ACLARACIÓN: Gravitation no es mío TT-TT y si estuviera a la venta... LO COMPRARÍA! (Así tuviera que vender mi alma al diab... cualquier persona n.n), pero como no es el caso... -.- me quedo con las ganas. Yo solamente soy una escritora que hace esto únicamente por la satisfacción de saber que leen esta enfermiza historia producto de varias noches de insomnio.

NOTA: Momentáneamente Shuichi se llamará Koiichi en la historia (es que me hago líos refiriéndome a uno y a otro XD), y con Yuki no hay problema ya que le sigo diciendo Yuki. Sin más que decir, vamos al fic.

CAPÍTULO 16: TRAS TUS PASOS.

En el capítulo anterior:

De uno de los callejones salió rápidamente un coche púrpura, el cual giró hacia la derecha. Los ojos del escritor se abrieron enormemente.

-Es... es ése... – susurró mientras miraba como el automóvil se alejaba, ahora veía la placa, era la misma del coche que se llevó consigo a Koiichi. Intentó salir del shock en el que se encontraba debido a la sorpresa, no podía cometer el mismo error, tomó el volante y fue tras ellos.

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Para que no notaran de su presencia los seguía de lejos, sin perder ninguno de sus movimientos, todo se veía sospechoso, rogó para que su mente no le estuviera jugando una broma, demasiado había sufrido al no tener ninguna noticia de Shuichi desde hace ya un mes.

Fue difícil alcanzarlos sin que notaran su presencia, estuvo a punto de perderlos en varias ocasiones, hasta que finalmente se detuvieron en una especie de casona abandonada, muy lejos de la ciudad.

El escritor estacionó silenciosamente su coche en un lugar apartado, lo que menos necesitaba ahora era llamar la atención, por ese motivo no salió del automóvil, aunque estaba totalmente seguro, quería cerciorarse si se trataba en realidad del mismo auto que raptó a su pequeño.

Del auto púrpura salieron dos hombres vestidos totalmente de negro, y luego se les unió un tercero con el pelirrosa en brazos, no se había equivocado. Yuki contuvo las ganas de salir a repartir golpes a todos ellos para recuperar a Shuichi, debía pensar con la cabeza, podrían estar armados.

Los cuatro ingresaron dentro de la casa, el momento perfecto para que Yuki hiciera aparición. Descendió del Mercedes negro cuidando cada uno de sus pasos, no deseaba alertar a nadie con su presencia, tenía que ser cauteloso.

Los siguió sigilosamente. Una vez dentro caminó con sumo cuidado, apoyándose en los muros para no caer, ya que las penumbras del lugar le impedían ver hacia donde iba, ahora no le quedaba más que confiar plenamente en sus sentidos.

Llegó hasta donde terminaba el pasillo que lo condujo hasta toparse con lo que al parecer era una puerta, palpó esta buscando alcanzar la perilla, después de un tiempo al fin dio con ella, se disponía a girarla cundo sintió un frío metal que se posaba en su sien, además de una voz que comenzó a hablarle.

-Miren que tenemos aquí- dijo sarcásticamente a la vez que se acercaba para susurrarle al oído –un espía... –

-¿Qué sucede, Brad?- la puerta frente a Yuki se abrió, revelando a su compañero de pelo naranja, quien miró desconfiado al extraño, de pies a cabeza –y... ¿quién es él?- preguntó seriamente.

-¿Recuerdas que te dije que el coche negro nos venía siguiendo?, ¡sorpresa!, si era uno de los que trabajan para Shirou-

-¡YO NO TRABAJO PARA NADIE!- gritó muy molesto el escritor que hasta el momento había sido ignorado.

-¡No te muevas o te mueres!- advirtió el moreno al notar que el rubio no prestaba el más mínimo temor al arma que le apuntaba.

-Si no trabajas para Shirou... ¿qué hacías siguiéndonos?-

-Quiero que me devuelvan al chico, no les ha hecho nada malo... ¡DEMONIOS!, ¡él no le haría nada malo a nadie!- gritó Eiri exasperado, comenzaba a perder la paciencia.

-¿Qué hacemos con él, Mike?-

-Esperemos órdenes del jefe, por el momento llévalo a la habitación, ya verás que le encantará estar allí- sonrió en complicidad con su colega.

-Lo que digas, ¡camina idiota!- empujó a Yuki por la espalda en sentido contrario de donde estaban sin dejar de apuntarle con el revólver, el escritor no tuvo más que obedecer a regañadientes, no era conveniente iniciar un alboroto. Llegaron a un cuarto frío y oscuro, iluminado tenuemente por la débil luz que se colaba por aquella puerta, en una de las esquinas se hallaba un tubo de metal. Brad guió al rubio hasta allí, sacó un par de esposas, y con ayuda de estas sujetó una de sus muñecas en dicho tubo.

-¡MALDITO BASTARDO!, ¡SUÉLTAME O TE ARREPENTIRÁS!- Yuki intentó zafarse, pero lo único que consiguió fue lastimarse la mano.

-¿Quieres bajar el tono de tu voz?... podrías perturbarlo... –habló burlonamente por lo bajo, con ambas manos alrededor de su boca. El escritor lo miró extrañado, preguntándose a quién se refería. Su agresor se sintió satisfecho, al ver que había logrado la reacción que quería en él, así que fue a encender la luz.

Ante sus ojos estaba Koiichi sentado en una vieja cama mirándole fijamente, Yuki no pudo contener la emoción e intentó correr a abrazarlo, pero las esposas se lo impidieron lastimando su muñeca en el acto.

-¡Koiichi, he venido a salvarte!- gritó emocionado y al borde de las lágrimas a causa de la alegría.

-.......- el pelirrosa no cambió en lo más mínimo su expresión actual, seguía igual que antes, ni siquiera parpadeaba al mirarlo. Yuki no entendía nada de lo que pasaba.

-Koiichi... ¿me... me oyes...?– preguntó suavemente, mirando apesadumbrado el cuadro que se presentaba ante él, reprimió las ganas terribles que tenía de llorar, vio sus temores realizados, habían lastimado a Shuichi.

-No te esfuerces, es inútil que hables con alguien que ya no esta en este mundo- dijo el joven de pelo oscuro que miraba divertido aquel extraño reencuentro –es claro que ya no te recuerda, a decir verdad, no recuerda a nada ni a nadie, ¿no ves que esta muerto?- añadió.

-¡MIENTES!- reprendió el rubio en un ataque de ira y frustración –MIENTES... Mientes... mientes... –su voz se fue perdiendo lentamente, apartó la mirada, no quería ver al pequeño en ése estado.

-¿Me llamas mentiroso?, al parecer tengo que demostrarte a la mala que lo que digo es verdad- se acercó hasta donde estaba Koiichi y sin más lo abofeteó haciendo que este cayera de costado sobre la cama, volvió a levantarlo tomándolo por el cabello de la nuca y lo besó salvajemente.

-¡¡BASTA!!, ¡¡DÉJALO O TE PARTO LA CARA, LO JURO!!- increpó el rubio tratando de liberarse a como diera lugar de aquel artefacto de metal que le impedía salir en ayuda de su pequeño, lo único que consiguió fue que un surco se formara alrededor de su muñeca, dicha herida comenzaba a sangrar, mas eso no le importaba.

Siguió besando al chico sin hacer caso de las palabras del escritor, haciendo que este se irritara aún más. Sin pensarlo lo que comenzó como una venganza por la osadía del rubio se transformó en una mezcla de placeres, el besar a un hombre no era tan malo como pensó en un principio, lo estaba disfrutando, aunque fuera forzado.

Aún tomando al chico del pelo, lo tendió en el colchón posicionándose sobre sus caderas, introdujo una mano en el pantalón de este acariciando la suave piel de sus glúteos.

Yuki continuaba gritando sin resultado, sólo podía ver como su pequeño era tocado por ése hombre ante sus ojos, le sorprendía como no hacía nada por detenerlo, ¿en verdad estaba muerto?... si no era verdad... lo parecía bastante... el pelirrosa continuaba inerte con los brazos paralelos a su cuerpo, dejando que ése tipo le hiciera cuanto quisiese.

El moreno miró de reojo al rubio detrás de él, por más que quisiera sabía que esto no podía llegar más allá, bueno... por ahora. Quitó sus manos lentamente del cuerpo de Koiichi y se incorporó descendiendo de la cama. De un jalón hizo que el pelirrosa tomara asiento como si nada hubiera pasado.

-Ahora sé porque le gusta tanto a J.J., se siente bien- limpió con el dorso de su mano sus húmedos labios cubiertos con la saliva propia entremezclada con la del muchacho.

-Que demonios le hicieron... – Yuki quedó atónito, las palabras de ése hombre parecían ser ciertas, el tierno niño que conocía ya no estaba allí, parecía otra persona... parecía...

-Un muñeco- se adelantó el otro, como adivinando los pensamientos del rubio –te guste o no, este niño es nuestro juguete, me han dicho lo complaciente que es en la cama, pero no te preocupes, la próxima vez no te quedarás con las ganas, pronto lo verás con tus propios ojos, y no solamente tú, el espectáculo debe ser para todos, en especial para el señor Shirou, espero que te diviertas con lo que tenemos preparado, tienes un asiento en primera fila, claro... eso si el jefe no desea que acabemos contigo primero-

-Malditos-

Brad reía internamente, era tan divertido hacer enfadar al rubio, que pena que tuviera que irse -Seguro tienen muuuucho de que hablar, no los molesto, que se diviertan- agitó la mano en señal de despedida, tras esto cerró la puerta, sus carcajadas se podían oír desde afuera y a medida que se alejaba estas iban desapareciendo

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-Brad, ¿por qué te retrasaste?- reprendió el hombre de pelo naranja guardando en el bolsillo de su pantalón el teléfono celular que llevaba en sus manos.

-Estuve jugando un momento, parece que contrariamente a lo que creí, todas las estupideces de J.J. son divertidas-

-Por cierto, ¿lo has visto?-

-Si te refieres a J.J., no, no lo he visto- sacó un cigarrillo poniéndolo en su boca, para luego encenderlo -ha estado actuando muy extraño desde la mañana, ¿crees que se deba a lo que tiene que hacer?-

-No, lo dudo, J.J. no tiene el más mínimo pudor de hacerlo frente a las cámaras-

-Bueno, pues... si no está dispuesto... yo lo haría- exclamó llevándose despreocupadamente ambas manos a la nuca.

-¿Te sientes bien?, ¿Desde cuándo te interesan las relaciones con otros hombres?- posó una mano en la frente de su amigo, al parecer estaba enfermo o el cigarrillo que se había fumado produjo efectos secundarios, esas reacciones no eran características suyas.

-Digamos que abrí los ojos, y ahora cambiando de tema, ¿con quién hablabas?- señaló con un dedo la mano que tenía su compañero dentro del bolsillo.

-Hablé con el jefe sobre lo del espía que encontramos-

-¿Y qué te dijo?-

-Que lo extermináramos sin contemplaciones-

-Bien, entonces me voy, estoy ansioso por acabar con ése tipo, no me cae nada bien- explicó refunfuñando a la vez que sacaba de la bolsa de su gabardina el revólver con el que momentos atrás apuntaba a Yuki.

-¡Esta vez me toca!-

-Bueno, como quieras, pero déjame acompañarte que esto no me lo pierdo- sonrió perversamente siguiendo a su colega que ya iba un poco adelantado.

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No lo podía creer, espero tanto para volverlo a ver y ahora... ahora que lo tenía frente a frente... deseaba salir corriendo, no quería toparse nuevamente con tan triste presencia, su corazón se encogió, nadie se merecía semejante castigo y mucho menos él.

Pensar todo lo que le pudieron haber hecho, ¡no!, no quería pensar, ¿pero como dejar pensar, si tenía el resultado de toda esa maldad viéndole directo a la cara en ése preciso instante?.

-Shuichi... ¿cómo pudieron lastimarte tanto?... ¿cómo pudieron dejarte en ese estado?, a ti... mi dulce Shuichi, tú menos que nadie merece todo esto... – con lágrimas en los ojos volvió la vista hacia el susodicho, sosteniendo la mirada en esas que una vez fueron brillantes gemas color violeta, ahora... más parecían piezas muertas de color carbón –Shuichi... -

-Pero que tierno- el escritor cerró el puño, furioso al escuchar esa voz tan molesta que se burlaba del dolor ajeno.

-¡Que no te cansas de lastimar a los demás!-

-No, ese es mi trabajo, y créeme, lo cumplo a la perfección-

-Sólo espera a que me libere, ¡te haré pagar todas juntas!- frunció el ceño y se volteó para verlo.

-Pobre, ¿acaso no sabes a lo que vinimos?... nunca saldrás libre, te mueres aquí, junto a este mocoso, ¿no te sientes contento?- apuntó el arma que portaba justo en la frente de Eiri, provocando en él un escalofrío que recorrió cada rincón de su cuerpo.

-Basta, Brad, te dije que era mío- con una mano apartó al aludido, quitándole el arma sin moverla del objetivo inicial –adiós... – dijo fríamente y apretó el gatillo.

Un fuerte estruendo se oyó dentro de aquella casona, testigo mudo de los fatales acontecimientos que estaban dispuestos para ése día.

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Un mes, un mes sin saber nada de él, el tremendo vacío no podía llenarse con nada, la casa estaba hecha un desastre, de no ser por Andría ni siquiera estaría en pie... ¿ya para qué?. En esas últimas semanas le había dado por beber, no es que no estuviera acostumbrado a tomar una que otra cerveza, el hecho es que ahora se excedía.

Incluso su apariencia estaba descuidada, pasaba días enteros en la habitación que una vez perteneció a su pequeño, ahora mismo se encontraba allí, recordando aquellos días en lo que eran felices o por lo menos parecían estarlo.

Las cosas pueden cambiar de forma tan repentina, arruinando lo que una vez fue perfecto, ¿de eso qué quedaba?... nada, absolutamente nada, el castillo que a duras penas formó se desmoronaba... y él era el único culpable.

¿Dónde quedaba todo el poder que tanto ostentaba?, de nada le valió cuando le quitaron lo que más le importaba en este mundo, había vuelto la temible soledad, una vez con Koiichi y ahora con... con... con Shuichi Shindo, si... ése era su nombre real, aquel cantante que se parecía tanto a su amor perdido y del que sin saberlo terminó enamorado.

-Mi destino es sufrir... sufrir como siempre lo he hecho- aquella fría y abandonada habitación se había convertido en su confidente, cada mueble, cada retrato, incluso los muros conocían una parte de él.

Como cada día llevaba en su regazo a la tortuga de su querido koibito, cuando la tenía sentía a su Koiichi cerca, murmurándole al oído, ofreciéndole una de sus hermosas sonrisas, demostrándole que tenía un motivo por el que vivir.

El celular sonó dejando oír la tonada que tanto le gustaba al pequeño, pero él se encontraba sumergido en su "mundo", el sonido se hizo cada vez más fuerte, esta vez logrando su cometido, miró dudoso el aparato, la última noticia que recibió en el lo había destrozado, ¿qué tal si ahora la historia se repetía?, temió por momentos lo que pudiera pasar. Por otro lado ¿y si era Koiichi quien llamaba pidiendo su ayuda?, debía saber, necesitaba saber, tomó el móvil entre sus manos y contestó.

-¿Hola?- preguntó indeciso.

-Shirou, viejo amigo, ¿no te gusta oírme?- habló de forma irónica el hombre que se hallaba al otro lado de la línea.

-Clark... por favor, devuélveme a Koiichi, te daré todo lo que quieras- suplicó.

-Esta bien, quiero que me des todo, ¿me oíste bien?, todo lo que tengas-

-Ya es tuyo, pero libéralo... –

-Si lo quieres, ven tu mismo por él, te espero en el muelle... ¿recuerdas ese lugar?, de ahora en adelante no lo olvidarás jajajaja, en dos horas Shirou- recalcó antes de colgar -Adiós.

Los ánimos y las fuerzas volvieron a él, no descartaba que todo esto sería una trampa, es más, estaba un cien por ciento seguro que sería así. Cogió las llaves de su vehículo y su abrigo que descansaba en el perchero, corrió a toda prisa, antes de ir al muelle tenía que hacer visitas a algunas personas.

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-¿Por qué lo hiciste...?- preguntó el escritor observando primero a las dos personas que yacían sin vida a sus pies y luego al sujeto que los victimó –... eran tus amigos-

-¿Hubieras preferido que los dejara matarte?, por mi no hubiera habido ningún problema- Yuki negó con la cabeza y le extendió la mano que tenía libre en señal de amistad.

-Yuki Eiri Uesugi, mucho gusto-

El otro rubio se sorprendió por el gesto, lo pensó mejor y correspondió al saludo –Puedes decirme J.J.-

-Gracias... J.J.-

-No perdamos el tiempo, en unos minutos el jefe hará contacto con noso... quiero decir, conmigo- su rostro cambió radicalmente, Yuki notó que el haber asesinado a sus compañeros en verdad le había dolido –Llévate cuanto antes al chico-

-Pero, ¿y tu?-

-Yo ya no tengo salvación, he hecho mucho daño a tantas personas, es tiempo de que pague por todo- se giró para ver al pelirrosa que lo miraba indiferente –apresúrate de una vez- cogió de uno de los bolsillos de sus compañeros la llave de las esposas que aprisionaban a Yuki y lo liberó.

Eiri corrió al encuentro del joven, no obstante, a tan sólo unos pasos, el fuerte sonido de las campanadas del antiguo reloj de pared en la habitación tocaron sobresaltando a ambos rubios.

-¡MIERDA!, ¡ya es tarde!-

-¿A qué te refieres con tarde?- el escritor no entendía por que aquél hombre estaba inquieto, a su parecer todo se había arreglado.

-Ya es medio día, el momento para que el jefe cumpla con su venganza, ya se dio la señal- a toda prisa fue hacia Koiichi adelantándose a Yuki, y lo cargó en brazos –sígueme- guió al rubio hasta una alcoba bien preparada. Varias cámaras estaban desplegadas en el techo y en otras partes de la pieza.

-¿Para qué son todas estas cosas?- Eiri examinaba con la mirada cada uno de los artefactos que rodeaban a la recámara.

-Para hacer daño... – murmuró mientras colocaba suavemente al muchacho sobre la cama que se hallaba justamente en el centro de la habitación.

-No entiendo-

-¿Sabes por qué este niño esta así?- Yuki frunció el ceño, una parte de él deseaba saber que mal le habían hecho a Shuichi para que quedara de esa manera y otra no quería enterarse del tremendo sufrimiento por el que tuvo que pasar el pequeño, no sabía que hacer –te lo diré... el jefe, lo drogó y vendió su cuerpo a muchas personas-

-No... no me digas que...-

-Si, Yuki, lo violaron-

Cada letra de esa palabra resonó en sus oídos, su Shuichi V-I-O-L-A-D-O, el corazón se le hizo añicos, los recuerdos, su propio dolor plasmado ahora en Shuichi, no pudo más. Corrió rápidamente buscando aferrarse a ese cuerpo inerte, al joven que amaba con toda sus fuerzas, quizá de esa manera aliviaría un poco de su dolor. 'Shuichi, ¡Shuichi, perdóname!', repetía internamente.

-Yuki, lamento interrumpirlo, pero necesito que me ayude- el escritor asintió con la cabeza, separándose lentamente del pequeño, si quería que todo tuviera un final diferente necesitaba cooperar.

-¿Qué quieres que haga?-

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Llegó a su destino, ya no importaba que pudiera pasar, si moría no lo haría en vano, podría irse feliz sabiendo que había agotado hasta el último esfuerzo... –por él... – bajó del coche acompañado de sus tres hombres de confianza. Rápidamente fue recibido por un grupo de individuos que los guiaron hasta el interior de una bodega en el muelle.

-Ha pasado tanto Shirou...- la voz de ese hombre en los altavoces lo recibió. El aludido buscó con la mirada hasta que dio con él.

-He cumplido mi parte del trato, todo está a tu nombre, la transferencia de mis bienes ya se completó... ahora es tu turno- lo miró fríamente, no obstante, el otro hombre esbozó una sonrisa.

-Que apresurado Shirou, bien, no te haré esperar- la cortina detrás de él se corrió revelando una gran pantalla de televisión.

-¿Y para qué es eso?, el trato fue que me entregarías a Koiichi, no que te invitara al cine-

-Búrlate todo lo que quieras Shirou, esas palabras te saldrán muy caras, tan sólo mira- la pantalla se encendió mostrando a Koiichi acostado sobre una cama, inmóvil, descuidado, ni la sombra de lo que una vez fue. Shirou al ver aquellas imágenes se quedó sin habla -¿te impresionó bastante?, no te imaginas lo que se viene-

-Basta... ¡BASTA!, ya ha sufrido bastante, ¡déjalo tranquilo!, yo cumplí- imploró el joven de ojos claros –tu promet... –fue interrumpido de repente por la voz grave de aquel hombre mayor.

-¡No prometí nada!, te dije que lo entregaría, eso es todo –dio media vuelta dándole la espalda y continúo –además no estoy satisfecho, ¡Quiero que me implores perdón de rodillas!, tal vez así me apiade un poco de ese chico, ¿crees que lo merece?, ¿que vale tu humillación?-

Shirou, apesadumbrado cerró los ojos, todos esperaban impacientes su respuesta, algunos murmuraban que se negaría, otros aseguraban que respondería afirmativamente, tras un largo silencio finalmente habló –Te acabo de dar todo lo que tenía, ¿crees que antepondría mi orgullo al bienestar de Koiichi?- ante las miradas sorprendidas de los presentes Shirou se dejó caer de rodillas. Su enemigo lo miraba con odio, en lugar de humillación parecía estar ganando respeto, incluso de sus hombres.

-Bien Shirou, espero que estés preparado, ¡J.J. HÁZLO!- gritó histérico.

En la pantalla el joven rubio se acercó hasta donde descansaba el apático pelirrosa, subió suavemente sobre la cama hasta acomodarse sobre el chico, lamiendo el rostro de éste y procediendo a quitar la vieja camiseta que llevaba.

-¡Haz que pare!... ¡¡HAZ QUE PARE, MALDITA SEA!!- Clark sonrió malévolamente, eso era lo que quería, ver a Shirou completamente perturbado, sufriendo.

-¿Para qué?, ¿no deseas ver lo que tu pequeño aprendió con un mes de intensa práctica?- preguntó intencionadamente, poniendo en claro lo que había pasado con el pelirrosa.

-A... a qué te refieres... ¡¡MALDITO, MALDITO SEAS!!- ¿le habían hecho lo que él pensaba?, no... a Koiichi no!, ¡jamás se lo perdonaría!. Sin pensar en las consecuencias sacó su arma y le apuntó con esta, pero el otro ni se inmutó –¡AQUI TE MUERES!-

-Pues no seré el único que muera, el chiquillo se va conmigo- contestó muy seguro sabiendo que tenía a Shirou en una encrucijada.

-Yo no diría eso- ambos hombres se asombraron al notar que la voz venía del gran televisor.

-J.J.,... ¿tu?... ¡eres un traidor!-

-No, porque yo no soy J.J.- el rostro del joven se mostró mejor, revelando que era Yuki.

-¡Señor Arden!, ¡¿Qué hace allí?!- Shirou se sorprendió al ver a quien él consideraba uno de sus socios metido en todo este problema.

-¡¿Dónde están Brad, J.J. y Mike?!-

-No tengo por qué contestar eso, Shirou salga de allí, yo me llevaré al joven ahora mismo, déjelo en mis manos-

Shirou dudó unos breves instantes, pero luego asintió con la cabeza- Gracias... – la pantalla se apagó y volteó hacia su enemigo, con una fría mirada que intimidaría a cualquiera. Ahora que no habían chantajes de por medio, iba a cobrar todo el daño hecho a Koiichi –Clark, no te dejaré salir con vida-

-No me digas, sólo eres tú con tres idiotas... ¿qué podrían hacerme?, tengo la ventaja-

-No cumpliste con tu palabra, ¿qué te hace pensar que yo cumplí con la mía?-

Uno de los hombres de Clark llegó agitado, tenía algo muy importante que comunicar -¡Señor, lo que dice este hombre es verdad!, ¡ESTAMOS RODEADOS!-

-Tú... –

-Sayonara... - dio media vuelta para salir del lugar, una gran cantidad de hombres ingresaban conforme daba algunos pasos. Una vez afuera, subió a su coche y lo encendió, varios disparos y gritos se oían en el interior, pero en su mente sólo una persona importaba –Koiichi... – y arrancó de inmediato.

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-Tu jefe parecía estar muy furioso- dijo Yuki acomodando las prendas que llevaba el pelirrosa –tuviste una gran idea-

-Todo el crédito es tuyo- levantó su gabardina que yacía en el suelo, mirándola por algunos instantes.

-Es hora de irnos- Yuki levantó en brazos al muchacho, mirando de reojo al otro rubio que parecía un tanto indeciso -¿sucede algo J.J.?- preguntó.

-Desde que tengo memoria soy lo que soy, ahora que todo ha acabado... ¿Qué voy a hacer?- susurró con un dejo de tristeza en su voz.

-Vivirás como una persona normal, finalmente encontrarás esa tranquilidad que tanto deseas, serás feliz- J.J. sonrió, jamás había oído de sus amigos palabras como aquellas, tenía razón, de ahora en adelante todo sería diferente.

Un disparo inesperado rozó el hombro de Eiri, quien por poco y deja caer a Koiichi. J.J. se alarmó al ver a su compañero Brad en el marco de la puerta, todavía con vida, además que estaba armado.

-J.J., esta me la pagarás- apuntó nuevamente hacia el escritor, pero el aludido se abalanzó sobre su ex-compañero, forcejeando con este por el arma.

-¡Yuki, salgan de aquí ahora!-

-No nos iremos sin ti-

-Si te importa la vida del chico, ¡HAZLO!- un disparo escapó del arma y luego otro. Brad cayó al piso muerto, mientras que J.J. seguía de pie dándole la espalda a Eiri, en sus manos sostenía el arma. Yuki se tranquilizó, al parecer su amigo se encontraba bien.

-Yuki... –

-J.J. es mejor que salgamos de aquí, no sea que más de esos tipos vengan-

-Yuki, por favor, quiero que le digas al niño cuando se recupere, que... que me perdone, por todo el daño que le hicimos, por todo el daño que le hice... sé que será algo difícil, pero sólo así descansaré en paz-

-No hay tiempo para tonterías J.J., tu mismo podrás decírselo, ¡ahora démonos prisa!-

El susodicho no aguantó más y se desplomó ante la mirada atónita del escritor, había sido alcanzado por una bala en el pecho, de la herida escapaba mucha sangre. Eiri dejó a Koiichi sobre la cama y rompiendo un trozo de las sábanas fue en su auxilio.

-Déjalo Yuki, ya nada se puede hacer, es mejor que se vayan, el chico necesita ir a un hospital...-

-Dije que no nos iríamos sin ti y eso es justamente lo que voy a hacer, te debo mucho J.J., no pienso dejarte morir- algunas lágrimas rodaron por la mejilla de J.J., era importante para alguien, nunca nadie le había mostrado tanto afecto, '¿esto es lo que hace un amigo?' pensó, se sentía tan bien.

-Yuki... –

-No hables-

-Yuki... nunca te olvidaré... - posó una mano sobre la del escritor, y le sonrió por última vez... antes de morir.

Eiri guardó silencio unos breves instantes, intentó sentir el corazón de J.J., pero este ya no latía, se puso de pie, tomó a Koiichi en sus brazos y fue hasta la puerta donde se detuvo breves instantes, volteó hacia el interior por última vez –Yo tampoco... J.J., yo tampoco- y prosiguió con su camino.

CONTINUARÁ.....

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NOTAS DE AMAI: La li hooooo!!!, hola a todas, ¿qué les pareció?, es el capítulo más largo que he escrito hasta ahora!, sin mencionar que me costó casi dos días enteros, que puedo decir... puf!... estoy agotada. Espero que el capítulo les haya gustado, me encantaron las amenazas del anterior (algunas muy originales, jajajaja) n.n, ¿Verdad que hago sufrir a Shuichi?, pero como diría mi prima "Es sin querer", no se preocupen, ella ya me regañó por todas ustedes ¬¬, espero que mi niño lindo vuelva a ser como era, pero después de esto... no sé T-T.

Me dicen mala y estoy comenzando a creerlo, espero que las amenazas de virus no pasen de una broma, ya que si mi PC muere, el fic muere también °- ° y no queremos que eso pase... ¿o si?, pero repito y repito, era necesario, como dijo mi amiga Akia "no puedo hacerlo diferente a como lo imaginé", tiene que ser igual (si nadie sufriera esto no sería interesante!). Bueno, ya que, mejor me voy a responder los reviews y los mails.

perla almogabar:: ¡¡No iba a hacerle eso a Shuichi!!, No!, No!, pero admito que se me ha pasado la mano, jeje, ya veré como lo compenso, gracias por darme todos esos ánimos, en verdad los necesito. Y si, actualizaré lo más rápido que me den las manos. Ja ne.

litaotk44:: Sie, gomen, no puedo adelantar nada u.u y espero que Shu salga bien librado de tanto embrollo en el que le meto. Intentaré ser menos mala con él (snif!, se lo merece). Gracias por siempre dejar review!.

Kiam Yukino:: Si, tengo la culpa u-u, ¡lo admito!, pero te pregunto algo ¿había acaso alguna manera de pararlo?, bueno, habría maneras un tanto irracionales (léase fic de humor), pero este no es el caso, y si tuvo que haber "eso", pues como ya dije antes... se justifica. R1: Claro que habrán cosas buenas, no todo tiene que ser angst! (¿o sí?), mejor lean mi desempeño a lo largo de los capítulos posteriores (prometo varios ataques cardiacos entre las lectoras n.nV). R2: SIE!, ¡claro que fue buena! Y te agradezco por sugerírmela, sólo espero acabar este fic para hacer el de la vida de Shirou-san y Koiichi-kun me va a salir medio... bueno ya saben mi manera de escribir, así que allá vooooy!. Sayonara nano daaaa.

Dary Kyana:: Nop, ES MIO (aunque ahora no me quiera ni mirar la cara T-T. Tatsuha: bien merecido te lo tienes Amai!), bueno, el tiempo de sufrir llegó y no será sólo para mi amado Shu-chan, sino también para ciertas personitas que ya conocen o.o. Espero leerte en el próximo, bye bye.

Akia Nekoi:: LO AMO, a mi manera extraña, pero lo amo!!!, ejem... pero no podía hacer nada, eso era obvio -.-, por más feo que sea tenía que ser así, ¡hasta a mi me da coraje!¬¬' (y eso que yo lo escribí, eso pasa cuando haces caso a tu cerebro que ya esta cansado por tantas desveladas a causa de los exámenes). Pero ya verán... no... leerán después. SI!, queda mucho para sufrir muahahaha. Ojalá y el virus sea de verdad una broma. O.o.

Zekhen-angel and Zekhen:: Oh, hace tiempo que no te leía!, bienvenida de nuevo nano da. Si, lo admito, he tratado muy mal a mi lindo Shu TT-TT (con todo el dolor de mi corazón, pero lo hice!), ¡¡¡TODOS LA VAN A PAGAR CAROOOO!!!, ups... otra vez escribí de más. El final ya se vendrá después, ¿será feliz?, mejor esperemos. Bye y gracias por dejar review!.

laisha17:: Arigatou por dejar review!, no te he leído hasta ahora, sabes... a veces... las heridas no pueden sanar. Imaginarás que el pobre de Shuichi esta realmente BAD... snif!, espero liar todo esto pronto, sigue la historia y habrán muchas sorpresitas. Bye bye nano daaaa.

nat-chan07:: Niña, me han amenazado de muerte!!! (bueno, por que me quejo, no era para menos ¬¬), imagínate si hacía una violación de las TAN fuertes que conocemos o.ó (oh no!, que miedo). Si sales con Shirou pones tu vida en riesgo! (no quiero imaginar que pasaría jajajaja). Bye y gracias por el review.

Eli-chan1:: Gracias Eli-chan por ser mi fan N°1, eso me halaga un montón n.n, es verdad, esto es parte de ser escritora, sin problemas la trama no funciona, las cosas se van desencadenando por si solas hasta llegar a un final que claramente es producto de los hechos que se dieron a través de toda la historia... ¿imaginan como acabará el fic?... dejo eso en suspenso, ya le di hasta los últimos toques y así se quedará espero que a la hora de la hora les guste. Me alegra haber sido de ayuda, es bueno ayudar a propagar el anime, la música de Gravitation es buenísima, gracias por actualizar tu fic, me gustó, pero pobre de Shuichi, esperemos que las cosas salgan tal y como las pensaste. Ja ne.

Zafiro:: Sip, creí que mi primer lemon me saldría patético, pero al parecer no me fue tan mal, ¿crees que Shuichi se dejará tocar después de todo esto? -.-, yo veo negras las cosas, que mal para Yuki, ne?, pobre de mi niño... LO HE TRAUMADO!. ¿el final es feliz?... no estaría muy segura... etto... como decirlo, mejor no digo nada y espero a que te lo leas, te llevarás muchas sorpresas, Un abrazo de Kumagoro, byeeee.

BISHOUJO-HENTAI:: Que mala soy u-u, pobre, violado taaaaantas veces, cuenta unas 5 por día... a ver 5 por 30 es..... ¡¡NO, ESTOY EXAGERANDO!!, pero yo no estuve allí así que no puedo admitirlo ni negarlo.

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Ambas chicas habían dejado la cámara de video que con mucho trabajo prepararon, no perdieron ningún momento y ahora todo estaba grabado en video. Yuki y Tatsuha se encontraban descansando, tanto que se esforzaron para salir bien...

Amai: Que alegría que no fuera Mika... puaj.

Bi Hen: Admítelo estuvo divertido.

Amai: Tanto ver los Remix de Gravi como que me dejaron con las ganas de ver más, siento que aquí falta algo!.

Bi Hen: Ni pienses que traiga a Thoma!, eso esta medio difícil.

Amai: ¿Thoma?, yo me refería a K'... muahahaha (risa diabólica).

Bi Hen: ¿Y se puede saber que harás para traerlo?

Amai: Tenemos algo que él quiere... y mucho.

Amai señala con el dedo hacia la mágnum de K' que Bi Hen tenía en las manos.

Bi Hen: jejeje, tienes razón, la levanté de su escritorio cuando no estaba.

Amai: Eso me hace pensar que...

Amai no pudo terminar la frase porque en la puerta se pudieron oír fuertes golpes y una que otra patada, seguida de varios insultos en inglés.

Bi Hen: muahahaha, Amai, ve por la red que tenemos guardada en el armario.

Amai: red?, tenemos una red?.

Bi Hen: Si, la compré cuando Yuki intentó escapar por la ventana.

Amai: Ah... OK.

Bi Hen: Pero date prisa que el rubio americano es muy fuerte y terminará tumbando la puerta de un momento a otro!.

Amai: Si, si. ---------

Hikaru Itsuko:: gracias amiga, si Shuichi recuperó la memoria en ése estado... podría ser, como también no, ¿tu crees?, hay que averiguarlo para cuando se mejore, algo que veo muy difícil, digamos que Shuichi esta encerrado dentro de si mismo, tendrá que pasar mucho para que se ponga normalito. Bye, nos vemos en el próximo.

Sabri:: Pobre de mi Shu, creo que es al que más he usado YO!! XDDD, ojo pero para hacerlo sufrir (no sean mal pensadas, aunque por otro lado... ahhhh....°¬°), bueno, tienes razón, ahora es el momento de que los demás sufran! Muahahaha... cuídate Thoma, CUIDATE!!, que eres quien tiene la mayor parte de culpa en esto!!!. Ja ne amiga.

Angeli Murasaki:: Shuichi es el mártir, pobechito, tan lindo, hasta Maki Kurakami-sama le hace sufrir en exceso, no es que se lo merezca pero tiene que ser así, y en la historia el círculo de la mafia va por ése rumbo, así que ni modo u-u. Siempre debe haber una dosis de sufrimiento en cualquier historia, para que luego se haga más feliz o viceversa, pero prometo que también habrán momentos gratos. Gracias por dejar review!, bye bye, ja ne.

Cerdo Volador:: Toda la música de Gravi me encanta, ¿has escuchado Bird, Zurezurenaru Kisetsu, Anti Nostalgic, Shakunetsu Blade, Koonetsu Blood, etc, etc.? Todas esas me hipnotizan, Shu tiene una voz tan privilegiada.... ahhhh... (babeando). ¿Matar?, quien dijo que la cosa no va por ahí... ehhh... mejor dejo de escribir de más que ando adelantando cosas. Que bueno que ya te veas la serie y las Ovas, te quedarás tal y como yo me quedé cuando las vi, en especial en el capítulo 6... MALDITO TACHIIIIII!!!!. Bye bye no da.

Angy Kohai:: Si muy feo, jajaja, es el review más corto que he recibido en toda mi vida, te he debido dejar muy mal, gomen nasai, me pienso enmendar en los posteriores, bueno... eso espero.

Chihiro:: Ohayooo, gracias por seguir con el fic, hago lo posible por subirlo cada semana, eso incluye que ya tengo mi libreta de anotaciones!! n.o, aunque mis compañeros quieran leer cada cosa que escribo allí, uyyyy que miedooooo. Bye nos leemos en el 17.

Tikal-neo:: Es bueno leerte amiga, pobrecita tu, te castigaron T-T, no importa siempre y cuando dentro de dos meses dejes review (si es que todavía sigue el fic) jajajaja, sigue con el tuyo y no lo dejes a medias, a mi también me encantó. Sip, Yuki va a salvar a su amado n.n. Arigatou, bye bye.

Uriko NO DA:: jajaja en vez de estilo Ryu-chan te salió estilo Hanagata XD... o.o ¿a qué te refieres con CAFECITO?, todo se arreglará (ya me oí como Yoh), pero no aseguro que Shuichi no este traumado, soy tan mala con el pobre TT-TT ¿aceptarías sufrir como sufrió Shu?... estás más loca que yo, aunque por otro lado... si se compensa con Yuki... quien sabe n.n, gracias por dejar review aún a costa de que te golpeen, byeeee.

A las chicas que me escriben al mail: Claudia-chan (Gracias por perdonarme! Y cuidado con ese virus, eh?), Palagata (Me alegra que me escribas siempre que puedas y que sigas la historia, muchas gracias!), Natalia (Nop, no me raptaron los extraterrestres -.-), Mika Sakuma (No me mates!, lo siento, Shuichi es un amor, pero la historia iba así), zzagide (Kyaaaaa, aléjate de mi!!!, no quiero ver ese cuchillo TT-TT), Selpelin (Tienes suerte de que no conozcan tu mail, mira que a mi me llegaron una infinidad de amenazas), Tifanny-chan (ya sé, ya sé), chibigirlhentai (Mala!, tu también tienes la culpa en tudo esto T-T), Pares (Glup!...), pricesserenity (¿Verdad que fue suavecito?, y lo del mes... a mi también me dolió), Norikokuchan (Si, intento ser lo más buena posible), Cristal-san (Aunque no lo creas, yo también sufro, y MUCHO!), Frida-chan (Gracias por leer mi historia) y kaoruko (prometo que aquí va a haber una solución, pero no diré cual!)

Y la FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ: Escritora presionada con montón de reviews = ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez! (¬¬ así tenga que trasnocharme en ellos).

Nos vemos para el 17, que espero este listo la próxima semana, ya saben, todo depende de los reviews y de la presión que ejerzan sobre mis manitas n- n. Sayonara nano daaaaaa!.