¡¡¡¡¡¡HHHHIIIIIIIII!!!!!! ^^ como han estado? Espero que hayan pasado un
feliz año nuevo n_n; bien pues esta vez me demore porque el lunes entre de
nuevo a estudiar TT . TT a penas tuve 3 semanas de descanso, además de que
la navidad quita mucho tiempo -_-.
Bien la aclaración de siempre: SHAMAN KING NO ME PERTENECE TT . TT por desgracia, "PERO" insisto en que REN es MÍO wuajajajajajajaja.
HOMOFOBICOS USHALE, USHALE, FUERA HOROXREN están advertidos.
SÉPTIMO CAPITULO: LA OSCURIDAD ME RODEA, ENCIENDO LA LUZ Y AHÍ ESTAS TÚ
Todo estaba tan frió, y distante, abajo, arriba, todo parecía carecer de sentido en aquella intensa oscuridad que lo rodeaba, no sabia donde estaba, ni que estaba haciendo; no tenia ningún recuerdo de lo sucedido, parecía estar cayendo en un abismo que no tenia fin. Inmediatamente pasaron las imágenes de aquellas personas que había sometido por el gusto de su dinastía, todo aquel dolor que produjo, solo por ser una marioneta de cuyos hilos estaban los Tao; la angustia, y la desesperación lo invadieron, la tremenda sensación que da la soledad lo estremeció, no entendía que era todo esto, intento hablar, mas su voz no le respondió, estaba solo sin nadie a su alrededor, solo las imágenes de aquellas personas que comenzaban ha acercarse, insistentes temblores envolvieron su cuerpo, no quería que se acercaran.
-¡¡¡ALÉJENSE!!!!
Un grito se escucho perfectamente entre el silencio de la habitación, una delgada y lastimada figura se sentó de repente en la cama en la cual había estado acostado; sus dorados ojos divagaron por todo el lugar tratando de explicarse en que momento había llegado a ese lugar, su respiración agitada y el sudor que recorría su cuerpo lo hicieron sentir un frió intenso al recordar el porque de aquel repentino despertar.
Sin perder tiempo comenzó a levantarse con dificultad, dándose cuenta de las heridas que habían producido los zombis, miro su abdomen se encontraba vendado y le dolía cuando efectuaba algún movimiento brusco, además de varios raspones y rasguños, mas no le dio importancia y se paro sosteniéndose de las paredes para no caer; una vez que la puerta estuvo abierta, escucho las voces de los habitantes de la pensión Asakura, y un pensamiento asalto repentinamente su mente.
"Tengo que regresar a china"
Claro que debía, su padre lo obligaría a volver, y aunque él se resistiera lo mas seguro es que encontraría la manera de convencerlo, y que mejor forma que amenazar a Yho y los demás; No, no podía arriesgarse a que algo les pasara, ellos que habían logrado sacarlo que la oscuridad, del encierro al que lo habían sometido, no, no podía dejar que algo les pasara.
Estaba cansado, sentía los ojos pesado, con ganas de cerrarlos y volver a dormir, pero no podía permitirlo, puesto que en cuanto lo hacia sentía aquella envolvente oscuridad que amenazaba con tragárselo; demonios, lo mas seguro es que su padre estuviera detrás de esto.
-Auch, lo siento.
Esa voz, de todos lo habitantes de la casa se lo tuvo que encontrar a él.
El ainu en cuanto vio que había chocado con el joven de ojos dorados se quedo estático, viéndolo fijamente, este se estaba sosteniendo en las paredes, y se le veía cansado, rápidamente vio las heridas que tenia; Yho fue el que lo trajo, preocupado porque aun no llegaba, había salido, al igual que él, Ryo, y Manta, dijo que lo había encontrado bajo la nieve, y en cuanto se acerco habían varios zombis que desaparecieron en cuestión de segundos; se había preocupado bastante en cuanto lo vio llegar en ese estado, aunque no era nada grave, si tenia varias heridas en su cuerpo, y la mas profunda que se encontraba en su abdomen, pero Fausto lo atendió, y no había que dudar de las curaciones del doctor.
-¿Qué es eso?- pregunto Horo-Horo al ver un maletín que había soltado Ren en cuanto chocaron.
-¿Esto? Pues esto es un maletín, ¿no habías visto uno?
Siempre le había gustado molestar a Horo-Horo, y al ver la expresión en el rostro de su compañero supo que había cumplido con su objetivo; lo mas seguro es que no lo volvería a ver, y aquellas peleas sin sentido siempre le habían gustado.
-Claro que había visto uno- dijo molesto el ainu- Pero quiero saber para que es.
-Veras, generalmente son utilizados para guardar algunas cosas- dijo con simplicidad al mismo tiempo que sonreía- Me sorprende que no sepas algo tan sencillo como esto Hoto-Hoto.
Al escuchar esto la paciencia del shaman del norte se estaba acabando, Ren siempre lograba sacarlo que quicio, él sabia que era lo que quería preguntarle, pero insistía en molestarlo.
-Mi nombre es Horo-Horo- dijo- Y sabes perfectamente a lo que me refiero, ¿entonces no entiendo porque no me respondes?
-Regreso a china.
Dijo repentinamente, haciendo que el mundo se le viniera encima al ainu; ambos permanecieron en silencio, sin saber que decir.
-¿Por qué?-
Detrás de Ren también fueron pronunciadas aquellas palabras, haciendo que el joven Tao girara para encontrar la mirada entristecida de Yho.
-Tengo que regresar- dijo Ren
-¿Acaso es por lo zombis?- pregunto Yho mas no consiguió respuesta, solo vio como Ren comenzaba a caminar nuevamente.
-¡¡ESPERA!!- dijeron Yho y Horo-Horo al unísono- Te acompaño.
-¡¡NO!!- exclamaron dos voces.
Los tres shamanes giraron hacia la escalera donde se había escuchado la voz que fue pronunciada al mismo tiempo que la de Ren; y ahí parada, con aquel porte inquebrantable se encontraba Anna.
-Es demasiado peligroso Yho- dijo Anna- Además aun no terminas tu entrenamiento.
-Pero Anna.............- se quejo el Asakura.
Mientras que Yho trataba de convencer a su prometida Ren se quedo quieto viendo el vacío, sintiendo como la oscuridad comenzaba a envolverlo, sin embargo antes de sumergirse en la inmensa frialdad de la nada, escucho una palabras que lo sacaron del trance en que se encontraba.
-Acompañare a Ren- dijo Yho decidido.
Anna observo el semblante de su prometido, viendo como ya no había nada que pudiera hacer para impedir su partida, por lo que suspiro, mientras su ojos negros se posaban en el joven Tao, expresando su habitual frialdad.
-Bien yo te acompañare- dijo Anna
-¿Hablas enserio Annita? n_nUU-
-Si, ¿acaso tienes algún problema con eso Yho? -
No entendía muy bien lo que estaba pasando, de un momento a otro resulto que la mayoría de los que habitaban en la pensión Asakura, irían a china, intento convencerlos varias veces, mas ninguno de ellos escucho; sus fuerzas comenzaban a debilitarse en cada segundo, el frió lo abrazaba insistentemente helando sus huesos, aun no paraba de nevar y era de noche cuando llegaron a la estación del tren, Bason aun no aparecía, pero no tenia que preguntarse donde estaba, ya que la respuesta era sencilla de responder, aquello no era sino otra de las tretas de su padre, en un intento por que regresara, esa era otra de las razones por las que debía regresar, no podía dejar solo a Bason, cuando él lo apoyo en los momentos mas difíciles de su vida, no descansaría hasta tener de vuelta a su espíritu, y amigo.
-Manta ve y compra los boletos- ordeno la sacerdotisa.
-Si Anna -_-
El ainu miro fijamente a Ren, demostrando preocupación por él, desde que lo había visto parecía muy cansado, mas de lo normal, sus ojos dorados parecían estar perdiendo aquel brillo tan especial que lo hipnotizaba, se veían vacíos, pero el joven Tao disimulaba lo mas que podía su estado.
-Bien, ya tengo los boletos Anna- dijo Manta- Mejor subamos ya, o el tren nos dejara.
Dicho esto todos subieron al tren, Ren se sentó y antes de que Yho pudiera sentarse a su lado, Anna con un rápido movimiento logro impedirlo, sentándose a su lado izquierdo, Horo-Horo estuvo en la misma situación y antes de que pudiera sentarse su hermana se adelanto, acomodándose al lado derecho del shaman chino.
"No soy tonta, claro que no, yo soy Anna Kyouyama y desde hace tiempo e notado, el interés de Yho por Ren, me había sentido dolida al ver como mi prometido, le ofrecía su cariño a otra persona que no fuera yo, pero nunca lo demostré, no, siempre mostrando mi frialdad e indeferencia hacia las demás personas. Era gracioso que el único que pudo romper esto fue Yho, él que siempre se mostraba tan despreocupado, había logrado entrar a lo mas profundo de mi corazón, era por él que me encontraba en este tren a la mitad de la noche, al lado de Ren; pero no permitiré que Ren me arrebate mi gran y secreto amor, luchare por Yho sin embargo no voy a rebajarme a suplicar por su cariño, claro que no, aunque me dolería perderlo, de eso no ahí duda; mas nada puedo hacer si Yho no me ama, aunque por el momento se que Horo-Horo siente algo por Ren, y eso me ayudara ahuyentar al shaman chino, puede que el ainu sirva de algo después de todo"
Un brusco movimiento por parte del tren interrumpieron los pensamientos de Anna, mientras observaba los que habían venido; Manta que revisaba su computadora, Ryo que intentaba que Tamao le prestara atención, y esta estaba nerviosa por la insistencia del shaman; Horo-Horo estaba pensativo, observando de vez en cuando a Ren, quien se le veía soñoliento, cerrando su ojos y abriéndolos de golpe al notar que estaba a punto de dormirse, Pilika que estaba cerca de Ren tenia un leve rubor en sus mejillas y miraba disimuladamente al joven Tao; Yho se encontraba observando por la ventana, lo que hizo que la sacerdotisa lo mirara fijamente.
"No te perderé Yho" pensó Anna.
Sentía sueño, mucho sueño, por lo que poco a poco comenzó a cerrar su dorados ojos, ya no podría abrirlos, no en ese momento, que su cuerpo le exigía descansar, habían salido prácticamente cuando él despertó, por lo que no pudo descansar lo suficiente, su cabeza comenzó a recargarse inconscientemente en el hombro de Pilika, haciendo que esta se sonrojara al máximo, mientras Ren cerraba sus ojos sumergiéndose en un profundo e intranquilo sueño.
Gritos de dolor, el olor a sangre, el palpante sentimiento de agonía, sufrimiento y soledad, si, una gran e inaudita soledad que lo carcomía poco a poco; aquella desgarradora sensación que sentía cada vez que se dormía ahora lo estaba enloqueciendo, quería gritar, quería llorar, pero no, no podía, un Tao nunca demostraba su debilidad, y entonces los recuerdos crueles y despiadados de su infancia desfilaron por su mente.
-REN, REN DESPIERTA- llamo Pilika
Ren despertó de golpe sobresaltando a la peliazul, que salto levemente al ver como unas gotas de frió sudor se encontraban en la frente de este, su respiración nuevamente descontrolada, y sus ojos que expresaban claramente sorpresa y duda, hicieron que Pilika lo observara con preocupación.
-¿Ren Estas bien?
-Si no te preocupes Pilika- dijo lejanamente
-Siento molestarte pero nos tenemos que ir
Aquellas palabras hicieron que Ren viera por la ventana, el tren se había detenido, pero aun no llegaban a su destino, aun estaban lejos de China, por lo que nuevamente su dorados ojos vieron a la joven que ahora se ponía de pie.
-Anna a dicho que aquí nos bajáramos
Sin preguntar algo Ren la siguió, sumergiéndose en las imágenes que recientemente había visto, caminando lenta y pesadamente entre los pasillos del solitario tren, era muy tarde en la noche y era evidente que las personas prefirieran viajar durante el día, por lo cual los únicos en el tren eran ellos.
Una vez que se encontraron con todos los demás vieron como los estaban esperando.
-¿Por qué nos bajamos aquí Anna?- pregunto Manta
-Es lógico pensar que los Tao están preparados para nuestra llegada- dijo fríamente- Y será mas difícil si nos atacan mientras estemos en el tren, además no creo que tu manta quiera correr con los gastos que cause la destrucción del tren
-No, claro que no Anna TT . TT
-Bien de ahora en adelante seguiremos caminando- dijo Anna consiguiendo las miradas incrédulas de la mayoría
- Pe.... pero si esta muy lejos Annita- dijo Yho.
-No importa además eso te servirá de entrenamiento Yho- dijo Anna- Mientras que Pilika y Tamao me conseguirán esto y esperaran a que regresemos.
-¡¡¡¡QUE!!! No yo quiero ir con mi hermano- dijo Pilika
-Ustedes solo estorbarían- dijo Anna
-Y porque Manta si puede ir- se quejo
-Porque Manta es el que corre con los gastos, para que lleguemos a la mansión de los Tao- dijo Anna- Y no creo que tu tengas mucho dinero para llevarnos hasta haya
Eso puso fin a la discusión, Pilika de mala gana acepto quedarse con Tamao y comprar lo que le habían pedido.
Al amanecer partirían por lo que decidieron quedarse en un hotel cercano y descansar lo mas que pudieran, el viaje les tomaría dos días, eso si el tiempo lo permitía.
Ninguno hablo, y pese a los intentos de Yho y Horo-Horo por acercarse a Ren, siempre eran interrumpidos por Anna o Pilika, hasta que finalmente ambos se fueron a sus respectivas habitaciones.
Ren no pudo o no quiso dormir, siempre fijando su mirada en el estrellado cielo negó, que ocultaba con sus blancas nubes la luz de la luna, no tardaría mucho en amanecer, por lo que salió de su habitación, quería hacer cualquier cosa que no lo hiciera pensar en su dinastía.
Una leve sonrisa adorno sus labios cuando salió del hotel, la nieve tapizaba el suelo, con gran dulzura y fineza, esto lo hizo acordarse de Horo-Horo, aquel joven que había logrado capturar su corazón, ahora lo veía tan lejano, no sabia que sentía el ainu por él y aun no le quedaba claro el porque de aquel beso.
-Que tonto eres Hoto-Hoto si vez lo que me haces- dijo Ren en un suave murmullo
Por un momento pensó en irse y dejarlos, lo que menos quería era que se sacrificaran por su culpa, pero este pensamiento se perdió al darse de la presencia de los espíritus acompañantes de Yho y Horo-Horo.
"Así que me están vigilando" pensó divertido al notar como no podría dejar el lugar sin que se dieran cuenta.
En cierta forma eso lo alivio, no quería apartarse de sus amigos, ellos eran los únicos que lo podían despertar cada vez que se dejaba hundir en la insistente oscuridad que cada vez era mas fuerte.
La mañana llego, solo fue hasta la llegada de la tarde cuando decidieron partir, pero antes había comprado algunas cosas para viajar por el bosque (y por supuesto todo corría por cuenta de Manta), donde según el mapa era la ruta mas rápida para llegar a su destino, Tamao y Pilika despidieron a los demás al mismo tiempo que veían como comenzaban a perderse entre la blancura del bosque.
Un inmenso lugar cubierto por nieve, tan parecido a los cuentos de hadas, fue por donde caminaron toda la tarde hasta que llego la noche, poco hablaban, solo se escuchaba las conversaciones sin sentido de Yho y Manta, Anna ordenando a Ryo o algún otro, y Ren simplemente se encontraba algo alejado tratando de que el cansancio no lo venciera.
Comenzaba hacer frió, el cielo dejaba caer pequeños copos de hielo, por lo que inmediatamente Anna ordeno que alzaran un campamento y que prendieran un hoguera, todo esto estuvo en cuestión de segundos; comieron rápida y calladamente, la sacerdotisa cerca de Ren impidiendo que su prometido se acercara.
Todo estaba tan calmado siendo audible únicamente el sonido de la naturaleza, que fue rápidamente interrumpido al sentir varias presencias que los rodeaban.
-Tengan cuidado- dijo Yho
El horrible sonido de quejidos arrastrándose entre los árboles hicieron que Ren se estremeciera, ahora sentía su cuerpo mas pesado, y su vista comenzaba a nublarse.
Con rapidez 100 zombis salieron de entre la oscuridad de que propiciaba la noche; esto no era gran dificultad para Anna, Yho, Horo-Horo y Ryo, aunque para Ren ahora era difícil. No demoraron demasiado en acabar con todas las marionetas de los Tao, para quedarse quietos al notar que venían cada vez mas.
-Son demasiado Don Yho- dijo Ryo
-Si, no dejan de venir- dijo Manta quien estaba cerca de Yho para que lo protegiera.
Los zombis los obligaron a retroceder llegando hasta un pequeño Valle, que solo consiguió las miradas preocupadas de los shamanes, aquel lugar tenia un gran barranco demasiado cerca de ellos; antes de poder anticipar algún movimiento todos los sirvientes de los Tao se les vinieron encima.
-¡¡DOÑA ANNA!!- exclamo Ryo mientras tomaba a la sacerdotisa y saltaba, al mismo tiempo que lo hacían Yho llevando consigo a Manta.
Horo-Horo y Ren no tardaron en seguirlos y a pesar de la gran altura su poder espiritual serviría como amortiguador.
-¡¡¡REN!!!- dijeron el ainu y el Asakura al ver como este se había desmayado.
No podía usar su poder espiritual, por lo que Horo-Horo actuó con rapidez y se acerco a Ren, pero al hacerlo se separo demasiado de los demás, por lo que aterrizaron en lugares distintos.
-Ren, Ren despierta- dijo Horo-Horo
Lentamente el shaman de China abrió sus ojos, la oscuridad cada vez era mas densa y la presencia de los zombis había complicado las cosas, sin embargo una voz, lo había despertado, una precia tan cálida y conocida, que ayudo para que nuevamente pudiera ver.
-Horo-Horo- dijo Ren perdiendo sus palabras entre sus labios.
Al ver a Ren despierto el ainu se sintió mucho mas tranquilo, y esto se expreso en con una sonrisa que se expandió lentamente por su rostro, sus labios se abrieron para hablar, mas algo lo impidió.
Antes de que alguno pudiera predecirlo, un gran zombi salió de la oscuridad y golpeo con una fuerza brutal a Horo-Horo ocasionando que este se estrellara violentamente contra uno de los árboles, y quedara inconsciente tendido en la blanca capa de nieve, dejando que esta se manchara con algo de sangre.
Ren observo con horror como aquella criatura había lastimado al ainu, su vista nuevamente se nublo, ahora lo único que podía ver era la oscuridad, mas no se permitió el volver a desmayarse, la cabeza le daba vueltas, sentía mas frió de lo normal, el estar tan cerca de los zombis lo afectaba demasiado, su padre se había esforzado esta vez en hacerlo sentir tan impotente en aquella situación.
No medio mas con sus pensamientos y con las sensaciones que en ese momento lo invadía, tomo con fuerza su cuchilla que aun permanecía cerca, no necesitaba ver para saber donde se encontraba su enemigo; y con varios cortes logro escuchar un horrible sonido que le indico que había acabado con su oponente.
-Horo-Horo-llamo Ren mas no obtuvo respuesta
Preocupado por esto, el joven Tao comenzó a caminar entre la oscuridad tratando de encontrarlo, si su sentido de orientación no le fallaba no debía encontrarse muy lejos, pero hubo algo que lo detuvo de golpe; no oía nada, ahora no estaba seguro si estaba despierto o si acaso se había vuelto a desmayar, el arriba y el abajo habían desaparecido, no tenia noción del tiempo, no sabia sin habían pasados unos segundos o unas horas.
"Horo-Horo"
Este pensamiento hizo que avanzara, había algo que le decía que estaba cerca; de un momento a otro su ojos pudieron ver borrosamente una figura tendida en la nieve, haciendo que se acercara con rapidez, lo sostuvo entre sus brazos y reviso si acaso tenia algo grave, su brazo estaba sangrando, por lo que retiro su bufanda de color dorado de su cuello y con ella vendo el brazo herido de Horo-Horo, sin embargo su cuerpo estaba frió así que lo acerco mas, tenia una leve herida en su cabeza por donde comenzaba a recorrer algunos hilos de sangre, que retiro con su mano libre, Horo-Horo había usado demasiado poder espiritual, tratando de amortiguar la larga caída.
Permaneció algunos segundos quieto viendo a su compañero, notando que aun no podía percibir algún sonido, y todo estaba oscuro a su alrededor a excepción del joven que tenia en brazos, con su mano libre acaricio el rostro de Horo-Horo notando lo tranquilo que se veía, eso lo hizo sonreír.
-La oscuridad me rodea pero a pesar de eso tú aun permaneces a mi lado.
Lo estrecho fuertemente contra su pecho, sabia que si permanecía mas tiempo así ambos morían, solo era cuestión de tiempo para que los zombis llegaran, no sabia si Yho estaba cerca, y de todas formas ya no sentía nada, miro a Horo-Horo y aparto algunos mechones rebeldes que cubrían su rostro, nuevamente sonrió ahora sabia que hacer, alguna vez Fausto le comento sobre el dar tus poderes espirituales, para salvar a alguien, en ese estado era peligroso pero prefería eso a que el ainu muriera por su culpa. Se acerco lentamente al ainu, y le dio un ligero beso en los labios, para luego separarse y sonreír, dejando que su mano nuevamente recorriera la suave piel de su rostro; no dejaría que su dinastía le arrebatara la vida de Horo- Horo.
Lentamente su poder espiritual le fue dado a Horo-Horo, sus ojos ya no podían enfocarlo, se estaba perdiendo en un mar de oscuridad que tal vez ahora ya no podría despertar.
CONTINUARA:
¡¡ME VOY A MORIR!! TT . TT REN, ahí que mala soy con mi adorado joven de ojos dorados, TT . TT REN.
Acuérdense que aun no me pueden matar -_- soy muy joven para morir, u_u estoy pensando seriamente en conseguirme un guardaespaldas.
Mi computadora aun no se arregla y esto lo mando desde otro computador, así que sean pacientes conmigo n_n OK.
Ahora si a responder los e-mail y reviews ^^ que tan amablemente me dejaron en el capitulo quinto.
TANUKI: (Ann lee y casi le da un infarto) ¡¡¡¡¡NANI!!!! RenxPilika NOOOOOOOOOOOOOOO , espera déjame respirar................ ya listo, no te preocupes por eso Tanuki-chan que aquí no abra de eso mientras yo viva *.
LADY YAOI: Hola y gracias por tu mensaje ^^, lo del lemon veras u_u ya había dicho yo que no soy buena con eso n_nUU, pero tal vez un Lime ¿Tu que piensas?.
NUBIA: Hi ^o^ Nubia-san gracias por tu mensaje, me ayudo mucho n_nUU así que Ren no es mío, me imagino entonces que es tuyo, ¿no?; lo de ponerle otra pareja a Ren no me parece, las fanáticas ahí si me matan TT . TT, y veras mi confusión por un YhoxRen o un HoroxRen era porque algunas querían que Ren se quedara con Yho, pero ya todo se soluciono y menos mal es HoroxRen ^^, nuevamente gracias tus comentarios me sirvieron mucho espero que me vuelvas a escribir, ah y dile a tu amiga que gracias por recomendar mi Fic n_n
ATHENA GODDESS: Bien chica tu deseo se cumplió y esto será HoroxRen ^-^, intentare seguir tu consejo y no me tratare tan duro, entonces ya no llamare Fic a esta cosa horrorosa....... ._. hay no Gomen n_nUU era al revez, ya no llamare cosa horrorosa a mi Fic n_nUUUU
Y aquí están los mensajes mas recientes:
KENSSY: ^___^ Hi Kenssy-san gracias por dejarme 5 reviews, u_u tienes razón Horo-Horo no fue nada tonto en pedirle ese premio al lindo Ren, lo de Tamao y Horo-Horo n_nUU pues veras, las votaciones para ver con quien se quedaba mi querido Ren estaban empatadas y me pareció conveniente, si acaso Ren se quedaba con Yho ( u_u que menos mal no sucedió). Te parece que te hago sufrir mucho ^^UU,....... ._. Nani, por supuesto que tus comentarios no me molestan Kenssy-san todo lo contrario n//n eres muy amable al leer mi Fic, y nuevamente gracias por tus comentarios que me suben los ánimos n_n.
MAMIYATAN: (Ann lee el Reviews) ._. mala ortografía, (sigue leyendo) -_- ||||| gramática (sigue leyendo) TT . TT redacción (Ann en un rincón oscuro)............................ ¡¡¡¡¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!!!!! ^O^ yo ya sabia que algo tenia este Fic , pero no sabia que, claro que lo de la ortografía ya lo sabia , eres muy amable al corregirme, y te pido disculpas si los errores sigue TT . TT, pero es que soy nueva en esto, y créeme intente corregirlos n_n, si no entiendes algo me dices e intento cambiarlo OK ^^. Bien gracias, gracias, ya te dije que te lo agradezco?
Ya saben cualquier amenaza de muerte, o cualquier otra cosa, me dejan un Reviews o un E-mail ha anlrobi@yahoo., recuerden acepto cualquier sugerencia.
Se despide Ann Saotomo ^^
Bien la aclaración de siempre: SHAMAN KING NO ME PERTENECE TT . TT por desgracia, "PERO" insisto en que REN es MÍO wuajajajajajajaja.
HOMOFOBICOS USHALE, USHALE, FUERA HOROXREN están advertidos.
SÉPTIMO CAPITULO: LA OSCURIDAD ME RODEA, ENCIENDO LA LUZ Y AHÍ ESTAS TÚ
Todo estaba tan frió, y distante, abajo, arriba, todo parecía carecer de sentido en aquella intensa oscuridad que lo rodeaba, no sabia donde estaba, ni que estaba haciendo; no tenia ningún recuerdo de lo sucedido, parecía estar cayendo en un abismo que no tenia fin. Inmediatamente pasaron las imágenes de aquellas personas que había sometido por el gusto de su dinastía, todo aquel dolor que produjo, solo por ser una marioneta de cuyos hilos estaban los Tao; la angustia, y la desesperación lo invadieron, la tremenda sensación que da la soledad lo estremeció, no entendía que era todo esto, intento hablar, mas su voz no le respondió, estaba solo sin nadie a su alrededor, solo las imágenes de aquellas personas que comenzaban ha acercarse, insistentes temblores envolvieron su cuerpo, no quería que se acercaran.
-¡¡¡ALÉJENSE!!!!
Un grito se escucho perfectamente entre el silencio de la habitación, una delgada y lastimada figura se sentó de repente en la cama en la cual había estado acostado; sus dorados ojos divagaron por todo el lugar tratando de explicarse en que momento había llegado a ese lugar, su respiración agitada y el sudor que recorría su cuerpo lo hicieron sentir un frió intenso al recordar el porque de aquel repentino despertar.
Sin perder tiempo comenzó a levantarse con dificultad, dándose cuenta de las heridas que habían producido los zombis, miro su abdomen se encontraba vendado y le dolía cuando efectuaba algún movimiento brusco, además de varios raspones y rasguños, mas no le dio importancia y se paro sosteniéndose de las paredes para no caer; una vez que la puerta estuvo abierta, escucho las voces de los habitantes de la pensión Asakura, y un pensamiento asalto repentinamente su mente.
"Tengo que regresar a china"
Claro que debía, su padre lo obligaría a volver, y aunque él se resistiera lo mas seguro es que encontraría la manera de convencerlo, y que mejor forma que amenazar a Yho y los demás; No, no podía arriesgarse a que algo les pasara, ellos que habían logrado sacarlo que la oscuridad, del encierro al que lo habían sometido, no, no podía dejar que algo les pasara.
Estaba cansado, sentía los ojos pesado, con ganas de cerrarlos y volver a dormir, pero no podía permitirlo, puesto que en cuanto lo hacia sentía aquella envolvente oscuridad que amenazaba con tragárselo; demonios, lo mas seguro es que su padre estuviera detrás de esto.
-Auch, lo siento.
Esa voz, de todos lo habitantes de la casa se lo tuvo que encontrar a él.
El ainu en cuanto vio que había chocado con el joven de ojos dorados se quedo estático, viéndolo fijamente, este se estaba sosteniendo en las paredes, y se le veía cansado, rápidamente vio las heridas que tenia; Yho fue el que lo trajo, preocupado porque aun no llegaba, había salido, al igual que él, Ryo, y Manta, dijo que lo había encontrado bajo la nieve, y en cuanto se acerco habían varios zombis que desaparecieron en cuestión de segundos; se había preocupado bastante en cuanto lo vio llegar en ese estado, aunque no era nada grave, si tenia varias heridas en su cuerpo, y la mas profunda que se encontraba en su abdomen, pero Fausto lo atendió, y no había que dudar de las curaciones del doctor.
-¿Qué es eso?- pregunto Horo-Horo al ver un maletín que había soltado Ren en cuanto chocaron.
-¿Esto? Pues esto es un maletín, ¿no habías visto uno?
Siempre le había gustado molestar a Horo-Horo, y al ver la expresión en el rostro de su compañero supo que había cumplido con su objetivo; lo mas seguro es que no lo volvería a ver, y aquellas peleas sin sentido siempre le habían gustado.
-Claro que había visto uno- dijo molesto el ainu- Pero quiero saber para que es.
-Veras, generalmente son utilizados para guardar algunas cosas- dijo con simplicidad al mismo tiempo que sonreía- Me sorprende que no sepas algo tan sencillo como esto Hoto-Hoto.
Al escuchar esto la paciencia del shaman del norte se estaba acabando, Ren siempre lograba sacarlo que quicio, él sabia que era lo que quería preguntarle, pero insistía en molestarlo.
-Mi nombre es Horo-Horo- dijo- Y sabes perfectamente a lo que me refiero, ¿entonces no entiendo porque no me respondes?
-Regreso a china.
Dijo repentinamente, haciendo que el mundo se le viniera encima al ainu; ambos permanecieron en silencio, sin saber que decir.
-¿Por qué?-
Detrás de Ren también fueron pronunciadas aquellas palabras, haciendo que el joven Tao girara para encontrar la mirada entristecida de Yho.
-Tengo que regresar- dijo Ren
-¿Acaso es por lo zombis?- pregunto Yho mas no consiguió respuesta, solo vio como Ren comenzaba a caminar nuevamente.
-¡¡ESPERA!!- dijeron Yho y Horo-Horo al unísono- Te acompaño.
-¡¡NO!!- exclamaron dos voces.
Los tres shamanes giraron hacia la escalera donde se había escuchado la voz que fue pronunciada al mismo tiempo que la de Ren; y ahí parada, con aquel porte inquebrantable se encontraba Anna.
-Es demasiado peligroso Yho- dijo Anna- Además aun no terminas tu entrenamiento.
-Pero Anna.............- se quejo el Asakura.
Mientras que Yho trataba de convencer a su prometida Ren se quedo quieto viendo el vacío, sintiendo como la oscuridad comenzaba a envolverlo, sin embargo antes de sumergirse en la inmensa frialdad de la nada, escucho una palabras que lo sacaron del trance en que se encontraba.
-Acompañare a Ren- dijo Yho decidido.
Anna observo el semblante de su prometido, viendo como ya no había nada que pudiera hacer para impedir su partida, por lo que suspiro, mientras su ojos negros se posaban en el joven Tao, expresando su habitual frialdad.
-Bien yo te acompañare- dijo Anna
-¿Hablas enserio Annita? n_nUU-
-Si, ¿acaso tienes algún problema con eso Yho? -
No entendía muy bien lo que estaba pasando, de un momento a otro resulto que la mayoría de los que habitaban en la pensión Asakura, irían a china, intento convencerlos varias veces, mas ninguno de ellos escucho; sus fuerzas comenzaban a debilitarse en cada segundo, el frió lo abrazaba insistentemente helando sus huesos, aun no paraba de nevar y era de noche cuando llegaron a la estación del tren, Bason aun no aparecía, pero no tenia que preguntarse donde estaba, ya que la respuesta era sencilla de responder, aquello no era sino otra de las tretas de su padre, en un intento por que regresara, esa era otra de las razones por las que debía regresar, no podía dejar solo a Bason, cuando él lo apoyo en los momentos mas difíciles de su vida, no descansaría hasta tener de vuelta a su espíritu, y amigo.
-Manta ve y compra los boletos- ordeno la sacerdotisa.
-Si Anna -_-
El ainu miro fijamente a Ren, demostrando preocupación por él, desde que lo había visto parecía muy cansado, mas de lo normal, sus ojos dorados parecían estar perdiendo aquel brillo tan especial que lo hipnotizaba, se veían vacíos, pero el joven Tao disimulaba lo mas que podía su estado.
-Bien, ya tengo los boletos Anna- dijo Manta- Mejor subamos ya, o el tren nos dejara.
Dicho esto todos subieron al tren, Ren se sentó y antes de que Yho pudiera sentarse a su lado, Anna con un rápido movimiento logro impedirlo, sentándose a su lado izquierdo, Horo-Horo estuvo en la misma situación y antes de que pudiera sentarse su hermana se adelanto, acomodándose al lado derecho del shaman chino.
"No soy tonta, claro que no, yo soy Anna Kyouyama y desde hace tiempo e notado, el interés de Yho por Ren, me había sentido dolida al ver como mi prometido, le ofrecía su cariño a otra persona que no fuera yo, pero nunca lo demostré, no, siempre mostrando mi frialdad e indeferencia hacia las demás personas. Era gracioso que el único que pudo romper esto fue Yho, él que siempre se mostraba tan despreocupado, había logrado entrar a lo mas profundo de mi corazón, era por él que me encontraba en este tren a la mitad de la noche, al lado de Ren; pero no permitiré que Ren me arrebate mi gran y secreto amor, luchare por Yho sin embargo no voy a rebajarme a suplicar por su cariño, claro que no, aunque me dolería perderlo, de eso no ahí duda; mas nada puedo hacer si Yho no me ama, aunque por el momento se que Horo-Horo siente algo por Ren, y eso me ayudara ahuyentar al shaman chino, puede que el ainu sirva de algo después de todo"
Un brusco movimiento por parte del tren interrumpieron los pensamientos de Anna, mientras observaba los que habían venido; Manta que revisaba su computadora, Ryo que intentaba que Tamao le prestara atención, y esta estaba nerviosa por la insistencia del shaman; Horo-Horo estaba pensativo, observando de vez en cuando a Ren, quien se le veía soñoliento, cerrando su ojos y abriéndolos de golpe al notar que estaba a punto de dormirse, Pilika que estaba cerca de Ren tenia un leve rubor en sus mejillas y miraba disimuladamente al joven Tao; Yho se encontraba observando por la ventana, lo que hizo que la sacerdotisa lo mirara fijamente.
"No te perderé Yho" pensó Anna.
Sentía sueño, mucho sueño, por lo que poco a poco comenzó a cerrar su dorados ojos, ya no podría abrirlos, no en ese momento, que su cuerpo le exigía descansar, habían salido prácticamente cuando él despertó, por lo que no pudo descansar lo suficiente, su cabeza comenzó a recargarse inconscientemente en el hombro de Pilika, haciendo que esta se sonrojara al máximo, mientras Ren cerraba sus ojos sumergiéndose en un profundo e intranquilo sueño.
Gritos de dolor, el olor a sangre, el palpante sentimiento de agonía, sufrimiento y soledad, si, una gran e inaudita soledad que lo carcomía poco a poco; aquella desgarradora sensación que sentía cada vez que se dormía ahora lo estaba enloqueciendo, quería gritar, quería llorar, pero no, no podía, un Tao nunca demostraba su debilidad, y entonces los recuerdos crueles y despiadados de su infancia desfilaron por su mente.
-REN, REN DESPIERTA- llamo Pilika
Ren despertó de golpe sobresaltando a la peliazul, que salto levemente al ver como unas gotas de frió sudor se encontraban en la frente de este, su respiración nuevamente descontrolada, y sus ojos que expresaban claramente sorpresa y duda, hicieron que Pilika lo observara con preocupación.
-¿Ren Estas bien?
-Si no te preocupes Pilika- dijo lejanamente
-Siento molestarte pero nos tenemos que ir
Aquellas palabras hicieron que Ren viera por la ventana, el tren se había detenido, pero aun no llegaban a su destino, aun estaban lejos de China, por lo que nuevamente su dorados ojos vieron a la joven que ahora se ponía de pie.
-Anna a dicho que aquí nos bajáramos
Sin preguntar algo Ren la siguió, sumergiéndose en las imágenes que recientemente había visto, caminando lenta y pesadamente entre los pasillos del solitario tren, era muy tarde en la noche y era evidente que las personas prefirieran viajar durante el día, por lo cual los únicos en el tren eran ellos.
Una vez que se encontraron con todos los demás vieron como los estaban esperando.
-¿Por qué nos bajamos aquí Anna?- pregunto Manta
-Es lógico pensar que los Tao están preparados para nuestra llegada- dijo fríamente- Y será mas difícil si nos atacan mientras estemos en el tren, además no creo que tu manta quiera correr con los gastos que cause la destrucción del tren
-No, claro que no Anna TT . TT
-Bien de ahora en adelante seguiremos caminando- dijo Anna consiguiendo las miradas incrédulas de la mayoría
- Pe.... pero si esta muy lejos Annita- dijo Yho.
-No importa además eso te servirá de entrenamiento Yho- dijo Anna- Mientras que Pilika y Tamao me conseguirán esto y esperaran a que regresemos.
-¡¡¡¡QUE!!! No yo quiero ir con mi hermano- dijo Pilika
-Ustedes solo estorbarían- dijo Anna
-Y porque Manta si puede ir- se quejo
-Porque Manta es el que corre con los gastos, para que lleguemos a la mansión de los Tao- dijo Anna- Y no creo que tu tengas mucho dinero para llevarnos hasta haya
Eso puso fin a la discusión, Pilika de mala gana acepto quedarse con Tamao y comprar lo que le habían pedido.
Al amanecer partirían por lo que decidieron quedarse en un hotel cercano y descansar lo mas que pudieran, el viaje les tomaría dos días, eso si el tiempo lo permitía.
Ninguno hablo, y pese a los intentos de Yho y Horo-Horo por acercarse a Ren, siempre eran interrumpidos por Anna o Pilika, hasta que finalmente ambos se fueron a sus respectivas habitaciones.
Ren no pudo o no quiso dormir, siempre fijando su mirada en el estrellado cielo negó, que ocultaba con sus blancas nubes la luz de la luna, no tardaría mucho en amanecer, por lo que salió de su habitación, quería hacer cualquier cosa que no lo hiciera pensar en su dinastía.
Una leve sonrisa adorno sus labios cuando salió del hotel, la nieve tapizaba el suelo, con gran dulzura y fineza, esto lo hizo acordarse de Horo-Horo, aquel joven que había logrado capturar su corazón, ahora lo veía tan lejano, no sabia que sentía el ainu por él y aun no le quedaba claro el porque de aquel beso.
-Que tonto eres Hoto-Hoto si vez lo que me haces- dijo Ren en un suave murmullo
Por un momento pensó en irse y dejarlos, lo que menos quería era que se sacrificaran por su culpa, pero este pensamiento se perdió al darse de la presencia de los espíritus acompañantes de Yho y Horo-Horo.
"Así que me están vigilando" pensó divertido al notar como no podría dejar el lugar sin que se dieran cuenta.
En cierta forma eso lo alivio, no quería apartarse de sus amigos, ellos eran los únicos que lo podían despertar cada vez que se dejaba hundir en la insistente oscuridad que cada vez era mas fuerte.
La mañana llego, solo fue hasta la llegada de la tarde cuando decidieron partir, pero antes había comprado algunas cosas para viajar por el bosque (y por supuesto todo corría por cuenta de Manta), donde según el mapa era la ruta mas rápida para llegar a su destino, Tamao y Pilika despidieron a los demás al mismo tiempo que veían como comenzaban a perderse entre la blancura del bosque.
Un inmenso lugar cubierto por nieve, tan parecido a los cuentos de hadas, fue por donde caminaron toda la tarde hasta que llego la noche, poco hablaban, solo se escuchaba las conversaciones sin sentido de Yho y Manta, Anna ordenando a Ryo o algún otro, y Ren simplemente se encontraba algo alejado tratando de que el cansancio no lo venciera.
Comenzaba hacer frió, el cielo dejaba caer pequeños copos de hielo, por lo que inmediatamente Anna ordeno que alzaran un campamento y que prendieran un hoguera, todo esto estuvo en cuestión de segundos; comieron rápida y calladamente, la sacerdotisa cerca de Ren impidiendo que su prometido se acercara.
Todo estaba tan calmado siendo audible únicamente el sonido de la naturaleza, que fue rápidamente interrumpido al sentir varias presencias que los rodeaban.
-Tengan cuidado- dijo Yho
El horrible sonido de quejidos arrastrándose entre los árboles hicieron que Ren se estremeciera, ahora sentía su cuerpo mas pesado, y su vista comenzaba a nublarse.
Con rapidez 100 zombis salieron de entre la oscuridad de que propiciaba la noche; esto no era gran dificultad para Anna, Yho, Horo-Horo y Ryo, aunque para Ren ahora era difícil. No demoraron demasiado en acabar con todas las marionetas de los Tao, para quedarse quietos al notar que venían cada vez mas.
-Son demasiado Don Yho- dijo Ryo
-Si, no dejan de venir- dijo Manta quien estaba cerca de Yho para que lo protegiera.
Los zombis los obligaron a retroceder llegando hasta un pequeño Valle, que solo consiguió las miradas preocupadas de los shamanes, aquel lugar tenia un gran barranco demasiado cerca de ellos; antes de poder anticipar algún movimiento todos los sirvientes de los Tao se les vinieron encima.
-¡¡DOÑA ANNA!!- exclamo Ryo mientras tomaba a la sacerdotisa y saltaba, al mismo tiempo que lo hacían Yho llevando consigo a Manta.
Horo-Horo y Ren no tardaron en seguirlos y a pesar de la gran altura su poder espiritual serviría como amortiguador.
-¡¡¡REN!!!- dijeron el ainu y el Asakura al ver como este se había desmayado.
No podía usar su poder espiritual, por lo que Horo-Horo actuó con rapidez y se acerco a Ren, pero al hacerlo se separo demasiado de los demás, por lo que aterrizaron en lugares distintos.
-Ren, Ren despierta- dijo Horo-Horo
Lentamente el shaman de China abrió sus ojos, la oscuridad cada vez era mas densa y la presencia de los zombis había complicado las cosas, sin embargo una voz, lo había despertado, una precia tan cálida y conocida, que ayudo para que nuevamente pudiera ver.
-Horo-Horo- dijo Ren perdiendo sus palabras entre sus labios.
Al ver a Ren despierto el ainu se sintió mucho mas tranquilo, y esto se expreso en con una sonrisa que se expandió lentamente por su rostro, sus labios se abrieron para hablar, mas algo lo impidió.
Antes de que alguno pudiera predecirlo, un gran zombi salió de la oscuridad y golpeo con una fuerza brutal a Horo-Horo ocasionando que este se estrellara violentamente contra uno de los árboles, y quedara inconsciente tendido en la blanca capa de nieve, dejando que esta se manchara con algo de sangre.
Ren observo con horror como aquella criatura había lastimado al ainu, su vista nuevamente se nublo, ahora lo único que podía ver era la oscuridad, mas no se permitió el volver a desmayarse, la cabeza le daba vueltas, sentía mas frió de lo normal, el estar tan cerca de los zombis lo afectaba demasiado, su padre se había esforzado esta vez en hacerlo sentir tan impotente en aquella situación.
No medio mas con sus pensamientos y con las sensaciones que en ese momento lo invadía, tomo con fuerza su cuchilla que aun permanecía cerca, no necesitaba ver para saber donde se encontraba su enemigo; y con varios cortes logro escuchar un horrible sonido que le indico que había acabado con su oponente.
-Horo-Horo-llamo Ren mas no obtuvo respuesta
Preocupado por esto, el joven Tao comenzó a caminar entre la oscuridad tratando de encontrarlo, si su sentido de orientación no le fallaba no debía encontrarse muy lejos, pero hubo algo que lo detuvo de golpe; no oía nada, ahora no estaba seguro si estaba despierto o si acaso se había vuelto a desmayar, el arriba y el abajo habían desaparecido, no tenia noción del tiempo, no sabia sin habían pasados unos segundos o unas horas.
"Horo-Horo"
Este pensamiento hizo que avanzara, había algo que le decía que estaba cerca; de un momento a otro su ojos pudieron ver borrosamente una figura tendida en la nieve, haciendo que se acercara con rapidez, lo sostuvo entre sus brazos y reviso si acaso tenia algo grave, su brazo estaba sangrando, por lo que retiro su bufanda de color dorado de su cuello y con ella vendo el brazo herido de Horo-Horo, sin embargo su cuerpo estaba frió así que lo acerco mas, tenia una leve herida en su cabeza por donde comenzaba a recorrer algunos hilos de sangre, que retiro con su mano libre, Horo-Horo había usado demasiado poder espiritual, tratando de amortiguar la larga caída.
Permaneció algunos segundos quieto viendo a su compañero, notando que aun no podía percibir algún sonido, y todo estaba oscuro a su alrededor a excepción del joven que tenia en brazos, con su mano libre acaricio el rostro de Horo-Horo notando lo tranquilo que se veía, eso lo hizo sonreír.
-La oscuridad me rodea pero a pesar de eso tú aun permaneces a mi lado.
Lo estrecho fuertemente contra su pecho, sabia que si permanecía mas tiempo así ambos morían, solo era cuestión de tiempo para que los zombis llegaran, no sabia si Yho estaba cerca, y de todas formas ya no sentía nada, miro a Horo-Horo y aparto algunos mechones rebeldes que cubrían su rostro, nuevamente sonrió ahora sabia que hacer, alguna vez Fausto le comento sobre el dar tus poderes espirituales, para salvar a alguien, en ese estado era peligroso pero prefería eso a que el ainu muriera por su culpa. Se acerco lentamente al ainu, y le dio un ligero beso en los labios, para luego separarse y sonreír, dejando que su mano nuevamente recorriera la suave piel de su rostro; no dejaría que su dinastía le arrebatara la vida de Horo- Horo.
Lentamente su poder espiritual le fue dado a Horo-Horo, sus ojos ya no podían enfocarlo, se estaba perdiendo en un mar de oscuridad que tal vez ahora ya no podría despertar.
CONTINUARA:
¡¡ME VOY A MORIR!! TT . TT REN, ahí que mala soy con mi adorado joven de ojos dorados, TT . TT REN.
Acuérdense que aun no me pueden matar -_- soy muy joven para morir, u_u estoy pensando seriamente en conseguirme un guardaespaldas.
Mi computadora aun no se arregla y esto lo mando desde otro computador, así que sean pacientes conmigo n_n OK.
Ahora si a responder los e-mail y reviews ^^ que tan amablemente me dejaron en el capitulo quinto.
TANUKI: (Ann lee y casi le da un infarto) ¡¡¡¡¡NANI!!!! RenxPilika NOOOOOOOOOOOOOOO , espera déjame respirar................ ya listo, no te preocupes por eso Tanuki-chan que aquí no abra de eso mientras yo viva *.
LADY YAOI: Hola y gracias por tu mensaje ^^, lo del lemon veras u_u ya había dicho yo que no soy buena con eso n_nUU, pero tal vez un Lime ¿Tu que piensas?.
NUBIA: Hi ^o^ Nubia-san gracias por tu mensaje, me ayudo mucho n_nUU así que Ren no es mío, me imagino entonces que es tuyo, ¿no?; lo de ponerle otra pareja a Ren no me parece, las fanáticas ahí si me matan TT . TT, y veras mi confusión por un YhoxRen o un HoroxRen era porque algunas querían que Ren se quedara con Yho, pero ya todo se soluciono y menos mal es HoroxRen ^^, nuevamente gracias tus comentarios me sirvieron mucho espero que me vuelvas a escribir, ah y dile a tu amiga que gracias por recomendar mi Fic n_n
ATHENA GODDESS: Bien chica tu deseo se cumplió y esto será HoroxRen ^-^, intentare seguir tu consejo y no me tratare tan duro, entonces ya no llamare Fic a esta cosa horrorosa....... ._. hay no Gomen n_nUU era al revez, ya no llamare cosa horrorosa a mi Fic n_nUUUU
Y aquí están los mensajes mas recientes:
KENSSY: ^___^ Hi Kenssy-san gracias por dejarme 5 reviews, u_u tienes razón Horo-Horo no fue nada tonto en pedirle ese premio al lindo Ren, lo de Tamao y Horo-Horo n_nUU pues veras, las votaciones para ver con quien se quedaba mi querido Ren estaban empatadas y me pareció conveniente, si acaso Ren se quedaba con Yho ( u_u que menos mal no sucedió). Te parece que te hago sufrir mucho ^^UU,....... ._. Nani, por supuesto que tus comentarios no me molestan Kenssy-san todo lo contrario n//n eres muy amable al leer mi Fic, y nuevamente gracias por tus comentarios que me suben los ánimos n_n.
MAMIYATAN: (Ann lee el Reviews) ._. mala ortografía, (sigue leyendo) -_- ||||| gramática (sigue leyendo) TT . TT redacción (Ann en un rincón oscuro)............................ ¡¡¡¡¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!!!!! ^O^ yo ya sabia que algo tenia este Fic , pero no sabia que, claro que lo de la ortografía ya lo sabia , eres muy amable al corregirme, y te pido disculpas si los errores sigue TT . TT, pero es que soy nueva en esto, y créeme intente corregirlos n_n, si no entiendes algo me dices e intento cambiarlo OK ^^. Bien gracias, gracias, ya te dije que te lo agradezco?
Ya saben cualquier amenaza de muerte, o cualquier otra cosa, me dejan un Reviews o un E-mail ha anlrobi@yahoo., recuerden acepto cualquier sugerencia.
Se despide Ann Saotomo ^^
