ACLARACIÓN: Gravitation no es propiedad mía TT, sino de la mangaka Maki Murakami-sama, este es un fic sin fines de lucro (¿o si?, etto... mejor no me hagan caso --), sólo tiene el fin de entretener a sus lectoras con las ideas de su loca escritora (véase Amai :D).

NOTA: Ya saben que Shuichi Shindo es Koiichi Asagi, además que Yuki Arden es Yuki Eiri Uesugi, creo que estoy confundiendo a todas con tanto cambio de nombre (pero créanme, ¡es necesario!, en especial para despistar a Shirou-kun) .U.

CAPÍTULO 11: NO ESCAPES.

En el capítulo anterior:

-Lamento haberlo hecho esperar, le presento a mi compañero- volteó hacia el más joven -Koiichi el señor Arden, señor Arden este es Koiichi- el rubio se levantó del sillón dispuesto a saludar a la persona que le era presentada.

Tan pronto dio media vuelta el cuerpo se le paralizó. Sus dorados ojos se abrieron de par en par al encontrarse con unos violetas que le miraban igual de sorprendidos.

'Shu... Shuichi...'

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El trinar de los pájaros podía oírse a lo lejos, algunos rayos de sol se colaban por los grandes ventanales de aquella imponente mansión, iluminando la gran estancia que era testigo mudo de lo que allí ocurría precisamente ahora.

Sus miradas no se habían despegado ni un solo centímetro del otro, Koiichi podía sentir cuán fuerte latía su corazón, se había llevado el susto de su vida al darse cuenta que el "invitado" de Shirou era nada más ni nada menos que el mismo sujeto que horas atrás por poco y muere por su causa.

Yuki por su parte se encontraba en una especie de shock, el ver sus suposiciones afirmadas era demasiado, no estaba preparado para recibir tan altas dosis de emoción juntas, si no era porque el cuerpo lo tenía inerte ahora estaría sobre el cuerpo del cantante, besándolo y abrazándolo como nunca antes lo había hecho.

Shirou observaba la escena con cierto recelo, no entendía porque ambos se habían puesto en ése plan, se arrepintió infinitamente, el enseñar "su pequeño gran tesoro" había sido una equivocación, esto se estaba saliendo de control. Nadie más que él tenía derecho sobre el pelirrosa, su invitado se estaba tomando demasiadas confianzas al verlo de esa manera y tenía que admitirlo... estaba celoso.

-¿Sucede algo Ko-chan?- preguntó fingiendo un tono de despreocupación y dulzura, todo lo contrario de lo que en realidad estaba sintiendo.

-Yo... etto... – el repiqueteo del móvil perteneciente a Shirou le impidió continuar.

-¿Aló?.... Oh! Mishima-san... si, lo tengo en la biblioteca – cubrió el aparato con una mano y se volvió hacia el rubio –algo importante, le ruego me disculpe por unos minutos- el rubio asintió con la cabeza y tras esto el joven de largos cabellos oscuros muy a su pesar salió de la estancia.

Finalmente solo junto a Shuichi, ¿qué más podía pedir?, toda la noche se la había pasado soñando con él y ahora no eran simples imágenes creadas por su mente, no, esto era la realidad, su baka cantante estaba de pie junto a él, mirándolo con esos grandes ojos violáceos que mostraban la pureza de su alma.

¿Y si estaba molesto?, no era para menos, seguramente ahora que no estaba Shirou para protegerlo ése sujeto le reclamaría todas juntas, tenía fuertes motivos ¿no es así?, bajó la cabeza avergonzado, estaba dispuesto a recibir lo que viniera, ya sea bueno o malo.

El rubio escritor reaccionó sorprendido ante el gesto del pequeño, instintivamente lo tomó de la barbilla levantando su rostro de tal manera que quedara frente al suyo y sin previo aviso lo besó...

Los ojos de Koiichi se abrieron de par en par al sentir como el extraño posaba sus labios sobre los suyos, y ahora no solamente era un contacto de labios, el rubio se abrió camino con su lengua, invadiendo aquella húmeda y cálida cavidad, profundizando así el beso.

Tal y como lo recordaba, ése sabor era único en Shuichi, sus besos no tenían comparación, nadie había conseguido despertar en su interior tantos sentimientos a la vez con sólo besarlo. Con una mano rodeó su estrecha cintura aferrándolo contra su cuerpo, lo sentía mucho más delgado desde la última vez que lo vio... la última vez... esa noche tan dolorosa que no olvidaría jamás, cuando vio su mundo derrumbarse, pero eso formaba parte del pasado, Shu-chan estaba ahora a su lado y por nada en este mundo permitiría que se volvieran a separar, simplemente no podía vivir sin su baka bola rosa.

¡¿Por qué no podía hacer nada?!, su cuerpo simplemente no obedecía lo que su cerebro le ordenaba que hiciera, era como si cada parte de él se le revelara. Poco a poco se quedaba sin aire producto del beso tan apasionado que le brindaba ese extraño, sin embargo, no estaba molesto, era una locura pero podía afirmar que estaba disfrutando de semejante osadía.

Por primera vez no sentía esos remordimientos que siempre lo perturbaban, la imagen de la persona en sus pensamientos no apareció en ningún momento... ¿Acaso sólo le pasaba con Shirou?... un momento... ¡SHIROU!. ¡Tenía que acabar con esto ahora!, rogaba por que su cuerpo le diera una "tregua" aunque momentánea, ya que si el moreno le encontraba de ésa manera con su invitado, alguien resultaría herido.

Con ambas manos en su pecho y haciendo uso de todas sus fuerzas empujó al escritor lentamente rompiendo así el beso que los unía, respiró jadeante, sus mejillas tan rojas como las dulces fresas ardían con gran intensidad, su corazón latía con tal fuerza que pensaba que se le saldría de un momento a otro.

La respiración de Yuki se fue normalizando a la vez que sus dorados ojos observaban el impacto de su acción en el pelirrosa, estaba feliz, pero no satisfecho, no hasta saber que hacía Shuichi viviendo con ése tipo y cuáles eran los motivos por los que no había dado señales de vida. Tenía claro que debía despejar sus dudas, estaba apunto de decirle algo cuando el choque de la mano del chico en su rostro lo calló por completo,... éste le había propinado una fuerte bofetada.

Sus violáceos ojos reflejaban enfado, además que respiraba dificultosamente.

-¿Co-cómo... se atreve?- ni el mismo explicaba su comportamiento, el beso en verdad le había gustado, pero... ¿por qué estaba enfadado si lo disfruto?.

-Shuichi... ¿qué pasa contigo?... - Yuki se llevó la mano izquierda a su mejilla lastimada, nunca se esperó una reacción así del chico a quien amaba más que a su propia vida

-¿Shuichi?...¿de quién esta hablando?, yo no conozco a nadie con ése nombre- respondió fríamente.

-.....- Yuki se quedó conmocionado ante la respuesta del chico, ¿acaso él no era Shuichi?, no, nadie podía parecérsele tanto... era imposible, lo había sentido en el beso que le había dado.

Koiichi dio media vuelta y se echó a correr, no podía permanecer un minutos más en compañía de ese hombre, realmente lo incomodaba. Se encontraba subiendo escaleras arriba cuando una mano lo sostuvo de la muñeca.

-Espera, Shuichi... –

El aludido volteó hacia el rubio con el ceño fruncido, resaltando más su ira –¡Que no me llamo Shuichi!, mi nombre es Koiichi- bajó la mirada hasta la mano que lo sostenía y después la volvió a subir fijándola en los ojos del escritor –le ruego que me suelte-

-No lo haré... –

-Si no lo hace yo... –

-No me importa lo que digas, tenemos que hablar- estaba resuelto a terminar con la discusión, esta podría ser su ultima oportunidad y de ninguna manera la dejaría pasar. Ése niño era Shuichi dijera lo que dijera, sus besos no podían mentirle y su corazón tampoco, el cual le decía que la persona a la que besaba era su Shu-chan. A toda costa averiguaría cómo había llegado a ése lugar después del accidente y por qué parecía no reconocerlo.

Trataba de zafarse del agarre, pero le parecía que entre más se esforzara por liberarse el otro conseguía sujetarlo mejor –¡¡¡ITE!!!, ¡¡Me lastima!!-

-Tú mismo estas ocasionando que te lastime moviéndote así, no lo hagas y verás como deja de dolerte-

-Si Shirou vuelve y nos encuentra así, tenga por seguro que no saldrá vivo de esta- trató de infundir temor en el hombre de gatunos ojos, pero grande fue su sorpresa al ver que éste ni se inmutó, en lugar de temer parecía estar alegre.

-No me importa- dijo cerrando momentáneamente los ojos y esbozando una suave sonrisa.

La paciencia del pelirrosa llegaba a su límite, nada conseguía sacarlo de sus casillas, sin embargo, éste tipo lo estaba enfadando de tal manera que ni él mismo se reconocía.

Levantó su mano libre insinuando que una nueva bofetada impactaría en la mejilla del rubio, pero él otro hábilmente la detuvo a escasos milímetros de su rostro.

-Esta vez no te funcionará, me vas a oír, quieras o no- aprisionando ambas manos se acercó tanto que las puntas de las narices de ambos se rozaban. El pequeño, al ver que no tenía escapatoria alguna hizo uso de un truco que siempre le funcionaba... poner cara de niño triste –eso tampoco resultará- añadió Yuki.

-¡¡Maldita sea, SUÉLTEME DE UNA VEZ!!, que yo... que yo... yo... – comenzó a sentirse mareado, la cabeza le daba vueltas, no pudo sostenerse en pie mucho más y cayó inconsciente en brazos de Eiri.

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'¡Shuichi!... ¡Shuichi...!' la voz desaparecía paulatinamente, y todo se tornaba oscuro.

-Deja... deja de decirme Shuichi... Ah!- abrió los ojos sobresaltado a la vez que de golpe se sentaba sobre la cama, reconoció el lugar, estaba en su habitación y no había rastros de Shirou ni del rubio -¿Era un sueño?- se preguntó a sí mismo.

Miro sus ropas, llevaba puesto su pijama, eso le hizo pensar que todo lo que había pasado entre el rubio desconocido y él fue producto de su imaginación, pero aún tenía algunas dudas y sabía perfectamente la manera mitigarlas.

Se puso de pie, llegó hasta la puerta y la abrió con cuidado, no debía hacer ningún tipo de ruido. Caminando sigilosamente como si de un ladrón profesional se tratase, con paso lento pero seguro se escurrió hasta donde comenzaban las escaleras.

Las voces de ambos hombres se escuchaban en débilmente, al sentir que las voces se iban acercando al igual que sus pasos, Koiichi se tapó la boca con ambas manos para evitar que un grito de sorpresa escapara de ella a la vez que se escondía tras una pared.

-Creo que ya todo quedó claro-

-Fue un gusto hacer negocios con usted señor Arden-

-Lo mismo digo, por cierto, espero que su pequeño amigo se encuentre bien-

-Ya lo revisó el doctor, dijo que probablemente es sólo cansancio, gracias por preocuparse-

-Los papeles que terminaré de firmar los traeré mañana-

-Si, puede dejárselos a Koiichi o en todo caso en el buzón de la entrada-

-Desde luego, pero de todas formas se lo comunicaré-

-Haga como mejor le parezca, fue un gusto, hasta luego-

-Hasta luego... – seguido de esto se oyó el sonido de la puerta al cerrarse y los pasos de Shirou subir las escaleras.

Koiichi se apresuró para adelantarse. Como un rayo entró en su habitación y volvió a acostarse en la cama, cubriéndose hasta la cabeza con las sabanas.

-¿Ko-chan ya despertaste?... – la voz del moreno preguntó dulcemente.

'Lo siento Shirou, pero no tengo valor para verte a la cara' pensó el pelirrosa intentado no hacer algún tipo de movimiento que enterara al otro hombre que estaba despierto.

-Bueno, si no despiertas no puedo darte esto- añadió con el tono de un niño inocente apunto de contar su travesura.

-¿¡Darme qué!?- grito el chico saliendo de su provisional escondite, giró la cabeza varias veces inspeccionando toda la habitación - ¡dónde!, ¡dónde!, ¡dónde!, Ahhh Shirou... ¡me has engañado!- dijo esbozando un puchero de fastidio.

-Ya sabía que estabas fingiendo estar dormido- colocó cariñosamente el dedo índice sobre la nariz del pequeño mientras tomaba asiento sobre la cama.

-¿Y cómo te diste cuenta de eso?- pequeñas lágrimas se asomaban por sus grandes ojos violeta.

-Tan curioso como siempre, ne?, pues te diré mi secreto- le guiñó el ojo derecho en señal de complicidad- cuando tu duermes... no te quedas quieto, siempre estás hecho un ovillo o revuelves las sábanas, así que... ¿no se hace sospechoso verte dormir como la gente civilizada?-

-...Etto... – el chico se sonrojó terriblemente al pensar que Shirou sabía eso porque velaba sus sueños por las noches –eh... bueno, ¿hablemos de otra cosa quieres?-

-Por mi esta bien, ¿de qué quieres hablar?-

-Quiero que me digas que es eso que trajiste para mi-

-Ah, ¿esto?- dijo mirando la caja con un pequeño moño que tenía en las manos –esta es tu paga por cumplir... aunque a medias el trato-

-No me digas que... –

-Ajá...- asintió con la cabeza mientras le entregaba al chico la caja.

Quitó el moño rápidamente y la abrió -Ahhhhh!!... es mi tortuga!, ¡gracias Shi-kun!- se colgó el cuello de éste -¿cómo pagarte?-

-Un trato es un trato, y... bueno... ya que lo mencionas... me vendría bien algo más que un simple abrazo- lo miro de forma lasciva haciendo estremecer al pequeño, con ambas manos lo tomó de las mejillas acercándose lentamente a su rostro.

Las mejillas de Koiichi se tiñeron de un rojo intenso, recordaba el beso que aquel extraño le había robado, ése hombre al cual no entendía y que le parecía interesante. Miró al frente y se encontró con sus dorados ojos, tan incitantes... tan misteriosos, ocultó los suyos tras sus párpados desentendiéndose de la realidad y asiéndose más del cuerpo del otro.

¿Qué estaba ocurriendo?, el pelirrosa jamás se había comportado de ésa manera, le correspondía el beso haciéndolo más apasionado aún, podía jurar que no estaba besando al Koiichi de siempre, ¿acaso cumplir sus caprichos le ocasionó ese cambio tan repentino?. Realmente la causa no importaba ahora, sino que esta oportunidad no la iba a desaprovechar.

Aprisionó su cuerpo en un abrazo posesivo, los gemidos que dejaba escapar el pequeño aumentaban su necesidad. Aún en sus brazos lo bajó hasta que quedara tendido completamente sobre la cama, sus hábiles manos recorrían cada rincón de la piel bajo la delicada tela del pijama. El aire comenzaba a faltarles, pese a eso Shirou no tenía la más mínima intención de liberar el dulce manjar que eran esos rosados y suaves labios.

El sudor que los bañaba demostraba claramente la intensidad del momento, el joven de pelo oscuro se sentía satisfecho, finalmente su adorado koi sucumbía a sus encantos y conseguiría lo que tanto había anhelado desde la primera vez que lo vio.

Ése niño que a simple vista parecía tan indefenso podía despertar en cualquiera que lo conociera un sentimiento sumamente especial, él mismo lo había experimentado.

Jamás pensó llegarse a enamorar de tal manera nuevamente, Koiichi fue y seguiría siendo el gran amor de su vida, sin embargo, Shuichi Shindo tenía "algo" que lo embelesaba, como una fuerte droga que una vez que la pruebas no la puedes dejar por nada, simplemente se vuelve parte de ti.

Sus dedos abandonaron su espalda bajando lentamente hasta colarse por debajo de los pantalones del chico, acarició la entrepierna de éste haciendo que gimiera mucho más con el contacto, gemidos que Shirou recibió gustoso en su boca.

Jugar de esa manera lo estaba excitando bastante y esa prenda ya resultaba un estorbo, cuidadosamente le fue despojando de esta... de pronto un fuerte sonido le interrumpió en plena acción.

Se sobresaltó al abrir los ojos y darse cuenta que a quien estaba besando no era el rubio sino Shirou, la vergüenza le hizo sonrojarse nuevamente, estuvo a punto de hacer "eso" con el moreno mientras en su mente estaba otro.

Shirou apartó sus labios de los de Koiichi al darse cuenta que el chico ya no le respondía.

-¿Qué pasa?-

-Yo... - El pelirrosa se sentía muy mal, hacerle lo mismo a Shirou una y otra vez no le parecía justo, gracias al cielo recordaba el sonido que los había interrumpido, esa era una buena excusa para salir de esta situación sin lastimar a su compañero – eh... ¿qué fue ése sonido?-

-¿Cuál?-

-El de hace un momento, sabes a lo que me refiero... a ver... – subió una mano a la altura de su frente en un gesto de búsqueda -¡Oh no!... ¡MI TORTUGA!- dijo al divisar la caja que contenía al susodicho en el suelo.

El moreno maldecía tremendamente al animal, por su culpa se había quedado con las ganas de tener al pequeño, aún así estaba satisfecho, el comportamiento del chico le demostraba que no estaba lejos de conseguir lo que quería, ¿qué más daba retrasarlo un poco? –Si... - sonrió para sus adentros.

-Shirou... mi tortuga... ¡mi tortuga no está!- se echó a llorar en el pecho del moreno, consiguiendo así empapar su fino traje.

Con el dorso de la mano limpió delicadamente sus lágrimas -Calma, calma, ahora lo buscamos... yo por aquel lado y tú aquí-

-B-bueno... – dejó de llorar y revisó bajo la cama.

-Aquí no hay nada, ¿tu encontraste algo?- el joven de pelo oscuro examinaba los extremos de la habitación sin hallar a la mascota de su koi.

-No... oh espera!, si- Koiichi sostenía entre sus manos algo parecido a una piedra ovalada, era su tortuga, estaba seguro, pero había algo anormal en ella – Buaaaa Shirou, ¡LA HE MATADO!-

-¿A qué te refieres?- se acercó al chico para ver de cerca lo que pasaba.

-No tiene cabeza y no se ven sus patitas... ¡la he matado Shirou!, ¡la he matado!- las lágrimas le salían a chorros de manera cómica haciendo que Shirou sudara una gotita.

-A ver préstamela... – la revisó cuidadosamente – no hay nada raro Ko-chan, sólo se escondió por protección- le dijo al momento que acercaba el caparazón del animal al rostro del pequeño y ante la sorpresa de éste la cabeza de su mascota salía de su guarida.

-Ahhh... el se esconde como yo lo hago... – sonrió ampliamente a la vez que se llevaba una mano a la nuca revolviéndose nerviosamente el cabello en esa área.

-Si, sécate estas lágrimas, no me gusta verte llorar, te ves más lindo cuando sonríes- el pelirrosa se sonrojo al comentario –piensa en un nombre bonito para él.

-¿Nombre?- ladeó la cabeza confundido.

-Claro, las mascotas siempre tienen un nombre-

-¿Si?, entonces... lo pensaré-

-Bueno, voy a traer tu almuerzo, debes tener mucha hambre- las palabras del de cabello oscuro fueron acompañadas por los gruñidos que hacía el estomago del chico.

-No te molestes, yo puedo bajar al comedor, no es... – no pudo continuar ya que sintió unas manos sujetar las suyas.

-Hoy me asustaste mucho Koiichi, no vuelvas a hacerlo, descansa ¿quieres?- sus celestes ojos le suplicaban que cumpliera lo que le había pedido.

-Si... Shirou... –

-Espérame, enseguida regreso- salió por la puerta dejando al pelirrosa deprimido, eso era lo que precisamente no quería, la razón porque le había ocultado sus malestares era para no preocuparlo, pero ahí lo tenía, sufriendo por su culpa. Una pequeña gota humedeció la blanca sábana, lloraba silenciosamente, sintiéndose mal consigo mismo, no solo por su enfermedad, sino también por lo que había pasado con el rubio.

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A la mañana siguiente.....

-¡Vamos Kameko!.... te voy ganando... – Koiichi corría abiertamente feliz por los jardines de la mansión, con nada más que un traje de baño. Shirou como siempre se fue a trabajar, así que como pasatiempo tuvo la gran idea de enseñar a su tortuga mascota a nadar, lo único malo de todo esto era que él tampoco sabía nadar, aún así no cambio de idea, ya vería como arreglar ese pequeño detalle.

Cansado de tanto correr se sentó en la hierba muy cerca de la piscina, divertido veía como su mascota no parecía avanzar nada en su carrera.

Esperó y esperó...

Se encogió de hombros al ver que el tiempo transcurría y su tortuga no daba señales de llegar, no tenía más opción y fue hasta donde estaba Kameko, la levantó y se la llevó cargando –Vaya que eres lenta... te estoy ayudando y eso es trampa, la próxima deberás arreglártela tu sola ¿ok?- le guiñó en ojo derecho a la vez que la lanzaba un poquito en el aire y la volvía a sostener.

Después de venir charlando todo el trayecto ambos llegaron a la piscina, Koiichi se sentó al borde de esta haciendo que sus pies tuvieran contacto con el agua –Ahhh... esta deliciosa Kameko-chan... ¿no quieres sumergirte?, eres una tortuga de agua dulce así que no hay problemas... eh... ¿Kameko- chan?- la tortuga desapareció de su vista, sacó los pies del agua y la buscó por todos lados –KAMEKOOO... KAMEKO-CHAN... – por un momento se sintió estúpido, sabía perfectamente que no le iba a contestar –Kameko... ahí estas!- dijo cuando divisó al animal segundos antes de que esta se sumergiera en la piscina-

Suspiró aliviado, si que le dio un buen susto, decidió esperar sentado como estaba hace unos momentos.

Diez minutos después....

Esto ya comenzaba a preocuparlo, Kameko no salía a la superficie, algo malo podía haberle ocurrido, no!, se mordió el labio inferior, no tenía que pensar cosas negativas, había una manera de ayudar y esa era sacándola él mismo del agua, sentía miedo, pero si lo hacía con precaución no le pasaría nada malo.

Bajó por las escaleras hasta que parte de su cuerpo quedara bajo el agua, exactamente le llegaba hasta el pecho, si así era no tenía por qué preocuparse, camino despacio y con cuidado, el piso era algo resbaloso, aunque hasta ahora todo iba bien.

Sentía que entre más avanzaba la piscina se hacía más profunda, era la primera vez que entraba en ella sin Shirou, ya que este no le permitía alejarse de la parte baja, ahora comprendía perfectamente el por qué.

Estaba caminando de puntillas y con la cara hacia arriba, el agua había sobrepasado su cuello amenazando con ahogarlo, ¿en qué lío se metió esta vez?, una mala idea de eso ni dudas.

'Mejor regreso', pensó y lentamente se dio media vuelta, no terminaba de dar dos pasos cuando resbaló, perdiendo el poco equilibrio que tenía hasta entonces. Su cuerpo se sumergió completamente bajo el agua haciendo que tragase parte de esta por lo sorpresivo de su caída.

-A...¡AYU—AYUDENMÉ!, AUXI—AUXILIOO!- las aguas lo consumían y él pataleaba en un intento desesperado por salir.

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Tocó varias veces el timbre, era seguro que Shuichi estaba en casa, quizá buscaba evitarlo y por esa razón no le atendía. Pero no le importaba, aunque se quedara hasta la noche parado en la puerta hablaría con él, no podía escapar por siempre.

Una vez más presionó el pequeño botón que dejaba oír una linda melodía de la cual ya se estaba cansando, gruño entre dientes, si no le abría entraría por cualquier medio. Divisó con malicia la gran ventana un poco más arriba de la puerta, podía llegar a ella trepando, pero antes necesitaba romperla de alguna manera. No se veía ningún tipo piedra en varios metros a la redonda, pensó que por ahí cerca habría alguna, así que salió en su busca.

-Oh, aquí esta- dijo mientras levantaba triunfante una gran piedra –de esta no escapas Shuichi-

Se dirigía de nuevo a la entrada de la mansión cuando unos gritos lo perturbaron, provenían de allí cerca, se concentró más para precisar su ubicación, al estar ya seguro del lugar corrió a toda prisa.

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Los gritos venían de la piscina, al parecer alguien se estaba ahogando, el agua no salpicaba con fuerza como cuando lo vio desde lejos, ahora el chapoteo era débil, señal de que la vida del individuo se extinguía. Vio la última emersión de la persona segundos antes de que volviera a sumergirse, esta vez para ya no salir jamás.

Inmediatamente reconoció ese color de pelo tan peculiar, sólo podía tratarse de un chico... Shuichi.

Dio un salto espectacular apenas llegó a la orilla de la piscina para luego salir con un inconsciente Shuichi en los brazos. Lo tendió en el pasto, no tenía pulso, hecho que lo preocupó mucho más.

-¡Maldita sea!, SHUICHI!, ¡reacciona!... ¡reacciona!- Presionó varias veces con ambas manos sobre su pecho rogando porque expulsara el agua que había tragado, pero nada ocurría. La desesperación hizo mella en el rubio escritor, la vida de Shuichi se le escapaba como agua entre los dedos.

CONTINUARÁ.....

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NOTAS DE MI: Si... ya lo sé ¬¬ GOMEN POR EL RETRASO!, es que estaba en época de exámenes y eso no me deja tiempo de escribir, ¡pero ya esta!, finalmente he actualizado y además me salió larguísimo, espero que les haya gustado, el otro no tardaré en subirlo tanto, así que estará la próxima semana como siempre.

Etto....silencio... ejem, es tiempo de celebrar , ¡¡¡he llegado a los 100 reviews!!! las lágrimas caen como cascadas por sus ojos, pero esto no se lograría sin ustedes mis queridas lectoras, MINNA ARIGATOU, gracias por ser tan lindas y apoyarme para que siga escribiendo. Así que están cordialmente invitadas a la fiesta de esta noche, que contará con la participación del famosísimo grupo musical "BAD LUCK" XDD, claro si Shuichi recupera la memoria, algo que por el momento no es posible así que me quedo con las ganas TT.

Bueno basta de tanto parloteo, me voy a responder reviews .

Haruka:: La primera en dejar review en el 10, gracias. Fue un gustazo conocerte y la pasamos bien , espero que Shuichi vuelva a visitarme pronto, ya tengo varios trucos bajo la manga, sabes a lo que me refiero... jajajajja. Si te animas publica tu fic, esta lindo, pero ten en cuenta que las fanáticas de Shu-chan te van a ...... PD: Esto va para todas, imagínense todos los finales con el fondo de Glaring Dream, no es broma que siempre pienso en el final con esta tonada (beatiful, ne?)

Nefichan NanoDA:: Claro niña!, siempre me acuerdo de todas ustedes, sino ¿con que ánimos puedo escribir un nuevo capítulo?, por cierto, ahora que lo mencionas actualiza "Nuevo Pasado", se que la inspiración se va (eso lo sé mejor que nadie), pero haz el intento. Bye bye nano da.

Sadame:: Creo que se esta notando que se le acaba la paciencia a Shirou, mira que querer tocar a MI Shu-chan, ¡NO!, eso no lo permito, es mío y de nadie más, mío, mío, mío, mío....MIO. ¿Por qué no un gato?....etto...buena pregunta , pero ya te habrás dado cuenta que era para la escenita de arriba, era obvio que un gato no se atrevería a entrar a una piscina. Arigatou por los ánimos, en verdad los necesito!.

Zafiro:: Si, soy mala muahahaha risa desquiciada, te seguiré dejando intrigada, el fic se nos esta acabando....y con el mi vida snif...snif, es cierto, nunca se sabe que voy a hacer, espero no matar a alguien, bueno...quien sabe.

Luthien:: Amai también en su forma chibi claro que si no da.

nat-chan07:: Ni yo pude ser más textual, "tirársele a Shu-chan" jajajaja, ¡¡¡lo esta acosando!!! ¬ (Oh Yuki, acósame a mi!. Yuki: A ti te falta un tornillo --'), esperemos que el jueguito no le falle. ¿Verdad que esta kawaii?.

BISHOUJO-HENTAI:: MY HONEY YUKI, he aprendido del maestro corre al lado de Tatsuha y hace una reverencia Arigatou sensei!, Tatsuha: Siempre es un gusto ayudar a mentes jóvenes y sin experiencia. Amai: Bye bye, me voy a casa de Bishoujo-Hentai, que hay un guapo escritorcillo esperándome :D. Shuichi: Pervertidas, ¿qué le quieren hacer a mi Yuki?. Amai: Se supone que no sabes quien eres!. Shuichi: Oh, es cierto o.o, olvidé el libreto. Amai: -- esos son los problemas al conseguir mano de obra barata.

Eli-chan1:: Presidenta Eli-chan XD...sigo con la pregunta...¿crees que mato a Shu-chan?, tantas oportunidades se me presentan (como la del final de este capitulo), no sé, es muy lindo como para hacerle daño, que más da, voy a consultarlo con almohadas, gracias y no olvides dejar review .

Angy Kohai:: Gracias por dejar review, hubo tantas sugerencias de nombres que tuve que mezclar, espero les haya gustado .

Akia Nekoi:: Mi estimada Akia, si!, Yuki y Shuichi tienen que estar juntos!... pero muy juntos... sabes a lo que me refiero XD. Tu te diste cuenta, el carácter de Shirou es muy cambiante, además de ser muy posesivo con lo que dice "le pertenece", tiene algo claro, que por más que quiera Shuichi nunca se va a parecer a su Koiichi y eso le molesta, ¿será posible que le pueda hacer daño a Shu-chan?, eso lo dejo en incógnita. PD: Si, si, ya no digo carcomer xx.

Hikaru Itsuko:: Yuki disimuló muy bien nn, imagínate ¿qué hubiera pasado si a Shirou no le hablaban al celular?, si estando a solas casi viola a Shuichi!!! XDDD. Esos van a tener muuuuuucho de que hablar. Esperemos que no te dé un infarto con el final. Sayonara nano da.

Onii-Chan:: Que linda, eres nueva, creo que leí mal o hablabas en plural ;D, yo solita escribo el fic, ya de por sí estoy loca y tenía que canalizar mi hiperactividad de alguna manera... ¿y qué mejor que escribir un fan fic?, jajajajaja gracias por dejar review.

Tamao Tamamura:: Me alegra que te haya gustado, prometo hacerlos lo mejor que pueda, y es que pongo el corazón en la historia.

litaotk44:: Grashias! TT, es la primera vez que me escribes, al menos te acordaste y eso me hace feliz, me siento bien al saber que a los demás les gusta lo que escribo y que no lo hago en vano. No te olvides dejar review, te espero en el prox.

Dary Kyana:: Accediendo a tus deseos aquí esta el 11, espero que te haya gustado .

Selene Sumeragi:: Tantos reviews suben mi autoestima :D, no me importa si tardo en contestar todos, siempre lo hago, es que simplemente me encanta. Lo ves ya actualicé y más celebrando los 100 reviews, otra vez GRACIAS A TODAS!.

Chihiro:: Si que tu mente estuvo ocupada... jejejeje y las "cositas" se vienen para después .

tasatir:: Shuichi es mi personaje favorito.... bueno... TODOS SON MIS PERSONAJES FAVORITOS! .. si, soy una acaparadora ¬¬, espro que el capítulo te haya gustado, a mi me encantó escribirlo. Bye bye.

Gracias a tods las chicas del mail, a Claudia-chan (Por fin el 11, trataré de no hacerlas esperar mucho), Palagata (Gracias por los nombres, nunca leí tantos oo), Natalia (lo siento no le puse Ryuichi a la tortuga ¬¬) , Mika Sakuma (Ya aparecerá Thoma y de manera espectacular o), zzagide, Selpelin, Tifanny-chan, chibigirlhentai (Bad Luck tiene Bad Luck XD), Pares, pricesserenity, Norikokuchan y Cristal-san.

Ya conocen la FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ: Escritora presionada montón de reviews = ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez!

Bye bye chicas, nos vemos hasta el 12 y no olviden por nada en este mundo dejar review, ya saben aquí abajito .