CAPÍTULO 1
"TRAINING DAY"
Portada nº 1: Parodiando la portada del primer número de The Ultimates, podemos ver las siluetas de los distintos miembros de la Fan Force.
Informe de datos del ordenador de Trinidad.
Bienvenidos a Lugópolis.
Tras la instauración del culto a Dick y la prohibición de la subcultura, en Lugopolis, como en tantas otras ciudades, no tardaron en aparecer pequeños grupos de Resistencia, formados por roleros, wargameros, DJs, lectores de Tolkien, Lovecraft, Asimov... seguidores de Marvel y DC, otakus, etc.... Su centro de reunión era la libreria clandestina Totem. Pero la Totem fue descubierta y sus dueños asesinados por las tropas de represión que previamente habían volado la libreria por los aires. Los fans volvían a están desorganizados, y eran pocos en una ciudad que crecía en todos los sentidos convirtiendose en lo más parecido a Los Ángeles de "Blade Runner" que uno podía encontrar en Galicia. Entonces llegó él.
Se llamaba Wachoman y decía ser un antiguo agente de la F.P.F, organización de la que poco o nada sabiamos y ,la verdad, que nos sonaba a ciencia-ficción de baratillo. Quizá por eso le creimos. Él nos organizó y los pocos que quedabamos en esta ciudad, practicamente incomunicada con el resto del Reino de Dick como Gotham en "Tierra de Nadie", somos ahora un grupo más o menos efectivo. Habiamos salvado gran parte de material subversivo y efectuado unas cuantas incursiones cuando perdimos a Wachoman en un viaje que nos llevó a una loca batalla en la Torre de Hércules. De eso hace ya un año.
Pero el grupo sigue junto y seguimos aqui, al pie del cañon, sobreviviendo, e intentando averiguar como le va al resto de fans que hay perdidos por el mundo. Wachoman nos enseño que no había que esconderse, que había que dar la cara y devolver los golpes, y si era posible, darle una patadita en los morros a su Santidad, Alejo I, al grito de "Yip Yip Kiaaii".
Fin del Informe.
Afueras de Lugópolis, 23:57.
- Mmm, bonito lugar, no parece peor que Barnacity.
La extraña, pues su voz era femenina, inició su andadura hacia la ciudad, cubierta con un chubasquero cuya capucha dificultaba la visión de su rostro, pero si uno se fijaba bien en sus manos, vería que son bastante peludas en su dorso... y las uñas eran más bien garras.
Lugópolis, Los Suburbios, interior de la Muralla, 23:59
- ¡¡¡Arretez Vous!!!
Acento francobelga, levemente gangoso, sin duda un Macute. En realidad eran tres de esos gabachos, persiguiendo a un chaval que corría como loco por las calles llenas de una marea humana, llevando consigo un número de "Predicador". Había que estar muy loco para salir a la calle con un cómic sin llevarlo en un maletín con doble fondo o debajo de un montón de arcilla. El fan no tuvo mejor idea que meterse en un callejón para intentar despistar a sus perseguidores, pero parecía que ese día los Macutes estaban especialmente lúcidos y no le perdieron.
El chaval se dio cuenta con horror de que el callejón no tenía salida.
- Oh, mierda... que tópico.
- Bien, mon ami, danos le cómic y no te haremos mucho daño, oui?
Los Macutes avanzaban rapidamente hacía el chico que ya se había resignado a lo peor cuando de repente sintió que algo o alguien le cogía, impulsandolo hacía arriba. Cuando se decidió a abrir los ojos pudo ver que estaba varios metros por encima de los pasmados Macutes, colgando de una... ¿telaraña?
- ¿Estas bien chico?
- ¿Uh?
- Si estas bien, hombre, ¿tienes problemas de oido?
La voz venía de arriba y el joven pudo ver en la escalera de incendios al tipo que sujetaba la telaraña que lo había alzado, alejandolo de los Macutes.
- Oiga, ¿podría bajarme? El numerito Spider-Man está muy bien pero yo sufro vértigo.
- Te bajaré cuando mi amiga se ocupe de los gabachos.
- Merde! ¡Baja a ese enfant ahora mismo, fan insurrecto!- Los Macutes estaban claramente nerviosos. No sabían como actuar en situaciones así, sus neuronas no daban para tanto.
- Tranquilo, mi compañero le bajará dentro de un rato- dijo una voz a espaldas de los Macutes.
- ¿Quien...?- Fue lo último que pudo decir el primer Macute antes de recibir un brutal golpe con el canto de una espada, propinado por una joven alta y atlética, pelirroja y que parecía llevar una cota de malla. Uno de los Macutes desenvainó su katana y atacó a la muchacha, que con un rapido movimiento desarmó a su rival al que seguidamente propinó una patada en el bajo vientre, haciendole caer al suelo. El tercer Macute, bastante acojonadillo tras ver caer a sus dos compañeros, intentó huir pero la chica se le adelanto lanzandole un puñal y tumbandolo en el acto.
- Buen trabajo, Sonja- dijo el emulador del trepamuros.
- Gracias Tito.
- Ehhh, ¿podrían dejarse de felicitaciones mutuas y bajarme de una vez? tengo que hacer mis compras en el mercadillo negro de San Eisner.
- Vaaaale, ya te bajo. Que desagradecida es la juventud de hoy- dijo Tito.
Barrio de A Piringalla, aún cerca de las afueras, 00:02
A la extraña le encantaba pasear de noche, sobre todo desde su transformación, de la que ya hacía unos tres meses. La verdad, el pasar de ser una fan normal de las pelis de hombres lobo a convertirse en una licantropo no era tan traumático. Bueno, el susto que se dieron sus vecinos no lo quitaba nadie. ¿Como se había producido el cambio? ¿Por que se había quedado así en vez de transformarse solo las noches de luna llena? Estaba claro que sufría un caso agudo del Sindrome Sinclair, o lo que es lo mismo: estado licantrópico permanente.
Había salido de Barnacity hace dos días y se había colado en un tren que la trajo hasta Galicia. Su único equipaje era un poco de carne cruda, y su colección de DVDs de filmes de hombres lobo. No tenía donde verlos, pero tampoco quería desprenderse de ellos.
Ahora vagabundeaba por las calles de Lugópolis, preguntandose donde podría pasar la noche, cuando su olfato capto algo... "Cómics... alguien de por aqui tiene cómics"
Galerias de la Plaza de Santo Domingo, cerca de las ruinas de la libreria Totem, 00:05
- Tendrías que haber visto la cara que pusieron los Macutes cuando vieron elevarse a aquel crio con mi telaraña.
- Yo lo llamaría más bien "Moco pegajoso gris"
- Bueno, aún tengo que perfeccionar la fórmula.
- ¿Fórmula? ¡Si la creaste por accidente en tu laboratorio al intentar crear una réplica de las garras de Lobezno con panchitos, whiskas y una lata de Coca-Cola!
- Asi de caprichoso es el destino.
- La suerte.
El destino.
- Suerte.
- Des-ti-no
-Su-er-te
- Podriais quedaros ahí toda la noche discutiendo como un par de imbéciles, pero yo si fuera vosotros entraría ahora mismo.
La última persona que había discutido una sugerencia de Shocker había acabado bastante mal (no podía comer ni con una pajita), y era Shocker el que se dirigía con tono autoritario a Tito y a Sonja.
Los tres entraron en los restos de Totem Comics, donde solo quedaban estanterías y un mostrador quemado. Pero el mostrador ocultaba un acceso secreto a una base subterránea. El acceso era una especie de túnel de aire, parecido al de la Batcueva. Simplemente había que dejarse caer.
El interior de la base era más o menos como la casa de cualquier friki: sala, comedor, cocina, almacén del material sucultural, etc... Cuando Sonja, Tito y Shocker entraron, fueron parar directamente a la sala de estar. Ryo Miñogui, otaku aprendiz de samurai, y Winston, fan de Carpenter, se encontraban rodeados de latas de cerveza vacias jugando en la Playstation trucada. Ryo, al percatarse de la llegada de sus compañeros pausó el juego.
- ¡Eh! ¿como os ha ido?- preguntó.
- Bastante mejor de lo esperado, no nos aburrimos.-respondió Sonja.
- Y hemos conseguido otra copia de "Born Again" que tenía requisada un Macute.-dijo Tito, mientras alzaba una bolsa de plastico.- Por cierto, ¿donde está Trinidad?
- Con los ordenadores- respondió Winston.
- Vaya a este paso voy a acabar teniendo celos de esos montones de chatarra.- dijo Tito mientras salía de la sala rumbo al "taller"
Interior del recinto de la Muralla, 00:20
La extraña confiaba en su olfato, una aprende a fiarse de los sentidos hipersensibilizados.
El rastro era claro y se había visto reforzado porque alguién había pasado recientemente por allí con un comic. Siguiendo su camino, absorta en su olfato, no se dió cuenta de que estaba siendo rodeada por Splatterpunkies, bandas callejeras anti-fans.
- Titas, titas... tenemos carne fresca.
Base secreta de la Fan Force, 00:22
El gritó resonó en toda la base...
- ¡¡¡BLEEEEEEEEEEEEEEERGH!!!
En el taller, Tito y Trinidad se sobresaltarón.
- Cielos.- dijo la chica- Esta vez le ha dado fuerte...
- ¿Cuanto lleva...?- preguntó Tito.
- Una hora, sufrió la transformación poco después de que tu y Sonja salierais. No creo que tarde mucho en volver a ser el de siempre. Al menos en este estado conserva el raciocinio suficiente para encerrarse él solo en la celda y no dañar a nadie.
- No debería leer tanto Lovecraft, le está afectando demasiado...
Interior del recinto de la Muralla, 00:25
- Aaaaay...
- Y así aprendereis a no meteros con mujeres lobo, chicos- dijó la extraña mientras hacía crujir sus nudillos. A su alrededor estaban tumbados en el suelo y llenos de contusiones unos doce Splatterpunkies.
La extraña se alejó del lugar hasta llegar a una pequeña plaza que destacaba por poseer en el centro una gran columna conmemorativa decorada con un águila. Siguiendo el rastro de cómics llegó hasta unas galerías. El rastro terminaba abruptamente en las ruinas de una librería especializada, totalmente quemada. "Qué raro", pensó, "cualquiera diría que se los ha tragado la tierra". Sumida en sus pensamientos e intentando desentrañar ese enigma, no pareció percatarse de la llegada por el otro extremo de las galerias de un grupo de personas...
- La señal del cómic-señuelo que llevaba el Macute es clara señor.- El que hablaba era un Fanhunter, dirigiendose al lider de su patrulla- Viene de los restos de esa librería.
- Shhh, silencio, hay alguién hay- dijo otro miembro del grupo.
- Parece una mujer ¿será una de ell...?- No pudo acabar la frase cuando de un salto, la mujer que hace un momento estaba delante de la librería se situaba en medio del grupo de desconcertados Fanhunter. Durante el salto se deshizo de su chubasquero. La ropa que llevaba, una especie de leotardos, dejaban ver el pelo que cubría sus antebrazos y sus piernas. La piel de su cara era marrón y el mayor número de pelo se encontraba exclusicamente a los lados, como en dos mechones. El cabello era largo y lo llevaba recogido en una coleta que le llegaba hasta la cintura, una parte del mismo caía delante de las orejas, largas y puntiagudas. Pero lo más aterrador del aspecto de la extraña (que no era horrible, pero algo de yu-yu si que daba) eran sus ojos, amarillos, totalmente amarillos, sin blanco, en los que destacaba una pupila negra... Nada más caer en medio del grupo de Fanhunters golpeó a dos de ellos, noqueandolos, y a un tercero lo lanzó a varios metros de distancia, dejandolo también inconsciente... Pero tras eso, la joven notó un pinchazo en uno de sus brazos y lugo una sacudida electrica que la dejó inmovil... El único Fanhunter que quedaba le había disparado con un rifle eléctrico, ideado para provocar parálisis.
La alarma sonó en la base de la Fan Force... en un instante todos los miembros (menos uno) se encontraban en la sala de vigilancia, que estaba al cargo de Winston.
- ¿Qué pasa?- preguntó Shocker
- Parece qué hay jaleo ahí arriba- respondió Winston- una patrulla de Fanhunters, se acercaban a nosotros, pero fueron atacados por esa chica.
- Parece que lleva un abrigo de piel- dijo Ryo, mientras miraba la pantalla de vigilancia entornando los ojos.
- Eso no importa, el único de esos capullos que queda en pie la ha inmovilizado...
- Bueno, seas lo que seas puedes ir despidiendote... - El Fanhunter pronunció sus palagras friamente mientras apuntaba a la cabeza de la licántropo con una Magnum (la pistola, no confundir con el helado, que os conozco...). Se disponía a disparar cuando oyó un estruendo a sus espaldas. Al volverse pudo ver a un grupo de personas, la Fan Force al completo (casi).
- ¡Sueltala facha del carajo!- exclamó Shocker mientras apuntaba al Fanhunter con un incinerador IG-88.
- ¡Quietos escoria! O le vuelo la tapa de los sesos- amenazó el Fanhunter.
- En situaciones así nos vendría bien un negociador- dijó Ryo.
- Cállate- respondió Trinidad.
- ¡¡Callaos y retroceded!! ¡O la mataré!- gritó el Fanhunter, visiblemente nervioso.
La tensión se palpaba en el ambiente, todos parecía mirarse unos a otros, aguardando paran ver quien efectuaba el primer movimiento.
Entonces, una enorme espada cruzó el aire pasando al lado de una sorprendida Fan Force, hasta alcanzar al Fanhunter en el pecho, lanzandolo hacía atrás y empalandolo contra la pared. Todos se giraron para ver tras ellos a un hombre alto, con las orejas levemente puntiagudas y que vestía una camiseta con la runa de Tolkien y unos pantalones vaqueros... Iba descalzo y su ropa estaba hecha jirones, en las muñecas llevaba unas esposas de las que colgaban grandes cadenas...
- Acabo de salir de la celda ¿Me he perdido algo?- Fue lo único que dijo antes de desmayarse.
CONTINUARÁ...
