Lala Lulu: Hola! Jajaja creían que no llegaría, pero llegué. Ningún ataque sorpresa Asgardiano iba a detenerme Muuuaaajajaja, tengo back ups de mis historias hasta en jeroglíficos y tablas de bambú XD. Pero en éste capítulo ha llegado el momento de la verdad ¿Hay o no un mini Legendario en camino? ¿Habrá boda o es el fin para el BroMina? Algo muy inesperado organizan los Reyes. Veremos un poco de Vegeta vs Tarble. Y Ayyy… Raditz ése ataque no te lo esperabas ¿Verdad? XD ¡A darle a la lectura!

¡Advertencia! Si ya has leído mi historia anterior sabrás que yo no escribo Lemon, sino Smut, mucho Smut. Smut es sabrosura primero, explicaciones después. Así que esto es para adultos ¡Porque soy una maldita pervertida!

No me pertenecen los personajes, son Creaciones de Akira Toriyama y Naoko Takeuchi. Hecho por un fan, para algún otro fan que ande dando vueltas por la Vía Láctea…

Capítulo 17

Serena y Vegeta se encuentran en la Sala de Estar que está cerca de sus habitaciones, desayunan al alba. Anoche la actividad íntima fue reducida, pero no menos satisfactoria.

—Anoche debimos dormir y ya… —Vegeta la espía por el borde superior del libro. —Te haces la fuerte, pero el tamaño Saiyajin—

—Jaja… —Serena bosteza, no piensa dejarlo ganar. —Sí. Quién diría que a pesar de tu altura eres XL. Eso no es normal, es demasiado grande… Debe ser proporcional… —Se sirve más café, lo pica un poco, por siempre hacer comentarios de que ella es débil.

Cierra el libro algo agresivo. — ¿A qué te refieres? —Le frunce el ceño ¿Le acaba de decir deforme?

—Pues digo, que lo escondes muuuy bien en ése traje ajustado. —Serena sigue con sus chistes. —Ahora comprendo porqué me desmayé la primera vez. Jajaja —Se tapa el rostro muy roja, le parece raro, la mayoría de los hombres estaría presumiendo del tamaño de su polla. Un tamaño XL además.

—Ya te lo dije, la primera vez estaba en verdad preocupado. Eres menudita y débil. —La escucha seguir con sus risas. Deja el libro muy violento, su mirada depredadora se enfoca en ella, la hace dar un salto, deteniendo sus risas burlonas. Se inclina un poco amenazante. —Más te vale mantener tu arrogancia en pleno acto sexual. —Con voz grave acepta el desafío y sube la apuesta. Serena le da una pequeña cachetada por atrevido, él la acepta con todo gusto, y sigue leyendo.

Frotas sus ojos, está somnolienta, pero quiere acompañar a su amiga. —Mmm ¿Por qué estás leyendo un libro de Cuentos? —Serena se aferra a su taza de café y le habla a Vegeta.

Cierra el libro. —Lo siento, no era mi intención trabajar en la mesa. —Muy diplomático le responde. —Sólo es por curiosidad ¿Sabes tú de ésas leyendas?

Serena se encoge de hombros. —Pues, nos lo enseñan como puros cuentos, que era descendientes de Dioses o algo así. Recuerdo hay una canción de Cuna sobre la Diosa de la Luna, pero nada serio.

—Bueno tendría sentido ésas historias, por los humanos que nacen con habilidades especiales. —Vegeta le explica. —Hubo un tiempo, luego de que mataron a las Sailors Scouts, que se ejecutaban a los que tuvieran "poderes". Quizás temían que se armara un nuevo grupo de Scouts; aunque la razón es obvia ¿Por qué dejaron de buscar y matar humanos con habilidades?

Serena levanta una ceja. —Hmmm ¿Por qué dejaron de matar? —Piensa para sí misma. —Quizás ya no representaban un peligro, tal vez no hay nadie más poderoso que un Saiyajin en éste Planeta.

Vegeta frunce los labios, bebe su taza de té, es muy buena reflexión. —Entonces, me hace pensar ¿Era lo mismo Terrícolas con poderes que éstos Scouts? ¿Qué tenían ellos que los otros no? Mejor dicho, ellas… —Le muestra y hay dibujos de figuras femeninas.

—Entonces quizás sí eran descendientes de Dioses o algo así. Mataron a toda su familia y su Linaje desapareció. —Lo ve muy curioso y pensativo, toma su mano. — ¿No has encontrado más información que ése libro?

—Bardock tiene el otro. Pero es como tú dijiste, parecen cuentos. —Entrelaza sus dedos con ella, suspira al verla tan cómoda a su lado. —Siquiera hay fotos o una imagen clara. Me intriga saber cómo los Saiyajin se deshicieron de estas Guerreras, en especial porque fue mi Padre y su Escuadrón quienes se infiltraron y lucharon contra ellas.

—Es obvio que como te llevas mal con tus padres, no puedes conseguir nada. —Serena recuerda a su hermano, lo ha visto de lejos y en la cena parecía alguien serio y callado. —Vegeta… Siempre me hablas de tus padres pero ¿Tu hermano? ¿Te llevas igual de mal? —Vegeta suelta su mano, su ceño siempre está fruncido, pero ahora puede notar cuando está enojado. Antes de que él se queje, Serena levanta una mano para detenerlo. —Lo digo porque, él puede conseguirte algún archivo o información de hace 30 años.

Vegeta se recuesta en la silla y mira por la ventana. —No. Yo no me llevo bien con mi hermano tampoco, si es eso lo que quieres aclarar o donde lleva la conversación. —Entrelaza sus dedos. —No te he hablado de él directamente. Quizás eso te haga pensar, que no es tan culpable como lo fueron mis padres. Pero para mí es tan traidor como ellos.

—Entonces él sabía y ayudó a tus padres, no parece—Serena salta con el movimiento brusco de Vegeta, se cubre la boca.

Vegeta se levanta de su silla, presiona la mandíbula. —Nunca lo hubiera sospechado. Pero cuando volví de Yadrat, lo primero que hice fue ir a verlo. No me creyó nada. —Cierra los ojos y lo recuerda como ayer. — ¡Nada! —Sacude su puño reviviendo la rabia. Las manos de Serena se apoyan en su espalda. —No digo que yo fui un "hermano" para él o que en cierta forma no lo mereciera. Siempre lo traté como la mierda y lo excluía como un Guerrero de Tercera. Fue obvio para mí en ése momento, que el aprovechó la oportunidad para tomar el trono, desquitarse de mi poniéndose del lado de mis padres.

—Si es como tú dices, entonces él se desquita contigo. Y además me imagino que en ésa época, estabas cegado por el poder de Majin. —Lo escucha gruñir. — ¿No has intentado hablarle ahora más tranquilo?

—Mi relación, no es como la relación de "hermanos" que tú ves en Kakarotto y Raditz, ni siquiera de compañeros de entrenamiento. —Saca el pecho se voltea a verla muy serio. —Somos simples piezas en un juego de poder, no somos una familia. —Termina con tono duro.

Serena recuerda que algo parecido le dijo Rei, baja un poco la vista. —No quería enojarte. Sólo quiero conocerte mejor, saber todo de ti.

La toma del mentón para enfocar sus ojos azules. —No era mi intención regañarte o pelear. —Respira hondo, ella no tiene malas intenciones, por más que lo enoje hablar de esto. —Sé que tú lo haces, porque ves a los lazos sanguíneos como algo emocional. Créeme Serena, así como te pido que te cuides de los Reyes, cuídate de mi Hermano. Él es el arma más importante de mi madre, para seguir en el poder y asociarse a King Cold.

Serena asiente, se refugia en su pecho. —Jaja, también me relajas. —Se para de puntitas y le deja un tierno beso. —Buena suerte para pedir tu audiencia ¡Oh!

Vegeta se aferra fuerte a ella. —Grrr… Si no me pusiera como el carajo que te acerques a ése nido de víboras, te llevaría conmigo. —Aspira el olor de su cabello, le gustaría estar siempre sumergido en ése alivio que ella representa.

Serena busca su pechera, lo ayuda a ponérsela y le da un golpecito amistoso. — ¡Valor Príncipe Saiyajin! —Serena también, sale con muchos ánimos de enfrentar lo que sea. En especial para enfrentar con Mina lo que sea.

Ya acompañando a Mina, caminando en el pasillo que da al área médica que están instalando con Gure. Doblan en la esquina y ahí está Broly, tiene un ramo de flores blancas y se queda en silencio, hace una especie de reverencia.

Mina muy orgullosa tuerce sus gestos. —Élite Broly. —Con mucho desdén avanza al consultorio. Ve el ramo y lo toma zamarreándolo.

Broly deja las cejas en alto, en verdad no alcanzó a preguntarle a nadie más si las flores eran buena idea, simplemente le siguió el hilo a Nappa. Pero apenas se lo dijo, buscó por toda la ciudad una florería. Camina con ella adentro y al no ser echado se queda parado.

—Broly ¿No quieres sentarte? —Serena le ofrece.

—No por favor, siéntense ustedes. —Se queda esperando a que la atiendan, ve que toman una muestra de sangre. No sabe si Mina va a ofenderse, si pregunta por la mano. Quedan en silencio esperando los resultados.

—Las flores se ven lindas. —Mina habla, pero parece hablarle a la nada.

—S-Sí, son difíciles de conseguir. Mucho frío. —Broly rasca su nuca, la espía un poco por el rabillo del ojo. —Te quiero pedir perd—Mina levanta una mano deteniéndolo.

—Esperemos a estar solos. —Mina le asegura, Serena le da un empujoncito. En verdad no quiere hacer volar muy alto las esperanzas de Broly.

Ami se sienta junto con Switch. — Hm, hoy Gure está en cama por un resfrío. Así que seré yo quien te cambie el guante de la mano. —Ami muy seria sigue, quiere hacer sufrir un poquitito más a su amiga la pervertida. Toma el papel con los resultados, lo lee y mira a Broly y a Mina. —Haaa… —Cierra los ojos con desilusión. —Que esto les sea una lección, no pueden tomarse las cosas a la ligera. No sólo porque es un área de trabajo y donde se come no se…Grrr ¡Es un bebé maldita sea! ¡Es una vida para hacerse responsable! —Sacude su puño todos quedan en silencio, no sólo la pareja se siente regañada. Resopla como un caballo luego de descargar su coraje. —Es negativo, no estás embarazada. —Todos jadean hacia adentro. —Y tendremos que cambiar la píldora anticonceptiva que has estado tomando, puede que sea eso lo que atrasó tu período. Por lo menos eso indica tus niveles hormonales.

Serena le da unas palmaditas a Mina para que se alegre. —Ahora podré matarte por chismosa. —Le sisea al oído muy amenazante.

En el momento que escuchó la noticia, se sintió un poco más tranquilo. Sin embargo mientras la procesa, sospecha que quizás Mina no quiera saber nada con él. —Gracias Doctora Mizuno. —Broly muy respetuoso lo dice, mueve sus labios de un lado al otro pensando. — ¿Puedo quedarme a ver cómo cambian su vendaje? —Está preocupado por la herida en la mano de la rubia.

Luego de los regaños de su amiga, Mina admite que se siente más tranquila. Al menos un tercero no sufriría por un error de borrachos. Puede que sí haya pasado como recuerda, que se quedaron desnudos y dormidos. Abre grande la mirada cuando sacan el guante. —Qué extraño… —Observa su mano un poco inflamada y entumecida, pero ése dolor cortante parece haber desaparecido.

—La estructura ósea de los Terrícolas es más fina que los Saiyajin, los nutrientes del guante, entran por los poros y aceleran la cicatrización. —Switch explica. —Ahora éste guante es de gel, no es rígido como el otro. —Mira atento mientras sacan radiografías. —De todas formas es la primera vez que se usa con su especie, es extraño ¿Usted suele sanar muy rápido?

Mina se encoge de hombros. —Es la primera vez que me parto un hueso. —Está sorprendida, pero cree que es porque sus huesos son muy, pero muy finos, en comparación de un Saiyajin.

— ¡Jummm! Espero que tengan los tanques listos, porque seguro le parto un par de huesos más. — Serena se cruza de brazos.

—Sí Señorita Tsukino, no sólo estamos equipando todo para un Saiyajin. —Switch le asegura. —Estamos usando a la Señorita Ami para calibrar los tanques.

Ami se había quedado en silencio mirando las radiografías de Mina, le parece extraño. Pero sacude de inmediato sus sospechas. —Huesos finos ¡Hasta ésa suerte tienes! Así que por favor, come menos chocolates por un tiempo. Una dieta liviana y… —Se acerca con una caja, se la aprieta en el rostro de Mina. —Con-do-nesss. —Ami presiona los dientes.

—Por supuesto, por supuesto. —Mina sacude la mano, se guarda la caja. Tiene varias, pero nunca está demás.

—Estás en ayuno, seguro quieres desayunar. —Serena mira la hora, no sabe si podrá acompañarla, debe ir con Milk.

—Yo la acompaño. — Broly se ofrece, Mina sigue sin mirarlo a la cara. —Si quieres, sino eh… Quiero hablar.

Mina duda, mira a sus espaldas, los fisgones se hacen los tontos y revuelven cosas en la sala. —Quiero ir afuera, hay una casa de té… —Mina sale con la nariz en alto, ése lugar es caro y aunque no podrá comer todas las delicias que quiere. Broly se lo debe por lo de la mano.

—La traes muerta Broly. —Serena le susurra, le da el ramo y lo empuja para que la acompañe. Lo alienta con su abanico.

El Legendario se pone rojo hasta las orejas, da una reverencia a la Mujer del Príncipe y sigue a Mina.

Serena acepta la reverencia, cree que es la primera vez que lo hace. Toma aire, hoy por la tarde debe ver protocolo con Rei.

Entrando a la Sala de Estar del Rey, el Príncipe Vegeta no se niega ni discute que lo revisen junto a su séquito antes de entrar.

Los Soldados dudan un poco antes de revisar al General. Bardock estira los brazos resignado. —Ya, ya. Sólo cuidado con mi trasero.

—Jaja, no los culpo, es lindo. —El Comandante se ríe un poco.

Hasta Vegeta se tira un poco hacia adelante por el chiste. Se enderezan al ver, mejor dicho al sentir algo extraño. Muchos están en sala. No sólo el Séquito del Rey y la Reina. Entran y las reverencias no se hacen esperar.

— ¡Su Alteza, El Príncipe Vegeta!

Escuchan el anuncio oficial, como si fuera una especie de Evento. — ¡Hijo! —La Reina se acerca sonriente, está vestida con un Hanfu de color dorado, con un abrigo de piel. —Estábamos por llamarte, pero ya que estás aquí. —Le muestra la gente.

—…Hijo. —El Rey Vegeta le habla. —Son las esposas de los Coroneles de los cuatro cuadrantes, y éstas son sus hijas. Guerreras Saiyajin. —El Rey Vegeta sonríe, su primogénito parece estar a punto de estallar en ira como siempre. —"Anda maldito ¡Hazlo!"

Como si el asco de escucharlos llamarlo hijo no fuera suficiente, tiene que soportar esto. Respira hondo. —"Serena…" —De pronto es más que alivio, es una sonrisa enorme la que se dibuja en su cara. Tanto que hasta él se da cuenta de cómo espanta a sus padres. —Bien, solo me hubiera gustado que me informaran primero. Ya saben, protocolo.

El Rey Vegeta siente que ya no puede ganar, porque los movimientos de lucha de su hijo son distintos. Ya no comprende qué hacer o cómo. Deberán apelar a que el Heredero rechace a las hembras, así ganarse a los Coroneles en su contra. —Hijo ¿A qué venías?

Vegeta observaba alrededor, veía a Caulifla entre las Guerreras. Pone los ojos en blanco y disimula. —A lo que dije Majestad, Protocolo. —Saca el pedido de Audiencia Oficial.

—General… —Uno de los Coroneles le llama la atención. — ¿Qué opina? Son buenos partidos y formidables.

Bardock asiente. —Sí, más que un harén o un concubinato, están para armar un escuadrón.

—Oh Bardock, me pongo celoso ya sabes. —Nappa corta la conversación, el Coronel se va con risas nerviosas. —Jejeje. —Comparte las risas con Bardock.

—Sí, no creo que "puedas" General. —Selypar comenta.

—Ah, Majestad. Mi Reina…—Nappa la saluda con algo de sarcasmo. —Su novia y yo estamos satisfechos, créame que sí puede. —Nappa oscurece la mirada, cuanto odio siente. Pensar que eran compañeros de escuadrón hace tiempo, él le confiaba su vida y viceversa.

Todos tienen su atención en Bardock y Nappa. — ¿Q-Qué? —La Reina no comprende. — ¿Una Amante?

Bardock aclara fuerte su garganta. —Pareja. —Levantando el tono. —Tengo una Pareja. Es una hembra muy fuerte y… —"¿Siento la cara prendida fuego?" —Es maravillosa…

La Reina aprovecha que no son el centro de atención y dibuja su mejor sonrisa, sigilosa va junto al Príncipe, sólo para confirmar —Hijo.

Vegeta voltea brusco la cabeza, no por el tono de su madre, sino porque lo tocó en el hombro. Le pide hablar unos momentos y la sigue. —Majestad. —Se queda parado en la oficina de su madre, no toma asiento por más de que se lo ofrece. —Estoy apurado.

—Creo que podrías quedarte y ver alguna candidata. —Selypar sonríe enorme. —Sé que quizás tu salud no te acompañe. —Se señala la cabeza con el índice. —Lo organizamos apurados, porque hay rumores. Rumores muy fuertes, de que tomaste a una Favorita y que es mucho más que eso. Los Terrícolas y algunos representantes de otros Planetas, nos escribieron preguntando. Nosotros negamos todo.

— ¿Sí? ¿Te lo contó un pajarito vulgar de cabello teñido?—Vegeta le pregunta, la hace saltar. —Deberían estar felices, todo esto debieras hacerlo para Tarble, no para mí. Estaría a sólo un paso ¿Qué la detiene Majestad?—Fija sus ojos en ella.

Ésa mirada fría, ése tono inmutable —"Maldita, cada gesto es idéntico al tuyo"—, Selypar se frustra sin poder entender porqué no lo provoca de ninguna forma. — ¡¿Entonces es cierto?! ¡Lo confirmas de tu propia boca! Es una sirvienta… —Resopla por la nariz con desdén, no va a negar que siente alivio. Ahora tiene una coartada perfecta, nadie puede decir que no quisieron que primero concibiera su hijo mayor, ya que por sí mismo se ha debilitado e ido contra las Tradiciones Saiyajin.

Detecta que su Ki ya no repica, seguro se siente triunfal. —"Tranquilo Vegeta, despacio, cuenta los segundos…"— Vegeta reflexiona, que bien podría ahorcarla ahora mismo con la guardia baja, pero una sonrisa ladina se le dibuja al ver sus manos y sólo recordar los rizos enjabonados de Serena. — ¿Deseas algo más Ma-dre?

Selypar lo excusa, todo esto lo perjudica ¡¿Por qué está tan tranquilo?! Mira el reloj en la pared, las agujas moverse. Sacude rápido el recuerdo de la Bruja… Éste invierno será largo.

Vegeta camina decidido, saluda a algunos representantes importantes y no les hace un desplante a las hembras, las felicita como Guerreras, pero nada más. Sí le hace gesto de asco a Caulifla y Kale. —No vine para estas cosas. —Habla bien firme. —Era sólo para pedir la audiencia. —Se inclina en reverencia junto con Nappa y Bardock. —Espero me la concedan lo más pronto posible. Majestades. —Se retira.

—Vaya, su temple es de acero. —Una de las esposas hablaba. —Cada día parece más y más guapo. Lo de la cola parece lo de menos… Como concubina o como esposa, cualquiera será afortunada.

—Su salud, en especial su vitalidad mental. —Una de las Señoras comenta. — Era eso lo que nos preocupaba, pero tal parece que la Tierra le sentó bien. El Futuro Rey Vegeta será muy distinguido. —Las señoras ya estaban ansiosas porque aprueben a sus hijas.

—Dará muy buena impresión en la fiesta de fin de año. —Siguen comentando. —Espero que varios Planetas acepten la invitación, para que vean lo que les espera con nuestro Futuro regente.

El Rey Vegeta escucha cómo halagan a su versión más joven, al menos así lo veía hasta descubrir de dónde venía. Hasta lo felicitan, pero son todas cualidades que no le pertenecen. Tan solo su rostro es igual, pero hasta su estatura, sus gestos, su color de piel son como ella. Se retuerce de la envidia, sí odia ver a su hijo mayor en la flor de la vida y él pudriéndose por dentro. —"Tu tiempo Vegeta, también se acaba. Debes darle a tu hijo, lo que le corresponde."—Se empieza a quedar sin aire. —Llama al Dr. Gero. —Susurra disimulado a Selypar, y ella junto a otros soldados lo sacan de la vista sin que nadie se dé cuenta.

—Siéntate, quedan un par de semillas. —Selypar lo deja en su cuarto y va a buscarlas.

—"¡Vas a pagar Vegeta! ¡Vas a pagar por todas las vidas que has tomado! ¡Pagarás muy caro todo el daño que has hecho!" —El Rey tapa sus oídos, la voz de la otra mujer lo atosiga. Se niega a recordar su rostro, la culpa lo apuñala y no hay orgullo que pueda escudarlo. Ahora entiende sus dichos, la maldición de la que es víctima, no es más que su conciencia que lo mata lentamente desde adentro.

Algo llama la atención del Príncipe Vegeta, mira a través de unas columnas del patio central, a Tarble repitiendo algunos movimientos. Ahora se le hace extraño, que no estuviera ahí en ésa reunión improvisada. Hubiera sido su oportunidad, de conseguirse una hembra pura y llevarle ventaja.

Tarble no quería saber nada de ésa reunión. Todo era para su hermano mayor, y para colmo no podría distraerse porque Gure está enferma. Piensa que no debió quedarse con ella, en la helada cuando caía el sol. Ella es de estructura frágil, no logra comprender ésta melancolía que le nace desde el pecho, al recordar que ella se irá.

Activa los robots que Gero le arregló, se eleva y los esquiva a toda velocidad. Sus golpes no son tan letales, pero se dio cuenta de cómo moverse en puntos ciegos. Debe ser de tanto cazar en la nieve con Gure.

Vegeta no comprende, los movimientos de Tarble no parecen de los acostumbrados en un entrenamiento Saiyajin. No ataca a las esferas que le disparan, hasta que lo ve abrirse sin que lo detecten. Toma un robot y hace que se disparen entre sí. —Wow, impresionante.

Tarble escucha la voz de Vegeta, está con Nappa y Bardock a sus espaldas. —Alteza, General, Comandante. —Saluda protocolar, pone una mano en su pecho.

Detecta que su hermano menor ni se ha agitado con lo rápido que se movió, su Ki ha mejorado de la última reunión que lo vio. Su Ki…Jamás fue agresivo con él o en modo de ataque… —"¿No has intentado hablarle ahora más tranquilo?"— La voz de Serena le endulza el oído. —"Mujer ¿Qué mierda intentas hacerme?" —Sisea en su mente, presiona los puños. No puede creer lo que está por hacer. — ¿Te molestaría?

Vegeta ofrece a su hermano menor un pequeño enfrentamiento. Las alarmas del Comandante y el General se encienden, comparten una mirada, como pareja casada que ve a su hijo a punto de hacer de las suyas. Quedan en guardia por si acaso.

Están en guardia… Fruncen el ceño, presionan el talón y se acercan al centro. Vegeta se impresiona de la velocidad y la precisión de los golpes de Tarble, se los detiene con la palma. Tarble por su parte gruñe molesto de ver que juega con él. Se alejan de nuevo.

El Rey quedó en su cuarto y la Reina había vuelto con los invitados. Kale entra rápido para informar. — ¡Majestad! —Kale se hiperventila, tampoco quiere perderse nada. — ¡Los Príncipes están luchando! —Todos la atropellan y salen a ver, Caulifla toma la delantera.

Una vez más los hermanos se rodean, Vegeta lo observa porque está genuinamente interesado. Tarble sólo quiere romperle la cara. Se acercan de nuevo, empiezan a acelerar sus puños contra el otro. Tarble ve una abertura, vuela y tira dos patadas directas al rostro de Vegeta. Su hermano mayor se eleva con él y retrocede, se escuda con los antebrazos. Lo toma de los tobillos y lo golpea contra el suelo. Lo deja ahí.

— ¡Uh! —Tarble se queja, le han quitado todo el aire. Y parpadea enorme al ver a Vegeta pasarle la mano. Un recuerdo vuelve a él…

—"¡¿No vas a ayudarme a levantar?!—Tarble con diez años exige a su hermano el engreído de trece, algo de asistencia.

¡Maldito llorón! ¡En el campo de batalla nadie te dará la mano si caes frente al enemigo! —El orgulloso heredero escupe a un lado. —Odio pelear con los débiles."

Parpadea saliendo de su fuero interno. Tarble toma la mano y se levanta; recién ahí se percatan del escrutinio de los demás. La mirada de decepción de su madre lo apunta.

Vegeta también la ve, no le gustó que vean a Tarble caer ante él. En especial puede ver que le molesta a Tarble. Todos empiezan a despejarse. —No sé porqué te importa lo que ella piense. O seguirle sus mierdas.

—Tú qué sabes. Sólo quieres destruir nuestras tradiciones, lo que somos como Saiyajines. —Tarble lo acusa. —Hace tiempo que no los consideras tus padres.

—Sí… —Vegeta mira sus manos. —Me pregunto en qué momento dejaste de ser mi hermano. —No lo dice enojado, sino con tristeza. Sí, quizás la venganza de Tarble es lo que se merece.

No sabe qué pasa o cómo actuar, nunca vio a Vegeta así. Teme que sea una trampa. —Esto nunca se trató de ser o no tú hermano. Sino de un Linaje, una responsabilidad, que parece que no te importa.

— ¿Vas a ir a la audiencia? —Vegeta muy serio, Tarble no entiende, levanta una ceja. —Vine a pedir una Audiencia Oficial, nada más. Espero verte ahí, representando todo lo que tú dices. —Sale como un siseo, un desafío que no parece una provocación sino una invitación para mostrarle de lo que Vegeta es capaz.

Intentaban irse pero Caulifla lo distraía en el camino. —Alteza…

Vegeta la enfrenta con mala cara. — ¿Qué? — ¡Su puta madre! Quiere estar con Serena.

—Hmp. Quiero saber si lo reflexionó, si pensó seriamente nuestro negocio.

—No hacía falta ni pensarlo. No, gracias. —Una sonrisa ladina enorme se forma en el rostro de los tres. —Si me disculpa, Señorita.

De nuevo lo tiene parándose adelante. — ¿Co-Cómo? —Caulifla levanta la voz, frunce el ceño. —Ya le dije que no me importa que se coja a las sirvientas ¡Ah!

Bardock la sostiene del cuello contra la pared. El aura dorada parece querer encenderse, pero es más su rabia y porque quería atraparla antes que Vegeta. —Más respeto Élite Caulifla, usted no está hablando con el hijo del vecino. Sino con el Futuro de éste Imperio. —Jamás permitiría que alguien le falte el respeto a alguien tan cercano a su Pareja.

—Ja…Jajaja. —Caulifla intenta seguir hablando a través del agarre. —Serán ustedes los que se arrepientan, si los rumores se confirman, los Coroneles les darán la espalda. Todo por una mugrosa sirvienta. —Escupe al Príncipe Vegeta.

—Tú pareces una vulgar barrendera, con tu boca sucia y tu falta de modestia. —Vegeta se limpia y ordena que la baje. —Eres una insolente, no piensas ni luchas con inteligencia. Y eso requiere sesos, algo que tú, no tienes; y que a mi Mujer le sobra.

Kale llegaba corriendo. — ¡Hermana! Te atacaron —Los acusa y ve para pedir ayuda.

—Mejor dicho, detuvieron su ataque. —Tarble aparece de un salto, los escuchó y no puede creer que su hermano haya tomado Mujer. —No desafíen su suerte. —Advierte a las dos hermanas.

Kale y Caulifla tienen que tragarse el orgullo, retroceden. Caulifla presiona los puños, se va a entrenar antes de estallar. —No tendríamos porqué obedecerlo. Tarble es débil ¡Débil! El poder debe ser de los fuertes y de nadie más. —Muy herida en su orgullo, solo recuerda el rostro del Príncipe cuando lo escupió, como si ella no valiera ni la respuesta a la agresión. Creyó que iba a derrumbarla con el revés de la mano. Parece el mismo y al mismo tiempo no lo es. —Es una sirvienta ¡Es una puta sirvienta terrícola! —Ella quiere desquitarse, de alguna manera quiere hacerla pagar a ésa manipuladora.

Estaban en un silencio incómodo mientras les servían el té. Mina miraba sus manos, pensaba a lo lejos. No quiere parecer soberbia, pero en verdad, que es Broly quien debe dar el primer paso, luego de que la acusó y no tomara su palabra.

—Haaa… Al final de cuentas no funcionó. —Broly empieza, saca sus pensamientos a la luz porque siente que ya no hay nada que pueda hacer, para que Mina lo mire diferente o simplemente lo mire. —Me cuesta tratar con gente más que para entrenar. Las hembras que he pagado siempre han sonreído a mi lado, y puedo jurarte que no las he maltratado. Puedo hasta decirte los burdeles que visité para que te asegures. —Mira de reojo la mano de Mina envuelta. —Ya me dijeron qué hacer si vuelvo a pasarme de bruto y una mujer quiere abofetearme. —Suspira, toma la tetera y sirve la taza para ella. —Perdóname Mina, ya no te volveré a molestar.

—Te perdono Broly. —Baja la mirada, bebe el té. —Quizás debes intentar estar con una mujer de mejor reputación, sé que tengo mi fama. —Se lamenta y sólo escucha a Ami regañándola. —Ya no volveré a molestarte.

Cerrado el asunto, el silencio los llena de nuevo. Caminan en zigzag. A Broly le parece raro, nunca ha estado tan cerca de una relación formal. —"Sí, ella se merece alguien menos raro."—Piensa más relajado, pero resignándose completamente. La gente empieza a murmurar alrededor de ellos, frunce el ceño. No sabe si es por él o por…

— ¡Es ella! ¡Es la artista Amiga de la Favorita del Príncipe! —Grita una mujer en la calle.

— ¡¿ÉSE ES EL LEGENDARIO?! —Un grupo los señala. Y quieren seguirlos.

Mina abre grande la mirada, están siendo rodeados, mira por una salida segura. — ¿Crees que vaya a nevar? —Le señala el cielo.

La aferra de la cintura. —Agárrate fuerte. —Broly lo dice muy serio y se la lleva con él.

¡¿Qué es lo que está pasando?! Mina se siente envuelta por él y se esconde en su pecho por el aire frío. No lo pensó y teme mirar hacia abajo. Está volando en brazos de un Saiyajin, y no sólo literalmente, también su mente vuela, con su pecho endurecido, sus manos gruesas sosteniéndola, su calor, su olor masculino. Se acurruca un poco más ocultando el rubor de su rostro. Se siente tan tímida en estos momentos.

La hembra en sus brazos parece tener frío, baja la velocidad y la altitud. La envuelve un poco más. Llega a sentir el aroma de su cabello, la tibieza de su abrazo. Baja un poco más la velocidad porque la verdad, la pura verdad es que no quieren dejar de volar.

El Legendario hace pie muy delicadamente en el balcón de su habitación, traga duro saliva. Técnicamente ella se desliza para hacer pie, se hunde un poco en la nieve. —Oh, lo siento. Tus pies se van a congelar. —La levanta rápidamente de nuevo, la nariz de Mina está un poco roja por el frío. Sus ojos celestes no parecen enfocarlo, sino iluminarlo completamente.

—Tr-Traigo botas y medias de lana. —Mina Traga duro saliva, los ojos negros de Broly la apuntan tan duro que siente que la toca, la boca de Broly larga vapor. Se agita pensando que quiere saborearlo. —Po-Podemos seguir como amigos… —Se queda mirando su boca, acercándose muy lento.

—Si no quieres Mina, no lo hagas. —Broly está dispuesto a dejarla ahora mismo en su cuarto e intentar llevar la fiesta en paz, poner una piedra en todo esto y ya.

—Broly te lo he querido hacer desde que me dijiste que tenías experiencia. —Mina junta todo absolutamente todo su valor, tironea el cuello de Broly. Estrella su boca y las estrellas explotan entre ellos. Broly toma su cabello en un puño y abre la puerta del balcón.

Sus manos tironean las ropas, no alcanzaron la cama, pero sí un sillón grande e individual de la habitación. Se sienta con ella a horcajadas, quita su abrigo, afloja su Yukata. La ve quejarse un poco de su mano. —Sshhh, dime qué debo tironear y te la quito. —Le habla contra su boca, empiezan a sacar sus lenguas.

Mina muerde su labio inferior, le va indicando qué tela aflojar. Le gusta ver que él tiene cuidado con su mano, quita el abrigo de Broly ahí se da cuenta que tenía su uniforme de entrenar. Apoya su mano sana sobre sus pectorales, los ve subir y bajar con su respiración. Traga duro saliva, se separa para verlo mejor, siente hambre, su estómago hormiguea, mejor dicho, su vientre tiene ansias. Ahí se revela ante ella, que su apetito era por él. —Oh Broly… —Jadea ahogada en saliva, empieza a buscar cómo quitárselo. Es tan erótico ir descubriendo su piel morena, ésta tela es flexible pero se ve resistente. Su pecho con cicatrices la llama, acaricia pesadamente con su mano sana y con la mano herida le regala pequeños toques que lo erizan.

Afloja completamente la ropa de Mina, mientras ella se llena las manos con sus pectorales y su abdomen. Descubre sus hombros, su piel tan blanca y tersa se estremece con cada toque que él le da. — ¿Así Mina? ¿No tienes frío? —Consulta muy seductor, hasta dónde puede bajar la tela. Desarma su moño, dejando su cabello rubio en los hombros.

—Toda, dame de tu calor. —Termina de quitar la tela, dejándola caer suavemente al suelo. Las manos del legendario se aferran a sus muslos. El sol entra fuerte por la ventana.

Luz ¿Por qué siente la luz ahogarlo? Le gusta, se ve hermosa, como si ella fuera un lucero por sí sola. Sube por sus caderas, sólo sus manos parecen envolver completamente su cintura. Tan delicada y tan voluptuosa. Sube hasta sus pechos, sus puntas endurecidas, parecen un par de pequeñas fresas deliciosas, las roza con el pulgar y la escucha gemir en lo alto. Él también gime al sentirla apretar su bulto, hace un poco de lugar y termina de bajar todo el traje. La toma muy suave de la muñeca, deja un beso en su mano lastimada, la acerca y empieza a besarla otra vez.

Mina abre su boca, ése beso en su mano se sintió sanador. Se retuerce al sentir sus pechos amasados y sus pezones pellizcados. — ¡Ah! —Es brusco pero le encanta, baja la vista su polla está ahí. Lo queda mirando en sorpresa. — ¡¿Qué carajos es eso?! ¡Es enorme! —Empieza a hacer matemáticas como nunca en su cabeza, calculando lo más grande que ha entrado en ella, en proporción de cuanta voluntad tiene que tener para dejarlo entrar.

—Jeje, es mi miembro. —Broly une su frente con ella, acaricia su mejilla para calmarla —No tenemos que "unirnos" si no quieres. —Pasa su mano por su centro, está mojada.

Se desarma con el masaje en su clítoris. —Nnh… ¿Me volverías a explicar por qué te dicen "Legendario"? Ah. —Los dedos de Broly se mojaron entre sus labios y ahora están dentro de ella, estimulando su interior. Toma la virilidad de Broly con su mano sana y lo masajea, está tan inflamada y saltando llena de vida en sus manos. — ¡Al Demonio! ¡Quiero que lo metas! —Mira a los lados, ahí está. —Mi buena amiga invita… —Le da un guiño mostrándole la caja de condones que le dio Ami.

—Tengo lubricante. —Broly le regala un guiño, los dos están rojos. Está preparado, como buen Saiyajin con experiencia. Con una mano baja el condón, con la otra sostiene a Mina arriba de él.

Se quedaron a completar el acto en el sillón individual. Mina abre grande la mirada en admiración, es increíble ver lo coordinado que es Broly para estar listo en el acto sexual. Ella pone lubricante en su vagina, Broly toma la botella y como si fuera una especie de aderezo, deja caer el líquido desde su glande hasta abajo. —Si esto no me llena, nada lo hará. —Mina se relame con lascivia.

Broly resopla una risita, la toma firme dejándola acomodar su cadera y sostenerse de sus hombros. La punta encuentra su cavidad, ella se abre un poco más y respira. —Despacio, te sientes tan delicada. —Broly murmura a su oído, acerca su boca y atrapa su pezón. Da círculos y busca su boca. El grito de los dos retumba en las paredes al empezar la penetración.

Su entrada se estira en su límite, se mueve de a poco de arriba-abajo, la excita tanto y es sólo su glande. —Broly, me gusta ¿A ti te gusta?

— ¡Carajo Mina! ¡¿Gustarme?! —La presiona muy sutil y la embiste sólo con su punta. —Me aprietas increíblemente en tu coño caliente. Quiero más…—Aceleran muy sutilmente, ella se ve tan seductora, tan erótica. No puede parar de besarla, de lamer sus pechos.

Jadea, se recuesta sobre él cruzando sus brazos por su cuello. Descansa su mano herida, con la otra enreda sus dedos en su melena. Se empuja hacia él, las arremetidas la sacuden completa. Está siendo estirada, tomando su forma de a poco. El pequeño dolor en cada avance se desarma en el bálsamo que se forma con sus fluidos naturales y el lubricante. —Sí, un poco más, Ah. —Mina muerde su oreja y se va directo a besarlo con la lengua. Tragan sus gemidos, se siguen empujando, disfrutando de cada centímetro que los une. Pasan los minutos, gloriosos minutos, pelvis con pelvis hacen una pausa, se miran a los ojos. En algún momento han llegado a la base. — ¡Oh sí! —Mina grita, Broly succiona tan fuerte sus labios que le deja una mordida, ahora el ritmo es lento. Es tortuoso sentir cómo la sacude completa hasta su ombligo. Él presiona sus senos, lame sus pezones. Ella jadea sin control. —Esto es delicioso, ah, no puedo parar.

Broly dibuja una sonrisa, ella ya está sudando, pero se sigue moviendo firme. Dejó sus dedos marcados en su piel, la alivia con lamidas. —Grrr…—La toma firme del trasero, abriendo un poco más sus muslos. Ella pega un salto de sorpresa cuando se pone de pie, levantándola. La apoya contra la pared cerca de la cortina, el sol la sigue iluminando. Acaricia su mejilla, la sigue besando, haciendo girar su lengua.

Mina rasguña su espalda. Está siendo sacudida, siente su trasero rebotar en la pared. Ella se esfuerza agitando sus caderas. —Más duro Broly, hazlo. Yo soportaré. Duro…—Toma aire profundo con él, como si contaran hasta tres y empiezan a acrecentar el ritmo. — ¡Me corro! ¡Me corro! ¡Mmh!— Siente que succiona sus pezones dejándolos saltar, incrementando aún más la sensación del orgasmo, si era posible.

Las rodillas de Broly tiemblan al sentir el agarre de Mina, es casi aplastante y jodidamente placentero. —Me vengo ¡Aaah! —Lo exprime sin piedad, su eyaculación sale en cantidades. Jadean, enfoca su mirada negra en Mina, se ve rodeada de tanta luz. Como si un aura cálida lo envolviera. —Bonita…—Se besan para intentar recuperar el aire, pero parecen perderlo y sentirse desvanecer.

—Mmm… Broly, podría seguir por horas. —Mina le comenta muy traviesa.

—Sí Mina, puedo seguir por horas. —Camina firme hasta dejarla recostada en la cama.

—Ouh…—Un pequeño quejido de placer sale de ella, como un reflejo, se siente vacía sin ésa virilidad Legendaria dentro de ella.

Quita el condón lleno, lo ata del extremo y se lo muestra. —Round Uno. —Lo tira al suelo y busca otro.

Mina se acomoda en las almohadas, no le queda otra más que ceder con él. Se siente envuelta en su calor, se siente llena de luz. Éste nivel de placer le nubla la vista, sólo deja a Broly reflejándose en su mirada color cielo. —Nnh… Uff, avalo tu experiencia. —Muerde su labio inferior, lo ve posicionarse arriba de su cuerpo. Le sorprende lo suave que la trata, su tamaño es tan impresionante, cubre totalmente su figura con su cuerpo musculoso. Hasta sonríe muy agradecida, de que todo el tiempo vea cuidar por su mano herida.

Pone la mano envuelta de Mina sobre la almohada. —Descansa, yo tengo el control. —Broly le habla muy suave, toma las piernas de la hembra y las enreda a su cintura, comienzan otra ronda. De a poco ubica su glande, muy lento, metiendo más y más en cada movimiento. Dibuja círculos en su clítoris. Ella rasguña su abdomen, arquea su espalda, se abre de piernas todo lo que puede para darle lugar a su invasión. Están ansiosos de saciar sus deseos.

Serena perecía estar de entrenamiento, no podía seguir ni una de las indicaciones que Rei le daba sobre protocolo. —Haaa…Serena ¿Qué te dije? ¡Espalda derecha! Une tus manos. —La regaña y vuelve a ponerle el libro en la cabeza.

— ¡No, el libro se me cae! —Serena se queja, frustrada de no poder recordar nada. —No comprendo, yo sé de éstas cosas ¿Por qué no puedo "aprenderlas de nuevo"?

—Es distinto, ahora no eres una simple sirvienta. Eres una pieza dentro del juego. —Rei insiste. —Nadie prestaba atención, en tanto te reconocieras inferior. Pero ahora eres una Favorita, en condición de Concubina con las responsabilidades de una Princesa. Créeme que hay mucho peso en eso de Pareja, como dicen los Saiyajin. —Resopla a un lado. —Deberías arreglar tu cabello de otra manera, o ponerte unas trenzas adornadas.

Serena hace un puchero. —Es más fácil para mí en el trabajo, un moño o una trenza hecha un solo rollo. —De sólo pensarlo, tener que arreglarse tanto por la mañana le da pereza.

— ¿Quieres que repasemos la vestimenta de nuevo? —Rei le insiste, así la deja descansar de tanto practicar para caminar.

Serena escucha todo, repasa los colores y lo que debe o no debe llevar cada miembro de la monarquía según su nivel, los saludos, los permisos para saludar y a quien debe saludar primero… Y una vez más intenta pararse, puede hacer dos pasos, pero tropieza o los libros se caen en sus pies. Tira todo al servir el té con sus nervios, sólo recuerda cuando intentó servírselo a la Reina ésa desastrosa vez. O quien debe servírselo si hay alguien más, la posición de las mesas, las sillas. —¡Basta! —Serena arroja los libros. — ¡No necesito aprender de esto!

Rei golpea la mesa muy enojada. — ¡Qué ingrata eres! ¡Soporté las veces que me quemaste con el té para nada! ¡Debes aprender todo esto! ¡No puedes vivir encerrada! ¡En algún momento—

—Pues cuando el momento llegue, haré lo mismo que Vegeta y ya. —Se levanta y se cruza de brazos, mira por la ventana. —"No soy una Princesa, no lo soy…" —Se siente al borde del llanto.

—Ja, qué rápido se te fue toda la dignidad que desplegabas. Si ibas a quedarte escondida abajo de sus faldas, nos hubieras avisado a todas. —Rei quiere picarla un poco, desafiarla. —Al final es pura mojigatería por la que no te casas con él.

—No… No es por eso. —Serena se sienta en el almohadón rebotando un poco. — ¿Cómo hiciste para recordar todo? ¿Cómo hiciste ésa vez que entraste y no tropezaste? Hasta te recuerdo arrasando el lugar con tu belleza. —Resopla como un caballo.

— ¡Ay, me siento halagada! —Saca su abanico y pestañea ante el halago. —Pues las mujeres de la Familia Hino, somos reconocidas Damas de Sociedad. Y créeme, también he estado ahí. Mi primera presentación en sociedad técnicamente ni resalté, me la pasé escondida y con mala cara. Prefería fregar los escalones del Templo de mi abuelito, uno por uno, antes que estar bajo el escrutinio de la gente. Tenía Diez años ¡Imagínate!

Serena la escucha, mira sus manos gastadas de tanto barrer y trabajar toda su vida. Ella es una mujer, tiene que poder. —Bien, round numero un millón… —Hace tronar los huesos de su cuello.

—Bueno un descanso… —Rei le toca el hombro, masajea su cuello. —Tampoco es bueno que te lesiones el cuerpo ¿Sí? —Asiente y la deja irse. También ella debe aprovechar que las aguas están calmas y hablar con Raditz.

—"¡¿Con qué cara?! ¡¿Con qué cara lo voy a ver luego de lo que le hice?!" —Rei se castiga internamente, actuó como una niña tonta. Pero es su lodazal y debe intentar cobrar coraje. Y ahí está al doblar en el pasillo que da a la habitación del Élite.

—Rei…

—Raditz…

Dicen sus nombres al mismo tiempo. Se miran sin acercarse, a unos tres metros del otro. —Hola. —Rei toma la palabra. — ¿Ya entras a tu turno?

—Sí, yo… También quería ir a ver a Broly, preguntar por Mina. —Levanta las manos. —Te juro que no es lo que piensas.

—Ah, pues tengo las noticias. Serena los acompañó temprano, los análisis salieron negativos. Y su mano se recupera bien. Al parecer era una indigestión de chocolates y dulces. —Raditz asiente. —Raditz, perdóname. —Rei suspira triste. —No te estoy acusando de nada. Y por lo que hice ése día, me siento avergonzada. Te acusé, me fui dejándote frente al dedo acusador de todo el mundo. Haaa… Delaté lo nuestro de la peor manera.

Raditz la escucha, da un par de pasos a ella. — ¿Aún existe lo nuestro? —Un nudo se forma en su garganta, siente tanta esperanza de pronto. Esperó tanto, pero no quería presionarla, quería que hiciera como ésa vez que ella volvió a sus brazos.

Rei al fin lo mira a los ojos, tan afligido y preocupado. Da un paso hacia él. —Raditz ¿De qué hablas? Actúas como si fueras culpable de algo, cuando fui yo la que desconfió y se dejó llevar por sus celos. —Presiona las mangas de su Yukata. —Te mereces una mujer de verdad, no alguien como yo que no sabe lo que es tener un novio.

Dos pasos más lo dejan frente a ella, con sólo mirar hacia abajo, está a centímetros de la punta de su nariz. —Rei, yo tampoco he tenido "novia". Tú te mereces algo mejor, alguien que no tenga tan mala reputación y le pasen estas cosas. —La levanta del mentón para verla a los ojos. —Si necesitas mi perdón para vivir en paz, lo tienes. Desde el primer momento lo has tenido. —Traga duro saliva al verla con los ojos llorosos. —Te- Te pido una oportuni—

Rei le tapa la boca y se pone de puntitas. —Siempre la has tenido, desde el primer momento. —Se acercan para un beso, un beso de reconciliación que han estado anhelando, desde que una infortunada equivocación los separó y hundió sus existencias en el desvelo.

Rei se jura así misma aprender a confiar en él, no ser tan impulsiva. Raditz se jura demostrarle que valdrá la pena ésta oportunidad, para un Saiyajin valen más los hechos y son hechos, los que les va a dar. A simples milímetros de unir sus bocas, sus cuerpos se estremecen ante la idea de volver a dormir juntos, enredados, abrazados y…

— ¿Rei? —Una voz masculina los deja pálidos del susto, se separan y quedan firmes intentando disimular.

—"¡Oh Mierda! ¡¿Cómo me pude olvidar?!"—La primera impresión de Rei es susto, sorpresa y por ultimo inhala fuerte. La agarró con la guardia baja, debe actuar natural. —Buenos días, disculpa, me olvidé que venías. —Saca el pecho. Ve a Raditz relajarse con ella, pero sin entender. Ahí se percata. —Oh, lo siento. Raditz él es Takashi Hino. Él es el Élite Raditz, es mi novio. —Se aferra a su brazo muy segura, ella no tiene porqué pedirle permiso a su progenitor.

Raditz rasca su nuca con su mano libre toma la del Señor. —Ah, sí. Perdón yo… —Ahí las neuronas de Raditz hacen conexión. Ve atentamente al Señor, arreglado con su traje y corbata. Mira a Rei. —"Takashi Hino… Taka… ¡Es el Padre de Rei!" —Pánico ¡PÁNICO! Parpadea grande, trata de sonreír y darle la mano firme, pero sin partírsela. —Mu-Mucho gusto Señor. —Se endereza y como si estuviera en pleno desfile militar, da sus saludos. Pone una mano en su pecho. —Soy el Soldado Élite Raditz, un Guerrero de la Guardia Personal del Príncipe Heredero.

Rei pone las cejas en alto ante el despliegue de tanto Abolengo. Ella sigue en su actitud casi indiferente con su padre. —En verdad, perdóname la molestia. Me olvidé de enviarte un aviso, para que no vinieras. —Rei le aclara, ya quiere echarlo.

El Padre de Rei está en verdad sorprendido. —No, por favor. Ahora quiero aprovechar la visita. Esto es toda una sorpresa. —Mira de arriba abajo, jamás hubiera creído que su hija le interesara un Saiyajin. Frunce la vista. — ¿Es usted el Hijo mayor del General?

Raditz le confirma asintiendo la cabeza. Se siente avergonzado y la cara le arde de la pena. No sabe si es mejor darse la vuelta y excusarse, se le hace tarde para trabajar.

Aterrizan en el patio Vegeta, Nappa y Bardock. — ¿Quién es? —Consulta Nappa por el hombre en traje.

—Ah, la Señorita Rei había pedido por su Padre. —Vegeta les explica. —Creí que era porque se sentía mal por Raditz. —Frunce la vista con todos. —Pero tal parece que no hay más problemas, lo está presentando. —Se siente un poco más tranquilo, al ver que Raditz no lo tomaba como otra conquista. Sino que en verdad iba en serio.

Bardock entra en sorpresa. — ¡¿Cómo que lo está presentando?! ¡¿Cómo su pareja?! ¡¿Se arreglaron?! ¡¿Ya es oficial?!—El General procesa y sacude a Nappa de los hombros. —Esto es muy importante, Raditz tiene que hacerlo bien ¿Cómo no nos avisa con anticipación?

— ¡Pues si nunca le enseñaste hay que ir a ayudarlo! —Nappa le da un revés con la mano. —Primero tráelo y lo ayudamos.

Vegeta en verdad quiere almorzar con Serena, era Rei quien le estaba enseñando protocolo, así que si ella está aquí es su oportunidad de buscarla. —Bien, si necesitan algo. —Se despide de las viejas casamenteras y va a buscar a Serena.

Bardock se acerca con el pecho bien en alto. —Buenos días, Señor Hino, Señorita Hino. —Enfoca a su hijo con la mirada bien afilada. —Hijo… —Inhala fuerte y saca aún más el pecho. —Un gusto conocerlo, en verdad no lo esperaba. —Le da la mano, ve que el terrícola pega un salto. —Hm, lo siento. Me pasé de fuerza.

—No se preocupe, General un gusto en verdad. —El Señor Hino acomoda sus lentes.

—Oh, General. —Rei le explica. —No fue planeado, me olvidé de cancelar y—

Raditz le asiente y mira a su padre. —Sí, yo papá, ahora entro a trabajar.

—No, no. Tú estás de salida. Justo terminas de trabajar. —Bardock lo toma del hombro y lo presiona fuerte tronando un poco sus huesos.

—Pe-Pero…—Raditz intenta huir.

—Nada de peros hijo. Vamos debes sacarte la ropa del trabajo, va a estar listo para el almuerzo. —Sonríe enorme a todos, se inclina en respeto y retira a su hijo.

— Qué bien, me quedaré a almorzar. —El Señor Hino le sonríe a su hija.

Rei pone los ojos en blanco, decide almorzar, así lo conoce y no se mete en sus asuntos. También porque no quiere hacerle un desplante a Raditz y el General por sus conflictos familiares.

— ¡Qué bueno que estás en la planta baja! —Lo arroja en la habitación.

Nappa también entra a ayudar, aspira fuerte cerca de él. — ¿Ya te has bañado?

— ¡Oye no tengo olor! —Raditz lo aleja con la palma. — ¡Me bañé luego de entrenar temprano por la mañana!—Su padre revuelve su ropa. — ¿No debería trabajar?

Bardock se acerca con unos pantalones y camisa. —Yo te cubro, tú ahora debes asegurar el avance con Rei. —Le prueba la combinación de colores. —Hmmm… ¿No tienes corbata?

—Oye, con el cabello atado ¿Qué opinas? —Nappa se acerca y lo escanea. —No, no mejor te peinas bien. —Se responde así mismo. — ¡Ah, zapatos!

—Hijo ¿Cómo puede ser que no tengas una corbata? —Lo reprende mientras lo ayuda a cambiarse. —Es más que por su "utilidad", es por decoro, porque te veas limpio.

—Ya papá, tranquilos, les juro que ni Rei ni yo planeamos nada. Es más recién hoy pudimos hablar ¡Auch! —Le tiran el cabello, le quita el peine a Nappa y se ocupa él.

—Con más razón. Esto es importante, le puedes demostrar que eres un Digno Hijo de un General, un Élite, un Caballero. —El General intenta inspirarlo. —No somos monos salvajes que arrastramos las manos. —Lo endereza para que deje de arrastrar las manos, en tanto terminan de cambiarlo.

— ¡Tengo una corbata! —Nappa aparece, se fue con velocidad Saiyajin hasta su cuarto. —Toma nota, corbata negra, camisa blanca. —Le da un guiño mientras se la arma.

Bardock sigue enseñándole sobre conversación. —… Sí y recuerda los terrícolas no son tan crudos con sus hijas. No le hables de aparearte con ella o te refieras a ella o alguna parte de su cuerpo de manera sexual explícita. —Ve a su hijo mayor poner los ojos en blanco. —En serio, ser General me ha obligado a aprender Diplomacia y saber actuar según la cultura de cada Planeta.

— Hazle caso, ha aprendido mucho. —Nappa le insiste— ¡Oh, come despacio! Imita el ritmo así puede hablarte y tú puedes responder bien cada pregunta. — Lo escuchan resoplar, listo para salir. Le tira perfume.

—No tanto. —Bardock advierte. —Bien suerte hijo.

— ¿Qué tú no vas a venir? —Raditz consulta, preocupado de meter la pata.

—No, debo cubrir tu turno de vigilancia. Y así es como se hace, te presentas, los conoces. Luego armamos una cena para que me presentes a Rei. —Le acomoda la solapa del saco. —Todos aprobados, armamos una reunión con las dos familias.

Saca el pecho, frunce el ceño muy seguro. —No te voy a defraudar papá. —Empieza a caminar hacia afuera. —A ti tampoco Nappa. —Lo dice con una sonrisa…—"Mamá, dame fuerzas." —Recuerda a su madre sonriendo y saludando en su primer día de la Escuela Militar.

—Haaa… —Bardock suspira fuerte de lado. —Qué grandote se hizo.

—Sí. —Nappa está de acuerdo. —Incluso más grandote que tú. Debe venir del lado de la familia de Gine. —Lo ve limpiarse la vista con el revés de la mano. —Oh, no te emociones. —Lo sacude del hombro. — ¡¿Qué dices si todo sale bien nos tomamos unas cervezas?!

—Jajaja, sólo si tu invitas. —Bardock se arregla la pechera, sale a trabajar, esperando que todo salga lo mejor posible.

En la sala de té, Rei estaba sentada en silencio con su padre. Había pedido a la Señora Hakkake que les alistaran la comida, así que sólo esperaban eso y a Raditz.

—En verdad fue una sorpresa, Un Saiyajin, hijo de un General además. —El Señor Hino habla muy amable con su hija. Está acostumbrado a su actitud tan fría con él, le alegra en verdad verla bien.

— ¿Qué quieres Padre?—Muy cortante Rei lo mira a los ojos.

—Sólo pasar un tiempo con mi hija. —Se sirve agua. —Desde que estás aquí que no sé nada de ti. Ya sabes cómo es el Príncipe Vegeta, no iba a dejar que te pusiera ninguno de mis empleados para que me informe. —La ve girar el rostro y sonreír de lado, sabe que ésa fue una de las razones, por las que su hija quiso estar en el Área del Heredero y no de los Reyes. —Además ahora estoy contento, parece que lo quieres.

— ¿Qué sabes tú de eso? ¡Tú entregaste a tu esposa a la muerte!—Le afila su mirada asesina. — No estoy esperando tu aprobación, sólo acepté para no hacerle un desplante a Raditz.

— ¿Entonces es bueno? ¿Te trata bien? —Ésa respuesta le confirma lo que vio en los ojos de su hija. —Aunque seas así conmigo, lo que sea que necesites—

—A ti que te importa lo que haga o deje de hacer en mi vida. —Sale con rabia, aprieta los dientes. — No te importó quitarme a mi madre, verme sufrir en carne viva te dio igual. — Presiona sus manos en su ropa.

—Hija, sabes muy bien porqué lo hice. —Puede sentir el calor en el ambiente, ve que las estufas están apagadas; debe intentar relajarla. —Sabías que si no lo hacía, no sólo me matarían a mí, a ti también. No me obligues a ver a mi hija caminando hacia la horca. Eso sí que hubiera sido algo, que jamás me hubiera perdonado. —Baja la vista, en unos segundos de silencio…Le sirve agua a ella también.

Rei rechista, no quiere verse vulnerable. —Dejarme en el Templo con mi abuelo, fue lo mejor que pudiste hacer. —Toma el vaso, calma el fuego en ella así no hierve el agua.

—Sí, ya lo veo. Te ha enseñado mucho. —Se mira a los ojos con su hija unos segundos, en verdad impresionado de que controló su poder. Ése es otro tema que no lo deja dormir por las noches.

La puerta se abre, con Raditz y las sirvientas con la comida. —Ya me cambié. —Asiente con la cabeza como un pequeño saludo. Ve que Rei se ofrece a ayudar. —No, no. Me estuvieron esperando, yo ¡Cough! — Una tos nerviosa sale de él, se cubre. —Yo ayudo. —Así alistan todo para el almuerzo. Raditz temía un interrogatorio sin fin sobre su reputación, y ya estaba prevenido con las respuestas. Pero para su sorpresa estaban en completo silencio, no va a dejar su postura firme mientras come. Mira a Rei de reojo, la ve fría con su padre. Aunque no le haya dicho nada, Raditz quiere dejar las cosas claras. —Quiero que sepa, Señor Hino, yo respeto mucho a su hija y-y-y—Intenta frenar el tartamudeo, bebe agua. —No debe preocuparse, mis intenciones son sinceras. Rei es muy valiosa para mí y Prometo protegerla con mi vida.

Rei toma aire hacia adentro, sus ojos se llenan de luz y su corazón se reinicia, escucharlo hablar así la ruborizó por completo. —Raditz… —Musita apenas audible.

—Oh, bueno. Me deja más tranquilo. —el Señor Hino da una risita discreta, es la primera vez que ve a su hija así de ruborizada y tímida, hipnotizada por el hombre a su lado. — Mi hija no deja a nadie acercarse así como así. Jajaja ¡Ya habrá visto lo temperamental que es!—Hace un chistecito a costillas de su hija. —Si ella confía en Usted, yo también.

Raditz asiente muy discreto. —Gracias. —Mira la mano de Rei. — ¿Pue-Pu—"¡Carajo! ¿De dónde sale ése tartamudeo?"—Aclara su garganta. — ¿Puedo tomarle la mano?

El Padre de Rei le señala con la vista a su hija. —Creo que sólo ella puede darle el permiso. —Todo se desarrolla lo más tranquilo posible, le hace un par de preguntas. Conoce la fama de mujeriegos de los Saiyajin, y ahora que el Señor Hino recuerda algunos chismes, el Élite Raditz no es la excepción. Cree que es algo biológico por el líbido. Por eso en parte, se le hace extraño que tome a su hija en una relación seria. Quizás deba ponerse al día y averiguar por sus propias fuentes, ya que lo único que sabe, es del chisme de una tal "Favorita" del Príncipe Heredero. La ve tomarle la mano, Rei parece tener la mirada dulce sólo con él. Siente muchas esperanzas.

Lo despiden a la salida del Palacio. Después van caminado por el pasillo a la habitación de Raditz, se gira a Rei. —¡Uff! —Afloja la corbata. —Salí vivo. —Entra a su sala de estar y se arroja en el sillón.

Rei se sienta junto a él y lo ayuda a quitarse la corbata. —Jaja, no debías temer. No me importa su aprobación. —Pone una mano en su mejilla, lo acaricia.

—Bueno, no digo que si no la tenía, no iba a estar contigo. —La toma de la cintura y la deja sentada de lado en su regazo. —Hubiera luchado contra viento y marea.

Rei lo toma del cuello de su camisa, siente cómo la aprieta de la cintura. Saben muy bien lo que quieren ahora que están solos, quieren desatar por fin la energía contenida, de ése beso que les quedó pendiente. Sus labios se unen profundamente y se mueven lentamente, la saliva empieza a brotar. Mueven su cuello de un lado al otro, mientras de a poco cambian el ángulo. Una succión fuerte de parte de Rei, hace que Raditz saque la lengua y le dé una lamida a su labio, para pedirle permiso de meterse en su boca. Un gemido sale de ella, mientras gira su lengua contra la de Raditz, tanta saliva. Con la boca abierta, se beben sin dejar caer una gota, sacian su sed que parecía quemarles la garganta. Se abrazan más fuerte, se recorren con las palmas por encima de la ropa.

—Nnh, Raditz. — Rei se separa, jadea buscando aire, sus bocas están rojas. Se quedan peinando sus melenas negras, larga una risita muy coqueta. —Ésta noche dormiré contigo.

¡Sí! Llegué, en toda tu cara Thor y tu martillo que hizo ése incidente de luz XD. Estoy respondiendo las rws desde mi trabajo, si el jefecito pregunta, era cosa de vida o muerte y quizás hasta lo spamee con mis fics, Jajaja ¡Hasta el próximo viernes!

Saluditos…

Nita-chan84: Sí, soy una desgraciada. Me muero de la risa, me gusta relajar el ambiente con algo de comedia, después de todo el smut es "escapista", sí hay drama, pero no al nivel del angst. A quien ya le vieron el Legendario jr es al Broly, y ahora sí, la está pasando como se debe. ¬¬ El spoiler no me molesta, una cosa es que te lo cuenten y otra es verlo, es más si me hacen spoiler y la cosa está buena yo digo "Joder! Tengo que ver ésta mierda ahora mismooo!" El Raditz supo por dónde ir, de macho a macho se entienden. Las hembras (especialmente Luna y especialmente Rei) pecan de orgullosas. Sí, el viejo zabrozo y Lita siempre sacan chispas, él tan rudo y ella tan…Todo lo demás Jejeje ¬¬ Y el Kakarotto me gusta que sea así, bien Saiyajin y cachondo, sacarle jugo a ése lado que el Goku canon parece tener rezagado. Así cachondo… Pero tierno.

Kaysachan: Aquí culminó el chismecito de manera Le-Gen-Da-Ria, salud! Como se debe Jajaja. Awww, qué buen montaje te hiciste y espero te hayas hecho el rico montaje con la acción triple X con BroMina, Jejeje. Cambiar playlist sad a playlist cachonda. No sé porqué pero a Bardock siempre lo imagino como "El Más Grande" de todos, cuenta le leyenda que así fue cómo consiguió su puesto de General, Jajaja. Y ya andas en vigilante como el Vergeta, muy cierto, alguien tiene que verificar cuando gritan "¡Oh Dios, Me muero!", que sea de placer y no de a de veras ¡Yo me ofrezco para la guardia nocturna! Y aquí todos los Saiyajin son "tamaño Saiyajin", al menos Nappa y Broly son proporcionales, al enano le cortaron sólo una cola, lo que le ves enrollado debe ser la p*lla XD.

OhaioIzumiKun: Gracias! El comic relief tiene que venir de alguna parte, todo muy sad no se puede. Además así, propuesta indecente, ésa Milk sí que sabe, entiende el apetito Saiyajin. Y VegeRena y BardLita la pasan rico, que no. Dessssgrraciadosss! Y bueno, el a quién le llevan información es obvio, blanco es y gallina lo pone. Fue por eso la reunión en la zona central del Palacio, ya sabían que Vegeta iba a negarse rotundo. Y esperemos que los celos de 18 no la hagan cometer una tontería, porque como dijo Nappa "son malos consejeros."