Por si no estaba meridianamente claro, Harry Potter pertenece a J. K. Rowling y WB.

Némesis

Aparecieron en una estancia amplia, llena de extrañas luces,

-¿Y ahora, dónde estamos?-preguntó Ron

-¿Y en qué tiempo?-preguntó su esposa.

-En el infierno. Y en el momento en el que se pone más difícil. -dijo Shiva. Tenía una expresión extraña. Se llevó la mano izquierda sobre los mandos de la derecha y se oyó un zumbido.

Y añadió:

-Esta es mi última recomendación: ¡Luchad por vuestras vidas!

En otro universo, la Comandante Ishtar gritaba a un impasible Ro.

-¡¿Dónde dices que los has enviado?!

-A la Estancia.

-¿Y por qué...?-casi pareció un gemido-nadie ha vuelto de ella.

-Porque la Enemiga tiene planes sobre el mundo en el que tu hijo y la Reina Khali se reconciliaron.

-Enviaré a todas mis tropas.-dijo ella levantándose de un salto.

Con un gesto, Ro le indicó que se calmara.

-Es inútil. Las entradas ya han sido selladas. Y sólo una persona puede romper ese sello. Esa persona, es su nieto... si es como creo que es.

-¿Y en algún otro caso?

-No importará mucho. La destrucción de algunos cientos de miles de millones de universos, incluído éste, qué más dará. –cambió de expresión-Por supuesto que importa. Pero sólo él puede pararle los pies. Sólo él puede hacerlo.

-¿Por qué?

-Porque cuenta con ayuda. Una ayuda que la Enemiga desconoce.

-¿Cuál?

-Hubo otra casta una vez...

-¿Perdón?-Ishtar se preguntaba si Ro estaba desvariando.

-Aparte de las Reinas, las Protectoras, los Aniquiladores, los Guardianes... hubo una casta que siempre se mantuvo oculta.

-¿Cuál?

Ro levantó la mirada.

-Fénix.-fue la única respuesta.

-¿Qué es esto, Shiva?-preguntó Seth. Estaba intentando desembarazarse de una de las luces.

-La peor pesadilla de mi raza. –respondió mientras destruía otra de aquellas esferas.

-¿Unas lucecitas?-preguntó Harry divertido.

-No. Su Dueña y Señora. –calló un momento- Ella.

Los seis magos se volvieron a la vez. Lo que vieron les heló la sangre.

-Bienvenidos. Espero que disfruten la estancia... aunque vaya a ser corta.

Una especie de rostro de mujer apareció en una monstruosidad mecánica.

-Otro Aniquilador y seis Distorsionadores ... qué interesante. Voy a divertirne.

-Vete al infierno del que has salido. Arma a la máxima potencia.

Abrió fuego, pero un escudo que recubría la criatura repelió el ataque.

-No está mal. Muy tópico.

-¡Avada Kedavra!-esta vez, seis luces partieron de las seis varitas y dieron en el blanco.

-Es inútil...-dijo Shiva.-No está orgánicamente viva.

-Oh, qué inteligente. Lástima que cuando acabe con el mundo de estos seis no vayas ni a existir.

Un rayo partió de uno de los ramales de la maquinaria. Hirió a Shiva en el torso.

-Pero, antes, me divertiré un poco. Debe de ser muy deprimente...

-¿El... qué...?-preguntó Shiva con un hilo de voz.

-No haber encontrado siquiera pareja, antes de morir.

-En... eso...-jadeó-Estás muy equivocada. - Irguiéndose para recibir un ataque final, Shiva cerró los ojos.

Recordó a Eva. Era de su misma edad. Una Superviviente tímida y reservada. Se habían conocido hacía años, pero sólo se dieron cuenta de lo que sentían mucho tiempo después... Ella le había confesado que guardaba un secreto. Un secreto que quizá algún día le confesaría.

Una nueva descarga dejó inerme al Aniquilador.

Y en el universo de los Supervivientes un gritó atravesó toda la base principal.

-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!!

-¿Qué es ése escándalo? –preguntó Adan.

-Es Eva, Superviviente de grado bajo. -Le respondió Khali.- Estaba en su habitación, durmiendo.

-¿Una pesadilla?-preguntó Adán.

Saltaron las alarmas.

-¡Una concentración de Salto!-informó una capitana a la Comandante.

-¡Imposible!-gritó Ishtar

-No. Es lo que debía pasar.

Seth sintió una furia como hacía tiempo que no sentía.

-Apenas le conocía. Pero sé que era un guerrero que no mataba por diversión. Que buscaba la paz. Sé... que vengaré su muerte... ¡Cueste lo que cueste!-su varita brilló con una luz roja.

-¿Los magos se ponen gallitos? ¿Acaso no ha fallado vuestro mejor conjuro?

-Eso habrá que verlo.-respondió Harry por todos.

-Comandante, lo que le voy a contar podrá parecerle muy extraño, pero debe saberlo. -Empezó Ro sin inmutarse por la agitación que se desarrollaba a su alrededor. –Durante mucho tiempo, los Aniquiladores no estuvieron solos en su tarea de proteger nuestra Raza. Existía otra casta. La casta de las Fénix.

"Supervivientes cuya apariencia era completamente normal, pero que eran capaces de hacer cosas imposibles para las demás.

"La última noticia que tuve de una fue mediante Isis. Me decía que la última había muerto sin dejar heredera alguna. Y yo mismo dejé de sentir su característica presencia.

"Pero me engañaron. Como a un novato. Ahora deduzco que sólo habían disminuido su radio de acción, de forma que sólo alguien que se encontrara realmente cerca de ellas podría sentirlas.

"Y me he llevado una sorpresa... al comprobar que Shiva presenta un rastro ínfimo, un soplo...

de la existencia de una Fénix. Su compañera. Eva, si no me equivoco. Él no lo sabe. Pero

Los magos sabían que tenían muy poco que hacer contra una enemiga que estaba en todas partes y podía conocer sus movimientos de antemano. Pero morirían luchando.

-Por ti, hija mía.-dijo Spica mientras esquivaba un ataque y lanzaba su propia respuesta.

-Por el pasado.-dijo Harry.

-Por mis padres dentistas. –dijo Hermione.

-Por el futuro.-añadió Anna.

-Por la amistad.-repuso Ron.

-Por TODO.

El grito de Seth sonó como un trueno.

-Sois mejores adversarios de lo que esperaba, no está mal.

La voz se eclipsó. Los magos tomaron aliento.

-No. No es posible. –dijo la criatura.

Una nueva luz, esta vez en el centro de la Sala, desconcertó a todos.

Una figura corrió hacia el cuerpo sin vida de Shiva.

-No. No puedes... no puedes morir...-la voz de la desconocida quebró el silencio.

-¿Quién eres? ¿Otra Superviviente? Una muy común... un momento.

-NO soy común.

"Me llamo Eva. Soy una Fénix. Y has matado a mi compañero. Sólo mereces la MUERTEEEE.

-Así que Shiva sí que sabía algo de compañeras...-comentó Ron.

-¿Te parece éste un buen momento para...?-empezó su esposa.

-¿Fénix? ¿Ha dicho Fénix?-preguntó Anna. Adán me habló de ellas... pero... dijo que habían desaparecido.

-Así que, ¿Éste es el secreto que ocultabas, Eva? Menos mal que acerté--el sobresalto fue para todos.

"Chequeo de sistemas, confirmado. Operatividad restablecida. A pleno rendimiento."

-Para saber tanto de mí, Némesis... –empezó Shiva- deberías de saber que desciendo de los más poderosos y más tozudos Aniquiladores y Reinas. No acabarás conmigo con un par de golpes.

-Eso no cambiará tu destino.

-Oh, sí. Ya lo creo que lo cambiará.

-Espera un momento. ¿Dices que Shiva se ha dejado matar para atraer a Eva, Ro?

-Exacto.

-¿Y por qué?

-Observa atentamente.

"Seis Distorsionadores, un Aniquilador y una Fénix."

-No lo entiendo...-respondió Ishtar.

-Némesis se ha topado con... su propia Némesis.-y sonrió ante el chiste.

-Has olvidado algo muy importante, Némesis. -Era Shiva el que hablaba.-

-Yo nunca olvido nada.

-Quizá. Pero no recuerdas lo que no quieres. Como por ejemplo, que estos magos pueden destruir tu escudo, si invocan a sus antepasados, a sus aliados y a sus enemigos.

La inmensa maquinaria retrocedió, como temiendo por primera vez una trampa.

-Sólo una inmensa carambola podía permitirlo, ¿No es cierto, Némesis?

-No podrás. Yo vivo eternamente.

-Te equivocas. Sólo la Eternidad es Eterna.

"¡Ahora!Romped su Escudo. Recordad a vuestros amigos, vuestro maestros, vuestros padres, vuestro enemigos, a todos. Que la fuerza de todos ellos rompa el Escudo Maldito."

Los magos cerraron los ojos. Y fue algo extraordinario. Ahí estaban. Miles de magos. Millones de ellos. Incluído Tom Riddle.

"Hola, Harry. No esperaba verte tan pronto. Y no con tanta compañía."

-¿Cómo es posible?-dijo la voz de Némesis –Ningún mago es tan poderoso como para romper mi escudo.

-No. Desde luego. Pero, imagínate a todos los magos que querrán quitarte de en medio. Incluso muertos, se les puede invocar.

Una luz brotó de los seis magos. Destrozó el Escudo y dejó a la vista las partes más vulnerables de Némesis.

-Voy a mataros, a ti y a tu ridícula compañera... para siempre.

-No lo creo. Padre, madre, Isis, Ro, Fénix. Sed testigos de este momento. Acepto como única compañera a una Fénix. Digo no a nuestra rivalidad.

-¿Qué estupidez es ésa?

Shiva cogó de la mano a Eva.

-Esta estupidez. –se formó una bola de energía en su mano- Es nada más y nada menos que tu final.

Disparó la bola de energía justo contra lo que parecía el cerebro de la gran máquina.

Un rugido atronador se escuchó.

Lo siguiente que recordaron todos...

-¡Estamos de vuelta!- Gritó Harry, al darse cuenta.

-Año 2015. Ministerio de la Magia, Londres. Despacho del Auror Harry Potter. Un segundo después de que nosotros siete nos fueramos a la Edad Media. -Corroboró Shiva.

-¿Es verdad?-preguntó una tímida voz.

Eva estaba hablando.

-¿Soy tu compañera, ahora?

-Si no lo hubiera dicho con sinceridad, no podría haber liberado contra Némesis todas las fuerzas de nuestra raza... que se repartió entre Fénix y Aniquiladores.

Se dirigió a los magos.

-Es el momento de despedirse. Tomad esto.

Eran pequeños dispositivos con forma de cubo.

-Apretadlos y estaréis de inmediato en mi mundo.

-Supongo, Eva, que a ti o a tu madre Lilith no os importará que invitemos a unos cuantos magos a nuestro enlace oficial.

-No.-dijo ella sonriendo. Y desaparecieron de la vista.

-Bueno. Menuda aventura.-Resumió Seth.

-Tenía tantas ganas de preguntar...-empezaron tanto Hermione como Anna.

-Podeís hacerlo -intervino Spica- Sólo tenemos que ir a ese enlace oficial.

-¿Qué hacemos, apretamos este botón o no?-preguntó Harry

-Sería una descortesía no hacerlo... pero después del fin de semana. Que ya lo tengo todo organizado.-respondió Seth.

Un suspiro de resignación escapó de las gargantas de los demás. Siempre sería el mismo Seth.

-Por cierto. ¿Por qué nos ha dado siete botones?-preguntó de nuevo Harry.

-Supongo que invita también a vuestra hija. Dijo Anna.

-¿Y esto?- Dijo Ron horrorizado.-Al reparar en lo que tenía en la mano Hermione.

-¿Dos lazos?-dijo ella.

-Yo también tengo uno.-comentó Anna.

-Eso significa que...-tanto Harry como Ron se desmayaron.

-Caramba. Ni que tener un hijo o dos fuera más peligroso que ser un Auror.-comentó Seth.

Las mujeres le rieron la gracia, mientras Anna y Hermione despertaban a sus maridos.

FIN

Epílogo:

-Este día marca el fin de muchos siglos de enfrentamientos. Tanto dentro como fuera de nuestra raza. Sólo tengo que decir-concluyó Ro.-Que me alegra que todos aquellos que lo hicieron posible estén aquí.

La Presencia que había firmado la paz, Ishtar, Khali, Adán, Lilith, y, por supuesto, los siete magos (en realidad, diez, pero algunos aún no habían nacido), seguían el discurso del antiguo teniente desde la primera línea.

-Y sin más dilación... ¿Cómo lo dicen en esos mundos?-Ah, sí.-Yo os declaro oficialmente pareja. Que seaís felices, Shiva y Eva.

Y la sorisa de ambos auguró nuevas eras con nuevos desafíos, nuevos peligros... y nuevas esperanzas.

Notas: Terminada la historia, queda libre a toda crítica o pregunta. Gracias por haberla leído.