Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K Rowling, Scholastic, Warner Bros., etc. Yo no utilizo los personajes para ganar dinero, sino como simple diversión.

Capitulo nueve: El comienzo de algo nuevo

Durante la reunión que tuvieron, durante su primer dia, les explicaron que tendrían clases de lunes a sábados, también les explicaron que al final del curso se llevaría a cabo un examen donde pondrían a prueba todos los conocimientos aprendidos durante el año. A diferencia de su antiguo colegio, en este si se podía llamar colegio, los "alumnos" o como se llamaban ahí aprendices solo eran ellos y por ende no se separaban en casa si no es mujeres y hombres, las clases comenzarían al dia siguiente y le habían dado la tarde para conocerse mejor. En eso estaba Harry, ya que para su sorpresa habían solo 16 contándolo a el, y solo el y Draco eran humanos por asi decirlo. Draco por primera vez se sentía muy incomodo ya que sentía como todos lo miraban asombrados por que era un humano.
-Dicen que todo se devuelve en esta vida, Draco.- dijo Harry mirando la cara que tenia su amigo.
-Ha que te refieres Harry.- dijo Draco saliendo de sus pensamientos.
-Ha que por fin sientes lo que siente un mago cuando tu despectivamente los mirabas en menos o les decías sangre sucia.- dijo Harry con simpleza mirando a su amigo.
-Yo no me siento menos aquí.- respondió Draco ofendido.
-Si lo haces, Draco.- le dijo su amigo.- Lo sientes porque por primera vez tu sangre no es la superior, de echo ellos.- dijo señalando al resto.- son de sangre más pura que tu.- finalizo Harry.
-Bueno en ese entonces tú igual eres menos.- dijo Draco dolido.
-No.- dijo Harry
-¿Por qué?- pregunto Draco enojándose un poco.
-Porque yo nunca me he sentido de mejor linaje que nadie.- respondió Harry mientras se iba ya que Tiare le hacia señas para que se acercara a ella que estaba hablando con un grupo de 5 hombres y 3 mujeres más.
-¡Harry! Te quiero presentar a unas personas que acabo de conocer.- dijo Tiare sonrojándose ya que sin querer había tomado la mano de Harry para que este se apresuraba.- Ehh... lo...lo...sien...to.- agrego mientras lo soltaba.
-¿Por qué?- pregunto Harry sin inmutarse.- Hola.- agrego cuando hubieron llegado al círculo donde se encontraba Tiare antes.
-Bueno ya conoces a Elendil.- dijo con desgano.- Te presento a Thomas, Mitras, Teneo, Job y Matías. Ellas son Laura, Sophia y Kiara. Thomas y Mitras eran ambos de pelo castaño y estatura mediana pero de cuerpos muy delgados. En cambio Job, Teneo y Matías eran moreno, rubio y trigueño respectivamente, los tres altos y de contextura fuerte. Laura era rubia de ojos castaños y de baja estatura, Sophia tenía el pelo y los ojos de un negro intenso y profundo era alta, Kiara era pelirroja de ojos azules y alta también.
-Hola, soy Harry Potter.- dijo Harry presentándose a el mismo.- Y el es mi amigo Draco Malfoy.- agrego una vez que Draco estuvo con ellos.
-Hola.- dijo Draco mirándolos a todos cuidadosamente. Así, pasaron toda la tarde conversando, la mayor parte del tiempo solo Tiare y los dos amigos ya que con los demás Harry y Draco se sentían incómodos, no soportaban ver la cara de incredulidad con la que los miraban, como si fuera un sueño o una pesadilla para algunos que dos "humanos" sean entrenados junto a ellos. A las 10 Neo guió a lo hombres a su habitación, al llegar todos quedaron maravillados con lo grande y hermoso del lugar. Harry durmió placidamente, con un sentimiento de satisfacción que no comprendía, pero le agradaba, se sentía poderoso, a pesar de que muchos lo mirasen de manera despectiva, sentía que el Harry Potter era mejor que todos los elfos y humanos de la tierra. Y con este sentimiento se durmió profundamente. A la mañana siguiente fue el último en despertar junto con Draco, miraron a su alrededor y descubrieron que no había nadie más en la habitación y que los demás ni se habían molestado en despertarlos. Esto les molesto un poco, pero decidieron no decirles nada, de hecho no les hablarían a menos que fuese de urgencia internacional. Llegaron a un pequeño salón, donde por el ruido supusieron que tendría que ser el comedor, efectivamente al abrir las grandes puertas de maderas todo el salón se sumió en un profundo e incomodo silencio, a el cual los dos amigos ignoraron y se dirigieron a la parte más alejada que encontraron del resto.

El primer dia de clases fue uno de los días más pesados que Harry y Draco jamás tuvieron en su vida, tuvieron lucha, esgrima y magia blanca. A pesar de tener menos de la mitad de asignaturas que en su anterior colegio, aquí las clases duraban el doble y eran de un nivel mucho más avanzado. La primera clase fue la de lucha, que para desgracia de Harry al cual no le simpatizaba mucho el profesor el cual era Neo. Durante esta clase les enseñaron lo básico sobre las luchas...

-¨--¨--¨--¨--¨--¨--¨--¨-CLASE DE LUCHA-¨--¨--¨--¨--¨--¨--¨-
-¨- -Bienvenidos a su primera clase de lucha.- dijo Neo mira de una manera que intimido a todos menos a Harry, el cual lo miraba con una mirada que si estuviera en otro lugar se la abría dedicado con gusto a un profesor de pociones.- Aquí aprenderán la delicada y especifica arte de la lucha, no será como lo que están acostumbrados a ver, no será fácil en ningún momento. La clase estaba en absoluto silencio, ansiosos por que el profesor dejara el discurso y les empezara a enseñar. Harry lo miraba todo con una indestructible mascara, Draco estaba igual que el pero sin poder evitar que se notara su ansiedad. La clase comenzó cinco minutos después, se juntaron en parejas para trabajar y Draco y Harry fueron juntos, nadie les había dirigido la mirada en todo el día, ni siquiera Tiare, lo cual puso muy triste a Harry pero por sobre todo lo decepciono, no pensó que Tiare se dejara llevar por la opinión del resto de los elfos. Mientras practicaban golpes básicos pero no por eso menos precisos Draco noto la tristeza de su amigo, era el único que podía ver mas allá de esa dura mascara, le dijo: Harry, no dejes que te afecte, yo también me he dado cuenta de cómo nos miran pero eso lo único que provoca en mi son las ganas de mostrarles que soy mejor que ellos y que merezco entrenarme.- dijo con una seriedad que Harry nunca había visto en su amigo, le sonrió agradeciéndole que lo apoyara en esto. Gracias amigo de verdad, ya mejor practiquemos para...- pero Harry no alcanzó terminar porque Neo se había acercados a ellos y con un rostro muy enojado. ¿Se creen mejores que el resto de sus compañeros como para no prestar atención en clases?.- dijo con sarcasmo como si fuese obvio que la respuesta era negativa.- Pues déjenme decirles que NO, yo no tolerare estas faltas de respeto de dos hombres.- dijo con desprecio y escupiendo las últimas palabras.- Están castigados, no los quiero ver en mi clase por tres semanas, creo que así se les pasara ese aire de superioridad. -¨--¨--¨--¨--¨--¨--¨--¨-FIN DE LUCHA-¨--¨--¨--¨--¨--¨--¨--
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Y el día siguió así, los profesores no se mostraban preocupados o interesado de lo que pudiera decir el resto ante el claro desprecio que mostraban frente a dos de sus alumnos. Harry y Draco no entendían el porque de este odio, pero claramente no tenían a quien expresarle sus dudas, Tiare apenas los había mirado y eso era decir mucho, Harry se preguntaba que le habrían dicho sus compañeras pare que esta cambiara su actitud tan rápidamente y por sobre todo de una manera tan drástica. Al final del día Harry solo tenia una cosa en claro no se dejaría humillar por un montón de elfos engreídos, el jugaría con ellos, el más triste de los dos era Draco para el, el cambio era más grande porque paso de humillar a ser humillado, era algo muy fuerte para el, no dejaba de cuestionarse el porque estar ahí cuando en Hogwarts tenia una mejor vida.
- Harry, porque no nos vamos de aquí volvamos a Inglaterra, a nuestro hogar.- dijo Draco una vez que se encontraron solos en su habitación, después de la cena todos se quedaron ahí para conversar, ellos aprovecharon el momento para hablar a solas, sin que ningún profesor a aprovechara esto para castigarlos.- Es decir aquí no le agradamos a nadie, ni siquiera nos miran, no le veo el sentido.
-¿Para que?- respondió Harry un poco molesto.- Draco yo no les voy a dar
el gusto de pensar que soy más débil que ellos ¡eso ni hablar! Algo de
orgullo me queda amigo, además necesito este entrenamiento si quiero
derrotar a Voldemort y vivir para contarlo, no ni hablar si quieres
volver no te lo impido solo saluda a Herm de mi parte.-termino Harry con
seguridad.
-No no me iré si ti, tengo que admitir que tienes razón.- dijo Draco con
la cabeza baja.
-No te deprimas mi amigo, algo haremos para llevar esto mejor.- dijo
Harry Continuaron haciendo un trabajo sobre los más importantes guerreros elfitos de todos los tiempos y cuales eran sus estrategias, como castigo de Mirias, el profesor de esgrima que igual los había castigado. También tuvieron que hacer un trabajo sobre magia blanca, pero no por castigo sino como deber que había dado el profesora, Natsh, la cual había sido la única que no los había castigado simplemente los había ignorado olímpicamente. Esta es la clase que mejor se le daba a Harry pero dado que la profesora no les tomo atención no noto lo fácil que era para los dos amigos. El trabajo consistía en escribir un ensayo, no muy extenso, sobre la vida de un mago blanco famoso y otro sobre los hechizos básicos, pero de nivel superior, para combatir las artes oscuras.

La primera semana fue así, muy monótona para Harry y Draco que no hablaban con nadie y tenían que andar siempre con precaución ya que a pesar de ser solo alrededor de 30 las personas que vivían en el cuartel de Aman, no faltaba el bromista que le gustaba "jugar" con los hombres. En clases aprendían muchas cosas que le servirían contra Voldemort pero por desgracia era poco lo que podían practicarlas porque los profesores al considerarlos inferiores no los dejaban practicar o preguntarles sus dudas ya que lo encontraban una perdida de tiempo ya que era obvio que no aprenderían nada. La clase que más le gustaba a Harry era la de magia negra, encontraba fascinante todo lo que te podía dar esta si sabías utilizarla. Pero lo mejor de aquella clase no era el profesor el cual no mostraba ningún tipo de alegría al ver un alumno tan avanzado en la materia, sino que lo que más le gustaba era que muy pocos seguían en esta clase después de la primera semana, algunos porque lo consideraban una deshonra y otros porque simplemente no se les daba al final de la semana solo siguieron Harry, Draco, Tiare y otros con los cuales los hombres jamás habían hablado ninguno de los dos amigos, la actitud de Tiare no había cambiado mucho, pero de vez en cuando miraba a Harry con pena, pero este no le dirigía la mirada estaba muy enojado con ella y su actitud hacia ellos dos. Para Harry y Draco les era muy difícil acostumbrarse a todo esto, por un lado era maravilloso pero por el otro desolador, no podían entender como las criaturas que los hombres conocían como sabias, llenas de paz, y por sobre todo que respetaban a todo criatura pudieran ser en realidad nada más que unos prejuiciosos y cerrados de mente.

La primera semana en realidad fue aburrida, monótona, pero el domingo cuando Harry y Draco se encontraban paseando por los corredores del hermoso cuartes, encontraron una puerta del color de la pared por lo que pasaba desapercibida cuando uno no se iba fijando detenidamente en el paisaje, como lo hacían ellos ahora. Al empujar la puerta para que se abriera esta sonó como si no hubiera sido abierta en años, no les importo al mirar notaron que esta daba un largo y estrecho corredor, estaba oscuro y lleno de telarañas, realmente se notaba lo descuidado que estaba, Harry podría apostar que nadie lo había usado en mínimo 50 años. Muy ansioso, ya que la falta de "aventuras" los estaba matando, entraron sin pensarlo dos veces a el tétrico pasillo, mientras caminaban miraban a su alrededor a pesar de los oscuro que estaba, podían ver con claridad unos cuadros en la paredes, los cuadros eran casi todos de paisajes muy hermosos, pero de vez en cuando se podían notar hermosos cuadros de dragones que a medid que llegaban al final del pasillo se iban volviendo, más majestuosos y grandes, a pesar de ser solo pinturas uno no podía evitar sentir respeto antes esos penetrantes ojos, que parecían estar examinándote. Cuando llegaron al final del pasillo vieron otra puerta, antes de abrirla sintieron como un enorme poder los embriagaba, era increíble y a la vez aterrador, esta magia, parecía estar buscando algo, ellos no sabían ni tenían idea de que pudiera ser. Cuando este poder pareció encontrar lo que buscaba desapareció, provocando un gran vació en los dos amigos. La puerta se abrió sola cuando Draco iba a tocarla.

Al entrar les pareció haber cambiado de lugar ya que era una sala muy distinta al corredor por el cual llegaron, parecía recién limpiada, estaba reluciente, prácticamente se podría decir que brillaba a puro oro. Era una sala redonda solo había una mesa también redonda la cual esta rodeada de 6 sillas, todas estas magistrales, echa como para los reyes más importantes de todos los tiempos, ninguno de los dos se atrevió a sentarse ahí, así que miraron más a su alrededor en busca de algo interesante, tenían le presentimiento de que este cuarto podría aclararles alguna de sus dudas, y no se equivocaban. Frente a la mesa en una pared opuesta a un gran ventanal había un cuadro, acercaron a el vieron que era de seis dragones, todos majestuoso e imponentes, a bajo de este había una pequeña explicación acerca del cuadro. Decía así:

"Los magistrales eran seis dragones en total, esto eran únicos en su especia ya que solo existía uno de cada raza. La leyenda dice que estos eran los encargados de mantener la paz en el mundo, pero que con el tiempo y las ambiciones de los hombres y elfos, que convivían en paz, pero que se fueron separando por sus diferentes interes, lo que ocaciono una ruptura este estas dos especies. Los dragones como castigo por semejantes batalla, decidieron castigar a ambos y no ayudarlos más, pero si dejaron un grupo de 16 elfos y hombre que los reemplazarían, hasta el día en que lleguen aquellos capaces de llamar a los dragones y dominarlos, denuevo."

Wow.- fue lo único que pudo decir Draco, Harry estaba ensimismado pensando. Así que esa es la razón por la cual nos odian, por una batalla de hace millones de años.- dijo Harry después de cinco minutos de silencio.- No puedo creer que aún halla resentimientos. ¿No ha pasado arto tiempo?- agrego. Es increíble. ¿Qué tan grave abra sido la batalla como para generar tanto odio y a través de tanto tiempo?- agrego Draco igual de ensimismado que su amigo.- Pero por el lado positivo, ahora sabemos que son seis los dragones, que lastima que no salgan sus nombres. Jajajjajaaja, no te conformes tan fácilmente mi amigo.- agrego con una sonrisa al ver como Draco intentaba sacar lo mejor de esta extraña situación.- Es realmente raro, ¿esto quiere decir que los dragones nos elijaron?- agrego aún más asombrado Nose, pero mejor vamonos creo que esto es peligroso, puede que sepamos cosas que aún no corresponde.- dijo Draco al imaginar lo que harían los profesores si los pillaban ahí. Así los dos amigos se fueron de la hermosa sala, con más preguntas de con las que entraron. Al volver a su pieza todos dormían placidamente y nadie noto la ausencia de ellos, lo cual los alegro. Draco se durmió con la sensación de que algo grande estaba por suceder en los cuarteles. En cambio un moreno de ojos verdes se dormía pensando en un castillo grande y imponente, y en como estaría la gente ahí. ¿Lo echarían de menos? ¿Alguien habrá sufrido su desaparición? ¿Volvería algún día?

EN HOGWARTS Habían pasado cinco días desde la desaparición de Harry Potter, y Hogwarts no era el mismo se podía ver a Hermione en la biblioteca en cada momento libre que tenia, buscando información acerca de desapariciones y como volver a la gente desaparecida, también se podía ver a Dumbledore triste y angustiado sin esa significante sonrisa de que todo estaba bien que todo el mundo necesitaba. Muchos habían creído la teoría de Ron al principio pero después de notar que no aparecían un profundo pánico se apoderaba de ellos al pensar que Voldemort estaba detrás de too esto. A pesar de que todo el colegio estaba en una especie de duelo, los más afectados eran las casas de Gryffindor y Slytherin ya que habían perdido, ambas, a sus respectivos jefes ya que aunque no lo quisiesen aceptar Harry Potter y Draco Malfoy eran los pilares de sus casas y sin ellos estas no eran las mismas.

Pero lo peor de todo era que a pesar de los esfuerzos del director el rumor de que Harry Potter había desaparecido del mundo mágico corrió más rápido de lo previsto y para el día siguiente a su desaparición toda Inglaterra sabía de esto. Por lo cual no tardaron en empezar los ataques mortifagos por toda Gran Bretaña, esto más de lo que cualquiera pudiera esperar, todo empezó tan rápido que nadie tuvo oportunidad de prepararse, la guerra ya había comenzado, y por desgracia el bando de Voldemort estaba más fuerte que nunca y el bando de Dumbledore se encontraba en total desorden, no solo se habían quedado sin su salvación si no que el ministerio era un caos a penas los ataques habían comenzado Fudge abdico y se dio a la fuga. Eran la una de la mañana y solo había una persona en la sala común de Gryffindor, Hermione Granger. Esta estaba rodeada de libros sobre antiguan civilizaciones constelaciones, ya que era lo único que podía recordar haber escuchado a Harry y Draco hablar, además del nombre Tiare, lo cual solo apoyaba la única hipótesis que se había podido formular, que Harry y Draco estaban con ella y las antiguas civilizaciones, pero esto solo la llenaba de dudas y preguntas como: ¿Por qué? ¿Dónde están? Y la que mas le preocupaba ¿Volverán algún día? Hermione no le había contado nada a nadie, uno porque nunca estaba con nadie a pesar de los intentos de Ron por acercarse y dos por respeto y lealtad a su amigo al cual le había prometido no revelar nada acerca de lo que estaba haciendo con Draco, pero esta intriga la estaba matando, jamás se había sentido tan sola y confundida en toda su vida, se había dado cuenta lo fundamental que era Harry para su vida, se había dado cuenta lo ciega que había sido, lo estupida que había sido al confundir tanto tiempo lo que quería a Harry con amistad.

Mientras Hermione vaga en los recuerdos que tenía con ese hermoso muchacho de ojos esmeralda. Dumbledore se encontraba en el cuartel general de la orden del fénix en una importante reunión con los más destacados miembros de esta: Remus Lupin, Severus Snape, Minerva McGonagall y Nymphadora Tonks. Estos se encontraban como hace los últimos cinco días: discutiendo que hacer para volver a ver a Harry y como calmar a la comunidad mágica. No tenían idea de que hacer, Remus estaba realmente desolado había perdido lo único que le quedaba de sus dos mejores amigos, ahora estaba solo, era el último de los merodeadores. Snape estaba confundido la desaparición de Potter lo había afectado más de lo que el creía posible. Minerva tenia en la cara una inconfundible mirada de terror por lo estaba por ocurrir, mientras que Dumbledore se encontraba perdido en algún lugar de su mente, buscando la forma de llegar a la solución de todo esto. Nadie decía nada, no era necesario todos llegaban ala misma conclusión: ¿Dónde esta Potter? Por fin alguien se animo a romper el profundo silencio que se había apoderado de los ahí presentes:
- Albus que haremos con el caos que hay en el ministerio.- dijo Tonks para desviar las mentes de Harry.
-Debemos aprovechar esta situación.- agrego Snape.- Ahora que la comunidad mágica esta así podríamos poner a alguien de la orden para que dirija el ministerio antes de las elecciones, así podríamos librarlo de todos los mortifagos que hay en el.- termino de hablar Dumbledore parecía haber salido del lugar de su mente en el que se encontraba.
-Y eso es lo que haremos Severus.- dijo el director después de un rato de pensar lo que había dicho Snape.- Pero la pregunta es ¿Quién?...
EN HOGWARTS

La segunda semana había empezado y las cosas no parecían haber mejorado en lo absoluto para Harry y Draco, durante el desayuno Melkor, el cual Harry no había visto durante toda la semana pasada dijo: Queridos estudiantes hoy se les dará el día libre ya que los profesores y yo tenemos asuntos más importantes que atender.- dijo con una calma y tranquilidad digna de un elfo.- El porque no se los podemos decir, solo les digo que aprovechen el día para estudiar y repasar, lo que han aprendido. Todos se miraron con senda sonrisas por tener el día libre y empezaron a hablar acerca de que podían hacer, para disfrutar el día al máximo. Harry y Draco tenían una idea de lo que querían hacer. Primero se sacarían esas ropas que usaban como uniformes y se pondrían unas ropas que había arreglado mediante magia para que les quedara más cómoda, después irían a pasear por los alrededores porque aun no los conocían. A Harry le hubiese gustado ir con Tiare, pero esta, no lo aceptaría. Terminaron los mas rápido que pudieron de desayunar y se dirigieron a sus habitaciones una vez estuvieron listos, aún no sabían como recorrer los inmensos terrenos de la isla. Harry se puso unos pantalones anchos y una musculosa negra que dejaba poco a la imaginación y resaltaba sus hermosos ojos, Draco por el otro lado que no tenía su cuerpo tan desarrollado como su amigo opto por unos pantalones anchos igual pero con una polera mangas largas color gris que hacía juego con sus ojos. Salieron de la habitación cuando venían entrando el resto de sus compañeros, los cuales quedaron impresionados al ver los cuerpos de los "débiles humanos" pero sus orgullos les impidieron decir algo. Harry y Draco caminaban con elegancia e impotencia por los corredores del Aman, ignoraban las miradas de todos ahí, solo existían ellos. Al llegar a la parte trasera de los cuarteles vieron algo que los impresiono porque nadie se los había mencionada, un establo, pero no cualquier establo, este era inmenso y con todo tipo de monturas y una gran cantidad de caballos, era obvio que les hacían clases y a ellos los habían omitido con elegancia. Esto enfureció a Harry pero controlo su temperamento, no les gustaría imaginar los que le harían si descubrían que ellos ya habían descubierto el establo. Caminaron por el viendo los caballos, buscando dos que ellos pudieran usar. Algunos eran obvios que eran usados por sus compañeros, así que los pasaban de largo, otros tenían las iniciales de los profesores en la puerta, así llegaron al final del pasillos vieron dos caballos, ambos hermosos parecían muy salvajes y que nadie los había montado nunca. Uno llamo particularmente la atención de Harry un espectacular semental negro, emanaba fuerza y poder, por el otro lado Draco se inclino por el otro el cual era de un blanco radiante, eran hermosísimos. Harry decidido a que ese seria su caballo abrió la puerta que lo separaba de el y entro, el caballo pareció alterarse un poco pero a medida que Harry se acercaba se iba poniendo más furioso, esto Harry no lo intimido ni porsiacaso, sus ojos tenían un brillo de decisión. Cuando estuvo a un metro del caballo, decidió hacer como con los hipogrifos y hacer una reverencia mirándolo directamente a los ojos, al hacer esto e caballo lo miro extrañado, notaba el poder del muchacho, un poder al que no podía resistirse, así que después de un rato de mirarlo se decidió y el hizo también una pequeña inclinación de la cabeza. Harry muy contento se acerco al caballo y le acaricio su cabeza. Muy contento dijo: Hey Draco, has lo mismo con el tuyo así podremos salir con ellos a pasear.- dijo Harry a su amigo. No lo se Harry, si nos descubren, que haremos ahí, además que yo sepa tu no sabes montar.- dijo dubitativo Draco. No creo que sea muy difícil, además mira es la única manera que tengo para aprender imagina que en esa prueba que hay que dar haya una parte de equitación que haré allí.- respondió Harry con una sonrisa sabiendo que con eso Draco se convencería altiro. Ya, bueno, pero dejemos una ilusión por si a caso.- dijo Draco acercándose a su semental, hizo lo mismo que su amigo y pronto estaba acariciando al caballo. Harry tenemos un problema.- dijo Draco después de un rato. ¿Cuál?- dijo Harry No tienen monturas y las que hay son muy pequeñas como para ponérselas a estos caballos.- dijo Draco algo deprimido por tener que ahora recorrer la isla a pie. Pero agrandémoslas entonces, no es difícil.- dijo Harry No, no podemos hacer eso, no pueden faltar por si vienen el resto a cabalgar, la única manera que se me ocurre es que... bueno en realidad es muy difícil yo nunca lo he hecho pero... no... no podremos tu ni siquiera sabes cabalgar con... en realidad.- Draco divagaba solo, lo cual era desesperante para Harry. ¡Dime! Y yo te diré si es complicado.- corto Harry a Draco. Bueno, pero no te sulfures si no es para tanto. La cosa es que lo podríamos hacer sin montura, así como están... pero es complicado.- dijo Draco No es una buena idean, seria como andar en escoba. ¡Si hagámoslo así!- dijo Harry contento. Y así fue como sacaron a los caballos de los establos, por la parte trasera, después pusieron las ilusiones y empezaron a practicar. Lo más complicado fue subirse al caballo, porque no tenían de donde afirmarse. Después de media hora lo lograron, tendrían que practicar eso, a Harry le era realmente fácil cabalgar, pensaba que estaba montando una escoba y todo era mucho más fácil. Draco se notaba que sabía lo que hacia. Así empezaron su paseo, primero era a un trote suave y lento pero a medida que Harry le cogia practica era más rápido. Llegaron a una especie de barranco en forma de punta, era muy hermoso abajo se podía ver como el mar chocaba contra las rocas produciendo una relajante sonido. Los dos amigos se sentaron en el blando suelo y simplemente escucharon vagando en sus mentes después de lo que pareció una hora escucharon ruidos que no eran del mar, eran de mujeres, se asustaron pero después se apresuraron en esconderse detrás de los árboles y poner un hechizo de invisibilidad en sus caballos y en ellos. Las voces eran en Sophia, Kiara, Elendil y Tiare. Chicas descansemos aquí, es precioso.- dijo Kiara, es que era un día hermoso el solo brillaba más que nunca y el viento era suave y refrescante. Si, sentémonos y conversemos.- dijo Elendil mientras se sentaba muy elegantemente en el suelo. Pero El, nos hemos venido hablando todo el reto.- dijo Kiara sentándose junto a su amiga. Si, pero no de los temas que realmente importan.- respondió ella como si fuese los más obvio del mundo. ¿Cuál?- pregunto Tiare sentándose al mismo tiempo que Sophia. ¡Hombres! Ósea imagínense vivimos junto con seis de los mejores elfos de aquí y no hablamos de ellos.- dijo El como si fuese los más obvio del mundo. Todas rieron nerviosas ante el tema. Jajá, recuerda que son ocho, recuerda a los humanos.- dijo Kiara con una sonrisa picara. Tienes razón, se me habían olvidado, ese Garry tiene el mejor trasero que haya visto.- dijo Sophia mientras sus mejillas se tornaban rosadas. Y sus ojos, son preciosos, ese Garry es todo un bombón.- agrego Kiara Es Harry.- dijeron Elendil y Tiare al mismo tiempo. Ahhh, si Harry....- dijeron las demás mientras unas sonrisas picaras se dibujaban en sus caras. ¿Y que opinan de su amigo? ¿Emmm Lalo?- dijo Kiara.- No esta nada de mal. Jajá, no Draco, no Lalo, si y tampoco esta mal, pero Harry....- dijo Elendil provocando que Tiare le mande una mirada asesina, que solo Harry noto, los dos amigos se encontraban rojos pero con unas grandes sonrisas en la cara. A mi me encantaría agarrarme a Harry.- dijo Elendil con total honestidad.- Si no fuera porque nadie les habla sería más fácil. Ósea quieres pololear con el.- dijo Sophia sin entender. No agarrármelo, nada serio.- dijo ella como si fuese lo más normal del mundo. No puedes hacer eso, provienes de una de las familias elficas más respetadas.- dijo Sophia como si acabase de escuchar lo peor de su vida. Pero nadie tiene que saber.- continuo Elendil como si no hubiese escuchado lo que dijo Sophia. Y así continuaron hablando de los chicos del cuartel por un rato más, solo que Harry y Draco se aburrieron después de un rato y se fueron. Pasearon todo el día, alrededor de las 6 volvieron porque sino se darían cuanta de su ausencia y no quería que los descubrieran. Ya eran las diez de la noche y todos en la habitación de los hombres dormían menos dos, Harry y Draco se encontraban conversando acerca de cualquier cosa. La mente de Harry vagaba en lo que había visto y escuchado en la tarde, la conversación de las chicas. Draco, que piensas.- le pregunto Harry a su amigo después de un profundo silencio. En lo aburridos que son los elfos. No son ni las once y ya están durmiendo.- respondió Draco.- Y en que deberíamos aprovechar esta situación. ¿Cuál?- pregunto Harry La de las chicas.- dijo Draco con una sonrisa malévola y picara a la ves.- Es decir no estaría mal que recordáramos viejos tiempos. Tienes razón, a estos cuarteles les falta emoción.- dijo Harry parándose y saliendo de la habitación con una cara decidida pero una gran sonrisa. Harry ya era un adolescente, por ende ya tenia necesidades que satisfacer y sabía la elfa perfecta para hacer, el solo quería jugar un rato, hacer amigos. Se aplico un hechizo de invisibilidad y fue a la habitación de las mujeres. Al llegar ahí, no se sorprendió al verlas a todas dormidas, su habitación estaba realmente ordenada y decorada muy femeninamente. Recorrió las camas y encontró la que estaba buscando, pero se sorprendió al ver que no estaba durmiendo, Elendil estaba leyendo un libro sobre magia blanca. Estaba sentada en medio de la cama con un camisón blanco. Harry aplico unos hechizos insonorisantes alrededor de su cama, haciendo magia sin varita y sin pronunciar el hechizo. Con mucho cuidado de que Elendil no se diera cuenta se sentó detrás de ella muy cerca de ella, para ser exactos. Ella no parecía haberse dado cuenta, Harry estaba como hipnotizado, quería tocarla besarla, sentir su cuerpo contra el suyo. Lentamente empezó a soplar muy delicadamente el cuello de Elendil, esta sintió un escalofrió recorrer por todo su cuerpo. Harry al notar esto se quito el hechizo de invisibilidad y empezó a darle cortos besos en el cuello, esta lo estaba disfrutando mucho, pero necesitaba ver quien era. Se dio vuelta lentamente y se sorprendió al ver a Harry antes de que pudiera siquiera abrir la boca para decirle algo este se la tapo con un dedo y le susurro: "no pienses". Este empezó a besarle el cuello lentamente y ella solo disfrutaba del momento. Harry poco a poco empezó a subir y llego a uno de los lugares más anhelados su boca. Empezaron a besarse tiernamente pero poco a poco el beso se tornaba más apasionado. Harry pidió permiso para entrar y esta no se lo negó, sus lenguas se unieron y se recorrieron. Harry poco a poco empezó a bajar sus manos y empezó a tocar el cuerpo de Elendil, la cual ni siquiera intento impedírselo. Estuvieron besándose toda la noche sin ir más allá, no lo necesitaban, no por ahora.

N/A: ¡Hola! Xorry haberme demorado tanto en actualizar la verdad es que las musas me abandonaron por un largo periodo... pero han vuelto, bueno el capitulo a mi no me ha gustado mucho como ha quedado, me gustaría poner más acción pero es necesario para la historia. El nuevo Harry a mi me encanta, más atrevido, más seguro de si mismo. Bueno no los voy a latear mucho rato con esto, solo pido mis disculpas por el atraso y digo que se que este chap es malo, pero vendrán ¡¡¡MEJORES!!! xD En el próximo chap: una pelea, más descubrimientos del pasado de Harry y un gran descubrimiento en los cuarteles.

R/R, no sean malos, ténganme piedad!!!!!!