Por que todo me tiene que pasar a mi?
Harry sigue pensando en lo ocurrido momentos antes entre Ron y el. Qué es lo
que en realidad siente por su amigo Ron, su mente le dice que es una gran
amistad, pero su corazón le contradice sin parar, diciéndole que es amor.
"Esto no me puede estar pasando a mi. Quiero a Ron como si fuera mi hermano
pero me siento tan bien a su lado, es una sensación tan especial, cuando me
abraza, cuando me escucha sin interrumpirme, son cosas insignificantes, pero
que significan demasiado para mí. Y por otro lado está Draco, mi eterno
enemigo y rival pero que a despertado algo en mí, tampoco se realmente si es
amor o mera atracción física. Ojala fuera solo eso, pero tantos quebraderos de
cabeza no pueden ser por una simple atracción física." Sumido en sus
pensamientos, Harry comienza a andar sin rumbo alguno, intentando sacar de
su cabeza eso malditos pensamientos, que lo único que van a conseguir es
volverlo loco. A medio camino Harry se topa con una figura conocida por el, es
Cho Chang, la chica de la cual a llegado a estar tan enamorado. Otro problema
más se agolpa en su cabeza, en realidad Harry es gay o es una etapa más de la
juventud. Porque en el siente que le siguen atrayendo las chicas.
-Hola Harry.-Harry levanta la cabeza, la cual segundos antes estaba agachada
con la vista fija en el suelo para evitar la mirada de Cho.-Te encuentras bien? no te noto buena cara.
-Hola Cho, pues no se ni yo mismo lo que me pasa. Debe ser el estrés por los
estudios que no me dejan ni respirar. Bueno cambiando de tema, tu qué tal
estas?
-Estupendamente, estoy saliendo con un chico de mi casa llamado Michel
Spencer.-Harry empieza a notar algo en su interior, pueden ser celos? No quiere
ni imaginar que sea eso en realidad lo que está sintiendo por dentro. Tras unos
segundos de silencio Harry solo atina a decir:
-Me alegro por ti. Bueno siento no poder hablar mucho más contigo, otro día
seguimos, tengo un poco de prisa.-Sin mirar atrás deja a Cho sola en medio del
desierto pasillo.
-Adiós, Harry Potter.
Sigue con camino sin rumbo fijo, solo quiere estar solo y alejado de todo y
todos. Tras unos minutos llega a la torre de astronomía, es uno de sus lugares
preferidos. Pero lo que Harry no sabe es que no se encuentra del todo solo en el lugar, alguien le observa desde un rincón oscuro de la habitación.
-Lo que no me pase a mi no le pasa absolutamente, solo quiero desaparecer de
este mundo, porque solo causo problemas a la gente que más quiero, si me
tirara desde aquí todo acabaría y ya no habría más dolor.-de los ojos de Harry
comienzan a brotar lágrimas de desesperación, por lo que al principio parecía
un juego y va a terminar con su vida.-Porque vendría a este mundo, Harry
Potter el niño que vivió, el que todo el mundo cree que salvará definitivamente
al mundo mágico por qué así esta escrito.
Harry se levanta con paso decidido al gran balcón de la torre para poner fin a
su miserable vida. Pero una mano lo sujeta por parte de atrás de la túnica
impidiéndole llevar a cabo su plan.
-Si vas a morir yo iré contigo, no te voy a dejar escapar tan fácilmente Potter.
Harry se derrumba y se abraza con fuerza a Draco el cual lo había estado
escuchando todo el rato.-El único que tiene motivos para acabar con su vida
soy yo, saber que tu futuro está marcado es doloroso.
-El mío también lo está, debo salvar al mundo mágico de un mal que a
resurgido de nuevo, la profecía dice que uno de los dos debe perecer en la
batalla final.
-Pero escúchame, sabes de sobra que el vencedor vas a ser tu, yo confió y tengo
fe ciega en ti, te comprendo, los dos estamos en la misma situación, llevo
marcado desde pequeño que mi futuro es pasar el resto de mis días sirviendo a
el Lord oscuro, y no quiero ser mortifago.-Los dos muchachos se miran con gran
ternura en uno al otro pero con una tristeza que les invade el alma pues los dos
están predestinados a odiarse y no amarse pero las tornas han cambiado. Sus
caras se encuentran a escasos centímetros, se puede sentir la respiración
agitada y Draco es el elegido para romper la distancia y fundirse en un tierno
beso, que solo queda en eso pues no quieres llegar a más como la vez anterior,
solo sentirse en uno junto al otro en un cálido abrazo. Harry se queda dormido
en el regazo de su antes enemigo y ahora amado Draco Malfoy.
Mientras en la sala común de Gryffindor se respira un ambiente un tanto
cargado, y dos chicos mantienen una acalorada discusión.
-Se puede saber que te pasa Ron?
-Nada que te interese Hermione. Si me disculpas me voy a dormir-Hermione se
coloca justo delante de Ron impidiéndole el paso, y con brusquedad lo hace
sentarse de nuevo en el sillón. Ron guarda silencio durante unos segundos pero
sabe que Hermione es su amiga y debe saber lo ocurrido con Harry.
-Bueno, está bien...te lo contaré todo. Esta tarde e tenido un encuentro en el
campo de Quidditch con Harry y acabado de una forma...quiero decir, OH dios
mío no debería haber pasado.-Hermione se levanta de su asiento y rodea a Ron
en un tierno abrazo tratando de tranquilizarlo.-He cometido un gran error, e
besado a Harry, aunque en realidad a sido decisión de los dos. Pero lo peor es que el pánico me a invadido y e salido corriendo como un cobarde de allí.
-No has sido un cobarde ni mucho menos, con solo haber logrado declararte a
Harry has logrado hacer una gran proeza, y sobre lo del beso, no me parece tan
raro que hayas salido corriendo de allí. Es tu amigo y no quieres herirlo, ni
herirte a ti mismo con falsas esperanzas-Ron levanta la mirada y deja entrever
sus ojos cristalinos debido a unas cuantas lágrimas derramadas.
-Her, la verdad que no sabría que hacer sin ti y tus consejos-Se dan un abrazo y
cada uno marcha para sus respectivos dormitorios.
En medio de la madrugada, Draco despierta y nota un peso sobre su pecho, pero no intenta por ningún medio deshacerse de el. Con dulces caricias
despierta al muchacho de lindos ojos verdes que descansa sobre el.
-Despierta, que ya debe ser tarde y debemos volver a nuestras salas comunes.-
Harry abre poco a poco sus ojos mientras los acostumbra a la poca luz que
rodea la estancia. Sin pronunciar palabra alguna se dirige a los labios de Draco
y los hace presa con los suyos propios.
-Si creo que debemos marcharnos.-Los dos muchachos salen de la torre de
astronomía. Llegan a las escaleras y cada uno se desvía a sus salas comunes
despidiéndose con un fugaz beso. Al llegar a la torre de Gryffindor, Harry
respira tranquilo al verla totalmente desierta, pues no le apetece dar
explicaciones de donde estaba ni con quien. Entra sigilosamente y se mete en su
cama corriendo las cortinas del dosel. Ron que todavía sigue despierto ha
escuchado la llegada de su amigo, y con gran maestría se introduce en su cama, no puede más y necesita arreglar las cosas cuanto antes. Harry nota la intrusión
de su compañero y gira su cuerpo para encontrarse cara a cara con el.
-Ron, yo...siento mucho lo ocurrido esta tarde.
-No tienes porque disculparte, yo también e tenido parte de culpa. No debería
haberte besado.
-No te eches todas las culpas, hemos intervenido los dos en ello. Solo te pido una
cosa que no vuelva a ocurrir.
-Tenlo por seguro que no va a volver a ocurrir, aunque me duela siento que no
tengo ninguna posibilidad contigo, pues tu corazón está ocupado por otra persona-Harry lo mira algo dudoso.
-Porque dices eso Ron?
-Es muy sencillo, aunque lo quieras ocultar amas a Malfoy, y no lo puedes negar. Esta mañana al negar que no sentías nada por el e visto algo en tus ojos
que me decían totalmente lo contrarío, por eso e salido despavorido.-Harry no
puede ocultarlo por más tiempo, a sido descubierto por su amigo de una forma limpia.
-Se que nos a hecho mucho daño durante estos 6 años, pero desde el curso
anterior empecé a notar cierto interés por el. Cada encuentro por los pasillos, y
sobre todo en las peleas que tuvimos despertaron en mi un sentimiento muy
fuerte del cual por suerte soy correspondido.-Ron lo escucha con atención e
intentando asimilar cada palabra que sale de la boca de Harry, esa boca tan
apetitosa pero que no debe volver a probar o sus instintos irán más allá. Y cada
palabra es un puñal que se clava en su alma y lo hace sangrar por dentro, pero
a la vez lo reconfortan y increíblemente entiende a su amigo, da igual la
persona de la que esté Harry enamorado, lo importante es que su amigo sea
feliz.
-Tranquilo, te entiendo, aunque me cuesta de veras, pero quiero lo mejor para
ti, eres como mi hermano, amigo y confidente, y no quiero que por esta tontería
perdamos nuestra amistad.-Harry lo mira con una mirada cómplice y lo abraza manándole todo el calor y afecto a su mejor amigo. Ron sale de la cama y se
vuelve a introducir en la suya. Ahora solo le queda a Harry contárselo a
Hermione pero ella seguro que lo entenderá.
Con las cosas más claras y todo solucionado, Harry consigue conciliar el sueño.
El día amanece nublado, todo lo contrario al ánimo de Harry. Tras darse una
ducha y preparar las cosas para las asignaturas se dispone a bajar a la sala
común con la esperanza de hablar con Hermione sobre el tema su amor por
Draco. Efectivamente allí está Hermione enfrascada en uno de sus libros de los
que ella llama lectura ligera. Cuanto más cerca está de Hermione más nervioso
se pone, lo llegará a comprender o lo rechazará, sabiendo como es seguro que lo
comprende.
-Bueno días Hermione.-Le regala una sonrisa y lo invita a sentarse junto a
ella.-Bueno quiero contarte algo.
-Si es por lo ocurrido ayer con Ron no tienes que decirme nada lo se todo.-Harry la mira atónito pero esa no es la cuestión.
-Esto...no es eso de lo que te quiero hablar expresamente. Estoy enamorado de otra persona.
-Eso es estupendo, y quien es la afortunada?
-Es que no es una chica concretamente, quiero decir que es un chico.
-Bueno pues cambiando, quien es el afortunado?
-Ahora viene lo más difícil decir quien es?
-Harry me estás asustando, espero que no sea Malfoy porque si no si que me
alarmaría y mucho-Harry se queda en silencio con la cara muy colorada.
-No, no puede ser verdad. HARRY POR FAVOR DRACO ES LO PEOR QUE HAY
EN LA ESCUELA, NO TE PODÍAS HABER FIJADO EN OTRO.
-Pensaba que me entenderías pero tu orgullo puede más así que no pierdo más
tiempo contigo.
-Harry, perdóname por haberme puesto así, pero es que es algo que no se
puede asimilar así como así.-Harry se gira y vuelve al lado de su amiga.
-Si te entiendo, pero pensé que si Ron me apoyaba tú también lo harías.
-Se lo has contado a Ron ya por lo que veo, me sorprende que se lo haya
tomado con tan buena filosofía, pero es normal quiere lo mejor para ti, y yo
también.
-Eso quiere decir que no me vas a dejar de hablar?
-Harry por favor como iba a dejar de hablarte, me va a costar acostumbrarme
pero lo haré por ti.-Harry se levanta y le da mil gracias y un fuerte abrazo a
Hermione.
"Después de todo las dos personas que más quiero lo han aceptado, pero falta
una que espero que allí donde este, me este viendo y me apoye en mi decisión,
mi padrino Sirius, y mis padres por supuesto."
Harry exhala un suspiro pero Hermione no le da importancia, y siguen su camino hacia el Gran Comedor. Ron ya se encuentra allí desde hacía un rato,
les da los buenos días a sus amigos que se sientan a disfrutar de su desayuno.
-Ya te a contado su pequeño secreto verdad?
-Si Ronald lo ha hecho, y me alegro que tú te lo hayas tomado también.
-Lo que sea por un amigo, aunque me va a costar acostumbrarme.
-Eso mismo le he dicho yo.-Mientras Ron y Hermione siguen hablando, Harry
busca desesperadamente con la mirada a Draco, que se encuentra en la parte
más a alejada de su mesa con sus inseparables guardaespaldas y la
empalagosa de Pansy Parkinson, como odia a esa, como osa a acercarse tanto
a su Draco, pero que le pasa está empezando a pensar como una niño
malcriado. En ese momento Draco se encuentra con la mirada de su amado y le guiña un ojo. Harry se sonroja notablemente (que guapo se pone cuando se
sonroja nn). Ron lleva un rato hablándole a Harry pero el no se inmuta de las
palabras de su amigo.
-Harry, me estás escuchando?
-Esto...lo siento, que decías?
-Que el entrenamiento de hoy a que hora es? Y si vas a poner en practica las
nuevas técnicas de contraataque que dijiste?
-Eh...si, si las llevaré a cabo y el entrenamiento es a las 6.
-Por fin me has escuchado.-Tras terminar el desayuno los tres amigos se dirigen con muy pocos ánimos a las mazmorras donde imparten pociones. Al llegar se
encuentran con unos cuantos alumnos de su propia casa y de Slytherin que los
miran con desprecio. Hermione y Ron comienzan una de sus tontas discusiones
por cualquier cosa pero Harry se encuentra impaciente por la llegada de Draco,
y como si le hubiera leído el pensamiento hace su aparición.
-Vaya, vaya. Mirar a quien tenemos aquí a San Potter, Sangre Sucia y al
pobretón Weasley.
-Por qué no vuelves a tu madriguera, de la cual no deberías haber salido
nunca, hurón.
-Encantado porque seguro que una madriguera es mejor que tu casa, bueno
ahora que me acuerdo tu casa se llama así o no Weasel?
Ron agarra a Draco por la túnica y lo levanta unos centímetros del suelo.
-Que sea la última vez que te metes con mi condición social, no todos tenemos
la misma suerte que tu, pero por lo menos nosotros somos felices como somos y
no como tu que estás amargado. Que razón tiene ese dicho de "El dinero no da
la felicidad"-Ron deja a Draco de nuevo en el suelo. No sabe que decir, porque
las palabras de Ron son la pura verdad, y a sido un golpe bajo. Snape aparece
y los obliga a pasar inmediatamente en el aula. Harry está molesto con las
palabras de Ron hacia a Draco pero en parte se las merece, y porque Draco no le a mirado siquiera, pero deben guardar las apariencias delante de los demás.
-Espero que hoy todo el mundo, tenga sus cinco sentidos bien agudizados,
puesto que no voy a repetir las cosas más de una vez.-Snape se queda mirando
con una sonrisa burlona al pobre de Neville que tiembla del pánico que le causa
el profesor. Con un movimiento de varita, Snape hace aparecer en la pizarra los
ingredientes y los pasos para elaborar correctamente la poción. Esta es una de
las peores clases de Harry, se siente muy despistado y no puede despegar la mirada de Draco, el cual le lanza miradas furtivas de vez en vez.
-Harry te encuentras bien? te lo digo porque tu poción no tiene muy buen
aspecto.
-No nada, es que estoy un poco cansado, no e dormido demasiado bien esta
noche-Una muy mala excusa, porque Hermione bien sabe lo que le ocurre.
La clase termina, con unos cuantos puntos menos restados a la casa Gryffindor,
como siempre injustamente.
-Porque no cambiaran a este maldito profesor, o mejor que lo echen del colegio, no lo soporto.
-Ron, bien sabes que no pueden echarlo porque es un fiel colaborador de
Dumbledor y miembro de la orden y debe permanecer en la escuela.
-Por mucho que nos pese, Hermione tiene razón Ron, en parte es útil dentro de
la escuela.
La mañana pasa de lo más tranquila, puesto que la única clase que han
compartido con los Slytherin a sido pociones, pero justo después de la comida les
toca 2 horas de defensa contra las artes oscuras otra vez con ellos, pero lo bueno
de esa clase es que la imparte de nuevo Remus Lupin, uno de los mejores
profesores que a tenido Howarts.
Después de la comida, lo cual pasa de lo más tranquila, se dirigen al aula de
Defensa Contra las Artes Oscuras. La puerta de la clase ya está abierta y los alumnos comienzan a entrar muy animados. Harry se sienta junto a Ron. En ese
momento aparece el profesor seguido de Malfoy y compañía.
-Buenas tarde a todos, hoy os vais a colocar por parejas las cuales yo elegiré,
pero por favor recoger vuestras cosas pues la clase la daremos en los terrenos
del colegio.-Harry se levanta con la esperanza de que lo pongan con Draco de
pareja. Al pasar justo por su lado lo roza, y este simple toque hace que al muchacho se le erice la piel. El profesor los conduce por el bosque prohibido
hasta llegar a un claro que Harry se le hace bastante familiar, es el lugar donde
los condujo Hagrid en su 3 año para estudiar a los hipogrifos.
-Ya estamos todos? Perfecto. Voy a proseguir a poneros por parejas. Comienzo:
Ron Weasley con Blaize Zabini.-Malas caras por parte de los chicos nombrados.
Hermione Granger con Pansy Parkinson.-la misma reacción por parte de las
chicas. El profesor sigue nombrando a los alumnos hasta que solo quedan dos de
ellos.
-Y por último, Harry Potter y Draco Malfoy-Los dos muchachos no caben de
felicidad por haberles tocado juntos, pero simplemente se miran con desprecio.-
Bueno, la clase de hoy consiste en una pequeña prueba que deben llevar a cabo
dos personas, por eso os e puesto por parejas. Trata de adentrarse en el bosque y dar con los unicornios sueltos que hay en las profundidades y traerlos, es un
favor que me ha pedido Hagrid para impartir su clase.-Se empieza a levantar
un gran murmullo entre los alumnos, de desacuerdo y de ganas de llevar a cabo
la prueba.- Un momento, esto también tiene que ver con mi clase, pues como
bien sabéis en el bosque viven toda clase de criaturas, y debéis combatirlas.-
Tras decir esto, se introducen en el espeso bosque. Draco que camina tras un
Harry muy emocionado, no le quita ojo de encima, ese cabello tan poco domable de un negro tan profundo como la noche, su cuerpo bien formado,
aunque con las ropas que lo tapan no se pueda apreciar en todo su esplendo.
Harry se voltea a mirar a Draco, pues nota su mirada fija en el. Al verlo de cara
puede ver esos ojos verdes esmeralda, infinitos como el mar.
-Te ocurre algo Malfoy?-Draco lo mira con cara de duda. Por qué Harry le
hablaba de esa forma? Seguro que por su pequeño altercado con su amigo el
pobretón.
-No nada...-Siguen caminando durante un rato, y no hay rastro de los unicornios ni de ninguna otra criatura.- Me estoy cansando de dar vueltas sin
nada que hacer, y sin rastro de el maldito unicornio.
-Pues sigue andado que debemos buscar a ese unicornio como sea, y no te
quejes tanto que pareces una niña.
-Me estás diciendo que soy un blandengue?
-Algo así, pero si quieres que cambie mi opinión sigue buscando.-Se han
adentrado tanto que los altos árboles impiden pasar la luz.-Lumos!!.
-Mira por ahí se mueve algo.-Los dos chicos se dirigen con sigilo al sitio donde
Draco había señalado que se había movido algo. Y así es, tras unos matorrales
se encuentra un majestuoso unicornio.
-Y como hacemos para llevarlo hasta fuera del bosque?
-Pues al igual que lo hipogrifos estos animales también son muy orgullosos-A
Draco no le a hecho ninguna gracia el comentario sobre el hipogrifo, tan solo
recordar lo que le ocurrió, pero también reconoce que hizo un poco de teatro.-
Así que debes presentarle tus respetos y te dejará montarlo.
- Y si no nos deja montar? Me atacará como el estúpido hipogrifo de Hagrid?
-No, no hacen nada, simplemente se marcharía y nos dejaría aquí solos sin
saber como volver.-Draco, se adelanta con mucho sigilo, seguido de Harry, los
cuales se colocan delante del fantástico animal. Le hacen una reverencia, hasta
esperar que se la devuelva, y así lo hace. Los dos chicos montan en el. El
unicornio sale al galope hacia las afueras del bosque. Draco va detrás de Harry
y no puede retener más sus ganas y lo abraza con todas sus fuerzas. Harry vira su vista hasta toparse con Draco agarrado fuertemente a su cintura, y le
produce una gran satisfacción. Llegan al claro donde los espera el profesor
Lupin.
-Magnifico, habéis sido los primeros en conseguir vuestro unicornio. Por ello os
debo recompensar con 10 puntos a cada uno.- El profesor Lupin los sigue
halagando por su buen trabajo, y debido a que ya han cumplido con su tarea
les deja lo que resta de clase libre.
-Muchas gracias profesor.-Harry y Draco se disponen a marcharse, pero no sin
antes darles una mala noticia.
-Esto chicos, siento deciros que para la semana que viene tenéis que hacer un
trabajo sobre demonios necrófagos, de un metro de pergamino, pero para que no se os haga tan pesado, deberéis hacerlo entre los dos.-Sin replicar ni decir
nada, por fin logran marcharse de allí.
-Has oído Harry, más tiempo juntos. Debemos aprovechar la ocasión no te
parece?-Draco rodea a Harry por la cintura, al igual que había hecho minutos
antes.
-Si me parece una muy buena idea, pero deberás esperar hasta que terminen
las clases de la tarde.
-Pero podíamos empezar ya, tenemos una hora libre.-Draco pone una cara
muy pícara invitando a Harry a pecar, a probar de nuevo esos labios que tanto
añora, que no nota sobre los suyos desde hace días.
-Bueno, pero si vamos a empezar el trabajo antes debemos ir a la biblioteca a
por información.-Draco asiente con resignación, pero lo que no sabe es lo que
tiene en mente Harry. Llegan por fin al la gran biblioteca. No se hacen de
esperar y empiezan a buscar libros que contengan toda clase de información
sobre demonios necrófagos.
-Esto no va a ser tan fácil como creíamos.
-Deja de quejarte y sigue con lo tuyo, si no, no vamos a acabar en la vida.-Una
montaña de libros se amontona a un lado de los chicos. Tras mucho buscar
logran encontrar una buena cantidad de información, y con los libros a cuestas
se dirigen a la sala común de Slytherin.
-Por qué no vamos a mi sala común? La tuya me produce un poco de
desconfianza.
-Pero quien te ha dicho que vayamos expresamente a la sala común. Vamos a
mi habitación, allí nadie nos verá y estaremos más a gusto.
-Como quieras.-En pleno silencio siguen su camino hasta la entrada de la sala
común.
-"Sangre limpia"-En el muro aparece un hueco por el que entran a la sala
común.
Draco entra y dirige a Harry hasta su dormitorio. Se trata de una estancia con
muebles muy sobrios, al igual que la sala, con una enorme cama con dosel con
cortinas de color verde con su borde en plata,
-No sabía que los Slytherin gozarais de tantos privilegios. Como tener
habitaciones individuales.
-Si jajaja, somos muy afortunados, acaso lo dudabas Potter? Tenemos mucha
más clase que vosotros los Gryffindor.
-No empecemos con los desplantes hacia los Gryffindor.-Harry inspecciona cada
centímetro de la habitación, hasta toparse con un Draco un poco molesto.
-Comencemos de una vez, te parece?
-Si vamos a ello.- Se sientan en la cómoda cama de Draco y esparcen los
distintos libros por ella. De vez en cuando Harry queda mirando con deseo a
Draco y viceversa pero ninguno de los dos se percata de nada. Harry ya no
puede más, necesita tener a Draco, debe tocarlo cuanto antes o va a
enloquecer. Sigilosamente deja a un lado de la cama el libro el cual estaba
usando, y se acerca con movimiento ágiles hasta el chico rubio. Por unos
momentos intenta ignorar al ángel que se encuentra en ese momento cara a
cara con el pidiéndole más, pero su deseo puede más que el, y al igual que
Harry deja su libro y sus apuntes a un lado y le sonríe dándole permiso para
hacer lo que quiera con el.
Sin previo aviso, Harry hace presa de los labios de Draco con los suyos, en un
dulce beso. Draco dibuja el contorno de los labios de su amante pidiéndole
permiso para entrar en su boca, sin ningún reproche Harry entreabre sus labios
dejando paso a Draco que explora con avidez su cavidad. El roce de los cuerpos
de los dos muchachos se hace más acelerado, quieren mucho más el uno del
otro. Draco toma las riendas de la situación y logra poner a Harry bajo su
control y su cuerpo. Besa con pasión al chico de oro que se haya bajo de el,
logrando que de su boca se escapen algunos gemidos, ahogados por la boca del
chico rubio. Besa cada parte accesible a él, traza la cicatriz del chico que vivió
esparciendo besos, haciendo un camino de ellos por el cuello del Harry, que se
estremece bajo el cuerpo de Draco. Se desprende de la camisa de su amante y le
da un trato especial a sus pezones, que con el roce se ponen erectos y provocan
que Harry grite, pues está sintiendo un placer jamás experimentado, para el es
mucho más que la vez anterior. . Harry como puede también intenta
desabrochar con dificultad los botones de la camisa de Draco, hasta que logra
terminar con ellos y contempla el perfecto torso de el otro chico. Las excitaciones
se hacen cada vez más presentes en los dos, pero no contento con eso Draco
hace un poco más de rogar a Harry y hace fricción su miembro con el de su
amado.
-Ahhh...Draco...mmm...esto es genial.
-No hables...déjate llevar. Te amo Harry Potter.
Harry nota una gran felicidad brotar de su interior tras las palabras
escuchadas. En verdad Draco Malfoy lo ama, no es simplemente atracción física
como había llegado a pensar en algún momento de desesperación. Draco se
hace esta vez con el pantalón de Harry. Se desprende de este muy lentamente,
y al estar completamente fuera hace lo mismo con el suyo, quedando
únicamente en boxers. Los dos muchachos se contemplan con pasión, Draco
vuelve a su tarea y atrapa la cintura del bóxer de Harry con sus dientes y
comienza a bajarlo dejando frente a el un muy excitado miembro, desesperado
por recibir sus caricias. En una abrir y cerrar de ojos, el chico de ojos como la
tormenta rodea el miembro de Harry con su boca, haciéndolo arquear la
espalda, debido a la ola de placer que acaba de recorrer todo su cuerpo. El
muchacho de ojos verdes enreda sus dedos en el sedoso pelo rubio para guiar a
Draco en sus movimientos, Harry nota que va a estallar de un momento a otro
y entre jadeos pide a Draco que pare.
-Ahora...es mi turno.
Draco se coloca esta vez debajo de Harry, mostrándose a el como un gran
manjar a sus ojos. Harry con un movimiento rápido hace desaparecer la única
prenda que todavía llevaba puesta Draco. Como su amado había hecho
anteriormente, comienza a juguetear con su miembro, esparciendo besos y
succionando con ganas, sus movimientos rápidos y hábiles para ser la primera
vez que lo hacía (pero es que este chico aprende rápido XD). Draco nota que se
va venir como siga tratando su miembro de esa forma, y pide a Harry que
pare. Harry hace lo que Draco le pide y vuelve de nuevo hasta su cara, lo besa
con todas sus ansias. Con un movimiento brusco Harry hace que Draco quede
frente a el a cuatro patas. Introduce uno de sus dedos en la estrechez de Draco,
y luego introduce un segundo, preparando a Draco para la penetración. Harry
besa con delicadeza la espalda de Draco dándole confianza y se introduce en el
con sumo cuidado para no hacerle daño. Draco escapa un gran gemido de
dolor, pero al empezar los suaves movimientos, su cuerpo se hace al tamaño del
miembro de Harry, y ese dolor que lo invadía se convierte en un estallido de
placer y lujuria. Después de unos minutos, como si de un acuerdo se tratase, los
dos muchachos llegan al más grande de los orgasmos, y Harry cae rendido sobre
un Draco también exhausto. Tras unos minutos de tranquilidad, Harry se
acerca al oído de Draco.
-Que sepas Draco Malfoy, que yo Harry Potter, también te amo con toda mi
alma.- Sin decir nada más, se quedan dormidos por el cansancio.
-Donde estará Harry?
-Supongo que haciendo el dichoso trabajo, y con Malfoy seguro.
-Eso espero, si le hubiera pasado algo nos lo hubiera comunicado Lupin.
-Que si, tu tranquila, que debe estar bien.-Hermione sigue mirando a Ron.
-Perdona Ron, pero es que te lo tengo que decir? Desde cuando se supone que
eres gay?-Ron no sabe que responder porque ni el mismo sabe lo que siente en
realidad hacia su mismo sexo.
-Si quieres que te sea sincera Hermi, no se muy bien lo que siento, ni mi
preferencias sexuales.
-Entonces porque besaste a Harry y todo ese sentimiento que nació de ti hacia
el, solo puede significar que te gustan los chicos.
-No tiene porque. Porque las chicas todavía me atraen, es algo difícil de
explicar. Solo puedo decirte que lo que sentí hacia Harry fue una mera
equivocación que no volverá a ocurrir.-Hermione le regala una sonrisa y
vuelven a su trabajo de nuevo.
Un estruendo en la ventana del dormitorio de Draco, hace que los dos chicos se
despierten de su dulce sueño de una forma un poco atropellada.
-Que demonios...?
-Es una lechuza. –Draco se levanta y abre la ventana, a decir verdad la única
de todos los dormitorios de Slytherin, situada al ras del suelo. La lechuza entra
en la habitación y tras desatar la carta de su pata, retoma su vuelo y
desaparece de allí.- Debe de ser un comunicado de mi padre, pues la lechuza es
una de las tantas que los Malfoy tenemos.
Harry mira expectante a Draco que lee con mucha atención la carta. Tras
terminar de leerla, la tira al suelo y hunde sus menos en su pelo de una forma
desesperada.
-Ocurre algo, te noto algo nervioso?
Que es lo que contendrá la carta, por qué Draco ha reaccionado así al leerla...
