(Telón abierto, con un fondo muy decorativo, negro...)
Lyserg: ¿Y ahora qué te ha dado a ti? o.o'
Kini: (vestida de negro) Oh... ya lo verás ^___^U
Lyserg: ... Presiento que esto no va a ser muy bueno... .__.
Kouichi: ¡¡Konnichiwa!! ^___^
Kini: Una pregunta, Kouichi-kun, ¿por qué eres tan alegre? Arruinas el ambiente ¬¬*
Kouichi: Humm... No sé ^__^ (abraza a Lyserg)
Kini: Ya veo ¬¬'
Kouji: (entrando, junto con Hao) ¿Qué demonios te ha pasado, escritora loca?
Hao: El negro te sienta bien, te ves sexy ^__~
Kini: ¡¡Gracias, Hao-sama ^///^!!
Kouji: Todo se ve horrible, si me permites decirlo ¬¬
Kini: No te lo permito u__ú y además, está así para que vaya acorde a este capítulo ^^
Lyserg: Ya decía yo que esto no iba a ser bueno u__u
Kanata
Kini: A todos nos ha dado por apagar la luz... ¡¡Viva México!! XDD
Kouichi: @__@
Lyserg: No le peguen a Kouichi, abusivos u__ú ...
Kini: ¡¡Las fracciones son algo.. X__X!! Wa ja ja... claro que... cumplo tu petición X3 (le pega un tremendo golpe a Kouji)
Kouji: ¡¡Hey!! __ (sobándose su cabecita)
Kini: Por ser malo con la droga ¬¬**
Kouichi: No le pegues a mi hermano, Kini-sensei =__= ...
Hao: ¡¡Hai!! XDDD... Yo conquistaré el mundo... y al inglés también X3 ...
Lyserg: (vendando a Kouichi [exagerado XP]) No te atrevas ¬¬**
Pirika: (desde el público) ¡¡Lysichi!! ¡¡KAWAII!! *___*
Kini: ¡¡Sí!! KAWAIII *¬*
Kouichi y Lyserg: -////- ...
Kini: Bueno... nos veremos por acá... con este capítulo traumático... más introducciones y explicaciones, poco romance, pero... igual, espero que te guste XP Kanata, Miyuni, Takuya... y todos los que los acompañan, los quiero mucho, y donde quiera que estén... ahí estaré ^.^ (qué linda soy XP) ¡¡Bye, muchachos!!
Kouji: ¬¬** Me pega y se ve tan quitada de la pena u__ú ... Ja, apuesto que no ganas, Takuya ¬¬
Hao: Serás mío, inglés X3...
Lyserg: ¡¡Vete!! __
Kouichi: -___-'
Nakuru Tsukishiro
Kini: ¿Me tienes en Autor Alert? Qué pena... Dios mío ñ///ñ ... Ehmm... Yoh-kun esconde algo, no sé si lo han notado desde que comenzó el fic, como que en ocasiones se pone así @__@' Etto... espero que lo hayas notado...
Lyserg: No harás que también Yoh sufra, Kini-san ¬¬'
Kini: ^^U ... Pirika tiene razón, son kawaii *___* Oh... Kouji es cruel ¬¬***
Kouji: u.ú ...
Kini: Je, je, pues Kouichi y Hao están haciendo buenas migas... o eso parece... aunque Hao parece agente del gobierno X3 ... Pero por algo lo hace, ya lo verás XP... ¡¡Me encantaría leer un buen Koukou!! Tal vez me harías cambiar un poco de opinión con respecto a esta pareja... porque... arghh... de verdad u__u ... me hacen quedar tan mal a Kouichi que yo... yo... __
Kouji: Tú te desquitas conmigo en este fic ¬¬**
Kini: ñ__ñ' Pues... XP ... Si escribes un Koukou dime para leerlo, ¿ok? ^.~ ... ¡¡Tienes razón!! Ustedes dos son el centro del tornado @.@
Kouichi y Lyserg: ¿Nosotros? .__.
Hao: ¡¡Me parece excelente idea!! Una orgía, todos participamos... TODOS *¬*
Anna: (en el público, poniéndose de pie con su cara de "matar gente") Ni lo sueñes, Hao Asakura ¬¬**
Hao: Pero... Annita, lo pasaremos bien ^o^--
Lyserg: ¡¡Qué enfermo!! __
Anna: ¬¬*** (amarra a Yoh con su collar azul)
Yoh: TT.TT
Hao: Lo siento, hermanito ^.^
Kouji: ¬¬ ...
Kini: ¡¡Gracias por el review!! Las parejas aún van a dar unas cuantas vueltas, pero siempre recuerden que esto es un Kouichi/Lyserg... ¡¡Eso es kawaii!! ¿Ne? X3 ... Sólo que aquí habrá más... de otra cosa... ^o^' Espero que te guste ¡¡Nos vemos!!
Shooting Star Natalie
Kouji: o.o ... (de repente aparece con un gran moño de regalo azul en la cabeza)
Kini: Todo tuyo ^.^
Kouichi: No le puedes regalar de esa manera a mi hermano a Natalie-san ñ__ñ' ...
Kini: Pero Kouichi es muy guapo y lindo por ser él, no por ser el hermano gemelo de Kouji u__ú...
Lyserg: ... .__.' Ese es otro trauma...
Kouichi: =////=
Kini: Hummm... u.u' Bueno... ¿que no haga que Kouji se enamore de Lyserg? X3 ... ¿Por qué no?
Kouji: ¡¡Que lo odio!! __
Hao: ¡¡Qué lindo te ves con ese moñito XD!!
Kouji: O////O
Kini: Bueno... sigue leyendo, es lo único que puedo decir... Ya lo he dicho, aunque parezca que todo apunta a una pareja... ¡¡no quiere decir que para allá vaya la cosa!! XP Igual con Izumi/Yoh... (Diox, todos se me han traumado con esta pareja XD ... no importa lo que lean... ya les digo, no se quedarán así por siempre) ¡¡Me gustó mucho escribir las escenas de Horo Horo y Takuya ^__^ Son muy kawaii XP como amigos... puesto que así se vieron, ¿cierto? *___*
Público: ...
Kouji: Ya no saben qué pensar de ti ¬¬*
Kini: XDDD... Hao y Kouichi... ¿No saben que Hao es un maldito que planea todo de una manera maliciosa? X3... Tal vez hablé demasiado @.@ ... Ji, ji... Claro, después de todo este rollo (estos capis son necesarios... porque son capítulos de rollo, yo lo acepto @__@) ... ¡¡Ya sabrás más de Kouji!! Seguirá acosando a su hermano, por supuesto ^.^' por eso... pasa algo con Lyserg que... XP
Lyserg: o__o'
Kouji: ¡¿Qué cosa!? ___
Kini: Un buen fic Koukou... y ya, es lo que deseo ahora =__= ... Well... Tal vez deba considerar leer algo en inglés, pero la verdad... soy una floja ñ.ñ'... Espero que sigas leyendo, aún y cuando aquí aparezca mucho Yoh/Izumi y Kouji/Lyserg... Esto pronto terminará XDDD ¿Cierto?... ¡¡Bye!! Gracias por el review XP
Kouichi: ¿Algo pasa entre Lyserg y Kouji que qué? O___O --- (lo siento, de eso ya se habló demasiado XP)
Malus
Kini: ¡¡Malus!! ^o^ Lo siento... pero como podrán saber las personas que alguna vez se han sometido a mis torturas... es que quedan huellas psicológicas en ellos, pregúnteles a cualquiera de los presentes, sobre todo a los más suceptibles X3
Lyserg: =__=...
Kouichi: -__- ...
Kini: Qué bien que a Minako le haya gustado el capi pasado, creo que disfrutará este, Malus, cariño... no me odies ^.^ ... ¡¡Si yo soy tan buena!!
Kouji: ¬¬*** (== Su mirada lo prueba XD)
Kini: Pero... si no sueltas a Minako-chan y a Eriol-kun me veré obligada a decirle a todos tu hermoso secreto, publicado en mi fic (con una nada despreciable cantidad de lectores), con letras en negritas ^__^ ¿Qué te parece, mi vampirito? XP ... Espero que te haya gustado mi trato, porque por algo soy sádica ^___~
Kouji: ¡¡Loca!! ___ Y yo no soy idiota... Hao lo es ¬¬**
Hao: ¿Yop? XP ... ¡¡¡Yo soy sexy!!! XDDD (en otro mundo... por completo ^.^')
Kini: ¡¡Nos vemos!! XP ... Ya sabes XDDD... Por cierto, mis lectores que dejan reviews (que espero que cada día sean más X3), he notado que los reviews se cortan mucho.. yo en mis experimentos he notado que cuando usas este símbolo "" a veces el review se corta... ¿Coincidencia? No lo sé... tal vez tenga algo que ver con el lenguaje de HTML o.o' ...
Hao: Empecemos con la historia, ¿ne?
Kini: ¡¡Sí, Hao-sama *__*!!
Lyserg: Más de Kouji y yo .__.
Kouji: Ahora sí debo matarte ¬¬
Kouichi: ¡¡Kouji!!
Kini: Nadie matará a nadie sin mi consentimiento u__ú.
Kouji: ¡¡¿Te sientes dueña del mundo o qué?!! ___
Kini: ¡¡Pero sí soy dueña de este fic!! ¡¡A empezar!! ^O^ Fans del Kouji/Lyserg, esta es la oportunidad que esperaban, que todo puede pasar en este fanfic X3 Enjoy!!
Kouji y Lyserg: ¿Qué? o__o'
Kouji: ¬__¬**
Lyserg: -__-
Kouichi: ¡¡No serás capaz!! __
Hao: Sí que lo es X3
Kini: XDDD
Atte: Kini-chan
~+~ Digimon Frontier no me pertenece, es de Akiyoshi Hongo (tiene un altar en mi casa XD) y Shaman King es de Hiroyuki Takei, no mío ñ_ñ ~+~
+*+ AMOR EN LA OSCURIDAD +*+
21- Reflejo
La luz del Sol no ha salido en varios días. Es una noticia preocupante. Todo el mundo está en crisis, los científicos han tratado de saber las causas, pero ahora al gobierno lo que les interesa es una solución.
- Mary está nerviosa... por el señor Hao.
- No te preocupes, él volverá - Kanna se sienta junto a ella.
- ¡No puedo creer que quieran que nos quedemos aquí sin hacer nada! - gritó Matti, cruzando los brazos, aunque al ver el chocolate caliente que Silver le puso enfrente se relajó un poco - ¡¡Chocolate!!
- Entonces es cierto... - Manta volvió la mirada hacia el pequeño Opacho. Eso le extrañó a Oyamada, pues no habían visto al compañero de Hao en mucho tiempo... - El señor Hao estaba interesado en esa persona... Tanto que él... él...
- ¿De qué estás hablando...? - apuró Jeanne, dejando su té en la mesa.
- A ustedes no les importa, ustedes son malos, no son como el señor Hao de Opacho...
- Estás loco...
- ¿De qué persona hablas, Opacho...? - preguntó el mejor amigo de Yoh, preocupado por la cara de angustia del pequeño shaman - ¿Quién es esa persona que es tan importante para Hao...?
Pero Opacho negó con la cabeza, cerrando los ojos.
- Tal vez el señor Hao no regrese nunca...
- ¡¡No digas eso!! - le gritó la pelirroja, compañera de su equipo.
- No... El señor Hao no regresará hasta poner a salvo a esa persona tan importante para él.
- Sólo hablan tonterías... - la Doncella se puso de pie - Pienso que es mejor que Hao desaparezca en ese lugar si ese es su destino. Así pagará por sus pecados...
- Doncella Jeanne... - susurró Meene, llevándose las manos al pecho.
- ¡¡Estás muerta, chiquilla!!
- ¡¡Basta!! No deberíamos pelear entre nosotros - los regañó Silver - recuerden que nuestros amigos están cumpliendo una misión muy importante para ayudarnos a todos.
El equipo Flower tomó asiento de nuevo, en silencio, pensando en su señor Hao, tratando de explicarse las palabras de Opacho... ¿Quién era esa persona tan importante que ellas no conocían?
- Yo no pienso perder el tiempo... trataré de solucionar esto - la de ojos carmesíes abandonó el lugar, seguida por una preocupada rubia de ojos verdes.
- Si un grupo poderoso de shamanes e incluso el mismísimo Hao Asakura no pudo contra la maldad de esa mujer tan poderosa... Ni siquiera la famosa Doncella de Hierro podrá - dijo Jun Tao, quédamente.
Ryu y Fausto miraban el cielo oscurecido.
- Parece como si el Sol nunca saldrá de nuevo... - dijo Ryu, tomando un trago de su cerveza.
- Mhmm... Tengo confianza en Yoh y en los demás...
- ¡¡Oh!! ¡¡Yo también!! ¡¡Yo también!! ¡¡Confío al cien por ciento en Don Yoh!!
- Lo sé... no tienes qué gritar...
- Ah, ja, ja, ja, ja
- Oigan... amigos...
- ¿Qué ocurre, Manta? - el doctor se volvió hacia el pequeño.
- No entiendo lo que quiso decir Opacho... Que Hao está interesado en una persona... que no regresará hasta que lo ponga a salvo...
Fausto sonrió levemente, mientras que Ryu tampoco parecía darse por enterado de mucho de lo que había pasado.
- Hao Asakura tiene sentimientos y eso es todo. No es tan malo... - dijo el necromántico, para luego enfocar su vista en el triste cielo otra vez - ... Sólo hay que esperar si eso cambia el rumbo de los acontecimientos o no...
- Tendrán que darse cuenta... - susurró Manta, cabizbajo.
- ¿De qué?
- De lo que ha pasado con Kimura-kun...
Silencio.
+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*
- ... Y luego traté de besar a Ren ahí, pero no quiso y entonces yo le dije que...
- ¡¡ARGH!! ¡¡Basta!!
- ¿Qué ocurre? - Horo Horo se volvió hacia su compañero, quien lo miraba con las mejillas claramente rojas.
- Ya... no... quiero saber más de esas cosas - Takuya se tapó la nariz con la mano, tratando de tranquilizar su alta presión.
- ¿Por qué no? ¡¡Tienes que escuchar lo que digo!! - le reclamó el ainu - ¡¡No se las puedo decir a nadie más!! Ahora es tu obligación escucharme, eres mi íntimo confidente - hizo una pose bastante melodramática, a lo que Kanbara respondió con un resoplido.
- Ya. ya... resolverás eso pronto. Ahora concentráte en esto - el castaño elevó la mirada.
Al fin el túnel dejaba de ser un camino angosto y cerrado para convertirse en una cueva abierta, un lugar bastante amplio.
- ¡¡Ahh!! ¡¡Por fin!! - el shaman aspiró una gran bocanada de aire - ¡¡Espacio abierto!! Aunque todavía estamos en un interior... o sea que es espacio cerrado... o... Humm... olvídalo...
- Sí... lo que tú digas. Eso de Tao te está arruinando más el cerebro de lo que ya lo tenías... - suspiró el de googles.
- Sigue mi consejo. Nunca andes con un chino... Son unos malditos...
- Sí, sí... - Takuya asistió, con cara de fastidio, preparando su digivice por si acaso era necesario reaccionar rápidamente.
Caminaron cuidadósamente por la cueva, más extensa. Sin embargo la escasa luz no les permitía ver el final del lugar, ni siquiera si había alguna pared que les mostrara los límites de esa bóveda.
- ¿Sabes? Deberías usar tu ingenio superior...
- ¿Eh? - el castaño volteó hacia su compañero, confuso.
- Has el... ¿cómo se llama? "La-cosa-esa" - Horo Horo hizo unos cuantos pasitos extraños, a la vez que Kanbara aún no captaba lo que quería decir. El ainu comenzaba a desesperarse - ¡¡Qué te transformes!!
- ¡Oh! ¡Digievolución!
- ¡¡Eso!!
- Vaya... que inepto es... - susurró Takuya, tomando su digivice - aunque se le ocurrió algo más o menos decente... ¡¡Digi-spirit digivolves a... Agnimon!!
- Agnimon de Fuego... gran cosa... - dijo Horo Horo, por lo bajo - Si yo tuviera a mi Kororo, otra sería la historia...
Agnimon iluminó fácilmente todo el lugar con sus llamas, y, en efecto, era bastante amplio, sólo que totalmente vacío, excepto por un pequeño lago al final del camino.
- A ver... si lo ves de cierta manera... No hay salida - comentó el shaman - Pero está ese laguito de allá... ¿Podrá significar algo?
- Mhmmm... - el digimon parecía pensar profundamente aquellas cosas... - ¡¡Oh!!
- ¿Qué?
- El agua es como un espejo, porque te reflejas en ella. ¡¡Entonces este debe ser el salón de los espejos!!
- Wow... tiene lógica - sonrió el de cabello azul, llevándose una mano a la nuca.
- ¡¡Vamos!! - Takuya tomó al otro rápidamente, a pesar de las obvias quejas por parte del chico al oponerse que lo llevaran en brazos.
Y, aunque esperaban encontrarse con un lugar maravilloso, lo que vieron fue simplemente eso. Una pequeña extensión de agua, nada fuera de lo común, tal vez un poco profunda, pero fuera de eso, nada de brillos o alguna otra cosa rara.
- Debe de haber algo que active esto... - dijo el ainu, pensando detenidamente, mientras Agnimon se dedicaba a sólo parpadear de vez en cuando mientras lo observaba concentrarse - Mhmmm... ¡¡Muéstrame mi verdadera esencia, poderoso espejo!!
El digimon se quedó sorprendido... Horo Horo había levantado sus manos y había pronunciado esas palabras solemnemente y se había quedado completamente serio, esperando una respuesta... Pero después de varios minutos de espera, el shaman se comenzó a cansar y bajó sus manos, agotado.
- Ji, ji... parece que así no se hace...
- ¡¡Estúpido!!
- ¡¡Oye!! ¿Acaso tú tienes una mejor idea?
- ¡¡Nada más estás haciendo el ridículo!!
Una nueva discusión había comenzado, pero esta vez no había nadie que los detuviera, por lo que los gritos comenzaron a hacerse cada vez más y más fuertes. Una sombra apareció en el lago, una sombra que Takuya captó de inmediato y paró de discutir.
- ¡... Bicho asqueroso de...!
- ¡¡Espera!!
- ¿Eh?
Ambos observaron aquella mancha oscura en el agua que se iba haciendo cada vez más grande, preguntándose qué sería aquello o si tenía algo qué ver con esos espejos que había dicho Bokomon. Aunque esos pensamientos se fueron cuando observaron que una figura escalofríante emergía de ese lugar.
- ¡¡¿Qué demonios es eso!!? - señaló Horo Horo, cayendo de espalda.
- Seadramon - Agnimon esquivó con facilidad los ataques del digimon en forma de serpiente marina - ¿Pero qué hace aquí un digimon como este?
Es cierto, los movimientos torpes de Seadramon no eran nada para la agilidad de Agnimon, sin embargo, los golpes fallidos del digimon de agua terminarían por derrumbar el lugar, no sólo sobre Horo Horo, quien se limitaba a esquivar las rocas como podía, sino, quizá... ¿a los otros también les afectaría?
- ¡¡Tengo que acabar con él!! - exclamó Agnimon, tratando de utilizar sus técnicas de combate - Pero... se mueve demasiado... ¡¡Demonios!!
- ¡¡Hey!! ¡¡También existo!! - gritó el shaman, desde el suelo - Yo me encargo de mantenerlo quietesito... Después de todo, parece que este tipo no puede salir del agua - sonrió el ainu, tratando de controlar todos sus poderes. Sin Kororo sería mucho más díficil, pero él es un shaman que controla el hielo y era capaz de eso y mucho más.
Agnimon se dió cuenta de lo que pretendía su compañero al acercarse al lago: congelaría el agua para que Seadramon no pudiera moverse más. El digimon sonrió.
- ¡¡De acuerdo!! ¡¡Confío en ti!!
- ¡¡Sí!! ... Sólo espero que esto funcione... - Horo Horo concentró todos sus poderes para expulsarlos de golpe. Y, en efecto, congeló la parte superior del lago, lo suficiente para mantener cautivo al digimon marino.
- ¡¡Con eso es suficiente!! - Agnimon estuvo listo para acabar con su contricante y capturar los datos del digimon. Se acaba la pelea y Takuya puede descansar de su digievolución y correr al lado de su compañero.
- Ayy... todo me duele...
- ¿Estás bien, Horo Horo?
- ... Me he sentido mejor... Jamás pensé que sin Kororo esto doliera tanto, ayy... ¡¡deja de abrazarme, ¿quieres?!!
- ¡¡No te estoy abrazando!!
- Qué fastidio...
- Idiota.
- Imbécil.
Se dirigen miradas de odio de nuevo, para luego comenzar a reír descontroladamente. ¿Quién iba a pensar que terminarían en esto? Sin embargo, un brillo extraño que proviene del hielo que acababa de formar Horo Horo sobre el agua llama la atención de Takuya.
- ¿Qué ocurre? - el shaman se incorpora levemente al ver que Kanbara se acerca al lago.
- ¿Qué es eso...?
- ¿Ah?
Takuya observa la superficie del agua congelada, esos destellos dorados lo dejan sorprendido. De pronto, esos colores brillantes de reúnen poco a poco para forman una cara conocida para él.
- ¡¿Cherubimon?! - exclama el elegido, con verdadera sorpresa.
- ¿Cherubimon...? - pregunta Horo Horo, quien aún no se ha acercado a ver aquello...
Pero el elegido sigue en silencio, viendo áquel rostro, esperando que pase algo. Entonces, esos ojos se abren, una voz llega a sus oídos... Un mensaje.
"Protege a los que amas..."
+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+*
- ¿Seguro...? - Izumi no se ve muy convecida por lo que Asakura pretende hacer, que es quitar una gran piedra que obstruye el paso utilizando su espada, Harusame.
- ¡¡Claro!! No le pasará nada - Yoh suelta su usual risita, a la vez que prepara su arma de posesión.
- No creo que a Amidamaru-san le guste la idea de que dañes su espada, Asakura-kun - la chica de nuevo le devuelve una mirada de desconfianza.
- Oh, vamos... Es la mejor espada que se ha hecho, el mejor amigo de Amidamaru la hizo y él era un gran forjador de espadas... ¡¡Además si le pasa algo siempre Anna puede hacerlo volver para que repare a Harusame!! - el castaño de nuevo comenzó a reír, aunque de manera más nerviosa, mientras Orimoto sólo lo observaba con incredúlidad, con las manos en las caderas.
- Si me dejaras digievolucionar... esto no sería díficil para La Guerrera Legendaria del Viento - dijo ella, sonriendo, victoriosa.
- No... Es que no quiero que tú hagas todo el trabajo mientras yo me quedo sin hacer nada. No es justo porque tú eres una señorita y yo soy el muchacho - comentó Yoh, a la vez que practicaba un poco con su espada.
- ¡¿Qué dices?! - el menor de los Asakura se asustó un poco al escuchar el tono con el que había hablado la rubia - ¡¡¿Insinúas que no puedo sólo porque soy mujer?!!
- No, no es eso - Yoh negó rápidamente con la cabeza - Es sólo que Anna me ha dicho que... bueno... el hombre es el que...
- Anna esto, Anna lo otro... ¿¡No te das cuenta de que Kyouyama es muy mala contigo!?
- Este... yo... Orimoto-san... - el castaño bajó un poco la mirada - Mira, creo que no puedo explicarte, pero Anna y yo estamos comprometidos, me casaré con ella...
- ¡¡Pero no te pueden casar si tú no quieres!! ¿¡Y qué tal si tú amas a alguien más!?
Yoh subió la mirada, abriendo los ojos con sorpresa ante áquel comentario por parte de su compañera. Izumi también pudo verlo, dejándola esta reacción un poco confundida... ¿qué significaba eso? Pero Asakura volvió a su mirada de siempre, esa mirada relajada y tranquila que evitaba que cualquiera supiera qué estaba pensando exactamente.
- ¿Sabes...? Siento algo por Anna... Pero, supongo que habrá otra ocasión para hablar de eso, ¿no crees? - le sonrió - Vamos por esa esencia para que los dos seamos más fuertes.
Izumi asistió, aún con una mirada algo ida, reflexionando lo que había dicho. Era demasiado... impulsiva...
- Lo siento...
- ¿Eh? - Yoh apenas se estaba preparando para partir en dos aquella gran roca que les obstruía el paso para continuar por el pasillo cuando escuchó la voz de la chica de ojos verdes.
- No debo de entrometerme en lo que pasa entre Kyouyama y tú... es sólo que... es sólo que yo... - Izumi apretaba los puños, dirigía su mirada al suelo para no tener que ver a Yoh a los ojos. La voz se le quebraba, ¿qué podía decirle?
- No te preocupes por eso - le dijo el chico - Creo que... tenemos mucho que hablar tú y yo... - también había bajado la mirada, aunque Orimoto no pudo verlo, pues estaban en idéntica posición.
Pero el sólo escuchar "Tú y yo" hizo que la mente de Izumi comenzara a divagar... ¿y si era por ella? ¿Y si era ella? No... ¿O sí?
Al levantar la rubia la mirada por el sonido de un golpe sordo se encontró con que su compañero ya había roto aquella roca que no les dejaba pasar. Sólo que ahora Yoh respiraba agitadamente, como si aquello hubierra significado un gran esfuerzo para él.
- ¿¡Estás bien, Asakura-kun!? - la chica se olvidó de sus dudas para ir a auxiliar al castaño.
- Sí... - dijo el muchacho, quédamente, para soltar una de sus risas - Lo que pasa es que... Harusame es poder espiritual... necesito a Amidamaru más de lo que... pensé... - trataba de normalizar su respiración, apoyándose en el suelo para descansar, pero aún sonriéndole a su compañera para tranquilizarla.
- Ay, Asakura-kun... no venía al caso que tú... ¿qué es eso...? - Orimoto cortó sus regaños al ver una luz que provenía del camino que Yoh había abierto. El shaman también elevó la mirada al sentir aquella calidez inundándole el cuerpo.
Unos cuantos trozos más de roca cayeron, mostrándoles a los dos chicos un lugar con luz. Sí, luz de día, como la que habían perdido gracias a esa bruja de nombre Yoru. Yoh se puso de pie lentamente, ayudado por Izumi, aún estaban maravillados, ¿habían salido ya de esa cueva y estaban afuera?
- ¿Pero cómo...? - se preguntaba la elegida, sin entender - ¿Acaso ya ha pasado algo y nos lo hemos perdido...?
- No, no lo creo... - suspiró Asakura, relajadamente, aún con un gesto cansado en el rostro - Este debe ser... el salón de los espejos del que nos habló Bokomon...
- ¿Tú crees...? - Izumi revisó el lugar con la mirada, sin atreverse a entrar aún ninguno de los dos - No veo ningún espejo por aquí...
- Tal vez si entramos... - sonrió el castaño, mirando a la muchacha, provocando que las mejillas de ésta se tapizaran de un intenso rojo antes de asistir.
Ambos se adentraron en áquel lugar, y era cierto, un sol resplandeciente alumbraba el lugar, no parecía siquiera que hubiera ninguna nube a la vista. Era un campo en plena primavera, con flores de todo tipo, árboles que regalaban sombras para refrescarse, aunque con tanta oscuridad que habían tenido los últimos días, no les importaba en lo absoluto caminar bajo la cálidez de los rayos solares.
Yoh se preguntaba cómo podía haber algo así dentro de una cueva... ¡porque él estaba seguro que seguían dentro! ¿Algún lugar secreto del Digimundo que él desconocía en el que el sol alumbrara dentro de las cavernas? Algo así podría ser. Pero tenía qué haber algo por ahí que sirviera de explicación para todo esto... Por su lado Izumi veía todo esto demasiado... romántico, sí. Caminaba al lado de Yoh, la única persona que no la hacía desesperar, enojar o gritar por cualquier cosa.... Que practicamente le había dicho "bonita" sin llegar a la obsesión. Tenía tantas ganas de decirle que ella... lo que ella sentía...
- Sigo sin ver ningún espejo... Asakura-kun - susurró la de ojos verdes, casi como para cambiar de tema. Ahora mismo le importaba muy poco eso de la verdadera esencia.
- Tiene que haber algo por aquí... - Yoh miró al cielo. Qué tonto, por un instante, deseó tanto que fuera de noche... ver las estrellas de nuevo, después de todo, eso era lo que a él más le gustaba, pero desde que Yoru había traído todo ese frío a ambos mundos, las nubes habían tapado todo, incluso las lindas estrellas... Eso era lo que el shaman más extrañaba, el brillo de las estrellas... Ver las estrellas junto a...
- ... Al menos aquí puedo verte mejor... porque con toda esa oscuridad ni siquiera podía distinguir tu rostro... - la chica se tapó la boca, avergozada por lo que había dicho. E Yoh volteó a verla, no se había dado cuenta de que ella había estado hablando todo este tiempo. Estaba demasiado concentrado pensando en las estrellas y en otras cosas como para prestarle atención y eso lo hizo sentir ligeramente mal, pero cerró los ojos y sonrió levemente... Luego reparó en lo que la chica había dicho.
- ¿Qué cosa...?
- ... Que al menos aquí puedo verte mejor... - dijo la muchacha, aún con sus mejillas rojas...
- ¿Y qué más? - apuró Yoh, sosteniéndola de los hombros, poniendo a Izumi más nerviosa.
- ... Porque con toda esa oscuridad no podía ni siquiera distinguir tu rostro... - terminó ella, sin comprender por qué Asakura le pedía eso... Ni tampoco por qué la sostenía de esa manera y la veía con esa cara tan alegre.
- ¡¡Eso es!! ¡¡La oscuridad!!
- ¿Qué dices...? ¿De qué hablas?
- ¡¡La oscuridad nos impedía ver!!
- Pues... sí... - corroboró Orimoto, pensado que al fin el shaman se había vuelto loco.
- Mira ¿qué cosa aquí nos puede servir como espejo ahora que hay luz?
- ¿Dices que sólo necesitabamos luz para que lo de los espejos funcionara...? - preguntó la rubia, ya más o menos enterándose de lo que pasaba.
- ¡¡Exacto!! - asistió Asakura, cerrando sus ojos, alegremente, para después abrirlos y fijar la mirada en los ojos verdes de Izumi; todo esto sin quitarle las manos de los hombros.
- ¿Ah...? ¿Qué... pretendes, Asakura-kun?
- Sólo concéntrate y no cierres los ojos, Orimoto-san... mírame a los ojos y trata de no parpadear...
La elegida no entendía muy bien a qué se refería el shaman, pero trató de obedecer, mirando los ojos negros tan profundos de su compañero fijamente, concentrándose, como si de verdad fuera a ver algo más de lo normal... algo más que su...
- ¡¡Mi reflejo!! - exclamó la chica, felizmente - ¡¡Nuestros ojos son los espejos!! ¡¡Funcionan porque hay luz!!
- Así es... - sonrió Yoh, sin pestañear siquiera, fijando su vista lo mejor que podía en los ojos verdes de la muchacha, tratando de estar atento a lo que pasaba... pidiendo por su esencia, porque le mostrara un camino para encontrar esos poderes.
Orimoto comenzaba a cansarse, pero no cerró sus ojos, también quería ver... quería verlo... Pero el que consiguió ver algo fuera de lo común fue el shaman castaño, algo que él no entendía... Su reflejo ya no estaba... Ni siquiera podría decirse que aún veía algo reflejado en los ojos de su compañera. Eran como... manchas de tinta brillantes, manchas de danzaban lentamente, manchas plateadas que bailaban entre sí y que poco a poco fueron tomando forma en algo que el chico no reconoció como algo familiar...
Sólo pudo escuchar algo, algo que salía de esa figura que no lograba identificar con alguna forma que él conociera. Una voz salía de esa imagen que se veía tan borrosa... Una voz de mujer...
"Protege a los que amas..."
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Brillo.
Luz multicolor.
El paisaje monótono y lastimoso había cambiado casi al instante al encontrarse con aquellos pilares que salían del techo y del piso de todo el lugar. Cristales, trasparentes pero reflejantes.
Esa era la puerta escogida.... El cuarto de los espejos eran estalactitas y estalagmitas de cristal que reflejaban de una manera asombrosa ese lugar casi oscuro. Porque... Brillaban, casi como la luz del día, aquella luz que Yoru les había arrebatado con tanta facilidad.
- Los espejos... son esos cristales...
- "Crystal is the best conductor of spiritual power..."
Kouji Minamoto volvió la mirada hacia atrás, pero Lyserg esquivó esos ojos azules mirando tímidamente hacia un lado. No era momento ya de una confrontación. Ya no quería más de eso. No cuando la agresión había pasado de verbal a física. Es cierto, tal vez no debió haber dicho lo que dijo... pero ya había pasado y... lo mejor era mantener la distancia.
Pero algo lo atraía hacia aquellas estructuras brillantes, tal vez el asombroso parecido que tenían con su arma de pelea, un péndulo, dicho sea el caso... O sólo el brillo, la luz que había extrañado tanto aún y cuando hubieran sido pocos los días que habían pasado en total oscuridad. Y encontraría su esencia... y se haría más fuerte.
"Más fuerte..."
El elegido trató de ignorar aquellos gestos, esos movimientos, la forma en que caminaba el inglés hacia el otro extremo del lugar, hacia adelante, pero lejos de él. Pero no podía dejar de mirarlo... le atraía, tenía que seguir observando lo que hacía Lyserg. Sólo que éste se percató de que era observado por el japonés, le mostró una mirada confundida.
- ¡¿Qué quieres?! - apuró Kouji, visiblemente nervioso, al tiempo que Lyserg negaba con rápidez y se concentraba en lo suyo nuevamente.
- ... ¿Y qué se supone que hagamos...? - preguntó el de verde, en voz baja, después de un prolongado silencio.
- ¡Rayos! ¿Quién demonios crees que soy? ¿¡Un manual de consulta!?
- ... Mejor me adelanto... - en efecto, Diethel comenzó a caminar a paso rápido, perturbado por las respuestas ariscas de Minamoto, pero sobre todo por las miradas que le dirigía. Lo asustaba.
- ¡¡Hey!! ¡¡No te alejes demasiado, estúpido!! - Kouji también avanzaba, siguiendo al europeo. De cierta manera, sabía que no era seguro que se separaran en un momento como ese - ¡Estás indefenso aquí! ¡¡Espera!!... - el elegido se detuvo.
Una luz lo llamaba, un pequeño brillo en uno de aquellos cristales que lo hizo mirar hacia él.
- ¿Qué diablos...? ...
No era su reflejo, no era una imagen de sí mismo lo que veía ahí. Era Wolfmon, él como digimon con digi-spirit humano. Pero ni siquiera la imagen seguía lo que él hacía, pues este Wolfmon parecía moverse por si sólo, como si una cámara lo enfocara, alejando la escena.
Una batalla, eso era... Una batalla contra...
- ... ¿Duskmon? - el muchacho no entendía aquello, apoyó una mano en ese cristal, pero las imágenes seguían su curso.
Wolfmon peleando contra Duskmon. No era una batalla como las que hubieran sostenido antes. No era un recuerdo del pasado, al menos eso le parecía a Kouji. El cielo estaba negro por completo... La tierra teñida de rojo...
- ¿Sangre? - estaba a punto de perder la razón. Se llevó una mano a la cabeza. ¿Qué demonios significaba eso? La batalla se intensificaba, se hacía cada vez más feroz. Pero no estaba seguro. No le parecía que esa sangre proviniera de él, de Kouji. Ni siquiera que fuera de Duskmon. ¿Entonces de quién era?
Pero la pelea llegaba a su fin. Uno de los dos caía.... perdía su digievolución. Pedía por su vida.
- "Hermano... no me mates, por favor..."
- "Las súplicas no te servirán de nada. Y en la guerra todo se vale... así como en el amor. Nada importa, el ganador se queda con el premio..."
Las púpilas de Kouji se dilatan... más sangre se ha derramado. El vencedor acaba con el vencido...
- ¡¡KOUICHI!!
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- Si pudiera cambiar mi lugar con el tuyo lo haría. Quisiera ser el héroe y no el verdugo...
- Tú no eres eso, Hao.
Asakura miró al chico de ojos azules que le sonreía tiernamente. Ahora mismo sentía dos cosas principalmente. Una, le decía que debía asesinarlo ahora para evitar sentir más arrepentimiento por lo que se proponía hacer... La otra le decía que no hiciera lo que tenía que hacer. Aunque, podía matarlo cuando quisiera.... pero parecía que Kouichi le había perdido el miedo a morir a manos del castaño, si es que alguna vez sintió aquello.
- Lo siento. Lo soy y tengo que seguir siendo eso... - sonrió el shaman, con amargura - Son los papeles que nos ha tocado en este juego de estrategia.
- ¿Juego de estrategia?
- Me encantaría explicártelo, Kouichi... - Hao desvió la mirada, borrando esa sonrisa, entrecerrando los ojos como si pensara en algo muy importante en esos momentos - ... Pero siento que alteraría las cosas. Además, no puedo explicarte algo que ni siquiera yo entiendo totalmente, ¿cierto?
- Humm... no comprendo nada de lo que dices...
- Je, je... no es necesario, elegido - Hao se soltó a reír de nuevo, recobrando la sonrisa pícara que solía mostrar siempre, aunque mucho más cálida que antes - Sólo prométeme algo...
- ¿Qué cosa...?
- ... Que nunca lo lastimes... Que nunca dudes de él ni un momento. Que todo lo que pase es por mi culpa. Si alguna vez te encuentras que ya no te ama, que él me prefiere a mí, desquítate conmigo, no con él.
- Entonces... estás seguro de poder conquistarlo - Kimura miró al suelo, sonriendo, pero con la mirada ausente.
- ¡¡Pero por supuesto!! ¿No habías dicho que yo era un rompe-corazones? - bromeó el castaño.
- Hao... yo jamás le haría daño.
- Promételo.
- Muy bien, te lo prometo, pero no creo que sea necesario. Creo que sé perder... Aunque no pienses que será tan fácil ganarme... O, más bien, ganártelo - Kouichi miró a Hao, más relajado.
- ¡¡Entonces es una promesa!! - el shaman de ojos negros se puso de pie de un salto, mucho más alegre - Además, creo que deberías ver también por los sentimientos de tu hermano Kouji.
- ¿Mi hermano?... ¿Cómo que los sentimientos de mi hermano?...
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Llanto... Desesperación.
Kouji no podía dejar de llorar, aquello lo había dejado tan asustado, confundido. ¿Qué significaba eso?... La tierra se mojaba con sus lágrimas, pues no se molestaba en ocultarlas. Ahora estaba solo... aunque le sorprendía un poco que el inglés no hubiera regresado con áquel grito tan fuerte que había dado.
Pero Lyserg no era lo que le importaba ahora, si no eso que acababa de ver... Ya no quería seguir mirando, tenía miedo a elevar la vista y encontrarse con más visiones como esa, tan aterradoras y violentas.
Porque algo se seguía moviendo en áquel cristal. Había más imágenes, podía saberlo, porque de cierta manera la luz que emitía cambiaba de tonalidad... Ja, más que espejos... aquellos eran televisores como los de ese bosque. Claro, malditos televisores descompuestos que mostraban cosas que no eran ciertas.
Esa batalla con Duskmon no había tenido lugar... Además, Kouichi ya no era más Duskmon, ese digimon había desaparecido. Era Lowemon, su hermano. No era ese digimon agresivo de aquellas imágenes. Maldijo a Bokomon por traerlo a una trampa así... Tal vez eso ni siquiera era el lugar indicado. Claro, eso debía ser. Sonrió, más confiado.
- Sí... es mentira - elevó su rostro, aún con los ojos cerrados, pero con un gesto más relajado.
Poco a poco fue abriendo sus ojos azules, dispuesto a contemplar esas cosas sin miedo, a reírse de ellas, a gritarles directamente que eran pura ficción barata y que él, Kouji Minamoto, no se dejaría intimidar por estúpideces. Pero lo que vió lo dejó en silencio... Sorprendido.
- ¿Ma-má...? ...
La mujer del retrato que tenía en su habitación. Su madre biológica... Sonreía maravillosamente.
- ¡Mamá! - posó sus dos manos en el cristal, deseando traspasar la superficie fría para poder reunirse con ella - ¡¡Mamá!!
- "¡Kouji!" - el elegido parpadeó... ¿es que le había escuchado?
- ¡¡Mamá!! - volvió a llamarla, más emocionado.
Pero no era eso, Kouji contempló que él también aparecía en esa visión tan magnifíca. Él estaba con su madre. Se abrazaban. Madre e hijo.
- "Aquí estoy mamá" - decía el Kouji del cristal - "He regresado temprano, ¿no?" - sonreía como pocas veces en realidad él lo hacía.
- "Sí" - la mujer sonrió también.
Qué imagen tan distinta. Una cocina preciosa, con la señora trabajando arduamente al lado de su hijo, ambos muy alegres. A Kouji se le llenaron los ojos de lágrimas de nuevo. Ya no pensaba en nada más... quería seguir viendo eso para siempre...
- "¡Ya llegué!" - otra figura más entraba en escena.
- Papá... - susurró Minamoto.
- "Por fin vienes, nos tienes preocupados"
- "¡Vamos! ¡Sólo han sido cinco minutos de retraso!"
- "Mhmm... no lo sé ¿Lo perdonamos, Kouji?"
- "Será algo muy díficil de decidir" - los dos se cruzaron de brazos, a la vez que el hombre negaba con la cabeza.
- "¡Qué estrictos son!"
- "Humm... Está bien, pero..."
- "¿Pero...?"
- "¡¡Tú pondrás la mesa!!"
- "Oh... los dos son unos verdugos sin escrúpulos"
- "Somos 'tus' verdugos"
- "Je... cierto"
Se abrazan. Se sientan en una mesa... Platican como familia. El Kouji del cristal sonríe. Sus padres ríen con él. Y Kouji también muestra una pequeña sonrisa, acompañada por lágrimas de una extraña felicidad que le produce ver esas imágenes... No aparta su vista, desea seguir mirando, desea seguir sintiendo esa cálidez... Se queda ahí, sentado, con sus manos sobre ese cristal, con una mueca de alegría que no cambia en mucho tiempo...
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- ¿Por qué todo será tan silencioso aquí...? - suspiró Lyserg, cerrando los ojos. Al menos se había alejado de Minamoto, se sentía un poco mejor.
Además, esa luz que desprendían aquellas estructuras transparentes le gustaba mucho. Se miró en una de ellas. Parpadeó unos segundos. Se quitó el polvo que tenía en su capa, acomodándose ésta ayudado por el reflejo de él mismo que tenía enfrente. También se pasó una mano por el cabello, tratando de peinarse con sus dedos. Luego se echó a reír al darse cuenta de lo que estaba haciendo.
- Dios... Me estoy arreglando frente a uno de esos legendarios espejos... Me pregunto si eso será malo. Qué superficial me he vuelto. Yo mirándome al espejo, preguntándome si me veo bien - no podía dejar de reír, aunque no sabía la razón del por qué eso le hacía tanta gracia - Ayy... si Kouichi me viera ahora.
Kouichi... y Kouji. Vaya par diferente.
- Pero es verdad, Minamoto-san... no se parecen en nada - repitió aquellas palabras, aunque más sereno, aún mirando su reflejo. Quería observar sus gestos al decir esas palabras, como si se las dijera a Kouji - Porque, a diferencia de ti, Kouichi es tolerante, amistoso, alegre, expresivo, solidario, cuidadoso... tierno... cariñoso... - paró de hablar, ¿cómo demonios le iba a decir eso? Kouji era capaz de matarlo, con toda seguridad.
Sonrió de nuevo. ¡¡Claro que no le diría eso!! Eso era totalmente claro, lo mejor era mantenerse alejado, aunque aquella era una excelente terapia de sacar todo el miedo que le hacía sentir el elegido.
- ... y tú no puedes darme una pequeña oportunidad solamente porque no quieres aceptar que tu hermano puede querer a alguien más. ¿De verdad me odias tanto? ¿Por qué? No creo haberte hecho nada... ¿O sí? - se llevó una mano al mentón, pensativo, viendo su expresión reflejada - No recuerdo haberte hecho algo para que me tengas en tan poca estima, Minamoto-san...
Paró de hablar de nuevo. ¡Su voz! ¡Se escuchaba por todos lados! Se había olvidado por completo de que el espacio cerrado provocaba que aumentara el volumen de su voz. Se tapó la boca, aunque para hacer eso era demasiado tarde. ¡Kouji se daría cuenta! ¡¡Lo mataría!!
Se dejó caer de rodillas, levantando una nube de polvo a su alrededor, aún con la mano en la boca, asustado por la posibilidad de que Minamoto lo encontrara y le reclamara por lo que había estado diciendo. Cerró los ojos y esperó... Pero nada ocurría...
Ningún sonido se hacía oír, excepto por áquel extraño chillido que se oye cuando hay completo silencio, y, a decir verdad, eso lo puso aún más nervioso. ¿Y si se había perdido? ¿Y si se quedaba ahí para siempre? Podía ser atacado en cualquier momento por alguna de esas criaturas llamadas digimon y él no podría defenderse...
Se puso de pie, tratando de permanecer tranquilo y hacer lo único que podía: Llamar a Kouji Minamoto.
- ¡¡Minamoto-san!! ¡¡Minamoto-san!! - Lyserg comenzó su viaje de vuelta, tratando de seguir los pasos que había dejado antes, aunque después de varios minutos de estar gritando, algo lo hizo callar y llamar su atención.
Una luz brillante, un resplandor que salía de uno de aquellos cristales. No lo reflejaba a él, a diferencia de los otros. Interesado y curioso, se acercó a él para investigar lo que pasaba.
Lo que vió ahí lo dejó completamente en shock, confundido... Sin habla. Comenzó a temblar, sus ojos se llenaron de lágrimas al instante.
- ... Pa-dres...
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- Están en el ambiente - murmuró la joven sacerdotisa, aún sosteniendo el collar que amarraba a Centarumon.
- No te preocupes, Anna-san... Yo me haré cargo de esto - Ren de inmediato preparó su arma.
- ¿Hum? ¿A qué se refieren?... - preguntó Junpei.
El elegido no tuvo que recibir respuesta de sus compañeros, ya que los gritos de Pirika y Tamao fueron acompañados por la llegada de los dos digimons que se habían presentado como los Caballeros de la Realeza, sirvientes de un tal Lucemon... Aún no entendían muy bien a qué venía todo este teatro, ni siquiera Tomoki y Junpei, quien de inmediato tomaron sus digivices.
- ¿¡Qué quieren ustedes aquí!? - gritó Shibayama, queriendo lucirse ante las tres jóvenes presentes, aunque fue Tao el que se puso enfrente, con su lanza dispuesta a atacar aún sin posesión de objetos.
- Ya veo... con que aquí no están esos dos... - susurró Rocknaimon, más para sí que para los demás.
- Eso será bueno, así no nos andaremos con miramientos - dijo su compañero, dispuesto a ponerse a atacar, sediento de peleas por el descanso que a él le había parecido eterno.
- ¿Esos dos? ¿¡Te refieres a Kimura y a Diethel!? - preguntó el shaman de China - ¡¡Contesten!!
- Mhmm... eso no es de tu incumbencia... - los dos digimons se prepararon para atacar, a la vez que los elegidos que estaban ahí tomaron su digievolución, algo preocupados por la pelea que habían tenido contra estos dos. Sabían que eran fuertes, pero tenían que contenerlos...
- ¡¡No deben pelear aquí!! - pidió Centarumon, aún atado por el collar de Anna, aunque la itako no le puso mucha atención a los lloriqueos del digimon guardián. Ella estaba más interesada en esa puerta de marcos amarillos, por donde Yoh se había ido...
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- Papá... Mamá... - pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas, su expresión en el rostro mostraba una auténtica confusión... ¿qué era eso...? ¿Qué eran esas imágenes?
Los señores Diethel se sonreían, parecían estar muy felices, cumpliendo las tareas del hogar, tal y como Lyserg lo recordaba... antes de... antes de... Más lágrimas de deslizaban por su rostro, mojaban el cuello de su camisa, estaba demasiado concentrado en ver eso que se olvidó de todo lo demás.
Ya ni siquiera se preguntaba de dónde había salido eso, o si era un recuerdo del pasado. Lo cierto es que los veía, que los tenía para él. Acariciaba la fría superficie del cristal, casi como si pudiera tocar la piel de su madre de nuevo, abrazaba aquella roca sin vida como si pudiera abrazar a su papá... ¿Se habría vuelto loco al fin? Qué importaba...
De pronto, tan de pronto como habían aparecido; esas imágenes se esfumaron, mostrando en su lugar su mero reflejo, igual que los demás cristales que lo rodeaban, dejando al pobre Diethel devastado.
- ¿Mamá? ¿Papá? ... ¿¡A dónde se fueron!? - comenzó a gritar el inglés, llorando con desesperación. Era como si los hubiera perdido de nuevo, ya no lo volvería a soportar.
Pero en otro de esos espejos de forma prismática aparecieron de nuevo esas hermosas imágenes, la imagen de sus padres sonriéndole. Lyserg elevó la mirada y corrió hacia allá de inmediato, adentrándose más, alejándose de donde se encontraba su compañero. De inmediato abrazó ese cristal, queriendo sentirse cálido y lleno de amor otra vez.
- ¡¡No vuelvan a dejarme, por favor!! ¡¡No se vayan!! ...
Lloraba. Estaba feliz, nunca se había sentido tan feliz en tanto tiempo. Ahora sí deseaba quedarse ahí, nada ni nadie lo haría salir de ese lugar. Pero se fueron de nuevo, las imágenes de desvanecen y dejan al cristal sólo reflejándolo a él. Se repite y le vuelven a romper el corazón.
- ¿Por qué...? ¿¡Por qué son tan crueles conmigo!?
Aunque... Otro de esos pilares brillantes. Una nueva imagen de sus padres felices... Y él vuelve a ir, emocionado. Vuelve a acercarse a verles, a tenerles para él. A sonreír, a llorar cuando desaparecen... a maldecir. A sentir un gran alivio cuando los ve aparecer de nuevo, en otro espejo, pero de nuevo con él.
Aquello siguió por un largo tiempo, pero él no pareció notarlo, porque veía a sus padres, y ellos parecían tan felices... Hasta... tal vez, ellos sabían que él estaba con ellos. ¡¡Eso lo hacía sentir tan alegre al fin!! Había olvidado que hacía aquí, o que tenía una misión... se había olvidado de Minamoto, se había olvidado de...
Cesó. Se dió cuenta de que se había adentrado demasiado en aquella cueva, que aunque el reflejo de sus padres estaba a un lado, en uno de esos cristales que en esa ocasión sobresalía de una de las paredes, había llegado a un punto más bien oscuro que contrastaba con todo lo que había visto antes en áquel salón. Avanzó un poco más, hasta que lo vió.
Tenía un marco dorado, aunque un poco enmohecido, con adornos algo tétricos, alusivos a; según se podía ver; ángeles caídos, demonios con alas de plumas oscuras con caras de sufrimiento y arrepentimiento por haberse atrevido a desafiar a Dios. Lyserg tragó saliva. Ese era el salón de los espejos... El verdadero salón de los espejos. Y ese espejo gigantesco con ese marco tan horrible lo anunciaba.
Caminó hacia él, aún con dudas en su cabeza por acercarse a ún objeto de la verdad le daba miedo. La luz se esfumó, las imágenes que reflejaban a sus padres se desvanecieron con la luz multicolor de los cristales que ahora lucían un color opaco, totalmente oscuro. Lo único que parecía brillar levemente era ese espejo. Y el inglés comprendió que todo lo que había visto, esas imágenes con sus padres sólo había sido una ilusión para conducirlo hasta allí, hasta ese lugar con ese espejo enorme en el centro, esperando por él, para que se acercara.
Ahora estaba mucho más inseguro, no tenía a su Morphine para defenderse, estaba solo ante el peligro... Solo. Miró de nuevo aquella superficie brillante, aún estaba lo suficientemente lejos, o tal vez la escasa luz o el ángulo impedían que un reflejo de él apareciera en el espejo. Por eso se acercó, no debía tener miedo. Era un shaman, un ser poderoso, no debía asustarse... Además, sería mucho más fuerte si obtenía aquellos fabulosos poderes.
Sin embargo, cerró los ojos mientras avanzaba, no se atrevía a ver qué cosa podía salir reflejada en un espejo con un marco de ese tipo. Era cierto que las imágenes de sus padres habían sido hermosas, pero mentiras al fin, no sabía qué clase de cosa podría mostrarle ese espejo. Así que hasta que se sintió lo suficientemente cerca y reuniendo la mayor confianza que pudo abrió sus ojos verdes para ver su reflejo.
Y eso fue lo que vió. Su reflejo, la imagen de un niño de cabellos verdes que se veía realmente aterrado y confundido... Alguien débil... Se sintió tan mal por dentro por actuar de esa manera que no reparó al instante en la gran diferencia que mostraba ese espejo con lo que en realidad pasaba. Pero al fin se dió cuenta de eso.
- ¿Qué... es esto...? - se preguntó el shaman. Aún y cuando hacía unos movimientos bruscos de confusión ¡Su reflejo seguía sin moverse! Aquello en verdad comenzaba a asustarle, pero lo que más le perturbaba era que su imagen reflejada mostrara sus ojos completamente cerrados. Era cierto, ese chico del espejo no había mostrado sus ojos ni siquiera un instante.
Lyserg dió un paso hacia atrás. Algo no estaba bien... Tenía que irse cuando antes... O sería demasiado tarde. Pero esa imagen comenzó a abrir sus ojos, poco a poco, casi sin que se distinguiera ese sútil movimiento. Cuando al fin los tuvo abiertos, el joven inglés se llevó una mano a la boca para no gritar. Era él... pero, sus ojos eran, eran de color...
- ¿Negros...?
La imagen sonrió. Era una mueca desagradable, burlona. Entonces hizo un rápido movimiento. Su brazo se extendió hacia adelante ¡salía del espejo! Tomó a Lyserg con fuerza, tanta que el chico ni siquiera podía soltarse de áquel agarre.
- ¡Suéltame! - Diethel luchaba por zafarse, pero su vista se tornaba borrosa otra vez, el vientre comenzaba a arderle enormente - ¿¡Quién eres!?
- "Yo soy... oscuridad..." - sonrió otra vez la imagen reflejada, mientras atraía a Lyserg hacia el espejo - "Ahora... tú vendrás a mí..."
- ¡¡Nooo!!
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El elegido de la luz se limpió las lágrimas con una tierna sonrisa en su rostro. Esas imágenes lo hacían tremendamente feliz. Quería seguir viendo esto, para siempre. Se había olvidado de absolutamente todo... de todo... Pero no, entonces reparó en algo.
- ¿Diethel...? - se preguntó Minamoto, casi en un susurro. No se había olvidado de eso, que de cierta manera era su resposabilidad, porque el shaman no podía defenderse sin espíritu acompañante en un lugar donde tal vez los podían atacar en cualquier momento.
Además, estaba lo del Digimundo... Lo de su hermano Kouichi. Cierto... ¿Por qué su hermano no aparecía en aquellas maravillosas imágenes? Porque sólo estaban sus padres y él... Volvió hacia áquel cristal brillante, seguía siendo tan hermoso el momento... Seguía sintiendo tanta felicidad... Pero no, algo estaba tremendamente mal con todo esto.
Así que se puso de pie, dejando eso atrás... sintiéndose mal, un gran vacío inundaba su alma al dejar aquello así de fácil.
- "Kouji, no te vayas, hijo..." - el elegido cerró los ojos con fuerza.
- "Serás más feliz así, con nosotros...." - comenzó a caminar más rápido, alejándose de ese pilar de cristal brillante. Comenzó a llorar otra vez, le dolía tanto... tenía que volver a ellos, a verlos... Quería regresar, no podía cambiar esas imágenes por ver a Lyserg Diethel de nuevo... Kouji Minamoto dió la vuelta de regreso...
- ¡¡¡AAHHHH!!!
- ¿¡Ah!? ¿¡Diethel!? - Kouji miró hacia el fondo de la cueva, al lado contrario de donde estaba lo que él deseaba. Esos eran los gritos del inglés. Estaba en problemas. Tomó su digivice entre sus manos y apretó con fuerza los párpados, corriendo hacia donde provenían aquellos gritos, ignorando las súplicas de sus padres, incluso las de él mismo.
Más y más cristales, que ya no le parecían tan brillantes, cada vez se veían más opacos. Pero el gran número de éstos le impedía correr con fácilidad.
- ¿¡Diethel!? ¿¡En dónde estás!? - lo llamaba, casi desesperado. Se culpaba por haberlo dejado ir así, solo.
Pero no era el momento de eso, conforme se adentraba más y más se dió cuenta de que la luz disminuía, la luz era sólo un truco, una ilusión, igual que las imágenes. Todo era una mentira, se repetía constantemente el joven elegido, aún y cuando sus mejillas empapadas probaran lo contrario. Al fin lo vió. Ese gran espejo oscuro, ese marco con escenas terribles... Lyserg.
- ¡¡Diethel!!
- ¡¡Minamoto-san!! - Lyserg se percató de que su compañero había llegado, pero estaba tan concentrado en luchar que no pudo volverse para verlo.
- ¡¡¿De qué diablos se trata esto?!!
Kouji sólo podía ver como Lyserg era jalado hacia ese espejo, escuchando los gritos del inglés... gritos de dolor. Tenía que reaccionar, tenía que hacer algo. Lo único que se le ocurrió hacer fue acercarse rápidamente al otro chico y tomarlo con fuerza de la cintura. Mala idea... Pudo notar a qué fuerza tan tremenda se estaba enfrentando el shaman y se sorprendió de que hubiera podido resistir todo este rato. Pero también pudo darse cuenta de que Lyserg estaba perdiendo, que ya no podía, sus ojos se le cerraban...
- ¡¡Resiste!! - le pidió el elegido, abrazándolo lo más fuerte que podía.
- Minamoto-san...
- ¡¡No te soltaré!! ¡¡Te lo prometo!!
Sin embargo, el shaman estaba ya demasiado cansado y adolorido... Confundido por lo que pasaba... Ya no entendía nada... Toda esa oscuridad... Sus ojos verdes se cerraron lentamente.
- ¡¡No seas débil, Diethel!!... - comenzó a regañarlo el japonés, pero pronto guardó silencio.
Kouji pudo escuchar esa voz, una voz que le decía suavemente al oído algo que lo dejó sorprendido, helado...
"¿Entonces tú esperas quedarte con el premio...?"
No... No lo soltó. Pero a cambio de eso, ambos fueron absorbidos por ese espejo, que cayó al suelo, haciéndose mil pedazos. De repente todo se quedaba en absoluta paz y tranquilidad. La luz se había ido y el frío volvía a reinar en áquel lugar.
To be Continue ===
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Kini: My!! O__O ... ^O^ Por fin, esto ha comenzado a moverse de la manera que me gusta ^.^- ...
Kouji: ¿¡Qué demonios pretendes tú, loca!? __
Kini: ¡¡Kouji se preocupa por Lyserg!! ¡¡Kouji se preocupa por Lyserg!! XD
Kouji: ¡¡¿Cómo crees que lo iba a dejar así?!! __
Lyserg: ... .__. ... Ví a mis padres... (Madre santa, está en shock)
Kini: Je, je... por fin, puedo comenzar con las torturas otra vez XP ...
Kouichi: Kini-sensei... No seas tan cruel, por favor TT.TT ... (ve que Lyserg no reacciona) .
Kini: ¿Yo cruel? ¿Cuándo? X3 ... Ejem, bueno... como verán, esto se está yendo por el lado de la aventura más que por el romance... ¡¡Demo!! Aún pueden hacer sus apuestas... ¡No te preocupes, Hao-sama! Hay una razón por la que te comportas de esa manera...
Hao: Ah XDD... Yo pensé que Kimura me estaba gustando...
Kini: ¿Y por qué no? ^__~
Hao: oO' ...
Kouichi: =__='
Kouji: Ésta ya es capaz de todo ¬¬***
Kini: Jua, jua... Este, pues ya ven, les dije que iba para largo y si piensan que estos son los capítulos finales se equivocan... ¡¡Que a esta historia le falta mucho por contar!! Sólo que ahora estaré en la Uni y no podré subir tan pronto como antes, pero tengan por seguro que lo haré...
Lyserg: A mis papás .__. ... (se pone de cuclillas con la vista perdida al suelo)
Kouichi: Ay, Lyserg... pero esos no eran tus padres -__-'
Lyserg: Lo sé... pero los ví un instante, ¿no? ^^ ...
Kouichi: .__. ... No te entiendo... La verdad, creo que no entiendo mucho =__= ...
Lyserg: No te preocupes, Kouichi ^__^-
Kouichi: n.n- "Qué kawaii... está sonriendo... qué lindo es" ^o^-
Kouji: ¬¬*** (mirada de odio no. 23)
Kini: (sigue con sus rollos) ... porque quiero que sepan que seguiré este fic a pesar de todo y de todos ¬¬** lo siento tanto por áquel que le pese... Mira, te estoy hablando a ti, creo que prefiero escribir y hablar de lo que me gusta en lugar de estar con alguien que espera demasiado de mí, ¿ya viste lo que soy? Soy yaoi lemon fan (y eso que este fic no es para nada fuerte X3) ¡¡Lo siento tanto!! Pero creo que prefiero seguir con mi fic y con mis sueños antes de preocuparme tanto, ambos estamos mejor así, te deseo suerte con otra persona que te haga más feliz, espero que si encuentras a alguien, que sea mejor que yo X3 ... o al menos que te tenga más dedicación, porque, ya ves... yo prefiero esto ñ.ñ'
Todos: o.o??? (Confundidos, no saben de qué habla esta loca)
Kouichi y Lyserg: ~__~' "Qué poco romántica..."
Hao: Siempre hay más X3 (== Éste sí que no es romántico XD)
Kouji: De la que se ha salvado el sujeto... u__ú
Kini: ¡¡OK!! ^O^ Kouji y Lyserg perdidos en algún lugarcito dentro del espejo... solitos, ¿verdad? Je, je... Pues... ¬¬' en el próximo capítulo saldrán algunas escenas algo "extrañas" o "fuertes" por decirlo así, así que por favor, no me vengan con reclamos de índole monetario por psicoánalistas u.u' ... Tomen en cuenta que, este fic es un croosover no cómico (¿no lo habían notado ya X3?) y las cosas que pasarán a continuación tendrán más que nada que ver con... cosas sádicas como a mí me gustan XP ... Gracias por su preferencia por leer este fic para traumarse XDD... ¡¡Hasta el próximo capítulo!!
(¿Lloró la autora? Lamento decir que no... este fic me ha cambiado [o, más bien, me ha ayudado a aceptarme un poco mejor]... además de que es muy importante para mí ^.^'... gracias a ustedes mis lectores, en especial a Yuzu, a Kanata y a Minako, os quiero ^__^ ¡Sayonara!)
