Uouh!! Llevo tiempo sin actualizar, ¿eh? ·_· Es que mi ordenador murió y he estado un tiempo ausente en internet. Pero regreso con un nuevo capítulo. Estoy trabajando duro en este fic, ya que quiero una historia con giros inesperados y sorpresas X3 espero que lo sigan leyendo y me dejen reviews. Os lo agradeceré mucho. ^_^
Angel-de-Luz: Muchas gracias por tu review!!! ^o^ Que por cierto es realmente divertido. Perdona si he tardado en actualizar, pero como ya dije mi ordenador murió y estuve un mes sin net =_= Pero ya regreso y espero actualizar más de seguido ^w^
Sorasaku-yolei*Hermi: hola reviewer!!! ^o^ Y sí, el capítulo 7º será más largo pero aún tengo que pasarlo, pero espero hacerlo este finde. A mí también me gusta el quidditch, pero es muy difícil de escribir =_= aunque ahora con el videojuego de quidditch, juego y se me ocurren muchas cosas X3 asi que el próximo partido será basado en una de mis partidas de Quidditch Copa del Mundo, jejejejeje... Y bueno, qué decir, Sirius es el rey *¬* Sirius rulez. Muchas Gracias por tu review Sorita ^-^
Herms malfoy: muchas gracias por tu review ^_^ Y bueno, intentaré actualizar todos mis fics más de seguido. Pero me cuesta ya que son tres a la vez @_@ Espero pasar pronto el 7º capítulo X3
Disclaimer: mundo y personajes de Rowling...
*^*^*^*^*^*^*^*^*^*
Capítulo 6º: Como padre e hijo...
Los dos estaban sentados en el suelo. Harry había chocado tan de repente que aún no decía palabra. Los gemelos llegaron en ese momento. Y se quedaron sorprendidos al ver otra vez a aquel hombre, iban a acercarse a él cuando él se abalanzó hacia Harry y lo abrazó fuertemente.
-¡Harry!
-¿Euh? -dijeron los dos gemelos a la vez. Ron y Hermione aparecieron al pasar la esquina.
-¿Qué pasa? -preguntó Ron.
-¡Ays! Bueno, yo misma os lo explico -dijo Hermione. Los Weasley la miraron incrédulos. -Sirius Black es el padrino de Harry.
-¿¡QUÉ!? -gritaron.
-¡Sirius! ¡Me estás ahogando!
-Harry, que no nos vemos desde hace semanas. Te he echado mucho de menos -dijo Sirius frotando su mejilla con la de Harry.
-Pareces un niño pequeño...
-¡Oye! No hables así a tu padrino.
-Okey... Pero entonces deja de restregarte contra mi cara.
-¡Je! -a Sirius le brillaron los ojos. -Pero si yo sé que te gusta...
-¡No! No me gusta...
-Sí te gusta...
-¡Te he dicho que no!
-Tener ahijados para esto -suspiró Sirius cruzándose de brazos. –"Cría cuervos y te sacaran los ojos" -añadió poniendo cara de cachorro triste.
-¡No pongas esa cara delante de todos, por favor! ¿No tienes sentido del ridículo? -Sirius le lanzó una clara mirada. -¡Ah, vale! No lo tienes.
-Dame un abrazo y me estoy quieto -le dijo Sirius abriendo sus brazos. Harry lo miró con el entrecejo fruncido durante unos segundos, hasta que se decidió y le dio un pequeño abrazo. -¿Ves que no es tan malo? -Sirius se puso de pie y miró a los demás. -Encantado, soy Sirius Black, el padrino de Harry -puso una mano sobre la cabeza de Harry revolviéndole un poco el pelo. -Hola, Hermione.
-Hola, señor Black.
-No me digas señor Black. Me hace sentir viejo.
-Lo eres -dijo Harry.
-¡Oye!
-Estoooo, Sirius -dijo Fred acercándose con ojos brillantes junto a su hermano. -Me llamo Fred Weasley.
-Y yo George Weasley.
-Pensamos que es usted un tipo estupendo.
-¿Lo creéis? -preguntó Sirius mientras se le iluminaba la cara.
-No hagáis que su ego crezca más -arguyó Harry.
-¿Decías? -le dijo Sirius con una mirada maliciosa.
-Nada.
-Yo soy Ron Weasley.
-Encantado, Ron.
-¿Sabe usted poner el pelo de color? -le preguntó George con sumo interés.
-Por supuesto. Eso y muchas cosas más.
-¡Fantástico! -exclamaron los dos gemelos a la vez.
-¡Ay ay ayyyyy! Se van a juntar el hambre con las ganas de comer -dijo Hermione.
-¿Puede enseñarnos? -preguntaron los gemelos.
-Por supuesto. Aunque Harry también los sabe.
-¿Tú sabías?
-¿Y no nos dijiste nada?
-Es que Remus me dijo que si hacía una sola broma me dejaba sin dulces durante una temporada.
-Típico de Moony -suspiró Sirius.
-¿Entonces nos enseñará, señor Sirius?
-Claro que sí. Pero antes vámonos a comer. Tengo mucha hambre.
De ese modo, todos juntos se fueron al Gran Comedor, el cual ya estaba lleno de alumnos. Sirius se separó de ellos y fue a la mesa de los profesores. Por otra parte, ellos se sentaron en la mesa de Gryffindor.
-Harry, tu padrino es genial.
-Sí, ojalá yo tuviera uno como él.
-Pues bendito quien sea vuestro padrino -resopló Ron. -Sois como un huracán.
-Al final nuestro paseo se estropeó -suspiró Hermione.
-Tranquila, podemos ir esta tarde.
-¿Os apuntáis? -les preguntó Ron a sus hermanos.
-Noooo... -bostezó Fred.
-Queremos descansar. Después del agotador partido de hoy solo queremos dormir.
-Sí, claro. Lo que vosotros queréis es gastar unas cuantas bromas.
-Asi es, hermanito.
-Pero queremos tener una coartada.
-Nos encubriréis, ¿no?
-Por supuesto -afirmó Harry.
Después de comer, se fueron a dar por fin su paseo por los terrenos de Hogwarts. Estuvieron un tiempo andando por los bordes del Bosque Prohibido. Luego estuvieron tirando piedras al lago, y se tumbaron en la hierba después de un rato.
-Mmmm. -Ron se estiró. -¡Qué buen día! Se está muy a gusto.
-Tienes razón.
-Aunque yo creo que sería mejor teniendo un libro.
-"A palabras necias, oídos sordos".
-No me ha gustado ese comentario, Harry.
-Era una broma, Hermione.
Se quedaron callados y con los ojos cerrados durante un rato. La brisa les daba en la cara y les revolvía el pelo. Se dejaron llevar por el sonido del chapoteo que hacía el calamar gigante en el lago. Harry estaba a punto de quedarse dormido, cuando sintió en su mejilla algo húmedo. Entreabrió los ojos y vio delante de él un hocico enorme de perro.
-¡Aaaaaaaah! ¿Qué es esto? -gritó Harry poniéndose rápidamente de pie. Hermione y Ron también se reincorporaron.
-¿Qué pasa Harry? -preguntó Hermione inquieta.
-¡No vuelvas a hacer eso! -gritó Harry al perro.
-¡Qué grande! -exclamó Ron.
-¿De dónde ha salido? -Hermione estaba algo asustada por el considerable tamaño del can.
-Tranquilos, no os hará nada. Es Sirius.
-¿QUÉ? -exclamaron Hermione y Ron a la vez.
-¿Alguien ha transformado a tu padrino en perro? -preguntó Ron.
-Para nada. Es un animago.
-Yo he leído sobre eso. Son personas que pueden transformarse en animales por voluntad propia.
-Así es.
-¡Qué guay!
Sirius meneó la cola muy feliz.
-¿Qué haces aquí, Sirius?
Sirius frunció el entrecejo y agachó una oreja, luego se puso a dos patas y se echó sobre Harry.
-¡Auch!
-Ja, ja, ja. ¿Pesa mucho?
-¡Una barbaridad! Debes ponerte a dieta, Sirius.
El perro puso una expresión de dolor, se quitó de encima de Harry y se puso a corretear a su alrededor.
-La verdad es que no parece el señor Black...
-Parece un perro de verdad.
-Os aseguro que es Sirius. Y ahora quiere jugar.
-¿Jugar?
-Sí, al pilla pilla. -Harry se lanzó sobre Sirius pero él lo esquivó a tiempo.
-Ya entiendo -dijo Ron quien también se lanzó sobre él pero lo único que consiguió fue tragar hierba. Hermione también se unió al juego.
A pesar de tres, y el considerable tamaño de Sirius, no podían atraparlo. Sirius saltaba, brincaba, corría, se agachaba y esquivaba sin parar.
-Yo ya no puedo más -dijo Hermione agotada después de un rato.
-Yo tampoco.
-¡Ven aquí, chucho!
-¿Es que Harry no se cansa? -preguntó Ron al ver como Harry seguía corriendo detrás de su padrino.
-Harry tiene mucha resistencia física. Era el mejor en clase de Educación Física.
-¿Qué es Educación Física?
-Una asignatura que se imparte en los colegios muggles. Saltamos el potro, corremos, jugamos al fútbol, al baloncesto o al tenis.
-¿Saltáis un caballo?
-¡Por supuesto que no!
-Pero el potro es la cría de caballo, ¿no?
-Olvídalo.
-¿Y qué es el falball?
-Olvida eso también.
-Bueno... -respondió Ron resentido.
-En fin -suspiró Hermione. -Mejor nos vamos.
-Pues avisemos a Harry y a Sirius.
-No. Nosotros nos vamos.
-¿Y por qué? Yo quiero seguir jugando.
-Ron, ¿tú no tienes un sentido que te avisa cuando estás de más?
Ron la miró sin comprender.
-Veo que no. Verás, Sirius aprecia mucho a Harry, como si fuera su hijo, y Harry le quiere como si fuese su padre. Y han estado separados durante un tiempo, y querrán pasar tiempo juntos.
-¿Y tú como sabes todo eso?
-He visto como Sirius traía a Harry al colegio muggle durante muchos años, y parecía que no le iba a ver más cuando lo dejaba. -Explicó Hermione mientras volvían al castillo. -Según me contó Harry, vivió lejos de Sirius durante cinco años. Es normal que Sirius se entristezca cuando se separan.
-Yo no sabía eso.
Ron y Hermione siguieron conversando cuando llegaron al castillo.
Harry aún persistía en su intento de atrapar a Sirius, pero no lo conseguía. Al final, exhausto, Harry se recostó a la sombra de un árbol que había cerca del lago.
-Me rindo.
Sirius regresó a su forma original y se recostó al lado de Harry, con las manos tras la cabeza.
-Hoy casi me atrapas.
-Algún día te atraparé.
-Sigue soñando.
Una fuerte brisa sopló en ese instante.
-¿Qué tal por haya?
-Muy aburrido. Cuando tú estabas me lo pasaba mejor. Moony se pasa el día leyendo en la biblioteca, y yo juego con el boggart del desván. -Sirius soltó una risa parecida al ladrido de un perro. -Pobrecito, un día se suicida.
Harry rió.
-Lo compadezco.
-Te echamos de menos, tanto Moony como yo.
Harry se quedó callado unos segundos, luego añadió, algo avergonzado:
-Yo también os echo de menos.
-Lo sé -sonrió Sirius. -Cada día -hizo una pequeña pausa- te pareces más a tu padre. Incluso en el carácter.
Harry miró fijamente a Sirius.
-Creo que debemos ir a algún sitio o a hacer algo mientras me quedo en Hogwarts.
-Es cierto, ¿qué haces aquí, Sirius?
-Dumbledore me pidió que viniese -dijo Sirius lacónicamente. -¡Ya sé que podemos hacer! -exclamó sentándose en la hierba rápidamente.
-¿El qué? -preguntó Harry con interés.
-Es una sorpresa -respondió su padrino guiñándole un ojo.
-¿Y me va a gustar?
-Ya lo cero.
Continuará...
