ACLARACIÓN: Tanto la serie como los personajes de Gravitation "NO, me
pertenecen", todos son propiedad de Maki Murakami-sensei, este fan fic
contiene Yaoi (eso se nota...si es de gravitation), así que si no te gusta
este género o eres homofóbico, te aconsejo que no lo leas, aunque si tienes
curiosidad, pues échale una leída, pero bajo tu propio riesgo XD.
CAPÍTULO 6: AMNESIA.
En el capítulo anterior:
-Eso es lo que me gusta de ti, en verdad hubiese querido que Koiichi fuera como tú, ahora te acepto como hijo. ¡TÚ SERÁS MI SUCESOR!- dijo ante la mirada atónita de todos los presentes –lleva a cabo lo que viniste a hacer, ¿o no eres suficientemente hombre como creí?- el joven bajó la cabeza, pasado un rato se oyó el sonido del arma al dispararse.
Le di lo que me pidió, lo maté, pero eso no fue suficiente para calmar mi dolor, la herida ya estaba hecha y nada podría traer a Koiichi nuevamente a mi, nada, hasta ahora.
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-Muy conmovedora en verdad Shirou-kun- dijo Seguchi cruzándose de brazos –pero eso no cambia el hecho de que no hayas cumplido con tu parte del trato.
-Te he brindado mi ayuda en el pasado, sin pedir nada a cambio-
-Pero siempre he terminado dándote una buena suma de dinero, ¿verdad?-
-Dinero que no te pedí y que ahora mismo puedo devolvértelo si lo deseas- le dedicó una mirada de odio.
-Creo que se bien a dónde quieres llegar, no me digas que planeas quedarte con ése niño- señaló con la cabeza al cantante herido.
-Pues la verdad...si-
-No puedo permitir eso, ¿sabes lo que ocasionaría que él y mi cuñado se volvieran a encontrar?, no estoy dispuesto a exponer la felicidad de Eiri nuevamente.
-Dime algo Thoma-san, ¿Por qué quisiste separarlos?- cuestionó el moreno, de verdad quería saber las razones de Seguchi, aún no le quedaba nada claro.
-Eso es asunto mío y de nadie más- respondió secamente.
-Creo que yo estoy tan involucrado en todo esto como tú,...cuéntame tus razones- viró para ver nuevamente a Shuichi –No creo que alguien como él te hubiese hecho daño-
-Como ya te dije, no lo hago por mí- también observó al cantante -La relación que mantenía con mi cuñado no tenía futuro y yo no permitiré jamás que alguien hiera nuevamente a Eiri-
-No crees que con esta acción...fuiste tú quien hirió a ese muchacho-
Thoma palideció ante el comentario -No estoy aquí para que cuestiones mis decisiones-
-Es cierto, al final eso no me interesa, ya tengo lo que quería-
-¿Que te hace pensar que permitiré que te quedes con él?-
-Creo que el hecho de saber todas tus jugadas sucias Thoma- cruzó ambos brazos.
-No te atreverías- se giró sonriendo.
-Claro que podría- dijo acercándose a Thoma y caminando alrededor suyo de manera amenazante –Dime...¿Qué crees que diría la gente si se enterara de la clase de sujeto que eres?- preguntó sarcásticamente -tras la fachada de un hombre elegante y respetable se esconde un sujeto tramposo dispuesto a desaparecer a todos aquellos que están en su camino...sería interesante saber cómo reaccionan a eso ¿no crees Thoma-san?- clavó su mirada en la del rubio.
-Tú también tienes secretos que escondes Shirou, si tu hablas yo lo haré-
-Es cierto y no me importaría, sin embargo, podríamos ahorrarnos las amenazas...no es necesario, además, somos viejos amigos, todo lo que quiero es al muchacho-
-Es muy arriesgado, le reconocerían inmediatamente-
-Claro que no- afirmó Shirou
-¿Cómo es que estás TAN seguro?- rió irónicamente, dio media vuelta hasta llegar frente a uno de los cuadros que Shirou tenía en la habitación, lo observó detalladamente, el parecido que tenían esos dos chicos le había sorprendido bastante, si no conociera a Shindo y a su familia hubiera jurado que ambos eran hermanos gemelos, eso si que fue una sorpresa.
-Porque el no será de ahora en adelante Shuichi Shindo, sino Koiichi Asagi-
-¿Y cómo piensas hacer que se traguen esa estupidez?-
-Simplemente no es algo complicado, los dos son similares, es mucho más sencillo reemplazar a alguien que en verdad existió, nadie podría contradecirme jamás y tengo todo esto para probarlo- señalo las fotografías y recuerdos de Koiichi que estaban en el lugar.
-¿Y que tal si él no quiere?, estoy seguro que en cuanto recobre la conciencia buscará llegar al lado de Eiri-
-No, si confirman mis sospechas-
-¿De qué hablas?-
-No estoy obligado a decirte todo con lujo de detalles Seguchi-san, y si aún sigues preocupado, esto te tranquilizará...no me pienso quedar en el país, ¿satisfecho?-
Thoma se encogió de hombros, nunca vio tanta decisión en una persona, estaba atado de pies y manos, Shirou era tan buen chantajista como él, no tuvo más que ceder –Sólo te pido, que no me metas en líos-
-Eso es un hecho-
El rubio soltó un suave suspiro -Creo que ya dijimos todo lo que necesitábamos decirnos, así que me retiro- miró por última vez a Shuichi –espero que te vaya muy bien en la nueva vida que tienes planeada, siempre y cuando sea muy lejos mío-
-Lo mismo le digo- se despidieron con un ligero apretón de manos, una despedida que esperaron fuera eterna.
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Shirou, tras la visita de Thoma ingresó a la habitación en la que lo esperaban dos hermanos, Ryo estaba acostado sobre la cama mientras que Kou permanecía sentado en una pequeña silla a su lado, habían cumplido con la labor que les encargó y era momento de darles lo que se merecían.
-Bien señores, hicieron un buen trabajo- Shirou sonrió ante la sorpresa de ambos jóvenes que voltearon a verlo.
-Gracias señor, nos costó mucho, pero cumplimos como dijimos- respondió Kou tomando la mano de su hermano menor.
-Si, y estoy satisfecho con esto, con respecto a la paga, no los haré esperar- Shirou metió la mano en la bolsa de su pantalón, ambos hermanos esperaban el dinero que les había prometido, pero grande fue su sorpresa cuando en vez de dinero vieron que sacaba un arma y les apuntaba con ella.
-P--pero, señor Shirou, cumplimos con lo que nos pidió- dijo Ryo consternado ante la visión del arma frente a ellos.
-Lo siento chicos, ¿saben?, no tengo nada contra ustedes, en realidad no quisiera estar haciendo esto ahora- dijo en tono melancólico echando un vistazo fugaz hacia el techo, para luego volver a mirarlos a ellos -todo el tiempo que han trabajado para mi han sido muy leales y lo agradezco, pero...no puedo arriesgarme, saben mucho-
-R--econsidérelo señor, n--nosotros seríamos incapaces de traicionarlo- Kou comenzaba a sudar frío, sabía lo que vendría si no hacían cambiar de opinión a su jefe.
Shirou dio un suspiro, miró hacia el piso y bajó el arma, Kou se disponía a correr para quitársela cuando éste volvió a levantarla ahora apuntando al rostro del joven -¿Qué pensabas hacer Kou?- preguntó divertido.
-N--nada señor-
-¡Mientes!, no puedo confiar en nadie, hace mucho tiempo me traicionaron y lo pagué muy caro, lo pagué con la vida de quien más amaba en este mundo, pero eso no va a pasar esta vez, debo ser precavido y no caer nuevamente en farsas, perdóname...- sin más presionó el gatillo y un estruendo se oyó hasta afuera de la mansión, para luego ser seguido por un segundo.
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Pasó un mes...
Hiro se estaba recuperando lentamente de las heridas que aquel accidente le ocasionó. Resultó con una pierna rota, al menos le había ido mejor que a Suguru que tenía ambos brazos rotos y algunas costillas lastimadas; eso le daba la posibilidad de seguir practicando con la guitarra.
Estaba pensando seriamente si seguir practicando era algo prudente, según se había enterado Thoma Seguchi indicó que Bad Luck seguiría adelante, ¿Pero cómo sin Shuichi?, claramente no podía continuar solo con el sueño de él y su amigo, algo que construyeron juntos y que por sobre todas las cosas debían hacer juntos, sería una traición, ¿qué hubiese pensado Shu?.
Lo meditó bastante y tras horas y horas de lidiar con su consciencia llegó a una conclusión, lo mejor seria presentar su renuncia ente Seguchi, la idea de continuar con alguien que no fuese Shuichi en el grupo no le hacía la más mínima gracia. Además no tenía los mismos ánimos de seguir.
Por otro lado parecía que al Presidente de N-G no le había afectado la situación en lo absoluto, a las dos semanas del accidente pudo escuchar de su propia boca mientras pasaba cerca de la habitación de Suguru que consiguió a un nuevo vocalista para Bad Luck. Sabía a la perfección la frialdad con la que Seguchi se tomaba la cuestión del "trabajo", pero esto ya era el colmo, ese tipo no tenía sentimientos, lo mejor seria acabar con esto de una buena vez y para siempre.
Se jubilaría prematuramente....irónico, él se imaginaba dejar muy viejo la vocación que eligió, pero así son las cosas y nada se puede hacer para cambiarlas, de ninguna manera le seguiría el juego a Thoma, él ya vería cómo arreglárselas solo.
Echó un vistazo a aquel lugar, realmente el cementerio era muy bonito, pero ir allí a visitar a un buen amigo cambiaba las cosas, nunca pensó que Shuichi sería el primero en irse, tenían muchos planes para futuro, hubiese querido que él y Eiri-san fueran los padrinos de bodas para cuando contrajera matrimonio con Ayaka.
-Shuichi...- sin saber cómo una lagrima escapó de sus ojos, que triste ya era un mes, extrañaba tanto a su amigo, no oírlo, no sentirlo, lo agobiaba, todo era tan oscuro sin él, le gustaban las pláticas que sostenían, Shuichi tenía un carácter muy especial, y aunque éste pensaba que le fastidiaba, no era así, siempre disfruto de todos los momentos a su lado.
Y hoy iba precisamente allí, a hablar con él, se le había hecho una costumbre, aunque algunos lo tacharan de "loco"...., tal vez cualquiera lo haría, incluso aquellos que no lo conocían pensarían igual, ¿Quién no vería raro que alguien se pasara más de tres horas hablándole a la tumba de su mejor amigo?, pero no tenía por qué importarle, ni por qué hacerles caso a los demás, solo le importaba la opinión de una persona...pero él ya no estaba.
Se acercó lentamente al lugar en el que descansaba su mejor amigo, con las muletas se le hacía difícil caminar y más ahora que Ayaka regresó a Kyoto, no le gustaba que tratase como un inválido, pero en verdad que le hacía falta un poquitín de ayuda, aunque nunca lo admitiría, no frente a su novia, así se vio en la amarga necesidad de hacerlo solo, ya había llegado hasta acá y no podía darse la vuelta
Que envidia le tenía a Shuichi, nunca le faltaban flores en su tumba ya sean de los fanáticos (que por cierto son muuuchos) o de los compañeros.....un momento....¿envidia?, si de todos es que corrió con la peor parte había sido Shuichi, en verdad tomar tantas pastillas le hizo daño, era eso o se estaba volviendo loco como le decían, en fin toda la tarde se la pasó pensando en ir a visitarlo al cementerio, y ahora que llegó estas cosas no quedaban desapercibidas.
Ciertamente el lugar tenía flores por doquier, algunos posters con imágenes de los integrantes de Bad Luck y otras solo con Shuichi. Un hermoso florero hecho de mármol, llamó la atención del joven pelirrojo, tenía dentro unas flores bastante peculiares, pero aún así bellas, eran color rosa con pequeñas motas violeta, al ver aquella flor no pudo evitar el pensar en Shuichi, eran similares tanto por el color que les caracterizaba, así como el aroma y la perfección.
Hiro sostuvo el florero entre sus manos al verlo mejor puedo divisar una hoja de papel que se encontraba alrededor de ellas, parecían estar escritas, esto atrajo su curiosidad. La acercó a su rostro y comenzó a leer suavemente.
El frío y la soledad de la noche me obligan a ser sincero,
y aunque es tarde para arrepentirse,
tengo la necesidad de ser franco contigo.
No tiene sentido ahora, lo sé bien,
pero eso no acallará las voces de mi interior.
¿Como olvidar lo que vivimos?,
Si es lo único que me queda...tu recuerdo
tan sólo eso me mantiene de pie ahora,
Quiero dejar este mundo y estar a tu lado.
Perdona por pensar así,
si me oyeras....te pondrías a llorar, y yo no quiero eso,
no es tu falta, sino la mía,
es cierto, he cambiado bastante
Siento que la fuerza se va de mi lado,
¿por qué me abandonaste?
Si dijiste que siempre estarías conmigo.
No te reprocho nada, ha sido mi culpa.....
no puedo evitar hacer daño a aquellos a los que quiero,...
y a ti Shuichi te he querido con toda el alma,
discúlpame por todas las veces que te hice sufrir,
fui un idiota, ahora lo entiendo,
ahora que no estas puedo darme cuenta lo que he perdido.
Al perderte a ti, también pierdo las ganas de vivir,
no te preocupes, no pretendo escapar de la vida como un cobarde,
trataré de vivir normalmente,
pero sin la pieza fundamental de mi vida....tú,
nada será igual...nada...
Yuki
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En otro lugar lejos de Japón un joven de pelo gris sostenía una conversación con uno de los médicos del hospital del cual él era dueño.
-¿Cómo esta?- preguntó impaciente el joven.
-Le he administrado un sedante, eso lo tranquilizará por un momento-
-Esperé tanto este día y ahora que por fin abre los ojos no pude estar a su lado-
-No se agobie más, usted es un hombre con muchas obligaciones, estoy seguro que él lo entenderá- aconsejó el doctor ya avanzado de edad.
-¿Y en qué condiciones se encuentra?- dijo el peligris metiendo la mano derecha en el bolsillo de su pantalón.
-Ahora que ya ha despertado será más sencillo seguir con el tratamiento, si tenemos cooperación de su parte se restablecerá pronto- se llevó una mano a su rostro para acomodarse mejor los lentes que llevaba puestos.
-Por un momento creí que jamás despertaría...- dijo Shirou desviando la mirada hacia una de las grandes ventanas del hospital, estas daban paso a los cálidos rayos del sol que anunciaban el principio de un nuevo día.
-Está confundido, lo mejor que puedes hacer es hablar con él, trate de calmarlo, se que usted si le escuchará-
-Eso no tiene que decírmelo- se dirigió a la puerta que daba a la habitación del muchacho, ingreso dentro y cerró la puerta tras de sí.
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El muchacho estaba algo aturdido a causa del calmante, se había causado algunos rasguños producto de la caída de su cama. Esa mañana despertó tras un interminable letargo...pero....¿cuánto tiempo?, la confusión hizo presa de él, quiso salir huyendo de ese sitio y lo único que consiguió fue el regaño de unos tipos, al parecer los doctores que le reprocharon su imprudencia.
Sentía un fuerte dolor en su cabeza, ¿se habría golpeado?, ¿pero cómo?, ¿por qué estaba en aquel lugar?, ¿cómo había llegado allí?, no entendía nada de lo que ocurría a su alrededor, estaba desconcertado, tantas preguntas en su cabeza y ninguna respuesta a la vista, no recordaba nada, su mente era como un papel en blanco, debía conocer las razones de su estado, pero no sabía a quién preguntar.
Miró mejor la habitación, tratando de familiarizarse con ella. Todo era blanco, las sábanas, las cortinas, incluso la prenda que usaba era del mismo color, con dificultad logró sentarse apoyando su espalda contra la almohada detrás de él, esto le ayudó a divisar una silueta que se encontraba recostada en la puerta, apenas y podía notarla porque las prendas que llevaba no eran del blanco que inundaba aquel sitio, era un muchacho, en el rostro mostraba preocupación, ¿acaso esa persona le conocía?, quizá él podría acabar con la incertidumbre en la cual se encontraba.
-Hola- preguntó separándose de la puerta.
-Ho--hola- dijo el pequeño acompañando el saludo con una débil sonrisa y algo de temor.
-Te ves mucho mejor-
-¿Te conozco?- le preguntó con gran duda, toda su cabeza era un mar de dudas.
-Es bueno ver que te has despertado, me quitas un gran peso de encima- se acercó al borde de la cama para posteriormente tomar asiento en ella, a un lado del muchacho.
-¿Usted me conoce?- volvió a preguntar.
-¿Eh?-
-Si me conoce, si sabe quién soy- dijo el pelirrosa alzando la voz.
-¿Por qué me preguntas eso?- se acercó más a él para tomarle de la mano, provocando un leve sonrojo en el rostro del chico.
Sentir su cálida mano estrechándose con la suya, le hizo tener una sensación extraña que invadía todo su cuerpo ¿quién sería?, aún seguía sin respuestas necesitaba conseguirlas y debía hacerlo ya –Yo....porque...-dijo bajando la cabeza, ocultando sus dos hermosos ojos violeta de la vista del otro joven -...porque no entiendo nada, no recuerdo nada!, dime quien soy!...- bajó el tono de su voz- ...por favor...- una súplica, un ruego -¿qué hago en este lugar?, ¿quién es usted?-
-Entonces era verdad lo que me dijeron los médicos- puso su mano libre sobre el hombro del chico, sus suposiciones eran ciertas, el muchacho frente a él no recordaba ni quien era producto del fuerte golpe que se dio en la cabeza, eso ayudaba a sus planes, sonrió para sí, todo había salido a la perfección.
Subió la cabeza súbitamente -¿Qué te dijeron?...digo...¿Qué le dijeron?-
-Basta, y no me trates de usted, los dos nos conocemos bien,.....Koiichi-
-¿Nani?- el pequeño analizó las palabras dichas por aquel sujeto –¿Qué es Koiichi?...dime...¿es mi nombre? o es el tuyo- mencionó con la mirada expectante y llena de inocencia.
-Jajajaja- no pudo contener las ganas de reír, mientras el pelirrosa hacía un puchero de fastidio ante su reacción –no puedo creer que me preguntes algo así jajaja, claro que es el tuyo-
-......- El pelirrosa inclinó la cabeza y algunas lágrimas hicieron aparición en aquellos ojos amatista. Shirou dejo de reír al momento.
-¿Sucede algo?- preguntó.
-¿Por qué no recuerdo nada?, siento mi mente en blanco, no logro recordarte, ni recordar quién soy yo, ¿eres algo mío?-
Quitó la mano que tenía posada en su hombro y con el dorso ésta le limpió delicadamente cada una de sus lágrimas –No llores por favor, o harás que yo también me ponga a llorar y eso es bastante grotesco- le dijo con una sonrisa en los labios, tratando de tranquilizar al muchacho –no recuerdas nada debido al fuerte golpe que te diste en la cabeza- continúo.
-¿Golpe?, ¿Yo me golpeé?-
-Hai, tuviste un accidente en el coche y quedaste bastante mal, llevas casi un mes inconsciente- no hubo titubeos en su rostro, si debía decirle algo tenía que simular franqueza.
-¡¿Un mes?!- el pequeño levantó la mano que tenía libre y la llevó hasta su nuca –Auch!!-
-No hagas eso!, la herida en tu cabeza todavía esta curando- dijo apartando la mano que el pequeño se llevó a la cabeza.
-Oh!...sumimasen-
-No hay por qué disculparse Koiichi-
-Gracias....etto....- dijo tímidamente -¿cuál es tu nombre?-
-Vaya, cómo pude olvidar decírtelo, yo soy Shirou- contestó esbozando una gran sonrisa.
-¿Shirou..?-
-Aja..-
-Shirou-kun....es un nombre muy bonito- le dijo amablemente, no sabía por qué pero le estaba tomando confianza a ése extraño -...¿puedo...puedo hacerte una pregunta?-
-Claro, dime de qué se trata-
-¿Eres mi hermano?- Shirou casi se va de espaldas, si que ese muchacho andaba despistado, pero le agradaba la manera en que le preguntaba cada cosa, se veía tan tierno.
-No, no soy tu hermano- el pelirrosa inclinó su cabeza hacia delante, sorpresivamente segundos después la volvió a levantar, se llevó un dedo cerca de la boca para nuevamente preguntar.
-¿Etto...mi primo?-
-Jaja, no soy tu primo-
-¿Etto...mi cuñado?-
-No, ¿cómo, si no tienes familiares?-
Vaaaarios minutos después.....
-¿Etto...mi profesor?-
-No, no soy tu profesor- esto se estaba volviendo monótono a cada minuto que pasaba, Shirou estaba contestando las preguntas muy divertido, el pequeño no se rendía tras equivocarse una y otra vez, el jueguito ése había sido divertido, además de haber ayudado a lograr una relación de confianza entre ambos, pero era tiempo de terminarlo.
-¿Entonces....mi...- el chico de ojos celestes hizo callar al más pequeño poniéndole dos dedos sobre sus labios mientras su boca fue a dar a su oído para susurrarle algunas palabras.
-No soy nada de eso que dijiste- murmuró sensualmente de tal modo que estremeció al ex-cantante -yo soy tú.....- no terminó la frase, los labios de Shirou fueron a dar con los de Shuichi, quién quedó sorprendido ante su manera de proceder...¿Acaso eran...?
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE @M@I: Hola a todas, quiero aprovechar este momento para felicitar a alguien muuuy especial en el día de su cumpleaños....FELICIDADES RYUICHI! *corre a abrazar a Ryuichi*
Ryuichi: ¿Qué?....¿es mi cumpleaños?....lo olvidé *mira a su conejo*...tú lo sabías Kumagoro? *mueve a Kumagoro haciendo que este diga si*
Claro!, ¿cómo íbamos a olvidar un día tan especial?...por cierto ¿cuántos años cumples?.
Ryuichi: Eso no se pregunta ¬¬.
Cierto, además que los años que cumples no afectan en nada a tu físico *¬*, la verdad te ves bastante joven, aunque ya hayas pasado los 30, ¿cuál es tu secreto?.
Ryuichi: No tengo secretos ._. ¿Verdad Kumagoro?... aunque a Ryu-chan le encantan las cosas dulces nano da!
Seguro que solamente eso? ¬.¬
Ryuichi: Pues no se me ocurre nada más u.u
Bueno, ya no te molesto, ¿qué tal si me ayudas a responder reviews?
Ryuichi: Si, si, a Ryu-chan y a Kumagoro les gustan los reviews nano da!.
nat-chan07:: No sabes lo que me costó escribir esos dos tan rápido, tomando en cuenta que me quedé hasta muy tarde escribiéndolos u_u (No he dormido casi nada últimamente!!) y es que he estado soñando con todo esto y he tenido consecuencias positivas, se me prendió el foco en más de una ocasión, estoy segura que lo que viene después les va a gustar mucho más, es algo loco...mejor espérenlo.
PD: Siempre he dicho que aquellos que son malos lo son por una buena razón.
Sadame:: No me gusta ser mala con Yuki...ni con Shuichi (esta vez me pase), pero que se le va a hacer, así es la vida -_-. Pobre Yuki, se esta creyendo que Shu-chan esta muerto....y todas sabemos que no es así!...pero que cosas traerá el destino para estos dos hermosos muchachos, mejor descubrirlas en los siguientes capítulos.
Akia Nekoi:: Ya viste, Shuichi no recuerda ni su nombre XD y mucho menos ha de recordar a Yuki!, gracias por tus comentarios aquí esta el otro capítulo, estos los he subido más rápido, pero con los otros tardaré un poquitín....no me maten, mi inspiración se fue de vacaciones ._.!
Eli-chan1:: Gracias por decir que te encantan mi historia, eso me hace muy feliz ^^, además que me suben las ganas de seguir escribiendo, de otra manera no lo haría _...¿te imaginas a Shu paralítico?, con lo hiperactivo que es, se me muere ;_;....pobrecito...que mala soy, hasta yo me tengo miedo.
Zekhen-angel and Zekhen:: Vas a tener mucho trabajo Zekhen, los malos no dejarán de hacer de las suyas XD, además que la memoria de Shuichi le hace una mala jugada Y_Y, prepárate para consolar mucho a Yuki, lo necesita.
A las personas que me escriben al e-mail también muchas gracias, en especial a mi amiga Claudia-chan, que me hace sonreír cada vez que me escribe. Para cualquier consulta, crítica constructiva, tomatazos, amenazas de muerte, ya saben que mi mail esta a su disposición amai_shirabe@hotmail.com. Hasta la próxima!
CAPÍTULO 6: AMNESIA.
En el capítulo anterior:
-Eso es lo que me gusta de ti, en verdad hubiese querido que Koiichi fuera como tú, ahora te acepto como hijo. ¡TÚ SERÁS MI SUCESOR!- dijo ante la mirada atónita de todos los presentes –lleva a cabo lo que viniste a hacer, ¿o no eres suficientemente hombre como creí?- el joven bajó la cabeza, pasado un rato se oyó el sonido del arma al dispararse.
Le di lo que me pidió, lo maté, pero eso no fue suficiente para calmar mi dolor, la herida ya estaba hecha y nada podría traer a Koiichi nuevamente a mi, nada, hasta ahora.
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-Muy conmovedora en verdad Shirou-kun- dijo Seguchi cruzándose de brazos –pero eso no cambia el hecho de que no hayas cumplido con tu parte del trato.
-Te he brindado mi ayuda en el pasado, sin pedir nada a cambio-
-Pero siempre he terminado dándote una buena suma de dinero, ¿verdad?-
-Dinero que no te pedí y que ahora mismo puedo devolvértelo si lo deseas- le dedicó una mirada de odio.
-Creo que se bien a dónde quieres llegar, no me digas que planeas quedarte con ése niño- señaló con la cabeza al cantante herido.
-Pues la verdad...si-
-No puedo permitir eso, ¿sabes lo que ocasionaría que él y mi cuñado se volvieran a encontrar?, no estoy dispuesto a exponer la felicidad de Eiri nuevamente.
-Dime algo Thoma-san, ¿Por qué quisiste separarlos?- cuestionó el moreno, de verdad quería saber las razones de Seguchi, aún no le quedaba nada claro.
-Eso es asunto mío y de nadie más- respondió secamente.
-Creo que yo estoy tan involucrado en todo esto como tú,...cuéntame tus razones- viró para ver nuevamente a Shuichi –No creo que alguien como él te hubiese hecho daño-
-Como ya te dije, no lo hago por mí- también observó al cantante -La relación que mantenía con mi cuñado no tenía futuro y yo no permitiré jamás que alguien hiera nuevamente a Eiri-
-No crees que con esta acción...fuiste tú quien hirió a ese muchacho-
Thoma palideció ante el comentario -No estoy aquí para que cuestiones mis decisiones-
-Es cierto, al final eso no me interesa, ya tengo lo que quería-
-¿Que te hace pensar que permitiré que te quedes con él?-
-Creo que el hecho de saber todas tus jugadas sucias Thoma- cruzó ambos brazos.
-No te atreverías- se giró sonriendo.
-Claro que podría- dijo acercándose a Thoma y caminando alrededor suyo de manera amenazante –Dime...¿Qué crees que diría la gente si se enterara de la clase de sujeto que eres?- preguntó sarcásticamente -tras la fachada de un hombre elegante y respetable se esconde un sujeto tramposo dispuesto a desaparecer a todos aquellos que están en su camino...sería interesante saber cómo reaccionan a eso ¿no crees Thoma-san?- clavó su mirada en la del rubio.
-Tú también tienes secretos que escondes Shirou, si tu hablas yo lo haré-
-Es cierto y no me importaría, sin embargo, podríamos ahorrarnos las amenazas...no es necesario, además, somos viejos amigos, todo lo que quiero es al muchacho-
-Es muy arriesgado, le reconocerían inmediatamente-
-Claro que no- afirmó Shirou
-¿Cómo es que estás TAN seguro?- rió irónicamente, dio media vuelta hasta llegar frente a uno de los cuadros que Shirou tenía en la habitación, lo observó detalladamente, el parecido que tenían esos dos chicos le había sorprendido bastante, si no conociera a Shindo y a su familia hubiera jurado que ambos eran hermanos gemelos, eso si que fue una sorpresa.
-Porque el no será de ahora en adelante Shuichi Shindo, sino Koiichi Asagi-
-¿Y cómo piensas hacer que se traguen esa estupidez?-
-Simplemente no es algo complicado, los dos son similares, es mucho más sencillo reemplazar a alguien que en verdad existió, nadie podría contradecirme jamás y tengo todo esto para probarlo- señalo las fotografías y recuerdos de Koiichi que estaban en el lugar.
-¿Y que tal si él no quiere?, estoy seguro que en cuanto recobre la conciencia buscará llegar al lado de Eiri-
-No, si confirman mis sospechas-
-¿De qué hablas?-
-No estoy obligado a decirte todo con lujo de detalles Seguchi-san, y si aún sigues preocupado, esto te tranquilizará...no me pienso quedar en el país, ¿satisfecho?-
Thoma se encogió de hombros, nunca vio tanta decisión en una persona, estaba atado de pies y manos, Shirou era tan buen chantajista como él, no tuvo más que ceder –Sólo te pido, que no me metas en líos-
-Eso es un hecho-
El rubio soltó un suave suspiro -Creo que ya dijimos todo lo que necesitábamos decirnos, así que me retiro- miró por última vez a Shuichi –espero que te vaya muy bien en la nueva vida que tienes planeada, siempre y cuando sea muy lejos mío-
-Lo mismo le digo- se despidieron con un ligero apretón de manos, una despedida que esperaron fuera eterna.
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Shirou, tras la visita de Thoma ingresó a la habitación en la que lo esperaban dos hermanos, Ryo estaba acostado sobre la cama mientras que Kou permanecía sentado en una pequeña silla a su lado, habían cumplido con la labor que les encargó y era momento de darles lo que se merecían.
-Bien señores, hicieron un buen trabajo- Shirou sonrió ante la sorpresa de ambos jóvenes que voltearon a verlo.
-Gracias señor, nos costó mucho, pero cumplimos como dijimos- respondió Kou tomando la mano de su hermano menor.
-Si, y estoy satisfecho con esto, con respecto a la paga, no los haré esperar- Shirou metió la mano en la bolsa de su pantalón, ambos hermanos esperaban el dinero que les había prometido, pero grande fue su sorpresa cuando en vez de dinero vieron que sacaba un arma y les apuntaba con ella.
-P--pero, señor Shirou, cumplimos con lo que nos pidió- dijo Ryo consternado ante la visión del arma frente a ellos.
-Lo siento chicos, ¿saben?, no tengo nada contra ustedes, en realidad no quisiera estar haciendo esto ahora- dijo en tono melancólico echando un vistazo fugaz hacia el techo, para luego volver a mirarlos a ellos -todo el tiempo que han trabajado para mi han sido muy leales y lo agradezco, pero...no puedo arriesgarme, saben mucho-
-R--econsidérelo señor, n--nosotros seríamos incapaces de traicionarlo- Kou comenzaba a sudar frío, sabía lo que vendría si no hacían cambiar de opinión a su jefe.
Shirou dio un suspiro, miró hacia el piso y bajó el arma, Kou se disponía a correr para quitársela cuando éste volvió a levantarla ahora apuntando al rostro del joven -¿Qué pensabas hacer Kou?- preguntó divertido.
-N--nada señor-
-¡Mientes!, no puedo confiar en nadie, hace mucho tiempo me traicionaron y lo pagué muy caro, lo pagué con la vida de quien más amaba en este mundo, pero eso no va a pasar esta vez, debo ser precavido y no caer nuevamente en farsas, perdóname...- sin más presionó el gatillo y un estruendo se oyó hasta afuera de la mansión, para luego ser seguido por un segundo.
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Pasó un mes...
Hiro se estaba recuperando lentamente de las heridas que aquel accidente le ocasionó. Resultó con una pierna rota, al menos le había ido mejor que a Suguru que tenía ambos brazos rotos y algunas costillas lastimadas; eso le daba la posibilidad de seguir practicando con la guitarra.
Estaba pensando seriamente si seguir practicando era algo prudente, según se había enterado Thoma Seguchi indicó que Bad Luck seguiría adelante, ¿Pero cómo sin Shuichi?, claramente no podía continuar solo con el sueño de él y su amigo, algo que construyeron juntos y que por sobre todas las cosas debían hacer juntos, sería una traición, ¿qué hubiese pensado Shu?.
Lo meditó bastante y tras horas y horas de lidiar con su consciencia llegó a una conclusión, lo mejor seria presentar su renuncia ente Seguchi, la idea de continuar con alguien que no fuese Shuichi en el grupo no le hacía la más mínima gracia. Además no tenía los mismos ánimos de seguir.
Por otro lado parecía que al Presidente de N-G no le había afectado la situación en lo absoluto, a las dos semanas del accidente pudo escuchar de su propia boca mientras pasaba cerca de la habitación de Suguru que consiguió a un nuevo vocalista para Bad Luck. Sabía a la perfección la frialdad con la que Seguchi se tomaba la cuestión del "trabajo", pero esto ya era el colmo, ese tipo no tenía sentimientos, lo mejor seria acabar con esto de una buena vez y para siempre.
Se jubilaría prematuramente....irónico, él se imaginaba dejar muy viejo la vocación que eligió, pero así son las cosas y nada se puede hacer para cambiarlas, de ninguna manera le seguiría el juego a Thoma, él ya vería cómo arreglárselas solo.
Echó un vistazo a aquel lugar, realmente el cementerio era muy bonito, pero ir allí a visitar a un buen amigo cambiaba las cosas, nunca pensó que Shuichi sería el primero en irse, tenían muchos planes para futuro, hubiese querido que él y Eiri-san fueran los padrinos de bodas para cuando contrajera matrimonio con Ayaka.
-Shuichi...- sin saber cómo una lagrima escapó de sus ojos, que triste ya era un mes, extrañaba tanto a su amigo, no oírlo, no sentirlo, lo agobiaba, todo era tan oscuro sin él, le gustaban las pláticas que sostenían, Shuichi tenía un carácter muy especial, y aunque éste pensaba que le fastidiaba, no era así, siempre disfruto de todos los momentos a su lado.
Y hoy iba precisamente allí, a hablar con él, se le había hecho una costumbre, aunque algunos lo tacharan de "loco"...., tal vez cualquiera lo haría, incluso aquellos que no lo conocían pensarían igual, ¿Quién no vería raro que alguien se pasara más de tres horas hablándole a la tumba de su mejor amigo?, pero no tenía por qué importarle, ni por qué hacerles caso a los demás, solo le importaba la opinión de una persona...pero él ya no estaba.
Se acercó lentamente al lugar en el que descansaba su mejor amigo, con las muletas se le hacía difícil caminar y más ahora que Ayaka regresó a Kyoto, no le gustaba que tratase como un inválido, pero en verdad que le hacía falta un poquitín de ayuda, aunque nunca lo admitiría, no frente a su novia, así se vio en la amarga necesidad de hacerlo solo, ya había llegado hasta acá y no podía darse la vuelta
Que envidia le tenía a Shuichi, nunca le faltaban flores en su tumba ya sean de los fanáticos (que por cierto son muuuchos) o de los compañeros.....un momento....¿envidia?, si de todos es que corrió con la peor parte había sido Shuichi, en verdad tomar tantas pastillas le hizo daño, era eso o se estaba volviendo loco como le decían, en fin toda la tarde se la pasó pensando en ir a visitarlo al cementerio, y ahora que llegó estas cosas no quedaban desapercibidas.
Ciertamente el lugar tenía flores por doquier, algunos posters con imágenes de los integrantes de Bad Luck y otras solo con Shuichi. Un hermoso florero hecho de mármol, llamó la atención del joven pelirrojo, tenía dentro unas flores bastante peculiares, pero aún así bellas, eran color rosa con pequeñas motas violeta, al ver aquella flor no pudo evitar el pensar en Shuichi, eran similares tanto por el color que les caracterizaba, así como el aroma y la perfección.
Hiro sostuvo el florero entre sus manos al verlo mejor puedo divisar una hoja de papel que se encontraba alrededor de ellas, parecían estar escritas, esto atrajo su curiosidad. La acercó a su rostro y comenzó a leer suavemente.
El frío y la soledad de la noche me obligan a ser sincero,
y aunque es tarde para arrepentirse,
tengo la necesidad de ser franco contigo.
No tiene sentido ahora, lo sé bien,
pero eso no acallará las voces de mi interior.
¿Como olvidar lo que vivimos?,
Si es lo único que me queda...tu recuerdo
tan sólo eso me mantiene de pie ahora,
Quiero dejar este mundo y estar a tu lado.
Perdona por pensar así,
si me oyeras....te pondrías a llorar, y yo no quiero eso,
no es tu falta, sino la mía,
es cierto, he cambiado bastante
Siento que la fuerza se va de mi lado,
¿por qué me abandonaste?
Si dijiste que siempre estarías conmigo.
No te reprocho nada, ha sido mi culpa.....
no puedo evitar hacer daño a aquellos a los que quiero,...
y a ti Shuichi te he querido con toda el alma,
discúlpame por todas las veces que te hice sufrir,
fui un idiota, ahora lo entiendo,
ahora que no estas puedo darme cuenta lo que he perdido.
Al perderte a ti, también pierdo las ganas de vivir,
no te preocupes, no pretendo escapar de la vida como un cobarde,
trataré de vivir normalmente,
pero sin la pieza fundamental de mi vida....tú,
nada será igual...nada...
Yuki
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En otro lugar lejos de Japón un joven de pelo gris sostenía una conversación con uno de los médicos del hospital del cual él era dueño.
-¿Cómo esta?- preguntó impaciente el joven.
-Le he administrado un sedante, eso lo tranquilizará por un momento-
-Esperé tanto este día y ahora que por fin abre los ojos no pude estar a su lado-
-No se agobie más, usted es un hombre con muchas obligaciones, estoy seguro que él lo entenderá- aconsejó el doctor ya avanzado de edad.
-¿Y en qué condiciones se encuentra?- dijo el peligris metiendo la mano derecha en el bolsillo de su pantalón.
-Ahora que ya ha despertado será más sencillo seguir con el tratamiento, si tenemos cooperación de su parte se restablecerá pronto- se llevó una mano a su rostro para acomodarse mejor los lentes que llevaba puestos.
-Por un momento creí que jamás despertaría...- dijo Shirou desviando la mirada hacia una de las grandes ventanas del hospital, estas daban paso a los cálidos rayos del sol que anunciaban el principio de un nuevo día.
-Está confundido, lo mejor que puedes hacer es hablar con él, trate de calmarlo, se que usted si le escuchará-
-Eso no tiene que decírmelo- se dirigió a la puerta que daba a la habitación del muchacho, ingreso dentro y cerró la puerta tras de sí.
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El muchacho estaba algo aturdido a causa del calmante, se había causado algunos rasguños producto de la caída de su cama. Esa mañana despertó tras un interminable letargo...pero....¿cuánto tiempo?, la confusión hizo presa de él, quiso salir huyendo de ese sitio y lo único que consiguió fue el regaño de unos tipos, al parecer los doctores que le reprocharon su imprudencia.
Sentía un fuerte dolor en su cabeza, ¿se habría golpeado?, ¿pero cómo?, ¿por qué estaba en aquel lugar?, ¿cómo había llegado allí?, no entendía nada de lo que ocurría a su alrededor, estaba desconcertado, tantas preguntas en su cabeza y ninguna respuesta a la vista, no recordaba nada, su mente era como un papel en blanco, debía conocer las razones de su estado, pero no sabía a quién preguntar.
Miró mejor la habitación, tratando de familiarizarse con ella. Todo era blanco, las sábanas, las cortinas, incluso la prenda que usaba era del mismo color, con dificultad logró sentarse apoyando su espalda contra la almohada detrás de él, esto le ayudó a divisar una silueta que se encontraba recostada en la puerta, apenas y podía notarla porque las prendas que llevaba no eran del blanco que inundaba aquel sitio, era un muchacho, en el rostro mostraba preocupación, ¿acaso esa persona le conocía?, quizá él podría acabar con la incertidumbre en la cual se encontraba.
-Hola- preguntó separándose de la puerta.
-Ho--hola- dijo el pequeño acompañando el saludo con una débil sonrisa y algo de temor.
-Te ves mucho mejor-
-¿Te conozco?- le preguntó con gran duda, toda su cabeza era un mar de dudas.
-Es bueno ver que te has despertado, me quitas un gran peso de encima- se acercó al borde de la cama para posteriormente tomar asiento en ella, a un lado del muchacho.
-¿Usted me conoce?- volvió a preguntar.
-¿Eh?-
-Si me conoce, si sabe quién soy- dijo el pelirrosa alzando la voz.
-¿Por qué me preguntas eso?- se acercó más a él para tomarle de la mano, provocando un leve sonrojo en el rostro del chico.
Sentir su cálida mano estrechándose con la suya, le hizo tener una sensación extraña que invadía todo su cuerpo ¿quién sería?, aún seguía sin respuestas necesitaba conseguirlas y debía hacerlo ya –Yo....porque...-dijo bajando la cabeza, ocultando sus dos hermosos ojos violeta de la vista del otro joven -...porque no entiendo nada, no recuerdo nada!, dime quien soy!...- bajó el tono de su voz- ...por favor...- una súplica, un ruego -¿qué hago en este lugar?, ¿quién es usted?-
-Entonces era verdad lo que me dijeron los médicos- puso su mano libre sobre el hombro del chico, sus suposiciones eran ciertas, el muchacho frente a él no recordaba ni quien era producto del fuerte golpe que se dio en la cabeza, eso ayudaba a sus planes, sonrió para sí, todo había salido a la perfección.
Subió la cabeza súbitamente -¿Qué te dijeron?...digo...¿Qué le dijeron?-
-Basta, y no me trates de usted, los dos nos conocemos bien,.....Koiichi-
-¿Nani?- el pequeño analizó las palabras dichas por aquel sujeto –¿Qué es Koiichi?...dime...¿es mi nombre? o es el tuyo- mencionó con la mirada expectante y llena de inocencia.
-Jajajaja- no pudo contener las ganas de reír, mientras el pelirrosa hacía un puchero de fastidio ante su reacción –no puedo creer que me preguntes algo así jajaja, claro que es el tuyo-
-......- El pelirrosa inclinó la cabeza y algunas lágrimas hicieron aparición en aquellos ojos amatista. Shirou dejo de reír al momento.
-¿Sucede algo?- preguntó.
-¿Por qué no recuerdo nada?, siento mi mente en blanco, no logro recordarte, ni recordar quién soy yo, ¿eres algo mío?-
Quitó la mano que tenía posada en su hombro y con el dorso ésta le limpió delicadamente cada una de sus lágrimas –No llores por favor, o harás que yo también me ponga a llorar y eso es bastante grotesco- le dijo con una sonrisa en los labios, tratando de tranquilizar al muchacho –no recuerdas nada debido al fuerte golpe que te diste en la cabeza- continúo.
-¿Golpe?, ¿Yo me golpeé?-
-Hai, tuviste un accidente en el coche y quedaste bastante mal, llevas casi un mes inconsciente- no hubo titubeos en su rostro, si debía decirle algo tenía que simular franqueza.
-¡¿Un mes?!- el pequeño levantó la mano que tenía libre y la llevó hasta su nuca –Auch!!-
-No hagas eso!, la herida en tu cabeza todavía esta curando- dijo apartando la mano que el pequeño se llevó a la cabeza.
-Oh!...sumimasen-
-No hay por qué disculparse Koiichi-
-Gracias....etto....- dijo tímidamente -¿cuál es tu nombre?-
-Vaya, cómo pude olvidar decírtelo, yo soy Shirou- contestó esbozando una gran sonrisa.
-¿Shirou..?-
-Aja..-
-Shirou-kun....es un nombre muy bonito- le dijo amablemente, no sabía por qué pero le estaba tomando confianza a ése extraño -...¿puedo...puedo hacerte una pregunta?-
-Claro, dime de qué se trata-
-¿Eres mi hermano?- Shirou casi se va de espaldas, si que ese muchacho andaba despistado, pero le agradaba la manera en que le preguntaba cada cosa, se veía tan tierno.
-No, no soy tu hermano- el pelirrosa inclinó su cabeza hacia delante, sorpresivamente segundos después la volvió a levantar, se llevó un dedo cerca de la boca para nuevamente preguntar.
-¿Etto...mi primo?-
-Jaja, no soy tu primo-
-¿Etto...mi cuñado?-
-No, ¿cómo, si no tienes familiares?-
Vaaaarios minutos después.....
-¿Etto...mi profesor?-
-No, no soy tu profesor- esto se estaba volviendo monótono a cada minuto que pasaba, Shirou estaba contestando las preguntas muy divertido, el pequeño no se rendía tras equivocarse una y otra vez, el jueguito ése había sido divertido, además de haber ayudado a lograr una relación de confianza entre ambos, pero era tiempo de terminarlo.
-¿Entonces....mi...- el chico de ojos celestes hizo callar al más pequeño poniéndole dos dedos sobre sus labios mientras su boca fue a dar a su oído para susurrarle algunas palabras.
-No soy nada de eso que dijiste- murmuró sensualmente de tal modo que estremeció al ex-cantante -yo soy tú.....- no terminó la frase, los labios de Shirou fueron a dar con los de Shuichi, quién quedó sorprendido ante su manera de proceder...¿Acaso eran...?
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE @M@I: Hola a todas, quiero aprovechar este momento para felicitar a alguien muuuy especial en el día de su cumpleaños....FELICIDADES RYUICHI! *corre a abrazar a Ryuichi*
Ryuichi: ¿Qué?....¿es mi cumpleaños?....lo olvidé *mira a su conejo*...tú lo sabías Kumagoro? *mueve a Kumagoro haciendo que este diga si*
Claro!, ¿cómo íbamos a olvidar un día tan especial?...por cierto ¿cuántos años cumples?.
Ryuichi: Eso no se pregunta ¬¬.
Cierto, además que los años que cumples no afectan en nada a tu físico *¬*, la verdad te ves bastante joven, aunque ya hayas pasado los 30, ¿cuál es tu secreto?.
Ryuichi: No tengo secretos ._. ¿Verdad Kumagoro?... aunque a Ryu-chan le encantan las cosas dulces nano da!
Seguro que solamente eso? ¬.¬
Ryuichi: Pues no se me ocurre nada más u.u
Bueno, ya no te molesto, ¿qué tal si me ayudas a responder reviews?
Ryuichi: Si, si, a Ryu-chan y a Kumagoro les gustan los reviews nano da!.
nat-chan07:: No sabes lo que me costó escribir esos dos tan rápido, tomando en cuenta que me quedé hasta muy tarde escribiéndolos u_u (No he dormido casi nada últimamente!!) y es que he estado soñando con todo esto y he tenido consecuencias positivas, se me prendió el foco en más de una ocasión, estoy segura que lo que viene después les va a gustar mucho más, es algo loco...mejor espérenlo.
PD: Siempre he dicho que aquellos que son malos lo son por una buena razón.
Sadame:: No me gusta ser mala con Yuki...ni con Shuichi (esta vez me pase), pero que se le va a hacer, así es la vida -_-. Pobre Yuki, se esta creyendo que Shu-chan esta muerto....y todas sabemos que no es así!...pero que cosas traerá el destino para estos dos hermosos muchachos, mejor descubrirlas en los siguientes capítulos.
Akia Nekoi:: Ya viste, Shuichi no recuerda ni su nombre XD y mucho menos ha de recordar a Yuki!, gracias por tus comentarios aquí esta el otro capítulo, estos los he subido más rápido, pero con los otros tardaré un poquitín....no me maten, mi inspiración se fue de vacaciones ._.!
Eli-chan1:: Gracias por decir que te encantan mi historia, eso me hace muy feliz ^^, además que me suben las ganas de seguir escribiendo, de otra manera no lo haría _...¿te imaginas a Shu paralítico?, con lo hiperactivo que es, se me muere ;_;....pobrecito...que mala soy, hasta yo me tengo miedo.
Zekhen-angel and Zekhen:: Vas a tener mucho trabajo Zekhen, los malos no dejarán de hacer de las suyas XD, además que la memoria de Shuichi le hace una mala jugada Y_Y, prepárate para consolar mucho a Yuki, lo necesita.
A las personas que me escriben al e-mail también muchas gracias, en especial a mi amiga Claudia-chan, que me hace sonreír cada vez que me escribe. Para cualquier consulta, crítica constructiva, tomatazos, amenazas de muerte, ya saben que mi mail esta a su disposición amai_shirabe@hotmail.com. Hasta la próxima!
