo que provocó que la sonrisa de Kouichi se agrandara. Era muy linda.
- ¿Y estás sola por aquí? - Morphine voló alrededor de Kouichi, examinándolo. Sí, pasaba la prueba, al menos para ella. El hada sonrió también, tocando el cabello de Kouichi con sus diminutas manos.
- Qué linda eres - dijo Kouichi, riéndo por la caricia - ¿Y en dónde está tu amo ahora?
A lo lejos, Lyserg movió su cabeza negativamente, en forma frenética. Sentía su rostro ardiendo... ¿Alguna variedad de fiebre que le ocurría justo cuando pensaba en ese niño? Trató de ocultar más su rostro, pero no podía dejar de verlo. Ver a ese chico platicando con su espíritu acompañante. Ver a Morphine señalando que no estaba sola. Ver a ese niño sonriendo hacia donde él estaba... ¿Hacia dónde él estaba?
Ya no pudo disimular más, así que se acercó hacia donde estaba su espíritu acompañante. No sabía si tenía deseos de abrazarla por darle un motivo de acercarse o matarla por lo mismo.
- Ah... bu-bue-buenos días - tartamudeó Lyserg, sin atreverse a mirar al chico a los ojos, aunque Morphine lo jalaba de la capucha para que se animara.
- Buenos días - Kouichi estaba muy feliz ese día. Estaba frente al muchacho que "no lo había dejado dormir".
- Este... yo... - le pasaba algo raro. Su lengua se había desconectado del cerebro y éste se había desconectado del resto de su cuerpo, ya que sólo podía pensar demasiado, soltar estúpideces y su cuerpo no le respondía. Gran cosa.
Morphine negó con la cabeza. De nuevo se acercó a Kouichi y le tocó la frente para llamar su atención. Después hizo una pronunciada reverencia, tal y como había aprendido de los shamanes japonenes a los que habían conocido antes de unirse a esos X-Laws.
Kimura rió, demasiado divertido al ver la pequeña hadita haciendo eso.
- Está bien, fue un placer para mí ayudarlos.
Lyserg por fin se atrevió a mirarlo.
- ¿Cómo le entendiste? - preguntó el chico de ojos verdes.
- Bueno, me está haciendo una reverencia, muy pronunciada por cierto ¡No es necesario! - Kouichi también le hace una reverencia al hada, quien sonríe - De verdad que no fue nada.
Diethel a Tierra. ¡¡Había olvidado ponerse nervioso!! Recordar que estaba frente a ese chico lo hizo sonrojarse levemente, pero ahora estaba seguro de que podría hablar un poco más.
- Disculpa... ¿cuál es tu nombre? - aún así, no podía mirarlo a los ojos.
Kouichi sonrió de nuevo.
- Kimura Kouichi.
- Kimura Kouichi... eso quiere decir que te llamas Kouichi, ¿verdad? ¡¡Ah!! Espera, ¿en dónde están mis modales? - Morphine imitó a Lyserg, quién hacia una pequeña inclinación, tal y como la recordaba de Yoh y sus amigos - Mucho gusto, Kimura...-san.
- Ah, no, no, no es necesario - Kouichi rió nerviosamente por la repentina muestra de respeto - No hace falta que hagas eso. Puedes llamarme Kouichi... Lyserg... Mhm... ¿y cuál es tu nombre completo?
- Lyserg Diethel - dijo el chico en un susurro.
- Está bien, Diethel, me da mucho gusto conocerte.
- Este... tú también puedes llamarme por mi nombre... Kou-Kouichi... - Lyserg sólo entendía una cosa. Que se llamaran por su nombre, en Japón, quería decir que se tenían un grado de confianza ya bastante grande.
(Kini: Aunque creo que eso también es en Inglaterra... Whatever T_T)
- Entonces así estamos bien, ¿de acuerdo? - Kouichi se veía muy animado ese día, aún y cuando no había podido dormir muy bien anoche - ¿Y qué haces por aquí?
- Yo... - Lyserg empezó muy confiado, pero luego recordó por qué estaba allí.
- ¿Qué pasa?
- No pasa nada, sólo vine a... ¡a pasear por aquí! - Lyserg rió nerviosamente.
Lo que le pedía Jeanne no era posible... ¿por qué tenía que hacer esto si realmente no quería hacerlo? No quería entregar a Kouichi y a sus amigos a los X-Laws. No, ellos no debían sufrir lo que él estaba sufriendo con su indecisión. Simplemente, no podía hacer eso.
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Izumi tomaba su té a las afueras de el establecimiento de comida que Silver lideraba para sacar más dinero para los apaches. La rubia suspiró. No podía dejar de pensar en los peligros que corría el Digimundo si ellos seguían así. Todo por culpa de ese estúpido de Takuya.
- Vaya, sabía que estarías aquí.
Izumi subió la mirada. Frente a ella estaba uno de esos shamanes.
- ¿Asakura Yoh, verdad?
- Sí, así es - Yoh rió, como siempre.
- Mucho gusto, yo soy Orimoto Izumi - sonrió la chica - ¿Y qué haces aquí afuera? ¿Por qué no estás con tus amigos?
- Bueno, tenía ganas de tomar aire fresco, ¿te importa si me siento aquí?
- No, para nada, adelante - la rubia le indicó que tomara asiento junto a ella.
Silencio. Total.
- ¿Y qué son esos poderes tan magníficos que tienen? - preguntó Yoh de repente.
- ¿Poderes? ¿Te refieres a esto? - Orimoto le mostró su digivice color lila al joven Asakura.
- ¡¡Sí!! ¿Con eso pueden transformarse en esas criaturas tan asombrosas? Se parece mucho al que nos enseñó ese niño... Kanbara, creo que se llama.
- Sí - Izumi dió un resoplido - Con eso podemos transformarnos en... "criaturas asombrosas" - la chica sonrió dulcemente al ver a Yoh tan impresionado - Sin embargo, ustedes también me tienen impresionada. Esos... "espíritus" - Izumi hizo una cara muy graciosa que hizo reír a Yoh.
- Pues sí, son nuestros espíritus acompañantes - Amidamaru se apareció detrás de Yoh en forma de bolita azul - Gracias a ellos podemos ser llamados shamanes.
- ¡A mí me parece muy tierno! - exclamó Izumi, tratando de agarrar a Amidamaru, quien retrocedió, nervioso - ¡Cierto! Son espíritus, ¿verdad? No lo puedo agarrar - Orimoto sacó la lengua inocentemente.
Yoh rió otra vez.
- Ustedes también son muy especiales... disculpa si Anna te ha molestado, Orimoto - dijo Yoh, mirando al infinito.
- No hay problema, Asakura, todo está bien - Izumi imitó a Yoh en su reflexión.
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- Los X-Laws... - Ren dió un suspiro antes de llevarse un vaso con leche a la boca.
- A mí no me parecen peligrosos - dijo Horo Horo, recargándose en una silla, a pesar de que su hermana le advirtió que se caería si seguía haciendo eso.
- Ni a mí.
Los shamanes elevaron la mirada para encontrarse con Kouji Minamoto.
- ¿Qué quieres? - soltó Tao.
- De ti, nada, sólo quiero explicaciones, ¿quiénes son esos X-Laws exactamente?
- Mira, niñito, eso ni siquiera nosotros lo sabemos, ¿por qué no se lo preguntas a ellos? Se ve que les tienes muchas ganas, colita de caballo.
Kouji los miró, enojado. Pero no hizo nada. Sólo los seguía estudiando con la mirada, pregutándose si eso de los shamanes era puro cuento o si de verdad eran tan poderosos como decían. Todo era posible. Además, sólo algo lo ponía nervioso. No había podido solo contra ese X-Law. Y eso lo preocupaba.
Un pequeño sonido sacó a los presentes del incómodo silencio.
- Es el oráculo virtual - dijo Fausto.
Al ver que los shamanes veían interesados sus extraños brazaletes, Kouji hizo lo mismo.
- ¿Quién es Hao?
Todos voltearon a ver al joven Kanbara.
- U-Ustedes... ¿pelearán contra Hao?
Kouji y Takuya se vieron entre ellos. No entendían por qué los shamanes se veían tan pálidos. No, aún no entendían nada en realidad...
To be Continue ===
~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~
(Kini y Kouichi toman el té de la manera tradicional japonesa, mientras Lyserg da vueltas en el escenario, totalmente histérico)
Lyserg: ¡¡Qué cruel eres!! ¿Cómo los mandas con Hao así como así? _
Kini: ^^UU
Kouichi: ¿Hao ._.?
Lyserg: ¿No entiendes? (sacudiéndolo) ¡¡Te van a matar!!
Kouichi: ¿De verdad? ._.
Lyserg: ¡¡¡Sí!!!
Kini: (con una taza de té japonés) ¿Té, mi querido Lyserg?
Lyserg: U___U' Se ve que todo lo tomas a la ligera ¬__¬
Kini: (dando un sorbo del té que le iba a dar a Lyserg) Oh, vamos, ¿de verdad crees que voy a matar a Kouichi así como así? Si todavía no lo hago sufrir.
???: Tiene razón. Yo lo mataré.
Lyserg: ¡¡Hao!! O___O
Hao: `___´UUU
Kini: ¡¡Hao-sama!! *___*
Hao: No se preocupen, admiradores de este niño-digimon, no lo haré sufrir tanto.
Kouichi: ._.??
Lyserg: ¡¡Yo te venceré, Hao, ya lo verás!! Perooo... aún no soy lo suficientemente fuerte U_U'
(Hao ríe como un verdadero villano. Lyserg en una esquina con unos fantasmitas azules a su alrededor. Kouichi todavía confundido (¿cuándo no ¬.¬?))
Kini: Espero que les haya gustado este capítulo, ¡el siguiente va a estar emocionante! Lo prometo ^.~ ¡¡Gracias por leer y ¡¡Review!! De parte de Kouichi y Lyserg les agradezco que los apoyen como pareja, la escena donde salen ambos me encantó *_* ja, ja, Bye, Bye ^o^!!!!
