Típico: Algunos Personajes pertenecen a J.K.Rowling y otros son míos y bla bla bla
SummaryEn un lugar dejado de la mano de Dios donde no se conoce lo que es la magia, nuestros jóvenes protagonistas luchan día a día por sobrevivir en el barrio y conseguir pasar su último curso en el instituto.
Atención: Esta historia contendrá violencia, sexo, temas sobre la droga, el alcohol.
Nenufr Jaja sí es que ya era hora de actualizar. Sé que me estoy empezando a pasar jaja, pero es que tenían que venir cosas fuertes ya, porque las drogas no son florecitas. Yei que monos Chester y Draco, tan preocupados y ayudándola tanto, aiss quién los tuviese. Y mi Chester el cabrón está de vacaciones, y buaa es un cerdo más me he dado cuenta por mensajes, jaja es como todos, ya no es Chester jaja. Tu aprovecha que le tienes allí jeje. Sí, el Lucius es un cabrón, pero a partir de ahora entrará con más cuidadito a su casa. Bueno aquí tienes la actualización, espero que te guste. Besos!!!
Lira Garbo: Hola wapa! Jeje que bien que pillases el capítulo, tu pásatelo muy bien de vacaciones, que yo sigo en mi casita, que se supone que estoy "estudiando" jeje. Yeah a mi también me gusta más Draco es irresistible jeje. Bueno aquí tienes otro capítulo fruto de mi inspiración extraña, espero que te guste. Besos!!!
Shumara Se te ha hecho corto el capítulo? Jooo cada vez los escribo más largos y se os hace más corto, jaja voy a tener que hacerlos aún más largos :-p Hermione es un poco aguafiestas sí, ¬¬ Ron va a tener que decirle algo, jaja le controla como una madre. Yea la Dosis ha estado a punto de una sobredosis. Aquí tienes el nuevo capítulo, disfrútalo!! Besos guapa!
Lil Granger: Sí, pobrecita, bueno aquí tienes la continuación jeje que peligro el oscuro cine jaja. Venga, espero que te guste. Saludos!!!
FaItH-Iris-SuKnI: ¿No te gusta Ginny para Harry? Si, había pensado en que Ron y Hermi lo dejasen, de todas formas, es muy típico, siempre están discutiendo y dejándolo, así que veamos que hacemos. Si, más drama jeje. Bueno me alegro de que te esté gustando. Besos!
CodecJaja muchas gracias, bueno yo me intento ajustar lo mejor posible a todo ese "mundillo" que no conozco de lejos pero tampoco exactamente en mi piel, en fin… digamos que algunos personajes son algunos amigos míos, si es que me encanta meterle cosas de mis colegas a los personajes, y siempre suele haber un poquito o un montón, dependiendo del personaje, mío en él, así que intento que salga lo más real posible. Espero que te guste este capítulo.
Disculpar!!! He tardado un montonazo, lo sé, pero es que en fin… el curso, Selectividad, las Universidades, el verano, la autoescuela, los petas, las fiestas, los tíos, en fin… todo xD Pues no me ha dejado mucho tiempo ni inspiración para continuar la historia, pero espero que os sirva con este capítulo, que es larguito y alomejor os hace más amena la espera a la continuación de otros fics, que estoy trabajando en ellos! No os creáis que los he olvidado. Venga, ahora a disfrutar, y mandarme reviews, aunque sea para decirme lo mala que soy por haber tardado tanto xD
DEBAJO DE UNA MÁSCARA
8. Las Leyes del Barrio.
La libertad es la facultad que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Chester se despertó al oír el despertador, lo apagó y se levantó directo hacia el teléfono, llamó y dijo que ese día no iría al instituto, que estaba enfermo, volvió a la cama y se quedó mirando a Sheila, la chica dormía con la boca entreabierta y tenía las manos debajo de la almohada sobre la que estaba apoyada.
El chico se dio una ducha y luego decidió ordenar todas las cajas que aún no tenía abiertas, así pasó las horas hasta que decidió preparar algo de comer, cuando estuvo listo puso dos platos, dos vasos, cubiertos y dos servilletas en una bandeja y se fue hacia el dormitorio.
Sheila refunfuñó cuando sintió que Chester soplaba por su cuello, fue despertándose y le costó centrar la vista, se encontraba algo mal, notó como sus piernas estaban desnudas y como únicamente le cubría una camiseta, miró a Chester y luego frunció el ceño.
- ¿Me he acostado contigo? –Chester la miró con reproche.
- No podías ni mantenerte en pie…
- Vaya –se llevó una mano a la cabeza- dejé de tener memoria cuando apareció Damian.
- ¿El chico moreno? –Sheila asintió- pues le apuntaste con una pistola.
- ¡¿Saqué la pistola?! –Sheila se sobresaltó.
- ¿De dónde la has sacado? Dijiste que era un recuerdo de tu madre –apuntó Chester.
- En cierto modo… -hizo una pausa y fijó sus grandes ojos esmeralda en los de Chester- la robé cuando mi madre se suicidó con ella.
Chester se quedó con la boca abierta, sin saber qué decir, simplemente seguía sentado en el borde de la cama. Sheila se incorporó un poco y se acercó a él.
- Lo siento… ¿estuve muy mal? –Chester asintió mientras la chica se agarraba a él y colocaba su cabeza entre la cara y el hombro de él, y le daba suaves besos en el cuello.
- No me gustó verte así –la acarició el pelo- te necesito Sheila.
Sheila se separó lentamente del hombre y le miró a los ojos, una mirada tierna la hizo guiar sus labios hacia los de Chester, el chico cerró los ojos al notar su lengua introduciéndose en su boca y se dejó llevar, mientras sin darse cuenta levantaba la camiseta que cubría el cuerpo desnudo de la chica.
Las manos de ambos se agarraron mientras se separaban y se miraban fijamente. Chester apartó la bandeja con la comida de la cama y luego extendió a Sheila sobre la cama, para posarse sobre ella y comenzar a recorrer el cuerpo terso y joven de la chica.
Sheila dejó que su camiseta se desprendiese y acabase en el suelo, y aprovechó para bajarle los calzoncillos al joven, que ahora se entretenía mordisqueando lentamente el hombro y el cuello de Sheila. Los mordiscos hacían que la chica respirase entrecortadamente.
La lengua respaldada por la boca de Chester fue deslizándose ferozmente por el cuerpo de Sheila, hasta llegar al ombligo, y después de darle un pequeño mordisco siguió bajando lentamente.
Sheila gimió cuando Chester había llegado a su entrepierna y se deleitaba probando las cosas que más gemidos hacían que saliesen de la boca de la chica. Continuó un tiempo hasta que dirigió su boca hacia las caderas de Sheila, empezó a morderlas con delicadeza y volvió a subir hasta los pechos, que se mecían debido a la respiración agitada de la joven.
Chester sintió como las manos de Sheila se deslizaban por su cuerpo para enlazarse en su espalda, así que delicadamente se situó sobre ella y enterró su cabeza en el cuello pálido de la chica, en el momento en que ella comenzaba a gemir, Chester se introdujo en su interior de golpe, haciendo que Sheila le clavase las uñas en la espalda.
Continuaron besándose y moviéndose acompasadamente, cada vez con mayor rapidez hasta que acabaron llegando a un orgasmo prolongado.
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Era la hora de la salida del instituto, ese día había aparecido afluencia de policías amenazando con registrar todas las taquillas, lo que había hecho que algunos alumnos saliesen a destiempo de clase y recogiesen todas las drogas que tenían en las taquillas para desaparecer durante unas horas.
Harry y Ginny estaban besándose apasionadamente, la cita de ayer en el cine había salido muy bien y habían decidido volver a intentarlo, Hermione y Ron en cambio estaban pasando por una crisis, esa mañana habían discutido acaloradamente y ahora estaban situados uno a cada lado de Draco.
Los agentes de policía les habían pedido que se quedasen en la salida y los harían pasar uno a uno a una sala para interrogarlos, por supuesto que no era obligatorio contestar a las preguntas, pero eso te metía en el papel de uno de los sospechosos.
Draco tenía una expresión extrañamente preocupada, ni Sheila ni Chester habían aparecido por clase, eso iba a perjudicarles a ambos en relación con lo que estaban tramando los policías.
Una voz le sacó de sus cavilaciones, se giró y se encontró con Pansy, su boca se curvó en un gesto molesto, pero la joven rubia traía una sonrisa espectacular y sus ojos brillaban con venganza.
- He tenido que decirles que la Dosis me pasó marihuana en una ocasión –sus ojos burlones se entornaron mientras movía las pestañas de forma angelical y su sonrisa se ensanchaba más al ver la cara de terror de Draco- pasa un buen día –la rubia se alejó dejando a su paso un rastro de orgullo medio herido.
Draco miró a Ron y Hermione, ambos tenían una cara preocupada.
- No debiste haberla dejado plantada Dark –dijo Ron encendiendo un cigarrillo nervioso.
- ¿Qué haces? ¡Tú no fumas! –Hermione le tiró el cigarro al suelo. Draco vio que se iban a enzarzar en una nueva discusión.
- Dejad de hacer el idiota –captó inmediatamente la atención de sus colegas- la cosa es seria, como Pansy, muchos pueden haberla delatado –prosiguió con voz que trataba de sonar indiferente- no quiero que la mencionéis ninguno.
Todos asintieron y en ese momento se acercó una mujer policía de unos veintitantos años, era bastante atractiva, su pelo castaño caía sobre sus hombros con leves ondas y sus ojos enormes eran de un color marrón que inspiraban calidez.
- ¿Draco Malfoy? –su voz era dulce. El rubio se adelantó un paso y la miró fríamente, la chica borró la sonrisa de su boca y guió a Draco hacia uno de los despachos que habían habilitado para hacer las preguntas.
Le hicieron sentarse en una silla y al otro lado de la mesa se sentó la mujer.
- Soy la agente Marian Thomson, voy a hacerte unas preguntas –Draco miró con recelo la mano que alargaba la mujer hacia un cajón de la mesa.
- ¿Va a grabar la conversación? –preguntó con aire indiferente. La mujer negó la cabeza y decidió sacar unas hojas y un lápiz.
- Estuviste en un reformatorio por posesión de drogas –levantó la cabeza y fijó sus ojos en los fríos de Draco, intentando adivinar si había producido algún efecto en el joven, pero éste parecía impenetrable- ¿sigues consumiendo droga? –se hizo una pausa en la que Draco dudó qué contestar- no me mientas, porque si llegamos a un acuerdo, podremos hacer análisis a todos los estudiantes, así que eso puede ser en cuestión de días.
- Si –contestó secamente.
- ¿Qué drogas? –Draco alzó una ceja y la miró divertido, haciendo que la agente se ruborizase con aquella mirada típica del joven.
De pronto el rubio sonrió aún más al ver los ligeros tonos rojizos que habían adquirido las mejillas de Marian y en su mente empezó a trazar un plan de forma rapidísima.
La chica encendió un cigarro algo nerviosa y Draco aprovechó ese momento para inclinarse sobre la mesa y susurrarle con voz seductora si podía darle un cigarro, la agente sonrió y el chico rozó deliberadamente los dedos de la chica cuando le dio el cigarro y el mechero.
- ¿Qué drogas consumes? –carraspeó Marian.
- ¿Qué importancia tiene? –replicó echando el humo- si van a hacernos análisis de sangre ya saldrá –la agente decidió cambiar bruscamente de pregunta para ver la reacción del chico.
- ¿Es cierto que Sheila Clark, apodada Dosis, pasa drogas en este instituto? –intentó aguantar la expectación, pero se desmoronó al ver que el rubio ni siquiera parpadeaba.
- Eso dicen… -esa respuesta vaga no le servía para nada a Marian.
- ¿Qué relación tienes con Dosis? –Draco separó el cigarrillo de su boca y miró con unos ojos peligrosos a la agente, la chica no se acobardó porque sabía que había dado en un punto importante.
- Amistad y sexo –dijo tranquilamente, antes de que la mujer volviese a formular otra pregunta Draco se inclinó sobre la mesa y le susurró- ¿le interesa la segunda opción?
Marian se quedó boquiabierta y Draco sonrió con superioridad mientras se echaba hacia atrás y se apoyaba en el respaldo de la silla. Marian se repuso pero no consiguió mirar a Draco a los ojos.
- Em… si tenéis amistad sabrás si pasa droga o no –expuso la mujer.
- No la he visto nunca pasando, pero yo no estoy con ella las 24 horas del día –mintió el rubio. A la agente se le iluminaron los ojos.
- ¿Quién te pasa la droga? –esa era la pregunta a la que quería llegar.
- Blaise Zabini –mintió el rubio, ese era el primer nombre que le pidió el señor Berlusconi que dijese si alguna vez se veía en ese 'interrogatorio'.
La agente mostró decepción en su gesto, pero anotó rápidamente el nombre en el papel.
- Lo estás haciendo muy bien… -Draco la cortó y acabó el la frase.
- …sé hacer otras cosas mejor –Marian se puso esta vez aún más roja, Draco sonrió ante la inocencia de esa joven policía, seguro que no llevaba ni dos meses en el cuerpo.
- …quiero decir… si nos ayudas, no te harán análisis –dijo a trompicones. Draco asintió y se levantó de la silla. Marian iba a decirle que no habían acabado cuando vio que Draco se acercaba hacia ella y la besaba de golpe en los labios, el beso fue muy intenso, Draco recorrió con furia el interior de la boca de la agente.
La mujer no pudo evitar responder al beso, Draco la agarró del trasero y la levantó de la silla, sentando su cuerpo ligero sobre la mesa, sin separar aún los labios comenzó a meter las manos por la blusa azul de policía.
Cuando se separaron, Marian ya estaba sin camiseta y el sujetador estaba a medio camino del suelo, no le había dado tiempo de parar al chico y contra su razón se dio cuenta de que le estaba quitando la camiseta con furia, Draco sonrió con superioridad y la bajó los pantalones de golpe para revelar un tanga de color negro y un cuerpo en su totalidad espectacular.
"Vaya con la agente" pensó mientras se bajaba los pantalones. Todo sucedió tan rápido que Marian no se dio cuenta del momento en que empezó a gemir mientras Draco la besaba por el cuello y ella le susurraba cosas al oído.
Draco se movía con velocidad y masajeaba los pechos grandes de la mujer, vio como se retorcía y cerraba los ojos, Draco se agachó para besar la boca abierta de la mujer en el momento en que ésta llegaba al orgasmo. El rubio terminó unos minutos más tarde.
Se vistieron apresuradamente y Draco se acercó a las notas que había tomado la agente, cogió un bolígrafo y tachó las preguntas más comprometidas que tenían relación con Sheila.
Marian le miró desconcertada y cuando iba a replicar, el chico le posó un dedo en los labios.
- Agente Marian –sonrió ampliamente- ¿vio usted mi fecha de nacimiento? –la joven negó con la cabeza sin entender- bien, pues cuando la consulte y no se fije sólo en el año, sino también en el mes… sabrá por qué no va a poder incluir las preguntas que le he tachado, sino… aténgase a las consecuencias.
Draco salió sonriendo y Marian se quedó sentada totalmente de piedra, rebuscó entre el historial de Draco y miró la fecha de nacimiento, fijándose en el mes, cosa que antes no había hecho. "¡Mierda!" exclamó, "tiene 17 años…"
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- Tardan mucho –dijo Ron dando vueltas y mirando de vez en cuando a su hermana que hacía carantoñas con Harry. Hermione estaba de pie totalmente rígida, hasta que salió de su ensimismamiento.
- ¡Deja de dar vueltas Ronnie! –gritó molesta. Harry y Ginny fijaron su vista en Hermione y Ron, el pelirrojo se había puesto colorado y miraba a Hermione con una expresión de furia.
- Estoy hasta la polla de tus tonterías Hermione –dijo molesto- Ronnie por aquí, Ronnie haz tal, Ronnie no hagas no se qué –imitó voz afeminada mientras hacía gestos exagerados con las manos. Hermione frunció fuertemente los labios- definitivamente hemos acabado Hermione, estoy cansado de tantas peleas estúpidas –se giró dándola la espalda, mientras la chica abría la boca y no salía ningún sonido.
Harry y Ginny seguía presenciando la escena, Ron se acercó a Draco, que había salido ya de la sala de interrogatorios, llevaba una sonrisa triunfal.
- ¿Y esa cara Red? –dijo al ver el enfado del pelirrojo y la cara descompuesta de Hermione.
- Que soy un hombre libre –miró hacia Hermione y luego se giró hacia Draco, que sonreía cínicamente.
- Entonces te gustará lo que puede enseñarte la agente Marian –Ron le miró con curiosidad y Draco esbozó otra sonrisa.
Draco se separó de sus colegas y se encaminó hacia la casa de Chester. Subió rápidamente las escaleras y llamó a la puerta un par de veces.
Chester abrió y dejó pasar al interior al rubio, que nada más ver a Sheila la abrazó con fuerza y la empezó a reprochar el susto que le había dado.
Los tres se sentaron en unos sillones cubiertos por mantas para que no se viese el mugriento estado en el que se encontraban. Draco les contó lo que había pasado ese día en el instituto.
- Estamos en problemas –concluyó el rubio.
- La que está en problemas es Pansy –soltó Sheila sin aparentar ningún sentimiento. Chester no dijo nada, pero Draco se asustó.
- Shei, no puedes hacer ahora ninguna tontería –miró a Chester que seguía sin entenderlos y luego volvió sus ojos grises hacia los verdes de la chica- No sé si es la mejor opción…
- Es la única, Darky, quién dice mi nombre tiene que atenerse a sus consecuencias –se levantó del sillón y le dio un beso en los labios a Chester- Draco y yo tenemos cosas que hacer Novato, luego te veo.
Se fueron hacia la calle y luego se dirigieron a donde sabían que siempre se encontraba el grupo de Pansy. Draco iba pensando en que aquello les iba a meter en más problemas de los que ya tenían.
- Vaya vaya, a quién tenemos por aquí –un chico moreno se levantó del banco en el que estaban sentados un grupo, la competencia.
- La cosa va con Pansy, no contigo, así que no te metas Zabini –susurró amenazadoramente Sheila. Pansy se encogió en el banco, sabía que se había metido en un lío al decir el nombre de Sheila en el interrogatorio, pero sus celos habían podido más.
Zabini miró a Pansy sin entender.
- ¿Qué ha pasado? –Blaise le indicó a Pansy que se acercase.
- La capulla esa ha dicho el nombre de Sheila en el interrogatorio –dijo Draco viendo con triunfo cómo los ojos de Blaise se tornaban en esferas de terror.
- Sabes lo que significa eso, ¿no Zabini? –preguntó suavemente y paladeando las letras con total deleite. Blaise asintió con el rostro ensombrecido- Bien, te explicaré cómo están las cosas, ¿vale cariño? –Sheila parecía estar divirtiéndose. Pansy por otro lado miraba con terror a la chica- Pansy es de tu grupo, eres la competencia, ¿sabes lo que haría el Italiano al descubrir que una niñata ha dado el nombre de una de sus preferidas? –sonrió viendo como ahora Zabini temblaba, con el Italiano se refería a Berlusconi.
- Yo… yo di orden de que tu nombre no saliese Dosis –se giró hacia Pansy- el marrón te lo vas a comer tú sola, ahora no tienes el respaldo de tu grupo –cuando iba a irse, Sheila chasqueó la lengua.
- Aún no he acabado –sonrió cínicamente- lo siento Zabini, pero si tienen mi nombre, también tienen el tuyo, es la regla –así se cubrían las espaldas y además así, Draco y Sheila no harían el trabajo sucio- Ahora yo no tengo tiempo para enseñarle ciertas cosas a Pansy –miró a la chica que temblaba- Te lo dejo en tus manos pequeño.
Sheila se dio la vuelta sin quitar aún la sonrisa de sus labios, Draco también se giró y se alejaron del terreno en donde estaba empezando una pelea, aunque la palabra exacta no era "pelea" ya que Pansy no podía defenderse de todos los de su grupo, que la atacaban violentamente al haber quebrado una de las normas, no delatar a nadie que Berlusconi tuviese en una buena posición.
- Listo –dijo Sheila chocando sus manos y dirigiéndose hacia el parque donde solía estar todo su grupo.
Un coche pasó al lado de los dos chicos y se detuvo, bajando la ventanilla. La conductora era la agente Marian, que había interrogado a Draco. Sheila y Draco se detuvieron mientras la mujer bajaba del coche y se acercaba a ellos.
Sheila sacó un cigarro y lo encendió justo cuando la agente había llegado junto a ellos.
- ¿Sí? –preguntó inocentemente Sheila mientras le echaba el humo en la cara a Marian.
- Soy la agente Marian Thomson –miró hacia Draco y luego le pidió fuego a la chica. Sheila notaba cómo la mujer la estaba examinando, todos los movimientos que hacía, todos los gestos no quedaban fuera de la vista de los ojos de Marian, la chica sonrió fríamente y le pasó el mechero. Después de darle una calada, la agente preguntó -¿Qué llevas en la mochila?
- Se forraría si le dijese que droga, ¿no es verdad? –levantó la ceja cínicamente- No está en su día de suerte Thomson, ¿quiere registrarme aquí en medio?
- Sí, y a él también –señaló a Draco.
- Adelante –dijo Sheila dándole la mochila y abriendo los brazos burlonamente.
Marian abrió la mochila y examinó el contenido, ropa, paquetes de tabaco vacíos, mecheros que ya no tenían gas, una cartera con algo de dinero, varios libros, papel para liar… pero nada de droga. Se acercó a Sheila y empezó a registrarla, palpándola desde arriba hasta los zapatos.
La obligó a quitarse los zapatos, Sheila sonreía cada vez más. Sin haber encontrado nada, la agente se giró hacia Draco y volvió a repetir la operación que había hecho con Sheila, cuando llegó a la altura de las caderas del rubio, el chico susurró seductoramente.
- Cuidado con lo que toca –Sheila le miró con la ceja levantada de forma divertida. La agente por el contrario se puso roja y acabó de registrarle rápidamente.
Les dio la espalda y subió al vehículo diciéndoles que en otra ocasión ya les pillaría. Cuando el coche se perdió de vista, Sheila se agachó hacia unos pequeños arbustos que rodeaban una reja y sacó de entre ellos una piedra de hachís del tamaño de su mano. Draco la guió un ojo.
- Eres rápida –Sheila asintió y continuaron el camino hasta encontrarse con Ron, Harry, Ginny, Little, Seamus y Nott en el parque.
Se sentaron en uno de los dos bancos que estaban colocados enfrentados y se hicieron unos cuantos porros. Hablaron sobre la repentina llegada de la policía, sobre el cuidado que tendrían que tener a partir de ese momento, e idearon planes por si volvían los interrogatorios y si se registraban las taquillas. El inconveniente que encontraron fue que si se legalizaba el hacer análisis a los alumnos que creían que consumían sustancias, estarían perdidos, pero aún así esperaban que eso no ocurriese.
- Hola Novato –saludó Ginny coquetamente al profesor, que se acercaba a ellos. Chester devolvió el saludo con un movimiento de cabeza y se acercó a los bancos, dónde Sheila se estaba liando un porro.
Chester se colocó detrás de ella y pasó su mano por los cabellos negros de la joven, Sheila levantó la vista y le sonrió para luego volver a concentrarse en el porro.
Draco le señaló a Chester un hueco en el banco, y el profesor se sentó para fumar con ellos un rato.
Fue oscureciendo y algunos decidieron marcharse para cenar algo y luego ir hacia el Soul, Sheila se levantó y llamó a Draco y a Chester.
- Vamos a ver al señor Berlusconi.
Lo dos asintieron y se encaminaron hacia el Soul, saludando a Lee que estaba en la entrada fueron hacia la puerta que daba a la "oficina" improvisada de Berlusconi.
- Os estaba esperando –dijo firmemente el italiano.
Los tres asintieron y tomaron asiento en los sillones que el italiano señalaba.
Dejen reviews porque es lo único que me anima a seguir escribiendo, y bueno… ya sé que he tardado en continuarlo, pero lo he hecho por la gente que me deja reviews, ya que ellos hacen el esfuerzo de mandármelos, yo les compenso con capítulos
"No tenemos miedo…Dejad que venga la noche…No tenemos miedo"
