Típico: Algunos Personajes pertenecen a J.K.Rowling y otros son míos y bla bla bla
Summary: En un lugar dejado de la mano de Dios donde no se conoce lo que es la magia, nuestros jóvenes protagonistas luchan día a día por sobrevivir en el barrio y conseguir pasar su último curso en el instituto.
Atención: Esta historia contendrá violencia, sexo, temas sobre la droga, el alcohol.
Yop: Es que Draco se le puso a tiro jaja y nada, ella quería que el chico probase un pico… jaja y tiene muy poco futuro la Dosis jaja así que espero que no seas mala conmigo :-p Jajaja sip, el Novato es muy ingenuo y además tierno! Aiss pero que mono… ¿quien se resistiría? Sip Draco sale en este capítulo con Pansy jaja, y Ginny y Harry también salen!! Sí es que decidí que había que meter muchas parejas jaja. Uys que me asustas tu también jaja, a mí hace un par de años me empezó a pegar un tío que me caía mazo de mal y claro… no le iba a dejar que me diese puñetazos, así que cogí y se las devolví, el tío no se ha vuelto a acercar a mí. Bueno hay algún chiquillo, jaja pero no abundan, es que yo espero un chico de esos que se te cae todo cuando le ves jaja, de esos que están todo potentes, ay y ya quedé con el que te dije que me recuerda a Chester jaja, el cabrón se ha hecho un piercing en la ceja, y sigue estando bueno mmmm que rico jaja. Ey quilla dónde está ese amigo tuyo!!!! Jajaja, si lo del trasero.. jaja en un bar el otro día había un tío… con un culo!!! Y resulta que tenía mi abrigo debajo de la barra en donde estaba apoyado, así que fue "oye aparta que voy a coger mi abrigo" se apartó muy poco y me encogí de hombros y le toqué todo el culo jaja, aunque no se apartó… jeje. Jajaja gracias por tu apoyo quilla, y si, sobrevivo con todas estas historias, jaja, al menos ya me he organizado y las voy subiendo poco a poco jeje, para igualarlas. Bueno espero que te guste este capítulo. Besazos!!!
Shumara: Jajajajaja que buena!!!! Si tía, ya sabes jajaja, una lucha continua por dominar jaja, aunque yo al señorito SSSSSSSSSS no le dejo que se salga con las suyas jaja, no soy tan buena como Sheila, aunque bueno ella estaba toda drogada, aunque bueno yo a veces estoy fumada, jaja que paranoia me estoy montando. Espero que te guste este capítulo guapa. Un besazo!!!
Lira Garbo: Hola preciosa! Jeje si ya actualice a veces tardo un poco jeje, depende de mi estado de ánimo. Si la señorita Sheila es un peligro público, sus amigos por mucho que la digan algo no les va a hacer caso, y bueno esperemos que Draco frene antes de que no pueda parar jeje, si es que peligran todos en esta historia, jeje. Uys que yo no quiero que te de un paro cardiaco!!! Pero aún así no seré buena y no le quitaré el vicio jeje, esas cosas no se pueden quitar de pronto, aunque puede que en capítulos posteriores lo intente dejar debido a algo que pasará y que también le paso a Chester, hay una frase que alomejor pasa desapercibida en el anterior capítulo, jeje pero lo dice. A mi también me gustó la escena entre el Novato y Dosis jejeje :-p Besazos!!! Aquí tienes la continuación, espero que te guste.
Chica-Cosmo: Sip actualicé y ahora de nuevo jeje, espero que te guste. Y me alegro de que te guste como lo estoy escribiendo. Saludos!!!!
FaItH-Iris-SuKnI: Tengo una imaginación algo loca jeje. Bueno me alegro de que te parezca que hago bien esas escenas, supongo que con la práctica de escribirlas se va mejorando jeje. Saludos!
DEBAJO DE UNA MÁSCARA
7. Corazones, lágrimas y sonrisas.
Harry llegó a la puerta de la casa de los Weasley, se paró nervioso y comenzó a aplastarse el pelo y moverse inquieto, sin saber si llamar o irse. Con algo de valor golpeó suavemente la puerta, inmediatamente, la cabeza de Molly Weasley se asomó, al verle sonrió contenta y le indicó que pasase.
- Pasa Harry querido –Harry entró en la casa- ¿quieres algo de comer? ¿Buscas a Ron? Creo que estaba en casa de Hermione –Harry se puso colorado.
- No, verá, venía a por… -no le salía el nombre.
- ¿Nos vamos Harry? –Ginny salió de su cuarto y se acercó a su madre. La dio un beso en la mejilla y miró a Harry para que se fuesen rápidamente.
Ginny y Harry salieron y bajaron en silencio las escaleras para salir a la calle. Ginny miró de reojo a Harry, el chico estaba completamente colorado, la chica alzó los ojos al cielo y se rió por lo bajo.
Se encaminaron hacia los cines, para ello tuvieron que coger un autobús que les llevaba a la ciudad. Estuvieron esperando varios minutos en la parada, y Ginny comenzó a cansarse del silencio incómodo.
Cuando iba a hablar, el autobús llegó, así que decidió callarse por ese momento y subieron, estaba abarrotado, así que tuvieron que agarrarse a las barras y aguantar los baches entre tanta multitud. El viaje se hizo algo largo, hacia mucho calor, y la proximidad de la gente desconocida agobiaba bastante.
En su parada bajó más de la mitad del autobús, todos con ganas de ir al cine.
- ¿Qué vamos a ver? –preguntó Ginny mientras enredaba sus dedos en su pelo y esperaban en la cola.
- ¿Qué quieres ver?
- Algo que no merezca la pena –dijo pícaramente. Harry la miró y volvió a sonrojarse- Harry, pareces primerizo, cómo si nunca me hubieses tocado…
- Ya… -dijo algo dolido- pero, no sé cómo actuar…
- Eso déjamelo a mi –le cortó Ginny. Se acercó sensualmente a él y besó los labios entreabiertos de Harry.
El chico la agarró por la espalda desnuda, ya que la camisa color crema que llevaba ese día Ginny, cubría únicamente los pechos. Sus cuerpos se pegaron mientras avanzaban en la fila para comprar las entradas.
Se les pasó el tiempo volando, y pronto estuvieron frente a las taquillas, pidieron dos entradas para la películas más mala que había y entraron. Fueron directos a la sala, sin comprar palomitas ni nada. Era una de las salas más pequeñas, había muy poca gente, subieron hasta la última fila, en el lateral izquierdo y Ginny se acercó al cuerpo de Harry cuando éste se hubo sentado.
* * * * * * * * * * * * *
- ¿Vamos al Soul? –preguntó Draco a Hermione y Ron, que estaban haciéndose carantoñas desde que Sheila se había marchado.
- Bueno… -Hermione miró a Ron como si fuese un criminal- venga, Hermi, anímate, por salir un día no te pasa nada, ya verás como te diviertes.
Hermione comenzó a reprochar a Ron cosas sobre los estudios, la falta de control de los jóvenes, los sitios esos que estaban llenos de drogas, las chicas de ahí que eran muy frescas. Draco puso una mueca de asco y se levantó del sofá.
- Yo me largo, no os soporto más –Ron se movió en el sillón- ¿vas a venir o no?
- Si –dijo sin mirar a su novia. Un bufido salió de la boca de Hermione, que se levantó y les dijo que ya sabían donde estaba la salida, que ella se iba a la biblioteca, y se alejó indignada hacia su cuarto.
Draco y Ron fueron hacia el Soul, Ron tenía en su rostro una mueca de preocupación y a la vez las cejas levantadas como si se estuviese contradiciendo con sus acciones y lo que debería hacer.
- Red, deberías dejarte eclipsar menos por tu novia –dijo Draco de forma hiriente. Ron le miró con los ojos entornados.
- No es asunto tuyo –Draco sonrió irónicamente.
- Claro que no, Ronnie –Ron casi salta encima de Draco, así sólo le llamaba Hermione y a él le molestaba mucho. Sus hermanos también le habían llamado de vez en cuando de esa forma para meterse con él.
Llegaron a la puerta del local y pasaron saltándose la cola, Draco miró un poco por la entrada a ver si veía a Pansy, y cuando la localizó le dijo a Ron que fuese subiendo, que él ya iría. Ron se encogió de hombros y buscó el motivo que retenía a Draco, cuando vio a Pansy acercarse hacia ellos con una ropa extremadamente provocativa miró con los ojos como platos a Draco.
Iba a decirle algo, pero la mirada de Draco le advirtió de que era mejor que fuese subiendo y mantuviese la boca cerrada. Así que fue hasta la sala V.I.P, donde encontró a Little y algunos colegas suyos, ese día, los gemelos estaban sentados con ellos. Se sentó en un sillón y agarró la copa que le pasó Fred.
Pansy se acercó a Draco y le sonrió mientras entornaba los ojos en una mirada provocativa. El chico suspiró hondo, no sabía si eso había sido buena idea, pero siempre podría librarse pronto de ella, o sino divertirse con ella.
- Hola, Draco –sonrió coquetamente- ¿quieres bailar?
- Que tal una copa –Pansy borró su sonrisa y con una mueca falsa de felicidad accedió a ir a la barra.
Draco pidió un par de copas de vodka con lima y se sentó en los asientos altos mientras la rubia se sentaba a su lado y miraba a Draco insistentemente. Cuando llegó la copa Draco la cogió y se giró hacia Pansy sonriéndola tan seductoramente como sólo él podía hacer, Pansy tuvo que agarrar fuerte la copa para que no se le resbalase de la mano.
Empezaron el tema típico de qué tal les iba los estudios y acabaron hablando de los novios que tenían actualmente, ellos dos habían estado saliendo tiempo atrás, pero Draco sólo lo hizo porque la chica no paraba de atosigarle, así que la fue infiel en múltiples ocasiones.
El alcohol fue disminuyendo hasta que solo quedaron un par de gotas en el fondo de los vasos, los depositaron sobre la barra y Draco en contra de su voluntad fue a la pista a bailar.
Pansy comenzó a moverse mientras Draco se aburría, ya que bailar no era su fuerte ni le interesaba mucho, cuando la chica se le acercó él la agarró de la cintura y la acercó de golpe para besarla. Pansy recibió gustosa la lengua de Draco, el chico mientras tanto iba sacándola de la pista, hacia un rincón oscuro.
La dio la vuelta y la apoyó contra la pared, para tapar con su perfecto cuerpo cualquier cosa que se pudiese ver cuando algún foco iluminase aquel lugar.
Draco metió la mano bajo el top de la chica y comenzó a acariciar apartando el sujetador decorado que tenía la chica. Pansy mientras le besaba por el cuello y acariciaba con las palmas de las manos la espalda del rubio.
Las caricias y los besos fueron subiendo de intensidad, hasta que Draco metió la mano por debajo de la falda, hasta llegar al tanga y apartarlo poco a poco, luego aún resguardados por la oscuridad de ese lado, introdujo dos dedos en Pansy, que ya estaba bastante excitada.
El gemido de la chica se perdió entre las conversaciones de la sala y la música bien alta. Movió la mano, haciendo que Pansy acabase retorciéndose de placer contra la pared y respirando entrecortadamente. Mientras tanto, la rubia le acariciaba por el interior del pantalón y de los calzoncillos negros.
* * * * * * * * * * * * *
Sheila y Chester salieron a la calle para ir hacia el Soul, llegaron al parque que estaba cerca de la entrada y la chica le agarró por brazo para que se detuviese y se sentase.
- Es la última coca que me queda –dijo sacando una bolsita. Cogió un poco con el dedo y lo esnifó, luego se lo pasó a Chester, que se la quedó mirando- esto si que lo tomas, ¿no Novato? –Chester hizo lo mismo que había hecho Sheila antes.
- Probé demasiadas cosas –dijo el chico recostándose en el banco. Sheila se puso atenta al oírle hablar sobre su pasado.
- ¿A sí? –preguntó interesada. Chester se giró hacia ella, la chica tenía los ojos atentos dentro de lo que cabía y le miraba fijamente.
- Estuve en un centro de desintoxicación –Sheila abrió la boca ante la revelación y cuando iba a contestar, Chester le puso un dedo sobre los labios- pasaron muchas cosas Sheila, la droga da muchos sustos que no se vuelven a olvidar, y también deja recuerdos… -se le notó que le faltaba la voz- recuerdos que no desearías haber visto, ni que hubiesen ocurrido.
Sheila se pegó a él y le abrazó, dejando que Chester se apoyase sobre su hombro, la chica agradeció que le hubiese comentado esas cosas de su pasado y ya entendió el por qué le había resultado tan violento a Chester estar delante de tantas drogas y aguantarse, y ahora se maldecía por haberle incitado a volver, pero al fin y al cabo, Chester era mayorcito para decidir por él solo qué era lo mejor o lo más conveniente de hacer.
- Nos fumamos lo que me queda y entramos –la chica empezó a liar la cocaína, esa forma de tomarla era muy feroz.
Estuvieron un rato hasta que se consumió todo, y llegaron bastante colocados a la puerta del Soul, pasaron sin problemas y cuando iban a subir las escaleras un hombre ancho y trajeado se les acercó.
- Berlusconi te busca –Sheila se giró para decirle a Chester que fuese subiendo- no, a él también quiere verle –la chica se puso tensa, no entendía el motivo de ello, pero aceptó y le dijo a Chester lo más importante sobre ese hombre.
- Él es aquí el jefe, no digas nada que pueda molestarle y todo saldrá bien –el chico asintió y entró en la sala después de Sheila.
Berlusconi estaba sentado tras su amplia y elegante mesa, se levantó con una sonrisa en la boca, lo que hizo que Sheila comenzase a sospechar y no le convenció mucho el apretón de manos que le dio a su profesor. Un hombre de confianza del señor Berlusconi estaba en un sillón preparando una jeringuilla cuando la hubo acabado se la acercó a su jefe.
- Dosis, pruébala, es nueva –Sheila no pudo negarse, aunque ya estaba bastante colocada. Se sentó en el sillón negro de cuero que le indicó Berlusconi y les miró con furia para que no la observasen mientras se pinchaba, así que las miradas se giraron y Berlusconi observó detenidamente a Chester.
Sheila sintió la potente droga recorrer su sangre y un suspiro salió de su boca al sentir la potencia, era buena, muy buena, se recostó en el sillón y observó la escena, Chester se había sentado frente la mesa de Berlusconi y el hombre había cogido un sobre.
- ¿Puedo llamarte Chester? –el chico asintió- bien bien, bueno Chester tengo algunas cosas sobre usted –una sonrisa apareció en sus labios y una mueca de desconfianza en los del joven. Abrió el sobre y sacó unas fotografías.
Puso sobre la mesa una fotografía de Chester, en la que estaba acercándose a Sheila y la agarraba el pelo por detrás, Chester le miró con horror, y el hombre depositó otra foto en la mesa, en ésta salían Chester y Sheila abrazándose.
- Eso no significa nada –dijo Chester molesto.
- Oh no, aún hay más –el fuerte acento italiano se hizo presente en esas últimas palabras.
Sobre la mesa apareció otra fotografía, en esta Sheila y Chester estaban besándose y por último dos fotografías fueron depositadas, en la primera de ellas Chester estaba cogiendo un polvo de una bolsita, en la segunda se lo había llevado a la nariz y lo estaba esnifando. Chester cerró los ojos y al abrirlos se encontró con una sonrisa más pronunciada en los labios de Berlusconi.
- ¿Qué quiere? –dijo sabiendo que estaba en un grave aprieto.
- Verás, la policía últimamente se ha acordado de este grandioso barrio –aquellas palabras fueron bastante irónicas- y están metiendo las narices, su próxima parada es el instituto en el que usted es profesor, así que lo que quiero es que mantengas a Dosis fuera de todo, ella es mi chica –sonrió y añadió- bueno, creo que es diferente estilo a lo que sois vosotros.
- ¿Por qué Dosis podrí ser investigada? –preguntó Chester para obtener más información, y haciendo caso omiso a la insinuación de Berlusconi.
- Porque es mi principal camello –su hombre de confianza le pasó unas carpetas y Berlusconi se las ofreció a Chester- verás, éstos son camellos del instituto en el que imparte clases –Chester abrió y fue viendo los expedientes de muchos de sus alumnos, nunca lo habría imaginado.
- ¿Y qué hago con esto?
- Cuando veas que se acercan demasiado a Dosis –hizo una pausa mientras señalaba los expedientes- aporta un nombre de ellos, y girar la investigación hacia esa persona –Chester asintió mientras iba asimilando la información- ¡Oh! Se me olvidaba, deberás mantener informada a Dosis sobre todas las redadas, planes, etc que se le ocurra al brillante cuerpo de policía –el sarcasmo fue realmente notable.
- Entiendo –Berlusconi le miró para que dijese las palabras- lo haré.
- Por supuesto, ¿no querrá que estas fotos caigan en manos poco adecuadas, verdad? –se giró hacia Sheila- Ragazza, coge esta bolsa, la distribuirás en el instituto.
Sheila se levantó bastante mareada del sillón, se acercó a la bolsa y la agarró, luego salieron por la puerta. Chester observó preocupado a la chica, había visto la cantidad que le metían a la jeringuilla y era demasiado y a ello se sumaba que cuando habían entrado estaban ya muy colocados.
- ¿Te encuentras bien? –dijo cuando la vio tambalearse mientras se acercaban a las escaleras.
- Mm.. sí –su voz sonó relajada, demasiado relajada. Chester la agarró del brazo para guiarla y casi da un grito al ver que estaba muy caliente. Posó su mano sobre la frente y el cuello de Sheila.
- ¡Estás ardiendo! –Sheila hizo un movimiento con la mano para que no le diese importancia.
- ¿Qué hacía ese ahí dentro? –se giraron y vieron a Draco, el chico les había visto entrar y había dejado a Pansy sola en la pista de baile.
- Berlusconi quería hablar con él.
- Tienes los ojos idos Shei -Draco se acercó preocupado.
- Estoy… estoy un poco agobiada –se veía que estaba sofocada. Chester y Draco se miraron con algo de temor en los ojos.
- Vamos fuera a que te de el aire –Chester no la dejó contestar, la agarró del brazo y la llevó hacia la puerta para salir, mientras Draco cogía la mochila y les seguía.
El aire de la calle le dio de lleno en la cara, se sintió mejor, pero cada vez tenía más calor y le costaba respirar, empezó a agobiarse. Draco y Chester la llevaron al parque y la sentaron en un banco.
- ¿Qué tal con Pansy? –Draco se alegró de que aún pudiese mantener algo de conversación y aprovechó para hablar con ella mientras Chester pensaba qué hacer.
- Psss, ya sabes… aburrido, es demasiado pesada –sonrió al ver como los labios de Sheila se curvaban en media sonrisa. Pero tenía los ojos cada vez más idos. Draco miró a Chester con preocupación.
- Sheila, tienes síntomas de una sobredosis, será mejor que te lleve al hospital –dijo Chester. Draco abrió mucho los ojos y empezó a moverse nervioso.
- No, ella está bien, sólo está un poco mareada, ¿verdad Shei? –la chica asintió, aunque en esos momentos sentía que le costaba respirar.
Un grupo se acercó a ellos, en la cabeza iba un chico llamado Damian, habían tenido problemas con su banda, cuando Sheila, Draco, Ron y Harry habían pintado un graffiti sobre uno de los que había hecho su banda.
- Vaya, mirar quién está aquí, los famosos Dark y Dosis –Damian sacó un cuchillo y Chester dio un salto hacia el banco.
- Damian, no es buen momento, otro día arreglaremos cuentas si quieres, ahora lárgate –Draco se había arrodillado delante de Sheila y la miraba la cara, que estaba enterrada en su cuello al tener la cabeza caída hacia el frente.
- No me perdería este precioso momento, si además tenemos a un profesor delante –hizo una seña y todos los de su grupo sacaron una navaja. Draco se levantó y se encaró con él.
- No seas gilipollas, guarda eso –Damian no pareció muy contento con el insulto, miró de forma feroz a Draco y se acercó haciendo que Chester abriese los ojos con horror.
- Aléjate –todas las miradas se giraron hacia Sheila, la chica tenía una pistola en la mano, nadie la había visto cuando la sacó de su mochila. Damian tiró la navaja y puso las manos en alto.
- Tranquila, ya nos vamos.
- No, aún no –la chica sostenía con fuerza la pistola, le costaba incluso extender el brazo- no volverás a mencionar lo ocurrido, porque vuestro graffiti era una mierda y merecía ser tapado, nosotros adornamos el lugar que vosotros habíais estropeado –Damian asintió mientras daba un paso para atrás y los de su grupo guardaban los cuchillos- espérate capullo, quiero oírte decir que lo vuestro era una mierda y que nosotros lo hicimos mejor, y luego puedes irte.
El chico repitió las palabras de Sheila y luego indicó a su gente que se fuesen. Chester y Draco miraron a Sheila.
- ¿De dónde coño has sacado eso? –preguntó Chester quitándosela de la mano y guardándola con prisa en la mochila.
- Es un recuerdo de mi madre –realmente era la pistola con la que se suicidó su madre y ella la había guardado.
Sheila dejó de enfocar la vista y Chester y Draco se acercaron alarmados.
- Voy a llevarla a mi casa –dijo Chester agarrándola.
- ¿Por qué a la tuya? –Draco se puso al lado de ellos mientras andaban.
- ¿La llevamos a la tuya? –le miró serio- ¿o mejor a la de ella?
- Vale…
Los dos chicos cargaron con ella hasta el portal de Chester, subieron las escaleras y el profesor despachó a Draco cuando llegaron a la puerta. El joven rubio se fue con mala cara y le dio el número de teléfono para que le informase de si ocurría algo.
Chester cerró la puerta y cogió en brazos a Sheila, la chica se apoyó sobre su pecho.
- No te duermas Sheila –al ver que la temperatura seguía siendo elevadísima, al joven se le ocurrió una idea.
La llevó al baño y la depositó en la bañera, abrió el grifo y dejó que el agua helada cayese sobre ella, a la que tenía sujeta por la cintura. Sheila se retorció y musitó algo que no se la entendió, el agua estaba tan fría que pronto se le quedaron los labios amoratados, aunque antes ya los tenía un poco, las gotas recorrieron la palidez alarmante y castañeaban al son de sus dientes.
Chester no soportó verla tan mal, se quitó la camiseta y se metió con ella en la bañera, reprimiendo un grito al contactar con el agua congelada, la chica se aferró a él para que le diese calor, la temperatura estaba bajando. El cuerpo de Chester también se puso morado en algunas zonas, y cuando hubo pasado un tiempo y Chester vio que la temperatura se había normalizado, la sacó de la ducha.
Sheila se dejó desnudar sin ofrecer ningún tipo de resistencia ni ayuda. Chester la envolvió en una toalla gruesa y larga y frotó por sus brazos para que entrase en calor. La llevó a su habitación y la puso una camiseta larga de él, luego la metió entre los edredones y se giró para quitarse él la ropa mojada.
Se puso unos calzoncillos secos y se metió con ella, Sheila tenía los ojos cerrados y la respiración regular le indicaba que se había dormido. Pasó su mano por la frente de la chica y vio que ya no ardía, la escuchó respirar y vio que no se ahogaba, dando un suspiro de alivio se acercó a su cuerpo y lo abrazó con fuerza, recibiendo un gemido molesto de parte de Sheila.
Sonrió y aflojó un poco sus brazos, pero sin soltarla.
* * * * * * * * * * * * *
Draco llegó a su casa y se puso al lado del teléfono, suspiró aliviado cuando recibió la llamada de Chester que le decía que Sheila estaba bien.
- ¿Qué se metió? –preguntó el rubio.
- Berlusconi le dio una dosis elevada de heroína y ella había estado esnifando y fumando coca antes.
- ¡Será cabrón! –dijo indignado- ¿qué quería de ti? –hubo un silencio desde el otro auricular hasta que Chester contestó.
- Digamos que quería hacer "negocios".
- ¿Qué clase de negocios? ¿Y por qué has aceptado? No es buena compañía ¿sabes? –dijo cínicamente.
- Ya me he dado cuenta, pero tiene fotos… así que tengo cosas que hacer de su parte en el instituto.
- ¿Qué fotos? –Draco sabía perfectamente que Berlusconi buscaba la vida y se encargaba de observar a cada nuevo individuo del barrio, y si podía chantajearlo lo hacía, sino de todas formas, como se decía en el barrio: "si Berlusconi te llama haz lo que diga, si estás contra él, eres hombre muerto".
- Fotos de… de Sheila conmigo y fotos… con droga.
- En resumen, estás jodido –Chester lo afirmó- ¿está durmiendo?
- Sí, yo también voy a dormirme.
- Dile que me llame cuando se despierte –le pidió Draco antes de colgar.
Se levantó del asiento y se fue a su habitación, desvistiéndose y poniéndose unos pantalones para dormir. Escuchó gritos fuera, salió de su cuarto, sabía que su padre la estaba armando, sino, su madre no gritaría de esa forma. Fue hacia la cocina y se encontró a Lucius acorralando a Narcisa.
Draco se abalanzó contra su padre y lo apartó de su madre, empezaron a pelearse y en una de esas Draco cayó al suelo, cuando iba a levantarse vio un palo de béisbol debajo de la mesa, lo agarró y se enfrentó con su padre.
- Vuélvela a tocar y te mato a palos –Lucius se alejó del bate y se fue por la puerta de casa.
- Gracias –sollozó la madre.
Draco se acercó y abrazó a Narcisa, susurrándola palabras de consuelo, luego la acompañó hasta su cuarto y la dijo que se durmiese. Cerró la puerta de su la habitación de sus padres y fue a la suya. Cayó rendido en la cama.
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Buenas!!! Al fin subo capítulo nuevo.
Joder estoy llena de picaduras, putos mosquitos, bueno, espero que os haya gustado el capítulo.
Gracias por leer y dejar reviews!!!
El título del capítulo es una de mis canciones preferidas de Rapsuskeli.