A pesar que al día siguiente iba a verla en la fiesta de compromiso en casa del General Holmes, el lunes en la tarde Darcy fue a visitar a Elizabeth a su casa. Le llevó un hermoso ramo de flores, y la misma torta de chocolate que su cocinera hizo para la cena de la semana anterior que a Elizabeth le había encantado.

Relativamente sorprendida de verlo en su casa, Elizabeth lo hizo pasar a la salita de visitas, le agradeció las hermosas flores, y quedo aún más sorprendida al ver que le había traído la torta que tanto le había gustado…

"… Muchas gracias por las flores y sobretodo por este delicioso postre." Sonrió, "Dado que ha sido tan amable, voy a invitarlo con una taza de té y un pedazo de esta torta."

"Acepto son gusto una taza de té, pero dado que le gustó tanto esta torta, voy a dejársela toda para usted."

"Por favor, espere un momento que voy a pedir que nos traigan té…"

Elizabeth le pidió a una de sus empleadas que preparara el té, y llevara panes, manteca, mermelada y platos de postre con cucharas para comer la torta. Al regresar a la salita, su suegra estaba conversando cordialmente con el Sr. Darcy.

"… lamentablemente es muy lejos para viajar con Rose."

"¿Dónde es muy lejos?" preguntó Elizabeth curiosa.

El Sr. Darcy la miró con una sonrisa, "Estamos hablando de Derbyshire y la Región de los Lagos. A mi gusto es el lugar más hermoso del Reino."

"Debe ser muy hermoso; mi tía Gardiner es oriunda de Lambton y opina lo mismo que usted." Hizo una pausa, "Pero lamentablemente son más de 50 millas de distancia."

Darcy recordó su comentario de varios años atrás y se rio. "Tiene razón… pero si ustedes desean ir a Derbyshire, con gusto las invito a que viajen conmigo en mi carruaje cuando regrese a Pemberley." Hizo una pausa, "Será un gran placer si se quedan en Pemberley."

La Sra. Barton y Elizabeth se miraron muy sorprendidas, y finalmente Elizabeth contestó, "Muchas gracias por su gentil ofrecimiento, pero no queremos importunarlo, Rose aún es muy pequeña para hacer un viaje tan largo y además tendríamos que volver solas a Londres."

Darcy asintió, y agregó, "Nada más lejos de importunarme, para mi es un gran placer invitarlas a Pemberley." Hizo una pausa, "En su viaje de bodas mi primo y la Srta. Holmes van a ir a una pequeña propiedad que tengo en la Región de los Lagos y posteriormente a Pemberley. Podrían volver con ellos… Incluso, estaba pensando invitar al General Holmes y a la familia de mi hermana."

"¿Cuándo regresa a Pemberley?" preguntó la Sra. Barton.

"En principio quisiera volver en julio; inmediatamente después de la boda de mi primo." Hizo una pausa, "Aunque es probable que la semana próxima tenga que volver a Pemberley por una o dos semanas."

"¿Le gusta más vivir en Londres que en Derbyshire?" preguntó curiosa la Sra. Barton.

"No, me gusta más vivir en Pemberley." Hizo una pausa, "Pero en este momento prefiero estar más tiempo en Londres." Sin querer sus ojos miraron a Elizabeth.

En ese momento la sirvienta trajo el té, con la comida. A partir de ese momento, la conversación fue sobre las atracciones de Londres, las impresiones de la obra de teatro y sobre Pemberley en general. Una media hora más tarde, Elizabeth acompañó a Darcy a la puerta, y al despedirse nuevamente le beso la mano. Al día siguiente iba a pasar a buscar a Elizabeth y a la Sra. Barton para ir a la casa de los Holmes.

Enseguida que se fue Darcy, Elizabeth volvió muy pensativa a la sala donde estaba su suegra esperándola. Con una sonrisa la Sra. Barton comentó, "Sabes que hasta hace unos pocos días desconfiaba del Sr. Darcy, pero estoy cambiando de idea."

"¿A qué te refieres?"

"Elizabeth, es obvio que el Sr. Darcy está muy enamorado de ti." Hizo una pausa, "La pregunta que tienes que hacerte es si deseas su atención o no."

Elizabeth suspiró, "Me creerías si te digo que aún no lo sé… El Sr. Darcy de hace cinco años atrás era arrogante, orgulloso y no le importaban los sentimientos de los demás. ¿Qué pasaría si en un tiempo vuelve a ser como era antes?"

"Entiendo tus dudas, pero ten en cuenta que en cinco años o por experiencias traumáticas las personas pueden cambiar. Tu no sos la misma que hace cinco años atrás." Hizo una pausa, "Si no supieras nada del Sr. Darcy y propusiera cortejarte para conocerse mejor, ¿lo aceptarías?"

Después de pensar seriamente, respondió, "Si; creo que aceptaría." Suspiró, "Más allá que es un hombre muy guapo y rico, también es muy inteligente y disfruto mucho de su compañía."

"Ahí tienes la respuesta…"