CAPITULO CUATRO
LA POCION DE GINNY
Los primeros rayos solares entraron por una de las rendijas de las persianas de la ventana de la habitación de Ron. Harry abrió los ojos ya que le daban de lleno en la cara. Se escuchaban a las aves trinar por todas partes.
¡Qué bien había dormido!
El espíritu que había en el ático, no había dado señales de actividad durante la noche, pareciera que también estaba de vacaciones.
No sabía la hora, pero no le importaba en lo absoluto, solo tenía la urgencia, ir de inmediato al baño, porque el agua que había tomado antes de acostarse, ya había hecho efecto. Se estiró un poco.
-¡Ah que bien se siente eso!
Al pasar al lado de Ron, vio que había tirado las cobijas al piso por el tremendo calor que había hecho durante la noche y parte de la madrugada; se había quedado en calzoncillos. Lo miró por unos segundos...No se veía tan mal. Entró al sanitario, y cuando trató de buscar su miembro para orinar...
-¡AHH! -Gritó. ¡Su pene ya no estaba ahí! -¡AHH! -Otro grito más fuerte que tiró a Ron de la cama.
-Harry ¿Qué pasa, porqué hay tantos gritos¿Dónde estás? -Ron todavía estaba adormilado y bsucaba con la mirada borrosa por toda su habitación.
-AHHHH- Harry no dejaba de gritar desesperado -¡No puede ser¿Qué me pasó? Merlín... Esta, ésta tampoco es mi voz...
Y Corrió directo al espejo para mirarse.
-AHHHH ¡No, que ha sucedido¿¡Dónde está mi rostro!?
El espejo le contestó¡wow que linda chica!
-¿Y esto que es? -Harry tocó su cuerpo con ambas manos y
-AHHHH ¡TENGO SENOS!
-Harry ¿Estás en el baño¡Contéstame! -Ron tocaba insistentemente la puerta del baño, pero ésta no se abría.
-¡Ron¡Ayúdame!
La voz de Harry era tan aguda como una chica.
-¿En verdad eres tú Harry¿O eres Ginny, o Hermione?
Nadie le contestó. De pronto, la puerta de la habitación de Ron se abrió de Golpe. Se trataba de las chicas que se habían levantado al escuchar los gritos desaforados. Ron al verlas, supo inmediatamente que ninguna de ellas estaba en el baño... Y si no estaban ellas ¿Entonces quien se encontraba en el sanitario?
-¿Qué demonios pasa Ron, por qué tanto escándalo? -Dijo Ginny.
- No lo sé, no sé que está pasando... Hay alguien adentro del baño, pero tiene voz de chica... Pensé que era alguna de ustedes.
-¿Creías que nos íbamos a meter a un cuarto de chicos¡Eso ni pensarlo¿Dónde está Harry? -Preguntó Hermione mirando por toda la habitación-.
-¡Aquí estoy!- Contestó el adolescente con voz temblorosa dentro del sanitario-.
-Esa no es la voz de Harry- Hermione comenzó a hacer conjeturas- ¡Quien quiera que sea, abra la puerta! -Gritó con firmeza.
-¡No, no pienso abrirla!
- Ah, conque no quieres rebelar tu identidad... ¡Retrocedan chicos, abriré de cualquier modo!
La chica de cabellera marrón sacó su varita y por medio de un potente conjuro, abrió la puerta de golpe.
Lo que vieron dentro del baño, los dejó estupefactos. Harry, o lo que parecía ser una mujer...estaba sentada en el suelo, abajo de la regadera, abrazándose las piernas y ocultando el rostro en medio de sus piernas. Tenía la pijama de Harry, de eso no había duda. Sollozaba y temblaba.
-¡POR FAVOR VAYANSE¡¡NO QUIERO QUE ME VEAN DE ESTA FORMA!
-No entiendo que es lo que pasa... Ginny, Hermione, explíquenme esto... ¡¿Qué hace una chica, con la pijama de Harry, adentro de mi baño!?
-...
-¡Hey tú...!- Ron se animó a hablar- Dime... ¿Dónde está Harry¿Llegaste anoche sin que nos diéramos cuenta¿Se fue Harry a su casa? contesta...
-¡Un momento¡Un momento! creo que ya se qué pasa...
Ginny se puso pálida, casi transparente.
-¡Tengo que revisar algo en la cocina! enseguida vuelvo...
-Ron ¿Qué paso anoche¿NO HABRAN TRAIDO CHICAS A LA CASA VERDAD? -Hermione le reclamó airadamente, tal vez por lo celos de pensar que no habían pasado la noche solos.
-¡¿Cómo crees Hermione?! No hicimos absolutamente nada... Nos acostamos a dormir al igual que ustedes... todo normal...
Otro grito, pero esta vez de Ginny, se dejó escuchar en la cocina
- ¡Ginny! -Gritó Ron y salió en busca de su hermana.y
-¡Esto está para volverse locos! Oye chica... Psst, -Hermione dió dos paso al frente- ¿Cómo te llamas, eres amiga de Harry?
-¡Por favor Hermione, no me hagas más preguntas! Déjame solo...
-¿Cómo es que sabes mi nombre? Estás actuando de una manera muy extraña... Si no me dices quien eres, te obligaré por la fuerza... Contaré hasta tres... Una... Dos...
-Por Dios Hermione... ¿Acaso no lo ves¡Soy yo, Harry! -Ya no tuvo más remedio que ponerse de pié para que lo viera- Hermione estuvo a punto de desmayarse, al verle en la frente, la cicatriz en forma de rayo.
-Algo pasó anoche... Me levanté al baño... Y descubrí... ¡¡¡Que soy una chica!!! -Harry sollozaba.
-¡¡¡Esto no puede estar pasando!!! Es una cruel broma...
Un ¡Plin! y enfundados en la ropa de dormir, con el cabello alborotado, los gemelos hicieron acto de aparición.
-¡Wow tenemos visitas¿Es tu amiga Hermione? -Se apresuró a decir Fred alisándose el cabello- ¿Por qué no nos avisaron que traerían a una amiga? Le siguió George-Escuchamos alboroto y decidimos aparecernos aquí, y creo que fue en el momento justo.
-¡¿QUIEREN DEJAR DE DECIR ESTUPIDECES?! -Grito Hermione que seguía observando a Harry con los ojos mas abiertos de toda su vida. Momentos después entró Ron-.
-¡¡Fred, George¡¡Ginny se desmayó en la cocina ¿Podrían bajar a...ayudarla? - Enseguida, Ron se le quedó viendo a Harr- ¡No! No, no, no, no no... ¡Tienes la cicatriz! pero... pero... ¡¡que cosa!!
-Fred, George, vayan a auxiliar a Ginny por favor. Estamos tratando de entender esta situación -Dijo Hermione- Y Ron ¡Haz favor de ponerte algo encima¿Qué no ves que estás en paños menores?
-¡Oh, lo siento¡No me había dado cuenta! Dense vuelta para poder cambiarme...
¡Hombres! exclamó Hermione, Harry entonces recargó la frente en la pared y le dio un golpe con el puño.
-No es necesario... que me ayuden... Ya vengo...
Ginny entró jadeando al cuarto con una taza vacía en las manos y tambaleándose- Creo saber... Lo que pasó... ¡Ay Harry! Te bebiste mi experimento anoche... Anoche que tenías sed... No pensé que tú... Se me olvidó guardarla...
Todos, absolutamente todos, se miraron unos a otros, completamente desorientados. Sin saber qué hacer. Sin saber lo que estaba pensando... Harry pareció ser el único en comprender y se quedó mudo.
o.o.o.o
En la sala de la madriguera se llevaba a cabo un meeting muy poco usual. Los gemelos, sentados hasta el rincón con los brazos cruzados y negando con la cabeza, Ron, apartado también con la boca seca y con cara de incredulidad. Hermione, era la que mejor estaba asimilando las cosas, y Harry, estaba como ido, tapado de pies a cabeza con una bata, tembloroso... Sin saber que decir. Ginny les había explicado de la mejor manera posible los acontecimientos.
Antes de salir del colegio, se había infiltrado en la biblioteca y había accedido a la sección de magia oscura con un permiso falso. (Con la firma falsificada de Mcgonagall) Había copiado los ingredientes de un hechizo, para realzar el cuerpo femenino, dar mayor intelecto, habilidades artísticas, musicales y de lenguaje. Un potente elixir para atraer al sexo opuesto y viceversa. Por su complejidad y dificultad, lo había mantenido en secreto, por eso era que pasaba horas enteras en su cuarto, no quería que su secreto fuera revelado, hasta el día de hoy...
-Y luego... anoche que pensaba beberlo... Apareció Harry, me asusté por que pensé que me había descubierto, fue tanta la impresión, que olvidé por completo la poción y la dejé sobre la mesa.
-¿Porqué Ginny¿Por qué hacer todo eso? -Hermione estaba muy seria e inquieta.
-Yo... Yo quería ser más bonita... Atractiva...
-Pero si eres una chica guapa, tienes grandes cualidades, en serio que sí... Muchas quisiéramos tener unos ojos tan lindos como los tuyos... O poder ser vidente... Has demostrado ser buena en eso...
-Pero no tengo las suficientes cualidades como para que... ¡¡¡Como para que Harry se fijara en mí!!!...
Ya no pudo más y se soltó a llorar como una chiquilla. Fue entonces que Harry salió de su trance... Así que después de todo, había sido por el... Por agradarlo... Pobre Ginny, nunca pensó que sintiera tan mal.
-Ginny, cálmate... habrá alguna solución, algún contra hechizo... ¿Lo hay?- preguntó tratando de aparentar calma.
-Supongo que sí, pero no lo sé... Tal vez en el libro venga algo... La verdad no lo creí necesario. No pensé que...
CLAP, CLAP se escucharon unos aplausos
-Te felicito Ginny, acabas de arruinarle la vida a mi mejor amig... ¡ Eres una estúpida¡¿Cómo pudiste hacer semejante cosa?! Eres una... Una...
Ron estaba enojado, como nunca lo habían visto antes.
-Tranquilízate Ron... Estoy segura de que solucionaremos esto... espero... Ginny¿ Cómo se llamaba el libro, recuerdas el nombre?
-Sí Hermione... Se llamaba ""Hechizos de conversión"" sección de vanidad, capítulo trece.
- A ver todos...Estamos olvidando algo chicos -Fred tomó la palabra- ese libro está en la biblioteca de Hogwarts, en la sección prohibida... ¿Por qué? por lo peligroso que suele ser. Nadie puede aparecerse en los terrenos, y lo sabemos de sobra; así que no podremos buscar una solución hasta que entremos a la escuela. -A Harry se le vino el mundo encima.
-Pero... Pero... ¡YO NO PUEDO PRESENTARME ASI, EN LA ESCUELA¿QUE VOY A HACER?
-¿Y si le pedimos ayuda a Dumbledore ó a Mcgonagall? -Opinó Ron.
-No lo creo conveniente, si ellos se enteran de lo que hizo Ginny, podrían expulsarla y peor aún, tu padre enfrentaría una investigación por parte del ministerio de magia, y perder su trabajo (Hermione tenía toda la razón) -Esto tenemos que mantenerlo en secreto, por el bien de todos.
-Pues que la expulsen, por andar haciendo esa clase de estupideces -Ron miró con reproche a Ginny que mantenía la mirada en el suelo- es lo menos que se merece por tonta e inepta...
-Aunque todavía queda una leve esperanza-Dijo George- Es un lugar peligroso, pero tal vez ahí consigamos el libro... Pensándolo bien, peligrosísimo. Incluso podríamos perder la vida en el intento.
-¡DONDE¡DILO PRONTO! -Harry se paró delante de él y como bien había dicho Ginny de lo potente que era la poción, George se puso nervioso teniendo delante a Harry/chica) -Po... Podemos ir... al callejón Knockturn, ahí, dónde saliste aquella ves ¿recuerdas?
-Es cierto- Contestó Harry- yo estuve ahí y está plagado de artes oscuras... Seguramente podríamos conseguir el libro... Pero yo no pienso salir así. -Volvió a taparse con la bata.
-Yo iré -Dijo finalmente Ginny, decidida- es mi culpa y debo remediarlo. Sólo así conseguiré que Harry me perdone.
-¡NO, TU NO SALES DE ESTA CASA! -Intervino Ron- Ya hiciste suficiente daño... Y no se hable más del asunto. Además alguien debe quedarse en casa... podrían llegar nuestros padres en cualquier momento.
-¡Hey, grandulón! te olvidas de quien da las órdenes aquí... Somos Fred y yo... Iremos nosotros tres, -Ron se sintió importante de que lo tomaran en cuenta- Hermione, tú quédate aquí, necesitamos una gente responsable en casa, no vaya siendo que algo pase mientras estamos fuera.
-Perfecto, Aquí nos quedaremos... Y Harry, creo que será una buena idea que te recuestes un rato... Tendré que prestarte algo de ropa... El pijama de hombre, no te queda nada bien. O si quieres puedes tomar una ducha...Ven Ginny, acompáñanos.
Harry, Ginny y Hermione subieron al cuarto. Herm le proporcionó una toalla y se metió a la regadera para asearse un poco.
Fue como si acabara de nacer, cuando acabó por desnudarse.
Después de la primera impresión, tuvo la oportunidad de explorarse completamente. Tenía un par de senos de muy buen tamaño, unas manos delicadas con uñas largas perfectas; hombros suaves, atractivos a su manera de ver y sentir. Su cuello, su espalda y cintura diminuta... ¡¡Sus caderas!! Un cuerpo perfecto indudablemente, si el fuera el que viera esa visión tan sensual en otra chica, indiscutiblemente caería rendido a sus pies. Pero eso acabaría pronto, si lograban conseguir el famoso libro. La sensación que producía el agua en su cuerpo era diferente a todas las demás, hasta le daba miedo enjabonarse, como si algo se fuese a romper... Acabó la ducha y se vistió. Se miró al espejo con cierto temor... Una larga cabellera negra ondulada y sedosa caía graciosa en sus hombros. Sus ojos verdes parecían brillar más y presentaban unas pestañas impresionantes, unas mejillas con un ligero tono rosado. Una dentadura con dientes blanquísimos.
Una belleza ni más ni menos.
Estaba desecho, por dentro y por fuera; su hombría estaba por los suelos¿Por qué le sucedían las cosas más inexplicables a él? Por unos momentos deseó ser otra persona, una común y corriente, un Muggle.
Si me vieran los Dursley... ¿Qué pensarían de mí?
Se imaginó a Tío Vernón casi escupiéndole en la cara al hablar, y diciéndole que era una persona indecente por vestirse como mujer, siendo hombre; la vergüenza de la familia, la deshonra total. Dudley, pavoneándose enfrente de el y caminando como una chica y la tía Petunia, persiguiéndolo por toda la casa, gritándole que era un indecente degenerado, con una sartén en la mano, por si tenía la oportunidad de pegarle
¡¡No, no quiero siquiera imaginarlo!!
o.o.o.o.o
Mientras tanto, en la parte de abajo de la casa.
-Estoy listo... Mientras más rápido lleguemos, más rápido saldrá Harry de éste lío.
-Llévate la túnica Ron, y por si acaso, toma tu varita... -Le dijo Hermione en tono amable -Gracias Herm... ¿Nos vamos chicos?
-Deséenos suerte, por que la vamos a necesitar -Dijeron Fred y George al mismo tiempo.
o.o.o.o
Por medio de los polvos flú, (Por que Ron todavía no dominaba el arte de la desaparición adecuadamente) Llegaron al tan temido callejón Knockturn o a algún lado del mismo. La chimenea, presumiblemente se encontraba en un bodegón bastante tétrico y oscuro. Salieron más polvorientos de lo habitual y cubiertos con una capa gelatinosa de color amarillo fosforecente.
"Lumus"
La varita de Fred alumbró el recinto.
-¡Woaee¡Qué asco¡ Y el olor es insoportable ¿Dónde creen ustedes que estemos? -Comentó Ron tapando su nariz.
-Parece ser algo así como un sótano... a donde vienen a parar los desperdicios... seguramente estamos abajo de una hostería, y al juzgar por el abandono en que está todo esto... Una muy pobre.
-Estoy de acuerdo con Fred, será mejor que salgamos de aquí lo más rápidamente posible, me estoy mareando con tanta suciedad...
Subieron las escaleras, cada paso que daban, sonaba el rechinar de la madera. Pero hasta el momento todo estaba en completa calma aparente. Abrieron la puerta de salida... Efectivamente, era una hostería abandonada. Pilas de sillas, sillones, candelabros y cualquier cantidad de chucherías apiladas en todas partes. Tardaron varios minutos en encontrar la puerta que conducía a la salida. Pero estaba cerrada, Ron intentó abrirla con el "Alohomora", pero no surtió efecto. George y Fred, se encontraron con toda una vitrina repleta de objetos raros, calaveras con cabello, cabezas disecadas, manos amputadas...Dedos dentro de botellas con un líquido violeta como conservador. Uñas humanas en una bandeja, Renacuajos sin ojos y con una sola pata. Y así un sin número de asquerosidades de peligroso aspecto, Para su mala fortuna, no hallaron ningún libro en el inmenso lugar.
-Oigan, esto me está asustando, salgamos ya ¿Quieren? -Ron estaba verde y apunto de volver el estómago-.
-Ya que no se puede abrir la puerta de una manera civilizada, tendremos que utilizar, el Weasley´s special... Si hubiéramos venido nosotros solos, Ron... Esto no hubiera sido necesario... Tendrás que poner más empeño en tus TIMOS si quieres aprender a desaparecer de una manera adecuada.
-Bien pensado hermano... Fíjate bien Ron, éste invento es nuestro orgullo -Dijo Fred, que sacó algo de la bolsa de su pantalón- Era una pedazo de papel metálico, que fue colocado en la cerradura de la puerta; con un toque de la varita, y comenzaron a salir chispas azules y amarillas.
-¡¡¡CUBRANSE!!! Gritó Fred.
¡¡PASSSS¡¡¡ZUMMM!!!
La puerta fue lanzada varios metros hacia el frente y una alarma extremadamente escandalosa comenzó a sonar alertando a todos.
-Ahora sí¡corran por sus vidas!
Corrieron todo lo que sus piernas podían dar, atropellando la gente a su paso. Brujas y magos miraban con curiosidad al trío de chiquillos que pasaban por ahí.
Mientras tanto, en algunas tiendas cercanas al lugar de la explosión. Draco y su madre hacían las compras necesarias "para la cena especial", que de especial no tenía nada para el chico y si era traumatizante. Narcisa, como toda mujer, no acababa por decidirse por el vestido que usaría el día de la cena, ya llevaba la mitad de todos los modelos exclusivos y ninguno le parecía una buena elección, tal vestido estaba demasiado largo, que aquel otro demasiado sencillo, bla, bla, bla.
El rubio platinado estaba ya fastidiado de estar sentado sin hacer nada, mas que mirar mujeres frívolas que caminaban provocadoramente cuando pasaban cerca de él. Por su parte, había comprado ya su elegante atuendo, para la "Gran farsa". No le quedaba más que esperar a que su madre terminara.
Un enorme bostezo se le escapó.
-Draco hijo... ¿Qué te parece este vestido, verdad que es primoroso?
-Si, si se te ve estupendo...
¿Cuántas veces había repetido esa frase en el día? había perdido la cuenta.
Se levantó del asiento para estirar las piernas, Cuando de pronto... Vio por el cristal del aparador, tres cabezas pelirrojas corriendo de prisa.
¡LOS WEASLEY!
Y si estaban los Weasley cerca, eso significaba solo una cosa:
"HARRY ESTARIA CON ELLOS"
Sin perder el tiempo, salió sin avisarle a su madre... A lo lejos alcanzó a ver a Ron que doblaba en la esquina hacia la calle de la izquierda. Detrás de ellos, un grupo de magos mal encarados, preguntaban si habían visto hacia dónde se habían dirigido los delincuentes, para darles cacería. Nadie les dio información, preferían mantenerse al margen, por aquello de las represalias, el ajuste de cuentas estaba a la orden del día. Draco guardó silencio, pero el también tomó el mismo camino que los chicos, apresurando el paso disimuladamente para no levantar sospechas, aunque siendo un Malfoy, nadie podía siquiera sospechar de el. Tenía que averiguar que era lo que pasaba a como diera lugar...
Piensa Draco... Si fueras un pobretón Weasley ¿A dónde te esconderías? ... ¡Los tengo!
Su gran instinto lo dirigió calles abajo... Todo parecía de lo más normal, agudizó su oído. Alcanzó a escuchar rumores detrás de unos barriles de cerveza de mantequilla, se fue aproximando lentamente, despacio, sin hacer el menor ruido que lo delatara, su respiración se volvió mas acelerada y unas gotas de sudor empezaron a resbalar por sus sienes, podía sentir que ya faltaba muy poco para dar con su paradero... Hasta que los oyó hablar muy bajito, pero entendible.
-¡Por poco y nos atrapan, si lo hubieran hecho, hubiéramos servido como abono! ...O hubieran colgado nuestras cabezas como trofeo.
-¡Tú tuviste la culpa Fred¿No se te pudo haber ocurrido otra manera de abrir la puerta de la hostería? No, tenías que haberla volado en mil pedazos. ¡QUE CABEZA HUECA!
-Ya deja de quejarte Ron, que todo es por tu culpa... Aprende a desaparecerte... Burro.
-Yo no soy ningún Burro... Sólo me cuesta más trabajo, es todo...
-Shhh, guarden silencio los dos... Ahora lo que debemos hacer es ponernos a buscar el libro que necesita Harry -Draco, al escuchar "Harry" puso más atención todavía -¿Cómo dijo que se llamaba?
-"Hechizos de conversión" sección vanidad, capítulo trece -Contestó Ron.
Para qué Diablos necesitaría Harry ese libro- pensó Draco.
-¿Y Cómo es el dichoso libro!
-Ni idea...George
-¡LO QUE NOS FALTABA! será como buscar una aguja en un pajar... Ni modo, a buscarlo en todas partes... Pobre Harry, no quisiera estar en sus Zapatos... Mira que despertar y descubrir que es una mujer... ¡Y QUE MUJER¿Vieron que cuerpazo tenía? Espectacular... Como una modelo profesional.
-¡Fred, estás hablando de Harry, de mi mejor amigo! Y no te permito que... que le faltes al respeto... aunque ahora es una chica, es mi amigo y no permitiré que se expresen así de el, en su ausencia... ESA GINNY ME LAS VA A PAGAR TODAS JUNTAS... Mira que hacer una poción para volverse más atractiva y gustarle a Harry... Solo a ella se le pudo ocurrir tal barbaridad. ¿Viste la cara de mustia que tenia cuando se le cayó el teatro? Y sólo se le ocurrió decir ¡Lo siento Harry, perdóname! Como si con eso arreglara las cosas.
-Si, pero tu amiguito, también puso de su parte, se la tomó sin querer obviamente... Pero no volverá a tomar nada por las noches cuando tenga sed, se lo pensará mas de dos veces. No sea que un día resulte que se ha convertido en Draco Malfoy, eso sí que sería horroroso, espeluznante y maléfico.
Draco estaba tan absorto en la plática, que ni siquiera le molestó el comentario del pelirrojo. Pero ya había escuchado lo suficiente. Harry era ahora una chica por un lamentable accidente producido por la hermana menor... Pero eso le daba una muy pero muy buena idea. Se alejó de ahí dando grandes zancadas. Su cabeza comenzó a trabajar a mil revoluciones por segundo, el panorama se le había vuelto claro, nítido, Y después de muchas horas de incertidumbre, el milagro que tanto había esperado, se había vuelto una realidad. Ahora vendría la parte más difícil.
¡No puedo creerlo¡ Harry se ha convertido en una chica... No cabe duda de que la suerte me acompaña... Harry... Yo te sacaré del aprieto...Te lo prometo. Pero será favor con favor, nos ayudaremos mutuamente... ¡Estoy tan contento que podría besar a todos!
Ya su madre lo esperaba a fuera con muchas bolsas de ropa; como no se había decidido por uno solo, había comprado casi toda la tienda. La dueña estaba rebosante de felicidad; con un signo de galeones reflejado en los ojos.
-¡Draco¿A dónde te habías metido? Ya me tenías con pendiente, sabes que no me gusta que andes sólo por ahí, no es un barrio de mucho fiar, sobre todo calles abajo. Hay delincuentes por todos lados. ¡Podrían secuestrarte!
-Descuida madre, que me sé cuidar solo. Veo que casi te has llevado la tienda entera. A mi padre no creo que le vaya a dar mucho gusto cuando le llegue la cuenta.
-El dijo que no escatimara en gastos y es justamente lo que estoy haciendo... Draco... ¿te pasa algo? No sé, te veo muy contento, con la sonrisa a flor de piel; en la mañana no estabas así. ¿A qué se debe el cambio?
-No me hagas caso, cambio de humor a cada momento. Estoy muy emocionado con lo de la cena, es todo. Si ya terminaste tú, ahora quiero que me acompañes a la joyería. Necesito de tus consejos femeninos para elegir algo "lindo y especial".
-¡¡Es una estupenda idea!! Tengo que renovar mis lotes, ya me los han visto todos, debo estrenar todo para el gran día. Algunos brazaletes, anillos, pulseras, en fin, ya veré.
Ni hablar, se pasarían más tiempo del esperado, pero ahora ya no le importaba. Llegando a casa, mandaría otra lechuza, pero ésta ves, a casa de los Weasley.
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Fred, George, y Ron no estaban teniendo tanta suerte.
El acceso estaba restringido.
Solamente podían entrar, personas mayores de 21 años a los establecimientos donde vendían los libros de magia negra. Había un dispositivo de seguridad instalado en la puerta, y si sonaba, es que tenías que regresar por donde habías llegado A los gemelos les faltaban dos para cumplir con el requerimiento. Tal ves con una poción envejecedora, pero no tenían los ingredientes a la mano. Lo mejor que podrían hacer es volver a casa, e intentar regresar al día siguiente convertidos en unos ancianitos desarrapados. Ron estaba renuente a aceptar la idea, el quería llevarle a Harry el libro ése mismo día. Después de una gran labor de convencimiento, aceptó ir a la madriguera.
Ginny y Hermione charlaban en el sofá de la sala, aprovechando que Harry se había dormido profundamente a partir de la ducha. La pecosa se sinceró con ella, diciéndole lo mucho que le importaba el chico, y que por eso había tomado esa determinación tan drástica. Le comentó acerca de todas las noches sin poder conciliar el sueño por pensar en él, de los celos que le daban cuando escuchaba que Harry estaba interesado en Cho, de la impotencia de no poder acercarse y tomarlo de la mano. El no poder sentir el calor de sus besos y sus caricias. Hermione la miraba con tristeza, y la comprendía perfectamente como mujer, por que le pasaba lo mismo. Pero con Ron, aunque no era momento de hablar de sus sentimientos, ahora lo importante era hacer que Ginny, no se sintiera tan miserable y poca cosa.
-Pues ya lo pasado, pasado. Pero tienes que entender una cosa, el amor se gana, no se compra. Si realmente lo quieres, debes ser tú misma Ginny. El debe enamorarse tal como eres, y no de una modelo de aparador, vacía, sin nada más que su vanidad. Recuerda que el cuerpo envejece, pero el alma no.
-Sí, tienes razón Hermione. Ahora lo que me preocupa es que pueda volver a la normalidad. Y cuando lo haya hecho. ¡creo que me va a odiar! Y entonces sí lo habré perdido para siempre. Fui una tonta y voy a pagar muy caro mi torpeza.
-Harry no tiene la capacidad de odiar. Inclusive a. "Quien tú sabes". Esa es una de las cosas por lo que lo admiro. Ha sufrido tanto y míralo. Siempre ha podido salir adelante a pesar de que todo está en su contra. Sabe que está en peligro de muerte y aún lo ves sonreír, bromear, como si nada malo pasara.
-Es un gran muchacho indudablemente. La chica que logre ganar su corazón, se llevará un gran tesoro. Y creo que no voy a ser yo...
-Mira Ginny, La esperanza muere al último. En cuanto todo se reestablezca, habla con él, sincérate. Tal ves, no le seas tan indiferente, no sabemos que pase por su mente, y mucho menos por su corazón. A veces nos podemos llevar muchas sorpresas.
-Está bien, haré lo que me dices. Gracias por tus consejos.
Un sonido relampagueánte salió por la cocina, los chicos habían regresado, las chicas corrieron a su encuentro.
-¡¿CÓMO LES FUE?! -Dijeron las chicas al mismo tiempo.
-No muy bien, tendremos que regresar mañana -Comentó Ron desangelado.
-¿Pero por qué¡¿Qué sucedió?!
-Hermione, sucede que somos aún muy jóvenes para poder entrar a cierta clase de lugares; nos separaron de la gloria, únicamente dos años. ¿Puedes creerlo? Nos han picado el orgullo.. Tendremos que hacer una poción envejecedora para poder burlar la alarma.
-¡Oh, Geroge! Eso sí que es mala suerte.
-La buena suerte es que no nos atraparon... No hubiéramos vivido para contarlo. Imagina nuestras preciosas cabezas, adornando la plaza central de Hogsmeade.
-¿Qué ocurrió Fred? Preguntó Ginny.
Es una larga historia que les contaremos después que nos hayamos bañado, estamos muy olorosos. A nuestro cuarto chicos.., a ducharnos, que ya no me aguanto ni a mí mismo.
-¿Cómo está Harry Herm? -Preguntó Ron.
-Está dormido, casi desde que se fueron.
-Bien., subiré con los muchachos. Te veo después.
o.o.o.o
