ACLARACIÓN: Todos los personajes, así como la serie de Gravitation no me
pertenecen (¿por qué?, ¿por qué?, ¿POR QUÉ?), son propiedad de Maki
Murakami ^^, este fic es producto de mi mente enferma XD.
CAPÍTULO 4: REMEMBRANZA.
En el capítulo anterior:
-Tú me dijiste que querías que desapareciera a ese cantante, pero nunca especificaste el cómo ni el cuándo, así que me tomé la libertad de elegir por ti- sonrío -además.....- no pudo completar la frase, porque un grito proveniente del lugar en donde se encontraba Ryuichi llamó su atención.
Era Yuki, quien ante la escena que tenía frente a sus ojos cayó de rodillas llorando.
-SHUICHI NOOOOOOOOOOO!!!!!
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Thoma inmediatamente se apresuró al lugar donde se encontraba Yuki, tenía que alejarlo de allí antes de que hiciera una locura.
-Seguchi...- la voz del joven alto lo detuvo momentáneamente.
-Ahora no Shirou!, él me necesita!- respondió Thoma con la voz nerviosa y a la vez de enfado.
-Lo entiendo,...te espero luego, en el lugar de siempre, para que podamos hablar con más calma.
-No necesitas decírmelo- dijo Thoma y siguió con su camino.
-Si, podremos hablar mejor después- se dijo a si mismo y se retiro del lugar.
El presidente de NG se acercó lentamente al escritor que permanecía de rodillas, inmóvil.
-Eiri...- puso su mano en el hombro derecho del rubio, pero éste no hacía movimiento alguno, era como si hubiera entrado en una especie de shock, lo mismo que había pasado cuando él había asesinado a su maestro años atrás en New York.
-Creo que lo mejor será que lo lleves a su departamento- aconsejó Ryuichi que se encontraba al lado del rubio.
-Tienes razón...- asintió el rubio de ojos verdes.
-Ya pregunte a algunos bomberos y me dijeron que todas las personas rescataron fueron trasladadas al hospital- añadió Sakuma
-¿Alguna noticia de los muchachos?-
-Sólo me confirmaron que Sakano y K están en el hospital, pero de los demás no saben nada.....- el cantante se veía preocupado -pero no debemos perder las esperanzas, seguro que los confundieron entre tanta gente- fingió una pequeña sonrisa que desapareció rápidamente.
-Eso lo más probable.....-
Ante la sorpresa de ambos Yuki se puso de pie y volteó a ver a Thoma.
-Yo...Yo iré al hospital Thoma-
-Nada de eso!, ahora debes ir a descansar- lo tomó del brazo y lo condujo hasta su automóvil –Ryuichi irá al hospital y en cuanto llegué nos pondrá al tanto de todo-
-Pero...yo...¡SUELTAME!- Yuki se zafó del agarre de Thoma
-Por favor entiende Eiri, si vas al hospital sólo causarás problemas, estás bastante tenso, déjame a mi todo ahora-
-¡No entiendes Thoma!- gritó el rubio ya exasperado–Si Shuichi está en el hospital, yo quiero estar a su lado-
-Aunque vayas será imposible que te dejen verlo, dada la situación actual, lo más prudente es que te quedes en tu departamento hasta que tengamos noticias- contestó Seguchi.
Era difícil aceptar algo así, pero no había remedio, Thoma tenía razón, debería esperar, total ya faltaban pocas horas para que amaneciera, no tenía caso seguir protestando.
-Esta bien...-suspiró el escritor un poco más tranquilo –pero quiero pedirte un favor Thoma-
-Lo que tú quieras Eiri-
-No quiero ir a mi departamento,...podría...podría ir a tu casa y quedarme con Mika?- preguntó el joven de ojos dorados un tanto avergonzado.
Thoma sonrió a la petición expuesta por Yuki, claro que le dejaría quedarse en su casa el tiempo que el viera necesario.
-Eso no necesitas pedírmelo Eiri, sabes que esa también es tu casa- contestó satisfecho Thoma, abrió la puerta del coche, Yuki ingreso dentro –Ryu, te veo en un momento- se despidió Thoma de su amigo.
-No te preocupes, me iré adelantando- dijo el ex–vocalista de Nittle Grasper, mientras agitaba su mano despidiendo a ambas personas.
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El joven detuvo el coche frente a una lujosa mansión apartada de la ciudad, no existían casas a su alrededor, sólo aquella gran construcción que adornaba el lugar, el portón era enorme y daba paso a un jardín extenso, tan sólo el recorrido desde el portón a la casa en cuestión era de aproximadamente 7 minutos y ¡todavía en automóvil!.
Estuvo observando el paisaje conforme se acercaba a dicha mansión, no importaba cuántas veces pasara por ése jardín, siempre le llamaba la atención, realmente era un lugar hermoso, muy hermoso, deseaba compartirlo con alguien más, pero para su desgracia él estaba sólo.
La única persona a la cual había querido, falleció varios años atrás, lo asesinaron, pero así como el jardín permanecía bello aún con el paso del tiempo, su recuerdo seguía vivo en el corazón de la persona que más lo quiso.
Lágrimas quisieron escapar por sus hermosos ojos azul claro, más se contuvo y evitó que salieran.
Estacionó el automóvil dentro de la cochera y se dirigió al interior de la gran residencia.
-Señor...llegó muy pronto- preguntó un hombre alto moreno al joven que venía llegando, tal parecía que era el mayordomo.
-Si, mi conversación con Seguchi fue muy breve, pero ya tendremos tiempo para hablar después- se quitó la gabardina que llevaba y se la entregó –Por cierto, que se sabe de Kou y su hermano- dijo sentándose en uno de los sillones de la extensa sala.
-Acaban de llegar hace algunos instantes señor-
-¿Y dónde están?- abrió una botella de vino que se encontraba sobre una pequeña mesa delante suyo y vertió el líquido en una copa.
-Se encuentran en una de las habitaciones de arriba señor, parece que Ryo sufrió algunas heridas-
-Y...- acercó la copa a sus labios y bebió un sorbo de su contenido -... ¿me trajeron lo que les pedí?-
-¿Se refiere a aquél joven señor?-
-Si... ¿Dónde está?-
-Lo llevamos a su habitación como ordenó señor, Takeda-san se está encargando de él, me dijo que estaba muy grave-
-Confío en Takeda-san, no podría estar en mejores manos que en las suyas, además si algo llega a complicarse puedo traer a todo un hospital aquí, tengo suficiente dinero ¿no es así? y con mi dinero puedo comprar a tantas personas como se me plazca-
-Perdone la indiscreción señor, pero...¿para qué quiere a ese joven?- dijo tímidamente por lo bajo el moreno –además cuando despierte, lo más seguro es que lo denuncie por retenerlo contra su voluntad señor.
-De eso me encargaré yo, no tienes de qué preocuparte...- Dio un hondo suspiro –¿y la razón por que lo quiero?, pues digamos que hace tiempo que no me divierto y ya era tiempo de ganar algo por hacer los trabajos sucios de Thoma, podríamos decir que es mi paga- rió y se hundió más en el sillón.
-Ya veo señor, lo entiendo, me retiro- y salió de la habitación.
-Bien...- dejó la delicada copa de cristal sobre la mesa, entrelazó los dedos delante de su rostro- creo que es el momento de conocer al pequeño temor de Thoma-
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Yuki se adentró en la casa de su cuñado, pocas veces acudía a aquel lugar, no se sentía cómodo allí.
Pero debía hacer una excepción esta vez, no soportaría estar mucho tiempo en su departamento solo, sin Shuichi.
Shuichi, ¿cómo pudo dejarlo solo?, era su culpa que todo hubiese acabado así, si tan sólo, si tan sólo se hubiese quedado con él, como Shuichi le había pedido, pero no, su trabajo, su maldito trabajo no le permitió darse ese tipo de lujos.
Tal ves Shuichi presintió que algo así podría pasar, por esa razón insistió más que otras veces, recordó lo que le dijo esa vez, esa frase que no salía de su mente "Por favor Yuki, aunque sea sólo esta vez".
¿Esta vez?, ¿acaso el cantante le dio a entender que era la ultima?, se sentía miserable e impotente, no podía hacer nada, no ahora, había tenido la oportunidad pero no la aprovechó.
Una voz lo sacó de sus pensamientos, era su hermana.
-¿Eiri estas bien?- preguntó preocupada y con la miraba sobre el escritor.
-¿Y Thoma?- contestó con desgano.
Mika lo tomó de la mano –Salió hace diez minutos, se despidió de ti, pero parece que estabas distraído ya que no le contestaste-
-Necesito unos cigarrillos-
-Sabes que ese es un mal hábito tuyo, déjalo, aunque sea sólo esta vez-
"Aunque sea sólo esta vez", cuántas veces más tendría que oír esa frase, cada palabra era como una puñalada en su pecho, no podía alejar de su mente el ruego de Shuichi aquella mañana, si seguía de esta manera saldría corriendo de la casa de su hermana rumbo al hospital, ¿qué tenía que perder?, probablemente Thoma lo regañaría, pero no importaba, tenía que estar seguro de que su Shuichi estaba bien, sólo así se calmaría.
-¿A dónde crees que vas Eiri?-
-¿Que no se nota?, voy al hospital- dijo con su tono frío habitual.
-Nada de eso, le prometiste a Thoma que te quedarías aquí mientras él se encargaba de todo- se paró delante de la puerta para que Yuki no pudiera salir.
-Quítate Mika, ni siquiera tú podrás detenerme, ¿por qué rayos no entienden cómo me siento?- golpeó la pared al lado del rostro de su hermana –mejor pongo un ejemplo, si algo le pasara a Thoma ¿tu te quedarías de brazos cruzados?-
Mika se sobresaltó con la pregunta, esta vez Yuki dio en el clavo.
-E—Este...yo...-
-Ya no hay más que decir Mika, por favor- con ojos suplicantes, tomó a Mika por los hombros y la apartó lentamente de la puerta.
Yuki se dispuso a salir, pero su hermana lo detuvo.
-Espera Eiri...- con una sonrisa se acercó al joven de ojos dorados.
-Y ahora qué, ¿no entendiste todo lo que te dije?-
-¿No pensarás ir sin mi verdad?- Mika tomó su abrigo del perchero y abrió la puerta.
No podría hacerla desistir, Yuki se encogió de hombros y siguió a su hermana que se le adelantaba.
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Ryuichi impaciente esperaba que su ex-compañero de grupo y actual dueño de la productora NG terminara de entrevistarse con los médicos del lugar.
Llevaba horas en el mismo sitio, no podía evitar sentirse aburrido, lo único que había hecho en todo el tiempo que permaneció en ése lugar fue tomar su dichoso vaso de café, que no fue de mucha ayuda por cierto, lo puso igual o más nervioso que antes.
Le preocupaban sus amigos, le invadía la incertidumbre y la tardanza de Thoma incrementaba sus temores.
Para colmo no trajo a su Kumagoro, su fiel amigo rosa, el estrujarlo contra su pecho le hubiera tranquilizado, lo necesitaba, la pequeña almohada que apretaba no era lo mismo, era suave si, pero no se comparaba a Kumagoro, en cuanto Thoma le pusiera al tanto de la situación iría a buscarlo a su casa, y si Shuichi estaba en ese hospital se lo dejaría para que lo cuidara.
-¿Qué hora era?- observó el reloj que llevaba en su muñeca izquierda -7:30- y ni rastros de Thoma, ¿qué tanto hablaba con todos esos médicos, parecía que nadie se dignaría a informarle, si no lo hacía él mismo.
Con paso firme se levantó, dobló la manta que una enfermera amablemente le entregó y fue en busca de su colega.
-Sakuma-san- la voz que lo llamó se le hizo familiar.
-Konnichiwa Seguchi-san- giró para saludar al joven que la acompañaba –Eiri- san.
Pero Yuki le dejó con la palabra en la boca, ya estaba en el lugar de informaciones preguntando por su amante.
-¿Se sabe algo Sakuma-san?- cuestionó Mika, haciendo que Ryuichi dejara de mirar al escritor y de virara hacia ella.
-Todavía nada...-
-Ya veo-
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Shirou ingresó en su habitación, observó al hombre mayor que atendía al joven vocalista, lo saludo amablemente.
-Ohayo Takeda-san-
-Oh, Shirou-san, mírate cómo has crecido- dijo sonriéndole y acercándose a él para corresponder al saludo.
-Es cierto, hace un año que no lo veo- dijo tomando la mano del hombre mayor.
-Si, debo admitir que me sorprendió tu llamada-
-No confío en nadie tanto como usted para este tipo de trabajos, no debería sorprenderse- contestó alegremente.
-Sé que no me darás los detalles, y tampoco te los pediré- volteó a ver a Shuichi que estaba inconsciente sobre la cama cubierto con un gran sábana blanca–oí algo en los noticieros, ¿es esto obra tuya?-
-¿Y de quién más?- hizo puños ambas manos y las puso en su cintura.
-Ya me lo imaginaba, me sorprendió mucho el gran parecido de éste chico con......bueno, ya sabes-
Cambió el tono burlón de su voz por uno más serio -Pasando a otro punto Takeda-san, ¿cómo lo encontró?-
-Pues déjame decírtelo de este modo: es un milagro que esté vivo-
-¿Por qué dije eso?- se acercó al borde de la cama observando a Shuichi que tenía vendajes alrededor de su cabeza.
-Sufrió un severo golpe en la cabeza y perdió mucha sangre, si no lo hubiera atendido a tiempo, lo más seguro es que hubiera fallecido. Aunque no afirmo que este bien del todo, el golpe en su cabeza me preocupa, temo que pueda haber complicaciones posteriores-
-¿Complicaciones? ¿cómo cuáles?-
-Tu sabes, podría quedar paralítico, o incluso perder la memoria-
-¡Eso es terrible!-
-No te preocupes, para cerciorarme vendré a revisarlo mañana y cuantas veces sea necesario-
-Arigatou Takeda-san- Shirou hizo una pequeña reverencia ante el médico adulto.
-No tienes por qué agradecer niño, sabes que estoy allí cuando me necesites- observó el gran reloj que adornaba la pared del lujoso dormitorio –por cierto ya me tengo que ir, pero como te dije vendré mañana-
-Lo estaré esperando-
-Adios niño- Takeda se retiró, mientras Shirou se quedó mirando al cantante inconsciente que permanecía con un tubo de suero conectado en el brazo, se sentó a su lado.
-Koiichi...- murmuró acariciando una de las mejillas del cantante de Bad Luck –volviste a mi- se acercó a su rostro para robarle un beso.
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE @M@I: Konnichiwa a tod@s, si ya se, quieren patearme Gomen por el retraso, mi padre tiene la culpa ;__;, se llevó la PC a su habitación y no me dejó usarla, a menos que fueran trabajos ¬¬, pero así de párrafo a párrafo terminé, lo peor es cuando quería publicarlo a mi diskette de dio por jubilarse.
Además este capítulo se me hizo algo largo, más de lo que hubiera querido, espero que les este gustando la historia, trato de hacerla lo más interesante posible, pero claro, cualquier sugerencia, tomatazos, e-mail bomba, insultos (mejor obviemos esa), a mi correo: amai_shirabe@hotmail.com, o si tan sólo desean dejen reviews, aquí abajito n_n
Y...¿Quién es Koiichi?, descúbranlo en el próximo capítulo ^^.
Respuestas Reviews:
Zafiro:: ya ves, si, ya llamé a los bomberos, jejeje!!.arigatou por leer.
BISHOUJO-HENTAI:: Oye, buena idea!. Te reto a una pelea por Yuki ¬¬
nat-chan07:: Pues aquí va otro capítulo, espero que te guste.
Eli-chan1:: Pienso lo mismo de Thoma, cada vez se gana buenos puntos en su contra, pero así es lindo *¬*. Más cuidado con las comas jejeje.
Uru yuy:: Cuidado con las pobres (me refiero a las uñas n.n), y....¿cómo sabes que el bien ganará?, yo no aseguraría nada _, jejeje, gracias por tus palabras y espera el próximo capítulo, que ese ya lo voy a subir pronto, porque ¡YA ESTA ESCRITO!, solamente haré algunos arreglitos.
Ashura:: Entras a la lista de personas que me tienen amenazada si mato a Shu-chan, pero ya ves que no lo hice...por el momento JAJAJAJA *risa maniática*
Sadame:: Estoy deacuerdo con esa ley, si te contara las veces que me han dejado con la impaciencia, si en una ocasión dejaron muerto a mi Shu-chan y de la ira estuve golpeando mi pared jajajaja.
Akia:: No quiero atentar contra tus sentimientos, por eso aquí esta la continuación que tanto tardé en subir ^^.
Minna Arigatou, continúenle con la historia, espero que les guste, tanto como a mí el escribirla, Ja ne a tod@s.
CAPÍTULO 4: REMEMBRANZA.
En el capítulo anterior:
-Tú me dijiste que querías que desapareciera a ese cantante, pero nunca especificaste el cómo ni el cuándo, así que me tomé la libertad de elegir por ti- sonrío -además.....- no pudo completar la frase, porque un grito proveniente del lugar en donde se encontraba Ryuichi llamó su atención.
Era Yuki, quien ante la escena que tenía frente a sus ojos cayó de rodillas llorando.
-SHUICHI NOOOOOOOOOOO!!!!!
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Thoma inmediatamente se apresuró al lugar donde se encontraba Yuki, tenía que alejarlo de allí antes de que hiciera una locura.
-Seguchi...- la voz del joven alto lo detuvo momentáneamente.
-Ahora no Shirou!, él me necesita!- respondió Thoma con la voz nerviosa y a la vez de enfado.
-Lo entiendo,...te espero luego, en el lugar de siempre, para que podamos hablar con más calma.
-No necesitas decírmelo- dijo Thoma y siguió con su camino.
-Si, podremos hablar mejor después- se dijo a si mismo y se retiro del lugar.
El presidente de NG se acercó lentamente al escritor que permanecía de rodillas, inmóvil.
-Eiri...- puso su mano en el hombro derecho del rubio, pero éste no hacía movimiento alguno, era como si hubiera entrado en una especie de shock, lo mismo que había pasado cuando él había asesinado a su maestro años atrás en New York.
-Creo que lo mejor será que lo lleves a su departamento- aconsejó Ryuichi que se encontraba al lado del rubio.
-Tienes razón...- asintió el rubio de ojos verdes.
-Ya pregunte a algunos bomberos y me dijeron que todas las personas rescataron fueron trasladadas al hospital- añadió Sakuma
-¿Alguna noticia de los muchachos?-
-Sólo me confirmaron que Sakano y K están en el hospital, pero de los demás no saben nada.....- el cantante se veía preocupado -pero no debemos perder las esperanzas, seguro que los confundieron entre tanta gente- fingió una pequeña sonrisa que desapareció rápidamente.
-Eso lo más probable.....-
Ante la sorpresa de ambos Yuki se puso de pie y volteó a ver a Thoma.
-Yo...Yo iré al hospital Thoma-
-Nada de eso!, ahora debes ir a descansar- lo tomó del brazo y lo condujo hasta su automóvil –Ryuichi irá al hospital y en cuanto llegué nos pondrá al tanto de todo-
-Pero...yo...¡SUELTAME!- Yuki se zafó del agarre de Thoma
-Por favor entiende Eiri, si vas al hospital sólo causarás problemas, estás bastante tenso, déjame a mi todo ahora-
-¡No entiendes Thoma!- gritó el rubio ya exasperado–Si Shuichi está en el hospital, yo quiero estar a su lado-
-Aunque vayas será imposible que te dejen verlo, dada la situación actual, lo más prudente es que te quedes en tu departamento hasta que tengamos noticias- contestó Seguchi.
Era difícil aceptar algo así, pero no había remedio, Thoma tenía razón, debería esperar, total ya faltaban pocas horas para que amaneciera, no tenía caso seguir protestando.
-Esta bien...-suspiró el escritor un poco más tranquilo –pero quiero pedirte un favor Thoma-
-Lo que tú quieras Eiri-
-No quiero ir a mi departamento,...podría...podría ir a tu casa y quedarme con Mika?- preguntó el joven de ojos dorados un tanto avergonzado.
Thoma sonrió a la petición expuesta por Yuki, claro que le dejaría quedarse en su casa el tiempo que el viera necesario.
-Eso no necesitas pedírmelo Eiri, sabes que esa también es tu casa- contestó satisfecho Thoma, abrió la puerta del coche, Yuki ingreso dentro –Ryu, te veo en un momento- se despidió Thoma de su amigo.
-No te preocupes, me iré adelantando- dijo el ex–vocalista de Nittle Grasper, mientras agitaba su mano despidiendo a ambas personas.
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El joven detuvo el coche frente a una lujosa mansión apartada de la ciudad, no existían casas a su alrededor, sólo aquella gran construcción que adornaba el lugar, el portón era enorme y daba paso a un jardín extenso, tan sólo el recorrido desde el portón a la casa en cuestión era de aproximadamente 7 minutos y ¡todavía en automóvil!.
Estuvo observando el paisaje conforme se acercaba a dicha mansión, no importaba cuántas veces pasara por ése jardín, siempre le llamaba la atención, realmente era un lugar hermoso, muy hermoso, deseaba compartirlo con alguien más, pero para su desgracia él estaba sólo.
La única persona a la cual había querido, falleció varios años atrás, lo asesinaron, pero así como el jardín permanecía bello aún con el paso del tiempo, su recuerdo seguía vivo en el corazón de la persona que más lo quiso.
Lágrimas quisieron escapar por sus hermosos ojos azul claro, más se contuvo y evitó que salieran.
Estacionó el automóvil dentro de la cochera y se dirigió al interior de la gran residencia.
-Señor...llegó muy pronto- preguntó un hombre alto moreno al joven que venía llegando, tal parecía que era el mayordomo.
-Si, mi conversación con Seguchi fue muy breve, pero ya tendremos tiempo para hablar después- se quitó la gabardina que llevaba y se la entregó –Por cierto, que se sabe de Kou y su hermano- dijo sentándose en uno de los sillones de la extensa sala.
-Acaban de llegar hace algunos instantes señor-
-¿Y dónde están?- abrió una botella de vino que se encontraba sobre una pequeña mesa delante suyo y vertió el líquido en una copa.
-Se encuentran en una de las habitaciones de arriba señor, parece que Ryo sufrió algunas heridas-
-Y...- acercó la copa a sus labios y bebió un sorbo de su contenido -... ¿me trajeron lo que les pedí?-
-¿Se refiere a aquél joven señor?-
-Si... ¿Dónde está?-
-Lo llevamos a su habitación como ordenó señor, Takeda-san se está encargando de él, me dijo que estaba muy grave-
-Confío en Takeda-san, no podría estar en mejores manos que en las suyas, además si algo llega a complicarse puedo traer a todo un hospital aquí, tengo suficiente dinero ¿no es así? y con mi dinero puedo comprar a tantas personas como se me plazca-
-Perdone la indiscreción señor, pero...¿para qué quiere a ese joven?- dijo tímidamente por lo bajo el moreno –además cuando despierte, lo más seguro es que lo denuncie por retenerlo contra su voluntad señor.
-De eso me encargaré yo, no tienes de qué preocuparte...- Dio un hondo suspiro –¿y la razón por que lo quiero?, pues digamos que hace tiempo que no me divierto y ya era tiempo de ganar algo por hacer los trabajos sucios de Thoma, podríamos decir que es mi paga- rió y se hundió más en el sillón.
-Ya veo señor, lo entiendo, me retiro- y salió de la habitación.
-Bien...- dejó la delicada copa de cristal sobre la mesa, entrelazó los dedos delante de su rostro- creo que es el momento de conocer al pequeño temor de Thoma-
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Yuki se adentró en la casa de su cuñado, pocas veces acudía a aquel lugar, no se sentía cómodo allí.
Pero debía hacer una excepción esta vez, no soportaría estar mucho tiempo en su departamento solo, sin Shuichi.
Shuichi, ¿cómo pudo dejarlo solo?, era su culpa que todo hubiese acabado así, si tan sólo, si tan sólo se hubiese quedado con él, como Shuichi le había pedido, pero no, su trabajo, su maldito trabajo no le permitió darse ese tipo de lujos.
Tal ves Shuichi presintió que algo así podría pasar, por esa razón insistió más que otras veces, recordó lo que le dijo esa vez, esa frase que no salía de su mente "Por favor Yuki, aunque sea sólo esta vez".
¿Esta vez?, ¿acaso el cantante le dio a entender que era la ultima?, se sentía miserable e impotente, no podía hacer nada, no ahora, había tenido la oportunidad pero no la aprovechó.
Una voz lo sacó de sus pensamientos, era su hermana.
-¿Eiri estas bien?- preguntó preocupada y con la miraba sobre el escritor.
-¿Y Thoma?- contestó con desgano.
Mika lo tomó de la mano –Salió hace diez minutos, se despidió de ti, pero parece que estabas distraído ya que no le contestaste-
-Necesito unos cigarrillos-
-Sabes que ese es un mal hábito tuyo, déjalo, aunque sea sólo esta vez-
"Aunque sea sólo esta vez", cuántas veces más tendría que oír esa frase, cada palabra era como una puñalada en su pecho, no podía alejar de su mente el ruego de Shuichi aquella mañana, si seguía de esta manera saldría corriendo de la casa de su hermana rumbo al hospital, ¿qué tenía que perder?, probablemente Thoma lo regañaría, pero no importaba, tenía que estar seguro de que su Shuichi estaba bien, sólo así se calmaría.
-¿A dónde crees que vas Eiri?-
-¿Que no se nota?, voy al hospital- dijo con su tono frío habitual.
-Nada de eso, le prometiste a Thoma que te quedarías aquí mientras él se encargaba de todo- se paró delante de la puerta para que Yuki no pudiera salir.
-Quítate Mika, ni siquiera tú podrás detenerme, ¿por qué rayos no entienden cómo me siento?- golpeó la pared al lado del rostro de su hermana –mejor pongo un ejemplo, si algo le pasara a Thoma ¿tu te quedarías de brazos cruzados?-
Mika se sobresaltó con la pregunta, esta vez Yuki dio en el clavo.
-E—Este...yo...-
-Ya no hay más que decir Mika, por favor- con ojos suplicantes, tomó a Mika por los hombros y la apartó lentamente de la puerta.
Yuki se dispuso a salir, pero su hermana lo detuvo.
-Espera Eiri...- con una sonrisa se acercó al joven de ojos dorados.
-Y ahora qué, ¿no entendiste todo lo que te dije?-
-¿No pensarás ir sin mi verdad?- Mika tomó su abrigo del perchero y abrió la puerta.
No podría hacerla desistir, Yuki se encogió de hombros y siguió a su hermana que se le adelantaba.
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Ryuichi impaciente esperaba que su ex-compañero de grupo y actual dueño de la productora NG terminara de entrevistarse con los médicos del lugar.
Llevaba horas en el mismo sitio, no podía evitar sentirse aburrido, lo único que había hecho en todo el tiempo que permaneció en ése lugar fue tomar su dichoso vaso de café, que no fue de mucha ayuda por cierto, lo puso igual o más nervioso que antes.
Le preocupaban sus amigos, le invadía la incertidumbre y la tardanza de Thoma incrementaba sus temores.
Para colmo no trajo a su Kumagoro, su fiel amigo rosa, el estrujarlo contra su pecho le hubiera tranquilizado, lo necesitaba, la pequeña almohada que apretaba no era lo mismo, era suave si, pero no se comparaba a Kumagoro, en cuanto Thoma le pusiera al tanto de la situación iría a buscarlo a su casa, y si Shuichi estaba en ese hospital se lo dejaría para que lo cuidara.
-¿Qué hora era?- observó el reloj que llevaba en su muñeca izquierda -7:30- y ni rastros de Thoma, ¿qué tanto hablaba con todos esos médicos, parecía que nadie se dignaría a informarle, si no lo hacía él mismo.
Con paso firme se levantó, dobló la manta que una enfermera amablemente le entregó y fue en busca de su colega.
-Sakuma-san- la voz que lo llamó se le hizo familiar.
-Konnichiwa Seguchi-san- giró para saludar al joven que la acompañaba –Eiri- san.
Pero Yuki le dejó con la palabra en la boca, ya estaba en el lugar de informaciones preguntando por su amante.
-¿Se sabe algo Sakuma-san?- cuestionó Mika, haciendo que Ryuichi dejara de mirar al escritor y de virara hacia ella.
-Todavía nada...-
-Ya veo-
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Shirou ingresó en su habitación, observó al hombre mayor que atendía al joven vocalista, lo saludo amablemente.
-Ohayo Takeda-san-
-Oh, Shirou-san, mírate cómo has crecido- dijo sonriéndole y acercándose a él para corresponder al saludo.
-Es cierto, hace un año que no lo veo- dijo tomando la mano del hombre mayor.
-Si, debo admitir que me sorprendió tu llamada-
-No confío en nadie tanto como usted para este tipo de trabajos, no debería sorprenderse- contestó alegremente.
-Sé que no me darás los detalles, y tampoco te los pediré- volteó a ver a Shuichi que estaba inconsciente sobre la cama cubierto con un gran sábana blanca–oí algo en los noticieros, ¿es esto obra tuya?-
-¿Y de quién más?- hizo puños ambas manos y las puso en su cintura.
-Ya me lo imaginaba, me sorprendió mucho el gran parecido de éste chico con......bueno, ya sabes-
Cambió el tono burlón de su voz por uno más serio -Pasando a otro punto Takeda-san, ¿cómo lo encontró?-
-Pues déjame decírtelo de este modo: es un milagro que esté vivo-
-¿Por qué dije eso?- se acercó al borde de la cama observando a Shuichi que tenía vendajes alrededor de su cabeza.
-Sufrió un severo golpe en la cabeza y perdió mucha sangre, si no lo hubiera atendido a tiempo, lo más seguro es que hubiera fallecido. Aunque no afirmo que este bien del todo, el golpe en su cabeza me preocupa, temo que pueda haber complicaciones posteriores-
-¿Complicaciones? ¿cómo cuáles?-
-Tu sabes, podría quedar paralítico, o incluso perder la memoria-
-¡Eso es terrible!-
-No te preocupes, para cerciorarme vendré a revisarlo mañana y cuantas veces sea necesario-
-Arigatou Takeda-san- Shirou hizo una pequeña reverencia ante el médico adulto.
-No tienes por qué agradecer niño, sabes que estoy allí cuando me necesites- observó el gran reloj que adornaba la pared del lujoso dormitorio –por cierto ya me tengo que ir, pero como te dije vendré mañana-
-Lo estaré esperando-
-Adios niño- Takeda se retiró, mientras Shirou se quedó mirando al cantante inconsciente que permanecía con un tubo de suero conectado en el brazo, se sentó a su lado.
-Koiichi...- murmuró acariciando una de las mejillas del cantante de Bad Luck –volviste a mi- se acercó a su rostro para robarle un beso.
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE @M@I: Konnichiwa a tod@s, si ya se, quieren patearme Gomen por el retraso, mi padre tiene la culpa ;__;, se llevó la PC a su habitación y no me dejó usarla, a menos que fueran trabajos ¬¬, pero así de párrafo a párrafo terminé, lo peor es cuando quería publicarlo a mi diskette de dio por jubilarse.
Además este capítulo se me hizo algo largo, más de lo que hubiera querido, espero que les este gustando la historia, trato de hacerla lo más interesante posible, pero claro, cualquier sugerencia, tomatazos, e-mail bomba, insultos (mejor obviemos esa), a mi correo: amai_shirabe@hotmail.com, o si tan sólo desean dejen reviews, aquí abajito n_n
Y...¿Quién es Koiichi?, descúbranlo en el próximo capítulo ^^.
Respuestas Reviews:
Zafiro:: ya ves, si, ya llamé a los bomberos, jejeje!!.arigatou por leer.
BISHOUJO-HENTAI:: Oye, buena idea!. Te reto a una pelea por Yuki ¬¬
nat-chan07:: Pues aquí va otro capítulo, espero que te guste.
Eli-chan1:: Pienso lo mismo de Thoma, cada vez se gana buenos puntos en su contra, pero así es lindo *¬*. Más cuidado con las comas jejeje.
Uru yuy:: Cuidado con las pobres (me refiero a las uñas n.n), y....¿cómo sabes que el bien ganará?, yo no aseguraría nada _, jejeje, gracias por tus palabras y espera el próximo capítulo, que ese ya lo voy a subir pronto, porque ¡YA ESTA ESCRITO!, solamente haré algunos arreglitos.
Ashura:: Entras a la lista de personas que me tienen amenazada si mato a Shu-chan, pero ya ves que no lo hice...por el momento JAJAJAJA *risa maniática*
Sadame:: Estoy deacuerdo con esa ley, si te contara las veces que me han dejado con la impaciencia, si en una ocasión dejaron muerto a mi Shu-chan y de la ira estuve golpeando mi pared jajajaja.
Akia:: No quiero atentar contra tus sentimientos, por eso aquí esta la continuación que tanto tardé en subir ^^.
Minna Arigatou, continúenle con la historia, espero que les guste, tanto como a mí el escribirla, Ja ne a tod@s.
