Descargo de responsabilidad: Fate y sus derivados, no me pertenece, toda su historia y personajes pertenecen a Type moon.
Aclaratoria: Lo que está dentro de un guion es diálogo y lo que está dentro de comillas es un pensamiento o similar.
Capítulo 44, Conversaciones.
Shirou se encontraba en la cocina, había terminado su encuentro con Manaka hace varios minutos, y actualmente se encontraba analizando el gran problema en el que estaba metido, tenía tres problemas en la actualidad: el primero, tenía que hablar con Gray, y hacerle ver que nada de la situación en la que ambos se encontraban había sido planeado por él y que nunca tuvo intenciones de que ella acabase en este tipo de situación, y, obviamente, necesitaba de la ayuda de Manaka y de Fillia, para corroborar su historia.
Luego estaba su charla con Altrouge, necesitaba hablar con ella por varias razones: su contrato con el mundo, que era lo que tenía en el dorso de su mano, etc. Para su sorpresa, la ancestro era la mujer que menos dolores de cabeza le estaba dando actualmente.
Finalmente, Manaka le había dicho que tendría una tercera charla importante hoy, y después de descartarla a ella, a Gray, y a Altrouge, era obvio que esta charla debía de ser con Fillia y, probablemente, con Illya. Este era un problema que él debería de haber resuelto ya hace un tiempo con su hermana, pero no esperaba que Fillia se sumase también a este, y tampoco sabía el porqué.
Fue entonces cuando se preguntó si, otra vez, esto había sido culpa suya, pues ya una vez terminó generando sentimientos románticos en varias chicas, y también terminó teniendo sentimientos por estas, lo cual le había llevado a su situación actual, y todo esto había pasado porque él se había centrado en sus propios objetivos y había obviado sus sentimientos, ya que no fue que no los reconociese, o al menos no después de que estos se hicieron evidentes, o que no supiese de ellos, pues hace mucho que había comenzado a analizar sus relaciones, pero incluso cuando los conocía, no les dio la importancia a que requerían y que merecían, ¿Había pasado lo mismo otra vez? ¿Fue por esto que Fillia había tomado estas acciones? ¿Acaso ella también, y él no…? No, si era verdad, entonces en este caso era incluso peor, porque de ser el caso, esta vez él realmente no se había dado cuenta, lo cual significaba que su descuido había sido peor.
—Disculpe, Sr…
—Shirou —contestó el pelirrojo.
—¿Hmm?
Shirou suspiró—. Sella, por favor, deja de llamarme míster, señor, etc. Con alguien con el que trato de vez en cuando, no me incomoda; pero hablo contigo todos los días, con el tiempo, se vuelve incomodo —explicó el chico mientras se giraba hacia su compañera en la cocina.
Sella frunció el ceño—. Entonces, ¿cómo quiere que lo llame?
El pelirrojo suspiró—. Shirou, Shirou está bien.
—Eso es… pero… no hay ninguna muestra de respeto al llamarlo así, no es adecuado para el… —Sella se detuvo, como se dudase en que palabra usar.
—¿Cómo lo tomó Illya? —preguntó el pelirrojo.
Sella se mostró indecisa—. Creo que eso es algo que usted y la Princesa deben hablar en persona.
—Lo sé, pero al menos quisiera saber su estado de ánimo antes de empezar esa conversación.
A lo que Sella asintió, pero todavía se mostró un poco incomoda—. Bueno… por un momento, pensamos en que congelaría a Fillia junto con todo el taller, de no ser porque nosotros aun estábamos dentro, tal vez lo hubiese hecho. Hacía tiempo en que no veía a la Princesa tan enojada.
Shirou frunció el ceño—. Comprendo… y Sella…
—¿Sí? Mis-, no, quiero decir, Shirou.
Shirou se detuvo durante un momento, pero finalmente, preguntó—: Sella, ¿qué piensas sobre mí?
—¿Disculpe? —preguntó Sella anonadada.
—¿Podrías decirme qué piensas sobre mí?
—¿E-En qué sentido? —preguntó nerviosa la sirvienta.
Shirou también se mostró un poco nervioso, cosa que puso aún más nerviosa a la sirvienta—. Supongo que, como hombre.
Sella se mostró bastante consternada, e incluso un poco avergonzada, tal vez por los hechos recientes—. ¿P-Por qué le interesa conocer algo como eso?
—Bueno, hace unos meses cometí el error de nos prestarle suficiente atención a las personas que me rodeaban, y si bien he intentado corregirlo, creo que todavía no es suficiente. —Shirou se giró y observó decisivamente a la Einzbern—. Nos conocemos desde hace poco, pero en este breve trayecto, tú, Fillia, y Leysritt, nos han estado ayudando con todo lo que hemos estado lidiando, y me he dado cuenta de que no les he agradecido como se merecen, no son solo las sirvientas de Illya, o al menos ya no las veo de esa forma, son parte de todo lo que estamos llevando a cabo, y no me he preocupado por ustedes lo suficiente debido a los problemas que he estado atravesando, por eso quiero empezar a tener más en cuenta tu opinión, después de todo, ese regaño que me diste después del accidente entre Mana y Rouge fue una de las razones que me hizo reaccionar.
—Cof; Cof… —Tosió fingidamente Sella—. Comprendo, en ese caso, responderé.
—Gracias.
Sella comenzó hablar con una expresión rememorativa mientras esquivaba la seria expresión del chico—. Bueno, al principio, desconfiaba de usted, y después del accidente, y creía que no era digno de confianza y que solo le traería dolor a mi señora —Al escuchar sus palabras, el joven bajó la mirada—. Sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo, he podido observar que se encuentra en una situación que le supera, pero se ha esforzado en lidiar con esta, y si bien sus medidas no han sido las más efectivas, reconozco su esfuerzo y sus intenciones por no hacerle daño y hacer feliz a mi Princesa, así que reconozco que, a pesar de todo, es digno de confianza.
Esto alegró ligeramente al chico—. Comprendo, ¿eso es todo?
Sella se mostró pensativa—. Bueno, en cuanto a tareas del hogar, supongo que puedo considerarlo mi rival, ya que Sajyou solo parece estar interesada en la cocina; pero usted compite conmigo en todo el resto de tareas, y por un tiempo creí que lo hacía para irritarme, pero me he dado cuenta de que no es el caso, sino que realmente las disfruta, por lo que, me alegra que el taller sea lo suficientemente grande para ambos, y espero que en su casa en Japón sea igual.
Esto causó que Shirou esbozase una pequeña sonrisa, era raro ver a Sella hacer bromas; sin embargo, con la seriedad con la que lo estaba diciendo… era una broma, ¿verdad?
—E-En cuanto a su apariencia, no creo que sea correcto el expresar mis opiniones en este momento, principalmente por las circunstancias actuales… —expresó la sirvienta evadiendo su mirada.
—¿Ah? —Esto tomó un poco desprevenido al chico, no creyendo que también daría su opinión sobre su apariencia—. Oh, supongo que también está eso, tal vez debí decir como persona, ya que lo que más me interesaba iba más en ese aspecto, que en el físico.
—E-En ese caso, por favor especifique, a fin de no causar malentendidos —respondió la sirvienta un poco avergonzada.
—Shirou…
—¿Hmm? —Tanto Sella como Shirou se giraron y observaron como Leysritt entraba en la habitación—. Illya me mandó a ver si ya estabas despierto.
—Entiendo, supongo que ya no puedo postergarlo más. —Sin más remedio, el chico tomó la bandeja de dulces caseros que había preparado. Hoy a Sella le tocaba preparar el almuerzo, y en cambio, él había venido a preparar dulces, según él, era más complicado que una persona se enojase o se mantuviese enojada con dulces en frente de sí, y él necesitaba cualquier ventaja que pudiese obtener para las discusiones que se le venían encima—. Bien. Sella, ¿podrías vigilar el dulce de azúcar que estoy preparando? Debe de quedar poco para que esté listo, pero no podré terminarlo.
Sella asintió y también le preguntó—. ¿A ella también?
Shirou observó a Leysritt y, por un momento, recordó la conversación que los tres habían tenido (Él, Illya y Lyz) antes de venir a Reino Unido—. Bueno, creo que sé lo que Leysritt piensa sobre mí, espero que no haya cambiado mucho desde entonces.
—¿Hmm? —exclamó Sella.
Leysritt ladeó su cabeza—. ¿De qué están hablando?
—Leysritt, ¿qué piensas sobre Shirou? —le preguntó Sella.
—Oh, Shirou me gusta —contestó ella sin ningún problema.
Al escuchar su respuesta, Sella abrió sus ojos sorprendida, mientras que Shirou simplemente sonrió—. Comprendo, entonces no ha cambiado nada.
—Hmm, si ha cambiado… —contestó Leysritt.
—¿Lo hizo? —preguntó el pelirrojo confundido.
Leysritt asintió—. Sí, ahora Shirou me gusta más.
Esto hizo que el chico sonriese, y, sabiendo porqué a Leysritt le gustaba, él dijo—. Bueno, en ese caso, trabajaré aún más duro para gustarte aún más.
Con su rostro casi inexpresivo, pero pudiendo mostrar una ligera sonrisa, Leysritt asintió—. Hazlo.
Dicho esto, la sirvienta salió de la cocina, seguida por el pelirrojo, dejando a una Sella completamente consternada detrás de ambos, la cual no sabía cómo tomarse esa declaración y se había quedado casi petrificada.
Shirou seguía silenciosamente a Leysritt, por fuera mostraba una actitud tranquila, pero por dentro se sentía como un cordero al que estaban llevando directo al matadero. Sin embargo, no podía huir, tenía que enfrentar esto de frente, al igual que todo el resto de cosas que se le venían encima.
…
Toc; toc.
—¿Lyz? —Leysritt había tocado la puerta de la habitación de Illya, la cual le había preguntado si se trataba de esta.
—Sí —contestó la sirvienta.
—¿Shirou ya está despierto? —preguntó Illya
—Sí, lo traje conmigo —respondió de nuevo Leysritt con su típico tono de voz sin emociones.
—Bien, en ese caso, dile que entre y resguarda la entrada, por favor.
—Okey… —Leysritt se apartó permitiéndole al chico entrar en la habitación.
Shirou, por otro lado, tomó aire y se dispuso a entrar—. Buenas…
Él esperaba que la situación no fuese tan mala, desgraciadamente, parecía no ser el caso, había olvida que su hermana podía llegar a dar una mirada tan gélida como la que tenía en su rostro en este momento, y por un momento recordó aquella carta que le había enviado hace tiempo atrás, en la que le había amenazado con enviarle un escuadrón de homúnculos para asesinarlo, así que, sí, definitivamente Illya era compatible con Louhi, y no solo por lo gélidas que podían llegar a ser.
—Siéntate por favor —pidió/ordenó, su hermana mayor —. ¿Imagino que ya sabes lo que ocurrió durante la celebración?
Shirou asintió, ella estaba sentada en una silla, mientras que, a su costado, se encontraba Fillia parada en frente de la cama de Sella. La sirvienta se hallaba tranquila, con su típico ceño fruncido en su rostro… o al menos, eso aparentaba, pues a Shirou solo le bastó unos pequeños vistazos para darse cuenta de que era solo una fachada: ella estaba despeinada, y parte de su vestido parecía haber sido congelado, mientras que sus mangas estaban quemadas, y además, estaba tiritando, pero él no sabía si esto era por miedo, o porque en la habitación hacía tanto frio y la temperatura estaba tan baja que el chico podía ver su aliento saliendo desde su boca.
—¿Qué es eso? —preguntó Illya fijándose en la bandeja que el pelirrojo traía consigo.
—Bueno, me dijeron que estabas muy enojada, así que te traje algo para ayudarte un poco —respondió el chico mientras le acercaba la bandeja.
—¿Galletas? —Illya se mostró en un pequeño dilema, no estaba para dulces en este momento, pero tampoco quería rechazar sus buenas intenciones, así que, finalmente, sin mostrarse tan emocionada como generalmente lo estaría, simplemente tomó unas cuantas mientras hacía un asentimiento—. Gracias…
Shirou quería ofrecerle algunas a Fillia, pero sabía que eso solo prendería la mecha de Illya en vez de calmarla, cosa que parecía que la sirvienta también entendía, pues, con un pequeño gesto, le indicó que no quería.
Luego Illya se dirigió hacia su sirvienta—. Bien, Shirou ya está aquí, así que adelante, explícate —ordenó la joven Einzbern—, ¿Por qué hiciste todo ese acto en la fiesta sin consultarnos?
Una vez que Illya le dirigió la palabra, Fillia alzó su mirada y comenzó a explicarse—: Es tal y como dije en la fiesta, a diferencia del resto de familias nobles que conforman la Asociación, las cuales ya tienen soporte y sus respectivas facciones de apoyo, nosotros no tenemos a nadie como aliado confiable. Las conexiones que Shirou posee son buenas, pero no son nuestras conexiones, y si bien confió en él, eso no significa que estas no podrán usarse en nuestra contra si no las convertimos en tales, por ende, el compromiso entre Illyasviel von Einzbern y Emiya Shirou permite a los Einzbern apropiarse de sus conexiones y hacer que sea más difícil que sean usadas en nuestra contra, además, este compromiso también trae consigo algunas otras ventajas, como, por ejemplo: Nos permite rehusar las propuestas de matrimonio sin que el resto de nobles crean que los estamos despreciando, así como darnos tiempo para integrarnos en la Asociación y escoger a nuestros aliados cuidadosamente y sin ningún tipo de presión —Fillia observó el rostro de Illya, pero la expresión de la joven Einzbern no cambió en lo absoluto, así que ella decidió continuar—. Por otro lado, la facción nos permitirá hacernos de aliados en poco tiempo, pero, debido al compromiso de matrimonio, nos permitirá hacerlo con el suficiente cuidado como para no infiltrar a enemigos en nuestro circulo, y nadie externo podrá quejarse debido a la naturaleza del compromiso, al mismo tiempo que creamos una tapadera perfecta para la existencia del harén de Shirou, de modo que todos crean que se trata de una estrategia cuidadosamente planeada, en vez de un posible punto débil al cual atacar. En retrospectiva, todo esto nos permitirá obtener una posición estable dentro de la Torre del Reloj en tan solo un par de generaciones.
—¿Y? —preguntó Illya con el mismo tono de voz.
—¿Disculpe? —preguntó Fillia sin entender a qué se refería.
—Por lo que veo, no entendiste mi pregunta, me repito: ¿Por qué hiciste todo ese acto en la fiesta sin consultarnos? No me refería a las ventajas que da este compromiso, sino a tus razones para hacerlo sin decirnos nada —contestó Illya.
Shirou solo se encontraba escuchando la conversación sin interrumpir, por ahora, no creía que su participación fuese necesaria, en cambio, sentía curiosidad por la respuesta de Fillia.
La sirvienta, por su parte, tragó saliva, ahora empezaría lo difícil de la conversación—. Princesa, Shirou, si les hubiese hablado sobre esta estrategia, si les hubiese informado sobre todas las ventajas que obtendríamos al utilizarla, ¿me lo hubiesen permitido?
Illya contestó sin mucha demora—. Me hubiese negado.
—¿Por qué? —preguntó Fillia.
—Tengo mis razones —contestó simplemente Illya.
Fillia quería exigirle más respuestas, pero la mirada de la Princesa le dejaba en claro que no la presionase, a menos que quisiera convertirse en un bloque de hielo, cosa que casi había sucedido en más de una ocasión desde su regreso. Así que ella decidió no interrogarla y, en cambio, dirigió su mirada hacia el pelirrojo.
—En mi caso, entiendo que es solo actuación, pero es algo que no solo me afecta a mí, sino también a Illya, Manaka, y Altrouge, así que no hubiese tomado una decisión sin primero consultarlo con todas —respondió Shirou, para luego endurecer su mirada—. Pero si de algo estoy seguro, es que no hubiese permitido que involucrasen a Gray en esto —Ante esta mirada, sumada a la de su señora, Fillia retrocedió instintivamente.
—¿Es por eso que tomaste la decisión de hacerlo sin nuestro consentimiento? ¿Por qué probablemente nos negaríamos? —preguntó Illya mirándola detenidamente—. ¿Esa es tu verdadera razón?
Fillia no bajó mirada; pero tampoco contestó, pues ella sabía que su señora seguramente conocía cuál era su motivo oculto.
—Fillia —intervino Shirou—, yo también quiero preguntarte algo, ¿por qué decidiste seguirle el juego a Manaka?
—¿Sajyou? —preguntó Illya entre sorprendida y molesta.
Shirou asintió—. Toda la idea de la facción y del compromiso contigo provino de Manaka, lo averigüé está mañana cuando me reuní con ella. Puedo entender los motivos de Manaka para provocar esta situación, pero no entiendo que ganas tú al fingir este compromiso, porque es obvio que no solo lo hiciste por los beneficios que estos traen.
—Así que fue Sajyou… —susurró Illya de mala gana para sí misma.
—Yo… —susurró Fillia—, creo que ambos ya lo saben.
—No lo entiendo —expresó el chico.
—Fillia… —declaró Illya—. Si vas a admitir lo que creo que vas a admitir, entonces tal vez debas hacerlo de una vez, porque puede que sea la única oportunidad que tengas de hacerlo —amenazó Illya.
La joven sirvienta tragó saliva, pero procedió a preguntar—: Princesa, antes de declarar mis razones, permítame preguntarle algo: ¿Qué siente actualmente por su hermano?
—¿D-Disculpa? —preguntó un poco sorprendida y avergonzada la joven Princesa.
—Para que pueda explicar correctamente mis motivos, necesito que declaré cuales son los sentimientos que tiene por su hermano —reafirmó Fillia.
—¿Por qué tendría hablar de algo tan evidente para todos? —se excusó Illya.
—¿Así lo cree? —Fillia dirigió su mirada hacia Shirou y, para su sorpresa, él evitó su mirada—. Bueno, esto es una sorpresa, parece que tiene razón, vuestros sentimientos son evidentes para todos los presentes, salvo para usted. —Ante las increpaciones de la sirvienta, la temperatura comenzó a encenderse sorpresivamente; pero Fillia no se echó para atrás—. Por favor Princesa, ¿si no es ahora, cuando? Incluso su hermano ya es consciente.
—¿Eh? —Illya dirigió su mirada hacia el chico y Shirou desvió la suya, a lo que ella comenzó a avergonzarse, y al mismo tiempo se mostraba bastante preocupada—. T-Tú… ¿¡Fue Sajyou!?
Shirou sonrió incómodamente, pero negó con su cabeza—. Bueno… la verdad es que, si no hubiese sospechado nada después de las acciones de Sitonai, realmente estaría ciego.
Al oír su respuesta, Illya bajó su mirada avergonzada al recordar el beso que Sitonai la había obligado a dar a su hermano cuando terminaron su aventura en el laberinto.
—¿Las acciones de Sitonai? —preguntó Fillia confundida.
—¡N-No es de tu incumbencia! —exclamó la joven Einzbern.
«Yo creo que si, al menos si nos ha llevado a nuestra situación actual». Pensó el chico.
Aunque Fillia no entendía del todo la situación, al menos sabía que Shirou conocía sobre los sentimientos de su hermana, así que esta era la situación más cercana a cumplir sus objetivos, y no pensaba dejarla escapar, así que decidió presiona un poco más—. Princesa, ya que hemos llegado a esto, ¿lo hará?
—¿P-Por qué tendría que hacerlo?
A Fillia y a Shirou les parecía asombrosa como la joven Princesa Einzbern podía actuar bastante madura para algunas cosas, y bastante inmadura para otras.
A lo que Fillia contestó—. No es bueno obligar a una persona hacer algo que no estás dispuesta hacer.
Illya buscó con su vista en cada lugar de la habitación donde Shirou no se encontrase, y se sintió tentada a utilizar aquellas runas de la sabiduría e inspiración para encontrar una forma de encontrar una rápida salida de esta situación. Hasta que sintió una mano acariciándole la cabeza, ella giró ligeramente su mirada y observó que se trataba de la mano de su hermano.
Shirou suspiró, pero intentó mostrase lo más calmado posible—. Illya… di lo que tengas que decir, yo… te escucharé hasta el final, lo prometo.
La joven Einzbern se mantuvo callada durante unos instantes con la mirada baja, con sus pensamientos a mil por hora, pero finalmente suspiró, y respondió—. Bien… en ese caso, al menos… permíteme explicarte todo desde el inicio.
Shirou simplemente asintió, y Fillia decidió mantenerse callada mientras escuchaba la explicación de su señora.
Illya tragó saliva, pero comenzó a explicarse—. Yo… al principio, sentí interés cuando te vi por primera vez, y luego, cuando nos conocimos propiamente hablando, cuando me enteré de que eras mi hermano, me sentí muy feliz y quería estar siempre a tu lado, aún más cuando prometiste estar a mi lado mientras cumplía mi objetivo, eso me hizo muy feliz; pero al mismo tiempo, nunca había tratado con un hombre de mi edad que no fuese parte de los homúnculos, así que pasé por algunos momentos de vergüenza al no saber que hacer, como cuando te vi medio desnudo en el castillo, o cuando, sin querer, insinué que deberías de casarte conmigo si querías que nuestra familia progresara rápidamente, aun así, intenté no verte de esa forma, y en cambio, traté de hacerme valer como tu hermana mayor, quería ayudarte, protegerte, y apoyarte; pero… —un suspiró escapó de los labios de la joven—, no funcionó. Me sentía molesta cuando Fillia coqueteaba contigo o cuando se aprovechaba de su posición como "hermana" para estar más cerca de lo que yo podía estar, y también me molestaba tener que contenerme constantemente bajo el papel de una sirvienta.
Fillia apartó su vista cuando escuchó a su señora mencionar su nombre.
—Y luego del accidente, me sentí desolada, y algo cambió dentro de mí, empecé a querer ser más fuerte, para no volver a sentir por tercera vez esa impotencia, también empecé a despreciar a Sajyou y a Brunestud. Luego de eso, pensamientos peligrosos empezaron a cruzar mi mente, cosas como: es mi hermano, mi única familia, es mío, ¿por qué tengo que compartirlo con ellas? Mas cuando ellas casi me lo arrebatan, no se lo merecen, ninguna se lo merece, debería alejarlas, solo irnos los dos a un lugar donde no pudiesen alcanzarnos —Illya bajó su mirada, pero prosiguió—, pero me guardé todo eso para mí misma, porque no quería ser un problema como lo eran ellas. No me gustaba como me sentía en ese entonces, no podía usar mis privilegios como hermana en público, tenía que actuar como una sirvienta, aceptar que dos mujeres peligrosas estuviesen sobre ti todo el tiempo, y me sentía… confundida. Fue entonces cuando ellas aparecieron.
—Louhi, Freyja y Sitonai… —susurró el chico.
Illya asintió y luego de pensar en las tres diosas, una sonrisa se vislumbró en el rostro de la joven Einzbern—. Cuando las tres me poseyeron, algo dentro de mí cambió otra vez, yo… me sentí libre.
—¿Libre? —preguntó el chico sin entender.
—Sí, con ellas tres no tuve que contenerme, pude ser yo misma, no necesitaba intentar ser una buena sirvienta, ni tampoco contenerme para no pensar en ti como si fueras mío. Ellas me entendían, sabían lo que quería, sabían cómo era y lo que deseaba, y me aceptaban sin ningún problema, creo que, mientras que yo estaba confundida por todo, ellas lo vieron todo de forma muy clara, por eso, y sabiendo que estaba luchando una batalla perdida, decidieron actuar.
—Sitonai… —susurró el chico mientras recordaba momentáneamente ese beso.
La joven Einzbern hizo un mohín—. Entiendo sus intenciones, pero realmente… ¿no podía avisarme de antemano? Estaba tan nerviosa que ni siquiera pude disfrutar del beso.
—¿¡Beso!? —preguntó Fillia sorprendida.
A lo que Illya sonrió victoriosamente—. Sip, mi primer beso con Shirou. —Fillia frunció el ceño, mientras que Shirou sonrió incómodamente—. Imagino que Sitonai, Louhi, y Freyja, querían hacer evidente mis sentimientos, sabían que estaba luchando una batalla perdida a menos que hiciese algo contundente, así que forzaron las cosas a través del beso, me forzaron a mostrar mis verdaderos sentimientos al mismo tiempo que me daban más confianza, para así poder tener una oportunidad, porque, de no hacerlo, tal vez nunca habríamos llegado a esto.
—Ahora que lo dices, comenzaste a actuar un poco diferente desde que salimos del laberinto…
—Bueno, estoy segura que el estar con ellas reforzó varias cosas de mi personalidad, o, dicho de otra forma, no quería volver a sentirme así, por lo que, supongo que me influenciaron —explicó la chica con una sonrisa—. Pero había algo sobre lo que todavía me sentía incomoda, sobre lo que no estaba segura de cómo actuar… hasta ahora. Shirou… —Shirou levantó su mirada, y observó el rostro de su hermana sonrojado, ambos sabían lo que venía—. Me gustas… románticamente.
Y una vez que las palabras fueron dichas, las miradas recayeron sobre el chico—. Yo no… —comenzó a hablar él, cosa que hizo que Illya bajase su mirada, esperando el inminente rechazo—, estoy seguro. —Suspiró el chico—. Verás, para mí tampoco ha sido muy fácil, por ejemplo, la primera vez que nos vimos, antes de que supiera que eras mi hermana, lo primero que pensé fue, que eras tan bella como un hada de las nieves, que mezclabas de forma perfecta la apariencia de una belleza madura con una inocencia infantil, y me quede embelesado admirándote —admitió el chico con un poco de vergüenza, cosa que hizo sonrojar a la joven Einzbern, ella recordaba bien ese primer encuentro, cuando ella había decidido acompañar a Siegfried en sus patrullas.
—Por supuesto, enterré esos pensamientos después de que me enteré de que eras mi hermana, y a partir de allí hice todo lo que estuvo en mi poder para ser un buen hermano; sin embargo, hubo ciertos problemas, tanto por lo ocurrido en el accidente, como porque a veces tu personalidad traviesa no me ayudaba mucho —explicó el chico—. Pero las cosas cambiaron después de ese beso, pues, si bien al principio creía que se trataba del capricho de Sitonai, cuando noté tu cambio de actitud, pues… empecé a dudar, y, con el tiempo, me di cuenta de tus sentimientos; pero ya que parecía que no querías hablar sobre esto, decidí intentar una vez más el verte solo como mi hermana y hacer la vista gorda del beso. Al menos, hasta hoy…
—¿E-Entonces? —preguntó la chica.
—Bueno, realmente es complicado, llegados a este punto, no puedo seguir viéndote como solo una hermana. He meditado mucho la relación que tenemos, y para mi sorpresa, más me preocupaban los últimos deseos de Kiritsugu, que nuestra relación como hermanos —explicó el chico—, creo que tiene un poco de sentido, supongo. Si bien desde hace casi una década sabía que tenía una hermana, nunca compartimos tiempo juntos, ni siquiera tenía una foto o alguna manera de identificarte, así que es lógico que nuestro lazo fraternal no sea muy fuerte, más aún cuando, realmente, no soy tu hermano biológico, sino adoptivo, y por lo que, tampoco nos une la sangre. Al final, nuestra relación de hermandad se basa únicamente en los deseos y el cariño que ambos le tenemos a Kiritsugu.
Illya asintió, comprendiendo sus palabras, ambos habían decidido ser los mejores hermanos que pudiesen ser; pero eso dejaba ver un problema de fondo, que, desde un principio, ellos no se veían como verdaderos hermanos, pues de ser el caso, la decisión nunca hubiese sido necesaria—. Entiendo lo que sientes, y sé lo importante que es la promesa que le hiciste a papá; le prometiste que me protegerías, pero el protegerme no tiene nada que ver con nuestra relación, y él nos dijo que buscásemos un futuro juntos; sin embargo, el cómo sea ese futuro, depende únicamente de nosotros.
Shirou se quedó en silencio por unos instantes, sin embargo, y aunque con dudas y con un sentimiento de pesadez en su pecho, él asintió—. Han pasado demasiadas cosas en tan solo un par de meses —continuó el chico—, un lapso de tiempo demasiado corto como para formar una hermandad, pero un lapso de tiempo más que suficiente para que exista la atracción, y, además, ahora estamos comprometidos debido a esta situación… —Shirou suspiró una vez más—. Illya, estoy en ese tipo de relación con Altrouge y Manaka, lo sabes ¿verdad? ¿Qué piensas sobre eso?
—¿Eh? —exclamó la chica sorprendida—, ¿estás diciendo que…?
El pelirrojo asintió—. Por ahora, hay atracción mutua, y, tal vez algo más, es difícil saberlo, y tampoco sabemos si podrá llegar a ser amor; pero al menos podemos darle una oportunidad, si funciona, pues viviremos con esta, y si no, entonces, prometamos que, a pesar de todo, seguiremos siendo familia, y seguiremos apoyándonos el uno al otro. Aunque claro, siempre y cuando no tengas problemas con, bueno, ya sabes.
Illya, por un momento, pareció quedarse completamente conmocionada, como si no hubiese entendido las palabras del pelirrojo, o, mejor dicho, como si aun estuviese procesando el significado de estas. Hasta que, finalmente, Illya reaccionó, sus mejillas se pintaron inmediatamente de colorado; pero luego se cruzó de brazos y tomo una pose modesta—. B-Bueno, es obvio que no me gusta la idea del harén, de ser posible me gustaría tenerte solo para mí; pero es obvio que eso no es posible, normalmente te rechazaría solo por sugerírmelo; sin embargo, ya que me lo estás pidiendo, h-haré una excepción y te daré una oportunidad.
Shirou no hizo comentarios que lo pudiesen meter en más problemas, con el paso del tiempo, había entendido que había cosas que mejor era guardárselas—. Por otro lado, esto no es algo que pueda decidir por mí cuenta, por la clase de relación en la que estoy ahora; sin embargo, ya que Manaka sugirió todo esto, estoy seguro de que apoyará el que ambas se unan; y bueno, no creo que Altrouge se niegue a aceptarte, ya que le agradas; pero de todas formas, creo que debemos reunirnos entre todos para así poder tomar correctamente esta decisión.
—Lo entiendo, he hablado un poco con Brunestud y…
—¿Ocurrió algo? —preguntó el chico entre preocupado e interesado.
Illya hizo un mohín—. Se burló de mí… todo el día… llamándome hermanita de harén… —a lo cual, Shirou sonrió con un poco de incomodidad, y, para su sorpresa, luego fue su hermana la se mostró nerviosa—, pero… al menos podríamos… aunque sea una vez…
—¿Hmm? —exclamó el chico.
—Bueno, ya sabes, besarnos —susurró la joven Einzbern.
—¿Ahora? No sé si sería correcto…
Illya asintió fervientemente—. ¡Por favor! No pude disfrutar de mi primer beso, así que, quiero repetirlo. ¿No se puede…?
Shirou por un momento consideró la idea; pero luego negó con firmeza—. Podremos… pero primero debemos asegurarnos de que todas lo acepten. Hasta entonces, ¿puedes contenerte un poco más?
Illya hizo un mohín, pero asintió.
¡Cof; cof!
—Mis felicitaciones, Princesa —dijo Fillia después de hacer notar su presencia.
Illya se aclaró la garganta y respondió—. Gracias —para luego cambiar de tema—, entonces, ahora que esto se ha solucionado parcialmente, ya puedes decirnos cuáles son tus motivos, ¿no es así?
Fillia tomó aire y asintió—. Es tal y como ambos ya deben de imaginárselo, si bien es cierto que esta idea proviene de Sajyou, yo fui quien decidió llevarla a cabo, y fue porque —dirigiéndose esta vez únicamente al chico—, al igual que mi señora, me atraes, es decir, me gustas.
Aunque Shirou ya se lo imaginaba, todavía se mostraba un poco extrañado—. Pero no entiendo el porqué, en ningún momento noté ningún indicio de que te atrajese.
—¿Ni siquiera cuando era "Illya"? —preguntó Fillia.
—¿Eh? —exclamó el chico—. Yo creí que, en esos momentos, simplemente estabas imitando la parte traviesa de Illya.
Fillia suspiró—. Bueno, eso es lamentable; pero también me deja en claro que mis acciones fueron acertadas.
—¿A qué te refieres? —preguntó el pelirrojo.
—Me refiero a que las tres: Louhi, Freyja y Sitonai, las tres tenían razón, era una batalla perdida a menos que se realizase una acción desesperada, y este compromiso falso fue mi acción desesperada —declaró la homúnculo.
—Pero, sigo sin entender, ¿qué hizo que te enamorases de mí? —preguntó el chico.
—Es complicado; pero si estás dispuesto a escucharme… —dijo Fillia a lo que el chico asintió, por lo que ella prosiguió con una sonrisa—. Bueno, como sabrás, fui acuñada para servir como la doble de Lady Illya en la próxima Guerra del Santo Grial. Dicho esto, se me dio un ego ligero como mi propia persona, debido a que no era más que una sombra de Lady Illya, es decir que era quien debía de recibir todos los posibles ataques a su persona, por ende, era desechable, podrías decir que mi papel era similar al de ese sirviente con el cual te encontraste antes de invadir nuestro territorio.
—¿Faker? —preguntó el chico.
—Mi trabajo era el mismo que el de ella —confirmó Fillia—. Al mismo tiempo, ya que debía de actuar como una doble de la Princesa, se me dio un ego elevado como "Illyasviel von Einzbern", pero eso no significa que debía de ser un clon en cuanto a personalidad de la Princesa, pues, como nadie la conocía, no importaba si no me comportaba exactamente como ella, de hecho, tal vez incluso podría llegar a ser beneficioso que no lo hiciese, en cambio, se me brindó la capacidad de proyectar las emociones de la Princesa hacia mí misma, para así poder entenderla mejor y a su vez actuar según sus deseos.
—Entonces, ¿eres como Leysritt? —preguntó el chico.
Fillia negó con su cabeza—. Solo somos parecidas en ciertos aspectos, aunque en un nivel completamente diferente —aclaró la homúnculo—, el proceso de Leysritt fue mucho más extremo, sacrificando por completo su eficiencia básica como homúnculo, esto no ocurrió conmigo, como has podido ver, y si bien ambas no fuimos dotadas con un sentido completo de nosotras mismas, en mi caso fui dotada con un sentido de mi como "Illyasviel von Einzbern", cosa que Leysritt no posee, y la proyección de las emociones de la Princesa, en mi caso, es para entenderla y actuar más acorde a sus deseos, pero en cuanto a Leysritt, esta proyección de emociones es una parte integral de su personalidad, algo sin lo que ella no podría comportarse como tal.
—Comprendo, pero sigo sin entender por qué te interesaste en mí.
—Es un poco complicado de explicar, pero todo está relacionado —continuó la sirvienta Einzbern con su explicación—, tal vez porque no fui tan mermada como Leysritt en cuanto a mi ego, o tal vez porque fui dotada para comprender y reflejar el ego de una persona con su propio ego, que después de que abandonásemos el territorio de nuestra familia y nos abriésemos al mundo, algo comenzó a cambiar dentro de mí, por ejemplo: si bien en ningún momento he estado en desacuerdo con jugar mi papel como doble de la Princesa, el aceptar la idea de ser desechable en la guerra, ya no me era aceptable; pero si lo que te interesa es el por qué me interesé en ti, entonces todo inicia con la Princesa.
—Con la proyección de mis sentimientos, ¿no es así? —preguntó Illya.
A lo que Fillia asintió—. Al igual que la Princesa, yo también sentí interés en ti, pero mi interés no fue por el mismo camino, pues a medida que me abría al mundo, y comenzaba a valorarme a mí misma, me interesaba más en ti porque sentía que estábamos en las mismas.
—¿En las mismas? —preguntó el pelirrojo.
—Cuando explicaste tu objetivo, me pareció una misión imposible. Si lo que decías era verdad, entonces no veía esperanza alguna, pero, aun así, te veía seguir intentándolo a pesar de todo, y yo… también creía que lo que perseguía era imposible.
—¿Te refieres a dejar de ser mi doble? —preguntó Illya.
—No, como dije, nunca me pareció negativo el cumplir mi papel como su doble, es la razón de mi creación —explicó Fillia—, pero no me gustaba ser desechable, o, dicho de otra manera, no quería aceptar mi inminente muerte.
—Pero tú… —intentó objetar Illya.
Pero Fillia negó con su cabeza—. Es cierto que en ningún momento se me programo para morir cuando haya terminado con mi trabajo; pero es cumpliendo ese trabajo cuando creo que voy a morir —Shirou fue capaz de notar como la joven sirvienta de los Einzbern apretaba sus puños—. Y después, cuando me enteré de nuestra situación, fue peor, porque incluso si llegaba a sobrevivir a la guerra, probablemente muriese de todos modos.
Illya bajó su mirada, sabía que el trabajo de Fillia era en extremo peligroso, y que, de hecho, la probabilidad de que ella muriese para protegerla no eran pocas. Era una de las razones por las que creía que Fillia deseaba abandonar su papel como doble, sin embargo, parecía que las cosas eran más complicadas de lo que ella imaginaba, pues parecía que Fillia quería seguir cumpliendo su papel.
—Fue entonces cuando comencé a fijarme más en ti, Shirou, al ver que tú, a pesar de todo, tenías confianza en lograr tu objetivo imposible, en no solo sobrevivir a la guerra, sino también en ganarla, para luego utilizar el grial y sobrevivir a todo lo que vendrá después, eso… eso me inspiró, me hizo querer plantearme ese mismo objetivo: sobrevivir a la guerra y a lo que vendrá después —luego Fillia frunció el ceño—, y después vino la confusión de la Princesa, al proyectar sus emociones hacia mí misma, yo también quería estar siempre a tu lado, sin embargo, mientras que la Princesa era su hermana, yo no tenía realmente esa posición, por ende, no tenía por qué contenerme, pero mi señora, a pesar de sus deseos, necesitaba contenerse, por ende, yo sentía que también debía de hacerlo, lo cual me molestaba, fue entonces cuando empecé a creer que mis sentimientos no solo estaban relacionados con los de la Princesa, pues yo tampoco estaba confundida sobre lo que quería, y me molestaba no poder demostrarlo cuando quería.
—¿Es por eso que siempre tenías el ceño fruncido? —preguntó el pelirrojo.
—B-Bueno, algo así… —declaró Fillia un poco avergonzada.
Sin embargo, Illya se cruzó de brazos—. Puede ser una de las razones, pero que no te engañe Shirou, incluso antes de conocerte, el ceño fruncido era la marca característica de Fillia —declaró la Princesa para la vergüenza de la sirvienta—. Yo creía que la razón por la que coqueteabas con Shirou cuando estabas siendo mi doble, se debía a que estabas molesta conmigo y querías arrebatarme aquello que quería pero que no podía obtener.
Fillia frunció ligeramente el ceño—. Bueno, no voy a negar que hubo un poco de eso, Princesa, pero la mayor parte de mi enojo provenía más del que no pudiese expresar una parte de mí misma que ya no estaba ligada únicamente a sus deseos. Me molestaba, porque la Illyasviel que yo conocía no se contendría en ningún momento; pero tampoco entendía que era ser la hermana de Shirou, por ende, tampoco podía estar segura sobre si tu razón para contenerte era o no valida —explicó la homúnculo—, por otro lado, solo podía liberarme un poco cuando actuaba como Illya, pues al menos ahí podía defenderme con la excusa de que, al ser su hermana, no había problema en que me mostrase como una hermana cariñosa, y considerando vuestra personalidad un poco traviesa, a veces podía ir un poco más allá de lo permitido; pero era solo cuando era Illyasviel, porque de otra forma, tendría que enfrentarme contra Sajyou y Brunestud, las cuales eran batallas que ya veía como perdidas, y además, tendría que hacerle frente a usted, tendría que traicionarla y hacerle daño a favor de mis propios deseos.
—Tu situación no era sencilla, y yo… no me di cuenta —susurró la joven Einzbern—. Perdóname, Fillia.
Fillia suspiró, pero sonrió con un poco de cansancio—. Bueno, no la puedo culpar mi señora, usted también estaba pasando por muchos problemas. Sin embargo, las cosas no hicieron más que empeorar cuando usted regresó del laberinto, pues si bien se liberó en muchos sentidos, en cuanto a sus sentimientos por Shirou, seguía conteniéndose, y, por ende, yo también sentía que debía hacerlo, no, tenía que hacerlo. A eso hay que sumarle lo que ocurrió después con Sajyou y Brunestud, luego de enterarme, casi no podía ocultar mi descontento y, al mismo tiempo, ya no tenía esperanza alguna, usted no declararía sus sentimientos, y yo también tendría que morir con los míos encerrados si no quería hacerle daño.
—¿Fue entonces cuando Mana te lo propuso? —preguntó el chico.
—Sí, y para ese entonces ya no me importaba nada, solo quería una oportunidad —aclaró la Einzbern.
—Pero debías de saber que, incluso si tenías éxito, solo sería una mentira, solo un movimiento político, no nos prometeríamos realmente, ni tampoco seríamos una verdadera pareja —explicó el chico.
Una vez más, Fillia sonrió con cansancio—. Mis expectativas no eran tan altas debido a mi situación, como dije, solo quería tener una oportunidad, una oportunidad de tener esta conversación, y si bien sería una actuación de tu parte, para mí no sería más que la verdad, por lo que, quien sabe, tal vez podría convertir esta media mentira en una completa verdad. Al menos, esas eran mis esperanzas cuando acepté llevar su plan a cabo.
Shirou bajó su mirada—. Comprendo, yo… no me di cuenta de nada.
—Bueno, no te culpo. Por mi situación tampoco pude mostrarme como quería, y eso sumado a todos los problemas a los que te has enfrentado, supongo que era demasiado pedir el que me notases; pero ahora lo sabes… —Fillia lo miró fijamente—, así que, ¿qué harás?
—Que haré… —se preguntó así mismo el chico—. Como dije, no puedo tomar estas decisiones por mí mismo, puede que Manaka te apoye, pero no sé qué pensará Altrouge; no obstante, pienso que sería hipócrita de mi parte darle una oportunidad a Illya y no hacerlo contigo, considerando lo relacionadas que están vuestras situaciones… —Shirou se rascó la cabeza—, de hecho, casi que estoy obligado a dártela, pues públicamente estamos comprometidos…
Esto sorprendió a Fillia—. Entonces estas diciendo que…
Shirou suspiró cansado y sonrió de la misma forma de Illya—. Convencer a Altrouge probablemente sea un dolor de cabeza, pero haré lo que pueda. Al menos tendrá que aceptar que deberemos fingir para mantener la actuación. —Luego el chico se preguntó—. Ella… no te ha hecho nada, ¿verdad?
Fillia tragó saliva—. Shirou… en estos dos días, creo que he estado en dos ocasiones de posible muerte, —explicó la homúnculo nerviosamente—, afortunadamente, la Princesa explotó primero que Brunestud, y después de que Sajyou la calmó, me ha estado cuidando para no estar por tercera vez en peligro. Así que por ahora, digamos que no; pero de ser posible, no quiero encontrarme sola con ella en ningún pasillo.
Shirou sonrió nerviosamente—. Comprendo.
Luego, y para sorpresa del chico, la sirvienta cambió radicalmente de expresión—. Y ahora que lo dices, ¿yo también puedo…? —preguntó la joven mujer esperanzada.
Imaginando a lo que se refería, Shirou le contestó de la misma forma que con su hermana—. No sería correcto, no hasta que todos estemos de acuerdo.
Fillia frunció el ceño molesta—. Pero mi señora ya recibió su primer beso, y yo tendré que esperar una semana para ir a Japón y reunirme con ustedes, así que tengo que aprovechar todo el tiempo posible que tengo ahora.
Era cierto, el Departamento de Alquimia de la Torre del Reloj recién acababa de abrirse, sería muy irresponsable de parte de "Illyasviel" el marcharse a Japón después de solo un par de días, así que decidieron que Fillia tendría que permanecer al menos una semana en la Torre para asegurarse de que el departamento funcionase tal y como debería antes de partir a Japón; sin embargo, ellos ya habían retrasado mucho su viaje, y ahora Shirou tenía que cumplir con los encargos dados a él por la Reina. Por lo que, al final decidieron dividirse en dos grupos: Sella, Leysritt, y Fillia se quedarían una semana más en Reino Unido, mientras que Altrouge, Shirou, Manaka, Ayaka, y sus dos acompañantes: Rin y Sieg, viajarían a Japón de inmediato.
—Tiene un punto… —susurró Illya.
—¡Illya! —le llamó la atención a su hermana, a lo que esta solo sonrió. Y finalmente él contestó—. Si bien eso es cierto, todavía no es correcto. Lo único que puedo hacer es intentar reunirnos entre todos lo más pronto posible.
Fillia frunció el ceño, pero asintió.
—Entonces, ¿todo está resuelto? —preguntó el chico dubitativo.
—No—respondió Illya—, todavía queda algo —aclaró ella, para sorpresa de los otros dos.
—¿Qué, mi señora? —preguntó Fillia.
—Fillia, tú, ¿de casualidad has alcanzado la…?
—¿Autoconciencia? —preguntó Fillia—. Sajyou dijo algo así, y sé que su deseo es que los homúnculos sean valorados como más que simples muñecos de carne; sin embargo, mi respuesta no es ni afirmativa ni negativa, pues siempre he estado consciente de mí misma, y por ende, de lo desechable y prescindible que debo de ser por el papel que se me dio a cumplir, así que no sé si alcanzar la autoconciencia sea la palabra adecuada. No obstante, de lo que sí estoy segura, es que he crecido, y si bien acepto que estoy inherentemente unida a usted, cosa que no me desagrada en lo absoluto, también acepto que, más allá de jugar el papel de ser Illyasviel von Einzbern, quiero tomar el control de mi vida según mis deseos, y no tengo intención de ser sacrificada en esa guerra.
—Comprendo… o eso creo… —susurró Illya—, en ese caso —Illya extendió su mano hacia su sirvienta—, trabajemos juntas para lograrlo, Fillia.
Ante esto Fillia sonrió, esta era una de las razones por las que no podía odiar a su señora, pues a pesar de todo, su señora la valoraba, y ella tenía su aprecio y lealtad—. Gracias, Princesa —contestó ella, estrechando su mano.
—Yo todavía tengo cosas de las que ocuparme, ¿las veo en el almuerzo? —preguntó el chico.
—De hecho, he perdido mucho tiempo hoy, y debo continuar con mis deberes, así que me adelantaré —contestó Fillia, para luego acercarse al chico y darle un beso en su mejilla, y así salir de la habitación.
No obstante, antes de que saliese de la habitación, Shirou le pidió—. Fillia, antes de que cumplas con tus deberes, ¿puedes esperarme frente a la habitación de Gray? Necesito que tú, yo y Gray estemos juntos para explicarle la situación.
Fillia entendió y asintió antes de salir de la habitación, y, luego de que ella saliese…
—Hmm… aceptaste fácilmente toda esta situación, no te estás acostumbrando a este tipo de cosas, ¿o sí? —preguntó su Illya.
Shirou negó con su cabeza—. No, por supuesto que no, pero creo que tengo parte de la responsabilidad en esto, porque si me hubiese dado cuenta de sus sentimientos de antemano, entonces pudiese haber actuado y evitado que esta situación llegase hasta este punto, o al menos en cuanto a Fillia, y bueno, en cuanto a nosotros dos, tal vez hacer como si ese beso no hubiese sucedido, no fue la mejor opción.
Illya asintió con el ceño ligeramente fruncido.
—Sin embargo, creo que tú también aceptaste esto con más facilidad de la que esperaba, creí que explotarías en cualquier momento… —dijo el chico.
—Shirou, ¿has visto el patio trasero? —preguntó su hermana.
—¿Eh? No, ¿por qué?
Illya abrió la ventana de la habitación y le señaló a su hermano para que mirase hacia afuera, el chico se acercó y se sorprendió al ver lo que se hallaba en el exterior, sobre el terreno del patio, una enorme flor de hielo hecha de puntiagudas y enormes estalagmitas se mostraba en todo su esplendor.
—¿Eso es…? —preguntó el chico.
—Mi explosión… —contestó Illya—. Una vez que me enteré de lo que Fillia había hecho, fui incapaz de contenerme, y… bueno… me alegro de que Sajyou le haya enseñado una mejor forma defensiva y ofensiva de utilizar la alquimia, de otra manera, pudo haber ocurrido una tragedia.
—Ya veo, así que por eso lucía así…
—Sajyou se puso de su lado, y evitó que las cosas fueran a peor, al principio me pareció raro, pero ahora lo comprendo —explicó su hermana—, la he mantenido conmigo desde ayer…
—¿¡Con este frio!? —preguntó el chico sorprendido.
Illya asintió—. Sí, Sajyou me ha estado vigilando para evitar que me sobrepasase, pero no pensaba dejar que Fillia se saliese de rosas con lo que había hecho, así que hice que sufriera este frio durante todo el día de ayer, y solo la dejé ir esta mañana para que cumpliese con sus deberes. Y dependiendo de lo que dijese en esta conversación… bueno, quien sabe cómo podría haberla castigado —sin embargo, luego de decir esto, la joven Einzbern bajó su mirada—, pero al oír su versión de la historia, me siento responsable por sus acciones, así que, bueno…
Shirou entendió lo que quería decir y, con una sonrisa, sobó la cabeza de su hermana mayor.
—¡H-Hey! —exclamó la joven Einzbern un poco avergonzada—. ¡S-Se supone que yo soy la hermana mayor!
—Bueno, no hay nada que diga que una hermana mayor no pueda ser mimada de vez en cuando, ¿no es así?
Illya volvió a hacer un mohín, pero sonrió, aceptando las caricias de su hermano menor.
Luego de terminar con Illya y con Fillia, Shirou decidió que ahora tenía que abordar ese otro problema con Gray, pero antes de eso, tenía que pasar a recoger aquello que había preparado para esa conversación, tenía que agradecerle a Merlín, gracias a él sabía que a Gray le gustaba el Dulce de Azúcar, y al igual que había preparado galletas para apaciguar a Illya, había preparado Dulces de Azúcar para intentar que Gray… bueno, no sabía qué demonios haría su compañera, pero esperaba que no creyese que esto había sido planeado por él.
Cuando regresó a la cocina, pudo ver como Sella ya tenía casi listo por completo el almuerzo, y al notarlo, ella se dirigió hacia él.
—Shirou, tus dulces de azúcar se encuentran en la nevera, ya deberían de estar fríos —explicó la sirvienta.
—Gracias, Sella —dicho esto, el chico se dirigió a la nevera y sacó un par de bandejas de dulces de azúcar, los cuales procedió a cortar en pequeños rectángulos, luego los colocó en una bandeja y procedió a dirigirse hacia la habitación donde se encontraba Gray, no sin antes informarle a la sirvienta.
—Sella, es posible que Gray y yo no lleguemos temprano al almuerzo, así que, de ser el caso, empiecen sin nosotros.
—Entendido, les guardaré su parte entonces —respondió la sirvienta.
—Gracias.
…
Luego el chico se dirigió al segundo piso, y cuando llegó al pasillo donde se encontraba la puerta de la habitación, no vio a Fillia ni a Manaka con quien también había acordado reunirse por ningún lado, pero se sorprendió al ver la puerta abrirse. Él esperó ver a Gray salir detrás de esta, y su corazón comenzó a latir cada vez más rápido al saber con lo que tendría que lidiar, pero para su sorpresa, quien salió, no fue otra que Manaka seguida poco después por Fillia.
Fillia cerró suavemente la puerta, mientras que Manaka se volvió en su dirección, luego, sonrió levemente, y se acercó hacia él.
—Mana, ¿qué te pasó? —preguntó el chico, sorprendido al ver como una de las mejillas de su novia estaba rojiza.
—Bueno, creo que ha aprendido a expresar parte de su carácter con el paso del tiempo… —respondió ella mirando hacia la puerta—. Aunque supongo que es normal considerando la situación en la que la coloqué.
—¿Gray? ¿Ella te hizo esto? —preguntó el chico bastante sorprendido.
Manaka asintió.
—Pero creía que habíamos acordado hablar con ella juntos, ¿por qué hablaste con ella sin mí? —preguntó el chico sin entender.
—Porque, conociéndote como te conozco, Shi-kun, hubieses intentado defenderme, o al menos bajar el nivel de gravedad de mis acciones, lo cual te hubiese hecho quedar mal a los ojos de Gray, así que decidí encargarme de la parte más compleja por mí misma —explicó la chica.
—Aun así, eso no significa que debieses tener la conversación por ti misma, es responsabilidad de las dos—contestó Fillia, quien se acercó a los otros dos.
A lo que, Shirou asintió en concordancia.
Manaka negó con su cabeza—. En todo caso, es más culpa mía que de cualquier otra persona. Estaba esperando a Fillia, pero como vi que te estabas tardando demasiado, decidí empezar por mi cuenta —luego ella se dirigió únicamente al pelirrojo—, no había forma de que supieses lo que planeaba hacer, por ende, tampoco había forma de que me detuvieses, así que esto no es culpa tuya. Además, la conversación todavía no ha acabado, todavía tienen que hablar, yo solo me ocupé de la parte más pesada —Manaka pasó al lado de su novio y palmeó su hombro—. Te recomendaría que entrases de una vez, hay que golpear el acero cuando está caliente.
Tanto Fillia como Shirou se quedaron conmocionados en el pasillo, hasta que la primera decidió explicarse.
—Cuando llegué al pasillo, escuché un grito proveniente de la habitación, así que me apresuré a entrar, entonces vi como Gray la abofeteaba, intenté calmar los ánimos, pero realmente tuve suerte de que no saltase sobre mí también. Manaka tomó todo con tranquilidad, incluso después de la bofetada, y yo solo pude corroborar lo que ella le explicaba —se explicó la sirvienta.
Shirou asintió, y se dispuso a tocar la puerta—. Creo que será mejor que me encargue a partir de aquí, nos vemos más tarde. —Fillia asintió y observó como el chico tocaba la puerta.
¡Toc; Toc!
Por un momento, el silencio colmó el pasillo, pero después se oyó como alguien abría la puerta con cierta fuerza—. ¿¡Algo más que tengas que decirme!? —El tono de su voz no era muy alto, pero era fuerte y decidido, y al bajar su mirada, pudo observar una expresión entre decidida y molesta en su compañera.
—¿Gray? —preguntó sorprendido el chico por tal recibimiento.
Al alzar su mirada y ver a su compañero, el rostro de Gray se suavizó rápidamente, y ella contestó—. ¿Shirou, eres tú? —A lo que el chico asintió, imaginando que los cambios en su apariencia podrían traer cierta duda—. Perdón, creía que eras Sajyou.
—No, Manaka acaba de bajar al primer piso seguida por Fillia —explicó el chico—, y yo… bueno, tenemos cosas de que hablar, ¿verdad?
Gray bajó ligeramente la mirada, pero luego asintió—. Pasa, por favor.
Gray le dio espacio y el chico entró en la habitación.
Una vez más, el chico tomó asiento y Gray cerró la puerta detrás de ambos.
—Yo, hice unos pocos, por si quieres —dijo el chico mientras le mostraba la bandeja de dulces de azúcar.
—¿Dulces de azúcar? Gracias… —Gray tomó algunos y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa después de saborear el primero.
—Gray… ¿De qué quieres hablar primero? —preguntó el chico—, dije que te lo contaría todo, pero hay mucho de qué hablar…
Gray lo observó fijamente y luego preguntó—. Tú… ¿Realmente no sabías nada?
—¿Hablas de sobre lo que hizo Manaka? —A lo que Gray asintió—, sí, me enteré esta mañana, y bueno, ya he tenido que lidiar con varios problemas por culpa de eso. Discúlpame, si yo hubiese sabido de sus planes, entonces no le hubiese permitido que te metiese en todo esto.
—¿Y sobre lo del harén? —preguntó la chica—, ella dijo que era algo que ya habían creado antes de anunciarlo en la fiesta. ¿Es cierto?
El chico asintió.
—Yo… no entiendo, no creo que seas ese tipo de persona, y tampoco creo que Rouge sea el tipo de chica que esté dispuesta a compartir a su pareja, ¿Cómo pasó todo esto? ¿Estabas mintiendo cuando dijiste que estabas enamorado de mí? —a lo que el chico negó inmediatamente—, ¿Entonces? ¿Por qué…? —a lo que el chico extendió una hoja de vitela a la chica—, esto es… ¿Un Geis?
Shirou asintió—. Sí, cuando hablé con el profesor también le hice firmar un contrato, pues lo que te voy a contar es información delicada y peligrosa, y si no tenemos cuidado, podríamos incluso ser perseguidos por la Asociación y recibir una Designación de Sellado. Por eso necesito que firmes este Geis.
Al oír sus palabras, Gray se tomó en serio lo que estaba ocurriendo, pues sabía la gravedad de recibir una Designación de Sellado. Porque no solo ellos podían recibir una Designación de Sellado, sino que, si se enteraban de que ella tenía esta información, también podría ser salpicada, y no sabía si su posición como aprendiz de un Lord sería suficiente para salvarla. Aun así, ella necesitaba conocer todo lo que estaba sucediendo, Merlín le había comentado varias cosas, pero no le había dicho todas las cosas que ella deseaba saber, de hecho, El Mago de las Flores parecía querer que esta conversación fuese en donde se le revelasen todas las cosas, a veces no sabía eso era bueno o malo, porque Merlín podía pasar de ser un maestro sabio a un mago inmaduro de un momento a otro, así que saber que tomarse en serio de su maestro era un verdadero reto.
Gray firmó el contrato con algunas dudas, pues ella no era buena, o letrada, a la hora de analizar si este era justo o no, pero confiaba en las partes que si entendía y en que su compañero no quisiese hacerle ningún mal.
Y una vez hecho esto, Shirou comenzó a explicarle todo, y a diferencia de con Waver, Shirou le contó un par de cosas más a Gray, cosas que ella acabaría descubriendo por la situación en la que se encontraban. Le contó sobre quien era realmente Rouge, no sin antes haberle pedido permiso a ella, también le contó sobre la caja, los Últimos, la estrella, el ritual de 1970 y todo lo que le englobaba, así como su relación con Altrouge, Manaka, su hermana y Fillia, así como también quien era realmente esta última, y por supuesto, también le contó sobre la Guerra del Santo Grial de la Luna, y lo que ellos planeaban hacer para evitar el futuro que les aguardaba. No le contó sobre los bloqueos cuánticos y ese tipo de cosas, porque para empezar no sabía cómo explicarlo, y creyó que si lo hiciese solo acabaría por confundirla, tampoco le contó sobre el mayor secreto de Manaka o la Tercera Magia, pero en general, le explicó cuál era el panorama general al cual se enfrentaban.
…
Para cuando acabó la conversación, había pasado más de una hora y los dulces de azúcar ya se habían agotado.
—Gray, ¿estás bien? —preguntó el chico al ver una expresión de dolor en el rostro de su compañera.
—Yo… me duele la cabeza —susurró la chica.
—Comprendo, es un montón de información, y si yo la hubiese recibido toda de golpe, entonces probablemente necesitaría un poco de tiempo para asimilarlo todo…
Gray asintió—. Yo… ¿puedes darme un tiempo para analizar todo lo que me has contado?
Había cosas de las que él quería hablar; sin embargo, no quería presionarla en esta situación, y conociéndola, ella realmente necesitaba tiempo a solas para poder analizar todo lo que le había dicho—. Claro, el almuerzo está listo, puedes bajar y almorzar, y cuando hayas analizado todas las cosas, entonces podemos terminar esta conversación, ¿te parece?
Gray asintió con una expresión adolorida—. Sí, gracias.
—Gray…
—¿Sí?
—Bueno, sobre nuestra relación, no tengo derecho a pedirte nada, y entiendo perfectamente el que no quieras ser partícipe de esto, por lo que, solo tienes que decírmelo, lo sabes, ¿verdad?
Gray bajó su mirada—. Pero si dijese que todo era una mentira, eso te traería problemas, ¿no es así? Entonces lo mejor que puedo hacer es fingir por un tiempo, para luego separarnos buscando cualquier excusa que lo justifique, eso sería lo mejor, ¿verdad?
—¿Eso te pidió Manaka? —preguntó el chico, a lo que Gray asintió; pero Shirou negó con su cabeza—. No, no sería lo mejor, para nada lo sería, porque no soportaría el hecho de saber que te estoy obligando a estar en una relación donde no quieres estar, incluso si es solo una farsa.
Gray cerró sus puños—. Dices eso… pero perdonaste a Brunestud y a Sajyou después de todas las cosas que han hecho, también estás dispuesto a participar en una relación falsa con Fillia, ¡e incluso a darle la oportunidad de…! —Shirou sabía lo que iba a venir, pero no esperó que fuese Gray quien se lo dijese—. ¡Es por esa actitud tan permisiva qué…! —Pero al darse cuenta de lo que estaba a punto de decir, ella se controló y se calló antes de terminar.
—Es por esa actitud tan permisiva que tienes, que todo ha llegado a este punto —completó Shirou—, lo sé, tienes toda la razón, me di cuenta de eso demasiado tarde. A mí… me cuesta ser duro con las personas que me son cercanas y a quienes quiero, es algo que tengo que corregir si quiero alcanzar lo que me he propuesto, supongo que por eso ahora simplemente estoy aceptando las consecuencias de mis errores, a la vez que busco la forma de lidiar con estas y de no volver a cometerlos. Así que, perdón que mis errores te hayan metido en todo esto.
Dicho esto, el chico salió de la habitación donde Gray se alojaba, pero antes de poder alejarse, ella le detuvo—. Errores… ¿Te gustaría que me negase? —susurró la chica.
A lo que el chico simplemente sonrió—. Siempre me dijiste que eras lenta aprendiendo… supongo que a la tercera va la vencida. No tengo ningún derecho a pedirte que aceptes, ni siquiera a seguir con la farsa, y comprendo que ya no confíes en mis palabras, pero ya te di mi respuesta, y no va a cambiar por muchas veces que me lo vuelvas a preguntar.
Y una vez dicho esto, él se alejó, y en vez de irse a almorzar al comedor, decidió mejor recoger su plato e ir a la biblioteca del taller, pues no quería incomodar a Gray en el almuerzo, y tenía ciertas cosas de las que encargarse en la biblioteca.
Después del almuerzo…
Gray se encontraba en el patio delantero de la casa, ella se hallaba acostada mirando el cielo con una mirada distante. Había recibido mucha información de golpe, tenía demasiadas cosas en las que pensar, lo que ella creía que iba a ser la más grande Guerra del Santo Grial que jamás hubiese ocurrido y donde su profesor quería participar, se había convertido en un evento que decidiría el destino del mundo, la caja, los Primordiales (Últimos), la estrella, el fin de la humanidad, era una cosa tras otra, y cada una más grande que la anterior.
—¡Oye Gray! ¿¡Por qué esa cara de perdida!? —gritó Add—, es decir, siempre tienes una cara de estar perdida, pero antes parecías una niña perdida en el patio de su casa, y ahora parece que estás perdida en el espacio, ¿otra vez se te salió la chica de campo? Ihihihi.
Gray no pudo evitar sonreír, ya no era capaz de escuchar a Add tan a menudo, generalmente pasaba más tiempo durmiendo, y ahora que ella había estado durmiendo durante varias horas, poco o nada habían coincidido ambos despiertos al mismo tiempo.
—Supongo que algo así, todo era más fácil cuando solo tenía que cuidar de los pollos… —susurró Gray.
—¿Oh? ¿El chico te pegó su frase?
Con chico se refería a Shirou, específicamente, a cuando él tenía que hacer algo complicado y diferente a forjar espadas, generalmente decía algo como: "todo era más sencillo cuando solo tenía que forjar espadas", con una cara de molestia.
—Creo que me pegó mucho más que eso… —susurró la sepulturera, pero Add la escuchó perfectamente.
—¿Oh? Entonces si se trata del compañero, ¿te hizo algo? De ser el caso solo dímelo y haré que vuelva a ser un hombrecito hecho y derecho después de darle un buen golpe en las bo- —intuyendo lo que iba a decir, Gray le zarandeó un poco para evitar que se descarrilase la conversación—, ¡Hey! ¿¡Y eso a qué vino!? —preguntó el código místico indignado, hasta que, en un momento de realización, dijo—: ¡Oh! Entiendo, entiendo, tranquila, solo lo golpearé, sé que si lo dejo sin huevos entonces tu no podrás chu- —ahora Gray se dejó de ligerezas y lo sacudió fuertemente como si se tratase de una maraca—, ¡Para, para, para, Gray! ¡Okey, okey, en serio para, me basta con que me zarandees hacia él con esta misma fuerza contra su cabeza y me quedaré a gusto!
Después de esto, la chica finalmente se detuvo y dejó de zarandear a su amigo—. Sabes que no me gustan esas bromas, siempre te lo digo cuando te unes a Lady Reines para molestar al Sir.
—Y-Y s-siempre creo que vale la pena hacerlas al ver tu cara —exclamó el código místico un poco aturdido—, pero como sea, ¿ya estás mejor? Al menos ya no tienes cara de perdida, o bueno, más cara de perdida que lo usual.
Era cierto, las tonterías de Add la había sacado de su ensoñamiento—. Ah, sí, gracias.
—Y bueno, ¿qué hizo el idiota? —preguntó Add.
—Sí, ¿qué hizo el idiota?
—¿Eh? —Una segunda voz preguntó justo después de la pregunta de su amigo, Gray se giró y pudo ver a la Princesa de los Apóstoles Muertos detrás de ella.
—¡Oh, una rival salvaje ha aparecido! Te cuidado Gray, te aseguro que ella si quiere chu- —Y así, una vez más, el código místico fue zarandeado.
—¿Chu? ¿Chuparle la sangre? —preguntó Altrouge—. ¿Ya tuviste esa conversación con Shirou?
—¡No, yo hablaba de que quieres chuparle las ¡AAAhhhhh! —Para evitar que el código místico no dijese aquello que no debía, Gray lo obligó a cambiar de forma, de maraca a pelota de beisbol, y así Add se convirtió en un ave, sin alas, y atrapado en una caja, pero tocó el cielo por unos instantes antes de caer a la distancia.
—O-Oye, ¿realmente estás bien? —preguntó un poco extrañada la Princesa.
—S-Sí, simplemente no quería seguir oyendo hablar a Add —O más específicamente, no quería oírlo sabiendo lo que quería decir, después de todo, quien sabe qué demonios le haría Princesa de los apóstoles por el simple hecho de insinuar que quería… bueno, hacer eso—. ¿Vienes de regreso de Londres?
Altrouge asintió—. Quise hablar con el Viejo Kaleido, pero para mí desgracia huyó antes de que pudiese tener un par de palabras con él —explicó la Princesa—. ¿Y por qué la cara de idiota? ¿Fue por el jueguecito de Fillia?
—Eh, b-bueno, sí. Pero también por el resto de cosas… —susurró la chica.
—¿El resto?
—La caja, los primordiales, la estrella, todo eso… —aclaró la chica.
Esto hizo que Altrouge entendiese—. Oh, yo que tú no le daría tantas vueltas a eso —respuesta que sorprendió a la sepulturera—, ¿por qué esa cara de, no entiendo nada? Vamos, dime, ¿cambia lo que ahora sabes lo que ibas hacer en un principio?
—¿Cambia? —Ahora que lo decía, no, no lo hacía, sus planes seguían siendo los mismos, entrar en la guerra, ayudar a los que entrasen con ella, y salir vivos del conflicto, lo único que se le agregaba, es que, por el bien del mundo, uno de ellos tenía que salir como el ganador.
Al ver como la chica no respondía, Altrouge continuó—. La situación es mucho más complicada y los riesgos son mucho más grandes, pero si esto no cambia lo que tienes que hacer, ¿vale la pena darle tantas vueltas hasta el punto de tener cara de perdida? —A lo que Gray asintió dubitativamente, y luego le miro con una expresión que Altrouge pudo entender fácilmente—, vamos, dispara, sé que quieres preguntar algo.
—Yo… bueno… nunca creí que tu aceptarías estar en este tipo de relación, solo quería saber… ¿Por qué?
—¿Este…? Hmm... ¿Estás dentro? —peguntó la apóstol, a lo que Gray se mantuvo quieta por unos instantes, pero luego negó con su cabeza—. Lo rechazaste entonces… —A lo que, una vez más, la sepulturera negó con su cabeza, esta vez, un poco más rápido—. Comprendo. —Luego ella se sentó a su lado—. Bueno, hay varias razones, pero si quieres la historia corta, hay tres que importan más que cualquier otras: La primera, es que entiendo que en este momento dividir al grupo es un error fatal si nuestro objetivo es ganar la guerra, la segunda es que entiendo al idiota, sé que ha cometido varios errores, y que esto es en gran parte su culpa, pero… ¿cómo decirlo…?
—¿La razón por la que comete dichos errores es, a su vez, una de las razones por las que nos gusta? —se preguntó Gray, más para sí misma que para responderle a la Princesa.
—Sip, exactamente. Si de algo estoy segura, es que va en serio con esto, que no quiere jugar conmigo, y probablemente sea la persona de la que más puedo estar segura que no quiere hacerme daño junto con Fou, y bueno, digamos que hace unos días pude comprobar su determinación.
—¿Cómo? —preguntó interesada la guardiana de tumbas.
—Le hice esperar un día entero a que yo apareciese en el lugar donde se supone íbamos a tener nuestra cita, sin decirle si quiera si aparecería al final —explicó la pelinegra—, esto después de enterarme de lo que ustedes hicieron, y también de su decisión sobre el harén. Luego de hacerlo esperar, le hice firmar un contrato que, bueno, estoy segura que las personas poco comprometidas se lo pensarían dos veces antes de firmarlo, y el idiota lo hizo sin leerlo siquiera.
—No sé si eso es lindo, o muy tonto —susurró Gray.
—Ambas —le contestó Altrouge—, pero como ya dijiste, es parte de lo que nos gusta de él. Por otro lado, ¿cómo fue la conversación? Es decir, imagino que tu reacción no fue la mejor al saber que ahora estás en un harén sin que siquiera se te haya dado elección.
—Bueno… le solté una bofetada…
Esto sorprendió a la Princesa—. Woah, ¿A Shirou? Parece que si tienes columna vertebral.
—¿Eh? ¡No! A Sajyou —corrigió Gray.
—¿La mocosa?
Gray asintió—. Después de todo fue Sajyou quien planeo todo esto, Shirou no sabía nada, ¿verdad? —Esto sorprendió momentáneamente a Altrouge, «Así que era como me lo imaginaba, Fillia no es lo suficientemente ingeniosa como para hacer una jugada como esa, maldita mocosa, no creas que te vas ir libre tampoco de mi parte», pero ella asintió—, al principio estaba consternada, pero cuando realmente sentí ira y actué sin pensarlo, fue cuando escuché sus razones para incluirme —continuó Gray.
—¿Cuáles? Es decir, realmente, desde su punto de vista, creo que hubiese preferido dejarte afuera.
Gray se mordió los labios—. Ella dijo lo mismo, pero dijo que lo había hecho por Shirou, y que debería de verlo como una oportunidad, porque había creado una situación perfecta para que yo pudiese estar junto a él, sin ser juzgada por las razones correctas —explicó Gray—, me enojó tanto que, de un momento a otro, tenía mi mano sobre su mejilla y le estaba gritando que no tenía ese derecho. A lo que simplemente contestó que, entonces, solo tenía que fingir por un par de meses, y después romper con él, eso me hizo enojar aún más, yo… no sabía que ella era ese tipo de persona.
—Hmm… comprendo, sip, suena a algo que ella haría —contestó Altrouge de mala gana.
—¿Por qué? No entiendo…
—Su forma de pensar es muy diferente a la de cualquier otra persona, bueno, en general, la de todos es diferente, pero digamos que su caso está en otro nivel —contestó Altrouge—, en cuanto a porqué lo hizo, bueno, ya te contestó, fue por Shirou, porque te aseguro que no le agrada tener que compartirlo con más mujeres, pero pone la felicidad de Shirou por encima de cualquier otra cosa, incluso de la suya propia.
—Pero eso no le da derecho hacerlo…
—Por supuesto que no se lo da, pero eso a ella le importa poco, mientras cumpla sus objetivos con el menor daño posible, puede aceptar una cachetada o dos. —Altrouge se encogió de hombros—. Bueno, en ese sentido, tampoco puedo criticarla mucho.
—¿Hmm? ¿Por qué?
—Bueno, si fuese mi objetivo el que aceptases unirte al harén, probablemente hubiese escogido el camino más corto sin importarme lo que pensases. Algo como endeudarte, hipnotizarte, tal vez drogas, quien sabe, no soy de las que le gusta dar muchas vueltas a menos que realmente crea que sea necesario.
—¡Eso es horrible! —replicó Gray horrorizada.
—Yep, pero así soy yo, son pocos los que me importan, así que no voy por ahí considerando los sentimientos de todo el mundo, y si a alguien le molesta, simplemente se convierte en la cena de PM. —Luego ella se mostró bastante pensativa—. Y ahora que lo pienso, si lo vemos de forma más retorcida, tal vez hizo esto para que rechazases la invitación y así no tener que agregar una más a la cuenta, con la mocosa nunca se sabe; pero al menos espero que esto sirva para que Shirou se endurezca cuando se trate de ella.
A Gray le asombró como la mujer podía cambiar de un tema a otro con tanta facilidad, casi tanto como le asombró su nueva apariencia la primera vez que la vio. ¿Todos habían dado el estirón en los últimos dos días?
—Como sea, creo que tanto si aceptas, como si rechazas, deberías hacerlo pronto, causará más problemas en el futuro si te tardas, de hecho, ya está causando problemas actualmente.
—¿Eh?
—¿No te lo dije? Vengo de la Torre, y antes de regresar me encontré con tu maestro, fue bastante complicado disuadirlo de que viniese hoy al taller. Es bastante patético en general, pero parece que puede ser un hombre decente en algunos casos, tuve que intimidarlo un poco y casi me sentí tentada a romperle una pierna para ver si ese era motivo suficiente como para evitar que viniese.
—¿¡Lo hiciste!? —preguntó la sepulturera muy angustiada.
—Nah, eso solo me traería problemas con Shirou, así que simplemente le dije que en este momento no valdría la pena que viniese al taller, pues era en parte mentira el que solo habías venido para pasar más tiempo con Shirou, le dije que estábamos realizando un experimento que te dejó completamente agotada, así que no podrías recibirlo incluso si viniese, así como también justifiqué en parte tus decisiones al hacerle saber que ya sabías sobre lo que se viene. Así que, si te pregunta, una de las razones por las que aceptaste estar en este tipo de relación, es porque sabías que tenemos el fin del mundo a la vuelta de la esquina, y quieres vivir al máximo, o como quieras decirle, durante el poco tiempo que tenemos —explicó la Princesa antes de levantarse—. Bueno, me voy al taller, tengo que buscar una forma de devolverle el golpe a la mocosa, y tengo que tener una conversación con Shirou.
—¡E-Espera!
—¿Hmm? —Altrouge se giró una vez más hacia la Guardiana de Tumbas—. ¿Algo más jovencita?
—N-Nunca me contaste cual era la tercera razón.
—¡Oh, cierto! Y, de hecho, es la más importante, y es una que se aplica a todas las que estamos dentro.
—¿Cuál es?
—Me hice a mí misma esta pregunta: Entre tenerlo, pero tener que compartirlo, o no tenerlo en absoluto, ¿Cuál me causaba más dolor? Y al final, terminé escogiendo la opción que me hacía doler menos el pecho —luego ella procedió a marcharse—, al final es tu felicidad la que está en juego, así que elige lo que te haga más feliz, o en su defecto lo que te haga menos miserable, por cómo están las cosas, no vale mucho la pena preocuparse por motivos externos a ti misma.
Y así, tal como apareció, la Princesa desapareció, dejando una vez más completamente sola a la sepulturera.
—¡GRAYYY! ¿Cuándo vas a venir a buscarme? ¡Esto es una completa falta de respeto a tu mejor amigo! ¡GRAYYY!
O bueno, casi sola.
La joven sepulturera se levantó y decidió ir a recoger a su amigo, todavía sentía una sensación de pesadez en su estómago, pero ya no se sentía completamente hecha un lio, ¿era por esto que Shirou podía afrontar todo este desastre sin desmoronarse? Por alguna razón, la conversación con Altrouge había sido bastante liberadora, por muy extraña que hubiese sido, más allá de las cosas horribles que había dicho la Princesa. Era verdad, las cosas no habían cambiado, los Últimos, la caja, la estrella, todo se reducía a ganar la Guerra del Santo Grial, solo tenía que concentrarse en eso, por otro lado, todavía estaba enojada con Sajyou, tanto por manipularla, como porque una parte de sí misma le agradecía que le dejase más fácil la elección, y eso no hacía más que enojarle, así como también estaba enojada con el chico del cual estaba enamorada, por ser demasiado permisivo con la chica, pero tampoco podía culparlo totalmente, porque él no sabía nada de sus tretas, y ella misma no sabía cómo hubiese manejado todo de haber estado en su posición, pero, probablemente, creía que peor de lo que él lo hizo.
—Sí, al final se reduce a tomar la opción que hace que menos me duela el pecho… —susurró la sepulturera. No había opción correcta a sus ojos, solo podía escoger la opción menos incorrecta. Y así, la chica caminó hacia el taller, mientras escuchaba las quejas de su amigo.
Varias horas más tarde…
—¿Shi-kun? —preguntó Ayaka, para la sorpresa del chico.
—¿Aya-chan? ¿Terminaron tus clases por hoy? —preguntó el pelirrojo.
—Sí, ya es bastante tarde, ¿no te diste cuenta? —preguntó sorprendida la magus.
—No, he estado concentrado leyendo esto…
—¿Y eso es? —preguntó la chica acercándose a donde se encontraba su amigo, quien estaba sentado frente a una computadora, la cual él había instalado en la biblioteca.
—Es una especie de Wikipedia, o algo parecido, una enciclopedia online —contestó el chico.
—¿Una enciclopedia? ¿De qué?
—De las subcategorías de la Guerra del Santo Grial —explicó el chico—, parece que un magus de la Nueva Era con un fuerte disgusto por los magi de linajes antiguos decidió crear una enciclopedia online que sirviese como una base de datos de la que los magi modernos pudiesen aprovecharse y sacar ventaja, seguramente sabe que la mayoría de los magi de antiguos linajes no se acercarían a una computadora, ni aunque los obliguen.
—¿En serio? ¿Y qué datos tiene? —preguntó Ayaka interesada.
—Su información es bastante variada, pues cada Falsa Guerra del Santo Grial parece tener su propio formato, pero la página de mayor interés, es la que habla sobre los sirvientes.
—¿Hay información sobre los sirvientes invocados? —preguntó interesada la joven aprendiz de brujería.
El chico asintió—. Aunque, debido a que las falsas guerras generalmente terminan en carnicerías, no hay tanta información como debería, de hecho, husmeando en los foros, he notado que muchos magi han publicado mientras se encontraban participando en dichas guerras, pero, de un momento a otro, han dejado de publicar, dejando la información inconclusa.
—Eso significa que…
Shirou asintió—. Probablemente no publicaron más porque perdieron la guerra «Dicho de otra forma, fueron asesinados».
—Entonces, ¿Publicaron información sobre sus sirvientes? Me parece muy extraño…
—La mayoría de la información es sobre los sirvientes de sus enemigos, al menos según lo que cuentan, aunque algunos intentaron publicar sobre sus propios sirvientes, pero el administrador borró esa información.
—¿Por qué?
—Bueno, porque es muy poco probable que esa información sea verídica, probablemente quisiesen engañar a las personas, después de todo, no es como que los magi de la nueva era no se enfrentasen también entre ellos en las falsas guerra, ¿no es así?
Ayaka asintió—. Entonces no es una herramienta muy útil, porque todo lo que han escrito puede ser una trampa, ¿no es así?
Shirou asintió—. Exactamente, es una guerra por la información.
—¿Y porque la estabas viendo si la información no es confiable? —preguntó la chica.
—Bueno, pensé en ayudarles con más información falsa que suene real. Después de haber participado en una falsa guerra, tengo cierta idea de cómo hacer pasar habilidades falsas por verdaderas, además de que también me ha permitido inferir más o menos cuales datos tienen mayor probabilidad de ser verdad.
—Eso nos podría ayudar para la guerra que se viene… —se dio cuenta la chica.
—Sí, aunque realmente no necesito hacer muchos cambios para que esta información sea perjudicial para quien la lea y le tenga confianza.
—¿A qué te refieres?
—Bueno, según lo que conversé con Manaka, en las falsas guerras del santo grial, los datos son tomados del Trono de los Héroes. Aunque ha habido algunas excepciones, donde la mala implementación del sistema, o su modificación, provocó la invocación de sirvientes irregulares. Esto sucedió en la falsa guerra del laberinto con uno que otro sirviente, como, por ejemplo, el Minotauros, que según Mana debería de ser muy diferente del que se encuentra en el Trono —explicó el chico—. Pero lo importante es que en la guerra del Santo Grial de la Luna los datos serán tomados de la base de datos de la Moon Cell, y será esta quien cree a los sirvientes.
—¿Crees que la base de datos de la Moon Cell y la que se encuentre en el Trono sean muy diferente?
—Es probable… «Sobre todo porque los datos del Trono de los Héroes parecen provenir de la Adecuada Historia de la Humanidad, mientras que la historia de nuestro mundo se ha ido deslizando cada vez más lejos de esta». Puede que algunos registros sean iguales a los del Trono, puede que otros sean ligeramente discordantes, y puede que otros sean completamente diferentes.
—Entonces vamos a ciegas…
Shirou no le iba a decir que, con las habilidades de Manaka, eso era una gran mentira, por lo que simplemente asintió y decidió cambiar de tema—. Aya, ¿puedo hacerte una pregunta un poco complicada?
Esto tomó un poco desprevenida a la chica, pero asintió—. Bueno, haré lo que pueda para contestarte.
—¿Cómo me ves? —preguntó el chico.
—¿Eh? Pues… ¿Con los ojos? —preguntó para sí misma la chica.
Eso le causó cierta gracia al pelirrojo—. No me refería a eso, mejor dicho, ¿qué soy para ti?
—¿Mi amigo? —volvió a decir la chica, más como una pregunta que como una afirmación.
—¿Segura, solo eso? —Ayaka no estaba segura de que era lo que quería oír el pelirrojo, pero simplemente asintió—. Entiendo, me alegro.
Al oír esto, Ayaka frunció el ceño—. Por alguna razón, pienso que debería de enojarme por esas palabras.
A lo que Shirou sonrió—. No, no, realmente me alegro de tenerte como amiga.
—Bueno… supongo que está bien.
—Otra cosa, ¿qué piensas sobre la relación entre Mana y yo? Es decir, nunca te pregunté.
Ayaka frunció el ceño—. Bueno… no me sorprende, es decir, Onee-chan nunca fue de ocultar sus sentimientos, como ambos bien sabemos. —A lo que el chico sonrió con un poco de ironía—. Lo que me sorprendió fue que aceptase estar en una relación de este tipo; pero supongo que es su decisión, y no creo que quieras herirla, así que no me preocupa mucho… aunque debo admitir que, si se ponen melosos o empiezan a coquetear cada dos por tres en frente mío, tal vez me sienta algo incomoda. Lo cual, conociendo a mi hermana, probablemente ocurra con bastante frecuencia de ahora en adelante —suspiró la castaña.
A lo que Shirou simplemente asintió y sonrió—. Comprendo, he intentaré no hacerte sentirte incomoda muy a menudo.
A sus palabras Ayaka asintió sonriendo.
En ese momento, Altrouge entró por la puerta de la habitación—. ¡Shirou! ¿¡Estás aquí!?
—Oh, Rouge, ¿terminaste de hacer lo que tenías que hacer en Londres? —preguntó el chico.
—Lamentablemente, no. El viejo no se encontraba en la Torre —explicó la Princesa, para luego dirigirse hacia Ayaka—. ¿Te importa si lo secuestro?
—Si es un secuestro, no creo que importe lo que piense, ¿o sí?
Altrouge sonrió—. Chica lista —para luego hacerle señas a Shirou.
El chico sabía que tenía una conversación pendiente con la apóstol, así que no se opuso y se despidió de Ayaka. Ambos subieron hasta la parte más alta del taller, el cual, parecía que se convertiría en su lugar.
—¿Y bien? ¿Qué te pareció todo después de que te despertaste? —preguntó la pelinegra.
—Un completo desastre y un gran dolor de cabeza —respondió el pelirrojo.
—No la vas a dejar irse de rositas, ¿o sí? —preguntó la chica mirándolo detenidamente.
—No, a pesar de sus buenas intenciones para conmigo, Mana se pasó de la raya esta vez —respondió el pelirrojo sin inmutarse.
—¿Entonces?
—Le negué mi primera vez.
Esto congeló a la Princesa—. Espera, ¿¡Tuvo la audacia de pedirla a pesar de todo lo que hizo!?
—Precisamente por todo lo que hizo, fue que intentó tenerla bajo cualquier costo.
—¿Y solo eso? —preguntó Altrouge.
—Puede que para ti sea poco, pero si conozco a Mana tan bien como la conozco, para ella significa mucho. Se enojó bastante cuando me besaste por primera vez, ella es el tipo de chica romántica a la que le importan mucho ese tipo de cosas —explicó Shirou—. No me sorprendería que uno de sus objetivos sea tomar todas mis primeras veces.
—Comprendo… pero todavía creo que es muy poco, es decir, manipuló a Fillia, a Gray la incluyó en el harén sin preguntar, indirectamente también manipuló a Illya, y a mi intentó engañarme mientras estábamos realizando el contrato —enumeró Altrouge con los dedos.
—Espera, ¿te diste cuenta de que no estaba tan mal como ella te hizo creer?
—Pues, al principio no, pero luego de dejar de restringirme, no fue muy difícil el darme cuenta —explicó la Princesa—. Por cierto, ¿no ibas a decirme nunca que la mocosa está conectada a la Raíz?
Esto obviamente tomó desprevenido al chico—. ¿¡Eh!? ¿¡Cómo lo descubriste!?
A lo que la Princesa sonrió—. Te lo acabo de decir, cuando no estoy tan restringida, es mucho más fácil para mi percibir las cosas.
A lo que el chico suspiró—. La verdad es que le prometí que no le contaría a nadie, por obvias razones.
—Hmm… —exclamó ella de forma condescendiente.
—Altrouge —habló el chico preocupado.
—¿Sí?
—Sé que no te agrada Mana, y que ella no ha hecho bien las cosas, pero no tengo porque explicarte las razones del por qué revelar su secreto nos traerá un montón de problemas, los cuales no podemos darnos el lujo de enfrentar en este momento, ¿o sí?
—Por supuesto que no —dijo ella de mala gana, pero luego sonrió—. Aunque con las últimas cosas que ha hecho, casi quiero correr el riesgo.
—Rouge…
—Necesita ser castigada más duramente, lo sabes —se quejó la pelinegra.
A lo que Shirou asintió—. Sí, pero de eso a poner al mundo entero detrás de su cabeza, hay un trecho muy grande.
—Puedo darte otras ideas… —Shirou ladeo su cabeza, indicándole que continuase—. Bueno, podemos obligarla a darle su virginidad a otra persona, u obligarla a ver como tú la pierdes con otra chica, ¿qué te parece?
—¿En serio? —respondió el chico con una expresión completamente sin emociones.
—¿Demasiado? —preguntó la apóstol haciéndose la tonta.
—La primera es un gran No, mientras que la segunda es un rotundo No —contestó el chico secamente—. Me sorprende que preguntes.
A lo que Altrouge chasqueó su lengua—. Bien, entonces, ¿qué te parece esto? —dijo la Princesa y se acercó para susurrarle algunas palabras al pelirrojo—. ¿Y bien?
—Eso es bastante cruel…
—No puedes ser blando con ella después de todo lo que hizo —contestó firmemente la ancestro.
—Sí, en eso tienes razón —Shirou suspiró—. Bien, acepto.
—Okey, entonces, ahora planeemos los castigos menores —continuó Altrouge.
—¿Castigo menores? —preguntó el chico.
—Conociéndola, intentará no enfrentar el castigo como se debe e intentará reducirlo o algo así, y seguro que dará buenos argumentos para esto, así que, cuando lo haga, le aplicaremos también los castigos menores como compensación —explicó Altrouge.
—¿Y esos serían?
—Creo que tú eres mejor para estos —Altrouge hizo un ademán de manos—. Solo piensa en cosas que sepas que le van a molestar.
—Bueno… que tal… si todas toman un turno para dormir conmigo como lo hacíamos nosotros en el dormitorio, que ella pierda su turno por una semana o por medio mes, o tal vez prohibirle utilizar la cocina, creo que ese tipo de cosas la molestarían.
Altrouge asintió—. Supongo que no está mal, al menos, para ella. —Mientras jugaba por el tejado del taller, la Princesa cambió de tema—. Por cierto, mientras venía de regreso, me encontré con Gray.
—¿Cómo se encuentra? —preguntó Shirou intranquilo.
—Confundida, enojada, distante —respondió Altrouge—. Probablemente vaya a visitarte antes de acostarse.
—¿Tan rápido? —preguntó el chico sorprendido.
—Tampoco tiene mucho tiempo, me encontré con Waver antes de regresar, y le convencí de no venir hoy al taller, pero le dije que Gray volvería mañana a la Torre, así que mañana tendrá que enfrentar eso, y le dije que era mejor que eligiese antes de hacerlo —explicó la Princesa.
—Comprendo… —contestó el chico abatido.
—Por cierto, ¿la mocosa ya te comentó sobre los resultados del Grand Roll?
Shirou ladeó su cabeza—. Sobre algunas cosas, hoy en la tarde comencé a hacer pruebas con mis habilidades físicas.
Esto llamó la atención del apóstol—. ¿Oh, tus conclusiones?
—¿Recuerdas como califiqué los parámetros de los sirvientes?
—¿Hablas del sistema de Flat? ¿El que se parece a los videojuegos de rol antiguos?
Shirou asintió y sonrió orgullosamente—. Sí, y bueno, creo que casi todas mis estadísticas base son de rango E.
A lo que Altrouge intentó no sonar sarcástica o cínica, y simplemente le contestó—. Sin ofender, pero eso suena fatal.
—Supongo que sí —dijo el chico con el ceño ligeramente fruncido, pero luego ladeó su cabeza—. Pero si lo pusiésemos de forma estadística, haciendo unas aproximaciones, entonces creo que los humanos de la actualidad serían un valor normal, digamos un uno para tener un punto de referencia, o un hipotético rango F, y creo que E sería algo así como 10 veces más. No creo que un incremento como ese sea despreciable de ninguna manera, es decir, en el entrenamiento de esta tarde, fui capaz de correr doscientos metros en tan solo cinco segundos sin necesidad de usar refuerzo o algo por el estilo.
—No, claro que no, pero no nos vamos a enfrentar a humanos normales. —Altrouge se veía un poco extraña, él podía sentirlo, literalmente, estaba utilizando su contrato—. No fisgonees —le replicó ella al sentirlo.
—Hay algo que quieres decirme, ¿verdad?
—Sí, pero aguántate, primero dime: dijiste casi todas, ¿Cuál no?
—Mi producción de Mana. Hmm… si tuviera que ponerle un rango, ¿D?, sí, creo que sería rango D. Comparado con mi producción anterior, realmente la cantidad que puedo manejar ahora ha aumentado bastante, lo cual es un alivio, considerando el enorme gasto que tienen mis armas más poderosas, ya sabes, la Construcciones Divinas, así como mi Canica de Realidad, los ataques basados en descargas de mana, etc.
—¿Crees que es suficiente? —preguntó un poco preocupada Altrouge.
—Hmm… para luchar adecuadamente, sí, tengo suficiente margen para no estar tan limitado, pero dudo que sea capaz de sacarle el máximo provecho a todas mis habilidades solo con esto. O, mejor dicho, probablemente tenga que elegir entre que usar y que no —aclaró el chico.
—¡Bien! —dijo la apóstol, animada.
—¿Bien? —preguntó sin entender el chico.
—Quise decir, ¡mal! —se corrigió ella rápidamente.
—¿Eh?
—Nada, nada, continua —expresó la chica.
Aunque confundido, el chico asintió—. Bueno, la otra estadística sería la Resistencia, realmente no estoy seguro de si la tengo en E, Mana me dijo que fue donde más fui afectado, pero no quiero hacerme daño solo para comprobarlo.
—De hecho, fue también donde yo más hice de mi parte —dijo pensativa la Princesa—. Hmm… yo diría que allí tendrías también una D.
—¿Segura? —preguntó el chico mientras se preguntaba a su vez a qué se refería con haber hecho más de su parte.
Altrouge asintió efusivamente—. Sip, confía en mí.
—Entiendo, bueno, entonces, todas en E, menos resistencia y mana. Hmm… no está mal, pues si bien no vamos a enfrentarnos solo a personas de esta era, no estoy contando cosas como: el Refuerzo, la Manipulación Temporal, o las Runas, o dicho resumidamente, a Yamato.
Altrouge frunció el ceño, sí, Yamato, no había contado con esta. Yamato era otro código místico que Shirou había creado gracias a, para su fortuna, ella y Manaka. Una vez que Manaka había creado los materiales habiendo utilizado el Santo Grial, ella sintió unas terribles ganas de golpearse a sí misma, pues ella podía hacer algo parecido con su Manifestación de la Fantasía, pero como no tenía una gran experiencia a la hora de utilizarla, no se le había ocurrido hasta que vio a Manaka haciéndolo, después de todo, ella no solía utilizar su Manifestación de la Fantasía, a menos que fuese totalmente necesario, pues necesitaba liberarse de sus restricciones autoimpuestas, cosa que intentaba evitar por cualquier medio para no provocar desastres fuera de su control, pues para algo tenía guardaespaldas y a su perro guardián. Pero si se trataba de utilizarla de una forma minimalista como usarla para crear materiales, entonces ella creyó que el riesgo era muy pequeño para el beneficio que obtendría, y con beneficio se refería al cariño del chico, pues después de saber que incluso los ojos de su novio habían sido planeados por otro, ella sentía que casi no había podido ayudarlo en prácticamente nada, e incluso con esto, todavía se sentía de la misma forma. Después de empezar a hacer esto, ella pensaba que, a lo mucho, ahora podía decir que le había ayudado con algo, pero a sus ojos, eso no era suficiente, quería más, y el Grand Roll fue la oportunidad perfecta.
En cuanto a Yamato, era una armadura, un código místico como los nuevos trajes de los homúnculos, pero mucho más completo, y diseñado para Shirou. Este se encontraba actualmente terminado y listo para ser utilizado, y su prueba de campo, al igual que el de la mayoría de los códigos místicos que el chico había estado creando, tendrían su primera prueba de campo en Japón.
Esto preocupó a la ancestro—. Y-Y con Yamato, ¿Cuánto crees que mejoren tus parámetros?
—Hmm… con todo lo que tiene Yamato, yo diría que al menos podría elevar mis parámetros en un rango, salvo suerte y energía mágica, claro está —dijo el chico notando el nerviosismo de su novia, pero haciendo como si no le importase, al menos, hasta que ella le revelase lo que le estaba ocultando, pues no veía lo bueno de mentirle.
—Entonces… D en Fuerza y Agilidad, y C en resistencia… —susurró Altrouge en voz baja, pero Shirou pudo escucharla perfectamente—. Bien, sigue estando por debajo.
A sus palabras, el pelirrojo sonrió—. ¿Ya me vas a decir que tienes entre manos?
Altrouge sonrió orgullosamente—. No deberías decir: ¿Ahora me vas a decir que tengo en mi mano?
—Oh, discúlpeme Princesa, me corrijo, ¿qué tengo en mi mano? —respondió el pelirrojo burlonamente.
Altrouge le miró con desagrado—. Sabes que me fastidia que me llames así.
—Lo sé —respondió sonriendo—, pero ver tu rostro enojado a veces es divertido, y otras veces es lindo.
—Oh… —Altrouge sonrió ampliamente—. Hacer que me pidas perdón con ojos de cachorro también es lindo, ¿quieres que te haga hacerlo?
—Paso —contestó secamente el chico.
—Buen chico —asintió la pelinegra satisfecha—. En cuanto a eso, es una espada.
Esto sorprendió al chico—. ¿Segura? Yo creo que es mi mano.
Altrouge entrecerró sus ojos—. ¿Otra vez con el sarcasmo?
—No, no, es decir, sé que soy una espada, pero esto es mi mano Rouge, mi mano con una especie de piedra, pero no tiene apariencia de espada en lo absoluto —intentó explicarse el chico.
—Obviamente tonto, esta desactivada —explicó la apóstol—. Ahora escucha bien, esta es mi forma de ayudarte: Su nombre, es Liner.
—¿Liner?
Altrouge asintió, y luego comenzó a explicarle detalladamente qué era exactamente.
Liner era una estructura con características similares al verdadero éter manifestado físicamente, la cual se encontraba en su interior como si de hueso se tratase, y sobresalía en el dorso de su mano derecha en la forma de una gema de un color negruzco, parecida a la obsidiana; sin embargo, era realmente un material no descubierto por la humanidad, acoplado en el dorso de su mano hasta el momento de ser activado.
Altrouge le había dicho que poseía varias funciones, pero la principal era la de ayudarle con sus problemas de energía mágica y; no obstante, esta no actuaba como un núcleo mágico, los cuales generaban energía, en cambio, su naturaleza era más cercana a la de los circuitos mágicos, los cuales transformaban el mana del medio ambiente en energía mágica propiamente hablando, sin embargo, Liner lo hacía a una escala completamente diferente de estos, pues actuaba como si de una planta de energía se tratase, absorbiendo el mana del medio ambiente y transformándolo en energía mágica que él podía utilizar, y dicha energía recorría su cuerpo a través de la propia estructura, permitiéndole de esta forma exceder en gran medida la cantidad de mana que sus circuitos podían manejar, desgraciadamente, esto, junto con sus otras características, conllevaban una gran presión sobre su cuerpo.
Al hacer uso de sus características especiales, específicamente para el combate, Liner podía empoderarlo elevando sus capacidades de forma similar a como se empoderaban los seres creados por el mundo utilizando su respaldo, Altrouge le dijo que podía pensar en Liner como si fuese una forma de reconectar al planeta y a la humanidad. De esta forma, su fuerza, resistencia, y agilidad, recibían bonificaciones en concordancia con la cantidad de energía mágica producida por Liner, pero debido a las limitaciones de su cuerpo en comparación con seres de más alto nivel, el alcance de las bonificaciones se limitaba, de modo que no se destruya a sí mismo por una sobrecarga de energía.
Dicho de otra forma, Liner lo empoderaba enormemente como si de un dopaje de drogas se tratase, pero debido a la presión desmesurada que sufrirá su cuerpo como consecuencia, solo se puede utilizar durante un periodo de tiempo limitado de forma segura, de otra manera, su cuerpo comenzará a sufrir graves heridas internas que, sin un sistema de salvaguarda, terminarán causando rápidamente su muerte. Es una carta de un solo uso por batalla, pues no solo pone una presión descomedida sobre su cuerpo, sino que también consume su energía vital, por lo que, utilizarla durante un periodo "amplio" de tiempo, dejará a su usuario complemente agotado y a merced de su enemigo.
Altrouge también le informó que esta posee la capacidad de crecer devorando energía mágica, rodeando a su usuario como si de una armadura de placas negras se tratase, y era capaz de generar una espada del mismo color y de tamaño variable unida a su mano. La armadura y la espada son enormemente pesadas y resistentes de acuerdo a las palabras de Altrouge, por lo que, solo las podría utilizar junto con las bonificaciones, y la espada podía tornarse rojiza emanando un calor abrazador, elevando enormemente su temperatura, pero la armadura debería de mantenerlo a salvo a pesar de esto.
La espada devoraba la fuerza vital en sí misma (El Od de su usuario y el mana del medio ambiente), alimentándose de esta para empoderarlo y utilizándola como combustible para abrazar todo aquello con lo que entrase en contacto. Además, Altrouge la había diseñado para que mostrase una mayor efectividad contra cosas que alterasen el mundo, tanto defensiva como ofensivamente, lo cual la convertía en un arma efectiva contra los campos delimitados cuya función fuese la alteración de este, permitiéndole destruirlos o desestabilizarlos dependiendo de su magnitud, siempre que él se encuentre afuera, o permitiéndole a Gaia filtrar más fácil su poder en el caso de que él se encuentre a dentro.
—Y bien, ¿qué te parece? —preguntó Altrouge de forma orgullosa.
…
Altrouge observó a su novio, quien parecía estar petrificado—. ¿Shirou? Sé que el alcance de mi brillantez es mucho más efectivo que unos ojos místicos de la petrificación, ¿pero podrías decirme que te parece? —dijo ella mientras movía sus manos en frente de su rostro, pero sin recibir ninguna reacción—. ¡Oye, oye! ¿¡Estás bien!? ¿No te dio un paro cardiaco, o sí? ¡No sé si Avalon funcione en contra de eso! —Al ver que él seguía sin responder, su novia comenzó a zarandearlo.
—¿¡E-Eh, eh!? ¡O-Oye, pa-para! —pidió el chico.
—Oh, ¿superaste el paro? —preguntó la chica más tranquila al verlo reaccionar.
—¡No tuve un paro cardiaco! —exclamó el chico—. Es solo que… ¿cómo demonios se te ocurrió todo esto?
Altrouge volvió a sonreír orgullosamente, pero esta vez había un toque de seriedad en sus palabras—. Cuando me liberé de mis ataduras y entré en contacto con el otro lado, pude ver por unos instantes, los miedos del planeta: Unos humanos que se habían adaptado de alguna manera al Grain, los vi viviendo sobre su cadáver, con los ojos puestos en otros mundos, sentí el terror del mundo al permitir que seres como estos se extendiesen por el espacio, y la razón de su llamado a los otros mundos. Esos humanos tenían Grain como si de huesos se tratasen, y tenían la capacidad de moldearlo en unas armas llamadas Brazos de Caballeros, que tomaban la forma de espadas malditas. Y entonces me di cuenta de que lo que estaba viendo no era un simple sueño aterrador, sino una posibilidad futura, y entendí el porqué de las acciones del planeta; sin embargo, luego pensé en ti, y tuve la confianza de que podría voltear las tornas, así que pensé: «Sí se hace de la forma adecuada, tal vez podríamos alcanzar algo como lo que él quiere. Al menos, tengo que intentarlo… Además, el nombre de Liner, suena bien». Y así fue como surgió Liner.
—¿El nombre de Liner? ¿Alguien se llamaba Liner en ese sueño?
—Era el nombre que se daban esos humanos a sí mismos.
—Espera, ¿¡Les expropiaste el nombre a una especie!? —preguntó el chico incrédulo.
Altrouge sonrió—. No puedo expropiárselos si todavía no existen, y mucho menos puedo hacerlo si no permito que existan.
—R-Realmente eres increíble, en más de un sentido… —luego de salir de su estupefacción, el chico sonrió—. Gracias, en serio.
Altrouge sonrió, feliz, pero apagadamente, le hacía parecer nostálgica—. Bueno, ya era hora de que hiciese algo, solo pude ayudarte a entender tu Canica de Realidad, y en la última semana, con los materiales. Prometí ayudarte, fui la primera en hacerlo, y la que menos lo ha hecho.
Esto sorprendió y confundió al chico—. ¿De qué estás hablando? Me has ayudado enormemente.
—Oh, ¿en serio? ¿en qué? —preguntó ella con ironía.
—Eres mi principal pilar de apoyo —respondió seriamente el chico—. Mana, Illya, y Gray, me han ayudado a su manera, pero en la única en quien he podido apoyarme cómodamente, es en ti, sin ti, tal vez me hubiese desmoronado hace tiempo atrás, pues, a pesar de las dificultades de las situaciones a las que nos enfrentamos, siempre ha sido tu forma de ser la que me ha quitado presión y me ha permitido seguir adelante un paso a la vez. ¿En serio no te has dado cuenta?
—Yo… supongo que no —susurró la chica.
—En ese caso, tendré que empezar a recordártelo de vez en cuando —aseguró el pelirrojo.
A lo que Altrouge sonrió y se sentó a su lado, Shirou la abrazó y ambos se quedaron en silencio disfrutando de la compañía del otro. Y así perdieron la noción del tiempo, al menos hasta que fueron llamados para cenar.
…
…
En el comedor del taller…
Era la primera vez en todo el día en que todos los presentes estaban en un mismo sitio, y había cierta incomodidad en el ambiente, específicamente, de parte de Gray y, en menor medida de Illya, hacia Manaka, y para sorpresa de las tres, Altrouge no parecía estar enojada en lo absoluto, de hecho, casi se podría decir que estaba radiante.
Y como si la joven rubia quisiese prenderle fuego a un barril de pólvora, ella decidió hablar—. Disculpen, ¿puedo tomar la palabra?
Las reacciones de Gray e Illya fueron instantáneas, molestia, mientras que Shirou, Fillia, Ayaka y Sella se mostraban curiosos, y en el caso del primero, un poco preocupado, por otro lado, Leysritt era Leysritt, y Altrouge seguía imperturbable.
Shirou quería responder, pero sentía que esta vez no era apropiado que él lo hiciese, ¿tal vez un asentimiento bastaría? Al final, sus pensamientos no valieron para nada, pues Altrouge contestó felizmente.
—Creo que ya lo hiciste, ¿de qué quieres hablar, mocosa?
Ahora fue la rubia quien mostró una expresión de molestia—. De nuestra facción, tanto si para algunas personas es una farsa, como si para otras es una realidad, debemos tener en claro de que se trata esta facción, en el caso de que alguien les pregunte.
Estas palabras obviamente llamaron la atención de los presentes, y esta vez Shirou si decidió hablar—. ¿A qué te refieres?
—Pues, no solo planeé la facción para que funcione como una tapadera para tu harén, Shi-kun, realmente lo pensé a fondo —explicó ella—. Según lo que planeé, debería funcionar así:
Nuestra facción funcionará utilizando a Shi-kun como punto de unión, y en vez de crear "ramas familiares" de la forma tradicional, dichas "ramas" se crearán mediante las relaciones de Shi-kun con cada una de nosotras, más que un árbol con ramas, lo pensé como una estructura de palillos, donde Shi-kun es el pegamento. Básicamente, Shi-kun tendrá hijos con la mayoría de las presentes, lo cual convertirá a sus descendientes en medio hermanos, y facilitará el traspaso entre crestas. Como saben, las crestas mágicas son incompatibles las unas con las otras, por lo que, se necesita de un proceso previo a la hora de querer unir dos crestas mágicas, para así poder volverlas compatibles, un proceso como este lleva cuanto mínimo una generación, y obliga a las familias a salirse de su zona de confort, de su área de especialización, y si a esto le sumamos el que no es un proceso que se pueda realizar con altas probabilidades de éxito con todas las crestas, ya que hay niveles y niveles de incompatibilidad entre estas, lo que lo convierte en un proceso muy complejo y restrictivo, razón por la que no es algo muy común el que se lleve a cabo. Sobre todo entre familias antiguas, donde los niveles de especialización suelen ser muy altos, y por ende, la incompatibilidad también.
Explicó Manaka.
—¿Ocurre algo? —preguntó el chico al ver como Gray tenía una mirada pensativa.
—Ah, no, solo estaba recordando lo que aprendí del restaurador de crestas.
—¿Geryon Ashborn?
Gray asintió—. Sí, recuerdo que él usaba otras crestas mágicas como material para arreglar otras crestas.
—¿Eh? Pero son incompatibles entre sí, no debería de ser posible utilizar partes de una cresta para arreglar otra —declaró Illya.
—Sí, pero lo hacía con ayuda de Papilio Magia, un tipo de hechicería diseñada para imitar el proceso metamórfico de una mariposa. Su premisa como misterio es el proceso de transformación de una mariposa a un modo de vida efectivamente completamente diferente entre las etapas larval, pupal y madura de su desarrollo. El Sr Orlocke lo describió como, "la manipulación de la brecha entre lo que es seguro y lo que es incierto".
—Hmm… no es una mala forma para intentar convertir parte de una cresta en una compatible con otra… pero probablemente su rango de efectividad sea cuestionable, ¿verdad? —preguntó Manaka.
Gray asintió—. Estaba lejos de estar completo y tenía fuertes efectos secundarios, por lo que terminó causando más victimas que el número a quienes ayudó.
—Hmm… Al final, las larvas que se convierten en mariposas tienen la capacidad innata de convertirse en estas, pero una cresta no posee la capacidad innata de convertirse en otra, de hecho, es casi lo opuesto… —susurró la rubia—. Bueno, volviendo a nuestro caso, tenemos cierta suerte. Para volverlas compatibles, necesitamos encontrar un punto en común entre todas nuestras áreas de investigación, luego realizar una investigación conjunta donde implementemos los conocimientos de nuestras respectivas áreas, grabar el resultado de esta investigación conjunta en las crestas, y luego utilizar dicha investigación y circuitos como el punto de unión entre estas. Véanlo como armar un rompecabezas, necesitamos crear una imagen conjunta entre todas nuestras áreas de investigación, luego separar dicha imagen y grabar las partes compatibles en las respectivas crestas, y luego usar esas mismas partes para unificar la imagen original, lo cual a su vez juntara el resto de cada una de las crestas.
—Onee-chan, ¿Quieres que yo…? —preguntó Ayaka.
—No, ya te dije que no tengo intención de recobrar la cresta, de hecho, es preciso que yo no la tenga; sin embargo, si quieres heredársela a tu sobrina, o convertirte en cuñada de alguna de las presentes, son asuntos que podemos tratar en el futuro —contestó Manaka.
Ayaka se mostró confundida por un momento, preguntándose, ¿de qué sobrina hablaba su hermana? Pero cuando escuchó la palabra, futuro, se dio cuenta, y no pudo evitar mirar a su amigo, el cual se mostró un poco nervioso y se encogió de hombros mientras desviaba su mirada.
—Hmm… Interesante —expresó Illya—. Es flujo, ¿verdad?
Manaka sonrió—. Como lo esperaba de Lady Einzbern.
—¿Flujo? —preguntó el chico.
—El punto de unión más apropiado —explicó Illya—. En la Alquimia, en sus dos variantes, siempre está presente la idea de que todo fluye, el flujo es un concepto central en la Alquimia, tanto es así que nuestro rasgo de Hechicería es el Flujo y la transferencia de poder.
—Flujo, ¿eh…? ¿Cómo también en, el flujo del tiempo? —preguntó el chico.
—Exactamente, tanto en la Alquimia como en la Manipulación del Tiempo, el concepto del flujo es fundamental —confirmó Illya.
A lo que Manaka asintió—. Creo que podemos crear una cresta unificada si nos concentramos en el flujo como tema principal. También creo que no es necesario que unifiquemos todas las crestas en su totalidad.
—Entonces, ¿propones que solo unifiquemos partes? —preguntó Illya.
Manaka asintió—. Considero que solo debemos unificar el agregado que sea más relevante, y no es necesario fusionar por completo la totalidad de las crestas, esto permitirá, a su vez, que cada familia conserve una parte de las crestas. De ahora en adelante, las investigaciones de las familias se centrarán en el concepto de flujo en nuestras respectivas áreas, la que llamaremos, la gran cresta, ira pasando de familia en familia dependiendo de varios factores, aunque los principales son: El talento del heredero, y el avance en la investigación de las familias. Así, las familias deberán grabar sus hechizos en ambas crestas, en la cresta de la familia y en la gran cresta, de esta manera, la cresta de cada familia funcionará a su vez como un respaldo segmentado de la gran cresta.
—Para algo como esto, debemos ser lo más elitistas posible —declaró Illya—. En cuanto a los hechizos que no tengan que ver con el flujo, pero que podamos unificar mediante este, solo debemos unificar lo mejor de lo mejor, lo mismo con los hechizos relacionados con el flujo, e, igual de importante, es que solo debemos forjar los circuitos de mayor calidad a la gran cresta, mientras que los segundos mejores deberán de ser para la cresta de cada familia. De esta forma tendremos ambos, una gran cresta tanto en cantidad como en calidad, y crestas menores, pero significativamente mejores que las de cualquier familia menor.
—Exactamente, tenemos actualmente tres y medio "ramas familiares" —declaró Manaka, y sus palabras parecieron agriar por momentos el ánimo de Altrouge.
—¿Y medio? —preguntó Fillia.
—Bueno, todo depende de las decisiones de Aya-chan si se vuelven cuatro ramas o se quedan en tres —explicó Manaka.
—Dos y medio —corrigió Shirou.
—¿Eh?
—Gray todavía no ha aceptado pertenecer a la facción, por lo que, solo tenemos dos y medio —aclaró Shirou.
—Oh… —expresó la chica.
En ese momento, varias miradas cayeron sobre la joven sepulturera, la cual se encontraba al lado del pelirrojo.
Por unos instantes, un silenció incomodo dominó el comedor, pero fue roto por Fillia—. No es por ser quien diga lo obvio, pero te recomiendo que elijas rápido, de otra manera, las cosas se complicarán para todos a futuro.
Gray asintió silenciosamente y, para su sorpresa, una mano se colocó en su hombro, para después hablarle—. Todavía tienes tiempo, consúltalo con la almohada y mañana puedes responder —la mano le pertenecía a Shirou, quien estaba intentando tranquilizarle, él suspiró y, por un momento, su mirada se volvió tan ensombrecida como la suya propia, pero luego cambió y se transformó en un de pura determinación—, y elijas lo que elijas, te prometí que estaría a tu lado y que te ayudaría, pase lo que pase, y eso no va a cambiar.
Sus palabras le trajeron una leve sonrisa a su rostro, y ella dio otro pequeño asentimiento.
—Bueno, creo que con esto terminamos por hoy, algunos ya pueden irse a dormir —declaró Altrouge.
—¿Algunos? —preguntó Fillia.
—Sip, ahora comienza una segunda conversación —declaró Altrouge—. Pero esta conversación es exclusiva para miembros.
—¿Miembros? —preguntó Ayaka—, ¿miembros de…?
—Miembros de cierta organización cuyo nombre me rehúso a decir que establece una relación entre Shirou y varias de las mujeres presentes en este taller —explicó Altrouge.
—Oh…
Altrouge asintió—. Deberíamos de ser solo tres, pero debido a las circunstancias actuales, la doppelganger y la hermanita de harén tiene que quedarse también —exigió la Princesa.
Illya frunció el ceño—. ¿Cómo puedes decirme hermanita de harén, pero no puedes decir el harén de Shirou?
—Porque la primera te molesta a ti, y la segunda me molesta a mí —respondió fácilmente la apóstol.
—¿No podríamos tener esta conversación mañana? —preguntó el pelirrojo.
—Por mucho que me disguste admitirlo, estoy de acuerdo con la chupasangre —declaró Manaka—. Es hora de poner reglas en el harén.
Shirou suspiró, pero asintió. Dicho esto, las siempre silenciosas sirvientas de Illya, Sella y Leysritt, abandonaron el comedor, seguidas por Ayaka y, finalmente, por una Gray dubitativa, a la cual le costó abandonar el comedor, y más aún despedirse del pelirrojo como generalmente lo hacía.
La guardiana de tumbas caminó por los oscuros pasillos de taller, mañana necesitaría dar una respuesta, antes de tener que hablar con el Sir. Ella le había estado dando vueltas a su situación durante todo el día, y esperaba que el pelirrojo tuviese razón y el consultarlo con la almohada le ayudase a terminar de escoger lo que iba a ser de ahora en adelante. Le tomó tiempo, casi dos horas, pero finalmente cayó dormida.
Notas de autor:
Buenas a todos, ¿cómo están? Ha pasado un tiempo desde el último cap, pues, más allá del poco tiempo que me deja la vida, ahora tengo dos fics (técnicamente tres), más sus respectivas traducciones, así que el ritmo de actualización se ha dividido para no abandonar ninguna, sumándole a esto que he regresado con mi fic de KHR, el cual está en revisión, pues… hago lo que puedo.
Algo que tengo que informarles, es que este es el penúltimo cap de esta parte de la historia, el próximo será el último, y no sé escribiré un pequeño avance de la segunda parte o un epilogo de esta, eso ya lo veré para la siguiente publicación.
También hay unas cuantas y pequeñas cosas que pueden haberles sonado un poco raro o que necesitaban mayor explicación o enfoque en cuanto a las reacciones de ciertos personajes en este cap, pero son cosas que preferí dejarme para el siguiente.
Ahora, las respuestas:
SG: Sí, entiendo lo que quieres decir con tu teoría, pero tu preguntaste que si no podrían haber más de una persona con el mismo origen al mismo tiempo, y si bien no es lo natural, pueden darse casos específicos en que sí, por eso mi respuesta.
1-. Imagino que sí, es lo más lógico.
2-. No, los counter-guardians también están el trono, por algo Alya los faculta para convertirse en héroes, el trono de los héroes es llamado Anillo de disuasión, refiriéndose a cómo es utilizado principalmente por Counter Force y Los Counters son llamados Protectores del equilibrio por esta misma razón.
3-. Es la razón principal, pero no solo se refiere a armas, sino también a habilidades, ya que la clase también limita esto, aunque hay habilidades que obtienen precisamente por ser sirvientes, y pueden utilizar algunos tesoros, habilidades, o realizar ciertas acciones automáticamente cuando son sirvientes, porque las hicieron cuando estaban vivos, (porque generalmente las hicieron una vez y quedaron registradas como algo que pueden hacer como sirvientes automáticamente, pero habría que ver si estando vivos podrían hacerlas más de una vez), también habría que analizar si el cuerpo del sirviente es mejor o peor que el que tenía cuando estaba vivo, ya que uno de los beneficios de ser sirvientes es, por ejemplo, no necesitar de oxígeno para respirar. En resumen, el si un sirviente es más débil que cuando estaba vivo, primero, depende del sirviente (Stheno y su hermana se benefician de esto), y no solo se trata de las armas, pero si fuesen invocados como sirvientes sin las restricciones de clases, en general, deberían de ser iguales o más poderosos que cuando estaban vivos.
4-. Bueno, siempre he tenido la teoría que la mayoría de sus armas Emiya las consiguió en sus misiones como Counter guardián, sin embargo, que tan fuerte se vuelve cada vez que termina una misión es debatible, si bien obtiene más armas, se sabe que los recuerdos del Emiya del trono están muy fragmentados (Probablemente debido a la gran cantidad que tiene), y si eso le sumamos las acciones del trono para evitar paradojas con sus recuerdos, el cuanto pueda aprovechar esas experiencias es bastante debatible. Y no, los counters no son invocados cuando quieren, son invocados cuando Alaya quiere.
Sin más que decir, agradezco a todos los lectores, a los mecenas para los que los capítulos están listos una semana antes, y a todos los que comentan en cada capítulo cuyos comentarios son también una gran motivación para seguir escribiendo, no vemos en el siguiente cap.
