Card Captor Sakura
'Las Cards Comodín
Ep.3: La llegada de Eriol. El sufrimiento de Touya.
Tomoyo, ¿¡Dónde estabas!? Te estuvimos buscando cómo locos.- le reprimía Sakura a su amiga.
Lo siento mucho, Sakura. Es que me despisté un momento y cuando me di cuenta ya no estabais.- se excusó Daidouji.
"¿Ha dicho... Tomoyo?"- se preguntó el chico sorprendido.
Entonces llegaron corriendo Shaoran, Meiling y una mujer de pelo castaño.
¿La has encontrado?- preguntó Shaoran cuando hubo recuperado el aliento.
Si- le respondió Sakura.
La mujer se dirigió al otro chico, que aún no salía de su asombro por el nombre que había escuchado salir de los labios de Sakura.
Eriol, ¿se puede saber dónde te habías metido?- le preguntó enfadada.
¿Eriol?- susurró sorprendida Tomoyo sin que nadie la oyera, girándose hacia el joven.
Lo siento Nakuru- dijo éste refiriéndose a la mujer que tenía enfrente suyo- es que caminas muy rápido.
Bueno, lo importante es que le hemos encontrado, al igual que a Tomoyo- dijo la joven Kinomoto, interviniendo en la conversación.
¿Ella es Tomoyo?- preguntó Eriol girándose a observarla.
¿Eriol?- preguntó ésta.
Anda, ¿no os habíais reconocido?- dijo Nakuru con una sonrisa maliciosa.
Pues... no.- dijo Eriol todavía sin poder creérselo. ¿Esa muchachita de aspecto tan frágil y con unos ojos azules tan profundos, era la misma niña que él había conocido hacía años atrás? ¿La que siempre había estado al margen de todo el tema de la magia, limitándose a grabar en vídeo todas y cada una de las hazañas de la Maestra de cartas? ¿La misma que le confeccionaba tal cantidad de vestidos cada vez que Sakura cambiaba cada una de las cartas, gracias a los sucesos qué él mismo provocaba?- Has... has cambiado mucho.
Tú también.- dijo ella sin saber si creérselo o pensar qué era una broma. ¿El muchacho que años atrás le hacía la vida imposible a Sakura, por así decirlo, era el mismo con el que había estado hablando hasta hacía pocos minutos? ¿Ése joven con el que había topado por casualidad, mientras lo estaba buscando a él precisamente? Realmente, había cambiado. Ahora era un joven realmente atractivo, eso no podía negarlo.
Se había quedado inmersa en la profundidad de sus ojos, parecía como si no existieran las lentes entre sus miradas. Tenía unos ojos muy misteriosos, y con las gafas le resaltaban aún ese toque, pero no quedaban mal en absoluto, sino que le añadían atractivo a su mirar.
Eriol también se había quedado asombrado por la belleza de Daidouji. Tenía la piel muy pálida, y ésos ojos tan azules, resaltaban mucho con su figura. El pelo, tan largo y negro, le daba el toque final a su figura angelical, delicada y frágil.
Bueno- dijo Meiling interrumpiendo los pensamientos de los dos jóvenes- a mi tal vez no me conozcas- le dijo a Eriol- soy la prima de Shaoran, mi nombre es Meiling Li.
¡Ah! Tú eres la que vino un día a la primaria en Tomoeda desde Hong Kong, ¿no es así?- preguntó Eriol reconociendo a la joven frente a él.
Exactamente.
¡Wenas! - dijo Kero asomando la cabeza por el bolso de Sakura.
Hola Keroberos- dijo Spinel-Sun asomándose también del bolso de Nakuru.
Spinel- dijo el aludido- ¿Para qué viniste, eh? ¬¬
Bueno. Supongo que estaréis cansados- dijo Sakura llamando la atención de todos- veniros a casa de mi padre, que así cabremos mejor.
¿No es molestia?- preguntó Eriol.
Para nada- contestó ella sonriendo- Mi padre estará en una excavación por unos días, y mi hermano se queda a dormir en casa de Yukito.
Muchas gracias.
Así que, después de quedar para el día siguiente, se despidieron de Shaoran y Meiling, y se fueron para casa del señor Kinomoto. El primero estaba un poco molesto.
"¡Menuda suerte que tiene Eriol! A mí también me gustaría..."- se dio cuenta de lo que pensaba antes de acabar la frase y sacudió la cabeza de un lado a otro- "¿Pero en qué demonios estoy pensando?"
¿Shaoran?- lo llamó Meiling- ¿Te pasa algo?
No, no es nada. Vamos.
Aunque su primo no le había dicho nada, Meiling ya se imaginaba lo que le pasaba y sonrió maliciosamente mientras lo seguía hacia la salida del aeropuerto.
En la casa de los Kinomoto:
A ver. Tomoyo dormirá en la habitación de invitados- planeaba Sakura- Eriol en la habitación de mi padre, Nakuru...
Yo dormiré en la habitación de mi querido Touya, si no te importa...- le cortó la forma falsa de Ruby Moon.
Esto... no, que va... puedes dormir dónde quieras.
¿Y tú donde vas a dormir?- le preguntó Tomoyo.
Yo dormiré en mi antigua habitación. Mi padre la conserva por si alguna vez vengo aquí a dormir.
Ah...
Kero, Spinel, vosotros podéis escoger. ¿Dónde queréis dormir?
Nosotros dormiremos en la sala- dijo Kero.
Muy bien, entonces, Tomoyo ven a mi habitación, te dejaré algún pijama mío.
Vale.
A la mañana siguiente, Tomoyo entró bostezando a la cocina.
Buenos días- le dijo una voz.
Ah, buenos días Eriol.- le contestó con una sonrisa.
¿Que no has dormido?- le preguntó.
No mucho.
¿Y eso?
... esto... cosas sin importancia. Estaba pensando en... cosas mías.
Aaaa...
Eriol siguió sirviendo el desayuno para él, y ahora también para Tomoyo. Ésta sólo lo observaba, pensando en que se había vuelto un joven muy atractivo. "¿Se había?" se preguntó. Lo cierto es que ya le parecía muy guapo cuando iban a primaria, y entonces él le gustaba, pero no se lo había dicho. ¿Por qué? "no lo se" se decía siempre a sí misma, pero en realidad sí que lo sabía. Tenía miedo de que él la rechazara, y aún más, después de enterarse que él era la reencarnación de Clow Reed, el mago más poderoso del mundo. A partir de entonces, pensó que él, habiendo sido un mago tan poderoso en el pasado, no se podría llegar a enamorar de una muchachita como ella. Seguía absorta en sus pensamientos, tan solo mirándolo, cuando se dio cuenta de algo.
¿Qué haces? ¿Preparas el desayuno para todos?
Pues si.
Espera, déjame que te ayude- dijo Tomoyo acercándose a él.
Iba a coger una taza, pero Eriol también hizo el mismo gesto y al final la taza se cayó al suelo (N d M: que casualidad ¬¬). Los dos se agacharon a recoger los trozos de la taza. Cuando sólo quedaban tres trozos, los dos pusieron la mano en el mismo y se miraron (el típico roce, vamos). Tomoyo se sonrojó, bajó la mirada e iba a apartar la mano de encima, pero Eriol se la cogió con la suya. Daidouji volvió a mirarlo, y se encontró perdida en su mirada.
¡Buenos días!- dijo Sakura entrando en la cocina.
¡Buenos días!- contestaron Tomoyo y Eriol acabando de recoger los trozos.
¿Qué tal habéis dormido?- preguntó Sakura.
De maravilla- dijo Tomoyo sentándose a la mesa.
Muy bien- dijo Eriol continuando con el desayuno.
¿Has descansado?- le dijo Kinomoto a éste.
Si. Muchas gracias Sakura- le contestó sonriéndole.
¡¡¡¡Buenos Días!!!!- dijo Nakuru ingresando a la cocina
Buenos días- contestaron los otros tres.
¿Has dormido bien?- preguntó la antigua Card Captor.
Shí. Muchas gracias por dejarme dormir en la habitación de Touya.
Sakura rió nerviosamente y con una gota en la cabeza. Lo cierto era que había visto todo lo que había pasado en la cocina, entre Tomoyo y Eriol, desde que había visto a su amiga mirando a éste fijamente.
"Cuando he visto a Eriol tan decidido, cogiendo la mano de Tomoyo, he pensado que tal vez la besaría. Pero cuando eh mirado a mi amiga, he visto incertidumbre en sus ojos, y también un poco de miedo. Lo siento por Eriol, pero hasta que no esté completamente segura de los sentimientos de Tomoyo, no le dejaré hacer nada."- pensaba en ese momento.
Shaoran y Meiling llegaron a la hora acordada y estaban todos en la sala esperando a que Eriol hablase.
Bien. Antes de empezar, me gustaría preguntarte, Shaoran... ¿por qué estás aquí?
Hace un par de días, noté una energía muy fuerte procedente de aquí y mi madre me dijo que había llegado el momento de volver a Japón, ya que me explicó que iba a pasar algo en Tokyo- contestó- y me parece que tú sabes porqué.
Así es, Shaoran.- le respondió Eriol- Lo que os voy a explicar pasó hace mucho tiempo, en mi encarnación anterior. Después de crear las cartas y los Guardianes, Clow Read supo que le faltaba poco tiempo para morir, pero miró al futuro para ver que pasaría con el nuevo Maestro de Cartas. Descubrió que, contando desde éste año, dentro de cinco años tendrían una terrible lucha contra alguien- miró a Shaoran, el cual asintió- así que- continuó- decidió crear las Cards Comodín para que en un futuro, entrenaran a la nueva Maestra de Cartas. Después de crearlas, se las dio a una hechicera, amiga suya, llamada Mei Shing Ken.
¿Mei Shing?- preguntó Sakura entonces.
¿La conoces?- se extrañó Eriol.
Se podría decir. Antes de que tú llegaras a la escuela en Tomoeda, me tocó en un sorteo un viaje a Hong Kong para 4 personas, y Tomoyo, Yukito, mi hermano y yo fuimos. Allí encontré un diario que pertenecía a ella. Tenía ahí sus recuerdos encerrados, porqué le quería decir una cosa a Clow. Mei Shing, al notar el poder de las cartas de Clow, me atrajo hacia ella en Hong Kong y luché contra ella.- le explicó.
Vaya, no me lo habías contado...
Lo siento- dijo un poco ruborizada. Shaoran se dio cuenta de esto y miró feo a Eriol.
Bueno, da igual. Lo que iba diciendo, Clow se las dio para que las guardara y te entrenara llegado el momento, pero como ya he dicho antes, se ha adelantado cinco años.
¿Tanto?- preguntó Mailing que hasta ahora se había mantenido atenta.
Si.
Pero, Eriol, ¿porque Clow le dio las cartas a ella y no a ti?- preguntó Tomoyo.
La verdad, no lo sé.- miró de nuevo a Shaoran, que parecía enfadado, y luego a Sakura, que tenía un leve sonrojo al notar su mirada. Eriol entendió lo que pasaba y se tuvo que aguantar las ganas de reír.
Bueno- dijo la Maestra de Cartas- hemos quedado en ir a comer con los demás. Tenían muchas ganas de volver a verte, Eriol.
Muy bien, vamos.
Nakuru, si quieres te puedo dar la dirección de Yukito, y te vas con él y mi hermano.- le dijo Sakura a la guardiana.
¡¡¡SI!!!- dijo entusiasmada- ¡por fin podré ver a mi queridísimo Tôya!
Hola- dijo Sakura al llegar a casa de Rika, que era donde se reunían- ya estamos aquí.
Hola- respondieron todos a la vez.
¿Hiiragizawa?- preguntó Yamazaki al ver a Eriol- ¿eres tú?
Hola Yamazaki- lo saludó éste- cuanto tiempo- dijo al mismo tiempo que le estrechaba la mano.
¡Qué guapo!- exclamó Naoko.
Muchas gracias- dijo éste- digo lo mismo de ti, Yanahizawa.
¡Que va!- exclamó ésta avergonzada.
Claro que sí.
Eriol sigue tan galante como siempre- le comentó Sakura a Tomoyo en voz baja- ¿no opinas lo mismo?
Si... tienes razón.- y cuando Sakura empezó a hablar con Meiling animadamente añadió en un susurro- también cuando era... Clow Reed...
Me alegro de volver a veros... dijo Eriol entonces.
Wenas- dijo Kero saliendo alegremente del bolso de Sakura.
Hola Kero- dijo Chiharu- ¿Qué tal?
Muy bien, desde mi último récord en los video juegos
¿Lo conocéis?- preguntó Meiling sorprendida.
Pues si señora- le dijo el Guardián del Sello.
Soy señorita, peluche.
¿Qué has dicho?
¡Kero!- le riñó su ama- no empieces de nuevo, ¿quieres?
Perdón Sakurita.
Rika... voy al lavabo un momento.- dijo Tomoyo acostumbrada a las peleas de esos dos.
Vale...- dijo ésta con una gota sobre la cabeza.
Puedes salir, Spinel- le dijo Eriol a su pequeño guardián.
Hola a todos, mi nombre es Spinel-sun- dijo saliendo del bolsillo de Eriol una especie de gatito negro con alas.
Pero podéis llamarle Spy- añadió Kero con malicia.
¬¬
Qué mono- exclamó Chiharu.
No sé... se parece a Kero- dijo Naoko.
Es que... son de la misma especie- dijo Sakura un tanto nerviosa. Luego se le acercó a Eriol y le susurró- descubrieron a Kero hace algún tiempo, pero les dije que era un especie de... mezcla de gato con algo. Pero no saben nada acerca de la magia.
Entiendo...
Ya estoy aquí... bueno, ¿nos vamos?- dijo Tomoyo entrando en la sala, pero le apareció una gota ENORME al ver que Kero y Spinel se peleaban a voz en grito.
Sí, sí.- se apresuró a decir Yamazaki- Que he reservado mesa dentro de media hora- se le iluminó la cara y añadió de pronto- hablando de reserva... ¿Sabíais que la primera reserva...?
Yamazaki... ¿Qué te tengo dicho?- empezó Chiharu arrastrando al mentiroso hacia la puerta- mira que sigues igual que siempre... ¿es que nunca te cansarás de decir de decir mentiras?
Los demás se pusieron a reír y siguieron a la pareja hacia la puerta.
Nada más salir por la puerta, Eriol, Sakura y Shaoran se pararon en seco. ¡Acababan de notar la presencia de una carta!
Ahora... ahora volvemos- dijo Sakura.
Nos hemos dejado una cosa en casa de su padre- explicó Eriol.
Se fueron corriendo, y los demás, extrañados, decidieron seguirles.
Mientras que todo esto ocurría, una mujer iba caminando por una calle, con un papel en la mano.
Debe de estar por aquí...- se decía a ella misma.
De pronto, se detuvo en frente de un bloque de pisos.
¡Este es!- exclamó con triunfo sin importarle que la gente le mirara como si estuviera loca.
Justo cuando iba a picar a uno de las timbres, se abrió la puerta del rellano, y un chico se le quedó mirando.
Pase señorita.
Muchas gracias- le dijo la mujer guiñándole un ojo.
Entró dentro del edificio, y fue dando saltos hasta la puerta del ascensor, sin percatarse de que el muchacho la seguía con la vista. Abrió la puerta y entró alegremente dando al botón del cuarto piso. La puerta se volvió a abrir y la mujer salió, se dirigió corriendo hasta una puerta al final del pasillo y tocó al timbre. Esperó hasta que abrieron la puerta, y apareció un hombre de más o menos su edad. Tenia el pelo de un color grisáceo, unos ojos castaños escondidos tras unas gafas. Era un poco más alto que la mujer, y era bastante guapo. Una sonrisa amable le adornaba el rostro, pero sus ojos se abrieron de la sorpresa al contemplar a la mujer delante de él.
¿Tsukishiro?- preguntó ella alegremente.
¡Akizuki!- se sorprendió Yukito- ¿Qué haces tú aquí? Pasa, pasa...
Vine a acompañar a mi amo Eriol. ¿Está Touya?
Si. ¿Quién te lo ha...?
Yukito... ¿Quién era?- preguntó un hombre saliendo de una puerta a la derecha.
¡Touya!- dijo Nakuru justo antes de lanzarse a su cuello.
¿A... Akizuki?
Na-ku-ru- lo corrigió- Te lo he dicho muchas veces.
¿Se puede saber que estás haciendo aquí? ¡Quítate de encima mío!
He venido con mi amo Eriol.
Ya... me lo imagino, pero ¿quien te ha dicho que estaba aquí?
Tú hermana. Me dijo que viniste aquí y me ha dado la dirección. ¡Está realmente adorable!
Está echa un monstruo.
Touya no había cambiado mucho en lo que se refiere al físico. Era un poco más alto y seguía estando igual de delgado. Aunque ahora con la situación que presentaba delante tenía una expresión huraña en su rostro apuesto, cuando sonreía podía causar estragos, aunque pocas veces mostraba una sonrisa sincera ya que, la mayoría de veces, estaba oculta detrás de un gran temperamento. Sus ojos marrones reflejaban ahora enfado.
En cambio, de carácter no había cambiado en nada. Seguía siendo como el mismo adolescente, protector con los que quería y huraño.
Estás guapísimo.
En cambio no puedo decir lo mismo de ti- comentó con sarcasmo.
Touya, querido, ya sé que lo dices para que me enfade contigo, pero no lo vas a conseguir.
Si tú lo dices...
Touya miró al suelo con resignación y enfado. Esa plasta de Akizuki... Su hermana se acordaría de él.
Mientras tanto, Yukito contemplaba la escena con una sonrisa mientras una gota de sudor recorría su cabeza. ¡Ninguno de los dos había cambiado en nada! Aunque ahora temía por la vida de la ojiverde ya que, en cuanto Touya la viera, correría un gran peligro y, sabiendo que su amigo nunca lo admitiría, estaba seguro de que se alegraba de la vuelta de la guardiana.
Pero entonces notaron una energía y, en cosa de unos segundos, aparecieron los dos guardianes que hizo que Nakuru dejara de estrujarle el cuello a Touya para alivio de este.
Eriol, Sakura y Shaoran llegaron al lugar donde se sentía la carta y vieron unos enormes remolinos. Sin poder hacer magia a tiempo, los alcanzó uno de viento y les dio de pleno alejándolos tres o cuatro metros. En ese momento llegaron Tomoyo y los demás y quedaron atrapados en un remolino de agua. Sakura, fuera de si, sacó su llave sin importarle lo que dijeran las bestias guardianas, que habían vuelto a su forma original, Shaoran, Tomoyo, Meiling, y Eriol. La llave se transformó en báculo, ante la estupefacción de los demás.
Yue llegó volando, Shaoran sacó su espada, parecida a la que usaba cuando era niño, pero más grande y de aspecto pesado, y Eriol sacó también su báculo. Ruby Moon también apareció y Sakura, utilizando la carta del viento, sacó a los otros del remolino y los condujo a un lugar seguro.
¡Shield!- la carta nombrada envolvió a sus amigos-. Así estaréis a salvo.
Sacó la carta del vuelo y se dirigió a la zona de combate, por detrás de los remolinos.
¡Feeze!- gritó. Congeló la carta y pronunció el conjuro para sellarla.
Cuando la carta estuvo en sus manos, se la guardó. Yue y Ruby Moon se fueron y Spinel y Keroberos volvieron a sus formas temporales.
Sakura y Eriol guardaron los báculos, mientras que Shaoran hacía lo propio con su espada.
¿Qué... fue eso?- preguntó Yamazaki, acercándose junto con los otros.
Continuará...
Notas de Autora: Wenaaaaaaas de nuevo. Aquí tenéis el tercer capítulo. Siento mucho la espera. Vamos a ver...
Preguntas... ¿Qué pasará ahora que los otros se han enterado del secreto de los hechiceros? ¿Y ellos? ¿Qué harán? ¿Lo negarán? ¿O explicaran de una vez el secreto del sumario? ¿Y el cuello de Touya resistirá los ataques de Nakuru? ¿O por otra parte cogerá tortícolis de por vida?
Espero que ahora que han llegado las vacaciones tenga más tiempo para escribir (y más ganas)
Apa, ya nos veremos.
Comentarios dudas y demás:
