ACLARACIÓN: La li hoooooooo!!!!. Los personajes de Gravitation no me
pertenecen Y-Y, todos son propiedad de Maki Murakami, a quien agradezco
profundamente el que haya creado a mi lindo Shuichi y al precioso de Yuki
°¬° (así puedo jugar con ellos muahahaha).
NOTA: Shuichi es Koiichi, momentáneamente, y lo de Yuki ya esta resuelto así que es Yuki Eiri (como siempre). Bueno, ya basta de tanta palabrería, vamos al fic!.
CAPÍTULO 18: HASTA LA VISTA...
En el capítulo anterior:
-Mira lo que tu susodicho amor le ha causado, ¡se esta muriendo por tu culpa!, ¿te sientes feliz?, ¡aquí esta el fruto de tu amor!, no lo mereces Shirou... no mereces cada uno de sus besos, sus caricias, todas ellas me pertenecieron sólo a mi, así debió ser siempre y así será de ahora en adelante-
-A... a qué te refieres... - Shirou se quedó estático, ¿qué significaban lo que había dicho?, no, no podía ser... Eiri...
-Devuélveme a mi Shuichi-
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'¿Qué es ese dolor en mi pecho?, estoy temblando, tengo... tengo miedo... no... no quiero que me dejen solo...'. La imagen de Koiichi apareció frente a él, sonriéndole como siempre lo había hecho, acercándose para acariciarlo suavemente en la mejilla, depositando un tierno beso en sus labios, -Koiichi... nunca te vayas de mi lado... por favor... – quería olvidar todo y permanecer siempre así, junto a la persona a quien más quería, por quien moriría si fuera necesario.
-Lo siento Shirou... - los ojos del pequeño se llenaron de lágrimas al separarse, su cuerpo se desvanecía lentamente.
-¡NO!, ¡Koiichi!- gritó intentando aferrarse a lo poco que quedaba del muchacho.
-Perdóname... –
-¡¡¡¡¡KOIICHIIIIIIII!!!!!-
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Ambos hombres no dejaban de intercambiarse frías miradas, llevaban varios minutos de incómodo silencio. Yuki esperaba impaciente una respuesta, al parecer su comentario había afectado considerablemente a Shirou, ya se sentía ganador, faltaba poco para tener a Shuichi a su lado, y esta vez se encargaría de que fuera para siempre.
Un profundo suspiro se oyó, rompiéndose así el sepulcral silencio, era Shirou, quien pareció reaccionar, levantó la mirada para afrontar al escritor, sus ojos demostraban una ira tremenda, sin embargo, Yuki no se dejó intimidar –Fuera, ¡nunca!... ¿me oyes?, ¡nunca más te atrevas a querer acercarte a Koiichi!, si lo haces, yo... yo no responderé de mi-
-¿Y qué harías?... ¿matarme?- preguntó el rubio sarcásticamente, mofándose de aquella amenaza.
-Si fuera necesario... si- contestó Shirou con una malévola sonrisa en los labios, como si sus palabras fueran lo más natural del mundo.
Yuki hizo de sus manos puños, no contuvo su ira y se abalanzó sobre el joven de largo cabello oscuro, propinándose el uno al otro cuanto golpe pudieran.
-¡Shuichi es mío!, no sé que le hiciste para que no me recuerde, ¡LO CIERTO ES QUE NO ME IRÉ SIN ÉL!-
-¿Shuichi?, no conozco a ningún Shuichi, lo único que veo es a un tipo loco que confunde a mi pequeño con alguien más, Yuki Arden o cómo te llames... ¡aléjate de la vida de Koiichi y de la mía!-
-¡Maldito cínico!-
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-Así que esta es la nueva casa de Eiri-san, justo como me la imaginaba, se nota el buen gusto que tiene- el rubio presidente de NG estaba maravillado con la estructura que se erguía frente a él, muy lujosa, con un tenue estilo moderno, que ironía, su mansión se vería opacada por la de su cuñado –Eiri-san... –
Había preferido ir solo al encuentro con el escritor, al fin y al cabo tenía una buena excusa, eran familia. No importaba el que hubiera tardado casi tres horas para convencer a Ryuichi de que ir a comer hamburguesas con Noriko era mucho más divertida que pasar el tiempo en compañía de Eiri-san, el estar con el escritor valía todos y cada uno de sus esfuerzos.
Quería ver por sí mismo el cambio que podía notar en Eiri cada vez que mantenían una conversación vía telefónica, se oía tan jovial, como no lo hacía desde que era un adolescente.
Presionó el pequeño botón que emergía en uno de los extremos de la hermosa puerta tallada en fina madera. La melodía del timbre lo embelesó, haciéndole fantasear con el tan esperado encuentro, volver a ver a Eiri nuevamente... era demasiado bueno para ser verdad.
La tonada concluyó dejando a un Thoma expectante.
Pasó un minuto..... nada...
Tres minutos..... nada...
Volvió a tocar el timbre..... nada...
Media hora y..... nada...
El rubio comenzó a preocuparse, ya era de noche, dio vueltas por los alrededores esperando encontrarse con su querido cuñado, pero ni una señal de éste, inspeccionó mejor el lugar percatándose que el Mercedes negro que le había regalado no estaba.
Elevó la vista al cielo -Eiri-san... ¿dónde te encuentras ahora...?- murmuró preguntándole al viento.
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Se separaron brevemente, respiraban agitados, el labio de Yuki sangraba, mientras que un hilo de sangre emanaba de la nariz de Shirou, como ambos tenían similar complexión la pelea resultó muy pareja.
-... Nun... nunca... vuelvas... a... acercarte... a él... – habló Shirou con la voz entrecortada debido al cansancio.
-El... que no... debería... acercársele... eres... tu... sólo... le has... causado... mucho daño... – reprendió el rubio –y eso... ¡no te lo perdonaré...!- para Yuki el descanso terminó y fue el primero en tomar la iniciativa. La mejilla de Shirou recibió de plano el impacto del puño perteneciente al escritor, haciendo que cayera de bruces al suelo.
Yuki sonrió triunfante, no obstante, la alegría no le duró mucho ya que la puerta se abrió dando paso a tres hombres que sin previo aviso lo redujeron por la fuerza.
-¡Bastardos!, ¡Suéltenme!-
-¿Quién el que se arrastra ahora?- se puso de pie, dedicándole al escritor la misma mirada de victoria que él tuviera minutos antes.
Yuki forcejeaba intentando zafarse del agarre de aquellos sujetos, pero el número de estos le daba una gran desventaja –¿Sólo puedes esconderte detrás de estos idiotas no es así?, ¡ven y pelea como un hombre!... ¿o acaso tienes miedo?-
Shirou no hizo caso de las palabras del escritor, es mas, simplemente se cruzó de brazos –Llévenselo y asegúrense de que no vuelva a poner un solo pie en este hospital, ¿entendido?- ordenó, los tres sujetos hicieron una reverencia y procedieron a salir de la habitación.
-¡SHUICHI!, ¡MALDITO!... ¡NO PUEDES ALEJARME DE ÉL!- gritó lo más fuerte que podía, luchando con todas sus fuerzas para librarse.
-¿Tengo que volver a repetirlo?, aquí no hay ningún Shuichi, mucho temo que debas ir con un doctor para que revise esas alucinaciones tuyas, pero ya sabes... tendrá que ser en otro hospital- dijo guiñándole el ojo derecho.
-¡SHUICHI!, ¡SUÉLtenme!, ¡Shuichi!-
Los gritos de Yuki desaparecían conforme los cuatro se alejaban, Shirou suspiró aliviado, su rostro manifestaba preocupación, jamás se esperó toparse precisamente con ése sujeto, gracias al cielo había guardado compostura en ése momento, procurando actuar lo más calmado posible, rogaba porque el tal Eiri se hubiera creído su actuación, sin embargo, de estar en lo correcto o equivocado ya no importaba, algo era seguro, en este lugar no estaban a salvo.
Debía salir de la ciudad... cuanto antes.
-Ahhh... Ahhh... Ahhh... – casi inaudibles jadeos llamaron su atención, se giró para ver que era Koiichi el que respiraba mucha con dificultad a la vez que se revolvía dentro de las blancas sábanas que lo cubrían en busca del aire que le faltaba.
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, no lo pensó ni un segundo y desesperado salió en busca del doctor.
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No se había percatado del momento en que la lluvia comenzó a caer en la ciudad, sólo notaba como su cuerpo era empapado por aquella sutil llovizna.
Cada gota que impactaba con su rostro le recordaba las cristalinas lágrimas que rodaron por la tersa mejilla de Shuichi cuando lo había besado instantes atrás, no era agradable verlo llorar, pero debía admitir que estaba feliz con su reacción, él que hubiera mostrado emociones le indicaba que todavía existían esperanzas de verlo nuevamente lleno de vida.
Extendió una mano a la altura de su pecho, recibiendo las gotas que se reunían en el centro de su blanca palma.
-Shuichi... –murmuró al momento en que la imagen del cantante se formaba en el cristalino líquido -... si ése tipo cree que podrá separarme de ti... está muy equivocado, te necesito... –
Dedicó una última mirada a aquel hospital con la promesa de que volvería, así tuviera que luchar con medio mundo lo haría, había buscado la felicidad por tanto tiempo y ahora que la encontraba no dejaría que se esfumara así nada más.
Abrió la puerta de su coche introduciéndose en el, sonrió levemente y arrancó el auto para dirigirse a casa.
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-Doctor, muchas gracias- se inclinó Shirou en señal de respeto.
-Todo es mérito suyo, de no haberme puesto al tanto inmediatamente, el joven se habría sofocado-
-¿A qué se debió ese cambio tan repentino en él?- preguntó observando detenidamente a su koi que ahora descansaba tranquilamente.
-Esos podrían ser los efectos que produce esa droga en las personas una vez que su uso es detenido-
-Ya veo-
-Por el momento se encuentra fuera de peligro, pero le rogaría que se mantuviera atento a cualquier síntoma que podría presentar e informármelo de inmediato- intervino el médico.
-Por eso no se preocupe, aunque no me lo pidiera yo lo haría-
-Bueno, volveré a revisarlo por la mañana, con su permiso- puntualizó el doctor antes de desaparecer ytras la puerta de la habitación.
El joven asintió con la cabeza, para luego dirigirse hacia el pequeño Koiichi. Con un dedo delineó los finos rasgos del brazo de su amante hasta detenerse en la punta del dedo índice de este –Ko-chan, pronto nos marcharemos, así estarás bien, te lo aseguro-
-Koiichi... - revolvió tiernamente el suave cabello rosado, sintiendo por momentos nostalgia al recordar los reclamos del chico cada vez que realizaba la misma acción –mi Koiichi...-
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"tooku de me o hikarasete mezameru monotachi matte iru
yoru no jouheki sasowarete utsurisumu mure no nukegara ni
(deguchi no nai) shougeki ni taeru tsumori nara
(kuzureru hodo) itsuwari o misete
umarekawareru anata yo hitori hohoemanaide hitomi o irodoru
nozonda sekai ga totsuzen hai ni natte mo kiseki ni mada meguriaeru
(sotto dakishimete kowasu you ni)"
(NA: Para quien no sepa, la letra pertenece a Sleepless Beauty interpretada por Nittle Grasper n.n)
-Ah... nada mejor que escuchar uno de los muchos éxitos de Nittle Grasper mientras Eiri-san regresa- Thoma Seguchi se encontraba dentro de su automóvil para resguardarse de la lluvia, a llevaba esperando casi 4 horas, aún así no había desistido. El reloj marca las 22:45p.m., estaba completamente seguro que Eiri llegaría de un momento a otro.
Incluso podría pedirle hospedaje por esa noche, ya era bastante tarde y no había hecho ese viaje en vano, quería... no... debía hablar con Eiri, necesitaba ponerse al tanto de cada detalle, de cada anécdota desde la llegada del rubio escritor a Nueva York.
Parecía que sus antiguos recuerdos en esa ciudad se habían disuelto del todo, Eiri no se notaba perturbado las pocas veces que entablaban conversación vía telefónica, eso le demostraba que las heridas del joven finalmente pudieron cicatrizar.
Pero en cuanto a Shindo..... todo iba a resultar complicado, tenía la certeza de que el rubio no podría olvidarlo fácilmente, era un alivio que lo creyera muerto, eso ayudaba considerablemente a sus planes.
Las luces provenientes de los faros de un coche que se acercaba iluminaron el interior del vehículo de Thoma que permanecía en completa oscuridad. El de ojos verdes se emocionó bastante al notar que ese automóvil no era otro mas que el Mercedes negro perteneciente a su cuñado... Eiri.
Salió a toda prisa para recibirlo, sin importarle en lo más mínimo que la lluvia siguiera cayendo.
-¡Eiri-san!- gritó alegre mientras corría para ponerse delante del estacionado automóvil.
-.......- Yuki se quedó estático, sabía que había alguien parado delante de su coche, pero su mente sólo podía pensar en él, en Shuichi. Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, su cuerpo comenzó temblar ligeramente, tenía las prendas completamente humedecidas y su temperatura corporal había subido bastante –Shuichi...- fue lo último que artículo antes de caer inconsciente.
-¿Eiri?- la expresión de Thoma cambió considerablemente al ver como el cuerpo del escritor cedía hasta tumbarse por completo en el asiento -¡¡EIRI!!- rápidamente se apresuró para abrir la puerta, grande fue su sorpresa al notar que su estado era mucho peor del que parecía.
Tocó su frente percibiendo que ardía en fiebre, además que estaba empapado, si no quería que su condición peligrara necesitaba quitarle esas ropas y hacer que descansara, ¿pero cómo con ésa tormenta?, buscó las llaves de la casa en los bolsillos del escritor, para su suerte las encontró, aunque no estaba totalmente seguro de que fueran de ella, bueno, pronto lo averiguaría.
Corrió hasta la entrada donde se dispuso a probar todas y cada una de las llaves que había encontrado en los bolsillos de Eiri, ninguna parecía funcionar hasta que una entró fácilmente, la giró y la puerta se abrió en el acto, ¡gracias al cielo!... algo de suerte para variar.
Volvió nuevamente hacia el Mercedez y haciendo uso de todas sus fuerzas consiguió cargar el pesado cuerpo del joven, la constitución de Seguchi podría parecer frágil y débil, nada más fuera de la realidad, ya que poseía una fuerza tremenda.
Una vez dentro lo mudó de ropa, secó su pelo e hizo que se acostara en la cama de su habitación.
Llevó por novena vez el pequeño paño para volver a humedecerlo, la temperatura de Eiri no disminuía, por el contrario parecía intensificarse más y más.
-¡No!, ¡no me alejen de él!-
-Eiri-san- acarició cariñosamente el rubio cabello del joven, desde hace un buen rato andaba gritando incoherencias, delirando producto de la fiebre.
-¡Shuichi , no te vayas nuevamente!, ¡quédate a mi lado!- la sonrisa de Thoma desapareció por completo dejando ver dos hermosos ojos verdes llenos de ira y celos –Shuichi... ¡NO!- se sentó de golpe sobre la cama, despertando del letargo en el que se había sumido.
-Calma Eiri-san, ya todo paso, aquí estoy- Thoma rodeó con una mano la espalda de Yuki y con la otra en su pecho le obligó a recostarse nuevamente.
-Se... Seguchi... ¿qué... qué haces aquí?-
-Tenemos una gira programada por Norteamérica y ya que estaba por aquí, pensé hacerte una visita- la débil sonrisa de su rostro desapareció para convertirse en una mirada de preocupación -¿Qué pasó... Eiri-san?-
Las lagrimas del escritor empezaron a fluir debido al comentario de Thoma, quien miró asombrado la reacción de su cuñado.
-Ayúdame..... Seguchi.....- suplicó con la voz quebrándosele a causa de la fiebre y del llanto.
-Lo que quieras, tan sólo dímelo-
-Thoma yo... yo lo... encontré, encontré a..... a Shuichi.....-
Los ojos verdes esmeralda se abrieron considerablemente, la noticia le había llegado como un baldazo de agua fría, ¡¿podía ser posible que... que Eiri se hubiera topado con el idiota de Shindo?!, eso o habría sido una ilusión debido a que lo... que lo... que lo extrañaba.
-¿Eiri-san, estas seguro?- el rubio sólo asintió afirmativamente con la cabeza en respuesta.
-Vive con un tipo adinerado, por culpa de ese idiota Shuichi está en el hospital, Thoma..... no me permiten verlo... has algo..... por favor.....- intentó levantarse, mas Thoma se lo impidió.
-Déjalo, Eiri-san, Shindo esta muerto, no te tortures más con su recuerdo, sólo te lastimas a ti mismo-
Yuki cerró los ojos con fuerza, y con un gruñido se puso de pie –Si no piensas ayudarme, ¡lo haré por mi cuenta!, porque yo.... yo....- la cabeza de daba vueltas y Thoma lo sujeto para que no cayera.
-¡No vuelvas a hacer eso!, dime en que hospital es, iré-
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Sus pasos jamás fueron tan firmes como ahora, rectificaría el error que hace más de un año había cometido, un error que jamás se permitiría volver a tener.
Siempre supo que dejarlo con vida era peligroso, una bomba de tiempo. Allí estaba el producto de su equivocación, ¡por poco y su Eiri se moría! Y todo era su culpa... como siempre, Shindo era un mal que necesitaba exterminar de una buena vez y para siempre.
¡Maldito el día en que se conocieron!, Eiri estaba mucho mejor antes de cruzar miradas con ése mocoso, su relación solamente lo había llevado a más dolor, sin embargo, el escritor lo tenía a él, para protegerlo del mismo demonio si fuera necesario, siempre dispuesto a "todo" con tal de no verlo perjudicado.
Si tenía que matar para ver nuevamente feliz a Eiri... lo haría.
Ya era más de media noche, por esa razón la vigilancia no fue un obstáculo, solamente se topó con sujeto que le impedía el paso, no obstante, el sentido del deber de este desapareció al momento de mostrarle un fajo de billetes cerca del rostro, ya lo había dicho antes: "Toda persona tiene su precio", esto nada más lo corroboraba.
Finalmente llegó a su destino, silenciosamente se internó en la oscura habitación y con paso decidido caminó hasta quedar frente a la cama de ése joven, se le quedó viendo unos momentos.
-Ha pasado mucho tiempo..... Shindo-san- dijo esbozando una malévola sonrisa a la vez que acercaba su rostro muy cerca al del antiguo cantante de Bad Luck –veo que no la has pasado muy bien... ése es el precio por dañar a Eiri-san, es una lástima, si jamás hubieras puesto los ojos en él... vivirías para contar todo esto...-
Thoma se apartó para fijar la mirada en el cardiógrafo, los signos de vida del pelirrosa eran muy débiles, eso le dio una idea.
-¿Por qué tenías que insistir?, siempre creí que su relación fracasaría con el tiempo, error mío, nunca debí subestimarte. Jamás perdonaré el que me hayas arrebatado su amor y confianza, por eso en paga haré tu vida más fácil, mejor dicho... tu muerte... –
Tomó entre sus manos la mascarilla de oxígeno que Shuichi llevaba y sin más se la quitó.
-Ahhh... Ahh... Ah...- su respiración se fue entrecortando, haciéndose más débil, asfixiándose con cada segundo.
-Hasta la vista..... Shindo-san...-
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE AMAI: Noooooo!!!!, Thoma aléjate de Shuichi!!! °o°, que malo es mi Thoma-chan n.n, las cosas que le hago hacer XD, a este paso gana el premio a villano más cruel y depiadado :D... ¿no quieres eso Thoma-san? (Thoma: ¬¬ ¿por quién me tomas?) Amai: por Thoma! Jajajajaja (Thoma: simplona) Amai: Asesino =P (Thoma: u.u).
Gracias por todos los reviews, como siempre suben mi autoestima, en especial desde que pase los 200 T-T jamás se me había ocurrido llegar a tanto, ¡MINNA ARiGATOU!. Ahora me voy a responderlos n.n
Haruka:: Gracias... haces que me sonroje :), jejeje Yuki es muy kawaii (demasiado!), no merece que lo haga sufrir Y.Y, pero así debe ser, es el deber de una escritora!. Espero que nos encontremos pronto para arreglar ciertos aspectillos del fic, se me han ocurrido ideas extraña respecto a él. Ja ne!.
Dubi:: Nyaaaa, muchas gracias!!!, me alegra que te haya gustado el fic, ya voy por el final y me duele terminarlo... ¡es mi primer fic!, ¡y lo amo!!!, jejeje, siempre he tenido ideas raras y pensé que ya era hora de plasmarlas, me siento satisfecha con el desempeño de la historia, espero que tu disfrutes leerla como yo disfruto escribiéndola. Sayonara!.
Zafiro:: Gracias por las felicitaciones por mi cumpleaños, la verdad no puedo quejarme, me la pasé bien n.n y más con el sobrepaso en reviews, ¡felicidades a ti por ser la número 200!, me alentaste y creo que te llega bien merecido. Me esforzaré al máximo para escribir los siguientes porque ya entraré en vacaciones (SIIIIII!!!!). Sayonara y una vez más... FELICIDADES!!!.
Eli-chan1:: ¡Thoma lo va a matar!, no podía llegar en tan mal momento y lo peor es que Eiri confía ciegamente en él, ¡nunca debió haberle dicho nada!, pero bue, ya veremos que sucederá en el siguiente, bye bye. PD: Actualiza tu historia!!.
Sabri:: ¡Si amiga!, sufre Thoma sufre jejejeje, tienes que pagar por que le estas haciendo a mi Shu, y pienso darte en donde más te duele muahahahaahha. Dewa matta.
Kiam Yukino:: Arigatou nano da!, a mi también me suben la autoestima siempre que me dejan un review o un mail, es muy divertido leerlos y responderlos, así sean un montón =), porque me gustan, con decirte que leo una cosa de 34 mensajes (mails y review) en cada episodio. Gracias por todo amigas, ustedes hacen a este fic! n.n. Ah! y no tienes por que agradecerme, yo te apoyo por que se como se siente que sea tu primer fic. El tuyo esta muy bueno, síguele. Ja ne.
Dary Kyana:: Muchas gracias por recordarte :D y pues te digo, cumplo 19 (estoy joven, ne?, juas XD). Yuki mete la pataaaa!!!, Thoma nunca debio enterarse de nada, nadita, mi Shu peligraaaaaa!!!, snif!, que cruel soy, siempre he sido así, por estudios de Akia Nekoi el problema podría encontrarse en mi comida (la chatarra :D) JAJAJAJAJA. Bye bye no da. PD1: SHUICHI ES MIO! (no me importaría pelear con Yuki por el °¬° jejeje. PD2: ¿qué esperas para publicar?, yo te apoyo amiga!. Sayonara.
Zekhen-angel and Zekhen:: Thoma va a acabar el trabajo que Shirou no acabó!, NOOOO. ¿Dónde esta Kumagoro cuando más se lo necesita? (Ryuichi: Comiendo hamburguesas americanas noda!) Amai: XD!. Gracias por esperar, espero te guste el 18, nos vemos en el próximo. Ja ne.
Akia Nekoi:: Gomen, lo hice muy corto, como ya dije no pensaba publicarlo hasta ése amanecer. ¡Me conoces bien! Jejejeje, (siempre conspiro contra mi Shu-chan Y.Y) aquí esta lo malo X.X. PD: Nunca falta tu posdata :D a igual que tus reviews, Muchas gracias!. Ya sabes, nada de que te carcoma la curiosidad, bye bye.
BISHOUJO-HENTAI:: n.ñ jejejeje, si, fuerza Yuki, pero no recurras a Thoma!!!. XD.
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Amai: Soy mala actuando XD
Bi Hen: Apresúrense, ¡NUESTRAS VIDAS PELIGRAN!
Amai: Oh Oh. Bien, nos hacemos a las chicas indefensas que necesitan de un hombre que las proteja, juas, esa si me la sé.
Nat: Si pregunta somos modelos para comercial y necesitamos a un hombre para que haga el papel del tipo guapo.
Bi hen: Y cuando caiga en la trampa... SIIIIII.
Amai: Ya habrán 3 aves en el nido, jejejeje.
Bi hen: para eso necesitamos algo con que dejarlo K.O., el tipo es fuerte.
Amai: Le pediré (quitaré) las pastillitas a Tatsu-chan n.n.
Nat: pastillitas.... que pastillitas?
Amai: Las que usa con sus conquistas que se le ponen difíciles, mejor pregúntale a Shu-chan jijijiji, la usaron en el.
Bi Hen: o.O.
Nat: Ándale, manos a la obra!.
Bi hen y Amai: Siiiiiii,
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Cerdo Volador:: Thoma regresó (buuuu, que miedo.....), y va a matar a Shu- chan!!!, la cosa se pone peor, mucho ojo en el siguiente capítulo amiga!. Sayonara!
Hikaru Itsuko:: Que ingenuo es Eiri!!!!!, y que mala es Amai!!!! Jejejeje, conseguiré ese seguro de vida, si señor, lo necesitamos todas, incluso yo!. Ja ne, gracias por el review.
CHIHIRO:: Ya esta aquí!, espero subir el otro la semana que viene, bye bye.
Tikal-neo:: Mala!, mala!, mala!, ¡¡¿¿CÓMO QUE ALGÚN DÍA VAS A ACTUALIZAR TU FIC??!!, nooooo, yo quiero caber que pasa, mira que es más divertido si lo haces seguido, además que no descuidas a la audiencia n.n. Gracias por el apoyo, Ja ne.
Angy Kohai:: No importa, lo bueno es que estas aquí, espero te guste este capítulo.
Nat-chan07: jejejeje, buena idea!.
Gracias a todas las chicas del mail por el apoyo de siempre, me hacen la escritora mas feliz de este mundo!!!. Jejeje, nos vemos con el fic la próxima semana (si es posible), ya saben la fórmula XDDDD:
ESCRITORA PRESIONADA CON MONTÓN DE REVIEWS = CAPÍTULOS ACTUALIZADOS A LA SEMANA!.
Bye bye, nos leemos en el 19, hasta entonces y GRACIAS POR LOS REVIEWS!. Sayonara na no daaaaaa.
NOTA: Shuichi es Koiichi, momentáneamente, y lo de Yuki ya esta resuelto así que es Yuki Eiri (como siempre). Bueno, ya basta de tanta palabrería, vamos al fic!.
CAPÍTULO 18: HASTA LA VISTA...
En el capítulo anterior:
-Mira lo que tu susodicho amor le ha causado, ¡se esta muriendo por tu culpa!, ¿te sientes feliz?, ¡aquí esta el fruto de tu amor!, no lo mereces Shirou... no mereces cada uno de sus besos, sus caricias, todas ellas me pertenecieron sólo a mi, así debió ser siempre y así será de ahora en adelante-
-A... a qué te refieres... - Shirou se quedó estático, ¿qué significaban lo que había dicho?, no, no podía ser... Eiri...
-Devuélveme a mi Shuichi-
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'¿Qué es ese dolor en mi pecho?, estoy temblando, tengo... tengo miedo... no... no quiero que me dejen solo...'. La imagen de Koiichi apareció frente a él, sonriéndole como siempre lo había hecho, acercándose para acariciarlo suavemente en la mejilla, depositando un tierno beso en sus labios, -Koiichi... nunca te vayas de mi lado... por favor... – quería olvidar todo y permanecer siempre así, junto a la persona a quien más quería, por quien moriría si fuera necesario.
-Lo siento Shirou... - los ojos del pequeño se llenaron de lágrimas al separarse, su cuerpo se desvanecía lentamente.
-¡NO!, ¡Koiichi!- gritó intentando aferrarse a lo poco que quedaba del muchacho.
-Perdóname... –
-¡¡¡¡¡KOIICHIIIIIIII!!!!!-
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Ambos hombres no dejaban de intercambiarse frías miradas, llevaban varios minutos de incómodo silencio. Yuki esperaba impaciente una respuesta, al parecer su comentario había afectado considerablemente a Shirou, ya se sentía ganador, faltaba poco para tener a Shuichi a su lado, y esta vez se encargaría de que fuera para siempre.
Un profundo suspiro se oyó, rompiéndose así el sepulcral silencio, era Shirou, quien pareció reaccionar, levantó la mirada para afrontar al escritor, sus ojos demostraban una ira tremenda, sin embargo, Yuki no se dejó intimidar –Fuera, ¡nunca!... ¿me oyes?, ¡nunca más te atrevas a querer acercarte a Koiichi!, si lo haces, yo... yo no responderé de mi-
-¿Y qué harías?... ¿matarme?- preguntó el rubio sarcásticamente, mofándose de aquella amenaza.
-Si fuera necesario... si- contestó Shirou con una malévola sonrisa en los labios, como si sus palabras fueran lo más natural del mundo.
Yuki hizo de sus manos puños, no contuvo su ira y se abalanzó sobre el joven de largo cabello oscuro, propinándose el uno al otro cuanto golpe pudieran.
-¡Shuichi es mío!, no sé que le hiciste para que no me recuerde, ¡LO CIERTO ES QUE NO ME IRÉ SIN ÉL!-
-¿Shuichi?, no conozco a ningún Shuichi, lo único que veo es a un tipo loco que confunde a mi pequeño con alguien más, Yuki Arden o cómo te llames... ¡aléjate de la vida de Koiichi y de la mía!-
-¡Maldito cínico!-
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-Así que esta es la nueva casa de Eiri-san, justo como me la imaginaba, se nota el buen gusto que tiene- el rubio presidente de NG estaba maravillado con la estructura que se erguía frente a él, muy lujosa, con un tenue estilo moderno, que ironía, su mansión se vería opacada por la de su cuñado –Eiri-san... –
Había preferido ir solo al encuentro con el escritor, al fin y al cabo tenía una buena excusa, eran familia. No importaba el que hubiera tardado casi tres horas para convencer a Ryuichi de que ir a comer hamburguesas con Noriko era mucho más divertida que pasar el tiempo en compañía de Eiri-san, el estar con el escritor valía todos y cada uno de sus esfuerzos.
Quería ver por sí mismo el cambio que podía notar en Eiri cada vez que mantenían una conversación vía telefónica, se oía tan jovial, como no lo hacía desde que era un adolescente.
Presionó el pequeño botón que emergía en uno de los extremos de la hermosa puerta tallada en fina madera. La melodía del timbre lo embelesó, haciéndole fantasear con el tan esperado encuentro, volver a ver a Eiri nuevamente... era demasiado bueno para ser verdad.
La tonada concluyó dejando a un Thoma expectante.
Pasó un minuto..... nada...
Tres minutos..... nada...
Volvió a tocar el timbre..... nada...
Media hora y..... nada...
El rubio comenzó a preocuparse, ya era de noche, dio vueltas por los alrededores esperando encontrarse con su querido cuñado, pero ni una señal de éste, inspeccionó mejor el lugar percatándose que el Mercedes negro que le había regalado no estaba.
Elevó la vista al cielo -Eiri-san... ¿dónde te encuentras ahora...?- murmuró preguntándole al viento.
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Se separaron brevemente, respiraban agitados, el labio de Yuki sangraba, mientras que un hilo de sangre emanaba de la nariz de Shirou, como ambos tenían similar complexión la pelea resultó muy pareja.
-... Nun... nunca... vuelvas... a... acercarte... a él... – habló Shirou con la voz entrecortada debido al cansancio.
-El... que no... debería... acercársele... eres... tu... sólo... le has... causado... mucho daño... – reprendió el rubio –y eso... ¡no te lo perdonaré...!- para Yuki el descanso terminó y fue el primero en tomar la iniciativa. La mejilla de Shirou recibió de plano el impacto del puño perteneciente al escritor, haciendo que cayera de bruces al suelo.
Yuki sonrió triunfante, no obstante, la alegría no le duró mucho ya que la puerta se abrió dando paso a tres hombres que sin previo aviso lo redujeron por la fuerza.
-¡Bastardos!, ¡Suéltenme!-
-¿Quién el que se arrastra ahora?- se puso de pie, dedicándole al escritor la misma mirada de victoria que él tuviera minutos antes.
Yuki forcejeaba intentando zafarse del agarre de aquellos sujetos, pero el número de estos le daba una gran desventaja –¿Sólo puedes esconderte detrás de estos idiotas no es así?, ¡ven y pelea como un hombre!... ¿o acaso tienes miedo?-
Shirou no hizo caso de las palabras del escritor, es mas, simplemente se cruzó de brazos –Llévenselo y asegúrense de que no vuelva a poner un solo pie en este hospital, ¿entendido?- ordenó, los tres sujetos hicieron una reverencia y procedieron a salir de la habitación.
-¡SHUICHI!, ¡MALDITO!... ¡NO PUEDES ALEJARME DE ÉL!- gritó lo más fuerte que podía, luchando con todas sus fuerzas para librarse.
-¿Tengo que volver a repetirlo?, aquí no hay ningún Shuichi, mucho temo que debas ir con un doctor para que revise esas alucinaciones tuyas, pero ya sabes... tendrá que ser en otro hospital- dijo guiñándole el ojo derecho.
-¡SHUICHI!, ¡SUÉLtenme!, ¡Shuichi!-
Los gritos de Yuki desaparecían conforme los cuatro se alejaban, Shirou suspiró aliviado, su rostro manifestaba preocupación, jamás se esperó toparse precisamente con ése sujeto, gracias al cielo había guardado compostura en ése momento, procurando actuar lo más calmado posible, rogaba porque el tal Eiri se hubiera creído su actuación, sin embargo, de estar en lo correcto o equivocado ya no importaba, algo era seguro, en este lugar no estaban a salvo.
Debía salir de la ciudad... cuanto antes.
-Ahhh... Ahhh... Ahhh... – casi inaudibles jadeos llamaron su atención, se giró para ver que era Koiichi el que respiraba mucha con dificultad a la vez que se revolvía dentro de las blancas sábanas que lo cubrían en busca del aire que le faltaba.
Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, no lo pensó ni un segundo y desesperado salió en busca del doctor.
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No se había percatado del momento en que la lluvia comenzó a caer en la ciudad, sólo notaba como su cuerpo era empapado por aquella sutil llovizna.
Cada gota que impactaba con su rostro le recordaba las cristalinas lágrimas que rodaron por la tersa mejilla de Shuichi cuando lo había besado instantes atrás, no era agradable verlo llorar, pero debía admitir que estaba feliz con su reacción, él que hubiera mostrado emociones le indicaba que todavía existían esperanzas de verlo nuevamente lleno de vida.
Extendió una mano a la altura de su pecho, recibiendo las gotas que se reunían en el centro de su blanca palma.
-Shuichi... –murmuró al momento en que la imagen del cantante se formaba en el cristalino líquido -... si ése tipo cree que podrá separarme de ti... está muy equivocado, te necesito... –
Dedicó una última mirada a aquel hospital con la promesa de que volvería, así tuviera que luchar con medio mundo lo haría, había buscado la felicidad por tanto tiempo y ahora que la encontraba no dejaría que se esfumara así nada más.
Abrió la puerta de su coche introduciéndose en el, sonrió levemente y arrancó el auto para dirigirse a casa.
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-Doctor, muchas gracias- se inclinó Shirou en señal de respeto.
-Todo es mérito suyo, de no haberme puesto al tanto inmediatamente, el joven se habría sofocado-
-¿A qué se debió ese cambio tan repentino en él?- preguntó observando detenidamente a su koi que ahora descansaba tranquilamente.
-Esos podrían ser los efectos que produce esa droga en las personas una vez que su uso es detenido-
-Ya veo-
-Por el momento se encuentra fuera de peligro, pero le rogaría que se mantuviera atento a cualquier síntoma que podría presentar e informármelo de inmediato- intervino el médico.
-Por eso no se preocupe, aunque no me lo pidiera yo lo haría-
-Bueno, volveré a revisarlo por la mañana, con su permiso- puntualizó el doctor antes de desaparecer ytras la puerta de la habitación.
El joven asintió con la cabeza, para luego dirigirse hacia el pequeño Koiichi. Con un dedo delineó los finos rasgos del brazo de su amante hasta detenerse en la punta del dedo índice de este –Ko-chan, pronto nos marcharemos, así estarás bien, te lo aseguro-
-Koiichi... - revolvió tiernamente el suave cabello rosado, sintiendo por momentos nostalgia al recordar los reclamos del chico cada vez que realizaba la misma acción –mi Koiichi...-
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"tooku de me o hikarasete mezameru monotachi matte iru
yoru no jouheki sasowarete utsurisumu mure no nukegara ni
(deguchi no nai) shougeki ni taeru tsumori nara
(kuzureru hodo) itsuwari o misete
umarekawareru anata yo hitori hohoemanaide hitomi o irodoru
nozonda sekai ga totsuzen hai ni natte mo kiseki ni mada meguriaeru
(sotto dakishimete kowasu you ni)"
(NA: Para quien no sepa, la letra pertenece a Sleepless Beauty interpretada por Nittle Grasper n.n)
-Ah... nada mejor que escuchar uno de los muchos éxitos de Nittle Grasper mientras Eiri-san regresa- Thoma Seguchi se encontraba dentro de su automóvil para resguardarse de la lluvia, a llevaba esperando casi 4 horas, aún así no había desistido. El reloj marca las 22:45p.m., estaba completamente seguro que Eiri llegaría de un momento a otro.
Incluso podría pedirle hospedaje por esa noche, ya era bastante tarde y no había hecho ese viaje en vano, quería... no... debía hablar con Eiri, necesitaba ponerse al tanto de cada detalle, de cada anécdota desde la llegada del rubio escritor a Nueva York.
Parecía que sus antiguos recuerdos en esa ciudad se habían disuelto del todo, Eiri no se notaba perturbado las pocas veces que entablaban conversación vía telefónica, eso le demostraba que las heridas del joven finalmente pudieron cicatrizar.
Pero en cuanto a Shindo..... todo iba a resultar complicado, tenía la certeza de que el rubio no podría olvidarlo fácilmente, era un alivio que lo creyera muerto, eso ayudaba considerablemente a sus planes.
Las luces provenientes de los faros de un coche que se acercaba iluminaron el interior del vehículo de Thoma que permanecía en completa oscuridad. El de ojos verdes se emocionó bastante al notar que ese automóvil no era otro mas que el Mercedes negro perteneciente a su cuñado... Eiri.
Salió a toda prisa para recibirlo, sin importarle en lo más mínimo que la lluvia siguiera cayendo.
-¡Eiri-san!- gritó alegre mientras corría para ponerse delante del estacionado automóvil.
-.......- Yuki se quedó estático, sabía que había alguien parado delante de su coche, pero su mente sólo podía pensar en él, en Shuichi. Cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, su cuerpo comenzó temblar ligeramente, tenía las prendas completamente humedecidas y su temperatura corporal había subido bastante –Shuichi...- fue lo último que artículo antes de caer inconsciente.
-¿Eiri?- la expresión de Thoma cambió considerablemente al ver como el cuerpo del escritor cedía hasta tumbarse por completo en el asiento -¡¡EIRI!!- rápidamente se apresuró para abrir la puerta, grande fue su sorpresa al notar que su estado era mucho peor del que parecía.
Tocó su frente percibiendo que ardía en fiebre, además que estaba empapado, si no quería que su condición peligrara necesitaba quitarle esas ropas y hacer que descansara, ¿pero cómo con ésa tormenta?, buscó las llaves de la casa en los bolsillos del escritor, para su suerte las encontró, aunque no estaba totalmente seguro de que fueran de ella, bueno, pronto lo averiguaría.
Corrió hasta la entrada donde se dispuso a probar todas y cada una de las llaves que había encontrado en los bolsillos de Eiri, ninguna parecía funcionar hasta que una entró fácilmente, la giró y la puerta se abrió en el acto, ¡gracias al cielo!... algo de suerte para variar.
Volvió nuevamente hacia el Mercedez y haciendo uso de todas sus fuerzas consiguió cargar el pesado cuerpo del joven, la constitución de Seguchi podría parecer frágil y débil, nada más fuera de la realidad, ya que poseía una fuerza tremenda.
Una vez dentro lo mudó de ropa, secó su pelo e hizo que se acostara en la cama de su habitación.
Llevó por novena vez el pequeño paño para volver a humedecerlo, la temperatura de Eiri no disminuía, por el contrario parecía intensificarse más y más.
-¡No!, ¡no me alejen de él!-
-Eiri-san- acarició cariñosamente el rubio cabello del joven, desde hace un buen rato andaba gritando incoherencias, delirando producto de la fiebre.
-¡Shuichi , no te vayas nuevamente!, ¡quédate a mi lado!- la sonrisa de Thoma desapareció por completo dejando ver dos hermosos ojos verdes llenos de ira y celos –Shuichi... ¡NO!- se sentó de golpe sobre la cama, despertando del letargo en el que se había sumido.
-Calma Eiri-san, ya todo paso, aquí estoy- Thoma rodeó con una mano la espalda de Yuki y con la otra en su pecho le obligó a recostarse nuevamente.
-Se... Seguchi... ¿qué... qué haces aquí?-
-Tenemos una gira programada por Norteamérica y ya que estaba por aquí, pensé hacerte una visita- la débil sonrisa de su rostro desapareció para convertirse en una mirada de preocupación -¿Qué pasó... Eiri-san?-
Las lagrimas del escritor empezaron a fluir debido al comentario de Thoma, quien miró asombrado la reacción de su cuñado.
-Ayúdame..... Seguchi.....- suplicó con la voz quebrándosele a causa de la fiebre y del llanto.
-Lo que quieras, tan sólo dímelo-
-Thoma yo... yo lo... encontré, encontré a..... a Shuichi.....-
Los ojos verdes esmeralda se abrieron considerablemente, la noticia le había llegado como un baldazo de agua fría, ¡¿podía ser posible que... que Eiri se hubiera topado con el idiota de Shindo?!, eso o habría sido una ilusión debido a que lo... que lo... que lo extrañaba.
-¿Eiri-san, estas seguro?- el rubio sólo asintió afirmativamente con la cabeza en respuesta.
-Vive con un tipo adinerado, por culpa de ese idiota Shuichi está en el hospital, Thoma..... no me permiten verlo... has algo..... por favor.....- intentó levantarse, mas Thoma se lo impidió.
-Déjalo, Eiri-san, Shindo esta muerto, no te tortures más con su recuerdo, sólo te lastimas a ti mismo-
Yuki cerró los ojos con fuerza, y con un gruñido se puso de pie –Si no piensas ayudarme, ¡lo haré por mi cuenta!, porque yo.... yo....- la cabeza de daba vueltas y Thoma lo sujeto para que no cayera.
-¡No vuelvas a hacer eso!, dime en que hospital es, iré-
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Sus pasos jamás fueron tan firmes como ahora, rectificaría el error que hace más de un año había cometido, un error que jamás se permitiría volver a tener.
Siempre supo que dejarlo con vida era peligroso, una bomba de tiempo. Allí estaba el producto de su equivocación, ¡por poco y su Eiri se moría! Y todo era su culpa... como siempre, Shindo era un mal que necesitaba exterminar de una buena vez y para siempre.
¡Maldito el día en que se conocieron!, Eiri estaba mucho mejor antes de cruzar miradas con ése mocoso, su relación solamente lo había llevado a más dolor, sin embargo, el escritor lo tenía a él, para protegerlo del mismo demonio si fuera necesario, siempre dispuesto a "todo" con tal de no verlo perjudicado.
Si tenía que matar para ver nuevamente feliz a Eiri... lo haría.
Ya era más de media noche, por esa razón la vigilancia no fue un obstáculo, solamente se topó con sujeto que le impedía el paso, no obstante, el sentido del deber de este desapareció al momento de mostrarle un fajo de billetes cerca del rostro, ya lo había dicho antes: "Toda persona tiene su precio", esto nada más lo corroboraba.
Finalmente llegó a su destino, silenciosamente se internó en la oscura habitación y con paso decidido caminó hasta quedar frente a la cama de ése joven, se le quedó viendo unos momentos.
-Ha pasado mucho tiempo..... Shindo-san- dijo esbozando una malévola sonrisa a la vez que acercaba su rostro muy cerca al del antiguo cantante de Bad Luck –veo que no la has pasado muy bien... ése es el precio por dañar a Eiri-san, es una lástima, si jamás hubieras puesto los ojos en él... vivirías para contar todo esto...-
Thoma se apartó para fijar la mirada en el cardiógrafo, los signos de vida del pelirrosa eran muy débiles, eso le dio una idea.
-¿Por qué tenías que insistir?, siempre creí que su relación fracasaría con el tiempo, error mío, nunca debí subestimarte. Jamás perdonaré el que me hayas arrebatado su amor y confianza, por eso en paga haré tu vida más fácil, mejor dicho... tu muerte... –
Tomó entre sus manos la mascarilla de oxígeno que Shuichi llevaba y sin más se la quitó.
-Ahhh... Ahh... Ah...- su respiración se fue entrecortando, haciéndose más débil, asfixiándose con cada segundo.
-Hasta la vista..... Shindo-san...-
CONTINUARÁ.....
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NOTAS DE AMAI: Noooooo!!!!, Thoma aléjate de Shuichi!!! °o°, que malo es mi Thoma-chan n.n, las cosas que le hago hacer XD, a este paso gana el premio a villano más cruel y depiadado :D... ¿no quieres eso Thoma-san? (Thoma: ¬¬ ¿por quién me tomas?) Amai: por Thoma! Jajajajaja (Thoma: simplona) Amai: Asesino =P (Thoma: u.u).
Gracias por todos los reviews, como siempre suben mi autoestima, en especial desde que pase los 200 T-T jamás se me había ocurrido llegar a tanto, ¡MINNA ARiGATOU!. Ahora me voy a responderlos n.n
Haruka:: Gracias... haces que me sonroje :), jejeje Yuki es muy kawaii (demasiado!), no merece que lo haga sufrir Y.Y, pero así debe ser, es el deber de una escritora!. Espero que nos encontremos pronto para arreglar ciertos aspectillos del fic, se me han ocurrido ideas extraña respecto a él. Ja ne!.
Dubi:: Nyaaaa, muchas gracias!!!, me alegra que te haya gustado el fic, ya voy por el final y me duele terminarlo... ¡es mi primer fic!, ¡y lo amo!!!, jejeje, siempre he tenido ideas raras y pensé que ya era hora de plasmarlas, me siento satisfecha con el desempeño de la historia, espero que tu disfrutes leerla como yo disfruto escribiéndola. Sayonara!.
Zafiro:: Gracias por las felicitaciones por mi cumpleaños, la verdad no puedo quejarme, me la pasé bien n.n y más con el sobrepaso en reviews, ¡felicidades a ti por ser la número 200!, me alentaste y creo que te llega bien merecido. Me esforzaré al máximo para escribir los siguientes porque ya entraré en vacaciones (SIIIIII!!!!). Sayonara y una vez más... FELICIDADES!!!.
Eli-chan1:: ¡Thoma lo va a matar!, no podía llegar en tan mal momento y lo peor es que Eiri confía ciegamente en él, ¡nunca debió haberle dicho nada!, pero bue, ya veremos que sucederá en el siguiente, bye bye. PD: Actualiza tu historia!!.
Sabri:: ¡Si amiga!, sufre Thoma sufre jejejeje, tienes que pagar por que le estas haciendo a mi Shu, y pienso darte en donde más te duele muahahahaahha. Dewa matta.
Kiam Yukino:: Arigatou nano da!, a mi también me suben la autoestima siempre que me dejan un review o un mail, es muy divertido leerlos y responderlos, así sean un montón =), porque me gustan, con decirte que leo una cosa de 34 mensajes (mails y review) en cada episodio. Gracias por todo amigas, ustedes hacen a este fic! n.n. Ah! y no tienes por que agradecerme, yo te apoyo por que se como se siente que sea tu primer fic. El tuyo esta muy bueno, síguele. Ja ne.
Dary Kyana:: Muchas gracias por recordarte :D y pues te digo, cumplo 19 (estoy joven, ne?, juas XD). Yuki mete la pataaaa!!!, Thoma nunca debio enterarse de nada, nadita, mi Shu peligraaaaaa!!!, snif!, que cruel soy, siempre he sido así, por estudios de Akia Nekoi el problema podría encontrarse en mi comida (la chatarra :D) JAJAJAJAJA. Bye bye no da. PD1: SHUICHI ES MIO! (no me importaría pelear con Yuki por el °¬° jejeje. PD2: ¿qué esperas para publicar?, yo te apoyo amiga!. Sayonara.
Zekhen-angel and Zekhen:: Thoma va a acabar el trabajo que Shirou no acabó!, NOOOO. ¿Dónde esta Kumagoro cuando más se lo necesita? (Ryuichi: Comiendo hamburguesas americanas noda!) Amai: XD!. Gracias por esperar, espero te guste el 18, nos vemos en el próximo. Ja ne.
Akia Nekoi:: Gomen, lo hice muy corto, como ya dije no pensaba publicarlo hasta ése amanecer. ¡Me conoces bien! Jejejeje, (siempre conspiro contra mi Shu-chan Y.Y) aquí esta lo malo X.X. PD: Nunca falta tu posdata :D a igual que tus reviews, Muchas gracias!. Ya sabes, nada de que te carcoma la curiosidad, bye bye.
BISHOUJO-HENTAI:: n.ñ jejejeje, si, fuerza Yuki, pero no recurras a Thoma!!!. XD.
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Amai: Soy mala actuando XD
Bi Hen: Apresúrense, ¡NUESTRAS VIDAS PELIGRAN!
Amai: Oh Oh. Bien, nos hacemos a las chicas indefensas que necesitan de un hombre que las proteja, juas, esa si me la sé.
Nat: Si pregunta somos modelos para comercial y necesitamos a un hombre para que haga el papel del tipo guapo.
Bi hen: Y cuando caiga en la trampa... SIIIIII.
Amai: Ya habrán 3 aves en el nido, jejejeje.
Bi hen: para eso necesitamos algo con que dejarlo K.O., el tipo es fuerte.
Amai: Le pediré (quitaré) las pastillitas a Tatsu-chan n.n.
Nat: pastillitas.... que pastillitas?
Amai: Las que usa con sus conquistas que se le ponen difíciles, mejor pregúntale a Shu-chan jijijiji, la usaron en el.
Bi Hen: o.O.
Nat: Ándale, manos a la obra!.
Bi hen y Amai: Siiiiiii,
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Cerdo Volador:: Thoma regresó (buuuu, que miedo.....), y va a matar a Shu- chan!!!, la cosa se pone peor, mucho ojo en el siguiente capítulo amiga!. Sayonara!
Hikaru Itsuko:: Que ingenuo es Eiri!!!!!, y que mala es Amai!!!! Jejejeje, conseguiré ese seguro de vida, si señor, lo necesitamos todas, incluso yo!. Ja ne, gracias por el review.
CHIHIRO:: Ya esta aquí!, espero subir el otro la semana que viene, bye bye.
Tikal-neo:: Mala!, mala!, mala!, ¡¡¿¿CÓMO QUE ALGÚN DÍA VAS A ACTUALIZAR TU FIC??!!, nooooo, yo quiero caber que pasa, mira que es más divertido si lo haces seguido, además que no descuidas a la audiencia n.n. Gracias por el apoyo, Ja ne.
Angy Kohai:: No importa, lo bueno es que estas aquí, espero te guste este capítulo.
Nat-chan07: jejejeje, buena idea!.
Gracias a todas las chicas del mail por el apoyo de siempre, me hacen la escritora mas feliz de este mundo!!!. Jejeje, nos vemos con el fic la próxima semana (si es posible), ya saben la fórmula XDDDD:
ESCRITORA PRESIONADA CON MONTÓN DE REVIEWS = CAPÍTULOS ACTUALIZADOS A LA SEMANA!.
Bye bye, nos leemos en el 19, hasta entonces y GRACIAS POR LOS REVIEWS!. Sayonara na no daaaaaa.
