Con cariño especial a Shuichi en el día de su cumpleaños, sólo por eso subí el capítulo antes (N.A.: Para aquellas personas que no sepan, el cumpleaños de Shu-chan es el 16 de abril...o sea hoy ^^), cada año crece más, pero para mí siempre tendrá 19 n_n. FELICIDADES!

ACLARACIÓN: Todos los personajes de Gravitation NO me pertenecen, todos son propiedad de la súper mangaka Maki Murakami (sin embargo, me vendrían bien un Shuichi o un Yuki para mi solita *o*). Solamente escribo por diversión utilizando a los personajes a mi antojo, no recibo ningún tipo de beneficio enonómico por esto (aunque cualquier donación es bien recibida....*ve como K le apunta con su mágnum*....olviden lo último, paz y amor) ^v^'.

CAPÍTULO 8: SEÑALES.

En el capítulo anterior:

Los recuerdos invadieron su mente, una vez más dejaba Japón, pero en esta ocasión el causante no era Kitazawa, sino Shuichi.

El avión comenzó a moverse para alcanzar vuelo.

-Adiós.....baka.....- dijo mientras se alejaba lentamente....de Japón....y de Shuichi.

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-Señor Uesugi, es un placer recibirlo- dijo cordialmente uno de los empleados del hotel en el que Yuki se hospedaría.

-¿Podría decirme cuál es mi habitación?- preguntó mientras se retiraba algunos mechones de su rubio cabello que le cubrían levemente los ojos.

-Si, yo lo llevo señor, sígame- cargando el pesado equipaje del escritor se encaminó al ascensor que los llevaría pisos arriba, donde estaba la habitación reservada por Thoma para Yuki.

Hizo girar la llave dorada en la cerradura de la habitación, abrió la puerta y dejó las maletas a un lado de ésta y se dirigió al escritor –Aquí es señor-

-Vaya se nota que Thoma no reparó en gastos, hay bastante espacio, esto parece una Suite-

-Y lo es señor, esta es la habitación más lujosa de todo el hotel, el señor Seguchi Thoma ordenó que se le diera todas las comodidades necesarias-

-No planeo quedarme mucho, solo hasta que consiga un departamento, bueno, creo que es mejor que desempaque, el viaje fue algo agotador y pienso descansar-

-Si necesita algo solo llámeme señor-

-Lo haré-

-Con su permiso- salió cerrando la puerta tras de si, Yuki estaba fascinado, ese lugar era demasiado amplio considerando que no tendrían compañía, y además sólo vio la sala, fácilmente allí podrían vivir cerca de 5 personas!, tal vez estaba exagerando, necesitaba darse una ducha para relajarse.

Tomó ambas maletas y se dirigió a la alcoba, esta también era espaciosa, la gran cama daba la espalda a los extensos ventanales que revelaban una hermosa vista de toda la cuidad.

Observó por un momento el paisaje a través de estas, tenía un hermoso panorama del mar, el sol que se ocultaba en el horizonte brindaba un espectáculo único a los ojos del escritor, quién nunca se atrevió a mirar la belleza de la naturaleza que siempre lo rodeaba, simplemente no le importaba o no tenia tiempo para estas cosas debido al constante trabajo que siempre lo aquejaba.

Debido a su trabajo se perdió muchos momentos especiales, no solo con la naturaleza, sino también con las personas que lo querían.

-Si pudiera retroceder el tiempo....lo haría....cambiaría tantas cosas- dijo en un suspiro, bajó la mirada, la sutil sonrisa que momentos antes acompañaba al sol, moría con él, la noche había llegado y con ésta, su soledad.

Se quitó los pantalones, la camisa y sus demás prendas, las enviaría a lavar después, al llegar al cuarto de baño pudo comprobar-para su suerte- que allí estaba instalado un gran jacuzzi, procedió a llenar el agua y atemperarla, una vez lista se sumergió lentamente, el agua estaba deliciosa, aquella calidez lo confortaba, decidió olvidarse de todo y dejarse llevar por el momento.

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Solo,...otra vez solo, ya era una costumbre, aunque la última semana Shirou se quedó a su lado, la pasaron bien, pero debía volver a sus obligaciones, él estaba consciente de todo eso.

Con cuidado y apoyándose en las paredes consiguió llegar hasta la venta de su habitación, ya podía caminar, pero lo hacía dificultosamente, le faltaba práctica, por lo menos ya no se caía y sólo el hecho de poderse mover lo hacía feliz.

Si era verdad lo que le decía el doctor, en menos de un mes ya estaría caminando a la perfección, rogaba que así sea, más que nada porque quería salir a conocer la ciudad. Shirou por alguna razón no le llevaba a ningún lugar, se sentía prisionero, él único sitio que frecuentaba eran los grandes jardines de la mansión, pero no era suficiente, deseaba conocer aquel mundo detrás de las rejas de esa gran casa.

-Muy pronto....muy pronto conoceré la ciudad- se dijo a sí mismo con una gran sonrisa en el rostro, el ocaso se veía hermoso y daba paso a la noche –Ya está oscureciendo- volvió a sostenerse en las paredes para dirigirse a su cama.

De pronto las imágenes frente a él se hicieron difusas, la cabeza comenzó a dolerle increíblemente, desde el ataque que sufrió por parte del ladrón estos malestares se habían hecho frecuentes, se llevó una mano a ésta mientras la otra continuaba sujetando la pared, no pudo contener un grito que escapó de sus labios ante el dolor del cual era presa.

Vanos fueron sus intentos por controlarse, minutos después el dolor lo venció y cayó inconsciente al suelo.

La muchacha que se encargaba de la limpieza una vez terminada sus labores ingresó en la habitación del joven, para encontrarse con esa escena.

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Koiichi se sumergió en un sueño profundo, algunas imágenes desconocidas a él tomaban forma, de alguna manera le parecían familiares.

Vio su propia figura caminando por una calle muy concurrida, estaba lloviendo, las personas se cubrían de la lluvia con sus paraguas, menos él.

Comenzó a sentir mucho frío, cerró los ojos fuertemente y el frío desapareció, era raro, miró al frente y seguía lloviendo, levantó la vista y se encontró con una silueta detrás de él, era esa persona la que le había cubierto con su paraguas, no pudo verle bien el rostro, pero parecía triste.

-¿Quién eres?- le pregunto.

-.......- no hubo respuesta por parte del otro, la lluvia cesó y la figura comenzó a caminar alejándose de él.

-Espera no me dejes!- corrió detrás suyo, lo más rápido que le daban sus pies, parecía que en tanto más corría la figura se alejaba más, la imagen de esa persona se fue desvaneciendo ante sus ojos –¡no te vayas!, ¡espérame por favor!- gritó desesperadamente extendiendo una mano para alcanzarlo.

-Joven Koiichi, joven Koiichi!, despierte por favor!- el chico pelirrosa despertó ante los gritos de la muchacha.

-Eh?...¿que pasa?- dijo algo somnoliento.

-Joven Koiichi, parece que se desmayó, estaba a punto de llamar a una ambulancia- dijo la joven de cabello corto color blanco.

-No, auch!....estoy bien- la cabeza continuaba doliéndole aunque esta vez el dolor era leve.

-¿Está seguro que no quiere que llamé a una ambulancia?- insistió la chica.

-No, así esta bien- le ayudó a levantarse -¿ya te ibas?-

-Si señor, pero.....creo que no estaría bien dejarlo solo-

-No te preocupes por mi, puedes irte- trató de disimular el malestar que sentía.

-Pero el señor Shirou me dijo que....-

-Oh!, hablando de él, quiero pedirte un favor- mencionó mientras se metía dentro de la cama.

-Lo que usted desee señor-

-No quiero que le digas nada sobre lo que pasó hoy acá, entendido?-

-Pero señor, yo debo.....-

-Por favor, no quiero que él se preocupe por mi culpa, solo fue un pequeño desmayo, no me voy a morir por eso-

Sus ojos reflejaban una tristeza inmensa, no podía resistirse a esa mirada que imploraba su comprensión -Esta bien señor, no le diré nada, puede estar tranquilo-

-Muchas gracias- la muchacha se dirigía a la puerta cuando un nuevo llamado por parte del joven pelirrosa le hizo voltearse –Ah!, una cosa más- dijo alegremente.

-Dígame, señor-

-Andria, deja de llamarme señor ¿quieres?, me haces sentir viejo, puedes decirme Ko-chan ^^-

-Eh...?- la chica se sonrojo increíblemente, el joven que tenía delante era muy atractivo y tan tierno que le hacía sentir incomoda a veces –Si, señ....bueno,.....es decir, Ko-chan-

-Así esta mucho mejor, ya puedes retirarte y gracias por todo- la chica hizo una reverencia y salió de la habitación.

El sueño de hace unos momentos le tenía pensando, la imagen de la persona que vio en él le parecía tan familiar, ¿acaso le conocía?, posiblemente era parte de los recuerdos que olvidó, sintió unas ganas terribles de llorar, no sabía realmente por qué, no pudo contenerse, las lágrimas comenzaron a salir por sus hermosos ojos violeta. Allí, solo la oscuridad de la noche acompañaba su dolor.

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-No puedo seguir así, esto se acabó!-

-¿A qué se refiere Nakano-san?- dijo el presidente de NG.

-Que ya me cansé de esta situación, ¡renuncio!-

-¿Pero por qué Nakano-san?- intervino Suguru dejando un momento su teclado para participar de la discusión que entablaban el guitarrista pelirrojo y su primo.

-Bad Luck no puede ser lo mismo sin Shuichi, la actuación de este susodicho vocalista es PATÉTICA-

-¡Cállese!- dijo secamente y con una mirada fría el encargado del teclado de Nittle Grasper, Hiro se sobresaltó por el comportamiento de éste, pero no por eso iba a rendirse ante su postura –trato de salvar los intereses de la banda que MI compañía representa ¿y así me paga?, gracias a mí ustedes lograron salir del anonimato, YO los hice, y si no puede aguantar la realidad, me veré obligado a prescindir de sus servicios, siempre es posible encontrar un buen músico-

-Haga lo que quiera, yo me largo de aquí- Hiro dio media vuelta y salió azotando la puerta, estaba furioso, no notó que al girar en la esquina venía una persona, sin querer, ambos chocaron y cayeron al piso.

-Lo lamento- se disculpó el pelirrojo intentando ver a la persona con la cual había chocado.

-No, fue mi culpa nano da- dijo poniéndose de pie.

-Oh, pero si es usted Sakuma-san- Ryuichi le extendió la mano al guitarrista ayudándole a incorporarse.

-Nunca has sido tan distraído Nakano-san, ¿te pasó algo?- preguntó cambiando su expresión infantil por una más serio.

-Tuve una discusión con Seguchi-san, y renuncié a Bad Luck- fijo su mirada en el piso, mientras apretaba los puños fuertemente.

-¡¿QUÉ?!, ¿pero cuál fue la razón?- dijo con tono preocupado el vocalista de Nittle Grasper.

-Shuichi....-

-Se como te sientes Hiroshi, a mi también me duele todo lo que pasó, debo admitir que extraño mucho a Shuichi, era alguien tan especial, capaz de irradiar vida y alegría- abrazó a Hiro delicadamente, mientras éste se ponía a llorar –y a ti que fuiste su mejor amigo, te debe doler aún más,....-

-Pero por qué tuvo que morir justamente Shuichi, no se lo merecía- habló Hiro entre sollozos.

-El destino puede ser muy cruel, y a veces las personas que queremos mucho nos dejan, Hiro...- limpió las lágrimas del guitarrista con el dorso de sus manos -.....no sabemos por qué pasan las cosas, simplemente suceden, lo único que podemos hacer es recordar los momentos que tuvimos a Shuichi a nuestro lado...¿recuerdas cuando debutaron en ése concurso de televisión?-

Hiro dejó de llorar y sonrió al recordar la vez que participaron en ése programa –Si, el baka de Shuichi propuso que si ganábamos, en vez del premio cantaríamos en ese lugar, al comienzo parecía algo totalmente estúpido, pero eso nos hizo ganar una popularidad tremenda-

-Ya ves?, todo lo que Shuichi nos dejó no lo podremos olvidar, el no ha muerto Hiro-kun, vive en cada pensamiento, en cada recuerdo, en cada imagen que tengas de él- puso su mano derecha sobre el pecho del pelirrojo –vive aquí Hiro, él vive en tu corazón, y eso, nadie te lo puede quitar-

Hiro le dedicó una sonrisa a Ryuichi –Gracias Sakuma-san-

-Kumagoro está para servirte nano da- el cantante se fue corriendo por los pasillos en su forma chibi dejando a Hiro algo más tranquilo, no iba a retractarse de su decisión, todo lo contrario, ahora más que nunca pensó que había hecho lo correcto.

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-Anda Shirou, solo será un momento- dijo el pelirrosa que se colgaba del cuello del hombre más alto.

-Ya te dije que no Koiichi, es muy peligroso que andes por las calles solo, otro día saldremos los dos juntos-

-Eso es mentira, nunca tienes tiempo para mí, te la pasas en tus negocios, además ya puedo caminar bien, mira- dio pequeños brinquitos en el mismo sitio.

-Es cierto, hace 6 meses que ya puedes caminar, has progresado bastante- metió una mano a su bolsillo y sacó una caja de cigarrillos, tomó uno, lo encendió, dio una bocanada de humo y continuó hablando -pero aún así es muy arriesgado que salgas sin compañía, puedes quedarte aquí y pasear, los jardines son muy grandes y...-

-Ya me cansé de ellos!, los conozco de memoria, quiero salir Shirou, ...por favor-

-He dicho que no, además se me está haciendo tarde- miró el reloj en su muñeca "8:16 a.m.", volteó otra vez hasta toparse con los tristes ojos amatista de su amante, lo tomó por la barbilla acercándolo a él para darle un beso apasionado y profundo –nos vemos en la noche-

-Si....-

-No estés triste, te compraré algo bonito cuando vuelva del trabajo- dicho esto salió de la casa.

Koiichi se acercó a una de las ventanas, estas daban un avista amplia del jardín, vio el coche de Shirou que desaparecía a lo lejos, dio media vuelta y se sentó en uno de los sillones que allí habían, la casa estaba completamente vacía, Andria la muchacha de la limpieza estaba de vacaciones, en su ausencia el joven se encargaba de cocinar y otras veces pedía comida a domicilio.

Extrañaba la compañía de la muchacha, últimamente se habían hecho muy buenos amigos, tenían gustos similares por ciertas cosas, además compartían juntos un secreto.

No se había atrevido a contárselo a Shirou por miedo a preocuparlo, lo cierto es que continuamente le daban fuertes dolores de cabeza, y una que otra vez había perdido el sentido, pero eso no era motivo para preocuparse...¿o si?, lo mejor sería no darle importancia.

Miró el reloj en la pared, casi las nueve de la mañana, sonrió pícaramente, una idea comenzó a rondar en su cabecita, no!, no podía hacerlo, Shirou le dijo claramente que tenía prohibido salir, sin embargo,......algo que Shirou no sabía no le haría daño.

Meditó unos minutos, su conciencia le decía "No salgas, recuerda que es peligroso", en cambio su corazón y todo su cuerpo le decían "Vamos sólo será un momento, nada malo te puede pasar en unas cuantas horas", fue una gran lucha consigo mismo, pero al final quien se alzó con la victoria fue la segunda opción.

Corrió a toda prisa a su habitación, del armario sacó unos pantalones grises, una camiseta blanca y una chaqueta amarilla, los arrojó sobre la cama y comenzó a mudarse de ropa.

Pasaron alrededor de 10 minutos, ya estaba casi listo, por último se calzó unas zapatillas deportivas blancas con franjas azules. Toda esa ropa era nueva, Shirou se la había regalado dos días antes, se fue a ver al espejo de cuerpo completo que tenía en su cuarto, ése conjunto le quedaba bastante bien, sin lugar a dudas Shirou tenía muy buenos gustos en cuanto a ropa, se quedó ahí mirándose por unos cuantos segundos más hasta que algo llamó su atención.

-Ay no!, MI CABELLOOOO!!!!- fue a toda prisa a buscar el cepillo para su pelo, el tenerlo tan largo era muy problemático, pensó en cortárselo varias veces.....pero extrañamente Shirou se enfadaba con solo mencionarlo, tardaba casi una hora en peinarlo y ahora debería hacer esfuerzos sobrehumanos para tenerlo listo cuanto antes.

Con cada minuto que pasaba perdía más tiempo para poder recorrer la ciudad, estaba tan emocionado que hasta olvidó desayunar, bueno, eso era lo de menos, ya tendría tiempo para comer después.

Pasado algún rato y una vez terminado de cepillar su pelo comenzó a trenzarlo, era el único peinado que podía hacerse y en el cuál el cabello no le molestara. Terminó de sujetarlo, se bajó unos cuantos mechones rosa sobre su rostro y los acomodó, ya estaba listo, ahora nada ni nadie evitaría que este fuera un día particularmente especial.

Al salir cerró la puerta con llave, no quería que ladrones se fueran a entrar a la casa, ya había tenido una mala experiencia con uno de ellos, y por nada del mundo deseaba repetirla. El trecho desde la puerta hasta la entrada principal a la mansión era algo largo, se puso una gorra blanca sobre su cabeza y con paso seguro se alejó de allí.

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-//Eiri, ¿te gustó el automóvil que Thoma y yo te elegimos?//-

-No se los pedí, tengo suficiente dinero como para comprarme uno yo mismo- Yuki hablaba a través del teléfono con su hermana Mika desde Japón.

-//Eso lo sabemos, considéralo un regalo de felicitaciones//-

-Felicitaciones....¿por qué?- dijo el escritor mientras ponía un cigarrillo en sus labios y procedía a encenderlo.

-//¿Por que más Eiri?, por tu nueva casa, nos enteramos que hace una semana que te mudaste, debería regañarte por eso, ni siquiera llamaste, si no fuera por los encargados del hotel en el que hospedaste, no sabríamos nada de ti//.

-¿Y no supones que "era eso" realmente lo que quería?- aspiró una nueva bocanada de humo.

-//Baka...//-

Tras las palabras de su hermana Yuki colgó el auricular, echó un vistazo a su alrededor, el nuevo departamento que consiguió era muy similar al que tenía en Japón, la única diferencia es que éste tenía mucho más espacio, comenzó a sentir nostalgia al recordar su viejo apartamento, sacudió su cabeza de para quitarse esos pensamientos, vino a Nueva York con la intención de olvidar y eso es lo que haría, probablemente un paseo en su nuevo coche le ayudaría, tomó las llaves de éste y fue en dirección al estacionamiento.

Abrió la puerta del mercedes negro, sin lugar a dudas este modelo era igual al que tenía en casa. Thoma le dijo que olvidara, sin embargo, no le estaba ayudando en nada al ponerle cosas tan familiares cerca.

Insertó las llaves e hizo que el coche arrancara, se puso sus gafas negras y salió de allí con dirección desconocida.

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-KYAAAAA~!!!!, ESTE LUGAR ES FABULOSO!!!- Koiichi corría sin rumbo de aquí a allá, brincando y girando, algunas personas le miraban raro, desconociendo totalmente que era la primera vez que él visitaba la gran ciudad, tantos rascacielos llamaron su atención –Así que esta es la "Gran manzana" de la que tanto hablan en la televisión ^^, es muy bonita....hmmm.....¿señor que esperan?, ¿qué son aquellas luces que están del otro lado de la calle?- dijo dirigiéndose a un hombre mayor con bigotes.

-¿No sabes qué es un semáforo niño?, las secundarias de hoy no enseñan nada productivo a estos chicos.....blah blah blah- después de un largo sermón, por fin el señor se digno a decirle para qué servían -....estamos esperando que la señal de enfrente, que es para los peatones se ponga verde, así sabemos que es tiempo de que nosotros crucemos la calle-

-¿Si?, Oh! mire!, ya se puso verde- le señaló emocionado con el dedo.

-Si, eso nos indica que tenemos que cruzar, mucho gusto en conocerte chico- y se adelantó al muchacho.

-Vaya que es interesante!, será divertido cruzar- se puso a cantar mientras iba saltando junto con la gente.

Tantos lugares que visitar y tan poco tiempo para hacerlo, es cierto lo que decían...que el tiempo vuela cuando uno se divierte, pero en fin, este día lo había pasado de lo mejor y no era como para arrepentirse. Ya estaba oscureciendo, así que ya debía regresar a casa, no sea que llegue Shirou y al no encontrarlo haría tremendo alboroto, sólo el pensarlo le aterraba, el autobús se acercaba era hora de irse.

-Aquí termina el recorrido- dijo el conductor al llegar al último punto del viaje.

-Pero señor, esta no es mi casa- dijo Koiichi algo confundido.

-Si te equivocaste de autobús no es asunto mío!, y ya bájate que solo hasta aquí te puedo llevar- le reprochó el hombre.

-Pero... no conozco este lugar, además está muy oscuro-

-Eso debiste pensar antes de caminar por la cuidad sin conocerla, yo no estoy para hacer de niñera, así que de una vez bájate!- el pequeño obedeció y vio como el vehículo se alejaba dejándolo sólo en ése lugar. Éste era diferente de los sitios que había visitado antes, no tenía las maravillosas luces que adornaban la ciudad, por el contrario este sitio era de un aspecto bastante lúgubre, habían pequeñas fogatas a las cuales la gente acudía en busca de calor.

Entre las personas de allí habían algunos niños que llevaban puestas viejas vestimentas, el chico se sintió muy triste al observar ése espectáculo.

Una niña tímidamente se acercó a él y se le quedó viendo, estaba temblando a causa de el frío y no tenía un abrigo para protegerse. A Koiichi esa niña le inspiró gran ternura, y sin dudarlo se quitó su chaqueta extendiéndosela a la pequeña, quien con una sonrisa la recibió muy agradecida.

Ya era bastante tarde y no encontraba otro autobús que por lo menos le llevara a la cuidad. El frío le calaba los huesos, pero no se arrepintió de dar su chaqueta a esa pequeña que tal vez la necesitaba aún más que él. Tenía que admitirlo, estaba perdido, no sabía a dónde iba, parecía que con cada paso que daba se alejaba más de casa, la aventura de conocer la ciudad por su cuenta se salía de control.

Con las calles semidesiertas, y sin nadie a quién preguntar como volver estaba en graves problemas –En que lío me metí ahora- se dijo así mismo, ya que nadie más que él mismo debía salir de este embrollo se dispuso a cruzar una calle, no había semáforos en esta, así que no sabía si era prudente pasar, cada vez se hacía más tarde y no tenía otra opción, cuando a mitad de esta....–AGHHH!...- un quejido de dolor salió de aquellos labios, el dolor de cabeza había vuelto y para su mala suerte precisamente en éste momento, se quitó la gorra aventándola lejos, el dolor era cada vez más insoportable, tanto que lo puso de rodillas, trató de apaciguarlo colocando ambas manos sobre su cabeza.

Pasó algún tiempo, en realidad no sabía cuánto, el dolor iba cesando, hasta que desapareció por completo dejándolo algo aturdido, intentó incorporarse poniéndose de pie, borrosas eran las imágenes que veía, se encontraba entre la conciencia y la inconsciencia, el ruido proveniente de una bocina le hizo voltear instintivamente hacia su izquierda, un automóvil se acercaba a él peligrosamente.

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Esta calle, a diferencia de las demás, estaba-casi en su totalidad- descongestionada, así tras cerca de estar varado dos horas en tremendo embotellamiento conseguiría finalmente conducir su auto, sin dudarlo más aceleró, la velocidad de ése coche era increíble, no se comparaba con el que tenia en casa, aunque era de esperarse siendo este un modelo mucho más reciente que el suyo, ¿qué estaba pensando?, ahora éste también era de su propiedad, nunca se lo diría a Thoma, pero en realidad el regalo le había encantado.

No alcanzaba a ver nada más allá de la luz que emitían las luces del coche, siguió su curso hasta que pudo divisar "algo" que obstruía su camino salía de la nada,...un momento...no era algo.....era "alguien", al parecer un niño había tenido la imprudencia de jugar en medio camino, de nada serviría frenar estaba demasiado cerca, tocó la bocina varias veces intentando que se apartara, pero parecía no escucharla.

-Maldita sea!- de repente, las manos al igual que todo su cuerpo comenzaron a temblarle cuando notó que la persona que tenía en frente volteó hacia él, tenía la mirada perdida, pero esos ojos eran inconfundibles, ¡no podía ser!, ¿era un espejismo?, el joven que tenía delante era...era...- Shuichi.....SHUICHIIIII!!!-

CONTINUARÁ........

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NOTAS DE @M@I (o sea YO): ne, ne, ne, agradezcan este capítulo a una buena dosis de comida china acompañada con el tema "Anti-Nostalgic", estos capítulos los he actualizado (y eso se puede ver) más rápido gracias a que tenía la PC en mi poder ohohohohoho......*minuto de silencio*.....pero ya no!, BUAAAAA!!!, me la vuelven a quitar T_T por eso tardaré un poco en escribir los otros (porque lo haré en clases de computación–miren a lo que me han orillado-)....que pena...¿verdad?. Y justo cuando Yuki está a punto de matar a Shuichi!!!! (sin querer claro), ¿Cómo seguirá la historia?...creo que eso sólo yo lo sé n.n.

Este capítulo fue algo largo ¿no creen? y eso se debe a que me pusieron de buen humor, ya que hubo una lluvia de reviews y de mails que me llegaron ^°^....MINNA ARIGATOU!, sigan así y tendrán capítulos extensos y publicados con rapidez. Y ya que se tomaron la molestia de escribirme, sería de mala educación el no responderles, por eso aquí va el sector conocido como...."MOMENTO REVIEW" XDDD, que simplona ¬¬'

Chihiro:: Hola! Eres nueva, perdón por no incluirte en el otro capítulo, tu review me llegó tarde...y pues aquí esta la continuación!.

zhakdna-yhizet:: Tu paciencia tiene frutos, gracias por dejar review!, ya ves, si me presionan publico muy rápido ^^.

Akia Nekoi:: Infaltable tu review!, arigatou por lo de loca (la verdad lo estoy XD) y lo de Shirou con Shuichi...¿verdad que es raro?, tú misma lo dijiste, es muy extraño-además de cruel-que alguien le quite su novio a otro (y más aprovechando lo de la amnesia) solo por el parecido físico, pero ahí lo nuevo en la trama es que es una locura que sólo a mí se me ocurre! n_n. Recibo muy halagada las 10 estrellas!.

Sadame:: T_T te olvidaste dejar review en el otro...eso hace un hoyito en mi destrozado corazón...jajajaja....(gomen, hoy estoy medio baka), no te pierdas eh?, que si no me entra un capricho y no actualizo más (pero que digo....si no actualizo me matan x_x), quisiera saber de esas ideas, si tienes una sugerencia con gusto la recibo en mi mail: amai_shirabe@hotmail.com, sayonara!.

Eli-chan1:: Otra querida seguidora del fic y presidenta del club (que por cierto tiene varias integrantes) "No maten a Shu-chan", lo que ahora queda por ver es si lo mato o no, eso depende....*quita uno a uno los pétalos de una margarita*...lo mato, no lo mato, lo mato, no lo mato....

Dary Kyana:: ¿ya arreglaste el problema con ff.net?, ahora te leeré más seguido y no solo en los mails!.

Zafiro:: Ahora si Yuki va a sufrir mucho...mucho más!...mira que atropellar a Shuichi!! o_o, pero nada esta concreto todavía, mejor veamos que pasa. Adiós y gracias.

Tasatir:: ¡¡¿¿Cómo que no viste Gravitation??!!!, pobrecita, pero eso no importa, es una gran alegría que te guste la serie aún sin verla ^^ aplausos de mi parte hacia ti, que bueno que el fic te esté ayudando a conocer a los personajes, no te pierdas, nos vemos en el próximo capítulo.

Luthien:: Pues no se...soy mala para los lemons XD!, aunque a decir verdad, nunca escribí uno, sería una experiencia nueva, ya veremos que hago después, si se presenta la ocasión tal vez sea posible ^^.

Haruka:: Pues de acuerdo a tus deseos aquí está la continuación....no te preocupes, yo siempre termino lo que comienzo, además este fic me esta saliendo bien y si sigue habiendo apoyo como hasta ahora, lo voy a terminar.

A las personas que nunca dejan de escribirme:

Palagata:: Arigatou Gosaimazu, el aliento que me brindas me ayuda a escribir más!.

Claudia-chan:: Ya sé, ya sé, es cierto...Shuichi no me ha hecho nada, pero es que no puedo resistirlo, se ve tan kawaii sufriendo *¬*, ojalá y pueda ser feliz en este fic, eso lo averiguaremos después.

Saludos especiales a: chibi_girl_hentai, Norikokuchan, Natalia, Mika Sakuma, Pares, zzagide, Selpelin, pricesserenity y Tifanny-chan.

No olviden leer el próximo capítulo, Sayonara! Y dejen reviews!!!.