Y por supuesto, para evitarnos problemas. Declaramos que los personajes no son nuestros, pertenecen a la genial Stephenie Meyer, y la historia a la maravillosa autora cupcakeriot, AlePattz tiene su permiso para la traducción al español, pero debido a su situación de salud, un grupo de personas estamos colaborando para aligerar la carga que esto le pueda causar ;)
[Traducido por EriCastelo en apoyo a AlePattz]
Si llegaste por casualidad a esta historia y a esta cuenta, puedes encontrar el enlace para leer los capítulos anteriores, traducidos por AlePattz, en el perfil de esta cuenta. También lo puedes encontrar entre los favoritos de esta cuenta.
LOVE 2.0
By: cupcakeriot
[Capítulo 34]
El año pasado, por estas fechas, Bella no habría podido imaginarse que estaría jugando Dawn of Warcraft solamente un par de veces a la semana en lugar de todas las noches. Esto no quiere decir que esté menos entusiasmada con el juego, porque no cree que su amor por él vaya a morir nunca, ni nada parecido. La verdad es que, entre las clases y el trabajo en Midnight Sun, su tiempo fuera de las horas de trabajo está ocupado por el estudio, los proyectos adicionales y compartiendo con Masen o las chicas. En el tiempo que le queda, normalmente durante los fines de semana, se asegura de cumplir con su programa de Twitch -aunque, para ello, está pensando en reducir las transmisiones a una o dos veces al mes, ya que no está tan presionada por el dinero. Más allá de eso, su tiempo para jugar es muy limitado.
Por supuesto, aprovecha al máximo el tiempo que tiene. Su puesto en el ranking de duelos no ha bajado; sigue al día con todas las nuevas misiones y lanzamientos de actualizaciones; incluso está subiendo en el ranking de equipamiento, ya que hace varias tareas estudiando la interfaz actual del constructor de armas y comparándola con los planes que se están haciendo para DOW2. Swansong no ha perdido su estatus como una de las mejores jugadoras del servidor de NorCal. Bella no dejará que eso ocurra.
En cierto modo, el hecho de no formar parte de un gremio ha facilitado la gestión de su tiempo y la obtención de la mayor productividad posible en el juego. Sin reuniones de gremio ni misiones secundarias obligatorias para recoger materiales para el almacén del gremio, Bella tiene más tiempo para dedicarse a lo que quiere, aunque solamente se conecte tres o cuatro veces por semana a su cuenta principal.
E incluso con el tiempo limitado, su amor por el juego no ha disminuido. No cree que lo haga nunca. Espera que no.
Pero un día, a principios de marzo, Bella entra en su cuenta de DOW y ve un mensaje privado que le han dejado, de Relentless, entre otras personas. Se toma un momento para mirar el mensaje, sin poder creerlo, y luego lo abre, con precaución por el contenido. El mensaje en sí no es nada de lo que podría haber esperado, ni en esta vida ni en la siguiente.
《Relentless: Swansong. Te dejo este mensaje porque es lo mínimo que te mereces. He cometido errores de los que me arrepiento profundamente - especialmente de la forma en cómo te traté. Fuiste una excelente compañera de juego, la mejor que he tenido, y me dejé cegar por el estatus. Más tarde, los celos me hicieron hacer cosas peores, como participar en ese concurso de vídeos o crear circunstancias para presionarte en el gremio. Vergonzosamente, incluso exploté laboralmente a una pasante en un esfuerzo por vengarme de ti. En todo momento, seguiste demostrando lo valiosa, ingeniosa y hábil que eres. No pude alcanzarte por más que lo intenté, ni en el juego ni en la vida real.
Bella Swan, te he tratado horriblemente. Te he cosificado, como jugadora y como mujer, y he cosificado a otros a mi alrededor. Mi prima me recordó hace poco que un hombre que sirve a su propio ego no vale de nada. Lamento que me haya costado tanto tiempo estar tan ciego para darme cuenta. Todas mis acciones han sido erróneas e infructuosas. Soy consciente de que nada de lo que diga podrá compensar el daño que te he causado a ti y a los demás, pero aun así me gustaría pedirte disculpas, sinceramente.
Voy a dejar el juego - temporal o permanentemente, no lo sé. Lo que sí sé es que necesito pensar seriamente en el tipo de persona que quiero ser. Al conocerte a ti y a Masen Cullen, al ver crecer a mi prima, al lidiar con las repercusiones de mis acciones, he visto cuánto trabajo necesito hacer para ser una persona que realmente pueda competir en el mundo. Quiero ser mejor. Por ahora, mi primer paso para ser mejor es presentarte la disculpa que te mereces.
Lo siento por todo. Adiós.
Bella se vuelve a sentar en su silla, y un soplo de aire abandona sus pulmones. Eso no era lo que esperaba leer, en absoluto. Relentless, James, realmente está dejando el juego. Deja el juego para crecer, de todas las cosas, y por lo que parece, quiere convertirse en una mejor persona. Es... difícil de creer y de reconciliar con la persona que solía conocer, con la persona que conoció cara a cara hace solamente un par de meses.
Y, sin embargo, ahí está el mensaje. Y cuando hace clic en su usuario, aparece un indicador:
Relentless [desactivado].
Se ha ido de verdad. Bella sacude la cabeza, reflexionando de nuevo sobre el mensaje. Su cara debe de estar transmitiendo sus enrevesados sentimientos al respecto -sobre la disculpa, sobre la razón por la que se le ocurriría enviarle un mensaje en concreto-, porque cuando Alice entra en la sala común, da un paso en falso y salta al lado de Bella.
—¿Está todo bien? — pregunta Alice, con unos ojos grandes y redondos que brillan con una preocupación instantánea y sincera.
Bella respira lentamente. —...Creo que sí—, dice, ofreciendo una ligera sonrisa a Alice. —Relentless dejó el juego—, explica con más claridad. —Se disculpó conmigo. Te mencionó, creo. ¿Ves?
Alice se inclina por encima de su hombro, ojeando rápidamente el mensaje, sus labios se inclinan hacia abajo. —Bueno, ciertamente yo era esa pasante—, concuerda. —¿Crees que realmente quiso decir todo eso?
Bella se encoge de hombros. —Es difícil de decir. Tal vez. Espero que sí.
Alice se apresura a dar la razón. —Todos deberíamos esforzarnos por ser mejores seres humanos—, dice. Le da un picotazo en la mejilla a Bella y se va corriendo, aparentemente sin preocuparse por el mensaje o por el hecho de que James no le haya entregado personalmente una disculpa.
Pero, de nuevo, Alice siempre se esfuerza por ser una mejor persona. Bella está de acuerdo con ella. Todos deberían esforzarse por ser mejores humanos.
Con eso en mente, pone los dedos en el teclado y teclea su propio mensaje. Puede que Relentless haya desactivado su cuenta, pero cuando vuelva -si es que vuelve alguna vez- tendrá algo esperándole. Bella no es de las que guardan rencores y está dispuesta a aceptar sus disculpas al pie de la letra, así que solamente quiere decir una cosa.
》Swansong: Gracias. Y buena suerte.
…
Bella Swan ʘthelittlecygnet
La gente puede ser tan sorprendente. #EsfuérzateParaSerMejorHumano
L Clearwater ʘClearlyFilmingThis
Ayo (1), mira esto, otro posteo vago.
Seth ʘchangethisquil
Tú no puedes decir ayo, no eres lo suficientemente cool
L Clearwater ʘClearlyFilmingThis
Que alguien me recuerde golpear el escuálido trasero de Seth cuando vaya a casa de vacaciones
Seth ʘchangethisquil
¡Oye!
…
—¿Qué, se ha ido así sin más? ¿Así de fácil? — exige Jane con incredulidad varios días después. Deja su latte en la pequeña mesa que hay entre ellas y se burla. —Vaya, qué hombre. Escribe una carta triste y luego se va a la mierda. Qué valiente.
—Jane—, reprende Bella. —Creo que fue sincero.
Parecía sincero. La mejor de las suertes para él, es todo lo que Bella puede decir, incluso si piensa que la crítica de Jane es un poco apropiada. Jane tiene razón. Normalmente lo tiene.
—Su sinceridad puede besar mi trasero—, declara Jane en voz alta. —El maldito James Denali es un…
—Lo siento, pero ¿acabas de decir James? ¿James Denali? —, interrumpe una voz vagamente familiar, de forma bastante brusca.
Tanto Jane como Bella se giran para mirar a la curvilínea mujer pelirroja que se ha detenido junto a su mesa en la puerta de la pequeña cafetería de la esquina, a pocas manzanas de la oficina de los Volturi. Es Victoria, Queen V, y las mira con auténtica perplejidad. Y luego, después de ver sus rostros, su expresión se aclara y se convierte en una de comprensión. Victoria, todavía tan glamurosa y guapa como el día de aquella infausta e increíblemente incómoda cena del gremio Illuminating Lotus, endereza su postura sutilmente, suavizando un pellizco su entrecejo.
—Probablemente no sea bienvenida, pero... ¿podría sentarme contigo un momento? —, pregunta, dirigiendo su atención principalmente a Bella.
Bella asiente, sin dudar del todo, pero casi. Al otro lado de la mesa, Jane aprieta los labios, pero se guarda su opinión mientras Victoria arrastra una silla y se sienta con mucha elegancia, cruzando las piernas a la altura de las rodillas y colocando su bolso de diseño a su lado.
Victoria se aclara la garganta con delicadeza. —Así que... supongo que has oído hablar de James.
—Se retiró del juego—, responde Bella.
—Y dejó un estúpido mensaje—, añade Jane, no del todo en voz baja.
—Una especie de disculpa—, aclara Bella ante la mirada confusa de Victoria.
Ante eso, una expresión burlona cruza su rostro. —Sí—, dice brevemente. —Yo también recibí uno de esos de esa... esa comadreja.
Bella parpadea ante el veneno en el tono de Victoria.
—Rompimos—, explica Victoria con brío, empujando uno de sus vibrantes rizos detrás de la oreja. —O, en realidad, yo rompí con él. Era un asqueroso superficial, sinceramente, y me alegro de verle la espalda. Nuestra relación era... bueno, tóxica, en una palabra. Debo agradecerte que me hayas ayudado a darme cuenta—, le dice Victoria a Bella sin rodeos. —Si no hubiera visto la forma en que te miraba, me habría dejado embaucar como una idiota. Pero yo valgo más que ser la segunda opción de alguien.
—Oh—, dice Bella en voz baja. Toma un sorbo nervioso de su café moca y gira la taza de cerámica sobre la mesa. —No estoy segura de qué decir sobre eso—, admite después de un momento.
Victoria levanta la nariz, tan regia como una reina. —No tienes nada que decir al respecto—, declara. —No es que fuera tu culpa que él tuviera los ojos desviados. Tienes una pareja con la que estás claramente comprometida y James era demasiado un niño blanco rico y mimado como para tener una idea de ello. Y como dije, tú indirectamente me ayudaste a darme cuenta de cómo era él antes de que me metiera demasiado. Así que, gracias por eso.
—De nada—, dice Bella, siempre tan educada. No es así como ella pensaba que iba a ser esta conversación. No es que pensara que un día se encontraría con Victoria en la calle y que esta se invitaría a sí misma a un café de repente para agradecerle que fuera la catalizadora de la interminable letanía de banderas rojas de James. Pero, de todos modos, nunca se había encontrado en esta situación. Le envía a Jane una mirada un poco abierta, pidiendo silenciosamente ayuda sobre cómo navegar por estas extrañas aguas sociales.
Jane, que probablemente nunca ha conocido un momento en el que no pudiera romper con franqueza, se apresura a responder. —Bien por ti, chica—, le dice a Victoria. —Que se joda. Sabes lo que vales.
Victoria sonríe deslumbrante. —¿Cierto?
—Pero eso no significa que estés perdonada por ese vídeo tan horrible—, dice Jane con severidad.
Al oír eso, el semblante de Victoria decae, solamente un poco. Dirige una cara de disculpa a Bella. —Sobre eso... siento lo del concurso de vídeos—, dice, claramente seria. —No hay excusa para ello. Estaba celosa de que James se preocupara tanto por lo que Swansong estaba haciendo y Cherry Lane - Lauren - estaba en mi cabeza pulsando. Fue una mierda.
Las cejas de Bella se levantan. El concurso de vídeos, sinceramente, ya no es algo en lo que ella piense. Había dolido en el momento y había sido humillante a su manera, pero Bella y Masen y sus amigos le dieron la vuelta a su favor. Bella consiguió sus tigres gracias a ello y, según Jane, había empezado a darse a conocer dentro de los Volturi gracias a ello. ¿Cómo puede enfadarse por algo que se convirtió en una ventaja?
—Está bien—, dice ella, un poco incómoda. —Lo he superado. Pero gracias por disculparte. Te lo agradezco.
Victoria se ablanda y sonríe ligeramente. —Eres demasiado buena, Swansong.
—Bella—, corrige ella.
—Bella, entonces—, dice Victoria con un movimiento de cabeza. Echa una mirada a Jane y a sus cafés, y luego busca su bolso, poniéndose de pie con un suspiro. —Bueno, supongo que debo irme. Siento haberme entrometido así, pero... bueno, la oportunidad estaba ahí y estas cosas son mejores en persona, ¿no?
—¿Podrías acompañarnos? — Bella se ofrece.
Pero Victoria niega con la cabeza de buen grado. —No, está bien. Tengo una cita, de todos modos—. Hace una pausa después de cargarse el bolso, mirando a Bella con cierto desconcierto. —Sabes, en mi mensaje dijo que se iba al extranjero para mejorar. James, quiero decir. Dijo que había perdido contra un digno oponente y, ¿qué más? Que quería convertirse en un hombre digno. No sé si es cierto o si sucederá, pero si lo hace, entonces bien por él, ¿no?
Bella sonríe. —Sí, bien por él—, asiente, y Victoria vuelve a sonreír, y luego se aleja trotando por la acera, con la cabeza alta.
Jane sigue a Victoria con la mirada, los ojos encendidos de interés. —¿Sabes?,— dice después de unos momentos, todavía siguiendo el progreso de Victoria por la acera. —Creo que ella era demasiado buena para él.
Bella no puede evitar estar de acuerdo. La gente puede ser muy sorprendente y mostrar mucho crecimiento.
Más tarde, cuando Bella y Masen están en la autopista de vuelta a Palo Alto, cogidos de la mano sobre la consola, Bella relata su improvisado encuentro con Victoria y sus noticias sobre James. Ella dice: —El digno oponente debes ser tú, creo.
Masen se limita a tararear y dice: —Bien.
Bella intenta no reírse de su expresión de suficiencia. Es una batalla perdida.
…
Role Model Esme
Bella necesito tu ayuda
Future Sis in Law
¿Qué pasa?
¿Estás en problemas?
Role Model Esme
Oh, estoy en un gran problema.
Como tu concuñada, es tu deber sacarme de esto.
Future Sis in Law
Ahora estoy perdida.
Role Model Esme
¡Estoy hablando de la planificación de la boda!
OMG
¡Es una pesadilla!
Pensé que trabajar con diseñadores de
interiores era difícil
Pero esto es el siguiente nivel
Future Sis in Law
Oh, cielos.
Role Model Esme.
Kebi no ayuda.
Está fuera del país y también se ríe de mí
No tengo a nadie más a quien recurrir.
Pedirle consejo a mi madre es imposible.
Future Sis in Law
Bueno
Tampoco sé si soy la mejor opción
Te quiero y te aprecio, pero no sé nada sobre bodas
Role Model Esme
Maldita sea, ¿en serio?
Future Sis in Law
¡Pero!
¡Pero tengo amigas que pueden ayudar!
Role Model Esme
Eres mi salvación
Future Sis in Law
¿Organizaré un almuerzo o algo así?
Role Model Esme
Mi casa está abierta para cuando sea
Solamente hazme saber cuándo.
Future Sis in Law
Entendido.
…
Justo antes de los exámenes parciales del trimestre de primavera, Bella se las arregla para organizar una reunión que se ajuste a los horarios de todos. Para mayor comodidad, Esme se ofrece como anfitriona en su apartamento y encarga suficiente comida griega para alimentar a un pequeño ejército el sábado que Bella, Alice y Rose aparecen en su puerta. Esme las recibe con no poco alivio, haciéndolas pasar al interior mientras se presentan apresuradamente y atrae a Bella en un abrazo de agradecimiento.
Alice, al enterarse de que podría ayudar a planear una boda, se había tomado el tiempo de reunir lo que ella llama —materiales necesarios—, que para el ojo perspicaz de Bella era una aterradora colección de revistas de bodas, muestras de telas y Dios sabe qué más ha metido en la pesada bolsa de lona azul que las tres arrastran hasta el salón de Esme.
No ha cambiado mucho desde la última vez que Bella estuvo aquí. Se detiene junto al acuario para sonreír a los peces y luego escucha las explicaciones de Alice. Llega justo a tiempo para ver la expresión de agobio en la cara de Esme cuando Alice descarga la bolsa en el suelo frente a la mesa de centro.
—Alice es una planificadora—, ofrece Rose secamente.
Esme se ríe. —Ya lo creo.
Alice les sonríe alegremente. —No hay nada malo en estar preparada. Y me encantan las bodas. Son tan bonitas.
Bella tararea de acuerdo. La única boda a la que había asistido era la de su padre y Sue, pero había sido un pequeño acontecimiento junto a la playa durante el verano y había terminado en una barbacoa. Fue hermosa, por supuesto, y se alegró por su familia ese día, pero tampoco había participado en la planificación más allá de elegir su propio vestido de dama de honor. Sue se había encargado de todo unas dos semanas antes de la fecha de la boda.
Esme, piensa, probablemente tiene más de veinte personas que invitar, y probablemente por eso está tan abrumada. Bella puede simpatizar con ella.
—Entonces, ¿para cuándo piensas que será? ¿Tienes una fecha? — pregunta Alice, hojeando una carpeta con la etiqueta Ideas para la boda.
—El 22 de mayo—, responde Esme con prontitud.
Alice deja caer la carpeta. —¿Tan pronto? —, chilla, mirando su colección de materiales de planificación.
Bella levanta las cejas. —Eso es un poco pronto.
—Tres meses—, confirma Rose. Mira a Esme de forma especulativa. —¿Hay alguna razón...?
Esme se ríe. —No, no—, dice, agitando las manos en señal de negación. —No estoy embarazada. Solamente quiero casarme cuanto antes. Carlisle es el indicado. ¿Por qué deberíamos esperar?
—Me parece justo—, concede Rose. Dirige una mirada fría a Alice, que se muerde el labio. —¿Estás bien, Ali?
—Pensé que habría más tiempo para planificar las cosas—, admite lentamente. Su optimismo normal no tarda en reaparecer. —¡Pero tres meses es mucho tiempo! ¿Tienes algún lugar reservado? ¿Sabes a cuántas personas vas a invitar?
Esme se sobresalta ante la pregunta. —Bueno—, se pregunta. —Carlisle tenía algunos lugares en mente. Ninguno de nosotros es religioso, así que no necesitamos reservar una iglesia. Tenemos que invitar a mucha gente. Entre los dos, hay al menos setenta y cinco.
—Si alguien puede ayudarte a organizar esto, es Alice—, dice Bella con confianza.
Alice sonríe y Esme se relaja un poco más... y entonces Alice pasa a darle la razón a Bella. La comida griega que Esme pidió para el almuerzo es devorada en el transcurso de la planificación, al igual que la pizza que se pide para la cena. Bella, con cierta preocupación, pregunta si deberían tomarse un descanso, pero Alice está en racha y Esme realmente quiere quitarse de encima el grueso de la planificación. En su mayor parte, Rose y Bella se reparten la tarea de tomar notas, buscar empresas y enviar consultas por correo electrónico sobre diversos servicios. No es hasta casi las nueve de la noche cuando Alice y Esme empiezan a flaquear y, para entonces, el salón es un caos de envases de comida para llevar y de parafernalia de planificación de la boda.
—Me voy a casar en el ayuntamiento—, declara Rose, dejándose caer en el sofá. Se frota la frente. —Esto es demasiada planificación. Nosotros podemos celebrarlo con una cena en un buen restaurante y ya está.
—¿Te vas a casar pronto con alguien? — Bella se burla. —¿A quién involucra ese nosotros?
Rose le lanza una servilleta. —Oh, cállate.
—Bueno, mi boda va a ser a lo grande—, dice Alice con grandilocuencia. —Me gustaría que fuera en la iglesia de mi pueblo, en primavera, con tulipanes y lazos blancos, y con una gran banda de música al estilo antiguo tocando en la recepción.
—Eso suena bien—, dice Esme, recogiendo con pereza el desorden de la planificación de la boda. Luego, traviesa, Esme hace una pausa y mira a Bella. —¿Y qué hay de ti, hmm?
—Oh—, empieza Bella, un poco nerviosa. De alguna manera, la pregunta la pilla desprevenida. Se toma un momento para pensar en ello, para pensar en una boda, y se da cuenta al instante de que no querría una boda en absoluto a menos que se casara con Masen, porque es la única persona con la que podría imaginarse. Pero, sinceramente, nunca ha pensado en una posible boda porque nunca ha habido ningún motivo para ello hasta Masen. Así que todo lo que puede decir es un bastante aburrido: —No lo sé.
Alice se acerca a acariciar su rodilla. —No pasa nada. No necesitas saberlo ahora. Tómate tu tiempo.
—Y—, añade Rose con ironía. —Aprende de tu futura cuñada. Las bodas pequeñas son las mejores.
Esme resopla, sacudiendo la cabeza. —Oh, por favor. Pensábamos que setenta y cinco era poco. Al principio, Carlisle había insistido en que solamente él tenía que invitar a más de cien personas: todo el clan Cullen y todos los que ha conocido, por lo que parece. Lo convencí para que dejara de invitar a los primos segundos y terceros.
—Como dije—, Rose suspira. —Las bodas pequeñas son las mejores.
Viendo todo el esfuerzo que supuso solamente la fase inicial de planificación y la toma de decisiones, Bella piensa que Rose probablemente tenga razón.
Bella retuerce la pulsera alrededor de sus muñecas y considera el futuro.
Una boda pequeña estaría bien.
…
Dawn of Warcraft -Servidor de NorCal - Foro General
»Santa Madre de Mothra, ¿se han enterado de lo de Relentless?
Anónimo
¡Así que como no sé si alguno de ustedes ha estado respirando esta semana o si usted ha estado viviendo bajo una roca, pero en caso de que usted no haya oído hablar de él! ¡Relentless! ¡Se ha ido!
Sí, ese Relentless. Relentless, alias uno de los mejores jugadores del servidor. Relentless, también conocido como el exesposo de Swansong y, aparentemente, también de Queen V. ESE Relentless se ha ido a la mierda y ya no está con nosotros. No quiero ser morboso, pero ¿qué jugador se va de verdad a menos que se esté muriendo realmente?
No puedo creer esto. He visto el ascenso y la caída del servidor de NorCal y Relentless era uno de nuestros mejores jugadores por una razón. ¡Esto es un gran golpe!
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NoddIfYouHearMe
No estoy de acuerdo. El tipo era un imbécil y me alegro de que se haya ido. Escuché que estuvo involucrado en ese fiasco con Illuminating Lotus. Literalmente, uno de los mejores gremios del servidor está a punto de disolverse debido a sus payasadas - les costó Swansong. Yo digo que se vaya de una vez.
KaliTechnic
Quiero decir, su reputación era una mierda, ¿no? ¿Realmente lo vamos a extrañar? Además, últimamente estaba bajando en el ranking.
IAmTodd
No me da pena que se vaya. Aunque espero que no se esté muriendo.
ChaChaChuu
Son todos ustedes unos idiotas. Hemos perdido a un gran jugador y están todos aquí diciendo que era un… ¿imbécil?
EATme
Era un imbécil.
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…
Unos días después, Rose entra en la sala común con una expresión soñadora de mejillas rosadas. Es lo suficientemente tarde como para que Bella, Leah y Alice hayan renunciado a estudiar durante el día y se hayan extendido en sus pufs para ver un drama coreano en Netflix. Bella aparta la vista de la pantalla justo a tiempo para ver a Rose sonreír ante su teléfono, sin restricciones ni limitaciones en su felicidad.
Sonríe y se acerca para pulsar la barra espaciadora y poner en pausa el programa. —Oye, tú. ¿Tuviste una buena cita con Emmett?
Rose guarda su teléfono en el bolsillo y se encoge de hombros para quitarse una chaqueta que es definitivamente dos tallas más grande y se parece claramente a algo que Emmett lleva cuando intenta parecer serio. —Ha estado bien—, dice con despreocupación. Se pone de puntillas alrededor de ellos para desplomarse en su propio puf y luego dice, con una expresión vagamente aturdida: —Su polla es muy grande.
—¡Suficiente! — dice Leah en voz alta. —¡Ya está bien! Puedes parar ahí mismo.
—Qué... bueno—, consigue Bella. Arruga la nariz. —Aunque no necesitaba saber eso de mi compañero de trabajo.
—¿Cómo de grande? — pregunta Alice descaradamente, inclinándose sobre las rodillas de Bella.
Rose se ilumina. —Me alegro de que preguntes—, dice, sacando su teléfono. —Me las arreglé para fotografiar la huella de su polla cuando llevaba pantalón deportivo el otro día. ¿Ves? — Rose inclina su teléfono hacia Alice, que hace los ruidos de arrullo apropiados.
Bella y Leah intercambian una mueca, aunque por razones totalmente diferentes. Cuando Rose le ofrece su teléfono a Bella, esta se limita a sacudir la cabeza y a recordar que Emmett cree que los chistes de pedos son absolutamente divertidos.
Bella se aclara la garganta. —¿Querría él que nos enseñaras esto?
Rose levanta las cejas. —¿Estás diciendo que debería avergonzarse? Tiene más empaque que cualquier otro hombre con el que haya estado—, se jacta. —Absolutamente nada de qué avergonzarse.
—Solamente quería decir que eso es algo... privado—. pregunta Bella.
Rose resopla. —¿No estamos en privado?
—¡Estás siendo obtusa a propósito! — dice Bella, poniéndose nerviosa.
—Te está provocando—, anuncia Leah. —Simplemente ignórala.
—Solamente por eso—, dice Rose. —Voy a enviarles esta foto.
Leah palidece. —Oh, Dios. No. Por favor, no lo hagas. No quiero tener que quemar mi teléfono.
Alice se ríe entre sus manos y Rose, al parecer, desiste de su amenaza, aunque Bella no descarta que siga adelante si Leah la molesta. Bella suspira, sus hombros se relajan mientras una sonrisa de satisfacción cruza su rostro.
Así es como debería ser, piensa. Aunque todo cambie, esto debería seguir igual.
Alice capta su expresión de sutil satisfacción y se gira, apoyando la cabeza en los muslos de Bella para poder sonreírle. Alice le toca la mejilla, probablemente justo donde hay un grupo de pecas. —¿Por qué estás tan sonriente?
Bella se encoge de hombros. —¿Alguna vez pensaste que estaríamos aquí? Hace un año, quiero decir. ¿Así de cerca de nuestro último año, cada una de nosotras con relaciones estables, más o menos seguras económicamente?
Bella, por su parte, ciertamente nunca lo soñó. Ni siquiera era una fantasía. Se había conformado perfectamente con vivir el momento, con alcanzar tranquilamente sus objetivos, con abrocharse el cinturón y trabajar todo lo que hiciera falta. Pero todo lo que ha sucedido, todo lo que ha florecido, ha sido tan orgánico- y, sin embargo, parece, tan correcto. Es muy feliz. Nunca pensó que sería tan feliz.
—En realidad, no. Quiero decir, sobre todo lo de la relación...— Leah admite, mordisqueando una papita de ajo.
—O la seguridad financiera—, añade Alice, pensativa. —¿Crees que seguiremos siendo conocidas como las de la residencia de becadas?
—¿Con el pedazo de dinero que vale Bella? Nunca más—, dice Rose.
—¿Es raro que aún quiera mi beca? Es una especie de logro, ¿no? — se pregunta Leah, ladeando la cabeza para pensar.
El mismo pensamiento había pasado por la mente de Bella, por supuesto. —No lo sé—, dice ella. —Siento que sería moralmente incorrecto solicitarla ahora, teniendo en cuenta todas las cosas...
—Quiero decir, tal vez. ¿Pero no es una de tus becas un descuento en la matrícula? — señala Rose. —¿Cómo va a perjudicar eso a alguien que no sea esta universidad, que está ganando cantidades realmente asombrosas de dinero gracias a los costos actuales de la educación superior?
—Oh, aquí vamos—, murmura Leah, poniendo los ojos en blanco. Ella mastica un puñado de patatas fritas.
Rose lanza lo más cercano, que resulta ser el calcetín recién sacado de su pie, a la cara de Leah. Cae justo antes de golpearla. —Sí, aquí vamos—, dice con sorna. —¿No puedo estar cabreada porque, hace 40 años, no costaba nada obtener un título y mantener una familia? Nuestra generación está tan jodida que ni siquiera tiene gracia. Estoy amargada por ello, y estoy aún más amargada por el hecho de que conseguir un trabajo en casi todas las industrias requiere, como mínimo, una licenciatura. ¿No puedo estar cabreada por eso?
Leah lo considera. —Me parece justo.
—¡Por no hablar de los requisitos del trabajo! — Rose continúa con pasión.
—Hoy he visto, literalmente, una solicitud en la que se pedían diez años de experiencia con un programa que salió a la venta hace solamente cinco años—, admite Bella. —Y es como, vamos. Es una gran estupidez, creo.
—Sin embargo, tenemos suerte, ¿no? —. Alice señala, siempre dispuesta a jugar con los mejores ángeles de su naturaleza. —Quiero decir, nos las arreglamos para conseguir prácticas este año y experiencia laboral. Leah incluso se estrenó como documentalista. Eso es enorme.
—Sí nos adelantamos a la cima este año—, coincide Bella.
—Si la cima no estuviera tan empinada—, suspira Rose, contrariada. —Pero, sí. Tuvimos suerte.
—El futuro es prometedor—, reflexiona Leah. Duda un momento antes de meterse otra patata frita en la boca.
Es esa vacilación, ese breve momento, lo que hace que Bella le pise los talones en cuanto se quedan solas en su dormitorio. Espera a que las dos hayan hecho sus rutinas nocturnas antes de incitar a su hermana. —Entonces, ¿qué era eso de ahí fuera? ¿Sobre el futuro? No parecías tan entusiasmada como el resto.
Leah hace una mueca. —No es nada—, dice.
—Lee Lee.
—Bell Bell.
—Obviamente es algo—, insiste Bella. —Estás... quiero decir...
Leah resopla y se sienta en su cama. —Realmente no es nada. Estoy siendo estúpida. Es solamente que... todos estos cambios, ¿sabes?
Bella cruza la habitación y se sienta junto a Leah, envolviéndola en un abrazo flojo. —Todo está cambiando—, está de acuerdo, asintiendo contra el hombro de Leah. —Pero son cambios buenos.
—Sé que lo son—, dice Leah, aún sonando contrariada. —Es que. Todo está cambiando tanto. Se siente rápido, incluso cuando puedo ver el cambio que viene.
Bella tararea, un tono que le ha robado a Masen porque siente que transmite la cantidad adecuada de reconocimiento. —Bueno—, dice largamente, apretando más a su hermana. —Aunque todo lo demás cambie, yo no lo haré. No cambiaremos, ¿vale? Siempre vamos a ser así.
—¿Incluso si insisto en filmarte hasta que estés vieja y canosa? — Leah insiste.
Bella se ríe. —Incluso entonces—, dice, y extiende su dedo meñique.
El dedo meñique de Leah se enrosca alrededor del suyo, quizá demasiado fuerte. —Incluso entonces—, promete.
Siempre, piensa Bella en privado. Incluso cuando todo lo demás cambia, algunas cosas nunca lo harán. Y esa es una buena manera de vivir la vida.
Es un pensamiento que la acompaña durante las siguientes semanas, durante los exámenes parciales, los proyectos de los Volturi y las pijamadas en casa de Masen los fines de semana. Una buena manera de vivir una vida es encontrar el equilibrio entre las cosas que cambian y las que permanecen igual. Algunas cosas, como el amor que siente por su familia y sus ambiciones, siempre van a estar ahí, pero también hay cambios que la han arrastrado, que la han conducido a un futuro mejor, más brillante y más pleno.
Piensa en sí misma hace un año, diciéndole a Relentless que no le enviaría una foto suya. Pero las cosas han cambiado, Bella ha cambiado. No solamente le envía a Masen algún que otra selfie matutina sin necesidad de que se lo pida, sino que también fue lo suficientemente valiente como para encontrarse con él, lo suficientemente valiente como para guiarse por su corazón en lugar de por su cabeza porque tiene el presentimiento de que él estaría allí para atraparla.
Y lo está, incluso ahora que se acurrucan juntos en su cama, con la cabeza de ella sobre el pecho de él y los dedos de él trazando patrones sin rumbo en la piel desnuda de sus hombros. Las sábanas les rodean por la cintura, los corazones siguen acelerados y el sudor se seca en la piel. Bella todavía está sonrojada y ligeramente avergonzada por la forma en que sonó cuando Masen se deslizó dentro de ella por primera vez, pero también está más contenta de lo que nunca creyó posible. La conexión emocional, la confianza integral que sintió al compartir total y completamente su cuerpo, ha sido más satisfactoria de lo que esperaba, tal vez más satisfactoria que el propio sexo.
Y es feliz. Desde luego, mucho más feliz que hace un año y, según cree, posiblemente una mejor amiga y una persona más fuerte por ello.
No dirá que ha cambiado tanto por culpa de Masen; eso sería injusto para ella misma, ya que el verdadero cambio y la evolución solamente pueden venir de dentro. Pero puede admitir que Masen fue un catalizador, un pilar de apoyo y una inspiración.
Lo ama mucho, mucho.
—¿Quieres venir a casa conmigo durante las vacaciones de primavera?
Los dedos de Masen se arremolinan sobre su omóplato. Él mueve la cabeza para mirarla, con sus ojos verdes y grises, firmes y cálidos. —Sí—, dice simplemente.
Los labios de Bella se abren en una sonrisa cariñosa. Se acuesta más cerca de él, enredando las piernas, y aprieta la oreja contra el centro de su pecho. El latido de su corazón es fuerte y seguro, un metrónomo tranquilo que la reconforta enormemente.
Es un sonido que escucharía con gusto el resto de su vida.
(Y eso es exactamente lo que hace).
El Fin
(1) Ayo es un término en jerga, significa "hey, you".
Capítulo final pero aún tendremos dos actualizaciones más de esta historia (incluyendo el epílogo).
