Nuevamente reunidos, partieron por medio de barco para ir a Yintos, se habían encargado de acabar con los enemigos que encontraron en el camino y de ese modo solo faltaba un último asunto del cual encargarse. Kanno logró preparar embarcaciones para partir al territorio enemigo.
- Parece que ya están todos. – Expresó Ronnie revisando que nadie faltara. – Podremos partir pronto.
- Es bueno saber eso. – Respondió Sagiri. – Por suerte no habrá más enemigos que nos estarán persiguiendo de ahora en adelante, eso me recuerda… ¿Qué sucedió con la prisionera que interrogaron?
- Sobre ella… digamos que Esdeath hizo un trabajo impecable como siempre… - De solo recordar lo que le hizo a Alissa, él estaba bien agradecido de haber estado en el lado bueno de la otra general del imperio.
"Flashback"
Era una sala oscura y sin ventanas, siendo únicamente iluminada por un solo bombillo intermitente que colgaba del techo, en ese mismo sitio se encontraba amarrada a una silla Alissa, luego de haber sido derrotada por los demás, acabó siendo capturada, a pesar de todo ella mostraba signos de resistirse, aunque quiso intentarlo, estaba bien amarrado y le habían quitado tanto su teigu como otras armas.
- Maldita sea… no puedo escapar, general Kayzo… le he fallado… - En ese momento se abrió la única puerta de ese sitio, entrando dos personas las cuales ella vio. – Ustedes…
- ¿Cómo están las ataduras? Seguro que demasiado apretadas. – Esdeath sonrió de forma burlona. – Las hice con la intención de lastimar tus manos si intentas liberarte, han de estar bien quemadas ahora tus muñecas.
- ¡Maldita, no importa lo que me hagan, no diré nada por respeto al general Kayzo! – Ella se mostraba muy desafiante al respecto, eso solo lograba alimentar más las ansias de Esdeath para empezar con la interrogación.
- Esdeath, recuerda que debemos hacer que hable, no hay que dejarla en un punto donde no pueda hacerlo. – Comentó Ronnie a su lado.
- Descuida, sé lo que hago, muy pronto tendremos la información que queremos saber. – Se acercó a Alissa. – Entonces… ¿empezamos con la diversión? – En ese momento trajo lo que era una caja la cual contenía herramientas y dejó sobre una mesa a un costado, Alissa solo podía observar lo que iba a hacer, abriéndola.
- ¿Qué vas a hacerme? Aunque será una pérdida de tiempo. – Desafió Alissa, Esdeath no expresó nada, en vez de ello lanzó un puñetazo al rostro de esta, haciéndola sangrar. – Hija de puta…
- Seguro ahora mismo te muestras segura pero dentro de unos cuantos segundos estarás rogando por piedad. – Tomó algo de la caja. – Es sorprendente de la cantidad de herramientas que han inventado a lo largo de estos años, la mayoría sirven para la construcción pero tienen otros usos, por ejemplo, esto a lo que llaman alicate.
Tomó una pinza la cual tenía un mango de plástico y parte de metal que sirve para apretar tornillos, Alissa solo pudo ver esta mientras Ronnie empezó a desatar una de sus manos.
- Eres idiota si me desatas. – Ella quiso aprovechar y atacar al castaño con su brazo liberado pero este la sujetó antes de que el puño impactara su rostro. - ¿Qué?
- No cometas un error frente a los dos generales del imperio. – Comentó Ronnie con rostro serio, la peliazul de Yintos solo pudo gruñir.
- Maldito… - Ronnie obligó a colocar su brazo sobre la mesa en aquel momento, sujetándolo de modo que ella no pueda librarse. - ¿Qué diablos me vas a hacer?
- Jeje ¿estás emocionada por empezar? No sabía que te gustara tanto la tortura. – Esdeath sonrió, sujetando la mano de Alissa. Esta solo podía ver mientras le sujetaban uno de sus dedos y sostenía el alicate.
- Q-Que harás… - Esdeath sonrió de forma malvada.
- Empezar la diversión. – Sujetó este con el alicate en ese momento, envolviéndolo completamente. – Hagamos un trato, por cada pedazo de información que me des respecto a tu reino, sea tu general, la geografía… o mucho mejor, su fuerza militar.
- Estás loca si piensas que te diré algo sobre nuestro reino, yo nunca venderé a mi general y a mi patria por mucho que me tortures.
- … Ok, primera respuesta equivocada, empecemos. – Apretó el alicate, comenzando a retorcer el primer dedo de Alissa la cual empezó a gritar debido al dolor.
- ¡Maldita sea, eso duele, por favor, no sigas! – Comenzó a rogar pero Esdeath no obedecía, su sonrisa maniaca se hizo presente al seguir doblando su dedo de modo que no era antinatural su posición, se veía hasta el hueso, al terminar, Alissa estaba respirando agitadamente, su dedo le gritaba de dolor puro.
- Entonces… ¿hablarás ahora?
- N-No… vete a la mierda…
- Segunda respuesta equivocada, ahora vamos con el pulgar, dicen que el dolor es tan agudo cuando te lo doblan que será gratificante. – Los ojos de Alissa se achicaron.
- ¡No, por favor, todo menos eso! – Comenzó a gritar de la desesperación al sentir el alicate apretar su pulgar y empezar a doblarlo. - ¡Nooooooooo!
- Entonces ¿vas a hablar? – Preguntó Esdeath, a ese punto Alissa había empezado a llorar, su primer dedo estaba destrozado y no iba a soportar otro, pero por el otro lado, no quería traicionar a Yintos, a Kayzo del cual ella está enamorada, no se lo perdonaría, así que… por mucho que le pesara, iba a resistir.
- Nunca… lo haré…
- Muy bien, que se venga el segundo dedo. – Y empezó a doblar el pulgar, sacando otro grito desgarrador de Alissa, Ronnie solo podía observar a un costado, eso parecería suficiente para desmoralizar a cualquiera pero él conoce y acepta todo lo que conforma su esposa, y como general, también debe estar presente para obtener esa información, con el paso del tiempo se ha vuelto inmune a los métodos tan mórbidos de tortura que realiza Esdeath. El pulgar ahora lo tenía destrozado y totalmente morado, ella buscaba resistir el gritar, mordiendo sus labios tan fuerte que empezaron a sangrar. – Que sorpresa… has resistido.
- Maldita… yo… nunca voy a traicionar a Yintos… no importa cuánto me tortures… - Apenas y hacía el esfuerzo por hablar, Esdeath solo pudo soltar un suspiro.
- Entonces no hay caso… destrocemos todos tus dedos.
- ¡No, todo menos eso! – Las quejas de Alissa sirvieron de poco cuando la peliazul comenzó a doblar todos y cada uno de los dedos de ella, dentro de esa sala solo se siguieron escuchando los gritos desgarradores de esta al tener todos sus dedos completamente rotos, al final estos quedaron morados y ella se había desmayado en cierto momento.
- Parece que no dirá nada más. – Comentó Ronnie, viendo que las pupilas de Alissa estaban blancas.
- Entonces lo dejaremos aquí. – Guardó el alicate. – Esta mujer sí que se hace de rogar, no dijo nada.
- Aún tenemos otros días para intentarlo, en algún momento deberá hablar sobre algo, sí es que desea salir viva. – Respondió Ronnie.
- Eso es verdad… me siento satisfecha de algún modo, hace tiempo que no castigaba a alguien de una forma tan satisfactoria, deberían llevarme más presos para torturar, Ronnie ¿harías eso por mí? – Le puso ojos tiernos, el castaño soltó un suspiro.
- No siempre podemos hacer eso, igual debemos guardar ciertas apariencias. – Esa respuesta causó que ella hiciera un puchero.
- Eres malo… supongo que mañana deberé continuar, deseo hacerlo hasta que no quiera más. – Soltó una risa malvada, Ronnie solo podía esperar a que ella finalmente hable, si no es que desea morir a manos de la tortura de su esposa.
"Fin del flashback"
- Por ahora, digamos que ella sigue viva pero acabó totalmente destrozada mentalmente que no volverá a hablar, o quien sabe. – Terminó de relatar el castaño, Sagiri se abrazó a sí misma, teniendo escalofríos.
- En ese aspecto, agradezco haber estado en otro grupo, respecto a la que capturamos, igual la tenemos encerrada sin nada para hacer y pusimos guardias femeninas ya que le sería fácil escapar si fueran hombres, igual está tan lastimada que no puede moverse.
- Sí que pasamos por mucho durante este viaje.
- Pronto zarparemos, pónganse en sus posiciones. – Se dio el aviso, los dos fueron al barco, ahí estaban Kanno y Akame.
- ¿Todo listo? – Preguntó el emperador, ambos asintieron. – Entonces no hay que decir nada más, es momento de ir. – Sintió a la pelinegra sujetar su mano. - ¿Te sientes preparada?
- Claro. – Respondió Akame, mirando al frente. – Vamos a terminar con esto.
- Muy bien… ¡Leven anclas, vamos!
Comenzaron a levantar las anclas y el motor de los barcos se activó, comenzando a navegar por las aguas luego de salir del puerto y con su camino hacia Yintos, lo que les esperaría en ese viaje se esperaba que fuera tranquilo.
EL viaje por los barcos ha estado tranquilo para todos, no se ha encontrado algún tipo de problema al respecto durante el trayecto más que solo unos malestares menores.
- Ugh… - Mine estaba recostada a un costado mientras tenía el rostro morado, Tatsumi se mantenía a su lado. - ¿Por qué este barco debe moverse mucho?
- No me digas que sufres de mareo con facilidad, sigues siendo una niña~ - se burló Chelsea, sacando un gruñido de la pelirrosa.
- Maldita… si pudiera levantarme, yo… - Nuevamente le llegó, corriendo rápidamente a la orilla para soltarlo todo, Tatsumi solo pudo ver con lastima a su esposa.
- Chelsea, no deberías jugar así con ella. – la pelicanela se hundió de hombros.
- No podía resistirlo, pero bueno, es normal que la gente que no está acostumbrada a viajar en barco tenga estos problemas.
- No se ve que te afecte. – Chelsea sonrió por debajo.
- En mi antiguo grupo, solíamos viajar por barco para las misiones, era algo normal, por eso estoy acostumbrada…
- Oigan, ustedes. – Leone llegó con una botella de cerveza. – Hay que aprovechar el viaje y celebremos.
- Ugh… cerveza… - Mine volvió a vomitar en ese momento.
- Lo siento nee-san, pero voy a quedarme a cuidar a Mine, necesita alguien que esté a su lado. – Respondió Tatsumi, la rubia lo entendió.
- Te has vuelto un gran hombre Tatsumi, hasta incluso estoy celosa de Mine al saber que vas a cuidarla. – Eso causó que Tatsumi se avergonzara un poco.
- B-Bueno… es lo que debo hacer como esposo, así que si van a hacer una fiesta, que se diviertan.
- Muy bien, eso lo respeto, me alegra ver que ese joven haya crecido. – Leone sonrió, agarrando a Chelsea del cuello. – Entonces, tu señorita, vamos a beber.
- Ugh… parece que de esta no puedo librarme, Tatsumi~ sálvame~ - Le rogó al castaño pero este ya se había ido con Mine. – Oh no, auxilio~
- Jeje, vamos, hasta desmayarnos. – Y se la llevó a beber. En otro lado estaban Kanno junto a Akame, así como Wave y Kurome.
- ¿Cómo ha sido el reencuentro con sus demás compañeros? – Preguntó el pelinegro, ambos sonrieron.
- Es bueno saber que están a salvo. – Respondió Wave quien estaba tomando un poco de té. – Nos sorprendimos un poco al saber que Bols se había retirado.
- Pero era de esperarse, ya está viejo y tiene una familia la cual cuidar. – Comentó Kurome. – Su hija está estudiando para ser enfermera ¿no? – Akame asintió.
- La vemos a menudo en el hospital cuidando a los soldados heridos, ya parece que pronto terminará sus prácticas y será una enfermera certificada. – Respondió Akame, eso alegró a ambos.
- Debemos hacerle una visita un día de estos, seguro se alegrará de vernos. – Sugirió Kurome, Wave asintió.
- Cuando acabe todo esto, llegaremos a verlo y hablar sobre todo lo que ha sucedido en estos diez años. – Al menos los dos llegarían a reconectar con aquellos quienes estuvieron separados durante un tiempo, Kanno y Akame se veían alegres por eso.
- Este tiempo ha sido bueno para poder hablar y parece que los demás también se están relajando. – Akame asintió a las palabras de su esposo.
- Así es, es bueno tener un periodo de paz antes de la batalla que está por llegar… - En ese momento tocaron la puerta, Seryuu entró.
- ¿Ya terminaron? La general Esdeath tiene algo preparado para ustedes dos. – Señaló a Kurome y Wave, los dos asintieron.
- Nos tenemos que ir, que sigan disfrutando su tiempo. – Se despidió Wave a los dos, ya al salir, siguieron a la pelinaranja hasta la cubierta, ahí estaba la peliazul junto a Run y Cosmina, ella tenía su espada apoyada.
- Ya están aquí, ahora… - Golpeó ligeramente la cubierta con su espada. – Siéntense.
- Esto… claro… - Al ver el semblante tan serio de Esdeath, ambos pensaron que estaba molesta, y era mejor no hacer nada equivocado al estar de esa forma, ya estaban sentados de rodillas, ella sonrió de forma confiada.
- Muy bien… entiendo bien que ambos decidieran hacer sus vidas y realmente estoy feliz de verlos nuevamente… pero eso es una cosa, como soldados de los Jaegers, los dos abandonaron su puesto y huyeron durante muchos años, no crean que eso pasará sin un castigo adecuado. – Los dos tragaron saliva.
- Esto… general Esdeath, creo que por causa de nuestro reencuentro es mejor si dejamos esto de lado ¿no? – Preguntó Wave pero ella pisoteó la cubierta con fuerza, agitando un poco el barco, él sintió escalofríos recorrer su cuerpo.
- Wave~ seguro recuerdas muy bien este castigo, espero que los años no hayan atrofiado tu cuerpo y en cuanto a Kurome, tú tampoco te librarás.
- S-Sí… - La pelinegra sabía a lo que se estaba refiriendo, puesto que vio los castigos de Wave antes pero ahora ella igual los sufriría, en ese momento se trajo las planchas de acero.
- Ahora, si intentan correr o quitárselos, sufrirán un castigo peor, aquí van. – Y empezaron a colocar las planchas sobre las rodillas de ambos, sintiendo la presión y el dolor.
- ¡Ah, ha sido tanto tiempo que es nostálgico! – gritó el epliazul.
- ¡No es momento de recordar, por favor, Run, ayúdanos! – Le rogó Kurome con ojitos al rubio pero este se limitó a sonreír.
- Lo siento Kurome-san… pero valoro mi vida. – Eso trajo rayas de pesimismo a la pelinegra. Esdeath volvió a colocar otra placa mientras ambos resistían y ella reía de forma maniaca.
- ¡Muy bien, otras cinco placas más y están perdonados! – El resto de los Jaegers solo podían ver a los dos sufrir, ya estaban acostumbrados después de todo. Un tiempo después, el castigo finalmente terminó, ambos tenías las piernas totalmente adoloridas.
- Así que esto sufrías Wave… nunca más volveré a burlarme al respecto. – Comentó Kurome.
- Bueno… era el pan de cada día. – Ya ambos se levantaron y Esdeath se acercó a los dos.
- Bien hecho, con eso… son parte de los Jaegers nuevamente. – Los miró con una sonrisa. – Por favor, nunca más vuelvan a desaparecer, somos un equipo, una familia y si uno se va, el resto lo siento, así que… no lo hagan de nuevo… - Los dos sonrieron.
- General. – Wave empezó a hablar. – Ya nunca más nos iremos, Kurome-san y yo realmente le estamos agradecidos por todo lo que hizo por nosotros y queremos pagarlo, ahora sí de la forma correcta.
- Es cierto, estamos juntos en esto y los Jaegers fue la primera familia que tuvimos, así que general, queremos seguir siendo parte si lo permite. – Los dos agacharon sus cabezas, la peliazul se mantuvo seria durante unos segundos para luego sonreír.
- Ustedes ya son parte de los Jaegers, y lo seguirán siendo, así que manténganse a nuestro lado. – Los dos levanatron sus cabezas con sonrisas en sus rostros, entonces saludaron.
- ¡Por supuesto, general!
- Excelente… - En ese momento ocurrió algo, el barco comenzó a agitarse.
- ¿Qué sucede? – Preguntó Lubbock que salió de repente, todos ahora estaban en cubierta en ese momento.
- ¿Qué pasa con los barcos? – Preguntó Kanno a Ronnie.
- De repente la marea comenzó a agitarse, pero no es normal. – Respondió, algo lo estaba ocasionando, en ese momento se reveló la fuente.
¡ROOOOOAAARGH!
- ¡Aniki! – Tatsumi vio al dragón que es Bullar sobrevolando los cielos del mar, por encima se encontraba Aaron.
- ¡Ustedes, no van a seguir, ya que voy a matarlos a todos aquí y ahora, hundiré sus barcos, ahora mi dragón, acábalos! – Este volvió a rugir con fuerza.
- Hay que liberarlo. – Señaló el castaño, Kanno asintió.
- Es nuestra oportunidad, si no lo detenemos, destruirá los barcos, así que es nuestro trabajo defenderlos, hay que evitar que continúe… salvemos a nuestro amigo.
- ¡Sí! – Respondieron todos encarando a la criatura. No esperaban pelear en altamar pero para lograr liberar a Bulat, tenían que hacerlo, ellos contra Aaron, una dura batalla estaba a punto de empezar.
Ninja Britten 11: Najenda no perdió la confianza en Lubbock al menos y así otra enemiga ya cayó, con todos reunidos, el viaje al final empieza.
Este cap estuvo más tranquilo, relatando algunas cosas, un poco más en Wave y Kurome que vuelven con sus antiguos compañeros y al final llega otra batalla dura, ya es momento para enfrentar a Bulat y si pueden liberarlo, a ver como sucederá todo, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
