Holaaaa, ¿cómo están? Ya sé, ya sé, he tardado en actualizar U_U pero es que se me fue el santo al cielo, lo siento. Los estudios me colapsan y tal, pero ya he regresado.

Drake Bad Girl: Jejejeje, pues más adelante se revelarán más cosas ^_ ~ pero aún queda algo de tiempo... Muchas gracias por tu review ^_^

Sorasaku-yolei*Hermi: El capítulo 7º aún está en proceso y aún lo estoy puliendo, ya que será más largo que los anteriores ^_ ~ Muchas gracias

Por cierto... Nuevos personajeeeees en este capítulooooo... ¿Adivináis quienes son? ^w^

Disclaimer: mundos y personajes de Rowling...

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Capítulo 5º: Triple enfrentamiento entre Gryffindor y Slytherin

Harry se levantó de su cama, aún dándole vueltas a lo que había soñado.

-Tal vez sea uno de esos sueños raros que se tiene cuando estás muy nervioso... Pero -Harry meditó unos segundos -era demasiado raro.

En ese momento Harry se dio cuenta de que estaba solo en el cuarto de los chicos de primer año.

-¿Dónde están todos? -se preguntó, cuando una corneta sonó y la puerta se abrió.

Harry se quedó mudo ante el espectáculo que se formó ante sus ojos. Dean movía de una lado a otro una enorme bandera con los colores de Gryffindor. Neville tocaba un enorme tambor con un león dibujado en el centro. Y Ron le acompañaba con una corneta, que tenía atada una mini bandera de Gryffindor. Y las chicas, Hermione, Parvati y Lavender agitaban unos pompones rojos. Seamus también las acompañaba.

-¿Se puede saber qué estáis haciendo? -preguntó Harry estupefacto.

-¡Animando al jugador estrella del equipo! -gritó Ron.

-¿El jugador estrella?

-Lo hacemos para animarte y para que no estés tan nervioso.

-Lo único que habéis conseguido es que esté más nervioso todavía -argulló Harry algo mareado.

-¡Jops! Pues vaya... -dijo Ron.

-Bueno... Nosotros vamos para abajo mientras tú te cambias. Te esperamos -añadió Hermione. El grupo de Animadores de Harry Potter salió del cuarto. Harry algo mareado, se puso su uniforme, tomó su Nimbus 2000 y bajó a la Sala Común. Cuando llegó, volvió a oír la corneta de Ron, que hizo que pegase un salto del susto.

-¿Preparado, Harry? -le preguntó Hermione acercándose a él.

-Más o menos.

-¡Harry! ¡Harry! -gritaron Lavender, Parvati y Seamus moviendo los pompones.

-Vamos. Los demás miembros del equipo ya han ido al Gran Comedor.

Salieron por el hueco del retrato y anduvieron por los pasillos del castillo. Harry sintió que tenía algo vivo en el estómago, y sus pies pesaban más de lo normal. Aunque Ron y los demás le daban ánimos y le decían que lo iba a hacer muy bien.

-No tuviste problemas en los entrenamientos. Asi que tranquilo -le dijo Hermione.

-Y ahora tienes una Nimbus 2000. Es mucho mejor que la Barredora que montabas antes.

-Sí. Supongo... -masculló.

Giraron en una esquina y se encontraron al profesor Snape, que venía hablando con un hombre de pelo largo, color rubio platino, y ojos grises. Los dos hombres conversaban tranquilos, hasta que se dieron cuenta de la presencia del grupo. Snape iba a seguir andando, pasándolos de largo. Pero su acompañante se paró delante de Harry. Le sonrió con una sonrisa que a Harry se le hacía muy familiar.

-Supongo, que tú debes de ser Harry Potter.

Harry lo miró a los ojos.

-Sí. Lo soy.

-Yo me llamo Lucius Malfoy -le dijo tendiéndole la mano. Harry escuchó la pequeña exclamación que lanzó Ron.

-Encantado -le respondió Harry cortésmente mientras estrechaba su mano.

Al contactó de su mano con la de Lucius Malfoy, Harry sintió de repente un extraño sueño, a la vez que sentía que alguien entraba dentro de él, hasta su cerebro, hasta su corazón... Sintió como sus rodillas se doblaban, cuando Snape agarró la muñeca de Harry y lo separó de Malfoy.

-Malfoy, debemos darnos prisa si quieres hablar con el profesor Dumbledore -susurró Snape, soltando a Harry. Que ya se sentía normal otra vez.

-Está bien. Está bien.

Los dos se marcharon por el pasillo, hasta perderse en una esquina. Harry miró su mano, y se quedó pensativo ante lo que acababa de suceder.

"Era como si estuviera poseyéndome..." -pensó Harry.

-¿Te ocurre algo, Harry?

-¿Eh? ¿Qué? No es nada, Hermione -sonrió Harry.

-¿Estás seguro?

-Que sí. Tú tranquila, mujer.

-¡En ese caso, vamos al Gran Comedor! -exclamó Ron y tocó su corneta.

El Gran Comedor estaba alborotado aquella mañana, con la emoción del primer partido de la temporada. Wood obligó a Harry que se sentase con él para explicarle algunas jugadas. Desayunaron todos juntos, mientras que Wood intentaba explicarles a dos gemelos que estaban ignorándole por completo. Cuando faltaba poco para la hora del partido, el equipo de Gryffindor se levantó y se marchó al campo de Quidditch. En los vestuarios, Wood dio los últimos consejos, mientras que oían como las gradas se llenaban de alumnos con sus gritos. Harry sentía que sus piernas eran de gelatinas.

-¿Harry?

Miró a su lado, Fred lo miraba preocupado, al igual que el resto del equipo.

-¿Te encuentras bien? Estás pálido.

-N...No... es... estoy bien -tartamudeó a duras penas.

-¡Oh, no! ¡Nuestro buscador está enfermo y nosotros no tenemos suplentes! ¿Qué vamos a hacer? -se lamentó Wood.

Harry no se sentía enfermo ni nada de eso. Solo estaba muy nervioso, e inseguro. Todo iría bien si recibiese un último apoyo que no llegó. Solamente eso.

-Wood... yo... yo estoy bien... No os preocupéis.

-¿Estás seguro, Potter?

Harry asintió.

-Uf. Qué alivio -suspiró.

El rascar de la puerta de los vestuarios llamó la atención a todos. Alicia Spinnet se levantó y abrió la puerta. Todos en el vestuario lanzaron gritos de sorpresa y de susto. Un perro negro, lanudo, y del tamaño de un oso, entró. Movía la cola muy contento y se acercó rápidamente a Harry. Éste, se acercó y lo abrazó.

-¿Le conoces, Harry? -le preguntó George.

-Sí. Es mi perro.

-Pues menudo perro -exclamó Fred.

En ese momento, por el marco de la puerta, apareció la profesora McGonagall con el entrecejo fruncido.

-¿Estabas aquí? ¡No vuelvas a hacerlo! El profesor Dumbledore espera y tiene mucha prisa para que tú te dediques a jugar -le gritó McGonagall al perro, que se volvió a ella, mirándola con una mirada exasperada. Se giró hacia Harry, le lamió la mano y salió del vestuario, seguido de la profesora McGonagall.

-¿Dumbledore quiere ver a un perro? -preguntó Alicia. El resto del equipo se encogió de hombros. Harry reprimió una carcajada.

-¿No tenemos un partido que jugar? -dijo Harry, haciendo que los demás se sobresaltaron.

-¡Es verdad!

-¡Vamos! -exclamó Wood cogiendo su escoba y saliendo del vestuario.

El campo de quidditch estaba lleno a rebosar. Alumnos de las distintas casas gritaban y animaban a los equipos. Pero las gradas más ruidosas eran las de Gryffindor y de Slytherin.

Cuando Harry pisó el cesped sintió una emoción que no había sentido hasta ahora. Los nervios habían desaparecido, dejando solamente las ganas de jugar y ganar. El equipo de Slytherin ya estaba en el centro del campo esperándoles. La señora Hooch era el árbitro y también estaba en el centro del campo. El equipo de Gryffindor se colocó delante del equipo de Slytherin.

-Quiero juego limpio. Nada de faltas ni agresiones al equipo contrario -dijo la señora Hooch mirando a todos, pero lanzó una clara mirada a los de Slytherin. -Montad en sus escobas...

La señora Hooch silbó todo lo fuerte que le permitió sus pulmones, y lanzó la quaffle al aire. Las gradas gritaron emocionadas. Los dos equipos se elevaron, los guardianes, los golpeadores y los buscadores de ambas casas se situaron en sus pociones. Mientras que los cazadores intentaban atrapar la quaffle.

-Y la quaffle en posición de Slytherin... Un descuido de Angelina... ¡Qué pena! Se apodera de ella Marcus Flint, el capitán de Slytherin... Va directo a los aros de Gryffindor, pero una bludger enviada por George Weasley. ¡Qué pena que no le diese en la cabeza! Perdón, profesora, me dejé llevar...La quaffle en posición de Katie Bell, que se la pasa a Jonshon.

Harry observaba todo desde las alturas, seguido del buscador de Slytherin, Terence Higgs. Todo se desarrolaba muy rápido. Gryffindor consiguió romper las defensas de Slytherin y marcó tres puntos, mientras que Slyhterin marcó dos tantos.

-Gryffindor va en cabeza por diez puntos. La quaffle en posesión de Gryffindor, Johnson va directa a los aros, lanza y... el guardián Bletchley la detiene y se la pasa a Flint.

Harry voló en círculos sobre el campo de quidditch buscando algún rastro de la snitch, pero no la veía por ningún lado. Higgs lo seguía muy de cerca. Cuando vio en un extremo del campo, a ras del suelo, un pequeño brillo. Harry miró rápidamente a Higgs, quien miraba hacia el otro lado, y Harry vio su oportunidad. Se inclinó sobre su escoba y se lanzó en picado hacia la snitch.

-¡Miren esto! ¡El buscador de Gryffindor se lanza en picado hacia un extremo del campo! El guardián de Slytherin aún no se ha dado cuenta... En fin, de Slytherin tenía que ser... Profesora, no se enfade. Escuchó mal... ¿Qué? Claro que no pienso que sea usted una anciana... ¡Si usted es muy joven!

-Lee, comenta de una vez el partido, por favor -gruñó McGonagall.

-¿Eh? ¿Qué? ¡Perdonen! ¡Aquí vuelvo a comentar el partido! Potter vuela a ras del suelo, seguido de Higgs que le pisa los talones. Una bludger de Scorn puede que le estropee el vuelo... ¡Pero Potter lo esquiva y sigue la snitch! Le queda poco... Muy poco... La tiene... la tiene... ¡Y LA TIENE!

Las gradas rugieron de entusiasmo y emoción. Aunque las de Slytherin lanzaban abucheos y quejas. Harry descendió hasta el suelo con el corazón palpitándole rápidamente y con la snitch en una mano. El resto del equipo descendió y fueron a felicitarle. Fred y George le abrazaron y le revolvieron el pelo una y otra vez. Mientras que Angelina, Alicia y Katie saltaban y gritaban de alegría. Wood estaba muy feliz y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Alumnos de Gryffindor saltaron al campo de quiddicth para felicitarles.

Horas más tarde, después de que el equipo Gryffindor se hubiese cambiado de ropa y hubiesen celebrado su victoria, Harry, Hermione, Ron y los gemelos salieron a dar una vuelta por los terrenos de Hogwarts. Iban por un pasillo para dirigirse a las escaleras principales del castillo cuando se encontró a un pequeño grupo de Slytherin, en el que se encontraba Draco Malfoy.

-Je. Vamos a echarle en cara su derrota -dijo Ron con ganas.

-Mejor no. Sigamos adelante e ignorémosles -aconsejó Hermione.

Anduvieron ignorando al grupo de Slytherin, pero cuando pasaban por su lado, Draco dijo arrastrando las palabras:

-¿A dónde vas, cabeza rajada?

Harry ignoró por completo el consejo de Hermione y encaró a Malfoy.

-¿Qué has dicho? -gruñó Harry.

-Harry, no -le susurró Hermione al oído.

-Lo que oyes, cabeza rajada. Solo por haber ganado ya te crees importante.

-Yo no me creo importante.

-No le hagas caso, Harry.

-Cierto. Vámonos -dijo Ron.

-Hazle caso a tu amiguito cabeza de zanahoria.

-¡Cómo te atreves! -gritó Ron.

-Ron, tú también no.

-Malfoy, solo estás enfadado porque Slytherin ha perdido -dijo George.

-Y no tienes nada para echarle en cara a Harry.

-Al menos yo tengo algo que echarle en cara a Harry. Pero vosotros sois tan pobres que ni eso podeis.

-¡George, Fred! Olvidadle. Solo está resentido.

-Tú, calla, maldita sangre sucia.

La gota que colmó el vaso... Harry y Ron se abalanzaron sobre Malfoy, pero dos fuertes manos los agarraron por el cuello de la camisa y los echó hacia atrás. Harry se volvió y se encontró cara a cara con Lucius Malfoy.

-Ya veo... Igualito que tu padre. Y nada menos que dos contra uno -siseó el señor Malfoy.

Harry frunció el entrecejo y fulminó al señor Malfoy con la mirada. Odiaba que alguien hablase mal de su padre.

-Mmm... No deberías mirar a los mayores de ese modo, Potter.

-Y usted tampoco tiene derecho de hablar de mi padre -dijo Harry apretando fuertemente los puños.

-Yo puedo hablar de lo que me apetezca, Potter.

Los demás observaban estupefactos aquella conversación. Hermione, Ron, Fred y George pensaban que ese hombre debía de estar loco para hablar de esa forma de una persona fallecida. Mientras que los de Slytherin contemplaban con deleite la escena.

-No tiene derecho...

-Yo haré lo que me plazca. Aunque no deberías sorprenderte. Tu padre era un metomentodo y así acabó. Está mucho mejor muerto...

-¡ASQUEROSO!

Lucius miró sobre su hombro. Un hombre de su misma estatura, con una larga melena negra azulada y con unos furiosos ojos azules eléctricos, se acercaba a ellos con paso raudo.

-El que faltaba -dijo Malfoy mirando con malicia al recién llegado.

-¿Cómo te atreves? -le gruñó colocándose cara a cara de Malfoy, a escasos centímetros.

-Encantado de volver a verte, Black. Te creía muerto, después de desaparecer durante estos años sin rastro.

-Más quisieras.

Lucius soltó un pequeño bufido que era una risa burlona.

-Si yo fuera tú no me reiría, Malfoy, o quieres acabar con el pelo multicolor como aquella vez...

La cara de Malfoy se volvió de repente de un color blanco y sus mejillas se volvieron rojas.

-¡No te atreverías!

-¿Qué no? -dijo Black sacando su varita y jugando con ella. -Créeme, durante todos estos años no he perdido la práctica, pero necesito un poco de distracción, y eres el más cercano...

-¡Por favor, ya basta!

La profesora McGonagall llegó al grupo, seguida de Snape, el profesor Smith y un hombre de pelo castaño veteado de gris, recogido en una pequeña coleta, y con ojos dorados.

-Son adultos, deberían haber aprendido a comportarse hace años -les riñó McGonagall.

-Yo aprendí las normas de cortesía hace años. No como otros -argulló Lucius mirando de reojo a Sirius.

-¿Y dónde las aprendiste? ¿En una peluquería? Porque ese pelo tan engominado que llevas necesitará muchas horas de peluquería. ¡Pobrecito! Tanta gomina te afectó al cerebro.

-¡Black! ¡Ya basta! -gritó McGonagall a la cual una vena le palpitaba en la frente. -Vosotros -refiriéndose a Harry y los otros -regresad a vuestras salas y no habléis sobre este comportamiento tan patético que tienen estos dos adultos. -Lucius Malfoy miró a McGonagall con desprecio, mientras que Black lanzaba un suspiro de resignación.

Harry, Ron, Hermione, George y Fred decidieron olvidar el paseo y regresar a la torre. Malfoy y los suyos se marcharon por el lado contrario que ellos. Anduvieron en silencio durante un tiempo, y cuando estuvieron lo suficientemente lejos de la escena, los gemelos lanzaron un grito de excitación.

-¿Y a vosotros qué os pasa? -preguntó Ron algo sorprendido, poco acostumbrado a esa reacción de sus hermanos.

-¿Habéis visto? -dijo George con ojos brillantes.

-¿El qué? -preguntó Ron otra vez.

-¡Ese hombre!

-¿Cuál?

-Ron, ¿eres tonto o entrenas para serlo? -suspiró Fred.

-Ese tal Black.

Harry soltó una carcajada que cogió a todos por sorpresa.

-¿De qué te ríes? -preguntó Fred.

-De nada... de nada...

-Yo sí sé de qué se está riendo -dijo Hermione con una sonrisa.

-¿Ah, sí?

-Sí. -Hermione miró a Harry, y cuando sus miradas se encontraron los dos echaron a reír.

-¿Pero de qué se están riendo?

-Ni idea.

-¡Eys, dejad de reiros! -dijo Ron.

-Perdón -dijo Hermione recuperando el aliento.

-Fue un impulso -añadió Harry secándose una lágrima. -Pero, ¿qué le veis de fantástico?

-¡Es guay!

-Sí, y también divertido.

-Pero si lo acabáis de ver. Y no sabéis si está loco de remate ni nada de eso.

-No tiene pinta de loco.

-Que poco lo conocéis.

-Hablas como si le conocieras, Harry. -Fred lo miró.

-Es verdad. ¿Le conoces?

-¿Yoooooo? Para nada -dijo Harry retrocediendo lentamente.

-¿De verdad?

-¿Sabes una cosa, George? Creo que nos está mintiendo.

-Sí, yo también lo creo.

Harry retrocedía cada vez más, y Fred y George se acercaban a él con miradas llenas de malicia divertida.

-¿Sabes qué le hacemos a los mentirosos, Harry?

-Pues la verdad es que no. Pero tampoco quiero saberlo.

-Le metemos polvos pica pica en la ropa hasta que confiesa.

-Caray. ¿Sabéis? No me interesa probarlo.

-A nosotros sí.

Fred y George se lanzaron sobre Harry, pero se giró a tiempo y echó a correr.

-¡Te atraparemos, Harry! -gritó Fred corriendo detrás de él.

-¡Acabarás confesando!

Harry era rápido y consiguió mantener una distancia alejada de los gemelos. Pero ellos dos no parecían rendirse tan fácilmente. Harry giró por varias esquinas para darles esquinazo. Iba a doblar otra cuando chocó contra alguien y ambos cayeron al suelo.

-Perdone... Fue sin querer.

Harry miró contra quien había chocado y se quedó sorprendido... Ojos azules eléctricos... Melena negra azulada... Vestimenta totalmente oscura... Era Black.

Continuará...