Onslaught supuso un cambio de era. Muchos dieron su vida en defensa de los débiles e inocentes. Pero su legado no murió y nuevos héroes acudieron a ocupar su lugar. Tres héroes, campeones entre campeones, unidos por un enemigo común, se erigieron en los nuevos paladines de la humanidad. Stan Lee presenta...

LOS TRES TITANES

-N° 10: EL CORAZON DEL ESCORPION
Portada: Ante dos lápidas, (en las que figuran los nombres de Miguel y Laura), Lady Scorpio deposita un ramo de flores con lágrimas en los ojos. Sobre las tumbas se puede ver una imagen fantasmal de ella sin traje ni implantes, jugando con dos gemelos (niño y niña) pequeños en un parque. En la parte inferior se lee: El pasado de Lady Scorpio... revelado!!

Torre Knightmare
Base de los Tres Titanes
Unas horas después

Pendragón e Inazuma se volvieron hacia su compañero:

-Entonces hecho -sentenció el tecnificado-. Tu te quedarás aquí vigilándola mientras nosotros tres vamos a por ellos. MarsW se apresuró a añadir:

-Recordad lo que me habeis prometido: la Gema será mía en cuanto rescatemos a tus hijas, la libertad de Marte depende de ello.

-No lo he olvidado -respondió con voz gélida el multimillonario superhéroe-. Pero recuerda: la seguridad de mis hijas está por encima de todo lo demás.

-Haya paz, chicos, haya paz -terció Noemí-. Sigue sin gustarme que dejemos a Will solo, ¿no sería mejor esperar a que vengan a rescatarla?.

-Ya -respondió Prometeo-, ¿y que pasa con el plazo que nos ha dado Muerte? No, hay que salir a su encuentro. Venga, marchaos ya, el tiempo no espera.

-Nos vemos, y cuidate. Recuerda lo que hemos visto en sus archivos. Esa mujer no es solo una mercenaria entrenada para matar, es una madre desesperada. -Prometeo despidió a sus compañeros, que se marcharon volando en el quinjet recién adquirido por Arthur. Cerró la puerta y se dirigió al panel de seguridad: el monitor mostraba a una Lady Scorpio abatida, con la bandeja de comida sin tocar, tumbada en la cama de la celda de contención. Se sentó y abrió una nueva ventana en el monitor. Aprovecharía la espera para dar los últimos retoques al artículo que tenía pendiente.

Jameson se debe de pensar que soy una máquina. ¿Quién me mandaria formar un contrato en exclusiva con ese quejica?

Era una manera tan buena como cualquier otra de matar el tiempo...

En el interior de la celda, Lady Scorpio no estaba abatida, si no paralizada por el asombro. Sus hijos... ¡Vivos! Después de todos estos años llorando sus supuestas muertes a manos de la Comisión Omega, le habían devuelto la esperanza. Y si quería rescatarlos debía estar en plena posesión de sus facultades tanto físicas como mentales. Se sentó sobre el colchón y atrajo hacia si la bandeja. Mientras comía, recordó. Recordó una época en la que ella aún era la joven esposa de un hombre cuyo nombre no quería recordar...

Barcelona, España
Hace seis años

La enfermera puso a los gemelos en los brazos de su madre, y lloró de alegría. Había sido un embarazo difícil. Desde el accidente de tráfico en que perdiera a su anterior hijo (el trauma la provocó un aborto natural), cabia la posibilidad de que hubiera quedado impedida para dar a luz hijos sanos y normales. Pero no. Eran un niño y una niña preciosos.

Su marido entró en la habitación y la sorprendió con sus retoños en los brazos. Llevaba puesto aún el uniforme de servicio (era Teniente de aviación de la OTAN). Ventajas de su amistad con los jefes. Tras "discutirlo" -es decir, ella decidió y él asintió-, escogió para ellos los nombres de Miguel y Laura. Y ahí comenzó el fin de su felicidad, como se suele decir. Los dos primeros años fueron maravillosos: Su trabajo en la radio la dejaba tiempo para atender a sus hijos, la carrera militar de su marido iba viento en popa, pero sin que ella lo supiera, la sombra del átomo se cernía sobre sus hijos y su vida como una sentencia inapelable.

Mutantes. Algo en el ADN de sus hijos los convertía en lo que algunos llamaban "el próximo paso de la evolución humana". Las circunstancia concretas por el momento no importan: baste decir que Laura tenía una extraña habilidad para averiguar el estado de ánimo de la gente y también para cambiarlo. Era una empata, capaz de detectar y provocar emociones en las mentes ajenas Miguel, en cambio, podía alterar su estado físico a voluntad ene sólido, líquido o gaseoso.

Lo descubrió un día que Miguel quiso enseñarle a su madre lo que había aprendido a hacer. Entonces Laura, viendo el miedo en su cara, la calmó empleando su poder. Y ahí empezó su calvario. Mutantes. En Europa no eran raros, incluso tenían sus propios superhéroes, como el grupo conocido como Armaggedon (afincado en Madrid), el Tetrarca, la Rosa de los Vientos o el Campeador (que se autoproclamaba la reencarnación de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid histórico). Incluso tenían un grupo que actuaba a las órdenes del gobierno español, los Campeones.

Se lo dijo a su marido.. y ahí empezó de verdad la pesadilla. Ella no sabía que para pagar deudas de juego había desfalcado dinero de la base de Rota. Y las autoridades de la UEO ya sabian lo de sus hijos. Los mutantes tenían una importancia clave en el ejército europeo, y todos sus miembros eran examinados, incluyendo a sus hijos, y puestos bajo la tutela de la Comision Omega, el órgano encargado de los asuntos metahumanos.

Así pues, su esposo vendió a sus hijos a cambio de evitar la cárcel, y a ella la hicieron creer que habían muerto. Leticia acabó degollando a su marido y juró que hasta el día de su muerte se enfrentaría a la Comisión Omega. Con el dinero acumulado por su esposo (y que ella robó, ante las narices de las autoridades militares europeas) se pagó el más duro y mejor entrenamiento que pudo hallar: la escuela del mismísimo Supervisor. También alteró su cuerpo, plagándolo de implantes de ultima generación que multiplicaban por diez su fuerza, percepción y reflejos. Consiguió células de Coloso, miembro de la Patrulla-X en su primera misión, la destrucción de unos laboratorios de la naciente corporación Alchemax, y sustituyó su brazo izquierdo por uno de acero orgánico clonado con esas células.

-A ti te amamantaron con leche de escorpión... -la comentó un compañero suyo al ver su comportamiento en combate-. Espero no tenerte nunca como enemiga. -Eso la dio una idea: si como escorpión la trataban, escorpión sería. Empleando células de su brazo izquierdo, se hizo fabricar una cola de escorpión capaz de lanzar descargas bioeléctricas e inocular veneno.

Habia nacido Lady Scorpio.

Meses después, conoció a Raul en una misión tipo "Buscar y Destruir". Ambos habían sido contratados y engañados por el mismo patrón (Gaydon Creed, dirigente del partido "Los Amigos de la Humanidad") para matarse entre sí y así escoger al mejor preparado para acabar con la vida de varios mutantes (algunos de los cuales desconocían su condición de tales) que ocupaban puestos clave en el ayuntamiento de NY. Creed se quedó sin realizar sus planes y Leticia gano un poderoso enemigo.

A Kiko le conoció en Canadá. Se hallaban en Vancouver tras haber acabado una misión de correo sencilla y "tranquila" ("solo" les habían perseguido unas tres decenas de mercenarios rivales), y le encontraron medio muerto de hambre y cansancio en un callejón. Cuando les vió, sacó las garras creyéndose amenazado, pero en su estado no fue rival para ellos. Y así comenzó su asociación, larga, fructífera. Mas que sus empleados, eran su familia, la única que había tenido. Ahora tenía la oportunidad de rehacer su vida, y nada ni nadie la detendría. Nadie, estaba dispuesta a pasar por encima de todo y de todos con tal de lograrlo, sin importarle a cuantos dejase atrás en el camino.

Si tan solo hubiera sabido lo que ocurría, hubiera podido salvarles. ¿Me reconocerán cuando me vean de nuevo? ¿Les daré miedo con este aspecto? -Alzó frente a sus ojos el reluciente acero de su brazo izquierdo y removió inquieta la cola-. ¿Me recordaran todavía? ¿Qué les habrán hecho esos puercos de la Comisión Omega? Si los han convertido en unos asesinos juro que no descansaré hasta ver muertos a todos y cada uno de los responsables.

Bueno, solo hay una manera de saberlo... Esbozando una siniestra sonrisa se levantó bandeja en mano hacia la puerta de la celda. Iba a salir y lo iba a hacer ahora mismo. Y sabía justo la manera en que lo iba a hacer.

Caminando y por la puerta principal. ¿Cómo si no?

Momentos después...

El monitor volvió a mostrar la misma imagen. Lady Scorpio reventando la puerta de la celda a golpes, Prometeo intentando detenerla, y su cuerpo cayendo al suelo con el cuello roto.