Repito que Harry Potter no me pertenece.

Segunda Parada

-¿Y ahora, dónde estamos?-preguntó esta vez Spica.

-¿No es evidente?-dijo Shiva, que había vuelto a su estado habitual-Esto son los inicios de la Escuela de Magia y Brujería...

-¿Hogwarts?-preguntó Hermione.

-Bingo.

-Pero entonces, aquí están...

-Gryffindor, Ravenclaw, Slithering y Hupplepuff.

-Vale. ¿Qué tienen entre manos?-preguntó Ron-¿Algún desintegrador atómico de los Muggles que amenaza con volar en pedazos el mundo?

Recibió un codazo de su esposa.

-Peor.-respondió Shiva.-Dada la escasa armonía existente con Salazar Slithering, es muy posible que la escuela no se funde. Hay que darle un buen motivo para que lo haga.

-¿Convencer a mi antepasado?-comentó Anna. -Vas listo. A él sólo le interesa...

-El poder, la gloria... lo sé. Precisamente.

Hermione volvió a hacer uso de su memoria.

-"Salazar Slithering dudó al principio, pero se decidió definitivamente cuando recibió la visita de una desconocida, que el profetizó que de su ala saldrían magos poderosos y gloriosos. Lo único que se sabe de ella, es que tenía los ojos ver..."

-Lo he captado. Voy a tener que hablar con nada más y nada menos que el peor enemigo de mi familia, ¿No es así?-respondió con ironía Spica.

-Exactamente.

-¿Y por qué no le aplicamos un Cruciatus y ya está?

-Bien, Ron. Porque no todo se resuelve a base de fuerza bruta y porque, para eso, haría falta que llegásemos todos hasta él, aparte de que sería una notable alteración de la línea temporal, que es exactamente lo que tratamos de evitar.

-De acuerdo.

-¿Y cómo llegamos hasta él? Seguro que está más protegido mágicamente que Hogwarts en nuestro tiempo.-intervino Seth

-Tengo para eso una pequeña estrategia. Si Slithering es tan ambicioso, seguro que no se resistirá al señuelo de...

El brillo rojo de una piedra extrañó a todos los demás.

-¿Esto no es una Piedra Filosofal?-preguntó al fin Harry, que podría haber jurado que era la misma que él ayudara a rescatar de manos de Voldemort.

-En apariencia y efecto, sí. Pero lo he creado en base a...-cuando vio las caras de sus interlocutores, desistió- Va, qué más da. Cuando lo sepa, vendrá corriendo hasta aquí.

"El trabajo de nosotros seis es propagar que existe. Spica se encargará de "profetizarle" las futuras grandezas de su Casa.

Salazar Slithering no se lo podía creer. ¡Una Piedra Filosofal! ¿Qué historia era aquella?

Al principio, creyó que le engañaban, que no podía ser. Pero no dejaría de indagar para tratar de saber la verdad. Cuando uno de sus asistentes de confianza le confirmó que existía tal tesoro, fue personalmente a recogerlo.

Se llevó una gran sorpresa al descubrir que la piedra la sostenía una mujer de extraños ojos verdes.

-Salazar Slithering.

-¿Con quién hablo? –preguntó éste.

-No importa cómo me llame o mis razones. Vengo a revelarte el futuro.

-¿El futuro...?-dudó. Hechó mano de su varita. Pero, sorprendido, descubrió que no la llevaba encima. Después trató de llamar a alguna de sus aliadas serpientes, pero ningún sonido salió de su boca.

-Tú estás dudando en crear una Escuela con otros tres magos, porque crees que no tendrás el peso que te mereces.

"Pero tu Casa formará a los más ambiciosos y mejor dotados. Lo mejor de lo mejor. Serás recordado a lo largo del tiempo.

"No te puedo dejar la Piedra, pero sí suficiente Elixir de la Vida como para que lo compruebes con tus propios ojos.

"Adiós, Salazar Slithering...

El gran mago se encontró de golpe, tendido en el suelo. Encontró, por fin, su varita. Y tropezó con algo. Un frasco lleno de...

"Para que lo compruebes con tus propios ojos"-retumbó la frase en su cabeza.

-De acuerdo, dijo para sí con su recuperada voz, fundemos la dichosa Escuela.

Un poco más lejos, los siete se reunían.

-Ha salido perfecto.-comentó Shiva.

Y dirigiendo su mirada a Ron, comentó

-Y no ha hecho falta utilizar la fuerza, ni matar a nadie.

"Punto temporal, fijado. Rastreando siguiente anomalía"

-¿Y eso?- Preguntó Anna.-Se diría que tienes una máquina de los Muggles en tu brazo.

-Bueno, en realidad, todo el traje se compone de pequeñas máquinas que ajustan a cada momento... Bueno, os aburriría. Simplemente, lo llamamos traje BioMec.

-Quizá.-intervino Spica-Pero, primero, quiero que me aclares algunas dudas sobre tu raza.

-Adelante.

-¿Cuánto vivís?

-Indefinidamente. Aunque no conozco a ninguno que haya superado el equivalente a 500 años de los vuestros. Cosas de querer meterse en tantas luchas, supongo.

-Esta es una pregunta que quizá mejor hacer a una Superviviente, pero... ¿Cómo es que tu madre tardó 5 años en darse cuenta de que estaba embarazada? Supongo que entiendes a qué me refiero.

-Las Supervivientes no menstrúan, si es eso a lo que te refieres. Y podría haberlo sabido con pedir a su BioMec que le hiciera un chequeo. El BioMec no es que tenga una inteligencia muy avanzada, sólo se preocupa del estado de salud de su poseedor. Y si requiere de algún cuidado especial, pues lo ejecuta. Pero lo hace en modo automático.

-Y una última pregunta. ¿Qué rayos contenían las barras que nos dieron tus padres?

-Sólo lo sé de oídas, pero creo que una sustancia que funciona como la mecha que activa la pasión.

-¿De oídas?-se sorprendió Harry..-¿Tú nunca lo has utilizado?

-No me han dejado.

Antes de que preguntaran la causa, se desplegó una especie de Panel.

"Extracto de conversación.

-Te digo que es para mí.-dijo una voz femenina.

-No, para mí.- respondió otra.

-Yo soy mejor que vosotras dos juntas."

-En fin, no hace falta oír nada más. En un curioso cambio de las cosas, resulta que ahora, como único Aniquilador libre, soy "el soltero más deseado"... y mientras ellas discuten quién es la que "me merece"...

Las risas de los demás llenaron el bosque de alegría.

"Anomalía localizada."

-¿Dónde?-preguntó Harry- ¿Cúando?

-¿Os molestan el Sol y la arena, camaradas? –preguntó Shiva activando el mecanismo.