Bien, he aquí mi primera historia, espero que os guste, tengo algunos
capítulos escritos si este gusta los iré publicando, por favor decidme que
opináis de el para que pueda rectificar mis errores.
Capítulo 1:¿Viejos amigos?
Era una tarde lluviosa, en realidad, torrencial. Los habitantes de Hogsmeade, la pequeña aldea de magos, corrían por las callejuelas hacia sus casas o al primer lugar agradable que encontrasen. Las tabernas estaban llenas a rebosar, pero, como siempre, la llamada "Las tres escobas" se llevaba la palma, en cada mesa habrían unos diez magos y brujas, que reían y disfrutaban junto a sus amigos y sus cervezas de mantequilla.
En esta atmósfera tan agradable destacaba alguien, un hombre, sentado al final de la habitación de espaldas a los demás, llevaba una capa negra que conjuntaba con su pelo, largo y tan negro como esta. No parecía hacer nada, simplemente bebía de su jarra de hidromiel y miraba cada pocos segundos la puerta de entrada.
Finalmente pareció reaccionar, se giro y al ver a quien entraba por la puerta le hizo un gesto de saludo -aunque su cara continuaba siendo tan inexpresiva como siempre-. La persona que aquel hombre había saludado era una mujerona alta y gruesa, costaría decir si gorda o fuerte, llevaba una gran túnica de tela de saco marrón, que se quito rápidamente para mostrar otra más fina y de un amarillo canario, llevaba un gran sombrero de punta y en su hombro, lo que parecía un tejon blanco y negro que movía la cabeza nerviosamente para quitarse las gotas de agua. La mujer también vio al hombre y emitió una enorme sonrisa que marco mas sus enormes mofletes. Tenia unos grandes ojos color miel y una nariz con forma de patata.
-¡¡¡Salaaaaaaaazaaaar!!!- Grito mientras balanceaba su gran cuerpo de un lado al otro. Y con mucho esfuerzo avanzo entre la muchedumbre para llegar hasta el.-¡Ay!, ¡Perdón!, ¡lo siento!,¡Cuidado!- Decía al resto de clientes de la taberna mientras los pisaba, empujaba, o simplemente arrastraba. –¡¡¡¡Agghhhhh!!!!!!¡¡Dios lo siento!!- Gimió al colisionar su inmenso trasero contra un joven camarero cargado de platos que, obviamente había caído al suelo rompiendo absolutamente todas las piezas de la vajilla. -¡¡Ahora lo arreglo!!- Y de un bolsillo se saco una gran varita de madera clara y pronuncio;-¡¡¡¡Reparo!!!!- En pocos segundos la vajilla se recompuso y el joven regreso a las cocinas.
-Dios Salazar, ¡¡¡este lugar es claustrofóbico!!!!- Murmuro la mujer con un suspiro mientras se sentaba con dificultad en la mesa, enfrente del hombre de negro que parecía algo avergonzado de que aquellos magos y brujas descubriesen que tenia relación con aquella arma de destrucción.- ¡Buenoooooo!¡Ya estoy aquí!, ¿¿que tal Saly??- Pregunto la mujer coqueta mientras doblaba su túnica de saco.
-Por favor, Helga, ¿¿te importaría no llamarme así??- Susurro el hombre, que parecía todavía más pálido de lo que era.
-No seas crío, Saly!!-Rió la mujer- ¡Ehh! ¡¡Camarero!!¡Una jarra de hidromiel y algo que comer!- Dijo con un horrible berrido al pobre camarero de los platos. -Parece que Rowena y Godric se retrasan.-Interrumpió al cabo de unos segundos el incomodo silencio entre ella y Salazar-¡Ah! Gracias.-Y Helga agarro la jarra y un gran plato de sopa que le habían traído.
-Si......es propio de Godric, aunque me extraña de...- Decía el hombre cuando....
-¡¡¡Rowiiii!!!¡¡Rowina!!¡Aquí, cariño!- Empezó a gritar Helga meneando su jarra y su cucharón sopero violentamente al ver que ella entraba por la puerta. Era una mujer delgada, aun con su enorme capa azul zafiro, que debía pesar algo mas que ella. Cuando se quito la capucha mostró un elaborado moño en su cabellera cobriza. Y, al ver a Helga salpicando enérgicamente todo a su alrededor mientras la saludaba, puso una cara de repugnancia. Aunque en realidad no tenia que esforzarse mucho para ponerla, pues ya la tenia siempre. Tenia una enorme nariz ganchuda y unos ojillos pequeños de un azul turquesa. En cierta manera su cara recordaba a la de una águila. Llevaba una densa capa de maquillaje para disimular sus arrugas y vestía de un modo estridente, una espectacular túnica zafiro y bronce con unas joyas increíblemente brillantes.
-Hola!- Grito débilmente con su voz aguda. Y avanzo ( Sin ningún problema) hacia ellos.
-Rowena no debes ir así vestida!!-Soltó Helga mientras salpicaba gotas de sopa- Esos cazabrujas.....-Paro para beber un poco.-...buscan a gente así de llamativa!!, sabes perfectamente que ninguna muggle iria así vestida!!!
-¡Precisamente por eso!- Comento mientras se arreglaba el moño- ¿No te das cuenta que soy demasiado especial, para ir como una vulgar muggle?- Y echo una mirada de orgullo a la túnica de saco de Helga.
-Pero te puedes meter en un lío!- Finalizo la mujerona cuando acababa de repasar su plato con un mendrugo de pan. Rowena no contesto, simplemente se quedo idiotizada al ver a su amiga engullendo como un troll de las montañas.
-Helga tiene razón, esos asquerosos de los muggles no dejan en paz a cualquiera que parezca un poco raro-Dijo con repulsión Salazar que hasta entonces había parecido ajeno a la conversación-
-Pues a mi ya me han intentado quemar seis veces en la hoguera- Contesto feliz Rowena mientras se repasaba atentamente el cabello.- ¡Que pesados! ¡Hohohohoho!- Y soltó una risita tan repelente que casi todos los magos del lugar se giraron para mirarla. Aquello pareció bastar para que callase y cambiase bruscamente de tema:
-¿Donde demonios se mete Godric?- Exclamo con un gritito agudo que pareció clavarse profundamente en el cerebro de Salazar que estaba sentado a su lado y hizo que diera un ligero bote en su asiento.-Siempre llega el ultimo...sinceramente creo que ese hombre podría perderse en su propia casa!!- Helga emitió una sonora carcajada que hizo que escupiera una buena cantidad de hidromiel sobre la capa de Salazar.
-¡Maldita seas!-Grito levantándose de golpe-Helga, tus modales siguen siendo los mismos que hace 20 años!!!- Y se quito la húmeda capa negra mostrando su vieja túnica de color verde menta y un enorme medallón de plata en forma de serpiente que le colgaba del cuello en una gruesa cadena.
-Lo siento.....de veras....-Dijo ella con cara asustada pues conocía a su amigo y sabia que pocas cosas se tomaba a broma.-Si quieres te la seco con un conjuro que.......
-¡No importa....-grito sin mirarle a la cara y volviéndose a sentar- ya se secara sola......
-Godriiiiic!!!!!!!!!-Nuevamente, Helga interrumpió al ver como el ultimo citado aquella tarde entraba por la puerta.
Godric era un hombre alto, fuerte , de cabellos enmarañados y castaños, llevaba una cota de malla con un león rojo y dorado en el pecho, una túnica rojo oscuro y una espada envainada. Quizás lo más extraño de aquel hombre era su cara, parecía mucho mas joven de lo que era en realidad, totalmente barbilampiño y con una expresión que estaba entre la estupidez y el apabullamiento. Reviso con cara de tonto la habitación y, al ver a sus amigos, avanzo sin mirar al frente, completamente despistado.
¡¡PUUUUM!!¡¡CRASHHHH!!
Toda la taberna se giro para ver la fuente de aquel estruendo y vieron como Godric, al avanzar sin precaución, había tropezado con el pobre muchacho de los platos y que ambos habían caído al suelo dando unas espectaculares piruetas por el aire y como más tarde la vajilla aterrizaba sobre ellos.- Uy! Jejeje!, que mala pata!!-Dijo Godric en el suelo con el pelo lleno de puré de calabaza mientras el camarero se levantaba sollozando, y abatido se marchaba corriendo sin ni siquiera limpiar minimamente el lugar.
-De veras creo que has escogido un mal lugar donde citarnos, Saly.....-Dijo Helga mientras se levantaba para socorrer a Godric que intentaba levantarse para luego volver a caer al suelo .
-¡¡¡Este puré resbala!!!-Le grito el hombre al ver que Helga lo pisaba para cogerle.-¡¡¡¡Cuida........-
¡POOOOOOOMMMMM!
Demasiado tarde, Helga había resbalado, ahora tanto ella como Godric intentaban ponerse en pie, completamente llenos de puré y riendo a carcajadas.-Jajaja...Cuidado Godric, cariño, pon tu pie ahí.......si..no espera que me agarro.......Jajajaja-.
En la mesa, Salazar parecía haber llegado al limite. Su cara, habitualmente palidísima, estaba completamente roja y parecía temblar de ira ante el espectáculo que montaban sus compañeros, los cuales parecían dos cerdos revolcándose en el fango.
-Veinte años....veinte....-Murmuro sin apenas abrir la boca.- ¡¡¡¡¡En veinte malditos años no han madurado ni una pizca!!!!!- Grito finalmente, y, levantándose encolerizadamente bajo la mirada preocupada de Rowena, que lo había vigilado con miedo, miro por la ventana y viendo que la tormenta había terminado se dirigió a la puerta. - ¡¡Salyyyy!!- Grito Helga en el suelo que estaba siendo socorrida por dos magos de aspecto fuerte.- ¡¡¡Espera!!!-
- ¡¡Si por favor!!- Dijo con una quebrada voz Godric, que se ayudaba de la espada para levantarse. Pero Salazar no hizo caso, se abrió paso entre los curiosos que miraban y salió de la taberna seguido por una alterada Rowena.......
····································································· Que os ha parecido?, no dudéis en decírmelo seguro que hay algún error............Bien hasta el siguiente capítulo (espero)
Capítulo 1:¿Viejos amigos?
Era una tarde lluviosa, en realidad, torrencial. Los habitantes de Hogsmeade, la pequeña aldea de magos, corrían por las callejuelas hacia sus casas o al primer lugar agradable que encontrasen. Las tabernas estaban llenas a rebosar, pero, como siempre, la llamada "Las tres escobas" se llevaba la palma, en cada mesa habrían unos diez magos y brujas, que reían y disfrutaban junto a sus amigos y sus cervezas de mantequilla.
En esta atmósfera tan agradable destacaba alguien, un hombre, sentado al final de la habitación de espaldas a los demás, llevaba una capa negra que conjuntaba con su pelo, largo y tan negro como esta. No parecía hacer nada, simplemente bebía de su jarra de hidromiel y miraba cada pocos segundos la puerta de entrada.
Finalmente pareció reaccionar, se giro y al ver a quien entraba por la puerta le hizo un gesto de saludo -aunque su cara continuaba siendo tan inexpresiva como siempre-. La persona que aquel hombre había saludado era una mujerona alta y gruesa, costaría decir si gorda o fuerte, llevaba una gran túnica de tela de saco marrón, que se quito rápidamente para mostrar otra más fina y de un amarillo canario, llevaba un gran sombrero de punta y en su hombro, lo que parecía un tejon blanco y negro que movía la cabeza nerviosamente para quitarse las gotas de agua. La mujer también vio al hombre y emitió una enorme sonrisa que marco mas sus enormes mofletes. Tenia unos grandes ojos color miel y una nariz con forma de patata.
-¡¡¡Salaaaaaaaazaaaar!!!- Grito mientras balanceaba su gran cuerpo de un lado al otro. Y con mucho esfuerzo avanzo entre la muchedumbre para llegar hasta el.-¡Ay!, ¡Perdón!, ¡lo siento!,¡Cuidado!- Decía al resto de clientes de la taberna mientras los pisaba, empujaba, o simplemente arrastraba. –¡¡¡¡Agghhhhh!!!!!!¡¡Dios lo siento!!- Gimió al colisionar su inmenso trasero contra un joven camarero cargado de platos que, obviamente había caído al suelo rompiendo absolutamente todas las piezas de la vajilla. -¡¡Ahora lo arreglo!!- Y de un bolsillo se saco una gran varita de madera clara y pronuncio;-¡¡¡¡Reparo!!!!- En pocos segundos la vajilla se recompuso y el joven regreso a las cocinas.
-Dios Salazar, ¡¡¡este lugar es claustrofóbico!!!!- Murmuro la mujer con un suspiro mientras se sentaba con dificultad en la mesa, enfrente del hombre de negro que parecía algo avergonzado de que aquellos magos y brujas descubriesen que tenia relación con aquella arma de destrucción.- ¡Buenoooooo!¡Ya estoy aquí!, ¿¿que tal Saly??- Pregunto la mujer coqueta mientras doblaba su túnica de saco.
-Por favor, Helga, ¿¿te importaría no llamarme así??- Susurro el hombre, que parecía todavía más pálido de lo que era.
-No seas crío, Saly!!-Rió la mujer- ¡Ehh! ¡¡Camarero!!¡Una jarra de hidromiel y algo que comer!- Dijo con un horrible berrido al pobre camarero de los platos. -Parece que Rowena y Godric se retrasan.-Interrumpió al cabo de unos segundos el incomodo silencio entre ella y Salazar-¡Ah! Gracias.-Y Helga agarro la jarra y un gran plato de sopa que le habían traído.
-Si......es propio de Godric, aunque me extraña de...- Decía el hombre cuando....
-¡¡¡Rowiiii!!!¡¡Rowina!!¡Aquí, cariño!- Empezó a gritar Helga meneando su jarra y su cucharón sopero violentamente al ver que ella entraba por la puerta. Era una mujer delgada, aun con su enorme capa azul zafiro, que debía pesar algo mas que ella. Cuando se quito la capucha mostró un elaborado moño en su cabellera cobriza. Y, al ver a Helga salpicando enérgicamente todo a su alrededor mientras la saludaba, puso una cara de repugnancia. Aunque en realidad no tenia que esforzarse mucho para ponerla, pues ya la tenia siempre. Tenia una enorme nariz ganchuda y unos ojillos pequeños de un azul turquesa. En cierta manera su cara recordaba a la de una águila. Llevaba una densa capa de maquillaje para disimular sus arrugas y vestía de un modo estridente, una espectacular túnica zafiro y bronce con unas joyas increíblemente brillantes.
-Hola!- Grito débilmente con su voz aguda. Y avanzo ( Sin ningún problema) hacia ellos.
-Rowena no debes ir así vestida!!-Soltó Helga mientras salpicaba gotas de sopa- Esos cazabrujas.....-Paro para beber un poco.-...buscan a gente así de llamativa!!, sabes perfectamente que ninguna muggle iria así vestida!!!
-¡Precisamente por eso!- Comento mientras se arreglaba el moño- ¿No te das cuenta que soy demasiado especial, para ir como una vulgar muggle?- Y echo una mirada de orgullo a la túnica de saco de Helga.
-Pero te puedes meter en un lío!- Finalizo la mujerona cuando acababa de repasar su plato con un mendrugo de pan. Rowena no contesto, simplemente se quedo idiotizada al ver a su amiga engullendo como un troll de las montañas.
-Helga tiene razón, esos asquerosos de los muggles no dejan en paz a cualquiera que parezca un poco raro-Dijo con repulsión Salazar que hasta entonces había parecido ajeno a la conversación-
-Pues a mi ya me han intentado quemar seis veces en la hoguera- Contesto feliz Rowena mientras se repasaba atentamente el cabello.- ¡Que pesados! ¡Hohohohoho!- Y soltó una risita tan repelente que casi todos los magos del lugar se giraron para mirarla. Aquello pareció bastar para que callase y cambiase bruscamente de tema:
-¿Donde demonios se mete Godric?- Exclamo con un gritito agudo que pareció clavarse profundamente en el cerebro de Salazar que estaba sentado a su lado y hizo que diera un ligero bote en su asiento.-Siempre llega el ultimo...sinceramente creo que ese hombre podría perderse en su propia casa!!- Helga emitió una sonora carcajada que hizo que escupiera una buena cantidad de hidromiel sobre la capa de Salazar.
-¡Maldita seas!-Grito levantándose de golpe-Helga, tus modales siguen siendo los mismos que hace 20 años!!!- Y se quito la húmeda capa negra mostrando su vieja túnica de color verde menta y un enorme medallón de plata en forma de serpiente que le colgaba del cuello en una gruesa cadena.
-Lo siento.....de veras....-Dijo ella con cara asustada pues conocía a su amigo y sabia que pocas cosas se tomaba a broma.-Si quieres te la seco con un conjuro que.......
-¡No importa....-grito sin mirarle a la cara y volviéndose a sentar- ya se secara sola......
-Godriiiiic!!!!!!!!!-Nuevamente, Helga interrumpió al ver como el ultimo citado aquella tarde entraba por la puerta.
Godric era un hombre alto, fuerte , de cabellos enmarañados y castaños, llevaba una cota de malla con un león rojo y dorado en el pecho, una túnica rojo oscuro y una espada envainada. Quizás lo más extraño de aquel hombre era su cara, parecía mucho mas joven de lo que era en realidad, totalmente barbilampiño y con una expresión que estaba entre la estupidez y el apabullamiento. Reviso con cara de tonto la habitación y, al ver a sus amigos, avanzo sin mirar al frente, completamente despistado.
¡¡PUUUUM!!¡¡CRASHHHH!!
Toda la taberna se giro para ver la fuente de aquel estruendo y vieron como Godric, al avanzar sin precaución, había tropezado con el pobre muchacho de los platos y que ambos habían caído al suelo dando unas espectaculares piruetas por el aire y como más tarde la vajilla aterrizaba sobre ellos.- Uy! Jejeje!, que mala pata!!-Dijo Godric en el suelo con el pelo lleno de puré de calabaza mientras el camarero se levantaba sollozando, y abatido se marchaba corriendo sin ni siquiera limpiar minimamente el lugar.
-De veras creo que has escogido un mal lugar donde citarnos, Saly.....-Dijo Helga mientras se levantaba para socorrer a Godric que intentaba levantarse para luego volver a caer al suelo .
-¡¡¡Este puré resbala!!!-Le grito el hombre al ver que Helga lo pisaba para cogerle.-¡¡¡¡Cuida........-
¡POOOOOOOMMMMM!
Demasiado tarde, Helga había resbalado, ahora tanto ella como Godric intentaban ponerse en pie, completamente llenos de puré y riendo a carcajadas.-Jajaja...Cuidado Godric, cariño, pon tu pie ahí.......si..no espera que me agarro.......Jajajaja-.
En la mesa, Salazar parecía haber llegado al limite. Su cara, habitualmente palidísima, estaba completamente roja y parecía temblar de ira ante el espectáculo que montaban sus compañeros, los cuales parecían dos cerdos revolcándose en el fango.
-Veinte años....veinte....-Murmuro sin apenas abrir la boca.- ¡¡¡¡¡En veinte malditos años no han madurado ni una pizca!!!!!- Grito finalmente, y, levantándose encolerizadamente bajo la mirada preocupada de Rowena, que lo había vigilado con miedo, miro por la ventana y viendo que la tormenta había terminado se dirigió a la puerta. - ¡¡Salyyyy!!- Grito Helga en el suelo que estaba siendo socorrida por dos magos de aspecto fuerte.- ¡¡¡Espera!!!-
- ¡¡Si por favor!!- Dijo con una quebrada voz Godric, que se ayudaba de la espada para levantarse. Pero Salazar no hizo caso, se abrió paso entre los curiosos que miraban y salió de la taberna seguido por una alterada Rowena.......
····································································· Que os ha parecido?, no dudéis en decírmelo seguro que hay algún error............Bien hasta el siguiente capítulo (espero)
