ACLARACIÓN: Gravitation es una obra de la grandiosísisisisisisima Maki Murakami (¿está por demás decir que la admiro? °0°), así que por más alucinada que este o que quiera robarme un personaje para pasar el fin de semana movido... pues... no puedo!!!! TT-TT, aunque por otro lado... ¡¡para eso están los fics!!, para que retorcidas mentes como la mía n.n se diviertan plasmando sus locas ideas. Jejeje.

¿Qué habrá pasado con Yuki?, ¿Qué contenía el sobre?, ¿morirá alguien?. Bueno lean el capítulo y sabrán, antes que nada quiero agradecer a todas aquellas que me apoyaron a lo largo del fic. Gracias chicas, sólo gracias a ustedes se ha podido llegar tan lejos y con tantas torturas hasta el final. Disfruten!!!

ADVERTENCIA: El siguiente capítulo contiene "lemon", no me responsabilizo y si lo leen por error (como si existiera esa remota posibilidad) XD, yo les advertí n.n!!.

CAPÍTULO 23: EL PASADO EN EL PRESENTE.

En el capítulo anterior:

Recorrió con la lengua el contorno de su cuello, quitando la tela que aún estorbaba su camino, descendiéndola hasta la mitad de su espalda dejando así completamente libres ambos hombros de aquella prenda tan molesta.

-Koiichi... sé que tu no me amas, pero..... yo a ti si- susurró suavemente en el oído de este, repartiendo besos por su nuca sin que el otro pareciera siquiera notarlos –te amo..... y te lo demostraré- delicadamente pasó una mano por debajo la cintura del chico que aún le daba la espalda, rodeándola con esta, mientras la otra se encargaba de su pantalón, desabrochándolo y procediendo a bajar la cremallera.

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"Aún cuando lo apacible habla de ansiedad
y se ha cumplido una eternidad, no deseo el mañana

Aquellas palabras que quiero decirte

Se pierden entre las sombras constantemente"

Bajó la cabeza en la oscuridad de la habitación, afuera la lluvia no dejaba de caer, llovía casi torrencialmente, los truenos opacaban cualquier otro ruido haciéndolos insignificantes.

Una botella de licor rodó hasta chocar contra la pata de la silla en la que se encontraba sentado, así como el lugar estaba impregnado casi en su totalidad con el humo de incontables cigarrillos que se había fumado esa noche y continuaría haciéndolo.

Su rubio cabello permanecía totalmente revuelto cubriéndole parcialmente los ojos dorados que no paraban de despedir lágrimas desde que había llegado horas atrás, las fuerzas parecías haberlo abandonado al igual que sus ganas de vivir. No recordaba tal sensación desde la vez en que apretó el gatillo y dio final a la vida de quien fuera su maestro y primer amor..... Yuki Kitazawa, no, realmente no era igual... resultaba peor.

-Shuichi... perdóname... – dijo con la voz entrecortada debido a sus sollozos mientras quitaba algunos flequillos dorados de su frente. La luz de un nuevo rayo iluminó fugazmente la habitación revelando el estado deprimente en el que se hallaba el escritor.

Sus manos sujetaban con fuerza el pequeño encendedor entre ellas, como si temiera que alguien pudiera arrebatarle tan preciado tesoro. Acercó la pequeña imagen a sus labios y sin más la besó tiernamente, entonces la voz de la voz de Shuichi se dejó oír...

"Eh Hiro ¡no hagas eso!... ¡oh no!, ¡¿ya esta grabando?!... errr... ¿por dónde comienzo?..."

Oía nuevamente aquella grabación, la que Shuichi pensaba regalarle el día de su cumpleaños, antes de que todo esa tragedia pasara, antes de que sus vidas tomaran rumbos distintos.

"Ojalá que te guste tu regalo Yuki, es algo pequeño pero hecho con todo mi amor..."

Las manos que sostenían el pequeño artículo temblaron a la vez que nuevas lágrimas afloraban en su rostro, jamás creyó amar tanto aquella voz que parecía tan molesta a veces, cuanto daría por verlo correr en la casa, que le demostrara nuevamente esos gestos de cariño, no... eso no volvería a pasar... nunca... nunca más.

"Una vez más feliz cumpleaños Yuki y recuerda... te amo."

Sintió una punzada en su corazón al escuchar esas palabras: "Te amo", ¿cuántas veces se lo había dicho el pequeño?, cada mañana al despertar, al desayunar, cuando almorzaban, mientras escribía, cuando hablaban por teléfono, al dormir... prácticamente... en todo momento. ¿Y él cuantas veces se lo había dicho?..... ninguna.

Sólo abría la boca para insultarlo, para reprocharle lo estúpido que se comportaba a veces, ¿pero que tenía de malo eso?, él mismo solía ser así a su edad hasta que conoció la desgracia en manos del amor, temía volver a sentir calidez en alguien... hasta que llego Shuichi.

Separó la fotografía de sus labios, sin embargo, al apartarla vio como la mirada sonriente del pelirrosa en esta se tornaba tiste, sus violáceos ojos dejaban escapar diminutas lágrimas que se desvanecían lentamente al igual que su imagen.

-Shu-chan..... no..... no me dejes..... - suplicó llevándose el encendedor a su pecho. Le había fallado al cantante, prometió no enamorarse, que ninguna otra persona ocuparía un lugar en su corazón como él lo había hecho, pero... allí estaba, enamorado de ese chico que tanto se le parecía...

Era un tonto, sólo consiguió herir a un muchacho que no se lo merecía, faltar al recuerdo de Shuichi y sentirse infinitamente infeliz. ¿Cómo fue tan idiota como para pensar que el cantante seguiría con vida?, si ese día lo vio... por lo menos lo que quedaba de él, nuevas lágrimas acompañaron sus amargos recuerdos... sus heridas reabiertas, sucesos que no quería revivir pero inevitablemente se le venían a la cabeza.

Su pequeño cuerpecito... calcinado, irreconocible... desfigurado.

-¡¡¡¡SHUICHI!!!!- gritó fuera de si al recordar tan horroroso cuadro, aproximándose al espejo de su habitación y golpeándolo a puño limpio. Los cristales se desparramaron producto del impacto haciendo saltar junto con estos la sangre caliente de la mano del escritor, quien se dejó caer pesadamente en el suelo.

Los trozos del espejo enfocaban de diversos perfiles al joven que yacía de rodillas en el piso, apretándose furioso los muslos con ambas manos, sin importarle la herida reciente y buscando hacerse más daño del que ya tenía.

-¡MIERDA!, ¡YO TE ENTERRÉ SHUICHI!..... soy..... soy de lo peor- con las pocas fuerzas que le quedaban destrozó de un puñetazo el único pedazo de espejo que continuaba intacto frente a sus rodillas y retomando lo que decía con la mirada fija en la pequeña fotografía, continuó -... hace casi un año que no visito tu tumba, no te he llevado flores en todo este tiempo..... ¿qué piensas de mi?.... siempre me pregunté que buscabas en alguien como yo... no era dinero... ni sexo, ahora lo sé..... lo que querías era que te amase aunque fuera una céntima del inmenso amor que me demostrabas..... no te merezco, ¡nunca te merecí!- lloró amargamente, incorporándose para acercarse hasta el lugar donde descansaba el sobre que le fuera entregado por Shirou.

Lo volteó haciendo que la gran cantidad de fotografías en esta se dispersaran sobre la cama todavía revuelta.

La figura de Koiichi en compañía del moreno se mostraban en cada una de ellas, algunas demostraban ser de años pasados cuando Koiichi y Shirou eran solamente unos niños al igual que entre ellas existían algunas recientes.

Todo ese tiempo se había engañado así mismo, alimentando una débil ilusión creada por el parecido físico entre ambos pelirrosas, no podía evitar sentirse arrepentido al haber interferido de aquella manera en la vida de ese gentil y dulce chico, por eso le había dicho todas esas palabras tan hirientes, para que lo olvidase y si era posible... que llegase a odiarlo.

-Shuichi..... Koiichi, perdónenme..... los he matado a ambos- dijo apesadumbrado refugiándose en la oscuridad de la noche y de la tormenta.

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Otro fuerte trueno hizo eco en toda la habitación. Tenía la mirada fija en la ventana viendo como la lluvia se intensificaba con el pasar del tiempo, mas para él todo parecía un sueño, extrañamente ya nada era real.

Su vida misma era un engaño tras otro.....

¿Quién soy?

'Sólo un objeto para saciar la sed de placer, un juguete que es utilizado y luego desechado.'

¿A Quién le importo?

'A nadie... todos buscan satisfacerse con mi cuerpo y cuando eso sucede... adiós... ¿no es así... Yuki?... sea lo que sea... ya no me importa'

Las lágrimas nuevamente distorsionaron su vista, sin embargo, él seguía sumido en sus pensamientos, apretando contra su pecho la botellita del perfume que Yuki le había regalado.

Por su mente pasaban los momentos que había compartido con el rubio, habían sido los días más felices de la corta vida que recordaba, tan efímera... tan falsa.

¿Qué sentido tenía la vida ahora?, ¿Para que seguir prolongando una existencia vacía?. Si antes creía que la muerte era la única salida posible a todo aquello, ahora lo confirmaba. Si su corazón ya estaba muerto... ¿qué más daba terminar con su cuerpo para borrar cualquier vestigio de su patética vida?.

Claramente era la única solución, para el bien de Yuki, para el bien de todos.

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Sus largos dedos lograron colarse bajo el pantalón del chico, acariciando sutilmente los muslos de este, aspirando el delicioso aroma de su pelo que le incitaba aún más, probablemente estuviera imaginando cosas pero sentía como ese pequeño cuerpo le invitaba a tocarlo, a explorarlo.

Como haciendo caso a esas peticiones comenzó a despojarlo del pantalón lentamente, no quería que se inquietara aunque estaba completamente seguro que no opondría resistencia alguna debido a su estado emocional.

Realmente amaba a ese niño por eso haría hasta lo imposible para hacerle olvidar, no sería nada fácil pero con el pasar del tiempo conseguiría poseer no sólo su cuerpo sino también su corazón.

Recorrió con el olfato la piel de su joven amante, desde los hombros hasta la punta de los pies, embriagándose con el aroma que este desprendía. En ése momento notó como el pelo del pequeño seguía sujeto en su habitual trenza, con una sonrisa pícara comenzó a desenlazar las finas hebras unas de otras dejando que el cabello rosa se esparciera sobre su delgado cuerpo, se sentía sumamente excitado con la imagen de Koiichi totalmente a su merced, necesitaba hacerlo suyo en ése instante.

Ya no controlaba sus acciones, se estaba quitando la ropa torpemente, había esperado este momento desde hacía tanto que la sola idea de esperar un minuto más lo mataba.

Tras algunos segundos que parecieron una eternidad finalmente quedó desnudo al igual que el chico, aunque este último todavía portaba la camisa.

Giró el cuerpo del pelirrosa de manera que quedara boca arriba sobre la cama, entonces se quedó contemplándolo. Sus grandes ojos violeta estaban llenos de lágrimas, no obstante ninguna expresión se formaba en su rostro, le recordaba al Koiichi de hace un mes, cuando parecía más muerto que vivo.

Limpió con un dedo las cristalinas gotas que emanaban de los ojos amatista percatándose en ese instante de que el chico llevaba algo en las manos. Cuidadosamente intentó arrebatarle la botellita que sostenía pero al notar como los nudillos de sus pequeñas manos estaban blancos por la fuerza con la cual lo sujetaba, desistió, de todas formas eso no era obstáculo entre su koi y él.

Separó las piernas del chico arrodillándose entre ellas y cogiéndolo de la cintura lo acercó a si. Sus muslos inclinados hicieron de rampa, acogiendo en su regazo la espalda del joven.

Un gemido escapó de la boca de Shirou al sentir como su erguido miembro hacía contacto con la pequeña entrada del pelirrosa, tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no penetrarlo en ése instante, el hacerlo sin preparación previa resultaría bastante doloroso para Koiichi.

Acomodó las delgadas piernas en sus hombros a la vez que se llevaba un par de dedos a la boca para embadurnarlos con abundante saliva, para luego dirigir los mismos hacia el pequeño orificio en la separación de ambos glúteos.

-Ahora serás mío... Koiichi- dijo al momento de introducir uno de los dedos en el interior del pelirrosa, quien tembló ligeramente a la invasión, ladeando la cabeza en el acto. Este gesto dio luz verde a que el moreno introdujera un segundo dedo dentro del pequeño cuerpo.

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Dio un gran bostezo mientras se inclinaba hacia atrás para buscar apoyo en el respaldo del sillón. Finalmente había acabado con todo el tedioso papeleo, un trabajo muy duro pero a la vez gratificante, ya estaba listo el itinerario de conciertos de Nittle Grasper junto con la salida del nuevo disco programada para dentro de 3 días.

Se apartó de un soplido los flequillos rubios en su frente al mismo tiempo que miraba el reloj en su muñeca "8:54 a.m.", ya sólo le quedaban 5 minutos libres antes de dirigirse a la grabación de la última canción de su disco y es que Ryuichi lo había querido así.

Era extraño además de bastante sospechoso, ¿Qué tenía de particular esa canción?, podían haberla grabado la semana pasada juntamente con las demás, pero el dueño de Kumagoro se opuso una y otra vez alegando que la letra estaba inconclusa.

Ante tal circunstancia Thoma se había ofrecido a ayudarlo con ella, mas Sakuma se negó rotundamente, parecía tener el corazón en esa balada de la cual sólo conocía la melodía.

Ryuichi no acostumbraba interpretar canciones lentas, más se le daban aquellos ritmos alegres que siempre lo caracterizaron y le llevaron a la fama, quizá por eso el cantante deseaba hacer de ella algo memorable. Así él como tecladista juntamente con Noriko se habían exigido al máximo para que la melodía saliese perfecta al momento de acoplarla con el canto de su compañero Sakuma, era lo menos que podían hacer si tomamos en cuenta que ignoraban todo lo que pasaba.

No lo negaba, la tonada era preciosísima comenzando con un solo de piano a cargo del mismísimo Thoma, juntamente con el seguimiento en coro de la voz de Noriko, quien tarareaba la melodía al son del piano, algo realmente fuera de los esquemas habituales de Nittle Grasper, desde ya sabía que el tema sería un éxito.

Sus pasos lo llevaron a la sala de grabación donde sus dos colegas lo esperaban para dar inicio.

-Tardaste mucho- exclamó un animado Sakuma colocando el conejo de peluche rosa sobre la cabeza de su camarada –pero ya que estas aquí... ¡vamos a comenzar no da!-

-¿Ya terminaste la letra de tu misteriosa canción?- preguntó el rubio con un dejo de curiosidad en la voz, haciendo caer sin intención alguna a Kumagoro de su cabeza, siendo este rescatado gracias a los buenos reflejos que poseía su dueño.

-Si, ¡Kumagoro terminó noda! y... y... y... ¡está ansioso por cantar!-

-Bien, bien, ¿se van a quedar a discutir todo el día? o nos ponemos serios para terminar con el disco...- intervino Ukai apoyando las manos sobre los hombros de ambos sujetos, girando la cabeza para encarar a Ryuichi -ya que cierto cantante... se puso tan caprichoso como siempre- guiñó un ojo al susodicho antes de continuar –sea lo que sea te perdono siempre y cuando la letra sea tan buena como la melodía, ¿ok?-

Sakuma asintió orgulloso con una gran sonrisa en el rostro, haciendo con los dedos la "V" de la victoria hacia dos siluetas que observaban todo el cuadro desde los asientos.

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La tormenta disminuyó paulatinamente. Las gotas de lluvia fueron desapareciendo para ser reemplazados por pequeños copos blancos, comenzaba a nevar. Estos fueron surcando el cielo nocturno, tiñendo de un blanco inmaculado todo lo que se encontraran a su paso.

El ruido de los truenos fue sustituido por el silencioso caer de las blanquecinas partículas, una calma que sólo era interrumpida por los suaves gemidos que dejaba escapar inconscientemente el joven de pelo rosa a cada embestida que recibía por parte del moreno a su pequeño cuerpo.

El sudor perlaba íntegramente cada rincón de su piel, sus mejillas estaban rojas por la acumulación de sangre en ellas y tenía la respiración algo agitada, su cuerpo se movía en un vaivén impuesto por las fuertes manos de Shirou en su cintura.

No obstante su mente viajaba muy lejos de allí, recordando la vez con Yuki, las palabras que habían escapado de las bocas de ambos, promesas de amor que ahora quedaban en el olvido.

Ajeno a lo que pasaba sus ojos no se apartaban del gran ventanal que le dejaba ver como la nieve seguía cayendo, tan blanca... tan pura...

-Yuki..... (NA: Se refiere a la nieve, Yuki es "nieve" en japonés)– murmuró el pequeño refiriéndose al extraño acontecimiento, era la primera vez que veía aquel particular fenómeno fuera de películas o de programas de televisión, y sin duda era mucho más hermoso, tan bello como...

Súbitamente sintió como su cuerpo era girado hasta quedar tendido boca abajo sobre el colchón, volteó el rostro como pudo para volver a contemplar los blancos copos que le daban una peculiar tranquilidad, no quería perderse nada de aquello, no sabía por que pero sentía que sería la última vez que vería algo así.

Yuki, Yuki ¡Yuki!, Maldito, ¡Mil veces maldito!, el oír aquel nombre de labios del pelirrosa lo había sacado de sus casillas, sin pensarlo dos veces volcó al pequeño provocando en él un quejido de dolor apenas perceptible que por un momento provocó temor en el moreno quien se había dado cuenta muy tarde de su error.

Mas al ver que aquello no era para mayores continuó con lo estaba, volvió a penetrarlo, de esta manera era mucho más complicado pero igualmente de placentero. Se tumbó completamente sobre el cuerpo de su koi invadiéndolo hasta lo máximo que podía, no quería que su peso fatigara al chico así que distribuyó gran parte de este en sus brazos procurando que sólo el contacto con sus partes más intimas fuera total.

El orgasmo estaba cercano, lo podía sentir en el inmenso calor que lo inundaba y en los jadeos incontrolables del muchacho, así que en ése instante se puso nuevamente de rodillas entre las piernas del chico, llevando ambas manos a las caderas de este para obligarlo a que elevara el trasero apoyándose en sus rodillas también.

El gentil rostro del escritor apareció como en un sueño dibujado por los pequeños copos que veía, sintió como la tranquilidad se desvanecía y volvía el dolor a su corazón. De pronto algo hizo que saliera de sus meditaciones, unas pequeñas punzadas en su mano acompañadas de un agradable aroma que vagamente recordaba, ¿pero de donde?.

-¡AHHH!..... – gimió sonoramente al sentir como el miembro de alguien se hundía completamente en su interior, unos fuertes brazos rodearon su delgado cuerpo haciendo que se irguiera -¡Ah!... ¡Ah!... ¡AHH!- no podía contenerse, no sabía que estaba pasando, en ese momento oyó una voz familiar.

-Koiichi... ¡Ah!.... eres deli... ¡Ah!... delicioso.. uhmm- abrazó fuertemente al chico borrando cualquier distancia entre sus cuerpos –valió la pena..... esperar... ¡Ah!... todo... todo este tiempo... ahora... ¡ah!... me perteneces...- habló dificultosamente debido a la gran excitación que estaba experimentando.

-No... S-Shirou... suéltame... por... favor- suplicó fallidamente, Shirou no le prestaba el más mínimo caso, intentó apartarse pero al mover levemente los dedos la palma de la mano esta comenzó a dolerle terriblemente, echó la cabeza hacia atrás debido a las punzadas que le provocaban, buscando apoyo en el hombro del moreno mientras cerraba los ojos con fuerza y se mordía la lengua para no gritar.

No encajaba en su mente lo que le estaba pasando, sólo sabía que las embestidas a su cuerpo eran bastante fuertes como para ignorarlas, todos sus músculos se tensaron, no quería que algo así pasara pero ya estaba pasando.

Entonces lo oyó... el sonido de las gotas al impactar contra la superficie de su piel, abrió los ojos inmediatamente sintiendo como un fuerte escalofrío que lo recorría por completo, sin embargo, la imagen ante sus ojos no era la de la habitación.

El techo ardía con grandes llamas que consumían todo en su camino, comenzó a temblar inevitablemente a la vez que algunas lágrimas escaparon de sus ojos amatista al ver algo tan horroroso, oyó gritos desgarradores que llegaron como un eco hasta lo más profundo de su ser.

Su sangre entera se congeló al experimentar un miedo indescriptible, tanto que el corazón se encogió en su pecho. Algo húmedo recorría su espalda y sentía como la cabeza le dolía infinitamente.

Cerró los ojos por un segundo esperando que todo aquello fuera sólo un sueño, pero cuando los abrió nuevamente se vio a sí mismo tumbado en el suelo de ese infierno.

Se acercó hasta donde descansaba su cuerpo inconsciente y se quedó mirándolo sorprendido, justo en ése momento aquella copia suya despertó tomándolo de la mano y llorando desesperadamente le dijo:

-Vuelve... ayúdame a salir...-

-¡¡¡NOOOO!!!- gritó desgarradoramente llevándose ambas manos heridas a la cabeza, inclinando su cuerpo hacia delante. Shirou se asustó al ver al pequeño bastante alterado y se detuvo de golpe, saliendo del chico para saber que era lo que le ocurría –NO... ¡NO ENTIENDO NADA!-

-¿Qué no entiendes... Baka?-

Esa voz, no podía ser...

La silueta del extraño hombre en sus sueños apareció frente a él extendiéndole la mano para levantarse, la luz de las llamas hizo que pudiera verle la cara. Su rubio cabello, sus dorados ojos, era... era...

-Yu... Yuki...-

-Vámonos de aquí... Shuichi...-

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Cerró los ojos con pesar, tenues lágrimas recorrían su rostro al igual que lo hacía la sangre a través de las heridas que se había hecho al romper la botellita de perfume con las manos, heridas que le ardían terriblemente debido al perfume quemándolas.

Sus ojos violetas se abrieron divisando los trozos de vidrio que permanecían sobre las sábanas, aspiró la fuerte fragancia, un aroma que hace tanto no sentía, trató de coger un pedazo del cristal pero la mano de Shirou lo detuvo tomándolo de la muñeca.

Rápidamente se zafó del agarre apartando bruscamente la mano del moreno, quien se sorprendió enormemente por el cambio tan repentino en el comportamiento del pelirrosa.

-No me toques... Shirou... no vuelvas a tocarme... nunca más- dijo seriamente.

-Pero Koiichi...- fue interrumpido por la voz llorosa del pequeño.

-¿Te sientes feliz?- preguntó casi burlonamente -¿Por qué Shirou?, ¡¿Por qué?!..... ¿Por qué... me engañaste así?-

-Koiichi... no... no te entiendo...- posó una mano sobre el hombro del chico consiguiendo sólo que este se perturbara más y se apartara con una mirada de decepción en el rostro.

-Te lo creí... ¡TE LO CREÍ TODO!..... intenté amarte obligando a mi corazón, negando un amor que ya tenía y tú me lo quitaste, yo... yo soy Shuichi...-

-.........- las palabras del pelirrosa dejaron en shock a Shirou quien abrió los ojos enormemente al oír aquella confesión, el peor de sus temor se hacía realidad, ¡Shuichi Shindo había recobrado la memoria!.

-No puedo evitar pensar que todo este tiempo viví una mentira, seguí tu juego como un idiota... me utilizaste Shirou, me quitaste mi vida...- rompió en llanto amargamente –Y Yuki... pensar que tantas veces me llamó por mi nombre verdadero y yo... yo...- no pudo continuar-

-Koi... Koiichi... lo hice por... porque te amo-

-¡No vuelvas a llamarme así!- se llevó una mano a la cara manchando con su propia sangre parte de su rostro bañado en lágrimas –¡No me mientas más!, sólo te aprovechaste de mi... me quitaste todo lo que tenía... mi familia... mis amigos... todos mis sueños... y Yuki, a quien amé y amo con todas mis fuerzas...- bajó rápidamente de la cama sintiendo algunos mareos debido a la sangre que ya había perdido, tambaleándose como pudo hasta una pared. Levantó sus pantalones del suelo y se vistió.

Shirou no decía nada, sólo veía como todo lo que había creado se derrumbaba, no lo quería, ¡no lo permitiría!. Se adelantó cerrando la puerta con seguro ante la mirada sorprendida de Shuichi.

-No, no te irás... mi Koiichi- aseguró tristemente mientras comenzaba a llorar –ahora que te encuentro... no pienso dejarte ir, eres todo lo que tengo... la única persona que vio algo bueno en mi desde el principio, gracias a ti soy lo que soy ahora, tu amor me hizo ser fuerte, tu cariño iluminó mi apagado corazón... no voy a renunciar a ti... no me alejarán de tu lado nuevamente-

Shuichi recordó las fotos en las que se veía a si mismo junto a Shirou de niños, no era posible que fuera él quien estaba en las fotos, ¿sería otro chico de nombre Koiichi que se parecía mucho a él?, entonces entendió todo, por un momento sintió algo de lástima por Shirou, su dolor parecía tan real... aunque eso no justificaba todo el daño que le había ocasionado, necesitaba ver a Yuki y decirle la verdad.

-Koiichi, quédate conmigo... –lo miró suplicante –tu padre ya no esta para separarnos, compraremos esa casita que querías junto al lago, Kameko puede venir con nosotros, olvidaremos todo, sólo pensaremos en nosotros dos y en cuanto nos amamos-

-Shirou...- murmuró viendo el estado lamentable del joven. Parecía no querer afrontar la realidad, sus ojos no eran los fríos y calculadores propios de él, se asemejaba a la mirada de un niño indefenso que temía perder a su ser amado.

Con dificultad llegó hasta el armario y sacó de allí una bata, se dirigió hasta Shirou y cubrió con esta su cuerpo que aún permanecía desnudo. Entonces le sonrió enternecedoramente para calmarlo, quizá así lograse que volviera a la realidad.

-Koiichi...- se abrazó del pelirrosa con todas sus fuerzas, abrigándose con el calor de sus pequeños brazos, sintiéndose después de tanto años finalmente completo –te amo... Koiichi-

Shuichi se limitó a dejarse abrazar, ahora que lo veía de esa manera era probable que Shirou hubiera hecho todo eso sin malicia alguna, dejándose llevar por sus alucinaciones, estaba enfermo y quería ayudarlo, por eso le seguiría la corriente, tendría que hablar con Yuki al respecto para que le ayudase.

Suspiró aliviado, no podía creer que todo este tiempo estuviera celoso de sí mismo, intentaría retomar el camino de la vida que había dejado hace ya tanto tiempo, ahora que estaría con Yuki nada saldría mal.

En ése instante la puerta se abrió de golpe asustando a ambos, unos extraños hombres (en total 2) se adentraron en la habitación, portando armas y amenazándolos con ellas.

-Señor Shirou, es un honor para mi verlo en persona- habló uno de ellos acercándose acechadoramente hasta donde estaban.

-¿Quiénes son ustedes?- Shuichi se puso rápidamente de pie para interponerse entre el hombre y Shirou, no se fiaba de ellos, algo malo se traían entre manos para ingresar de esa manera.

-Pero miren que tenemos aquí- dijo burlonamente cogiendo de la barbilla al chico –es el niño que salvamos la otra vez-

-¡Déjame!- se hizo para tras sin percatarse que el segundo sujeto estaba a sus espaldas.

-No te pongas nervioso, no vamos a hacerte nada que no te guste- dijo aprisionándolo en un abrazo. Shirou reaccionó poniéndose de pie pero inmediatamente el cañon del arma lo estaba apuntando.

-Te mueves y tanto el chico como tú se mueren-

Shirou pareció reconocer a los sujetos y se sorprendió al notar que eran personas que pertenecían a su grupo de hombres de confianza –Kaito, Jun... ¿us... ustedes?- susurró.

-Nos encomendaron una misión, acabar contigo para refundar el clan, ya que has sido incompetente como líder- exclamó seriamente, girándo la cabeza para mirar al pelirrosa que seguía en brazos de su compañero -pero antes de eso vamos a divertirnos un momento-

-Es cierto, el niño esta tiernecito, sería una pena no aprovecharlo antes de enviarlos a ambos al otro mundo- lamió los rastros de sangre seca que tenía en cara consiguiendo una mirada de repulsión del chico de ojos violeta.

-¡Koiichi!- gritó siendo inmediatamente frenado por el frío metal.

-Si no haces lo que te decimos él morirá y lo mismo va para ti niño- recalcó el hombre que amenazaba a Shirou.

-Sabes...- dijo el hombre de pelo claro color azul en el oído del pelirrosa –mi amigo murió defendiéndote la vez en la que te secuestraron, ¿no crees que sería bueno que mostraras algo de gratitud y nos devolvieras el favor?- lamió el cuello del muchacho.

-Déjame, ¡me das asco!- se revolvió en los brazos del sujeto consiguiendo nada más que irritarlo.

-Lo quieras o no, voy a cobrarme- empujó con violencia el cuerpo del pequeño hacia la pared, haciendo que se golpeara la cara en el acto, para luego bajarle rápidamente los pantalones junto con la ropa interior, haciendo caso omiso de todos los gritos del pequeño.

Shirou no sabía que hacer, si se movía un centímetro matarían a Koiichi y si no lo hacía lo violarían frente a sus ojos, apretó los puños con fuerza. 'Maldita sea'.

-¡AHHHHH!- un grito lastimero escapó de la boca del joven de pelo rosa al ser salvajemente penetrado, sintiendo como se le desgarraban las entrañas. El hombre cubrió la boca de este con una mano.

-Shhhh, no grites... si te portas mal va a dolerte peor- advirtió mientras posaba la pistola en su cabeza –que estrecho estas... uhmmm-

Shirou temblaba ante la visión del pequeño siendo ultrajado, vio como la sangre del pelirrosa bajaba por su entrepierna, entonces se horrorizó mucho más.

-¡¡MALDITOS!!- gritó histérico mientras salía corriendo directamente hacia el tipo que sostenía a su Koiichi, de un empujón logró quitar el arma de este, pero oyó como otra de disparaba seguida de un fuerte impacto en su espalda.

Sin importarle el dolor apretó el gatillo reduciendo al hombre de pelo azul, para luego dar media vuelta disparando nuevamente a la vez que recibía un nuevo impacto esta vez en el pecho. Entonces cayó.

Shuichi resbaló por la pared hasta quedar tendido en el piso todo ensangrentado, con un dolor terrible en las piernas y en todo el cuerpo, como pudo se arrastró hasta donde estaba Shirou malherido -¿Shi... Shirou... es... estas... bien?- dijo entrecortadamente.

-¿K-Koiichi... tu... es-estas...bi-bien?- habló dificultosamente, sangre salía por su boca al decir estas palabras.

-Si, pero tu no, debemos llevarte a un hospital- dijo con lágrimas que asomaron por sus ojos. Entonces el moreno extendió una mano para acariciarle el rostro.

-Koii...Koiichi... – cerró los ojos celestes dejando de respirar, Shuichi rompió en llanto aún sujetando la mano de Shirou en su mejilla.

-Mal...maldito... niño... – oyó una voz detrás suyo encontrándose con uno de los sujetos que aún seguía con vida, sin embargo para cuando se dio cuenta de esto su cuerpo ya era atravesado por una bala.

CONTINUARÁ......

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NOTAS DE AMAI (O SEA YO): TT-TT Gomen... pero me voy a llorar a un pequeño rinconcito.....

(Amai rodeada de un aura oscura): No le pude haber hecho eso a Shuichi... ¡a mi Shuichi! Y-Y, estoy pensando que no dormir bien me afecta de alguna manera... oh mi pobre niño es el que paga las consecuencias ;-:.

Gracias por los reviews siempre suben los ánimos amigas, esperen el capítulo 24 que es el final, ¿cómo terminara?, ¿creen que será algo bueno?, ¿un final feliz o uno de tragedia?, ya lo saben, respuestas en el siguiente episodio de "El Camino Perdido" (esto ya parece en verdad una telenovela ¬¬).

Eli-chan1:: Mi queridísima presidenta del club de Shuichi XD, ya sabrás en el siguiente capítulo si tus ruegos, plegarias, etc, tuvieron frutos y afectaron a mi atormentado corazón TT-TT. Gracias por siempre alentarme y decir que eres mi fan N°1, para mi si lo eres ya que has sido fiel al fic desde que se inició, por eso este episodio va dedicado a ti n.n. Nos vemos en el 24, suerte con tu fic también...

Kiam Yukino:: ¿Y quién dijo que iban a ser felices o.O?, ¿Quién dijo que el sufrimiento ya pasó?, ¡si la cosa recién comienza! Muahahaha, no es que sea mala pero ya lo dije muchas veces "El drama sin drama no es drama!" XD. La tragedia esta cerca, si, si, si, he esperado 23 episodios pero ya se viene el final!!! (después de tanto tiempo y sufrimiento con una dosis de locura extra de mi parte), gracias por seguirme en el fic, espero que me apoyen de igual manera en otros proyectos que tengo en mente. Besos, hasta la próxima.

Hikaru Itsuko:: Ya sabes que le dio =D, lástima que las cosas acaben así pero quien sabe lo que pueda pasar al siguiente, mejor espéralo.

Zekhen-angel:: Gracias por el review, estoy de acuerdo, el que siempre termina sufriendo a montones es el pobre de Shuichi, ya sea por X personas o por el mismo Yuki, que mala soy al seguir la tradición XD, lo bueno es que el fic se acaba y ya veremos la culminación de este, podrían haber muchas sorpresas que no te esperabas. Bye bye.

Zoldick Neo Queen:: Pobre Yuki, lo bueno es que ya sabes sus razones además de que esta tan arrepentido como la escritora de este fic u.u. Gracias por leer nos vemos en el siguiente y último.

Dary Kyana:: Jajajaja, con lo mal que esta y encima tú, pobrecita, lo cierto es que ya aclaré las cosas, Yuki no lo hizo por malo, ojalá y todo se arregle, esperemos que si. Lee el siguiente que será el último, sayonara!.

Uriko No Da:: Claro que estaba planeado, con mi cuadernito de notas nada sale al azar!, pero quien sabe a veces te da por cambiar ideas aunque sólo sean para arreglar un poco la trama. Soy partidaria del empate como ya dije, me encantan los dos, ¡si ya me han dicho como amo a Shuichi! (nótese el sarcasmo), como dice mi prima "Eres mala con el por que te gusta?", la respuesta es SI XP. Gracias por seguirme y te debo decir algo, no aseguro que "Vivirán felices para siempre", pero tampoco aseguro que "Todo será tragedia", prefiero dejarlo en incógnita y que lo descubran ustedes, total sólo es esperar hasta la próxima semana =). PD: Las negrillas se las pone revisando el documento cargado, pero según he notado Fanfiction ya permite su uso directo así que si escribes con cursivas o negritas en tu documento inmediatamente se pondrá así. Espero haberos iluminado. Bye bye noda!.

Angeli Murasaki:: Jajajaja, tienes razón me lo repite mi prima a diario XD, pero que se le va a hacer así soy yo =D, además ¿qué sería un fic de drama si todo fuera color rosa?, aunque admito que la mano se me pasa a veces, todo ahora depende del final al que llegué y que pronto leerán. Gracias por el review!.

Tikal-neo:: Inesperado, ne?, estoy segura que tooodas pensaban que el golpe le haría recuperar la memoria, pero no fue así =D (eso ya esta súper trillado ¬¬), quería que Shuichi recordara todo debido al fuerte golpe emocional que le dio Yuki y vaya que sirvió, es bueno tener a mi hermoso cantante de vuelta aunque para mal, no sale de una para entrar en otra Y.Y. ¿Cómo acabará este fic enfermizo?, respuestas en el siguiente y último capítulo. Ja ne.

Angy Kohai:: jajajaja, pobre Angy-chan, espero no provocarte otro ataque de esos, no me lo permitiría, jajajaja. Saludos.

BISHOUJO-HENTAI:: JAJAJA, si que dolió pero ves que le dolió más al pobre de Yuki, sus razones hay que entenderlas, ya que aunque sean extrañas pues son sus razones XD. Siempre es bueno leerte amiga Bishoujo y ¿para cuendo tu fic, ya estos ansiosas por leer más. Sayonara noda y no les des desveladas a los chicos (léase Yuki y Tatsuha)XD.

CHIHIRO:: Siguiendo tus deseos aquí esta el epi, se que soy mala pero espérenme ya sabrán lo que pasará después. Ja ne.

Zafiro:: Juro que no demoraré tanto aunque las vacaciones ya hayan terminado y tenga que ir nuevamente TT-TT, el final ya viene para la semana que viene y quizá tus temores se vean confirmados o negados, mejor que sea una sorpresa, gracias por el review, nos vemos en el 23. Sayonara!.

Ale-Y-H:: Gracias, no se como te leíste con lo largo que esta o.o, gracias me halaga mucho saber que te haya gustado, lástima que ya pronto llegará su final, ¿habrá continuación? Despejaré todas las dudas en el siguiente, adiós no da.

Y agradecimientos especiales a mis amigas del mail:

A Claudia-chan (Sip, me pasé TT-TT, pero ponte en el lugar de Yuki, yo haría lo mismo por más dolor y sufrimiento que me causara eso. PD: Pronto subiré mis dibujos, estoy emocionada!), Palagata (Gracias por seguirme amiga, me alegra que ya estés mejor, espero que el capítulo te haya gustado), Natalia (le dieron a Shuichi!!!), Mika Sakuma (Gomen Nasai, ya tenemos a Shuichi de vuelta y pasa esto!), zzagide (jajaja, me gustó esa comparación, muy buena), Selpelin (Gracias por esas palabras amiga, me haces sentir extraña pero súper emocionada), Tifanny-chan (Ya esta lo que Yuki vio, ya lo sabes al igual que todas), chibigirlhentai (Se que vas a asesinarme), Pares (Pobres de los dos, espero darles tregua), pricesserenity (Muy buenos tus fics, me encantaron, deberías subirlos aquí en Fanfiction) Norikokuchan (Como ya le dije a Claudia-chan... ¡Pronto voy a poder mostrarles!), Cristal-san (Pasó y pasó, yo no quería, ni Shuichi pero no pudimos hacer nada al respecto), Frida-chan (Gracias, se viene el final al próximo!), kaoruko (Tendré un fic nuevo, espero me apoyes también con ese), Samanta (Gomen pero no he tenido tiempo para enviarte el 2 pero el sábado o lunes te lo envío si o si) y a Clari-chan (Espero haberte ayudado, y te enviaré el mismo correo que a Samanta, así mato dos pájaros de un tiro, cuídate)

Tadaaaaaan!!! La ya conocida y famosa FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ [=D]: Escritora presionada con montón de reviews = ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez! (Ya sólo queda uno Y-Y, gracias por seguirme y no olviden dejar un review, ¿si?)

Otro viernes y otro episodio arriba, como ya fui repitiendo a lo largo de los reviews ya sólo le queda uno para terminar asi que por nada del mundo se lo pierdan, lo escribí hace tiempo y ya está sólo hay que hacerle unos cuantos arreglos, nada trascendental. Nos leemos en el 24, gracias por leer, sus comentarios me hacen feliz, cuídense mucho. Bye bye na no da!!!.