Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece (escepto de momento uno... =P) son total y exclusivamente de J.K Rowling. No gano NADA por acerlo asi q no molesten por nimiedades!

Aviso: Slash entre chico/chico, asi q si no te gusta... ya saben lo q tienen q hacer!

Parejas: Trío compuesto por Severus x Harry x Draco.

Unas Navidades Movidas

Cap. 4

By AnnaLylian

Habían pasado dos días desde que ocurrió el incidente, y las cosas estaban muy bien entre los tres. La verdad es que no se lo estaban pasando tan mal como ellos en un pricipio pensaron. Harry, después de que las marcas de la espalda fueran disminuyendo hasta ser restos sin que se notaran prácticamente, había estado más cómodo que cuando las tenía. Snape era quien le curaba las heridas, junto con Draco a su lado y dándole la mano para que se sintiera más relajado, se estaba sintiendo como en la casa que nunca tuvo.

Había aprendido a llamar a su profesor por su nombre, los tres hacían las faenas por la mañana y salían a pasear por las tardes. Por las noches, se quedaban en la sala recordando momentos felices y malos, y los tres se sentían reconfortados, como nunca antes lo habían estado.

El tercer día había acabado, y después de haber cenado, como todas las noches se encontraban delante de la chimenea, esta encendida, mientras la miraban en silencio.

Harry todavía no había comentado nada acerca de sus tíos. Quería hacerlo, pero un nudo en la garganta se lo impedía. Aquella noche, parecía que el nudo estuviese más apretado que nunca, y unas lágrimas escaparon de sus ojos esmeralda.

- Yo siempre he sido un anormal en casa de mis tíos. Ellos me trataban como una mierda y yo no me defendía porque sabía que aquello solo empeoraría las cosas- las lágrimas salían sin poderlas contener.

Estaba sentado en el suelo con las piernas en el pecho y las manos alrededor de ellas y la cabeza recostada en el sofá. Aquello hizo que Draco se levantara para sentarse a su lado, mientras con dulzura cogía y le apoyaba él mismo la cabeza en su hombro.

- Siempre hacía lo que ellos querían que hiciera; limpiar, fregar, hacer la comida, podar... todo aquello siempre mirado, y sin agradecer, con esa expresión de asco. Aunque nunca me he sentido mal por ello, porque sabía que no lo iba a recibir, yo mismo me felicitaba por haber logrado a los siete años, saber hacer de todo- paró un momento para luego continuar-. Cuando aquel día... ¡Dios! Creo que fue la primera vez que pude estar satisfecho de haber hecho tal cosa- dijo sonriendo con lágrimas en los ojos-. Siempre he sido un niño que no se ha metido en problemas ni respondía a los mayores...

- Vaya, lo contrario a lo que haces en el colegio- dijo sonriendo Draco.

- Eso es porque me provocas- dijo levantando la cabeza y viendo la sonrisa que le ofrecía el muchacho, devolviéndosela.

- ¿Qué pasó aquel día Harry?- preguntó Snape para que continuara.

- Pues... estaba en casa, haciendo la tarea encomendada, limpiar los lavabos. Es lo que odiaba y odio más hacer, ya que siempre que los terminaba venía mi primo y se meaba fuera para decírselo a mi tío y que él me regañara para luego pegarme... en el culo- dijo sonriendo, también provocando la sonrisa de los otros dos-. Pero aquel día, fue diferente, no dejaría que el apestoso de Dudley lo hiciera. Así que cuando hube terminado, grité a mi tía para que viniera a ver como habían acabado. Como supuse, mi primo vino corriendo, y cuando estaba delante de la puerta, "sin querer" ésta se cerró, cayendo para atrás y rebotando con el culo grasiento al suelo. Así que cuando quiso chillar, salí del baño para cogerlo de la solapa del jersey, y... sin más preámbulos le metí la cabeza en dentro de la taza del váter mientras le daba a la cadena. Pero aquello no fue lo único. Resulta que las cañerías estaban perforadas, y no aguantando más, en vez de salir agua salió... todo lo que no había de salir- una carcajada salió de la boca de Severus, el cual fue seguido de Draco, para acabar él también riendo.

- ¿Qué fue lo que hizo después?- preguntó Malfoy intrigado.

- Bueno, tía Petunia lo lavó, y cuando vino tío Vernon... fue la primera paliza que recibí con cinturón- dijo con un suspiro.

- Vaya...- dijo Draco al pensar que no había tenido que decirlo.

-No, tranquilo, no te preocupes, me lo pasé muy bien viendo al seboso de mi primo todo cubierto de mierda hasta el cuello... la verdad es que el cerdito estaba en su salsa- dijo sonriendo.

- ¿Por qué te pegaron esta vez?- preguntó el otro muchacho.

- Por querer hacer los deveres de pociones a escondidas- dijo con un hilo de voz.

- ¿Por eso no los pudiste presentar?- pregutnó esta vez el profesor.

- Si...- suspiró.

- ¿Esta ha sido la paliza más gorda?- preguntó Draco no sabiendo si hacía bien en hacerlo y temiendo la respuesta.

- No... la paliza más gorda fue cuando me fracturó dos costillas, uno de los brazos me lo dislocó, aparte de una brexa en la cabeza, ah! la pierna... me la torció- ante lo dicho y sin la menor preocupación, los otros dos se quedaron sin habla-. Tuve que estar tres meses en el hospital. Claro está no me vinieron a visitar ninguna vez, y me tuve que ir solo a casa andando.

- ¿Y aquello no lo notaron extraño?- preguntó Severus-. ¿No notaron que te estaban maltratando? ¿Qué aquello eran malos tratos?

- Mi tío se las apañó para que ni se lo pensaran. Como él muchas veces ha dicho y repetido hasta la saciedad, yo solo soy un chico problemático que se mete en peleas callejeras y que por ello cuando fuera un poco más mayor, me enviarían al colegio de San Bruto, una institución de primera categoria para casos desesperados...- dijo el discursito que generalmnete pronunciaba su tío con desdén y asco.

- ¿Cómo podías aguantarlo y lo aguantas?- volvió a preguntar el rubio.

- No se... acabas acostumbrándote supongo- suspiró el muchacho cerrando los ojos cansado.

Se quedaron callados. De vez en cuando, profesor y alumno de Slytherin lo miraban para intentar decirle algo, pero las palabras no salían de su boca.

- Severus, creo que se ha dormido- afrimó el rubio media hora después, oyendo la respiración tranquila del muchacho.

El profesor lo cogió en brazos, y lo llevó a su cama, el cual inocentemente, se acurrucó en ella, buscando la manera más cómoda de quedarse toda la noche.

A la mañana siguiente, Harry fue el primero en levantarse o eso creyó. Pudo comprovar que su compañero aquella noche había ido a dormir a la cama de su profesor. Ya estaba acostumbrado a aquella situación ya que vio que... "no era para tanto", como solía decirse aunque no creyéndoselo mucho.

Más de una vez, los dos se le habían insinuado para que participase con ellos, afirmando que se lo pasaría muy bien, pero siempre les respondía que a él lo dejaran tranquilo, pero con un rubor en las mejillas, imposible de ocultar.

Bajó a la cocina para empezar a hacer el desayuno, cuando pudo ver a su profesor ya liado con ello.

- Buenos días- dijo con una sonrisa.

- Buenos días Harry, ¿has dormido bien?- le preguntó girándose cuando hubo acabado de hacer los huevos que se estaban haciendo.

- De maravilla- afrimó viendo la comida y haciéndosele la boca agua.

- Come, ya veo que tienes hambre.

- De lobo- dijo llevándose el tenedor a la boca.

- ¿Aquel gandul todavía duerme?- preguntó con la intención de levantarse cuando apareció somnoliento con paso desgarbado, sentándose en la mesa, delante de su plato, y empezando a comer.

- Buenos días- le dijo Harry divertido por la escena.

- Hum...- fue la respuesta del rubio, aún con los ojos cerrados, pero con la boca llena.

Los dos restantes empezaron a reír.

La mañana transcurrió tranquila, haciendo esto y lo otro, y terminando, fueron a la parte de atrás de la casa, el cual había un patio precioso con flores y demás, pero con una gran piscina un poco más allá.

Para sorpresa de los dos chicos, la casa se encontraba en algún lugar donde la Navidad se pasaba con el sol pegando fuerte, con algo de fresco por las noches, pero era muy agradable. Eran como unas vacaciones de Navidad, pero estando a principios de verano.

- ¿Queréis bañaros?- preguntó el profesor con cierta malicia que hizo ponerle los pelos de punta a Harry.

Por experiencia propia, sabía que aquello quería decir algo más.

- ¿Podemos?- respondió Draco muy ilusionado.

El profesor, cogiendo la varita que tenía guardada en la cinturilla del pantalón, limpió la piscina por dentro ya que estaba llena de moho y suciedad, e hizo aparecer un agua limpia y cristalina.

- Y... ¿cómo se supone que nos bañaremos si no hemos traido los trajes de baño?- preguntó inocentemente Harry.

Las sonrisas de ambos le respondieron a la pregunta, intentando huir de allí, consiguiendo que Draco lo alcanzara y lo cogiera de la cintura mientras luchaba por liberarse. Snape fue a ayudar a su pupilo, el cual lo cogía con dificultad, para cuando el muchacho se liberó, el brazo fue reemplazado por el de su profesor. El terror se apoderó del chico, que intentaba zafarse de él con todas sus fuerzas aún a sabiendas que tenía muchísima más fuerza y no podría conseguirlo.

Cuando lo tenía ya en el borde de la piscina, Draco le quitó las bambas y los pantalones, mientras que Severus le quitaba la camiseta. Dejándole en boxers, lo tiraron al agua.

Cuando salió del agua, los dos se quedaron embobados mirándolo. Aquella tersa y suave piel estaba mojada, en la cual pequeñas gotitas eran las que hacían que el vello del muchacho reaccionara por el frío. El pelo mojado, lo hacía incluso más sexy de lo que jamás hubieran pensado ya que éste caía por la frente, cubriéndole parte de la cara, y la mirada que les echaba de enfado, aún lo estaba empeorando más.

No pudiendo aguantar, los dos Slytherins empezaron a desbestirse quedando desnudos ante un aterrorizado Harry que lo único que quería era salir de allí y del agarre de aquellos dos pervertidos. Intentando huir por el otro lado, se fue directo a la otra orilla, pero una mano fuerte lo cogió del brazo para volverlo al centro de la piscina.

Cuando volvió a salir, estaba acorralado por aquellos dos cuerpos que tanto había admirado en más de una ocasión. Su profesor tenía un pecho bien formado, la piel blanca y sedosa lo hacía más increiblemente guapo. En cambio, Draco al ser más pequeño, encajaba perfectamente como pareja de cuerpo al del de Harry.

Mientras pensaba como podía salir de allí, intentó entretenerlos.

- Vamos, no... no pensaréis hacerme nada, ¿no?

- Pequeño, parece que todavía no nos conoces...- dijo Snape mientras sonreían los dos.

- Severus... déjame provarlo a mí primero, por favor- ante la súplica de Malfoy, el profesor se puso tras del de pelo azabache por si intentaba escapar, mientras que el rubio le cogía el rostro con una mano y lo miraba con deseo.

- Draco... Draco por favor...- hizo un paso hacia atrás cuando chocó con Snape, el cual notó como su masculinidad había crecido.

En aquel momento de despiste, el joven Slytherin lo besó efusivamente. Ante aquel ataque por parte de su "amigo", intentó liberarse con lo que el rubio intensificó el beso. Haciéndole sentir como su lengua quería entrar en su boca pero él continuaba negándose, con la mano que tenía libre rozó su miembro. El muchacho portador de la cicatriz, dejó escapar un gemido, el cual aprovechó Malfoy para entrar en la boca del otro. Intentando que dejara de luchar, esta vez cogió su miembro por dentro de los calzoncillos, haciendo que Harry estuviera más tenso todavía.

El sentir como Snape le rozaba su erección por las nalgas, y Draco tocándole su intimidad, aquello se giró en su contra, empezando a sentir como un calor le envolvía.

- Vamos Harry, te va a gustar, te vamos a tratar con todos los honores- dijo Malfoy cuando hubo acabado con su tarea-. Me encanta tu boca...- con el intento de quererlo besar de nuevo, el profesor lo detuvo.

- Ahora me toca a mí...- dijo levantándole la cabeza para que la girara un poco para poder observar la cara de placer que el muchacho mostraba, con los ojos medio cerrados y las mejillas sonrosadas. Viendo aquel espectáculo, solo pudo acabar diciendo-. Dios, todo tu eres placer.

Dicho aquello, se lanzó a devorar los labios del muchacho, que al sentir como la lengua incitaba a la suya a unirse con la del hombre, con movimientos inexpertos, le siguió el juego.

Mientras por un lado era besado, Draco, había empezado a recorrerle el cuello, el cual al estar girado para poder besarse, tenía una visión perfecta para poder empezar a besar y a lamer con obsesión.

Fue bajando poco a poco, hasta llegar al hombro derecho del chico, el cual estaba libre para poder ser besado. Fue bajando más, hasta que llegó a los pezones. Se detubo para poder morderlos. Era tanta la excitación que sentía en esos momentos de recorrer un cuerpo virgen, que sin darse cuenta, mordió demasiado haciéndole daño.

Harry gimió de dolor, recogido en la boca del mayor. Éste dejó de besarlo para observar como el chico no pudiendo aguantar, jadeaba sin reparo, sintiendo como su compañero se volvía loco con las tetillas ahora erectas. Sin más preámbulos, se dirigió al cuello, cuando en uno de los gemidos, tiraba para atrás la cabeza.

Aquello era una tortura. No pudiéndose controlar, lágrimas de placer recorrían su rostro, mientras no pudiendo reaccionar tampoco, se dejaba hacer por manos expertas.

Los dos pararon a la vez para observar el estado en que se escontraba el de pelo azabache. Con los ojos ahora cerrados, con la boca entreabierta y con un hilillo de saliba, con las mejillas totalmente sonrosadas, y las gotas de sudor que se mezclaban con las gotas de agua, aquella visión hizo que entre los dos lo llevaran a la orilla de la piscina. Snape lo cogió sin esfuerzo, sentándolo en el borde. Malfoy salió del agua, y se sentó detrás de Harry, el cual no sabía lo que sudedía, lo único que quería era que continuaran con aquello.

Severus con mucha agilildad, le quitó la única prenda que cubría al muchacho, dejando ver que aquello le estaba gustando bastante. Los dos rieron por la evidencia. El chico se revolvía inquito. Sabían que querría continuar, pero lo harían sufrir un poquito.

- ¿Te gusta Harry?- preguntó Draco mientras lamía el lóbulo de la oreja. No obteniendo respuesta, lo mordió con suavidad, haciendo que soltara un gemido de satisfacción.

Después de aquello, los dos pararon con todos los movimientos haciendo que el chico abriera los ojos para ver qué era lo que ocurría. Al ver la cara de satisfacción de su profesor, giró la cabeza para mirar hacia otro lugar cuando se encontró con la de Malfoy, el cual estaba también disfrutando.

- ¿Quieres que sigamos?- preguntó Severus con malicia.

Al no obtener respuesta, el profesor miró a su otro pupilo. Con aquella mirada, Draco supo qué hacer. Como tenía recostado el cuerpo de Harry en su pecho, alzó un poco sus propias caderas para que el chico notara su erección. Haciendo que funcionara, ya que un gemido ahogado fue la respuesta del de ojos esmeralda.

- ¿Quieres que continuemos pequeño?- volvió a repetir el maestro.

- Si...- dijo muy flojito el chico.

- Dilo más alto Harry- pidió Draco.

- Quiero... quiero...- la excitación era tan grande, y nunca vivida, que aquello en vez de ser placentero era incluso doloroso.

- Dilo Harry, di qué quieres que te hagamos...- dijo Malfoy de nuevo.

- No lo sé...- titubeó el chico.

- Claro que lo sabes- dijo Snape al tiempo que su pupilo levantaba las caderas de nuevo para hacer frotar su erección en la espalda del otro.

- Ahhh! Quiero... quiero que me hagais sentir...- dijo intentando controlar su respiración mientras las lágrimas salían de su escondite de nuevo.

- ¿Si?- preguntaron los dos al unísono.

- Por favor, haced lo que os de la gana conmigo, pero no me dejéis así...- dijo más rojo si se podía decir, llorando por lo que acababa de pasar, y girando la cabeza.

- Tranquilo Harry, verás como quedas satisfecho...- dijo su maestro, al tiempo que bajaba la cabeza y con decisión se metía la erección del chico en la boca e empezaba a succionar mientras subía y bajaba como todo un experto que era.

Cuando el muchacho notó como su miembro era acariciado por la cavidad de su profesor, un gemido placentero se dejó escuchar, haciendo que la excitació de ambos que lo incitaban a volverse loco por sentir, saborearan ese placer.

Malfoy en cambio, siguió con su tarea de mover sus propias caderas frotádose con el chico, mientras de vez en cuando paraba para saborear su cuello y sus labios.

Snape seguía con lo mismo, haciendo que el muchacho no pudiendo aguantar más, se estremeciera, agarrándose a su pelo largo y negro, metiedo las manos entre aquella fibra que aún pensando que era grasienta y sucia, notó que era suave, limpia y olía muy bien.

Sabiendo que el chico iba a acabar ya, empezó a bombear mucho más rápido, ayudándose con las manos, las cuales tocaban los testículos para obtener mejores resultados.

Cuando Harry no pudo más, dejó escapar un gemido que bien pudieron oír los pueblos vecinos que estaban bastante alejados de allí.

Severus tragó todo aquel líquido blanquecino con deleite. No quería desperdiciar ninguna gota. Cuando se lo hubo bebido, miró nuevamente el rostro del joven que se encontraba a la merced de los dos Slytherins.

- Pequeño, eres extremadamente delicioso- dijo con una sonrisa en los labios, viendo el perlado sudor en el cuerpo del chico, lo que hacía más irresistible.

- Déjame provar Severus...- dijo su otro pupilo, que se acercó a su maestro para besarlo con pasión, mientras Harry abría los ojos y veía el expectáculo.

Prácticamente se estaban comiendo la boca mútuamente. Aquello era excitante incluso para él, y eso que no participaba. Su erección, estaba nuevamente reaccionando ante aquella visión, que pronto fue substituida por otra; dos personas sonriendo al ver como volvía a estar excitado.

- Creo que te hemos juzgado mal...- dijo el más joven-, creo que vas a ser más que un buen juguetito...- sonrió de nuevo.

- Vete a la mierda Malfoy- sin pensárselo dos veces, el chico se intentó levantar mientras que los dos lo forzaban a que se quedase quieto-. ¡DEJADME!- los dos Slytherins no sabían como lo hacía, pero el mucahcho parecía haber recobrado las fuerzas y se negaba a quedarse allí.

Después de un tiempo de forcejeo, Harry se pudo liberar de los dos para entrar corriendo. Sus dos compañeros no podían creer que hubiera podido ser más fuerte el querer irse de allí, que quedarse para poder sentir lo que realmente era el placer.

Como pudieron ver, que los dos estaban todavía excitados, y aún más viendo como el chico tenía fuerza de voluntad y se había ido de allí más erecto de lo que ellos estaban, se proporcionaron placer mútuamente, haciendo un perfecto sesenta y nueve, para acabar y entrar a ver al chico.

Por otra parte, cuando el portador de la cicatriz se hubo librado de aquellos dos pervertidos, sentía una rabia que solo había sentido cuando su tío le pegaba. Habían jugado con él, y eso no le gustaba. Se dirigió al baño donde se dio placer él mismo, para luego salir, entrar en su habitación compartida, vestirse y bajar a la entrada para salir de la casa, caminar y despejarse un rato.

Continuará...

Notas:

Un Lemooooooooooooooon!!!!!!! Mi primer lemon entre tres hombres y creo q no me a salio mal despues de todo... no creeis???

Espero que os aya gustado pq ma cosato lo mio... aunq no tanto... parece q tengo en la cabeza una peli porno en la q soy expectadora esclusiva de estos tres.... Bueno... no voy a qjarme jejejejejejejejeje (Anna esta encharcando... nuvamente aunq no sean lágrimas sino babas esta vez en el piso... y ya tuvo bronca con su madre q la castigo sin poder... leer fics durante un dia cosa q no pudo aguantar y hizo... creo... toda la faena de casa a fondo para q la perdonara... ¬¬UUU si es q esta niña no cambia!!!)

Jejejeje una a la q se le va la olla... jijijijiji... UUUU

Bueno... como dije en el anterior cap.... Dadle las graxas a Marsha pq sinceramente... no iba a subir este.... Peeero... ya veis.... Asi q Un besazo guapetonaaaaa!!!

Poix... nap... ala! Asta la proxima!!! Y qero Revs... eh??? =P

Muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaks!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

AnnaLylian

PD; Comentarios, sugerencias y demás... en