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Capítulo dedicado a Chihiro
por ser el review N°100
Y Gracias a todas por el apoyo!!!!
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ACLARACIÓN: Lo digo nuevamente: "Gravitation no es mío" (maldita sea!!¬¬), Shuichi & compañía son propiedad de Maki Murakami-sama, yo solamente los uso para crear historias enfermizas que terminan mal... (o bien, depende cual llega primero a mi cabeza n.n)
NOTA: A Shuichi le digo Koiichi hasta que recupere la memoria (eso se viene ya) y Yuki Eiri Uesugi es Yuki Arden hasta que le dé la gana o alguien se dé cuenta =P.
CAPÍTULO 13: UN DÍA PARA LOS DOS.
En el capítulo anterior:
-Adiós... Shuichi... –respondió para sí mismo en un suspiro casi inaudible a la vez que subía nuevamente a su automóvil.
Hacerse amigo de él estaba bien para comenzar, así tendría excusas para verlo lo suficiente y ayudarlo a recordar quién era en realidad. Tenía que saber que le había pasado todo ése tiempo que lo creyó muerto y cómo llegó al lado de ése sujeto.
Ahora nada ni nadie impediría que cumpliese su cometido.
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El "tic tac" del reloj lo acompañaba desde que despertó, aún permanecía con los ojos cerrados a pesar de que el sol ya había salido y sus cálidos rayos chocaban contra su piel. No quería salir de su confortable cama, era una de esas mañanas en la que deseaba más que nada dormir hasta tarde, sin embargo, su amigo vendría a visitarlo dentro de poco y por esta vez no se podría dar ese tipo de lujos.
Muy a su pesar se quitó las sábanas que lo cubrían, dio un gran bostezo a la vez que tomaba asiento, lentamente se puso de pie para luego ir en dirección al cuarto de baño, abrió la llave de la tina y cuando el agua casi llegaba al tope de esta la cerró.
Sumergió su mano y al notar que la temperatura estaba bien, ni muy caliente ni muy fría se fue para traer a quien lo acompañaría en su baño, su tortuga.
-Ah... Kameko-chan, la piscina es muy peligrosa para los dos- dijo levantando a su mascota del pequeño espacio que le había hecho en su habitación, para ser más precisos a en una de las esquinas. Parecía una especie de pequeño Oasis, con palmeras artificiales y todo, era increíble lo que se podía lograr con tan solo poner cara de cachorrito regañado ante Shirou, sin duda Kameko era muy afortunada al tener un dueño tan "manipulador".
Cerró la puerta del baño tras de sí y fue en dirección a la bañera, primero metió a su mascota dentro para luego seguirle él.
–Vaya Kameko, ¡Qué rápida eres bajo el agua!- la tortuga nadaba espléndidamente por toda la tina ocasionando pequeñas cosquillas en Koiichi cada vez que lo rozaba –Quiero poner las burbujas, pero si lo hago... seguro que te mueres, ne?- dijo al momento de tomar al animal frotándolo en gesto cariñoso contra su mejilla.
Así pasaron cerca de una hora, Koiichi ya no quería salir, estaba bastante entretenido como para hacerlo, pero al pensar nuevamente en Yuki supo que era el momento de acabar con su baño.
Salió de la tina, tomó la toalla y con esta rodeó su cintura para cubrirse. Se dirigió hasta su habitación y tomó la ropa que descansaba sobre el sillón, la cual había preparado la noche anterior, no sabía por qué razón quería verse tan bien cerca del rubio y es que sentía algo extraño cada vez que estaba cerca de él.
-Quizá ese beso que me dio... – posó dos dedos sobre sus labios pensando en lo sucedido días atrás, de pronto sacudió la cabeza –no, no, no, no, no, NO!, ¡no puedo pensar en eso!, ¡Yuki y yo solamente somos amigos!, ¡amigos!, además... Shirou me ama, no puedo pagarle así.
Se quedó pensando, no llevaba ni dos días conociendo a Yuki y sentía por él algo muy fuerte en su interior, ¿amor?, no, no podía ser, nadie se enamora de alguien de la noche a la mañana, pero... si no era amor... ¿qué era?.
Las campanadas del reloj interrumpieron sus pensamientos, ya apuntaban las 9:30, Yuki estaba por llegar ¡y él ni se había vestido!. Corrió a donde descansaba su ropa y se la fue poniendo.
Ya estaba casi listo, llevaba puesta una camiseta verde, pantalones jeans de color azul claro, una chaqueta del mismo color y zapatillas deportivas blancas. Sólo faltaba su cabello, que como siempre era un obstáculo, tomó la secadora de pelo y fue secándolo.
Finalmente había terminado y cargando a Kameko se fue hasta el balcón, para desde allí esperar a Yuki. Su larga trenza relucía a la luz del sol, nadie podía negar que se veía radiante, su empeño había valido la pena.
Llevaba así un buen rato, tanto que poco a poco se quedó dormido.
Otra vez esas imágenes, ¿pero dónde estaba?, vio muchas luces a su alrededor, parecía el escenario de un teatro o algo así, una gran multitud gritaba y él no tenía ni idea de lo que hacía en ése lugar.
El sonido de la música dio inicio, una hermosa melodía suave, una balada. Miró el micrófono que tenía en manos, la gente gritaba esperando a que comenzara a cantar, sin embargo, él no sabía que hacer.
De pronto se sobresaltó, y por poco y lanza a su mascota por los cielos, el sonido del timbre lo había desperado, se asomó tímidamente por el balcón para ver de quién se trataba –Oh!... Ohayo Yuki-san- llamó desde lo alto.
El escritor al observar al joven que lo llamaba quedó asombrado, la belleza de Shuichi lo había dejado sin palabras, se veía tan inocente pero tan provocativo a la vez. No recordaba la última vez que se sintió de esta manera, desde el atentado todo lo concerniente a los sentimientos fue muriendo en su interior.
-¿Yuki-san, me oyó?- preguntó extrañado el pelirrosa al notar que su amigo no respondía a su saludo.
-Ah... si!, perdona, es que estaba distraído, ¿puedes bajar?-
-¡Hai!, enseguida bajo- y se perdió dentro de la puerta del balcón. Yuki no pudo alejar esa imagen de sus pensamientos, ya no podía esperar el momento en el que Shuichi estuviera nuevamente en sus brazos, amaneciendo cada mañana junto a él, volviéndolo a sentir solamente suyo y de nadie más.
-Baka... –
Koiichi se dirigió hasta la esquina en la que quedaba la "recámara de Kameko" como le decía –Bueno Kameko-chan, se buena y quédate quietecita, yo volveré en un momento para darte de comer, ¿ok?- dijo posándola sobre una piedra.
Cogió la ropa que le había prestado el rubio la noche anterior y se fue corriendo a la puerta principal para atenderlo.
-Gomen, seguro te hice esperar bastante, pasa- se hizo a un lado para que Eiri ingresara.
-Tengo una mejor idea... ¿por qué no salimos fuera?- preguntó seductoramente posando una mano sobre la puerta a la vez que acercaba su rostro al del chico con total intención.
-¿Eh?- no pudo evitar sonrojarse levemente retrocediendo un paso hacia atrás.
-Shirou-san no llega hasta muy tarde ¿verdad?, te invito a almorzar- dijo suavizando la mirada y tomando una postura normal mientras sonreía.
-...bueno... yo... yo no puedo salir- esquivó avergonzado la mirada del rubio clavándola en el piso.
-¿Y por qué no?, todavía no confías en mí verdad?, no te preocupes no voy a raptarte ni nada por el estilo- el tono de su voz denotaba sarcasmo, aunque lo último en verdad estaba deseándolo, quería desaparecer con Shuichi, olvidarse de todo, estar solamente con él...
-¡NO!, ¡eso no es cierto!, es que... si Shirou se entera... –
-No me digas que te tiene encerrado- preguntó molesto, afilando la mirada sobre los violáceos ojos del pequeño.
-Y-yo no lo diría así... trata de cuidarme, eso es todo...- contestó nervioso, quería creer en esas palabras, ¿Sabía acaso Shirou lo miserable que lo hacía con su manera de proceder?. Volteó para ver a Yuki, su expresión no había cambiado nada, al contrario, parecía estar más enfadado que antes –... es que soy muy torpe, y si salgo, sólo conseguiría hacerme daño, ya viste la otra noche, casi me atropellas- rió suavemente tratando de suavizar el tenso ambiente que se había formado.
-Tal vez tengas razón, sin embargo, no estoy de acuerdo- giró la vista admirando el refulgente cielo a esa hora -¿me acompañarás?- añadió mirando nuevamente al pequeño.
-.....- ¿qué podía decir?... ¿qué si?, la verdad tenía tantas ganas de salir a pasear nuevamente y aún más en compañía del rubio, sería una estupenda oportunidad para conocer más acerca de él, pero estaba Shirou... ¿qué haría?.
-Bueno, aceptas acompañarme a almorzar, si o no- la voz del escritor exigía de inmediato una respuesta.
-¡SI!– dijo en un grito, inmediatamente se cubrió la boca con ambas manos, esa respuesta salió de sus labios involuntariamente.
El escritor sonrió para sus adentros 'nunca cambiarás' pensó -Bueno, entonces creo que ya es momento de irnos- Yuki caminó en dirección a su coche que se encontraba estacionado frente a la puerta, al ver que el chico no le seguía se volteó a verlo -¿Sucede algo?-
Meditaba la razón de su respuesta cuando la voz del rubio le sacó de sus pensamientos –Eh... No!, daré de comer a Kameko y enseguida bajo-
Cerró nervioso la puerta tras de sí dejándose caer lentamente hasta el piso. ¿Qué le estaba pasando?, su cuerpo reaccionaba solo, tanto que lo asustaba, ¿Qué tenía ése joven para hacerle actuar de esa manera?. Ya era la segunda vez que pasaba, su corazón latía fuerte con cada insinuación que le hacía Yuki, tenía que admitirlo, era débil ante él.
Respiró hondo y se incorporó, subió las escaleras dirigiéndose a su habitación para dar de comer a su mascota, eso lo mantendría ocupado un momento, quería dejar de pensar en el rubio, aunque eso resultara sencillamente... imposible.
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-¿Por qué tan callado?, desde que salimos no has dicho palabra alguna... ¿no te sientes bien?- preguntó el Eiri mientras conducía, mirando de reojo a Koiichi que permanecía cabizbajo a un lado suyo.
-¿Yuki...?-
-Dime-
-Por... por qué... – 'vamos Koiichi, tienes que ser fuerte, DÍCELO' -... ¿Por qué me besaste la otra vez?- dijo de golpe, cerrando los ojos con fuerza, temiendo la reacción que tomaría el rubio a su pregunta.
El comentario del pelirrosa sorprendió a Yuki, eso iba completamente en contra de sus planes. Con dificultad se había hecho amigo suyo y quería mantener por el momento las cosas así, sin embargo, no podía mentir, estaba dispuesto a responderle con franqueza –Porque eres la persona a quien amo- dijo al momento de pisar el freno deteniendo el automóvil a un lado de la carretera.
-.....- sus ojos violetas se abrieron enormemente con la respuesta de su acompañante, ¿era una broma? –Ne, Yuki, ya sé que me confundes con un tal Shuji-
-Es Shuichi- corrigió Eiri.
-Ah! Gomen, demo... no es bueno que digas que me amas si en verdad no lo haces- dijo en tono triste perdiendo la mirada en el paisaje que se mostraba a través del parabrisas.
-Pero te amo-
-¡Ya no digas más! ¿quieres?... esas palabras son muy especiales como para jugar con ellas Yuki, tú amas a Shuichi... –volvió su triste mirada hacia los ojos dorados del joven -...no a mi- añadió.
El escritor se mordió fuertemente el labio inferior a la vez que cerraba los ojos con fuerza, ¿Y si en verdad ése chico no era Shuichi?, por primera vez desde que lo conoció... dudaba. SU cuerpo se estremeció, sus esperanzas se esfumaban nuevamente, no quería verse solo otra vez, sin Shuichi... no lo soportaría.
Necesitaba sentirlo de nuevo, tomó los hombros del joven y lo acercó hasta besarlo.
De los ojos violeta escaparon algunas lágrimas producto de la acción del escritor, pero tampoco lo rehuyó, posiblemente por pena. No sabía nada de Yuki y no podía juzgar su manera de proceder, al parecer él también sufría con todo esto.
'Shuichi, ¡Shuichi no me dejes!, no te vayas de mi lado' se repetía una y otra vez, no queriendo separarse del dulce sabor que recordaba tenía el cantante, maldecía el momento en que el destino los separó tan cruelmente. Saladas lágrimas acompañaban los pensamientos de pesar que tenía.
Eiri fue aflojando el agarre y poco a poco se fueron separando, el pelirrosa sólo atinó a hacerse a un lado, apoyó su cabeza en el frío vidrio de la puerta que tenía a su costado, el cabello cubría tenuemente su rostro, no dijo una sola palabra... prefirió guardar silencio.
Yuki por su parte, se sentía mal consigo mismo, sabía que al hacer lo que acababa de hacer sólo lastimaba más al chico y eso era lo que precisamente no quería. Rodeó con un brazo la espalda del muchacho y lo atrajo hacia sí en un abrazo protector –Perdóname... - le susurró cerca del oído.
Koiichi elevó la mirada descubriendo su rostro empapado en lágrimas –No... no te preocupes Yuki... – su voz se oía quebrada. El escritor, sacando su pañuelo procedió a limpiar con delicadeza la suave piel del pequeño.
-Nunca fue mi intención hacerte llorar, si deseas que te lleve de vuelta a tu casa, lo entenderé-
-No pasó nada Yuki- se apartó inmediatamente del rubio y terminó de secarse las lágrimas rápidamente con el dorso de ambas manos -¿Ves?, ya estoy bien- dijo con una amplia sonrisa en el rostro, sonrisa que fue desapareciendo lentamente.
-No, no estas bien, ¡y todo es por mi culpa!- hundió la cabeza en su pecho a la vez que presionaba con fuerza un puño –yo no q... –lo que iba a decir murió en su garganta al momento de sentir las cálidas manos de Koiichi tomar las suyas.
-Tengo mucha hambre Yuki, ¿y tú?- habló suavemente –olvidemos lo que pasó- le dijo alegremente, la mirada de Eiri se suavizó y asintió con la cabeza a la vez que ponía de nuevo en marcha el automóvil.
Shuichi siempre era así, tenía la virtud de acabar con la tristeza de las personas con su alegría, ése era el chico que había escogido como amante y al que quería con todas sus fuerzas, el que había curado sus heridas enseñándole a superar el dolor. Esbozó una sutil sonrisa, las esperanzas que creía perdidas volvían nuevamente y con ello sus ganas de vivir.
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El fuerte sonido de la puerta al cerrarse demostraba la ira contenida en su interior, tal como temía el concierto había resultado todo un fracaso, no llegaron ni a llenar el teatro. Se quitó bruscamente el sombrero y lo aventó lejos, se llevó ambas manos a los ojos cubriendo las lágrimas que brotaban de estos.
-¡MALDITO SEAS SHINDOU!- el grito hizo eco en todo el lugar, no temía que alguien le oyera, esa era su forma de desfogarse, cayó de rodillas al suelo, no paraba de llorar.
Esa noche el prestigio de NG estaba por los suelos, al igual que su orgullo. Muy a su pesar tomó una drástica decisión, la separación definitiva de Bad Luck, de nada servía apoyar un grupo que no cumplía con sus expectativas. La gente curiosa que pasaba por el lugar no fue ajena a ése espectáculo, sin embargo, a Thoma no le importaba en lo más mínimo, todos ellos eran muy inferiores a él, ¿qué podían hacer en su contra?.
Se incorporó como si nada hubiera pasado, buscaría la manera de limpiar su nombre, siempre resultaba fácil comprar a algunas personas, silenciarlas con su dinero.
-Ja ja ja ja- carcajeó casi de forma demente a medida que se alejaba de allí.
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-¡Yuki, la película estuvo genial!- dijo colgándose del cuello del joven más alto, terminaban de salir del cine –Ah!, Y gracias por comprarme todos esos dulces, en verdad que fueron muchos, debiste gastar una fortuna en todos ellos, me era difícil comprar unos yo mismo porque olvidé mis ahorros en casa, además están en mi alcancía, ¿sabes?... Shirou me dejó dinero para el almuerzo, por eso te pagaré todo lo que me compraste y a Kameko le llevaré algo... jajaja... me hubiese gustado traerla, pero de seguro se aburría, a ella le gusta mucho estar en el agua y no en lugares secos y.... –
El rubio solamente lo observaba, la gran facilidad de palabra del pelirrosa no le sorprendía en lo más mínimo, era muy común oír a Shuichi hablar de esa manera casi todo el tiempo.
Se había propuesto olvidar al cantante, no obstante, conforme pasaba el tiempo con ese nuevo chico su mente revivía cada instante de felicidad que Shuichi le pudo haber brindado, ahora si apreciaba el largo y tedioso monólogo, prestándole un poco de atención resultaba divertido.
-...y entonces Shirou accedió a comprarle la casita a mi mascota, claro que yo tuve algo que ver, él me debía una apuesta acerca de un programa de televisión, yo sabía que la comentarista apellidaba Jhonson, pero él insistía e insistía en decir que era Collen, y adivina quien gano, si... YO!... jajajajaja... –
El escritor tuvo que contenerse las ganas de hacer callar al pequeño de la manera en que estaba acostumbrado, aquella boca que no paraba de moverse y le invitaba a tomarla no le ayudaba nada. Hizo uso de toda su fuerza de voluntad para no cometer el mismo error.
-Y ahora... ¿dónde quieres ir?- habló finalmente rogando por que el joven de largo pelo rosa cambiara de tema.
-¿Eh?... Oh!, sumimasen- se soltó rápidamente del rubio al notar en que posición se encontraban, ruborizándose por su acción –bueno... uhmm... ¿qué tal ahí?- señaló una gran tienda de Juegos electrónicos. Yuki la miró unos momentos y luego adelantó el paso para que el más chico le siguiera.
Entraron sin ninguna novedad más que el tremendo escándalo que armó el pelirrosa al correr por todo el establecimiento con el fin de tocar todas y cada una de las máquinas que allí estaban. Una vez ya controlado, Yuki se ofreció como su "maestro", porque Koiichi no tenía ni idea de cómo jugar en una de esas cosas.
-¿Seguro que sabes jugar Yuki-san?- preguntó el pequeño asomando su rosada cabeza por sobre el hombro del escritor.
-Eso creo, he visto a mi fastidioso hermano menor hacer esto un montón de veces, tú sólo obsérvame- el rubio se enfrentaba en el juego "King of Fighters" a un tipo que parecía ser invencible, ya que todo el que le retaba salía de allí literalmente "llorando", ¿que más daba probar un poco de suerte?, además tenía a su pequeño apoyándole, ese era suficiente incentivo.
La pelea comenzó, Eiri no sabía que botones tenían las funciones de puñetazos así como los de patadas, ya tenía suficiente lidiando con la palanca. El otro por el contrario, hasta se tomó la libertad de dar un gran bostezo con el fin de enfadar al rubio. El escritor estaba perdiendo la paciencia, ya no tenía tiempo de pensar que botón era para qué, presionó todos de una vez y extraordinariamente el personaje que controlaba realizó su golpe súper-hiper-mega-poderoso terminando así la batalla.
-¡Muerde polvo perdedor!- rió Yuki ante su oponente vencido, ahora entendía por qué a Tatsuha le gustaba tanto esas cosas ¡eran muy divertidas!. Al darse cuenta que era el blanco de varias miradas extrañas, nervioso intentó guardar la compostura.
-NE, YUKI, ¡ERES MI HÉROE!- el chico se asió fuertemente del brazo de Eiri, provocando un leve rubor en el joven de mirada dorada.
-¿Si?, bueno, ahora es tu turno-
Algunas horas después...
Yuki no podía contener la risa que le producía ver las diferentes reacciones del pelirrosa, en especial cuando lloraba desconsoladamente cada vez que los personajes a su control morían, echándose la culpa casi a gritos, no podía negarlo, se veía muy tierno así.
Podría decirse que jugaron todo lo que allí había, estaban exhaustos pero conformes, sólo Yuki de vez en cuando se lamentaba en silencio al observar lo vacía que había quedado su billetera. Pero, sin lugar a dudas valió la pena, nunca en toda su vida se había divertido tanto y todo se lo debía a Shuichi o Koiichi, como sea, intentó quitar de su mente aunque fuera sólo esa vez el dilema de la identidad del joven de largo pelo rosa, ya tendría tiempo para eso después, ahora sólo quería disfrutar.
-Ko-chan, aprendiste a jugar muy bien- dijo acomodando mejor el conejito de felpa que había ganado justamente para el pequeño en una máquina. Muñeco que vagamente le recordaba a alguien.
-Tuve un buen maestro, no es así señor "Rey de los luchadores"?- soltó una pequeña risita.
-Ese tipo merecía que alguien le pusiera en su lugar, mira que llamarme cobarde, pero en fin, yo gané- dio un ultimo vistazo al animal rosa que tenía entre los dedos para luego extendérselo al pequeño – esto... es para ti-
Koiichi recibió el regalo sorprendido –Pero Yuki, tú lo ganaste, te costó casi diez monedas, no puedo aceptarlo- intentó devolverlo mas Yuki dio media vuelta y se adelantó.
-Yo lo gané para dártelo, acéptalo por favor... – habló dirigiéndose al chico detrás de él.
El pequeño suspiró alegre -Yuki... arigatou-
'No, gracias a ti, gracias por ayudarme... a sonreír' pensó -Ya es muy tarde, vamos- se metió primero en el auto, Koiichi apresuró el paso y a los pocos segundos el también ingresó.
El recorrido a su casa fue muy ameno, aunque a decir verdad quien más habló fue el pelirrosa, siempre contando anécdotas graciosas sobre su vida, sin embargo, algo que extrañó mucho a Eiri, fue que el joven sólo hablaba de cosas recientes, no decía nada sobre su pasado y esa era la parte que el rubio en verdad quería saber.
-Gracias por todo Yuki-san, me divertí mucho, espero que algún día podamos pasear de nuevo- salió del coche acompañado por el rubio.
-Podemos salir las veces que quieras, por mi no hay problema-
-¿En verdad?-
-Si-
Koiichi esbozó una sonrisa de satisfacción –etto... ¿vendrás mañana?- se atrevió a preguntar tímidamente.
-No pensaba hacerlo-
-Bueno- se oyó desanimado y triste ante la respuesta de su amigo.
-Pero... si quieres que venga, puedo hacerlo-
-No!, no quiero que te perjudiques por mi culpa, de todas maneras... ya estoy acostumbrado a permanecer siempre solo- respondió con un dejo de nostalgia.
-No tengo nada que hacer, además me la pasé muy bien contigo, ten por seguro que estaré aquí mañana- los ojos violetas denotaban una felicidad inmensa a la vez que asentía con la cabeza.
-Hai, y gracias por el regalo, adiós-
-Adiós- el cuerpo del pequeño se perdió tras la puerta de aquella imponente mansión. Yuki estaba más que satisfecho, aunque no lo demostrara de la misma manera que su pequeño, su corazón continuaba latiendo con gran intensidad.
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En otro lugar de Nueva York.....
Dos siluetas se encontraban caminando cerca de un muelle, la oscuridad impedía ver sus rostros, después de algunos minutos se detuvieron.
-¿Dónde está, Shirou?- preguntó un hombre de voz gruesa.
-¿Dónde esta qué?-
-¡La mercancía!, se supone que me trajiste por eso, ¡¿dónde están las armas?!- gritó exasperado tomando al otro joven del cuello de su abrigo. Las luces del lugar se encendieron revelando mejor aquella escena.
-Ahh... te refieres a las armas- respondió con un dejo de sarcasmo. El otro hombre apretó con más fuerza el agarre sobre el joven, su paciencia se llegaba al límite.
-¡Hicimos un trato!, ¡¿QUÉ-HICISTE-CON-LA-MERCANCÍA?!-
-Tranquilo Clark... –
-Estoy perdiendo la calma, me dices dónde está o la pagarás muy caro!-
-¿Tú amenazándome?, no me hagas reír- se soltó bruscamente, cruzándose de brazos cambió el tono de sarcasmo por uno de enfado –NADIE puede amenazarme- concluyó.
-Si no quieres que te amenace no juegues conmigo-
-Bien, te diré que pasó con las armas, digamos que encontré un mejor comprador para ellas, ¿contento?, ¿no era lo que tanto querías saber?- dijo en un suspiro.
-¡Me traicionaste!-
-Sabes que este negocio es así, cada uno sobrevive como puede, ¡aquí no existe la amistad!- la última frase estuvo cargada de rencor y melancolía, él mejor que nadie sabía el significado de "traición".
Sorpresivamente Shirou cayó en cuenta de que el sujeto le apuntaba con un arma en la sien, mas este no cambió su expresión –No te atreverías...-
-¿Qué te hace pensar que no?- preguntó con voz temblorosa.
-Soy un hombre muy poderoso, estarías muerto antes de intentar tocarme- contestó con la mirada perdida en el horizonte y ningún signo de nerviosismo.
-Yo también soy alguien muy importante Shirou, ¿o acaso olvidaste que mi banda es la de mayor influencia en la ciudad?-
-El que seas el líder de una banda poderosa no te quita lo estúpido- se burló del hombre mayor que ahora no dudaba en presionar el gatillo. De pronto varias sonidos de armas al cargarse se oyeron, eran los hombres de Shirou.
-Pero qué dem... - maldijo separándose del joven a causa del temor.
-¿Lo ves?, no bromeaba cuando te decía que morirías mucho antes de intentar matarme- hizo notar sonriendo intencionadamente -...pero no te preocupes, tu mismo lo dijiste, eres un hombre importante y por esa razón no puedo acabar contigo, ahh... – dio un largo bostezo para después volver a fijar sus fríos ojos azul claro en el sujeto -quiero que desaparezcas de mi vista!- ordenó, el otro hombre no tuvo más que obedecer a regañadientes.
Ya muy lejos de sus ahora enemigos decidió detenerse. Su orgullo había sido pisoteado por un joven sin experiencia, jamás olvidaría esta humillación, le haría tragarse todas y cada una de sus palabras. Quería verlo arrastrándose ante él pidiendo disculpas, besando el suelo por el que caminara, haría pagar su insolencia.
-Estoy seguro de que tienes un punto débil Shirou... y yo voy a encontrarlo- frunció el ceño en un gesto de ira a la vez que volvía a retomar sus pasos –ojo por ojo... diente por diente... – fueron sus ultimas palabras antes de desaparecer entre la niebla.
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE AMAI: Tener ese tipo de trabajos no ayuda mucho a Shirou, ne? U.U, la siguiente pregunta va a todas: ¿Cuál es el punto débil de Shirou?, si ya respondieron, sabrán a qué me refiero o.o. Cosas raras se vienen para capítulos posteriores, espero les este gustando hasta el momento.
Me encanta que Yuki se comporte como una personal "normal" de vez en cuando, ¿será que puedo ganarle en los videojuegos?¬¬... jejejeje. Gracias a todas por los reviews, sólo ellos me hacen continuar con la historia, ahora con la velocidad de un rayo me voy a responderlos n-n.
Haruka:: Jajajajaja, ¡¿¿Te imaginas que el pasatiempo de Yuki sea hacer sufrir a la tortuga de Shuichi??! o-O... jajajaja, me muero de la risa de sólo pensarlo. Espero verte conectada un día de estos, así nos damos esas largas charlas de ya sabes qué. Gracias por los ánimos!.
Hikaru Itsuko:: ¿Qué otra idea se le hubiera ocurrido a Yuki?, ese chico tiene tantas ansias de tocar a Shuichi que se le ocurre cada cosa...XP. Ojalá y Eiri no vaya a soltar toda la sopa con Thoma, mira que Seguchi es como su confidente y le viene la tentación de decírselo!!!!.
Akia Nekoi:: ¿Me matas? (Amai se lo piensa mejor), jejeje... no aseguro nada, pero tampoco lo niego, depende de cómo se porten mis muchachos n.n. PD: XDD ¡¡QUE IDEA TONTA!!, ¿no crees?, nunca más confiaré en mi prima T-T.
Kiara Fujimuya:: Te leo y eres nueva!!!, ahhh... que feliz soy!, más personas acá... snif!, y estoy segura que hay muchas que leen pero no dejan review, para todas ellas: "ANÍMENSE, QUE EL BOTON DE REVIEW NO MUERDE!", además que me pueden dejar algún comentario o idea. ¿Tienes historias en ff.net?, con gusto las leo, pero dime dónde están, es que hay tantas series que es difícil encontrarlas. Arigatou por dejar review.
BISHOUJO-HENTAI:: Shuichi podía haber aprovechado los cortos momentos en casa de Yuki... ¡¡PERO NO!!, debemos cambiar eso, para eso esta Amai-chan 8D jajajaja. ------ Amai: Yuki, ya me las pagarás (mete una cucharada llena de helado en la boca), hummm... esto no está nada mal. Ya cansada de estar sola en la heladería volvió al hotel para ver si Bishoujo-hentai tendría algunos problemas con Yuki. Sin embargo, grande fue su sorpresa al escuchar desde la puerta de la habitación unos sonidos raros que provenían del interior. Los gritos del escritor eran iban a la par con el sonido de una especie de látigo que se azotaba contra alguna superficie, posiblemente el cuerpo del rubio. Amai se pegó mucho más a la puerta para escuchar mejor, distinguió algo parecido a un "YEEEEEHAAAAA" que acompañaba el constante sonido del látigo. Amai: (Cubriéndose la nariz... que por cierto la tenía sangrando) etto... creo que Bi Hen no necesita mi ayuda, ella sabe muy bien lo que hace... Y volvió nuevamente a la heladería, el único local abierto a esas horas.
litaotk44:: ¿Problemas con los reviews anónimos?, de seguro habilitaste la casilla que prohíbe la entrada de los anónimos, deshabilítala y asunto arreglado n-n. Yuki ya tiene mucha libertad (tanto que Shuichi hasta se le pega, algunas costumbres no se olvidan por nada, ne?). Como ya dije, Thoma la va a pagar muy caro ohohohohooo, a mi me dio mucha risa también lo de la tortuga (sólo por eso lo incluí), pero ya recibí demandas de la Sociedad protectora de animales (bah!). Mi mail es amaishirabehotmail.com (es solamente mi nombre XD). Y para nada me aburre que los comentarios sean largos, al contrario, son muy entretenidos!!. Actualiza pronto aquí tu fic ¿okys?. Nada más, ja ne.
Cerdo Volador:: Dime si tu nick no es como para reírse!!!XDDD. Siiiii "Welcome to my Romance", a mi también me encanta!. ¿Qué es na no da?... simple, es una frase que Ryuichi siempre dice en cada frase que dice (ej: quieres comer nano da?, me doy un baño no da!, Soy Kumagoro nano da!!), al parecer el significado sólo lo sabe él n.n. Con respecto a Shirou... oye que buena imaginación, quisiera publicar mis dibujos, pero que mala suerte no tengo scanner T-T, quizá lo haga después. Eres una de las que apoyan el sufrimiento de los muchachos (aplausos!!!), es que solamente así la historia es más emocionante!. Sigue con tus dibujos, a ver si algún día los muestras :D.
Eli-chan1:: Mi muy estimada presidenta Eli del club "No matemos a Shu- chan", te doy algo de esperanzas, "quizá" Shuichi no muera, pero de que ha de sufrir, va a sufrir... snif!, ya te enterarás después y con el final del fic que es una bomba de tiempo :S. Bye bye...
Haruka/Shuichi:: Otra Haruka!!! La li hoooooooooo!!! (jejejejeje, me encanta ése saludo :D). Que linda, ¿en 5 horas?, T-T te debió de gustar bastante para invertir todo ese tiempo en la lectura del fic (que halagada me siento!!), yo también me emociono recordando los primeros pasos del fic, he tratado de mejorar en cada episodio y creo que lo he logrado!!! Jejeje. Gracias por dejar review!.
Angy Kohai:: Legalmente Shuichi sigue siendo el "koi" de Yuki :D, solamente que no lo sabe, esperemos que la situación se arregle pronto. Sayonara nano da...
MORUKEN:: Shuichi esta medio enfermito T-T, no podíamos esperar menos después de semejante accidente (con decir que es un milagro que este vivo), y... si!, no le vendría mal volver con sus amigos y seres "queridos" (léase Yuki) XD, pero ahí existe un pequeño problemita... Shirou lo retiene y es que lo quiere para él solito (mira que posesivo!, no me lo presta ni 2 minutos u.u) R1: No duermo bien T-T R2: Tampoco como bien R3: Yuki sufrirá y sufrirá muahahahaa R4: Esta chido tantas posdatas XD. Bye bye nano da!.
tasatir:: No te leí en el anterior y ya estaba preocupándome o.o. ¡¡¿Por qué coartan el shonen ai y el yaoi?!!, siempre me he preguntado lo mismo. Los hombres tienen su hentai!!, ¡¡¿POR QUÉ LAS CHICAS NO PODEMOS TENER NUESTRO YAOI!! (malditos machistas y puritanos!! .), bah! quien los hará entrar en razón, por el momento... mis más sinceras condolencias tasa-chan jijijiji, ¿Dary y tu son amigas, ne?, pues dile que te los preste, así lo ves y te sabes la trama :D. Espero haberos iluminado, bye bye.
Chihiro:: Justo el capítulo va dedicado a ti por ser la persona 100! en los reviews. Felicidades!!!!
nat-chan07:: La li hoo. Hola de nuevo , ya lo continue jejeje y el capítulo que viene estara medio feo para Shu (olvida esa parte, creo que escribí demasiado ¬¬). PD: Si, se lo va a tirar XDDDDD!!!!
Dary Kyana:: Si, me alegra leerte, gracias por las palabras de aliento, siempre me vienen bien. Besos. Sayonara!.
Y como siempre, las notas me salen larguísimas, pero me encanta responderlas. Ahora antes de irme reviso el correo:
Claudia-chan (Siempre me echas porras, arigatou!!), Palagata, Natalia (Yo también odio a Mika!, debería hacer algo para calmar a Thoma ¿no crees?), Mika Sakuma (Si, Si, muuuucho sufrimiento muahahaha, me estoy volviendo sádica XDD), zzagide (Quiero mostrar mis dibujos!!!), Selpelin (Eres la chica más adicta a lemos que conozco :S), Tifanny-chan (Gracias, gracias), chibigirlhentai (estoy reconsiderando la idea u-u), Pares, pricesserenity, Norikokuchan (Gracias por los ánimos que me das) y Cristal- san (Shuichi...)
Y la FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ: Escritora presionada montón de reviews = ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez! (claro si no me llega la flojera ¬¬)
Bye, nos leemos en el 14 y una vez más GRACIAS A TODAS, recuerden que sin ustedes no habría fic! Y no se olviden dejar review, así me animan más y escribo más . Matta ne condo!
Capítulo dedicado a Chihiro
por ser el review N°100
Y Gracias a todas por el apoyo!!!!
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ACLARACIÓN: Lo digo nuevamente: "Gravitation no es mío" (maldita sea!!¬¬), Shuichi & compañía son propiedad de Maki Murakami-sama, yo solamente los uso para crear historias enfermizas que terminan mal... (o bien, depende cual llega primero a mi cabeza n.n)
NOTA: A Shuichi le digo Koiichi hasta que recupere la memoria (eso se viene ya) y Yuki Eiri Uesugi es Yuki Arden hasta que le dé la gana o alguien se dé cuenta =P.
CAPÍTULO 13: UN DÍA PARA LOS DOS.
En el capítulo anterior:
-Adiós... Shuichi... –respondió para sí mismo en un suspiro casi inaudible a la vez que subía nuevamente a su automóvil.
Hacerse amigo de él estaba bien para comenzar, así tendría excusas para verlo lo suficiente y ayudarlo a recordar quién era en realidad. Tenía que saber que le había pasado todo ése tiempo que lo creyó muerto y cómo llegó al lado de ése sujeto.
Ahora nada ni nadie impediría que cumpliese su cometido.
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El "tic tac" del reloj lo acompañaba desde que despertó, aún permanecía con los ojos cerrados a pesar de que el sol ya había salido y sus cálidos rayos chocaban contra su piel. No quería salir de su confortable cama, era una de esas mañanas en la que deseaba más que nada dormir hasta tarde, sin embargo, su amigo vendría a visitarlo dentro de poco y por esta vez no se podría dar ese tipo de lujos.
Muy a su pesar se quitó las sábanas que lo cubrían, dio un gran bostezo a la vez que tomaba asiento, lentamente se puso de pie para luego ir en dirección al cuarto de baño, abrió la llave de la tina y cuando el agua casi llegaba al tope de esta la cerró.
Sumergió su mano y al notar que la temperatura estaba bien, ni muy caliente ni muy fría se fue para traer a quien lo acompañaría en su baño, su tortuga.
-Ah... Kameko-chan, la piscina es muy peligrosa para los dos- dijo levantando a su mascota del pequeño espacio que le había hecho en su habitación, para ser más precisos a en una de las esquinas. Parecía una especie de pequeño Oasis, con palmeras artificiales y todo, era increíble lo que se podía lograr con tan solo poner cara de cachorrito regañado ante Shirou, sin duda Kameko era muy afortunada al tener un dueño tan "manipulador".
Cerró la puerta del baño tras de sí y fue en dirección a la bañera, primero metió a su mascota dentro para luego seguirle él.
–Vaya Kameko, ¡Qué rápida eres bajo el agua!- la tortuga nadaba espléndidamente por toda la tina ocasionando pequeñas cosquillas en Koiichi cada vez que lo rozaba –Quiero poner las burbujas, pero si lo hago... seguro que te mueres, ne?- dijo al momento de tomar al animal frotándolo en gesto cariñoso contra su mejilla.
Así pasaron cerca de una hora, Koiichi ya no quería salir, estaba bastante entretenido como para hacerlo, pero al pensar nuevamente en Yuki supo que era el momento de acabar con su baño.
Salió de la tina, tomó la toalla y con esta rodeó su cintura para cubrirse. Se dirigió hasta su habitación y tomó la ropa que descansaba sobre el sillón, la cual había preparado la noche anterior, no sabía por qué razón quería verse tan bien cerca del rubio y es que sentía algo extraño cada vez que estaba cerca de él.
-Quizá ese beso que me dio... – posó dos dedos sobre sus labios pensando en lo sucedido días atrás, de pronto sacudió la cabeza –no, no, no, no, no, NO!, ¡no puedo pensar en eso!, ¡Yuki y yo solamente somos amigos!, ¡amigos!, además... Shirou me ama, no puedo pagarle así.
Se quedó pensando, no llevaba ni dos días conociendo a Yuki y sentía por él algo muy fuerte en su interior, ¿amor?, no, no podía ser, nadie se enamora de alguien de la noche a la mañana, pero... si no era amor... ¿qué era?.
Las campanadas del reloj interrumpieron sus pensamientos, ya apuntaban las 9:30, Yuki estaba por llegar ¡y él ni se había vestido!. Corrió a donde descansaba su ropa y se la fue poniendo.
Ya estaba casi listo, llevaba puesta una camiseta verde, pantalones jeans de color azul claro, una chaqueta del mismo color y zapatillas deportivas blancas. Sólo faltaba su cabello, que como siempre era un obstáculo, tomó la secadora de pelo y fue secándolo.
Finalmente había terminado y cargando a Kameko se fue hasta el balcón, para desde allí esperar a Yuki. Su larga trenza relucía a la luz del sol, nadie podía negar que se veía radiante, su empeño había valido la pena.
Llevaba así un buen rato, tanto que poco a poco se quedó dormido.
Otra vez esas imágenes, ¿pero dónde estaba?, vio muchas luces a su alrededor, parecía el escenario de un teatro o algo así, una gran multitud gritaba y él no tenía ni idea de lo que hacía en ése lugar.
El sonido de la música dio inicio, una hermosa melodía suave, una balada. Miró el micrófono que tenía en manos, la gente gritaba esperando a que comenzara a cantar, sin embargo, él no sabía que hacer.
De pronto se sobresaltó, y por poco y lanza a su mascota por los cielos, el sonido del timbre lo había desperado, se asomó tímidamente por el balcón para ver de quién se trataba –Oh!... Ohayo Yuki-san- llamó desde lo alto.
El escritor al observar al joven que lo llamaba quedó asombrado, la belleza de Shuichi lo había dejado sin palabras, se veía tan inocente pero tan provocativo a la vez. No recordaba la última vez que se sintió de esta manera, desde el atentado todo lo concerniente a los sentimientos fue muriendo en su interior.
-¿Yuki-san, me oyó?- preguntó extrañado el pelirrosa al notar que su amigo no respondía a su saludo.
-Ah... si!, perdona, es que estaba distraído, ¿puedes bajar?-
-¡Hai!, enseguida bajo- y se perdió dentro de la puerta del balcón. Yuki no pudo alejar esa imagen de sus pensamientos, ya no podía esperar el momento en el que Shuichi estuviera nuevamente en sus brazos, amaneciendo cada mañana junto a él, volviéndolo a sentir solamente suyo y de nadie más.
-Baka... –
Koiichi se dirigió hasta la esquina en la que quedaba la "recámara de Kameko" como le decía –Bueno Kameko-chan, se buena y quédate quietecita, yo volveré en un momento para darte de comer, ¿ok?- dijo posándola sobre una piedra.
Cogió la ropa que le había prestado el rubio la noche anterior y se fue corriendo a la puerta principal para atenderlo.
-Gomen, seguro te hice esperar bastante, pasa- se hizo a un lado para que Eiri ingresara.
-Tengo una mejor idea... ¿por qué no salimos fuera?- preguntó seductoramente posando una mano sobre la puerta a la vez que acercaba su rostro al del chico con total intención.
-¿Eh?- no pudo evitar sonrojarse levemente retrocediendo un paso hacia atrás.
-Shirou-san no llega hasta muy tarde ¿verdad?, te invito a almorzar- dijo suavizando la mirada y tomando una postura normal mientras sonreía.
-...bueno... yo... yo no puedo salir- esquivó avergonzado la mirada del rubio clavándola en el piso.
-¿Y por qué no?, todavía no confías en mí verdad?, no te preocupes no voy a raptarte ni nada por el estilo- el tono de su voz denotaba sarcasmo, aunque lo último en verdad estaba deseándolo, quería desaparecer con Shuichi, olvidarse de todo, estar solamente con él...
-¡NO!, ¡eso no es cierto!, es que... si Shirou se entera... –
-No me digas que te tiene encerrado- preguntó molesto, afilando la mirada sobre los violáceos ojos del pequeño.
-Y-yo no lo diría así... trata de cuidarme, eso es todo...- contestó nervioso, quería creer en esas palabras, ¿Sabía acaso Shirou lo miserable que lo hacía con su manera de proceder?. Volteó para ver a Yuki, su expresión no había cambiado nada, al contrario, parecía estar más enfadado que antes –... es que soy muy torpe, y si salgo, sólo conseguiría hacerme daño, ya viste la otra noche, casi me atropellas- rió suavemente tratando de suavizar el tenso ambiente que se había formado.
-Tal vez tengas razón, sin embargo, no estoy de acuerdo- giró la vista admirando el refulgente cielo a esa hora -¿me acompañarás?- añadió mirando nuevamente al pequeño.
-.....- ¿qué podía decir?... ¿qué si?, la verdad tenía tantas ganas de salir a pasear nuevamente y aún más en compañía del rubio, sería una estupenda oportunidad para conocer más acerca de él, pero estaba Shirou... ¿qué haría?.
-Bueno, aceptas acompañarme a almorzar, si o no- la voz del escritor exigía de inmediato una respuesta.
-¡SI!– dijo en un grito, inmediatamente se cubrió la boca con ambas manos, esa respuesta salió de sus labios involuntariamente.
El escritor sonrió para sus adentros 'nunca cambiarás' pensó -Bueno, entonces creo que ya es momento de irnos- Yuki caminó en dirección a su coche que se encontraba estacionado frente a la puerta, al ver que el chico no le seguía se volteó a verlo -¿Sucede algo?-
Meditaba la razón de su respuesta cuando la voz del rubio le sacó de sus pensamientos –Eh... No!, daré de comer a Kameko y enseguida bajo-
Cerró nervioso la puerta tras de sí dejándose caer lentamente hasta el piso. ¿Qué le estaba pasando?, su cuerpo reaccionaba solo, tanto que lo asustaba, ¿Qué tenía ése joven para hacerle actuar de esa manera?. Ya era la segunda vez que pasaba, su corazón latía fuerte con cada insinuación que le hacía Yuki, tenía que admitirlo, era débil ante él.
Respiró hondo y se incorporó, subió las escaleras dirigiéndose a su habitación para dar de comer a su mascota, eso lo mantendría ocupado un momento, quería dejar de pensar en el rubio, aunque eso resultara sencillamente... imposible.
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-¿Por qué tan callado?, desde que salimos no has dicho palabra alguna... ¿no te sientes bien?- preguntó el Eiri mientras conducía, mirando de reojo a Koiichi que permanecía cabizbajo a un lado suyo.
-¿Yuki...?-
-Dime-
-Por... por qué... – 'vamos Koiichi, tienes que ser fuerte, DÍCELO' -... ¿Por qué me besaste la otra vez?- dijo de golpe, cerrando los ojos con fuerza, temiendo la reacción que tomaría el rubio a su pregunta.
El comentario del pelirrosa sorprendió a Yuki, eso iba completamente en contra de sus planes. Con dificultad se había hecho amigo suyo y quería mantener por el momento las cosas así, sin embargo, no podía mentir, estaba dispuesto a responderle con franqueza –Porque eres la persona a quien amo- dijo al momento de pisar el freno deteniendo el automóvil a un lado de la carretera.
-.....- sus ojos violetas se abrieron enormemente con la respuesta de su acompañante, ¿era una broma? –Ne, Yuki, ya sé que me confundes con un tal Shuji-
-Es Shuichi- corrigió Eiri.
-Ah! Gomen, demo... no es bueno que digas que me amas si en verdad no lo haces- dijo en tono triste perdiendo la mirada en el paisaje que se mostraba a través del parabrisas.
-Pero te amo-
-¡Ya no digas más! ¿quieres?... esas palabras son muy especiales como para jugar con ellas Yuki, tú amas a Shuichi... –volvió su triste mirada hacia los ojos dorados del joven -...no a mi- añadió.
El escritor se mordió fuertemente el labio inferior a la vez que cerraba los ojos con fuerza, ¿Y si en verdad ése chico no era Shuichi?, por primera vez desde que lo conoció... dudaba. SU cuerpo se estremeció, sus esperanzas se esfumaban nuevamente, no quería verse solo otra vez, sin Shuichi... no lo soportaría.
Necesitaba sentirlo de nuevo, tomó los hombros del joven y lo acercó hasta besarlo.
De los ojos violeta escaparon algunas lágrimas producto de la acción del escritor, pero tampoco lo rehuyó, posiblemente por pena. No sabía nada de Yuki y no podía juzgar su manera de proceder, al parecer él también sufría con todo esto.
'Shuichi, ¡Shuichi no me dejes!, no te vayas de mi lado' se repetía una y otra vez, no queriendo separarse del dulce sabor que recordaba tenía el cantante, maldecía el momento en que el destino los separó tan cruelmente. Saladas lágrimas acompañaban los pensamientos de pesar que tenía.
Eiri fue aflojando el agarre y poco a poco se fueron separando, el pelirrosa sólo atinó a hacerse a un lado, apoyó su cabeza en el frío vidrio de la puerta que tenía a su costado, el cabello cubría tenuemente su rostro, no dijo una sola palabra... prefirió guardar silencio.
Yuki por su parte, se sentía mal consigo mismo, sabía que al hacer lo que acababa de hacer sólo lastimaba más al chico y eso era lo que precisamente no quería. Rodeó con un brazo la espalda del muchacho y lo atrajo hacia sí en un abrazo protector –Perdóname... - le susurró cerca del oído.
Koiichi elevó la mirada descubriendo su rostro empapado en lágrimas –No... no te preocupes Yuki... – su voz se oía quebrada. El escritor, sacando su pañuelo procedió a limpiar con delicadeza la suave piel del pequeño.
-Nunca fue mi intención hacerte llorar, si deseas que te lleve de vuelta a tu casa, lo entenderé-
-No pasó nada Yuki- se apartó inmediatamente del rubio y terminó de secarse las lágrimas rápidamente con el dorso de ambas manos -¿Ves?, ya estoy bien- dijo con una amplia sonrisa en el rostro, sonrisa que fue desapareciendo lentamente.
-No, no estas bien, ¡y todo es por mi culpa!- hundió la cabeza en su pecho a la vez que presionaba con fuerza un puño –yo no q... –lo que iba a decir murió en su garganta al momento de sentir las cálidas manos de Koiichi tomar las suyas.
-Tengo mucha hambre Yuki, ¿y tú?- habló suavemente –olvidemos lo que pasó- le dijo alegremente, la mirada de Eiri se suavizó y asintió con la cabeza a la vez que ponía de nuevo en marcha el automóvil.
Shuichi siempre era así, tenía la virtud de acabar con la tristeza de las personas con su alegría, ése era el chico que había escogido como amante y al que quería con todas sus fuerzas, el que había curado sus heridas enseñándole a superar el dolor. Esbozó una sutil sonrisa, las esperanzas que creía perdidas volvían nuevamente y con ello sus ganas de vivir.
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El fuerte sonido de la puerta al cerrarse demostraba la ira contenida en su interior, tal como temía el concierto había resultado todo un fracaso, no llegaron ni a llenar el teatro. Se quitó bruscamente el sombrero y lo aventó lejos, se llevó ambas manos a los ojos cubriendo las lágrimas que brotaban de estos.
-¡MALDITO SEAS SHINDOU!- el grito hizo eco en todo el lugar, no temía que alguien le oyera, esa era su forma de desfogarse, cayó de rodillas al suelo, no paraba de llorar.
Esa noche el prestigio de NG estaba por los suelos, al igual que su orgullo. Muy a su pesar tomó una drástica decisión, la separación definitiva de Bad Luck, de nada servía apoyar un grupo que no cumplía con sus expectativas. La gente curiosa que pasaba por el lugar no fue ajena a ése espectáculo, sin embargo, a Thoma no le importaba en lo más mínimo, todos ellos eran muy inferiores a él, ¿qué podían hacer en su contra?.
Se incorporó como si nada hubiera pasado, buscaría la manera de limpiar su nombre, siempre resultaba fácil comprar a algunas personas, silenciarlas con su dinero.
-Ja ja ja ja- carcajeó casi de forma demente a medida que se alejaba de allí.
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-¡Yuki, la película estuvo genial!- dijo colgándose del cuello del joven más alto, terminaban de salir del cine –Ah!, Y gracias por comprarme todos esos dulces, en verdad que fueron muchos, debiste gastar una fortuna en todos ellos, me era difícil comprar unos yo mismo porque olvidé mis ahorros en casa, además están en mi alcancía, ¿sabes?... Shirou me dejó dinero para el almuerzo, por eso te pagaré todo lo que me compraste y a Kameko le llevaré algo... jajaja... me hubiese gustado traerla, pero de seguro se aburría, a ella le gusta mucho estar en el agua y no en lugares secos y.... –
El rubio solamente lo observaba, la gran facilidad de palabra del pelirrosa no le sorprendía en lo más mínimo, era muy común oír a Shuichi hablar de esa manera casi todo el tiempo.
Se había propuesto olvidar al cantante, no obstante, conforme pasaba el tiempo con ese nuevo chico su mente revivía cada instante de felicidad que Shuichi le pudo haber brindado, ahora si apreciaba el largo y tedioso monólogo, prestándole un poco de atención resultaba divertido.
-...y entonces Shirou accedió a comprarle la casita a mi mascota, claro que yo tuve algo que ver, él me debía una apuesta acerca de un programa de televisión, yo sabía que la comentarista apellidaba Jhonson, pero él insistía e insistía en decir que era Collen, y adivina quien gano, si... YO!... jajajajaja... –
El escritor tuvo que contenerse las ganas de hacer callar al pequeño de la manera en que estaba acostumbrado, aquella boca que no paraba de moverse y le invitaba a tomarla no le ayudaba nada. Hizo uso de toda su fuerza de voluntad para no cometer el mismo error.
-Y ahora... ¿dónde quieres ir?- habló finalmente rogando por que el joven de largo pelo rosa cambiara de tema.
-¿Eh?... Oh!, sumimasen- se soltó rápidamente del rubio al notar en que posición se encontraban, ruborizándose por su acción –bueno... uhmm... ¿qué tal ahí?- señaló una gran tienda de Juegos electrónicos. Yuki la miró unos momentos y luego adelantó el paso para que el más chico le siguiera.
Entraron sin ninguna novedad más que el tremendo escándalo que armó el pelirrosa al correr por todo el establecimiento con el fin de tocar todas y cada una de las máquinas que allí estaban. Una vez ya controlado, Yuki se ofreció como su "maestro", porque Koiichi no tenía ni idea de cómo jugar en una de esas cosas.
-¿Seguro que sabes jugar Yuki-san?- preguntó el pequeño asomando su rosada cabeza por sobre el hombro del escritor.
-Eso creo, he visto a mi fastidioso hermano menor hacer esto un montón de veces, tú sólo obsérvame- el rubio se enfrentaba en el juego "King of Fighters" a un tipo que parecía ser invencible, ya que todo el que le retaba salía de allí literalmente "llorando", ¿que más daba probar un poco de suerte?, además tenía a su pequeño apoyándole, ese era suficiente incentivo.
La pelea comenzó, Eiri no sabía que botones tenían las funciones de puñetazos así como los de patadas, ya tenía suficiente lidiando con la palanca. El otro por el contrario, hasta se tomó la libertad de dar un gran bostezo con el fin de enfadar al rubio. El escritor estaba perdiendo la paciencia, ya no tenía tiempo de pensar que botón era para qué, presionó todos de una vez y extraordinariamente el personaje que controlaba realizó su golpe súper-hiper-mega-poderoso terminando así la batalla.
-¡Muerde polvo perdedor!- rió Yuki ante su oponente vencido, ahora entendía por qué a Tatsuha le gustaba tanto esas cosas ¡eran muy divertidas!. Al darse cuenta que era el blanco de varias miradas extrañas, nervioso intentó guardar la compostura.
-NE, YUKI, ¡ERES MI HÉROE!- el chico se asió fuertemente del brazo de Eiri, provocando un leve rubor en el joven de mirada dorada.
-¿Si?, bueno, ahora es tu turno-
Algunas horas después...
Yuki no podía contener la risa que le producía ver las diferentes reacciones del pelirrosa, en especial cuando lloraba desconsoladamente cada vez que los personajes a su control morían, echándose la culpa casi a gritos, no podía negarlo, se veía muy tierno así.
Podría decirse que jugaron todo lo que allí había, estaban exhaustos pero conformes, sólo Yuki de vez en cuando se lamentaba en silencio al observar lo vacía que había quedado su billetera. Pero, sin lugar a dudas valió la pena, nunca en toda su vida se había divertido tanto y todo se lo debía a Shuichi o Koiichi, como sea, intentó quitar de su mente aunque fuera sólo esa vez el dilema de la identidad del joven de largo pelo rosa, ya tendría tiempo para eso después, ahora sólo quería disfrutar.
-Ko-chan, aprendiste a jugar muy bien- dijo acomodando mejor el conejito de felpa que había ganado justamente para el pequeño en una máquina. Muñeco que vagamente le recordaba a alguien.
-Tuve un buen maestro, no es así señor "Rey de los luchadores"?- soltó una pequeña risita.
-Ese tipo merecía que alguien le pusiera en su lugar, mira que llamarme cobarde, pero en fin, yo gané- dio un ultimo vistazo al animal rosa que tenía entre los dedos para luego extendérselo al pequeño – esto... es para ti-
Koiichi recibió el regalo sorprendido –Pero Yuki, tú lo ganaste, te costó casi diez monedas, no puedo aceptarlo- intentó devolverlo mas Yuki dio media vuelta y se adelantó.
-Yo lo gané para dártelo, acéptalo por favor... – habló dirigiéndose al chico detrás de él.
El pequeño suspiró alegre -Yuki... arigatou-
'No, gracias a ti, gracias por ayudarme... a sonreír' pensó -Ya es muy tarde, vamos- se metió primero en el auto, Koiichi apresuró el paso y a los pocos segundos el también ingresó.
El recorrido a su casa fue muy ameno, aunque a decir verdad quien más habló fue el pelirrosa, siempre contando anécdotas graciosas sobre su vida, sin embargo, algo que extrañó mucho a Eiri, fue que el joven sólo hablaba de cosas recientes, no decía nada sobre su pasado y esa era la parte que el rubio en verdad quería saber.
-Gracias por todo Yuki-san, me divertí mucho, espero que algún día podamos pasear de nuevo- salió del coche acompañado por el rubio.
-Podemos salir las veces que quieras, por mi no hay problema-
-¿En verdad?-
-Si-
Koiichi esbozó una sonrisa de satisfacción –etto... ¿vendrás mañana?- se atrevió a preguntar tímidamente.
-No pensaba hacerlo-
-Bueno- se oyó desanimado y triste ante la respuesta de su amigo.
-Pero... si quieres que venga, puedo hacerlo-
-No!, no quiero que te perjudiques por mi culpa, de todas maneras... ya estoy acostumbrado a permanecer siempre solo- respondió con un dejo de nostalgia.
-No tengo nada que hacer, además me la pasé muy bien contigo, ten por seguro que estaré aquí mañana- los ojos violetas denotaban una felicidad inmensa a la vez que asentía con la cabeza.
-Hai, y gracias por el regalo, adiós-
-Adiós- el cuerpo del pequeño se perdió tras la puerta de aquella imponente mansión. Yuki estaba más que satisfecho, aunque no lo demostrara de la misma manera que su pequeño, su corazón continuaba latiendo con gran intensidad.
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En otro lugar de Nueva York.....
Dos siluetas se encontraban caminando cerca de un muelle, la oscuridad impedía ver sus rostros, después de algunos minutos se detuvieron.
-¿Dónde está, Shirou?- preguntó un hombre de voz gruesa.
-¿Dónde esta qué?-
-¡La mercancía!, se supone que me trajiste por eso, ¡¿dónde están las armas?!- gritó exasperado tomando al otro joven del cuello de su abrigo. Las luces del lugar se encendieron revelando mejor aquella escena.
-Ahh... te refieres a las armas- respondió con un dejo de sarcasmo. El otro hombre apretó con más fuerza el agarre sobre el joven, su paciencia se llegaba al límite.
-¡Hicimos un trato!, ¡¿QUÉ-HICISTE-CON-LA-MERCANCÍA?!-
-Tranquilo Clark... –
-Estoy perdiendo la calma, me dices dónde está o la pagarás muy caro!-
-¿Tú amenazándome?, no me hagas reír- se soltó bruscamente, cruzándose de brazos cambió el tono de sarcasmo por uno de enfado –NADIE puede amenazarme- concluyó.
-Si no quieres que te amenace no juegues conmigo-
-Bien, te diré que pasó con las armas, digamos que encontré un mejor comprador para ellas, ¿contento?, ¿no era lo que tanto querías saber?- dijo en un suspiro.
-¡Me traicionaste!-
-Sabes que este negocio es así, cada uno sobrevive como puede, ¡aquí no existe la amistad!- la última frase estuvo cargada de rencor y melancolía, él mejor que nadie sabía el significado de "traición".
Sorpresivamente Shirou cayó en cuenta de que el sujeto le apuntaba con un arma en la sien, mas este no cambió su expresión –No te atreverías...-
-¿Qué te hace pensar que no?- preguntó con voz temblorosa.
-Soy un hombre muy poderoso, estarías muerto antes de intentar tocarme- contestó con la mirada perdida en el horizonte y ningún signo de nerviosismo.
-Yo también soy alguien muy importante Shirou, ¿o acaso olvidaste que mi banda es la de mayor influencia en la ciudad?-
-El que seas el líder de una banda poderosa no te quita lo estúpido- se burló del hombre mayor que ahora no dudaba en presionar el gatillo. De pronto varias sonidos de armas al cargarse se oyeron, eran los hombres de Shirou.
-Pero qué dem... - maldijo separándose del joven a causa del temor.
-¿Lo ves?, no bromeaba cuando te decía que morirías mucho antes de intentar matarme- hizo notar sonriendo intencionadamente -...pero no te preocupes, tu mismo lo dijiste, eres un hombre importante y por esa razón no puedo acabar contigo, ahh... – dio un largo bostezo para después volver a fijar sus fríos ojos azul claro en el sujeto -quiero que desaparezcas de mi vista!- ordenó, el otro hombre no tuvo más que obedecer a regañadientes.
Ya muy lejos de sus ahora enemigos decidió detenerse. Su orgullo había sido pisoteado por un joven sin experiencia, jamás olvidaría esta humillación, le haría tragarse todas y cada una de sus palabras. Quería verlo arrastrándose ante él pidiendo disculpas, besando el suelo por el que caminara, haría pagar su insolencia.
-Estoy seguro de que tienes un punto débil Shirou... y yo voy a encontrarlo- frunció el ceño en un gesto de ira a la vez que volvía a retomar sus pasos –ojo por ojo... diente por diente... – fueron sus ultimas palabras antes de desaparecer entre la niebla.
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE AMAI: Tener ese tipo de trabajos no ayuda mucho a Shirou, ne? U.U, la siguiente pregunta va a todas: ¿Cuál es el punto débil de Shirou?, si ya respondieron, sabrán a qué me refiero o.o. Cosas raras se vienen para capítulos posteriores, espero les este gustando hasta el momento.
Me encanta que Yuki se comporte como una personal "normal" de vez en cuando, ¿será que puedo ganarle en los videojuegos?¬¬... jejejeje. Gracias a todas por los reviews, sólo ellos me hacen continuar con la historia, ahora con la velocidad de un rayo me voy a responderlos n-n.
Haruka:: Jajajajaja, ¡¿¿Te imaginas que el pasatiempo de Yuki sea hacer sufrir a la tortuga de Shuichi??! o-O... jajajaja, me muero de la risa de sólo pensarlo. Espero verte conectada un día de estos, así nos damos esas largas charlas de ya sabes qué. Gracias por los ánimos!.
Hikaru Itsuko:: ¿Qué otra idea se le hubiera ocurrido a Yuki?, ese chico tiene tantas ansias de tocar a Shuichi que se le ocurre cada cosa...XP. Ojalá y Eiri no vaya a soltar toda la sopa con Thoma, mira que Seguchi es como su confidente y le viene la tentación de decírselo!!!!.
Akia Nekoi:: ¿Me matas? (Amai se lo piensa mejor), jejeje... no aseguro nada, pero tampoco lo niego, depende de cómo se porten mis muchachos n.n. PD: XDD ¡¡QUE IDEA TONTA!!, ¿no crees?, nunca más confiaré en mi prima T-T.
Kiara Fujimuya:: Te leo y eres nueva!!!, ahhh... que feliz soy!, más personas acá... snif!, y estoy segura que hay muchas que leen pero no dejan review, para todas ellas: "ANÍMENSE, QUE EL BOTON DE REVIEW NO MUERDE!", además que me pueden dejar algún comentario o idea. ¿Tienes historias en ff.net?, con gusto las leo, pero dime dónde están, es que hay tantas series que es difícil encontrarlas. Arigatou por dejar review.
BISHOUJO-HENTAI:: Shuichi podía haber aprovechado los cortos momentos en casa de Yuki... ¡¡PERO NO!!, debemos cambiar eso, para eso esta Amai-chan 8D jajajaja. ------ Amai: Yuki, ya me las pagarás (mete una cucharada llena de helado en la boca), hummm... esto no está nada mal. Ya cansada de estar sola en la heladería volvió al hotel para ver si Bishoujo-hentai tendría algunos problemas con Yuki. Sin embargo, grande fue su sorpresa al escuchar desde la puerta de la habitación unos sonidos raros que provenían del interior. Los gritos del escritor eran iban a la par con el sonido de una especie de látigo que se azotaba contra alguna superficie, posiblemente el cuerpo del rubio. Amai se pegó mucho más a la puerta para escuchar mejor, distinguió algo parecido a un "YEEEEEHAAAAA" que acompañaba el constante sonido del látigo. Amai: (Cubriéndose la nariz... que por cierto la tenía sangrando) etto... creo que Bi Hen no necesita mi ayuda, ella sabe muy bien lo que hace... Y volvió nuevamente a la heladería, el único local abierto a esas horas.
litaotk44:: ¿Problemas con los reviews anónimos?, de seguro habilitaste la casilla que prohíbe la entrada de los anónimos, deshabilítala y asunto arreglado n-n. Yuki ya tiene mucha libertad (tanto que Shuichi hasta se le pega, algunas costumbres no se olvidan por nada, ne?). Como ya dije, Thoma la va a pagar muy caro ohohohohooo, a mi me dio mucha risa también lo de la tortuga (sólo por eso lo incluí), pero ya recibí demandas de la Sociedad protectora de animales (bah!). Mi mail es amaishirabehotmail.com (es solamente mi nombre XD). Y para nada me aburre que los comentarios sean largos, al contrario, son muy entretenidos!!. Actualiza pronto aquí tu fic ¿okys?. Nada más, ja ne.
Cerdo Volador:: Dime si tu nick no es como para reírse!!!XDDD. Siiiii "Welcome to my Romance", a mi también me encanta!. ¿Qué es na no da?... simple, es una frase que Ryuichi siempre dice en cada frase que dice (ej: quieres comer nano da?, me doy un baño no da!, Soy Kumagoro nano da!!), al parecer el significado sólo lo sabe él n.n. Con respecto a Shirou... oye que buena imaginación, quisiera publicar mis dibujos, pero que mala suerte no tengo scanner T-T, quizá lo haga después. Eres una de las que apoyan el sufrimiento de los muchachos (aplausos!!!), es que solamente así la historia es más emocionante!. Sigue con tus dibujos, a ver si algún día los muestras :D.
Eli-chan1:: Mi muy estimada presidenta Eli del club "No matemos a Shu- chan", te doy algo de esperanzas, "quizá" Shuichi no muera, pero de que ha de sufrir, va a sufrir... snif!, ya te enterarás después y con el final del fic que es una bomba de tiempo :S. Bye bye...
Haruka/Shuichi:: Otra Haruka!!! La li hoooooooooo!!! (jejejejeje, me encanta ése saludo :D). Que linda, ¿en 5 horas?, T-T te debió de gustar bastante para invertir todo ese tiempo en la lectura del fic (que halagada me siento!!), yo también me emociono recordando los primeros pasos del fic, he tratado de mejorar en cada episodio y creo que lo he logrado!!! Jejeje. Gracias por dejar review!.
Angy Kohai:: Legalmente Shuichi sigue siendo el "koi" de Yuki :D, solamente que no lo sabe, esperemos que la situación se arregle pronto. Sayonara nano da...
MORUKEN:: Shuichi esta medio enfermito T-T, no podíamos esperar menos después de semejante accidente (con decir que es un milagro que este vivo), y... si!, no le vendría mal volver con sus amigos y seres "queridos" (léase Yuki) XD, pero ahí existe un pequeño problemita... Shirou lo retiene y es que lo quiere para él solito (mira que posesivo!, no me lo presta ni 2 minutos u.u) R1: No duermo bien T-T R2: Tampoco como bien R3: Yuki sufrirá y sufrirá muahahahaa R4: Esta chido tantas posdatas XD. Bye bye nano da!.
tasatir:: No te leí en el anterior y ya estaba preocupándome o.o. ¡¡¿Por qué coartan el shonen ai y el yaoi?!!, siempre me he preguntado lo mismo. Los hombres tienen su hentai!!, ¡¡¿POR QUÉ LAS CHICAS NO PODEMOS TENER NUESTRO YAOI!! (malditos machistas y puritanos!! .), bah! quien los hará entrar en razón, por el momento... mis más sinceras condolencias tasa-chan jijijiji, ¿Dary y tu son amigas, ne?, pues dile que te los preste, así lo ves y te sabes la trama :D. Espero haberos iluminado, bye bye.
Chihiro:: Justo el capítulo va dedicado a ti por ser la persona 100! en los reviews. Felicidades!!!!
nat-chan07:: La li hoo. Hola de nuevo , ya lo continue jejeje y el capítulo que viene estara medio feo para Shu (olvida esa parte, creo que escribí demasiado ¬¬). PD: Si, se lo va a tirar XDDDDD!!!!
Dary Kyana:: Si, me alegra leerte, gracias por las palabras de aliento, siempre me vienen bien. Besos. Sayonara!.
Y como siempre, las notas me salen larguísimas, pero me encanta responderlas. Ahora antes de irme reviso el correo:
Claudia-chan (Siempre me echas porras, arigatou!!), Palagata, Natalia (Yo también odio a Mika!, debería hacer algo para calmar a Thoma ¿no crees?), Mika Sakuma (Si, Si, muuuucho sufrimiento muahahaha, me estoy volviendo sádica XDD), zzagide (Quiero mostrar mis dibujos!!!), Selpelin (Eres la chica más adicta a lemos que conozco :S), Tifanny-chan (Gracias, gracias), chibigirlhentai (estoy reconsiderando la idea u-u), Pares, pricesserenity, Norikokuchan (Gracias por los ánimos que me das) y Cristal- san (Shuichi...)
Y la FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ: Escritora presionada montón de reviews = ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez! (claro si no me llega la flojera ¬¬)
Bye, nos leemos en el 14 y una vez más GRACIAS A TODAS, recuerden que sin ustedes no habría fic! Y no se olviden dejar review, así me animan más y escribo más . Matta ne condo!
