Capitulo 13. ¿Qué le pasa a Ginny? Ocurren cosas raras.
La aparición de Beatriz y la esfinge en el Gran Comedor a la hora del desayuno la mañana siguiente causó una gran conmoción.
Una tarde, cuando la joven iba en dirección a la clase de Transformaciones, pues la profesora McGonagall les había pedido a Hermione y a ella que hicieran una tarea extra de investigación, oyó unas airadas voces que retumbaron en el pasillo. Apresuró el paso, y al doblar una esquina una extraña visión la hizo frotarse los ojos:
Harry y Ginny discutían a voces en medio del pasillo:
- ¿Me lo vas a contar?
- ¡Ya te he dicho que no me pasa nada!
-¡No me lo creo!
-¡¡Pues si no confías en mí, será mejor que lo dejemos!!- Y Ginny, tan roja por la ira como su pelo, se dio media vuelta y se fue, dejando plantado en medio del pasillo a un Harry completamente atónito. Ella se acercó.
- ¿Qué ha ocurrido?- Le preguntó al chico.
- No lo sé.- Respondió este, aún asombrado.- Lleva unos días muy rara, no quiere acercarse a mí ni que estemos juntos, ni nada. ¡Y ahora encima me viene con éstas! ¿Se puede saber que os pasa a las mujeres? Deberíais venir con un manual de instrucciones, porque no lo entiendo.
- ¿Manual de instrucciones?- La joven no pudo evitar echarse a reír.- Vosotros sí que deberíais venir con un manual de instrucciones debajo del brazo, en vez de con un pan.- contestó citando la archiconocida coletilla.- Sobre todo algunos.- murmuró, pensando en Severus.
- ¿Nosotros? Pero si somos lo más simple que hay.
- ¿No crees que quizá sea porque está un poquito agobiada? Ya sabes, los exámenes, tú, Ron y Hermione...
- No lo sé. ¿Qué puedo hacer?
- Intenta hablar con ella calmadamente, en un sitio neutral, sin presiones. Creo que será lo mejor.
- Está bien. ¿Vas a ver a McGonagall?
- Sí, voy a hablar con ella sobre la investigación que nos mandó de la Cámara de los Secretos. Por cierto, me tenéis que contar que ocurrió en segundo, por lo visto os lo pasasteis genial.
- Sí, genial. Sólo que un Voldemort joven sale de un diario y siembra el caos, sin olvidar que casi nos mata una serpiente. Tengo entrenamiento de quidditch, espero que Ron hoy consiga atrapar la quaffel.
- Es un guardián magnífico.
- Es cierto, ha mejorado muchísimo. Bueno, me voy que no llego. Te contaremos eso luego, en la cena.
- Ok. Hasta luego
-Adiós.
Beatriz le observó mientras se alejaba. Como no relajasen un poco el ritmo, iban a acabar en la enfermería. Con un encogimiento de hombros y una sonrisa, se dirigió hacia la clase de Transformaciones.
A la hora de la cena, Ginny no apareció. Cuando Hermione y ella bajaron al Gran Comedor, donde les esperaban Harry y Ron, Neville les informó de que la joven había encerrado en su habitación y no quería hablar con nadie. Decidieron dejarla hasta que se le pasara un poco el enfado y luego hablar con ella.
Pero antes de que pudieran sentarse a cenar, un tumulto estalló en la mesa de Slytherin. Beatriz se acercó a tiempo para ver como tres alumnos de cuarto año tenían acorralados a dos alumnos de primer año, e intentaban tirarles la cena por encima de la cabeza, mientras los de primero, temblorosos, les apuntaban con sus varitas intentando defenderse. Un rápido vistazo le bastó para hacerse cargo de la situación, ya que Draco lo miraba sentado desde uno de los extremos de la mesa sin ninguna intención de levantarse.
- ¿Qué pasa aquí?- Preguntó.
Pansy se acercó a ella.
- No te preocupes, es sólo una novatada.
- ¿Una novatada?
- Sí, se le hacen a todo el mundo.- Contestó la chica con un brillo maligno en sus ojos, esperando la aprobación por parte de la joven.
- ¡¡¿¿Pero estáis locos??!!
Con una mirada, los tres Slytherins de cuarto cayeron al suelo, como barridos por una fuerza invisible. Sobre ellos, cayó la cena que habían intentado arrojar a los de primero. Draco se levantó malhumorado.
- ¡¿Pero qué haces?!
Ella se encaró con él.
- Lo que deberías haber hecho tú hace un buen rato.
- ¡Soy un prefecto! YO decido lo que está bien o mal.
- Sí, pero a partir de AHORA, YO decido.- Contestó ella, con un brillo rojizo en los ojos, haciendo que el chico se encogiera de miedo.- ¿Algún problema?
Él negó con la cabeza, pero de pronto se acercó a ella y le susurró al oído.
- Todo cambiará cuando mi padre consiga tu custodia. Entonces, tendrás que respetarme.
Ella rió.
- Draquilín...-comenzó con voz melosa, acercándose a él de forma sensual, provocando que el chico enrojeciera y sonriera tontamente- ¿te imaginas? ¿Tu y yo en tu casa... solos...? ¿En tu habitación...?- él asintió tontamente, mientras se acercaba a ella.- Imagínalo, porque eso... no ocurrirá nunca.- Terminó cerca de los labios del joven, sonriendo perversamente y dándose acto seguido la vuelta con un seductor contoneo, alejándose hacia la mesa de Gryffindor sin mirar atrás.
- Dejadles en paz.- dijo a los de cuarto, que salieron del comedor para ir a cambiarse, mientras ella se alejaba.
- Te juro que lo harás.- Musitó Draco con una mirada de odio, cuando ella ya no podía oírle.
- ¿Qué ha ocurrido con Malfoy?- Preguntó Ron mientras se sentaban.
- Que el pobre tiene el ego demasiado grande y se hace demasiadas ilusiones. Y luego pasa lo que pasa, que al volver a la realidad, se le pincha como un globo.- Los cuatro estallaron en carcajadas.
Días después, al subir las escaleras que conducían al segundo piso, pudo divisar en uno de los pasillos laterales, a Ginny.
Estaba parada delante de una puerta de la que salía un hilillo de agua que había formado un charco, mirándola con expresión ausente, como si no la viera.
Beatriz se acercó a la chica con cuidado, despacio, intentando no sobresaltarla. Posó una mano sobre el hombro de la chica, pero ésta pareció no darse cuenta. Le dio una leve sacudida, pero la chica seguía sin reaccionar. Le sacudió con más fuerza y la chica dio un respingo, sobresaltada, volviéndose velozmente. La miró con expresión asustada.
- ¡Beatriz!- Y acto seguido se abrazó con fuerza a ella, echándose a llorar
La joven intentó calmarla.
-Shhh... tranquila... ya pasó....
La apartó un poco, tendiéndole un pañuelo, mientras la miraba con preocupación.
- Gin, ¿qué ha ocurrido?
- ¿Dónde estoy?
- ¿No sabes dónde estás?
- ¿Dónde estoy?- repitió, al borde de la histeria.
- En uno de los pasillos del segundo piso.
La joven se observó las manos y el uniforme del colegio, llenos de hojas y tierra.
- Otra vez... otra vez no...- musitó. Y con un estremecimiento se desvaneció.
Beatriz consiguió cogerla antes de que cayera al suelo, y con sus poderes la hizo levitar hasta la enfermería.
- No os preocupéis, sólo ha sido el estrés acumulado
Madam Pomfrey, la enfermera de Hogwarts, hablaba con los cuatro jóvenes que se encontraban en la enfermería, al lado de la cama de Ginny, mirándola con preocupación.
- Le he dado una poción para dormir sin soñar. Será mejor que pase esta noche en la enfermería y mañana podrá irse. Ahora, quienes tenéis que iros sois vosotros.
- Déjenos cinco minutos más, por favor.
- Señor Weasley, comprendo que esté preocupado, pero su hermana está perfectamente.
Y sin más les echó de la enfermería.
- No te preocupes, Ron. Podemos venir a visitarla esta noche con la capa de la invisibilidad.
Ron asintió, mientras Hermione y Beatriz se miraban.
- ¡Hola!
Beatriz levantó la vista del libro que estaba leyendo en la biblioteca.
- Hola Luna, Neville.
- Verás, tengo que hacer un trabajo sobre DCAO y Neville me dijo que eras la más indicada para poder ayudarnos, puesto que tú sabes mucho sobre artes oscuras.
La joven sonrió.
- ¿Sobre qué es el trabajo?
- Sobre posesión de los cuerpos.
- Es un tema interesante.
- Eso mismo pensó Dumbledore cuando nos lo mandó. ¿Conoces algún medio para evitarla?
- Oclumancia. Creo que por aquí...- dijo rebuscando entre los libros que había sobre la mesa delante de ella.-... sí, aquí esta.- Cogió un grueso libro de pastas amarillas y se lo tendió.- Creo que aquí está todo lo que necesitas.
- ¡Muchas gracias! Oye, ¿es cierto que puedes hacer magia con las manos?
- Claro- dijo cogiendo su varita con cara traviesa.
- Me refiero sin varita.
- Sí, pero no se lo digáis a nadie, aunque a estas horas ya debe saberlo todo el colegio.
- ¿Puedes mover un libro?
Uno de los libros sobre la mesa se levantó unos centímetros y luego volvió a bajar.
- Impresionante.
En eso, Neville le dio un codazo a Luna y señaló con la cabeza. Al mirar, Beatriz pudo ver que se refería a Ginny, que buscaba afanosamente en la sección de Pociones.
- ¿Qué ocurre?
- No lo sé, lleva días muy rara. Antes no la importaba ayudarme, pero la última vez que se lo pedí, me respondió de malos modos.- contestó Neville.
- No solo eso. Una noche en la que nos quedamos haciendo un trabajo de Herbología, la vimos salir del Bosque Prohibido desde una de las ventanas de la sala común.
- ¿Por la noche?
- A la una de la madrugada.
Beatriz se quedó atónita. ¿Qué diablos estaba haciendo Ginny en el Bosque Prohibido de madrugada?
Ginny pareció encontrar lo que buscaba, y tras mirar hacia todos lados, cogió el libro y se dirigió hacia Madam Pince, la bibliotecaria.
Luna se levantó y se acercó a la estantería de la que la niña había cogido el libro. Tras un rato, volvió.
- Pociones de la antiguedad.- Susurró.
- ¿Qué? – Inquirió Neville sin enterarse de nada.
- Es el libro que ha cogido. ¿Para qué lo querrá?
- Supongo que para un trabajo de pociones.
Luna negó con la cabeza.
- Pues por curiosidad.
- Es posible.- Aceptó Neville.
Y tras darle las gracias, se fueron, dejándola preocupada.
Hermione llegó poco después. Se pasaron toda la tarde estudiando, y cuando fue la hora de la cena, bajaron al Gran Comedor. En el vestíbulo les esperaban Harry y Ron.
Cuando se acercaron a la mesa de Gryffindor, Ginny se levantó, les echó una fría mirada y salió apresuradamente.
- No lo entiendo.-Murmuró Harry.
- No te preocupes, compañero.- Le consoló Ron.- Ginny es así. Ya se le pasará.
Se sentaron a cenar y Beatriz decidió cambiar de tema.
- Bueno, chicos, me prometisteis que me ibais a contar lo de la Cámara de los Secretos.
Poco a poco fueron desgranando los sucesos de su segundo año: las voces que sólo Harry oía, los avisos pintados con sangre en las paredes...
- Yo también hablo pársel.- comentó la joven.
- ¿En serio?- preguntó Harry, contento de no ser ya el único "raro" del colegio.
- Al fin y al cabo, soy hija de mi padre.
Ron la miró con horror, mientras Hermione fruncía el ceño.
- No me miréis así, en algunas ocasiones es muy útil. Venga, seguid contando.
Cuando llegaron a la parte en la que habían descubierto que el diario había poseído a Ginny, una luz se encendió en su cabeza. Las piezas inconexas del puzle empezaban a encajar de una forma que le produjo un escalofrío.
Cuando entró en la sala común de Slytherin, una escena insólita apareció ante sus ojos.
Los alumnos de cuarto a los que había tenido que parar los pies en el Gran Comedor unos días antes estaban arrinconados contra la pared por la esfinge, mientras que los de primero la miraban agradecidos y Draco, a duras penas, trataba de liberarlos. En una de las mesas, Pansy y Millicent hacían sus deberes.
- ¿Qué ocurre aquí?
Draco se dio la vuelta.
- ¡Dile a tu esfinge que les deje en paz!
Beatriz cruzó una mirada de inteligencia con la esfinge y, tranquilamente, se sentó en un sillón.
- ¿Podéis decirme qué es lo que ocurre?
Imperceptiblemente, una puerta disimulada en una de las paredes tras un tapiz se abrió, pero ante la voz de la joven, la persona se detuvo.
- Que tu esfinge se abalanzó contra ellos.- Contestó Draco.
- Y seguro que ellos no habían hecho nada, ¿verdad?- respondió con voz burlona.- Debería dejar que Gizeh les mordiera, para que se llevaran un "buen" recuerdo de ella, y ver si así, de una vez, se enteran de que no se puede ir así por la vida.- terminó con voz tranquila, mientras una perversa sonrisa aparecía en los labios de la esfinge.
Los de cuarto la miraron asustados.
- ¡Soy un prefecto! ¡Debéis obedecerme!
La joven se arrellanó en el sillón. Su voz sonó divertida, pero sus ojos no sonreían cuando habló.
- ¿Obedecerte? ¿Obedecer a alguien cuyo único objetivo en la vida parece ser fastidiar a los demás? Aparte, claro está, de seguir los pasos de papaíto y convertirse en un mortífago.
Draco palideció aún más, mirándola con ojos desorbitados. Nadie nunca se había atrevido a acusarle de esa manera. Nadie excepto Potter.
Tras un momento, pareció reaccionar y enrojeció visiblemente, con la sangre agolpándose en su cara.
La apuntó con un dedo y su voz tembló cuando ordenó:
- ¡Retira eso ahora mismo! O si no...
- O si no... ¿qué?¿Vas a salir corriendo a llamar a papá para que te proteja?
- ¡Es mentira!
- No lo es.
- ¿Qué sabrás tú?
- Yo lo se TODO.- Su voz hubiera podido congelar una roca en pleno desierto.
- ¿Y qué si lo fuera?- Saltó Pansy, intentando defender a Draco.- Sería un auténtico HONOR que quien- no-debe-ser-nombrado nos eligiera como mortífagos.
- ¿En serio?- Beatriz rió quedamente, con una expresión nada agradable. Sintieron un escalofrío. Cuando volvió a hablar, su voz parecía provenir de las profundidades oceánicas, dura y afilada como un cuchillo.- ¿Sabes? Creí que tenías un cerebro en vez de serrín dentro de ese melón que tienes por cabeza. Sé que todos pensáis igual, pero... ¿lo habéis visto alguna vez? – continuó bajando la voz hasta casi un susurro, aunque perfectamente audible.- Su sadismo, su crueldad sin límites...
- ¿Quién eres? Hablas como si le conocieras...- preguntó Pansy asustada
- ¡Hum, hum!
Unas tos seca les hizo sobresaltarse y volverse.
Severus, delante del tapiz, había decidido intervenir.
- Señorita Eld-dyr, acompáñeme. Ustedes, vuelvan a lo que estuvieran haciendo.- y con un airado frufrú de su capa, se dio la vuelta y desapareció tras el tapiz.
La joven le hizo una seña a la esfinge con la cabeza que trotó tras ella, internándose en el pasillo tras el hombre. La pared se cerró a sus espaldas.
La joven apretó el paso hasta ponerse a la altura del hombre, quien la miraba de reojo sin decir nada. Le había impresionado mucho el oírla hablar de esa manera.
Le había recordado demasiado a Voldemort.
- Tan iguales, sí - pensó-, pero a la vez tan... distintos.
Bueno, bueno, ¡¡ya estoy aquí de nuevo!! Esto se pone interesante… Ya os aviso, en el próximo capítulo se desgrana el problema de su tutela, con una revelación que ningun os esperáis!!
Ahora, los reviews, que hace tres capis que no los he contestado:
Caroline Holish: Hola!! Me alegro mucho de que hayas sido capaz de leer todas las tonterías que se me ocurren, eres fantástica!! Por cierto, ahora voy a por el tuyo!!!
Clau de Snape: Bueno, bueno, por partes. ¿Lucius? Ya dijo que nadie iba a interponerse entre él y el poder, así que imagínate lo que hará con la pobre Narcisa… O al menos lo que intentará, pues no tengo muy claro que lo consiga, cierto dragón aparecerá por en medio… ¡y no digo más!! Sev y ella en el lago… bueno, ella está muy enfadada, pero ya has visto que siente algo por él, aunque sea odio, está mezclado con.. pues eso, que si lo digo me cargo la historia. Pero sí, algo hay. Me alegro de que te gustara, es una de mis escenas favoritas.
Con respecto a las clases extras, a mí también me encantaría estar en el lugar de Bea, porque creo que me derretiría. Yo también veo a Sev como un "hombre interesante, maduro, poderoso, inteligente, algo cabrón (vale, mucho), atractivo y muy pero muy atrayente..." es que tus propias palabras lo definen a la perfección!!!
Por cierto, creo que en este capítulo ya ves que lo de Ginny no era solo en contra de Bea… Ya verás por qué!!!!
BarbiBlack: Buenas!! Ya terminé los exámenes, y estoy hasta las narices. Necesito unas vacaciones!!!! Me voy a la playa del 27 al 1, así que hasta el 1 o 2 de Julio no podré actualizar. De todas formas, ya tengo escritos los dos próximos capítulos, sólo tego que pasarlos y subirlos. Por cierto, no creo que mi mente sea para tanto. Lo que no entiendo es como alguien puede leer todas las tonterías que se me ocurren. ¡Vale, vale! ¡No son tonterías! Lo cierto es que me encantaría tener a Sev conmigo, pero…
Samara Snape: Hola!! Gracias por dejarme a Snape para Beatriz, muy amable por tu parte, te aseguro que Bea estará encantada!! ;)
¿Bea embarazada? ¡¡¡No, por Merlín!!! Aún no… pero no lo descarto. Lucius y Bea… pues mira tú, algo ocurrirá que dará al traste con todo lo que te puedas imaginar. Gracias por las ideas para continuar el fic, te prometo que alguna de ellas me servirán para terminar este y ya verás la continuación, ya… ;)
Es cierto que si Severus quisiera, podría tener un harén, si nos junta a todas las que estamos loquitas por sus huesos… ¡qué lástima que sea el personaje de un libro! ¡Yo quiero uno así!! (Bueno, si le quitamos a Malfoy y a Voldy.)
Tienes razón, el cuervo es de Silverfox y el llamar a Draco travieso también. Es que como ya he leído tantos fics diferentes, los meto inconscientemente. Debería haberlo dicho, ¡sorry! De todas formas, si algun encuentra más referencias a otros fics, que me lo diga para ponerlo. Juro solemnemente que mis intenciones sí son buenas, lo que pasa es que se me pasó.
La Dama del Norte: Hola!!! Me alegro de que te haya gustado, aquí tienes un nuevo capítulo!!
amsp14: ¿Bea con draco? Jamás si yo puedo evitarlo!!! ;) Es broma. A Bea Draco le hace gracia, por lo estirado que parece ser al intentar emular a su padre, pero en el fondo le cae bien. Vale, muy en el fondo, sobre todo este último capítulo, pero algo pasar
No te preocupes que Sev y ella se arreglarán antes de terminar esta historia, porque van a tener que estar a buenas para lo que viene en la continuación del fic… no puedo decir más.
Lucius, Lucius, ya veréis lo que ocurre dentro de dos o tres capítulos… Esto se pone interesante y va a acabar al rojo vivo!!
Como habrás visto, algo ocurre con Ginny, pero no es sólo contra Bea. Dentro de dos capítulos sabréis por qué.
Hasta entonces, un beso enorme para tods, wapetons!!!!
LunaKittyLovegood
