Capítulo 2: Una noche de copas, un teléfono

-¿Qué haces sola en esta zona Yano?, ¿esperas a tu novio?- preguntó Pin con confianza

-Emmm, no… quiero beber hasta que lo haya olvidado todo - susurró Ayane

-¿Qué dijiste?- preguntó Pin que no alcanzó a escuchar la respuesta

-Vine a beber- repitió Ayane

-No deberías beber sola, ¿que no tienes amigos?- preguntó Pin con sinceridad

-Por supuesto que tengo, pero hoy, elijo beber sola- contestó la joven

Sin darse cuenta ambos estaban caminando hacía la misma dirección, Ayane fue la primera en notarlo.

-Espera un momento…¿a dónde vas?, ¿porqué me estas siguiendo?- le preguntó a su exprofesor

-¡No te sigo, tonta!- gritó Pin- ¿Tu a dónde vas?

-Bueno yo voy…- Ayane levantó la mano y apuntó a un bar cercano

-¡Demonios! Yo voy al mismo bar - masculló Pin

-¡Ehhhhhh!- sé sorprendió Ayane - No, ni lo pienses… Me niego a beber contigo

-¡Lo mismo digo!- gritó Pin como respuesta

A pesar de los años sin verse Ayane y Pin comenzaron a tratarse como cuando eran alumna y maestro…. Ambos se miraron retadoramente intentando decidir solo con la vista quién ganaría el derecho de beber en su bar favorito, rayos salían de sus ojos, era la pelea entre un Tigre y un Dragón, entre el Yin y el Yang. Cuando Ayane estaba a punto de darse por vencida, irse a su departamento y beber alcohol barato de la tienda de conveniencia, escuchó un sonido similar a un gruñido, era el estómago de Pin pidiendo comida…

-Cre… Creoo que tienes hambre - comentó

-¡Argggg!- se quejó Pin- Estoy quedando en ridículo- gruñó- La verdad es que no he cenado - finalizó

-Ya veo- Ayane se rascó la mejilla de manera graciosa Está bien, vayamos al mismo bar, te invitó la cena- comentó

-¡Ehhh! No lo necesito sabes

-Ya sé, ya sé… pero al final está noche me ayudaste, solo te invitaré la cena- dijo mientras miraba de reojo a Pin -cada quien paga sus tragos

-Emm.. mmmm- Pin estaba dudando

-Tienes 5 segundos para aceptar o la oferta se cancela… 5…. 4….3….2….

-¡Está bien!, ¡Está bien!, acepto- respondió finalmente

Comenzaron a caminar a la par, sin decir una palabra durante dos cuadras. Entraron al bar y Ayane saludó al señor de la barra, mientras se detenía un momento a platicar con él, se trataba de un hombre de unos 52 años, de aspecto bastante amable, el hombre no paraba de reír de lo que le comentaba Ayane.

Pin se sorprendió un poco, nunca había visto a su exalumna tratar a un hombre con tanta naturalidad, solo recordaba esa actitud con la niña del aro y la novia del hermano de Toru. Ayane le señaló una mesa al fondo del local, era pequeña, para dos personas y al parecer estaba pensada para citas románticas pues la luz era bastante tenúe.

Pin se sentó y agradeció la ubicación; la poca luz que evitaba miradas sospechosas, no quería encontrarse con algún compañero de trabajo y tener que explicar quién era Ayane. Después de todo, parecía que esa noche Tokio era un lugar para encuentros inesperados.

-¿Conoces al viejo?- preguntó Pin cuando Ayane fue a sentarse

-Ehh. Sí en realidad ojisan era mi tío político- sonrió Ayane- por eso vengo aquí seguido, mi tía murió hace casi 10 años, pero ojisan ha seguido en contacto con la familia de mi madre y siempre que mis padres vienen a Tokio salimos todos a cenar.

-Ya veo

-Le he pedido dos ordenes de yakitori, una ensalada de papa y una orden de karaage… si te queda hambre podemos pedir una pizza- sonrió Ayane

Pin abrió mucho los ojos, no cabía duda que su exalumna era toda una mujer, ni siquiera lo había tomado en cuenta y no se andaba con medias tintas. Sonrío, de cierta manera, se sentía orgulloso.

-Está bien, gracias por tomarme en cuenta- dijo con sarcasmo mientras se levantaba de la mesa- Yo escogeré las bebidas…

Ayane sonrió con ironía y le sacó la lengua a Pin.

-Todo menos cerveza, me hará engordar- gritó

Pin llevó a la mesa dos cervezas frías y un par de whiskies con agua mineral

-Escoge- dijo mientras acomodaba todo

Ayane tomó uno de los whiskies y empezó a beber, pocos minutos después llegó la comida. Comieron y bebieron en silencio sin saber muy bien qué decir. Había sido un encuentro bastante aleatorio, pero al final tenía 5 años y medio que no se veían, además ahora se veían circunstancias totalmente diferentes, Ayane ya no era una alumna, ni una mocosa, era una mujer. Pin la observó detenidamente mientras devoraba una de las brochetas de pollo.

-Haz cambiado mucho- dijo para romper el hielo

-¿Tu crees?, si me dices que me veo vieja te golpearé

-Ja, ja… mocosa vanidosa- sonrió Pin -No me refiero a eso… Tenías más piercings, además tu pelo esta más oscuro y tu maquillaje es más natural

Ayane se asombró de que recordara tantos detalles, en realidad, los cambios en su estilo habían sido graduales, pero el factor determinante había sido su empleo actual. Ahora era una empleada en una empresa de élite, no podía permitirse tener una imagen tan moderna.

-Verás, trabajo en una transnacional, la mayoría de mis jefes son viejos y amargados, exceptuando por mi jefa de área, ella tiene tu edad o un poco más… debo vestir formal… así que tuve que hacer algunos cambios

-Ya veo… te queda mejor ese color de pelo…- sonrió Pin mientras con su mano hacía la señal de un like

Ayane rió con él.

-Bueno, si de cambios hablamos…- dijo mientras lo señalaba, llevo su mano a su rostro para ocultar su risa burlona- Cuatro ojos- finalizó…

-¡Arrgggggg calláteeeeeeee!- gritó Pin mientras volvía a tirar sus lentes al piso, después los recogió resignado, sacó un estuche de su portafolio y los guardó con cuidado.

-Solo los necesito cuando ocupo la computadora, pero la costumbre me lleva a usarlos siempre- finalizó con desdén

-Pensé que nunca te vería con el cabello abajo- susurró después Ayane

Pin se sonrojó, recordó que una de las últimas veces que vió a Ayane esta le sugirió nunca cambiar su peinado para así ahuyentar a todas las chicas a su alrededor y seguir soltero eternamente. (1)

-Verás, tenías razón. En cuanto cambie de peinado, conseguí novia- exclamó Pin mientras terminaba con furia con una de sus cervezas- O más bien debería decir que la tonta de mi exnovia me obligó a cambiarlo, pfff- se quejó

-¿Ex… ex novia?- preguntó curiosa Ayane

-Arrggg, no vale la pena que lo oculté… por eso salí a beber… no te burles… hace un mes terminé con mi ex y bueno pasaron cosas hoy de las que no vale la pena hablar…

Pin recordó los acontecimientos trágicos de hacía unas cuantas horas. Su ex lo había citado en un restaurante familiar y él había ido con la ilusión de arreglar las cosas y continuar la relación. La chica sin embargo, lo había tratado de forma cruel y le había comentado que pasaría casi 2 meses fuera de Tokio y que al regresar lo contactaría para que le diera todas las cosas que había dejado en su departamento. Pin había salido hecho una furia del restaurante y le había gritado que tendría todo listo para entonces, que se fuera y no regresara jamás.

En el fondo estaba bastante herido, todas sus expectativas se habían venido abajo, tenía que admitir que esa chica con la que duró casi 5 años había sido su relación más significativa en mucho tiempo.

-Mmm, ya veo, entonces estamos igual- Ayane no intentó ocultar que había salido a beber por las mismas razones

-¿También te votaron?

-Fue peor… lo encontré con otra- empinó el resto de su whisky para empezar con el segundo mientras picaba un poco de ensalada

-¡Diablos!, sí que ha sido un encuentro bastante desafortunado el nuestro, ¿no?

-Y qué lo digas

-¿Cuánto tiempo llevaban saliendo?

- 4 años, y tú

- Más de 5 años, la conocí poco después de que Shouta y ustedes se graduaron

-Mmm ya veo- Ayane jugueteó un poco con su whisky- así que rechazarme le trajo suerte- pensó

Pin pareció pensar algo similar y volteó el rostro sonrojado.

-Y bien, ¿Cómo has estado?, ¿Te ha ido bien en la universidad?

-Por supuesto - rió la chica ante la pregunta de su exprofesor - Tienes ante ti a uno de los mejores promedios de la universidad de Tokio- dijo mientras con una mano hacía el signo de la victoria y con la otra jugaba con su cabello de manera presumida. Pin comenzó a reír con sinceridad

-Ya veo. Ja.. ja.. me da mucho gusto, de verdad… felicidades- exclamó sonriente -tal vez deba regalarte otro borrador(2), uno más grande- susurró.

Ayane fingió no escucharlo mientras se sonrojaba.

-¿Y tú?, ¿Qué diablos haces en Tokio?- preguntó la joven con curiosidad

-Pues verás, es otra de las cosas de las que tuvo la culpa mi ex novia, su madre es de aquí y decidió regresar para trabajar en la empresa familiar

-Mmmm ya veo, estabas saliendo con una niña rica- comentó con saña Ayane

-Emmm, sí, podría decirse- respondió Pin con pena- Pero mi intención nunca fue trabajar en la empresa de su madre- comentó Pin mientras hacía un signo de negación con los brazos. Ayane pensó que parecía un emoji y comenzó a reír de nuevo.

-Y, dónde trabajas, ¿aún eres profesor?- preguntó con verdadera curiosidad

-¡Por supuesto!, finalmente es mi sueño- sonrió Pin- trabajo en una preparatoria privada para varones, además doy regularización de algunas materias a estudiantes preuniversitarios, la competencia para entrar a laUniversidad de Tokio es voraz, no puedo quejarme, me va bastante bien. Incluso soy asistente vocacional en una escuela de estudios intensivos, pero ahí solo trabajo algunas tardes y me pagan por hora...

-Wow, ¿y el beisbol?

-No tienes de que preocuparte, soy manager del equipo de la preparatoria, no dejaría el beisbol por ningún motivo- dijo Pin haciendo fuerza con el brazo y señalando sus músculos bien trabajados por el ejercicio.

-¡Vaya!, parece que lo tienes todo resuelto- Ayane se sintió feliz de ver que su exprofesor y una de las personas que más había admirado de joven estuviera a su manera, cumpliendo todas sus metas.

-Bueno, podría decirse- le contestó Pin- aunque en el terreno amoroso parece que no

Ambos suspiraron y levantaron la mano para pedir otra ronda. El tío de Ayane soltó una sonrisa. Cuando llegaron los siguientes tragos comenzaron a platicar de cosas simples y de su día a día. Pin llevaba apenas un año y medio viviendo en Tokio. A Ayane le sorprendió que no se hubieran encontrado antes dado que su bar favorito parecía ser el mismo, pero Pin le comentó que casi no salía de bares dado sus obligaciones como manager del equipo de beisbol.

-Si lo piensas detenidamente, comparado con nuestro pueblo Tokio es una ciudad enorme- finalizó Pin, Ayane estuvo de acuerdo.

Ayane por su parte le habló de su experiencia en la universidad de Tokio, de sus amigas y de cómo había conocido al maldito de Dai.

Esto dio pie a que Pin se quejara amargamente de su suerte, a pesar de que los dos habían salido con intención de beber para olvidar, lo ameno de la plática hizo que perdieran la noción del tiempo y no alcanzaran a emborracharse. Pasadas las 11:30 pm el tío de Ayane le comentó que sería mejor que se fuera o perdería el último tren. Ayane accedió y pidió la cuenta.

-Esta vez invitó yo- dijo mientras le sacaba su lujosa billetera de diseñador y le presumía a Pin, corrió a pagar y su tío le hizo descuento como otras tantas veces. 50% menos en todo el consumo.

-Ja, por supuesto que invitas tú, te ha salido regalado-

-Igual, invite yo, no lo olvides me debes una- sonrió con soltura- Bien, será mejor que me vaya o no alcanzaré el último tren, ¿de acuerdo?- Ayane se levantó adelantándose a la salida el bar mientras miraba con preocupación el reloj, eran las 11:45 y tendría que correr a la estación

-Mmm, espera- Pin la tomó del brazo deteniéndola - Vivo a dos estaciones de aquí, tengo auto, si me acompañas por mis llaves puedo llevarte a tu casa

-¿Estás seguro?, no quiero ser una molestia

-Mmm no lo eres, digamos que aunque ya no seas mi alumna, me sentiría mal si algo te pasa camino a casa- comentó Pin mientras se rascaba la nuca

-De acuerdo, entonces acepto- exclamó Ayane- Pero… será mejor que corramos a la estación-

-Argggg, tienes razón es demasiado tarde- ambos miraron su reloj con premura y corrieron juntos, entraron directamente y bajaron las escaleras apresurados.

-¡Maldita sea Pin, espérame!- gritó Ayane exhausta -no se podía esperar menos de un loco del ejercicio, es viejo pero aún así tiene más condición que yo- pensó la chica

Pin la imitó corriendo como mimo sin moverse un centímetro de su lugar mientras le gritaba- ¡Corre más rápido, lenta!-

Una vena saltó de la frente de Ayane, no se dio cuenta pero casi al finalizar las escaleras había una lata de café en el piso, por error la pisó y sintió como se tropezaba, logro meter sus manos y su bolso para no pegarse en el rostro, pero nuevamente el golpe esperado no ocurrió. Pin había alcanzado a rescatarla y la sostenía de la cintura con naturalidad.

-Vaya, pesas bastante- exclamó Pin antes de cargarla y dejarla en el piso

-¡Ca…cállate!- gritó sonrojada mientras levantaba su puño con furia, dentro de su pecho pudo sentir un pequeño respingo, como si su corazón se hubiera detenido por solo un segundo y después hubiera recuperado su ritmo habitual. Lo ignoró.

-Lo bueno es que llegamos a tiempo- comentó Pin mientras señalaba el tren que venía a lo lejos, levantó la lata con la que Ayane se había resbalado y la aventó al bote de basura más cercano con puntería perfecta. -Vamos, en menos de 15 minutos estaremos en mi departamento-

Entraron al metro y el corazón de Ayane comenzó a latir aceleradamente, la joven no lo entendió bien, ¿había sido por correr de manera apresurada? o ¿por el susto de haber estado a punto de caerse?. Como sea había sido una noche muy intensa y sabía que necesitaba descansar.

-¿Estás bien?, pareces asustada- comentó Pin

-Estoy recuperando el aliento- respondió Ayane mintiendo

No hablaron en el resto del camino, salieron del metro y Pin ya no la obligó a correr, la miraba de arriba abajo para saber si en realidad se había lastimado al tropezarse. Se podía haber torcido el tobillo o algo similar, se sintió un poco culpable por burlarse. Caminaron por poco más de 10 minutos y llegaron al complejo de departamentos donde Pin vivía. Subieron las escaleras.

Ayane no puso mucha atención al camino que habían seguido saliendo de la estación, pero al llegar al edificio se aprendió el número de departamento de Pin: 12-A, se imaginó que el departamento estaría todo desorganizado y bastante sucio, pero para su sorpresa cuando Pin abrió la imagen que la recibió era totalmente diferente.

-Pasa, será solo un momento, las llaves de mi auto están en mi cuarto.

-Em, gracias- susurró Ayane mientras se quitaba los zapatos y pasaba al piso de Pin.

Abrió los ojos y comenzó a observar con asombro. El piso de Pin, el piso de su primer amor verdadero, estaba otra vez frente a sus ojos.

Se trataba de un departamento de dos habitaciones, una para uso de dormitorio y la otra bastante pequeña se veía adaptada para una oficina, tenía un escritorio, una computadora y un archivero bastante grande con papeles, todo parecía organizado por tamaño y formas, incluso lo que Ayane pudo suponer eran expedientes de sus diferentes alumnos estaban acomodados por color.

La cocina era pequeña pero confortable, los platos se encontraban limpios y acomodados y solo destacaba un pequeño vaso sucio en el fregadero y los restos del desayuno en un plato sobre la barra. El baño estaba cerrado así que no pudo verlo, pero se lo imaginó de buen tamaño.

Había un comedor de 4 plazas, con un pequeño frutero como centro de mesa, solo tenía 3 plátanos y algunas manzanas, perfectamente acomodadas. Junto al comedor y a manera de sala estaba un sofá de dos piezas y frente a el una mesa pequeña con snacks a medio acabar y una pantalla de televisión. La pantalla era gigante y abajo en el piso había varias consolas de videojuegos, discos y controles tirados, esa era la única parte desordenada del departamento, el resto estaba bastante bien acomodado.

La decoración era muy sobria, como se esperaría de cualquier hombre en sus treintas y casi para entrar al cuarto había un mueble con decoraciones que era obvio que Pin no había comprado, sobre el mueble, perfectamente acomodado, se asomaba un florero con flores artificiales y junto a él varias fotos de Pin con sus amigos de instituto, con Kazehaya y su padre, con Toru, su esposa y sus hijos. Había unas más con su familia y una en particular con su ahora ex novia. Ayane la tomó para observarla con calma.

-Me cambiaré rápido, ¿quieres un suéter?, esta haciendo bastante frío- escuchó a Pin gritar desde su cuarto.

-No gracias, estoy bien- respondió Ayane, mientras seguía observando la foto.

La ex novia de Pin tenía el cabello lacio por debajo de los hombros, era de un color castaño muy similar al de Ayane, ocupaba un fleco parecido al de Sawako pero se lo peinaba de lado, tenía rasgos finos y un maquillaje bastante acertado, era "kawai" pero no destacaba en lo particular por ser una belleza exhuberante y eso hizo que Ayane se sintiera un poco decepcionada, pensaba que sí Pin la había rechazado, debía ser por alguien con la cual ella no pudiera competir, pero si ponía el aspecto físico en una balanza, era obvio que Ayane era mucho más atractiva.

-El amor es ciego- pensó

Aún así sintió un poco de envidia, esa mujer había logrado que Pin cambiara, se veía a 100 kilómetros de distancia; el departamento limpio, los lentes, el peinado. Todo en Pin era un poco diferente aunque sustancialmente seguía siendo lo mismo, el mismo Pin que ella había conocido casi más de 9 años atrás.

Sonrió y devolvió la foto a su lugar.

Pin salió de su cuarto con las llaves del auto en una mano, vestido con unos jeans y una sudadera. Ayane regresó sobre sus pasos y se colocó nuevamente sus zapatos para salir del lugar.

-Tu departamento está realmente limpio- comentó

-Bueno, era de esperarse, no podía vivir como un soltero empedernido por siempre, ¿no crees?

Ayane rió ante el comentario. El auto de Pin era un auto de gama media en color rojo. Pin le abrió la puerta a Ayane y esta le agradeció el gesto de caballerosidad. Durante el trayecto escucharon música y ya no comentaron nada más de sus vidas.

Ayane le fue dando poco a poco las indicaciones, gira a la derecha aquí, sigue de frente, en dos semáforos a la izquierda y unos minutos más tarde ya estaban frente al complejo departamental de Ayane. Se trataba de un complejo mucho más sencillo que el de Pin, sin estacionamiento disponible, ideal para estudiantes y recién graduados.

-Es aquí- comentó Ayane, Pin detuvo el auto y Ayane comenzó a quitarse el cinturón de seguridad. -Gracias por traerme- dijo antes de salir del carro

-No hay problema

-Ehh Pin- dijo Ayane asomándose a la ventanilla -Me dio gusto verte- Pin titubeó, había tenido una idea pasando por su cabeza durante todo el trayecto y era ahora o nunca

-Oye Ayane- dijo llamándola por su primer nombre- Espera un momento- y comenzó a buscar algo en la guantera del auto; entre mar de papeles y basura, rescató un pequeño trozo de cartón, con perfecta serigrafía por ambos lados- Ten- extendió su tarjeta a Ayane - Es la tarjeta de mi trabajo, ahí viene mi número de celular, si necesitas algo no dudes en contactarme. Ayane la aceptó con gusto.

-De acuerdo, gracias

-Por cierto, también me dio mucho gusto verte- se despidió Pin antes de arrancar su auto para regresar a casa. Ayane lo despidió con la mano durante unos minutos hasta que el auto giro, después subió 3 pisos, saco su llave y entró a su departamento.

-Qué noche tan más extraña- pensó, se llevó la mano al pecho y escucho como sus latidos volvían a acelerarse.

Esa noche Ayane no soñó con Dai como había estado ocurriendo durante toda la semana, soñó con sus valiosos recuerdos de la preparatoria y se despertó sobresaltada cuando su primer amor verdadero Arai Kazuichi apareció en sus sueños.

Por su parte Pin tardó un poco más en dormirse, decidido comenzó a buscar y guardar todas las pertenencias de su exnovia que seguían en su departamento, guardó peluches, ropa, adornos, cuadros, platos, unas cuantas tazas y finalmente con un suspiro, la foto que Ayane había estado observando momentos antes. Selló la caja con cinta y la dejó en la entrada dispuesta a ser entregada. Se fue a dormir agotado y durmió plácidamente toda la noche, por alguna razón y aunque no le gustan los dulces, ese día Pin soñó con chocolates. (2)


(1) Está es una referencia directa al manga, casi al final Ayane le comenta a Pin que nunca cambie su peinado pues con el cabello abajo realmente se ve que Pin es muy guapo, al decirle esto Ayane busca que Pin se quede soltero hasta que ella se haya hecho adulta y regrese por él ( o algo así se da a entender)

(2) En el manga Yano le pide a Pin que si pasa su examen de ingreso a la universidad le regale un borrador, es una petición aleatoria, pero Pin la cumple el día que Ayane se le confiesa y le dice que logró ingresar a la Universidad de Tokio.

(3) Referencia al manga, está en el capítulo 119 que es la confesión de Ayane a Pin, como Ayane se confiesa en el día de San Valentín le regala chocolates a Pin y él, aunque la rechaza, se los come a pesar de que no le gustan los dulces.


Notas de autor: Segundo capítulo, ha resultado muy entretenido escribir sobre esta pareja, tuve que ordenar un poco mis ideas pasa saber como plantearía correctamente su relación, lo primero y más importante: Pin debe dejar de ver a Ayane como una niña, lo cual no va a ser dificil dado que Ayane es atractiva. Como sea, creo que estoy escribiendo este fic más para mi misma. :D Ya finalicé de ver el anime en Netflix y leí los scans del especial que se centran en Kurimi, pero aún no ha salido nada sobre Pin y Ayane, así que me consolaré escribiendo al respecto.