Disclaimer: Twilight pertenece a Stephenie Meyer, la historia es de DaniDarlingxx, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.

Disclaimer: Twilight is property of Stephenie Meyer, this story is from DaniDarlingxx, I'm just translating with the permission of the author.

Capítulo beteado por Yanina Barboza

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Ciento veintiuno

BPOV

Apenas una hora después de que Esme pregunta, los médicos llegan y dan la noticia de que, de hecho, la están dando de alta.

Ella está emocionada, y Edward entra en acción de inmediato, guardando sus cosas en las bolsas de plástico baratas que los hospitales te dan para tus pertenencias, asegurándose de que nada se quede atrás mientras Esme juega Candy Crush en su iPad y nos reímos de cómo él es como su padre.

Y es verdad. Ha sido un pilar tan fuerte a lo largo de todo este asunto, tranquilo y firme, pero sin miedo de intervenir cuando es necesario. Obligando a su padre a tomar un descanso, obligando a su madre a hablar cuando se siente mal. Tranquilizar a Rose cuando los niños la necesitan demasiado y ella no puede estar aquí. Ni una sola vez haciéndome sentir fuera de lugar o incómoda.

Es un buen hombre, y cuanto más tiempo paso con él, más penetra en mi grueso cráneo.

―¿Bella? ―pregunta detrás de mí.

―¿Sí?

―Tu etiqueta está sobresaliendo, ¿puedo solo…? ―Señala hacia la parte de atrás de mi camisa y yo asiento.

―Oh, sí. Está bien. Adelante.

Es un gesto bastante inocente. Estoy segura de que no tiene motivos ocultos cuando lo hace. El problema es que sus largos dedos porno rozan los finos vellos de mi nuca con demasiada intimidad, enviando un poderoso escalofrío por mi columna que siento mucho después de que su mano se retira. Me hace sonrojar, y cuando miro a Esme, sus ojos están fijos en nosotros.

Cuando volteo a ver a Edward, su sonrisa es petulante, pero sus ojos están calientes, ardiendo y devorándome, y siento que puedo aventurarme a adivinar lo que está pensando en este momento. Vio la piel de gallina; vio cómo mi cara se sonrojaba. Él sabe muy bien que estoy mojada entre mis piernas y necesito alivio de una manera que solo él puede dar.

Y es jodidamente difícil pensar en otra cosa el resto del día.

Pasan las horas, y todo lo que está pasando en mi mente es cómo él solía controlar mi cuerpo.

Ni siquiera me doy permiso para perderme en las fantasías y los recuerdos; solo sucede. Y para cuando Esme está lista para irse, estoy tan ida que ni siquiera me doy cuenta de lo que está pasando.

―¿Bella? ―La voz de Edward me devuelve a la realidad, haciéndome parpadear rápidamente mientras me uno al mundo de la conciencia.

―¿Sí? ―espeto.

―¿Te vienes?

Dios, ya quisiera.

―¿Ahora? ―pregunto en su lugar.

―Sutil, B ―se ríe Emmett, acariciando mi espalda.

―Oye… ―Rose se inclina, susurrando en mi oído―, tal vez deberías dejar de soñar despierta con la polla de mi hermano y responder a la pregunta.

Ella se aparta riéndose, y le disparo una mirada furiosa porque no es jodidamente sutil, y ha estado soltando todos estos pequeños comentarios durante aproximadamente una semana sobre cómo obviamente necesitamos volver a estar juntos.

―Sí, claro, voy.

―Sí, lo harás ―agrega Emmett sugestivamente, ganándose un puñetazo en el brazo por parte de Edward.

―Bien, será bueno tenerte en la casa de nuevo ―comenta Esme, dulce como el azúcar. Es su forma de separar a Tararí y Tarará* y al mismo tiempo hacernos saber que ella también quiere que volvamos a estar juntos.

¿Y para ser perfectamente honesta? Creo que me estoy calentando con la idea.


*Tararí y Tarará: son personajes del cuento A través del espejo y lo que Alicia encontró allí de Lewis Carroll.