Capt. 2. Algo se avecina

2 Meses después.

Patricia Halliwell estaba sentada al lado de la mesa de la cocina. Sus pequeñas hijas estaban correteando por el salón de la casa jugando con su amigo Andy. El pobre chico se sentía un poco mareado porque las niñas no dejaban de paralizarlo y moverlo sin que él se diera cuenta.

En ese momento entró el alma de la casa, la abuela Penélope Halliwell, Penny para la gente. Nada más llegar les dijo a las niñas que dejaran de molestar a Andy o se quedarían sin el postre de la noche, tan buenos eran los postres que preparaba la abuela que las pequeñas acataron sus ordenes sin rechistar y salieron a la calle a jugar sin utilizar sus poderes. Andy salió corriendo detrás de ellas porque hasta él se dio cuenta de que ago malo se avecinaba.

Penny encontró a su única hija en la cocina. Esa imagen le recordaba a una anterior. Patty sentada sobre su silla favorita con una foto de sus hijas en una mano y la mirada perdida en el sol que caía. La luz de dicho atardecer hacia la escena aun más triste. Sin embrago esta vez había algo distinto, Patty no solo tenía una foto de sus hijas sino que en la otra mano tenía un amuleto, era la triqueta, el símbolo de su linaje, de sus tres hijas, de las embrujadas. Eso sorprendió a Penny ya que, aunque había visto muchas veces a su hija triste, nunca la había visto así. En efecto la escena era la misma, pero como Penny se imaginaba no era solo eso, había algo más, algo que ella nunca hubiera podido adivinar.

-"¿Hija estas bien? Te noto tensa y triste y esto no me esta dando buena espina, espero que no sea lo que yo me estoy imaginando"

Patty se sobresaltó, ¿qué sabia su madre? Quizás solo una parte del "problema" porque, aunque a ella no le gustara llamarlo así, eso es lo que era.

-"No sé que decirte madre, siempre has sabido mis problemas antes de que yo misma me diera cuenta, ¿estarás perdiendo facultades?"

Tras esto una dulce pero muy triste sonrisa se dibujo en la cara de Patty. A su madre no le gustó nada ese tono burlesco de su hija que pretendía restarle importancia al asunto y ella, más que nadie, sabía lo que eso significaba, el problema era mucho mayor de lo que ella se había imaginado en un principio. Fue tan dura la expresión que le mostró Penny a su hija que a esta se le borro la sonrisa y le empezaron a salir lágrimas de los ojos. Siempre había odiado llorar delante de la gente, y mucho más delante de su madre, prefería hacerlo sola ya que así no se sentía tan débil delante d ellos y no tenía que reprocharse la fuerza y la entereza que no había heredado de su madre ante esas situaciones.

Pero aún así su sufrimiento era mayor a cualquier mota de orgullo que le pudiera quedar. Aun sabiendo que su madre no era tan cariñosa como ella se levantó y se abrazó a ella. Necesitaba sentir a la persona que siempre había estado ahí y sabía que esta lo entendería.

-"Madre lo siento, no era mi intención, intenté luchar contra ello pero nunca he podido dejar atrás mis sentimientos, pueden mas que la razón. Sé que soy culpable y digna de castigo y entenderé con todo motivo tu enfado pro ayúdame, no quiero volver a pasar por lo mismo, no quiero que ella sufra, no quiero que pase lo mismo que con Paige, no podré soportarlo."

Vista esta escena desde fuera cualquiera diría que se trataba de una niña pequeña suplicando el perdón de su madre tras haber hecho algo malo y ambas los sentían así. Penny vio a su hija más indefensa que nunca y sabia que algo mas le ocultaba. Patty estaba desesperada, se sentía como una niña chica indefensa y le pedía ayuda a su madre. Ella sabía que no debía haber hecho eso ero le quería y era algo contra o que ella no pudo luchar.

Madre e hija estuvieron un gran rato abrazadas intentando averiguar que era lo que pensaba la una y la otra. Penny no entendía la situación, ya había pasado otra vez esto cuando Patty se quedo embarazada de su luz blanca pero se repetía a sí misma que no, que no era solo eso. Se sentía angustiada y tenía miedo, hacia mucho tiempo que Penny no sabía lo que era el miedo, era una bruja muy poderosa capaz de hacerle frente a gran cantidad de males sin perder la paciencia pero esta vez no sabia que era lo que la perturbaba, sentía algo, algo malo. Poco a poco se dio cuenta que de donde procedía ese miedo, sentía su miedo pero este aumentaba al sentir el de su hija.

Mientras tanto Patty luchaba por calmarse y poder explicar a su madre la situación ya que suponía que se había dado cuenta de algo más. No sabía por donde empezar, no que ocurriría después. Tenia miedo que su madre le dijera de abortar, no lo había hecho nunca pero ahora, ahora era distinto y quizás tuviese razón y fuera lo mejor para todos. Sin embargo había algo que se lo impedía. Esa niña había sido fruto del amor y no sería justo arrebatarle la vida, pero, ¿cuál era la vida más importante?, ¿La de una niña que aun no había nacido? ¿O la de las personas que podrían salvar sí esa niña no nacía y sacaba todo su mal?