HOLA HOLA... COMO ANDAN????

NO QUIERO ENTRETENERLOS PERO EN ESTE CHAPY NO PUEDO RESPONDER REVIEWS PORQUE LO PUBLICO EL MISMO DIA QUE PUBLICO EL PRIMER CAPITULO... PARA LA PRÓXIMA QUE CALCULO QUE VOY A TENER MUCHOS REVIEWS PORQUE TODOS ME VAN A MANDAR MUCHOS MENSAJES FELICITÁNDOME POR LA HISTORIA (eso espero)

Segundo capítulo: un tatuaje, un pacto

Ya había pasado una hora y todavía nadie se había acercado a la habitación para decirles que sucedía. Por lo que estaban jugando un campeonato mágico de ajedrez. Ron estaba jugando son su hermana. Fred con Harry y George dormía. El día que tan bien había empezado volvía a ser como sus cumpleaños con su otra familia.

-¿Por qué a ustedes no les permiten entrar en la orden? Ya son mayores- preguntó Harry al tiempo que su contrincante había eliminado una de sus torres.

- No nos dejan porque dicen que hace falta magos que hayan terminado el colegio y como nosotros lo dejamos el curso pasado...- le respondió George de mala gana. La razón era que él mismo ya se había cansado de preguntarle y discutirle el mismo tema a sus padres y a Albus, junto a Fred. Pero la respuesta había sido la misma: "terminen el colegio y los dejamos entrar formalmente como miembros titulares".

- ¿Vos no dormías?- dijo su hermano.

- Sí pero se me fue el sueño.

Así siguió el día hasta el mediodía hasta que una joven con unos cabellos rojizos y ondulados y una presencia algo amenazadora entró. Les dijo que ya podían bajar. Pero los chicos al no conocerla ni se movieron.

- ¿No piensan bajar?- dijo ella sorprendida

- Perdóname, no-. Le respondió Ron- pero lo que pasa que no te conocemos.

- Ah, discúlpenme chicos. Me había olvidado de que no me conocían con este cuerpo-. Después de haberle dicho esto, cerró los ojos y de repente su cara era diferente.

- Casi nos pegaste un buen susto, Tonks. No sólo que no sabíamos quien eras si no que con esa cara hasta un basilisco se asusta. La próxima aparécete con una cara conocida. ¿Recién llegas?- Le preguntó su amiga, Ginny.

- No, llegue hace un buen rato pero no pude saludarlos porque me tuve que volver a ir para averiguar unos temas que me ordenó Albus y recién acabo de volver de vuelta.

- ¿Tiene que ver con esos dos últimos regalos que me llegaron?- dijo Harry.

- Sí, pero mejor vamos ya para abajo.

Ya en la sala, se encontraron con la sorpresa de que al parecer se había convocado a una reunión de la Orden del Fénix. Se encontraban todos los magos y magas que Harry conocía y alguno que nunca había visto.

-Bueno señores- dijo Dumbledore con una vos aumentada por el encantamiento Sonoro.

-Y señoras...- la interrumpió una bruja petiza y regordeta que le sorprendió que era la profesora Sprout.

- El fin de esta reunión improvisada ha sido dar a conocer un par de nuevos reglamentos de la orden. Como ya todos se habrán enterado, nuestro querido Harry ha recibido dos regalos de dos personas, una de las cuales es desconocida para todos nosotros exceptuando a Severus, quien ha sido tan gentil de informarnos algo sobre ella; y la otra, Damaris Bellatrix, cuyo nombre para la mayoría de nosotros es sumamente conocida exceptuando para nuestro grupo jóvenes, sobre los cuales también les tengo noticias-Dijo sin reparos, el director mientras observaba a todos en especial a nuestro amigo.- Empezaremos explicando uno de los puntos más importantes de nuestra reforma en las reglas. La primera se refiere a la seguridad de Harry Potter y sus amigos más allegados, los señores Ron Weasley y Neville Longhbotton y las señoritas Hermione Granger, Ginny Weasley y Luna Lovegood, todos cursantes del sexto y quinto curso en Hogwarts, cuyas familias son parte ya parte de nuestra orden, exceptuando a la familia Lovegood la cual se va a adjuntar la semana próxima. Ellos van a tener que acompañar a Harry a todos lados que vaya, yendo siempre con él al menos una persona. En el caso que él así no lo desee en algún caso me deberá informar las razones o a mí o cualquier profesor del colegio que forme parte de la logia-.

Luego de esta decisión hubo un súbito murmullo muy expandido. La mayoría aprobaba la decisión exceptuando Harry quien no entendía por que tendría que ir a todos lados con alguien.

- Ni que fuera un chico del primer curso, creo que ya he demostrado de que me puedo defender. Además, ¿qué me puede pasar dentro del colegio? Es casi imposible entrar.- protestó

- Vos bien lo dijiste, es casi imposible, pero conociendo al Innombrable es capaz de todo-. Le dijo una bruja con un porte majestuoso que llevaba una túnica naranja.- Espero que te acuerdes de mí. Soy Emmeline Vance, te acompañé en el viaje que hiciste el año pasado desde la casa de tus tíos hasta acá.

- ¿O sea que dices que Voldemort- carraspeó Ginny quien había empezado a acostumbrarse a llamarlo así- tiene planeado entrar o al menos intentarlo.

- Sí, me sorprende que me lo digas vos que tienes por hermanos al dúo Weasley. ¿A caso no sabes que en Hogwarts hay cientos de entradas secretas?

- ¿Y qué piensa hacer Dumbledore?- preguntó Ron.

- No sé-. Le contestó

Hasta que se hubieron callados pasaron unos minutos en los cuales Harry pensó en como sería ese año, con esa decisión sin contar todas las que no había dicho aún. Luego de haber estado así unos minutos se dio cuenta de lo que tendría que haberse imaginado desde el principio. Ellos no eran nadie para obligarlo a hacer eso, no eran sus padres y en su defecto, sus tutores era Vernon y Petunia.

- Caballeros y damas, por favor hagan silencio-. Interrumpió el director.

-Vamos a proseguir. En segundo lugar, así como estamos comprometiendo nuestros pequeños compañeros, ellos van a formar, por así decirlo, parte de la orden-. Se produjo un murmureo general. –Por favor, por favor. Vamos a seguir.

Ellos no van a presenciar las reuniones ni van a opinar de las órdenes de la orden. Su función va a ser simple, tendrán que andar siempre acompañando, al menos uno, a Harry; informaran a la orden sobre cualquier comportamiento de la naturaleza que sea dentro del castillo y en caso de que nosotros así lo necesitáramos van a llevar paquetes y mensajes entre los profesores, para no levantar sospechas en el instituto. Así ustedes que querían colaborar, esta forma va a ser el mejor método-.

Como estaba ocurriendo desde hacía ya varios minutos, luego de los avisos, se producía una fuerte conversación pero esta vez más fuerte. La gente al parecer estaba totalmente de acuerdo con las decisiones del comité de decisiones que lo conformaban el mismo Dumbledore, Snape, Arthur, Shacklebolt, Lupin y dos magos más que Harry no conocía.

- Buenos, al menos vamos a colaborar en algo-. Se dijo a si mismo Ron

- ¿Y sabrán sobre esto los demás?-.preguntó Harry

- No sé

- Y en tercer lugar es atribuirles a todos los miembros, exceptuando a Severus, un estilo de tatuaje, como el que utilizan los mortífagos, sólo que este va a ser de la orden, va a servir para asegurarse de que ustedes no revelen los secretos, ni en caso de la utilización de veritaserum. La imagen va a ser obviamente un fénix y una varita en la cola. Pero debemos tener en cuenta que esta es una imagen sumamente mágica, por lo cual a va a ser necesario que sigan un par de instrucciones durante 10 días. Va a consistir en una poción que se tendrán que poner en el pecho todos los amaneceres hasta el décimo mediodía, momento en el que se va a realizar el encantamiento. El animal sólo va a ser visto y sentido, cuando alguien esté en una situación de alto riesgo. En este caso, el agraviado tendrá que pensar profundamente en unas palabras y todos los demás sentirán un ardor en el pecho e inmediatamente tendrán que ir a algún lugar que nadie los vea y tocarse el fénix. Entonces, se trasladarán al lugar. ¿Alguna pregunta?- terminó diciendo.

Todos, en especial los más jóvenes estaban conmocionados por las noticias.

- Eeeeh, profesor.- dijo Hary quien junto a sus amigos intentaba acercarse a él para preguntarle unas cosas.

- Sí chicos. No me digan que están desconformes porque ya bastante responsabilidad les dimos-. Reprochó Dumbledore.

- No, no era eso. ¿Nosotros vamos a tener también tatuada la imagen?-. Preguntó Ginny

- Todavía no lo sabemos, pero lo más seguro que no, ya que dentro de Hogwarts no se puede trasladarse y en el caso de que estén en Hogsmade, no va a ser necesario la ayuda de ustedes. Los que sí van a tenerla, van a ser Fred y George porque ellos no se encuentran permanentemente en el colegio y son alumnos que a pesar de que dejaron el colegio son más avanzados.

- Pero... ¿y si nosotros necesitamos ayuda?- pregunto Harry

- No va a hacer falta. La razón es la misma que les dije recién, ustedes siempre van a estar dentro de los terrenos de Hogwart y si fuesen al pueblo, siempre va a haber alguien cerca por si las dudas, sin contar a un par de profesores. ¿Alguna otra duda?

- Creo que no- Dijo Ron.

- Yo sí tengo otra- lo interrumpió Harry.

- A ver...

- ¿Piensa comentarnos quienes son esas dos mujeres que me enviaron esos presentes y que van a hacer con ellos?

- Esperadme un segundo que pido silencio y les explico.

Mientras tanto, todos se preguntaban que iban a decir los demás de esto... No era por Hermione ni Luna, sino más por Neville que no sabían si se iba a animar.

- ¡Silencio por favor!- Pidió el director- Esas fueron todas las reformaciones a las reglas. Lo que ahora voy a decirles es en especial para los más jóvenes pero me gustaría que lo mismo todos escuchen. Ahora bien, voy a informales sobre la identidad de estas dos personas que se hicieron presentes a través de unas cartas a Harry. Ellas son Ainhoa Wood, cuya identidad unos pocos recién fuimos informados por nuestro colega, Severus, y que les vamos a hacer saber; y Damaris Béllatrix, cuyo nombre creo que todos lo conocen sin contar a los más jóvenes-.

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MAÑANA LES TENGO EL TERCER CHAPY... BYE