¡¡NO ESTABA MUERTA ^^, aunque tampoco estaba de parranda n_nUU, estaba aquí
enloqueciéndome porque no tenia donde escribir ** ¡¡¡PERO MI COMPU
REGRESO!! ^O^ ¡SI! Y hace poquito me la trajeron así que Gomen nasai por la
demora n_nUU, (Ann llorando sobre el computador) me hizo mucha falta mi
compu TT^TT, así que otra vez Gomen tratare de enviar mas rápido los
capítulos de esta cosa horrorosa ¬¬
Bien esta capítulo tiene una parte lime n//n, pero e aquí una aclaración, porque el Lime es algo suave, no como el Lemon es explícitamente una relación sexual.
Ok no los molesto mas solo quiero aclarar que Shaman King no me pertenece pero que REN ES MIO Y NADIE ME LO QUITA WUJAJAJAJAJAJAA
CAPITULO NOVENO: LET ME BE WITH YOU
Aquella sombra negra corriendo entre la oscuridad de la noche era seguida muy de cerca por dos shamanes que intentaban derribar aquel ser que se había atrevido a secuestrar al joven Tao.
-¡¡¡REEEENNNNNN!!!!
-¡¡¡RENNN!!!
Gritaban ambos intentado que este recobrara el conocimiento, siendo sus intentos en vano, el zombi que se movía entre los árboles llevaba entre sus brazos el cuerpo sumergido en la oscuridad causada por su padre y que su propio corazón había intensificado.
*************************** "¿Por qué todos mueren?"
Era la voz infantil que resonaba entre la oscuridad, que desde hacia mucho tiempo Ren había estado cayendo; los pensamientos coherentes era algo que no se mantenía presentes en su mente; pero aquella pregunta era rápidamente contestada por una voz mas grave.
"Eso no tiene solución"
El presente y el pasado; el mañana y el ayer; todo eso había desaparecido de su mundo, ¿Qué caso tendría despertar? ¿Por qué debía hacerlo?.
-¡¡¡RREEEENNN!!!!
Esa voz, él conocía esa voz, inevitablemente esto hizo que se moviera, mas aun sentía su cuerpo pesado, a pesar de eso sabia bien que había despertado, el sonido de las pisadas en la nieve, el canto de los árboles cuando eran acariciados por la fría ventisca, y en especial el contacto que mantenía su piel con los fríos copos de hielo. ***************************************
Yho apretó fuertemente sus puños, la desesperación de perder al joven Tao le había dado las fuerzas suficientes para correr con mayor agilidad, el ainu que aun se encontraba débil por la gran cantidad de energía gastada, se le dificulto seguirle el paso al Asakura quien alcanzo al zombi y lo partirlo en dos, sosteniendo a Ren antes de que cayera al suelo.
La sacerdotisa que se había quedo atrás junto con Ryo y Manta intentado acabar con la gran cantidad de zombis que le obstruirán el paso; había efectuado un movimiento rápido dejando a Ryo con todo el trabajo, para llegar con rapidez al lugar donde se encontraba su prometido, estaba preocupada y en ese momento no le importaba disimularlo; cuando llego vio que Horo-Horo se había detenido y en su rostro se veía una alegría incalculable al mismo tiempo la tranquilidad que se reflejaba en una bella sonrisa.
Anna vio detenidamente el motivo de aquel sentimiento encontrando a Yho arrodillado en la nieve, junto a Ren quien ahora se encontraba despierto pero se le veía agotado, sus ojos dorados nuevamente poseían ese hipnotizante brillo, que hizo que Yho también sonriera.
Estaba mareado y su vista aun estaba algo nublosa, pudo percibir una cálida presencia que estaba cerca, eso lo tranquilizo porque anteriormente había sentido mucho frió, sin lidiar mas con sus pensamientos y sensaciones, recargo lentamente su cabeza contra el hombro de aquella persona, logrando que esta se estremeciera, pero no intento descifrar el porque, solo se limito a acercarse mas tratando de que aquel calor protector lo envolviera.
Yho se quedo completamente estático al ver como Ren se apoyaba en su hombro ocultando su rostro en su cuello, ocasionando así que aquellos finos labios rozaran su piel; al mismo tiempo que se acercaba mas, quedando completamente contra su cuerpo, esto lo hizo sonreír con ternura al ver la tranquila apariencia del orgulloso y sarcástico Ren Tao, por lo que sin pensarlo y sin darle importancia a las personas que estaban detrás suyo rodeo con sus brazos el frió cuerpo que ahora tenia tan cerca, aspirando aquel embriagante aroma.
Algo se quebró en el corazón de Anna y Horo-Horo al ver aquella escena, al mismo tiempo que murmuraban inconscientemente la misma palabra.
-Te perdí
Ren había caído en un profundo y tranquilo sueño, por lo que pronuncio el nombre de la persona amada; ocasionando que Yho se quedara completamente mudo, para luego reaccionar con una triste sonrisa que adorno su labios, hundiendo su rostro entre los cabellos violetazos del joven Tao, acercándolo con mas insistencia contra su cuerpo.
-Vamos Yho- dijo Anna
La voz de la sacerdotisa sonaba lejana y quebradiza, pero solo Horo-Horo que estaba cerca pudo escucharla, haciendo que se compadeciera de cierta forma de ella; comprendía lo que sentía querer a alguien que es inalcanzable, que se suponía que debía hacer, Ren se veía muy tranquilo entre los brazos de Yho, ¿acaso debía renunciar a él?, ¿dejarlo para siempre?; negó enérgicamente su cabeza intentado alejar esos pensamientos, no estaba seguro de lo que sentía Ren por él, aunque sea debía gustarle un poquito, sino era así, ¿entonces porque respondió sus besos esa noche?, lo primero que debían hacer era buscar a Ryo y Manta, luego un lugar donde refugiarse, porque la gran cantidad de nieve indicaba que pronto vendría una fuerte tormenta, y por ultimo esperar que Ren despertara y hablar con él; aunque quizás esta era lo que mas le asustaba, mas que los zombis de los Tao, no podía pensar en perder al joven de los ojos dorados.
Caminaron un rato en silencio, Yho llevaba en su espalda a Ren mientras que Anna se encontraba mas adelante dejando que su cabello le cubriera los ojos, el ainu que se encontraba al lado del Asakura observaba de vez en cuando al inconsciente Ren.
-¡¡DOÑA ANNA!!! ¡¡¡DON YHO!!- grito Ryo siendo seguido por Manta.
-Encontramos un pueblo muy cerca de aquí- dijo Manta respirando agitadamente
-Bien, llévanos hasta halla por favor Manta- dijo Yho
-¿Hay pero que les pasa?- pregunto Ryo al ver el ambiente tan tenso.
Pero su única respuesta fue la fría y atemorizante mirada de Anna que congelaría hasta un hielo, mientras que esta comenzaba a caminar, ninguno de los presentes se atrevió a decir algo mas, y Horo-Horo tuvo que llevarse arrastrando a Ryo que se había quedado estático, como si se hubiera convertido en piedra.
No les tomo mucho tiempo encontrar dicho pueblo, aunque no parecía que alguien viviera en él, los espíritus acompañantes inspeccionaron cada rincón de este pero no encontraron nada, ni zombis, ni espíritus, ni personas; las casas se veían viejas, algunas daban la apariencia de que en cualquier momentos se iban a derrumbar, les faltaban los techos, y algunas paredes, por lo que caminaron hasta encontrar una gran casa de tres pisos, que se veía en buen estado.
Entraron en silencio cerciorándose de que esta estuviera desabitada, esa apariencia tenebrosa y lúgubre se debía a las altas paredes llenas de telañaras que se iban hacia los lados, acompañadas por horribles gárgolas que se encontraban en todos los costados, y dos especialmente grandes en frente de las largas escaleras.
Anna entro despreocupadamente seguida por los demás, para luego subir por las escaleras, siendo el único sonido audible el de sus pisadas que resonaron en todo el oscuro lugar; el segundo piso se veía mejor que el primero, por lo que la sacerdotisa abrió uno de los numerosos cuartos que en este se encontraban, para luego girar y ver detenidamente a sus compañeros.
-Creo que descansaremos esta noche en este lugar a causa de la tormenta- dijo Anna- Las habitaciones están en buen estado.
Luego de organizarse lo mejor que pudieron Ryo fue hacer guardia, mientras afuera de habitación donde se encontraba descansado Ren se libraba una discusión.
-Dejaras que Horo-Horo cuide de Ren y eso es todo- dijo Anna
-Pero yo......- se quejaba Yho
-Pero nada- sentencio la sacerdotisa- Además necesito hablar contigo.
Estuvieron discutiendo durante un rato, ocasionando que Manta no entendiera nada de lo que sucedía, a Yho se le veía extrañamente serio, mientras que Anna se mostraba molesta y de cierta forma dolida y herida, claro que esto solo se reflejaba cuando se observaban directamente aquellos ojos negros como la noche.
Finalmente la discusión ceso y la Anna termino convenciendo a su prometido de dejara a Ren con el ainu, alegando que tenían un asunto pendiente, por lo que Manta fue hacerle compañía a Ryo.
Horo-Horo abrió la puerta lentamente de la habitación viendo hacia el pasillo donde comenzaban a perderse las siluetas de sus compañeros; su mirada se quedo como hipnotizada cuando vio la delgada figura de Ren sentado en una cama donde habían puesto varias sabanas debido a la gran cantidad de polvo que esta tenia.
Su corazón latía fuertemente, y ahora que debía hacer? Que le iba a decir?, lo bueno era que Ren se encontraba observando la ventana que estaba cerca, por lo que sus dorados ojos veían fijamente como la nieve se mostraba furiosa y sin piedad alguna, si miraba directamente a Ren esta seria su perdición aquellos ojos dorados solo harían que se le acercara y lo besara.
-Veo que ya despertaste RenTado- dijo Horo-Horo tratando de suavizar el ambiente, no le agradaba aquel silencio- ¿Te sientes bien?
-Si
Ren no dijo nada mas, aun estaba algo confundido con tantas preguntas; en primer lugar tenia al ainu, había comprendido que le atraía pero ¿y él qué sentía? No quería preguntárselo después de todo había visto como besaba a Tamao; en segundo lugar estaba la oscuridad que lo invitaba constantemente a formar parte de su mundo; también estaba el sacrificio que hacían sus compañeros por él; definitivamente eran demasiadas preguntas, por lo que después de darse cuenta del inusual silencio que se estableció después de la llegada de Horo-Horo lo miro fijamente, comprobando como este lo observaba minuciosamente.
El silencio no era algo común en Horo-Horo, pero ver aquella mirada lo desconcertó aun mas, era la misma mirada que tenia cuando se besaron en la pensión Asakura, pero aun no sabia que le quería decir con esto.
Demonios porque Ren tenia que verlo fijamente, que no sabia que esto le hacia mas difícil el poder hablarle.
Ambos permanecieron en silencio hasta que Ren incomodo por la mirada de su compañero volvió a observar por la ventana, al mismo tiempo que se colocaba de pie, recargando su cabeza en el frió vidrio, haciendo que el ainu por fin reaccionara y se acercara.
-Ren- llamo Horo-Horo, mas este no respondió- Quiero hablar contigo
-Te escucho-
Molesto por la indiferencia que en ese momento le prestaba el joven Tao, Horo-Horo tomo firmemente la mano de Ren haciéndolo así girar para que lo mirara, pero se había olvidado completamente del estado en que se encontraba y debido a que aun se encontraba débil, Ren se tambaleo y hubiera caído al suelo de no ser porque Horo-Horo lo sostuvo fuertemente por la cintura.
Al notar la cercanía, Ren que tenia sus manos en el pecho del ainu intento alejarse pero este no se lo permitió.
-¿Acaso estas jugando conmigo?- pregunto Ren
-No- respondió Horo-Horo no comprendiendo muy bien la pregunta- ¿Por qué piensas eso?
-Te vi besando a Tamao
Esto inevitablemente hizo que el ainu sonriera, provocando que el Tao se sintiera incomodo, como si lo estuviera manejando, por lo que nuevamente intento alejarse, consiguiendo que Horo-Horo lo sujetara con mayor fuerza.
-¿Acaso estas celoso?
"Celoso" esa palabra resonó en su cabeza, ¿seria eso?, ¿acaso estaba celoso?.
-Ja celoso......- dijo interrumpiendo sus palabras ya que inexplicablemente la cercanía entre los dos se había reducido- yo...
Aprovechando que Ren se había sumergido en sus pensamientos momentáneamente había reducido la fuerza de sus brazos, así que pudo acercársele lo suficiente, rozando sus labios con los del Tao, aquel simple toque había disparado su corazón; pero Ren logro reaccionar a tiempo separar un poco a Horo-Horo, aunque no lo suficiente para impedir que el aliento de este se mezclara con el suyo, necesitaba una respuesta y no descansaría hasta que la obtuviera.
-Eso solo fue un accidente- dijo divertido Horo-Horo, pero inmediatamente su expresión se puso seria cosa que sorprendió a Ren- Además tu BESASTE a YHO.
-Eso es diferente- dijo Ren- Yo estaba DORMIDO y fue Yho quien me beso no yo a él.
Una explicación clara y concisa, bastante lógica, que hizo que Horo-Horo sonriera y atrajera el cuerpo de Ren con mayor insistencia, provocando un leve estremecimiento, pero aquellas manos impedían que pudiera sentir completamente ese firme cuerpo, al igual que eran las mismas manos que impedían que pudiera besar sus finos labios, ¿acaso Ren quería torturarlo? Por eso era lo que sentía, una placentera tortura al tenerlo tan cerca y no poder besarlo.
-¿Qué no te das cuenta?- pregunto Horo-Horo consiguiendo la mirada confusa de Ren- Que no te das cuenta que me gusta,..... y no solo me gustas, yo te amo.
Esas simples palabras trajeron una revoluciono de sentimientos a Ren, quien aminoro la presión que ejercían sus brazos, dejando así que el ainu aprovechara la oportunidad para sellar con un besos sus boca, dejando que su lengua lamiera lentamente sus labios, haciendo que un estremecimiento recorriera su cuerpo cuando las manos de Horo-Horo comenzaron ascender por su cuerpo alzando sin querer su camiseta roja, colocándolas en su espalda y en la nuca acercándolo de manera posesiva.
Sin saber porque, intento nuevamente apartarlo, pero los firmes brazos que lo sujetaban no lo soltaron, provocando que se fueran hacia atrás cayendo al suelo, en una posición bastante comprometedora.
Horo-Horo se aparto de Ren viéndolo fijamente, provocando un pequeño quejido de protesta por parte de este al sentir el abandono de sus labios haciendo que el ainu sonriera; un leve tinte rojizo adornaba las pálidas mejillas de shaman chino al mismo tiempo que trataba de restablecer su respiración; aun sin quitársele de encima el ainu coloco sus brazos a cada lado de la cabeza de Ren, y sus piernas entre las de este, impidiéndole así que pudiera escapar.
Se sentía bien el tener tan cerca de Horo-Horo aquella calidez tan apacible, quería sentirlo más cerca, quería saber que a su lado la oscuridad nunca llegaría; sus manos no se apartaron del lugar en que anteriormente estaban, le gustaba sentir el pecho firme de su compañero, y el movimiento que este hacia cuando respiraba ahora de manera un poco mas agitada, al igual que el descontrolado latir de su corazón; se pregunto como seria su piel bajo el contacto de sus manos, esto inevitablemente hizo que se sonrojara; pero sus pensamientos se interrumpieron cuando sintió el roce de los labios del ainu en su cuello, para luego comenzar a dar ligeros besos, que luego se fueron transformando en suaves mordidas, que cada vez se iban volviendo mas intensas.
Cerro fuertemente sus ojos dejando que las sensaciones lo invadieran, dejando así que sus manos se deslizaron por el pecho de Horo-Horo hasta que estas se introdujeron dentro de la chaqueta de este, provocando un suave gemido del ainu al sentir las manos de Ren subir por su espalda, al mismo tiempo que su chaqueta ascendía al ritmo de aquellas exploradoras manos, esa caricia que al principio fue tímida se fueron haciendo mas certeras, demostrándole así cuanto lo deseaba.
Esto era demasiado, su espalda comenzaba a enviaba numerosas corrientes que lo hacían estremecerse a causa de la manos de Ren, por lo decidió darle rienda suelta a las emociones que había intentado reprimir, dejo que sus manos bajaran por el pecho aun cubierto por la camisa roja de Ren, para comenzar a desabotonarla.
Ren tembló cuando los labios de Horo-Horo comenzaron a bajar por su pecho ahora descubierto, aquellos ardientes y enloquecedores labios que de vez en cuando daban pequeñas mordías dejando algunas marcas en su sensible piel, habían atrapando uno de sus pezones entre su boca, haciendo mas agitada su respiración; por otro lado el ainu quería grabar todo ese momento en su memoria, su boca marcando pacientemente un camino por el firme pecho de su compañero, recorriendo la caprichosa musculatura de su cuerpo; sus curiosas manos se deslizaron a las piernas de Ren, provocando que sus respiraciones fueran mucho mas pesadas.
Un pequeño gemido escapo de los labios de Ren haciendo que Horo-Horo alzara su cabeza, viéndolo fijamente, contemplando anhelantemente aquellos sonrojados labios entreabiertos que le imploraban a gritos por un beso, sus ojos fuertemente cerrados y el rubor en su mejillas hizo imposible que Horo- Horo se acercara y probara una vez mas aquel embriagante sabor.
Con un movimiento suave Ren logro quitarle la chaqueta a Horo-Horo, estremeciéndose al sentir el pecho descubierto de Horo-Horo hacer contacto con su piel, consiguiendo que este lo besara fieramente en los labios, aquella era una batalla por el control, mientras sus manos se encargaban de explorar cada cm de sus cuerpos; movimientos sensuales, atrayentes casi insoportables al sentir toda aquellas sensaciones, que imploraban por más.
Aun en medio del beso, Horo-Horo presiono descaradamente con una de sus piernas la entrepierna de Ren asiendo que este arqueara un poco la espalda y dejara escapar un suspiro que se perdió en el interior de su boca, fue en ese momento cuando una de las manos del ainu bajo nuevamente por su pecho, sabiendo los lugares donde su compañero suspiraba de placer, haciendo movimientos circulares alrededor de su ombligo, para luego detenerse en su cintura, muy cerca del cinturón que sujetaba sus pantalones.
Aquellas caricias lo estaban enloqueciendo y Horo-Horo sabia esto, y el no se quedaba atrás sus manos pasaron a el pecho de este recorriendo con la yema de sus dedos la piel suave, haciéndolo estremecer, y acercarse lo mas que podía, dejando que el cálido calor de sus cuerpos los envolviera; sus dedos atraparon uno de sus pezones logrando un gemido por parte del ainu estallara en su boca; pero de un momento a otro este se detuvo, sus labios se separaron y Horo-Horo apoyo su frente contra la de Ren, aunque no retiro las manos de su cuerpo. Ambos trataban de restablecer sus respiraciones, los rostros sonrojados y el intenso calor que se sentía los hizo sonreír, esto hizo que el joven Tao notara algo inusual en la mirada de su compañero, aunque esta vez si comprendió perfectamente que era lo que le quería decir.
-Yo también te amo- dijo Ren ocultado su rostro avergonzado en el cuello del ainu, era verdad que amaba a Horo-Horo, él era el único que podía hacerlo sentir libre, él que lo sacaba de la oscuridad, él que en ese momento hacia latir con fuerza su corazón, la única persona capas de hacerlo sentir así.
Eso era lo único que necesitaba escuchar, el sentir tan cerca de Ren era algo que siempre había deseado y ahora que por fin lo lograba no iba a desaprovechar la oportunidad; su boca nuevamente busco la de Ren fundiéndose en un beso mas calmado pero igual o mas necesario que los demás, capturando suavemente su labios dejando que su lengua los delineara perfectamente, para luego introducirla en el interior de su boca, explorando una vez mas su interior, degustando su calidez; sintió como una las manos de Ren comenzaban a trazar dibujos imaginarios en su espalda, mientras que la otra se posaba en su nuca y lo acercaba con mayor insistencia profundizando así el beso, asiendo que sus lenguas jugaran entre si.
Las sensaciones que le producían el joven Tao hicieron que sus manos continuaran donde se había quedado, el cinturón blanco que sujetaba los pantalones negros de Ren por fin cedió dejando que ambos se estremecieran; era claro que Horo-Horo quería pasar de las caricias y él no oponía ninguna resistencia a los deseos de este, fue entonces cuando su espalda nuevamente se arqueo al sentir la mitad de la mano del ainu ingresar a sus pantalones, sus manos rodearon el cuello del ainu para sentirlo mas cerca, sus caderas presionándose insinuantemente, demostrando con cada caricia como todo aquello solo era una muestra del gran amor que se tenían.
-¡¡¡HORO-HORO!!! YHO TE NECESITA- dijo Manta- Ren ya estas despierto, pero ._. que estaban haciendo?
Que momento tan oportuno decidió Manta para ingresar a la habitación y su pregunta se debía a que Ren se encontraba contra la pared, cerca de la ventana dejando así que la oscuridad lo ocultara y no se pudiera ver que su camisa y pantalones se encontraban desabrochados; mientras que Horo-Horo como pudo se coloco torpemente su chaqueta quedando frente de Ren, dándole la espalda a Manta.
-Nada Manta....- dijo el ainu respirando pesadamente- No estábamos haciendo nada.
- Yho necesita hablar contigo- dijo Manta- Date prisa porque los zombis han ingresado al pueblo.
-¡¿Qué!?- dijeron Horo-Horo y Ren al unísono.
Fue entonces cuando una de las paredes se derrumbo, dejando un rastro de humo, que los cegó por unos segundos, y luego de que todo aquello que les impedía que vieran correctamente se hubiera dispersado pudieron ver cinco zombis de la familia Tao frente de ellos, provocando que nuevamente la mirada de Ren comenzara a ensombrecerse y el cuarto le diera vueltas.
-¿Ren?- llamo Horo-Horo al ver la apariencia bacía de este, pero no consiguió respuesta alguna.
Con rapidez se paro sacando su estatuilla listo para hacer la posesión de objetos; Manta estaba estático viendo con temor los enormes zombis que pretendían derribar al ainu y llevarse a Ren.
-Manta vete de aquí y llévate a Ren- dijo Horo-Horo.
Manta no discutió con él sabia que seria inútil, se acerco corriendo donde Ren tratando de que saliera del trance en que se encontraba pero parecía inútil; fue entonces cuando sintió un escalofrió recorrer por su espalda, la poca luz que había en la habitación se extinguió detrás de él, giro lentamente su mirada para comprobar con temor sus suposiciones eran ciertas al ver uno de los zombis detrás suyo que dirigió un certero golpe en su dirección, haciendo que cerrara fuertemente los ojos.
Al no sentir el golpe Manta abrió sus ojos viendo como el ainu se interponía entre los dos, oportunidad que aprovecho otra de las marionetas de los Tao para atacar, fue Horo-Horo quien esta vez cerro sus ojos.
-¡¡REN!!- exclamo Manta
El joven Tao había convocado su lanza y partido en dos al zombi, aun sin cambiar aquella mirada bacía, entonces Horo-Horo también acabo con el oponente que tenia en frente; estaba cansado, aun no recuperaba todas sus energías, por lo que opto por la primera opción que se le vino a la mente.
-¡¡CORRAN!!-
Dijo al mismo tiempo que tomaba la mano de Ren y la de Manta, saliendo tan rápido como sus piernas lo permitían, el shaman chino se movía por inercia, mientras que el amigo humano de Yho era llevado arrastrado por Horo-Horo, fue entonces cuando a el ainu se le ocurrió algo.
-Espero que me perdones Manta n_nUUU- dijo algo divertido, consiguiendo la mirada confundida de este- Ellos no te están persiguiendo a ti, buscan a Ren.
Y dicho esto Horo-Horo lanzo fuertemente a Manta hacia uno de los cuartos vacíos, demostrando que él estaba en lo cierto, los zombis siguieron derecho sin prestarle mayor atención, mientras que Horo-Horo seguían corriendo junto con Ren por los largos pasillos, sujetando fuertemente la mano de este.
Con un movimiento rápido y sorpresivo el ainu pudo perder momentáneamente a sus perseguidores, ocultándose en un oscuro cuarto apoyando a Ren contra la pared dio un vistazo rápido por la puerta de madera carcomida. Lo estaban buscado pero tomaron un rumbo distinto esto hizo que suspirara de alivio y fijara su atención en Ren que no mostraba ninguna emoción.
¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Cómo logra que el joven Tao despertara? Estuvo a punto de hablar cuando escucho la voz angustiada de Yho gritar.
-¡¡¡AAAANNNNNNAAAAAA!!!!
CONTINUARA:
^-^ I FINISH, al fin TT. TT pude terminar, wuajajajaja y los deje con la curiosidad sobre que sucedió^^; si * ya se que no soy muy buena escribiendo pero deben tenerme paciencia conmigo si n_n
Sobre el Lime -_- no tengo ni idea si al menos merece llamarse Lime u_u, creo que ni siquiera es, pero es todo lo que puedo hacer TT^TT, yo ya había dicho que no era buena haciendo esto TT-TT|||| pero al menos lo intente.
Y ahora lo mas importante los ¡¡REVIEWS!!!! ^^ que aunque solo me dejaron dos estoy muy agradecida.
YUINA-CHAN: NE Yuina-chan n_n gracias por leer mi Fic y me alegra que te guste, y como puedes ver en este capitulo mi querido Ren no sufre tanto ^^UU aunque lo deje medio atontado pero no importa n_nUU luego se recupera ^__^
KENSSY: .......... ._. (silencio absoluto) ......... ._. ............¡¡¡¡NANI!!! O.O odiar a Ren enserio piensas eso (¬¬ mirada fría de Kenssy-san para Ann) TT . TT||||| no pienses eso Kenssy-san yo a mi chico Tao lo quiero mucho aunque no se note n_nUUU pero como vez no le fue nada mal en este capitulo ^//^, así que ya no tiene que sufrir tanto por el lindo Ren n_n; me alegro que te parezca interesante mi Fic n__n eso me anima, y ya que tu eres una de las pocas personas que le gusta mi Fic te lo dedico ^-^ espero que te guste; y sobre mi tardanza no es culpa mía, es difícil conseguir un computador TT_TT, otra vez gracias por tu apoyo Kenssy- san n__n eres buena amiga.
OK recuerden no me pueden matar hasta que termine esta cosa horrorosa u_u sobre como me quedo este capitulo "OPINEN" por favor, ya que no tengo ni idea de cómo me quedo, ¡¡¡¡ESCRIBAN!!!, pueden dejar un Reviews o me escriben a anlrobi@yahoo.com ya saben cualquier sugerencia, amenaza de muerte o lo que se les ofrezca ^^.
Se despide ANN SAOTOMO n_n.
Bien esta capítulo tiene una parte lime n//n, pero e aquí una aclaración, porque el Lime es algo suave, no como el Lemon es explícitamente una relación sexual.
Ok no los molesto mas solo quiero aclarar que Shaman King no me pertenece pero que REN ES MIO Y NADIE ME LO QUITA WUJAJAJAJAJAJAA
CAPITULO NOVENO: LET ME BE WITH YOU
Aquella sombra negra corriendo entre la oscuridad de la noche era seguida muy de cerca por dos shamanes que intentaban derribar aquel ser que se había atrevido a secuestrar al joven Tao.
-¡¡¡REEEENNNNNN!!!!
-¡¡¡RENNN!!!
Gritaban ambos intentado que este recobrara el conocimiento, siendo sus intentos en vano, el zombi que se movía entre los árboles llevaba entre sus brazos el cuerpo sumergido en la oscuridad causada por su padre y que su propio corazón había intensificado.
*************************** "¿Por qué todos mueren?"
Era la voz infantil que resonaba entre la oscuridad, que desde hacia mucho tiempo Ren había estado cayendo; los pensamientos coherentes era algo que no se mantenía presentes en su mente; pero aquella pregunta era rápidamente contestada por una voz mas grave.
"Eso no tiene solución"
El presente y el pasado; el mañana y el ayer; todo eso había desaparecido de su mundo, ¿Qué caso tendría despertar? ¿Por qué debía hacerlo?.
-¡¡¡RREEEENNN!!!!
Esa voz, él conocía esa voz, inevitablemente esto hizo que se moviera, mas aun sentía su cuerpo pesado, a pesar de eso sabia bien que había despertado, el sonido de las pisadas en la nieve, el canto de los árboles cuando eran acariciados por la fría ventisca, y en especial el contacto que mantenía su piel con los fríos copos de hielo. ***************************************
Yho apretó fuertemente sus puños, la desesperación de perder al joven Tao le había dado las fuerzas suficientes para correr con mayor agilidad, el ainu que aun se encontraba débil por la gran cantidad de energía gastada, se le dificulto seguirle el paso al Asakura quien alcanzo al zombi y lo partirlo en dos, sosteniendo a Ren antes de que cayera al suelo.
La sacerdotisa que se había quedo atrás junto con Ryo y Manta intentado acabar con la gran cantidad de zombis que le obstruirán el paso; había efectuado un movimiento rápido dejando a Ryo con todo el trabajo, para llegar con rapidez al lugar donde se encontraba su prometido, estaba preocupada y en ese momento no le importaba disimularlo; cuando llego vio que Horo-Horo se había detenido y en su rostro se veía una alegría incalculable al mismo tiempo la tranquilidad que se reflejaba en una bella sonrisa.
Anna vio detenidamente el motivo de aquel sentimiento encontrando a Yho arrodillado en la nieve, junto a Ren quien ahora se encontraba despierto pero se le veía agotado, sus ojos dorados nuevamente poseían ese hipnotizante brillo, que hizo que Yho también sonriera.
Estaba mareado y su vista aun estaba algo nublosa, pudo percibir una cálida presencia que estaba cerca, eso lo tranquilizo porque anteriormente había sentido mucho frió, sin lidiar mas con sus pensamientos y sensaciones, recargo lentamente su cabeza contra el hombro de aquella persona, logrando que esta se estremeciera, pero no intento descifrar el porque, solo se limito a acercarse mas tratando de que aquel calor protector lo envolviera.
Yho se quedo completamente estático al ver como Ren se apoyaba en su hombro ocultando su rostro en su cuello, ocasionando así que aquellos finos labios rozaran su piel; al mismo tiempo que se acercaba mas, quedando completamente contra su cuerpo, esto lo hizo sonreír con ternura al ver la tranquila apariencia del orgulloso y sarcástico Ren Tao, por lo que sin pensarlo y sin darle importancia a las personas que estaban detrás suyo rodeo con sus brazos el frió cuerpo que ahora tenia tan cerca, aspirando aquel embriagante aroma.
Algo se quebró en el corazón de Anna y Horo-Horo al ver aquella escena, al mismo tiempo que murmuraban inconscientemente la misma palabra.
-Te perdí
Ren había caído en un profundo y tranquilo sueño, por lo que pronuncio el nombre de la persona amada; ocasionando que Yho se quedara completamente mudo, para luego reaccionar con una triste sonrisa que adorno su labios, hundiendo su rostro entre los cabellos violetazos del joven Tao, acercándolo con mas insistencia contra su cuerpo.
-Vamos Yho- dijo Anna
La voz de la sacerdotisa sonaba lejana y quebradiza, pero solo Horo-Horo que estaba cerca pudo escucharla, haciendo que se compadeciera de cierta forma de ella; comprendía lo que sentía querer a alguien que es inalcanzable, que se suponía que debía hacer, Ren se veía muy tranquilo entre los brazos de Yho, ¿acaso debía renunciar a él?, ¿dejarlo para siempre?; negó enérgicamente su cabeza intentado alejar esos pensamientos, no estaba seguro de lo que sentía Ren por él, aunque sea debía gustarle un poquito, sino era así, ¿entonces porque respondió sus besos esa noche?, lo primero que debían hacer era buscar a Ryo y Manta, luego un lugar donde refugiarse, porque la gran cantidad de nieve indicaba que pronto vendría una fuerte tormenta, y por ultimo esperar que Ren despertara y hablar con él; aunque quizás esta era lo que mas le asustaba, mas que los zombis de los Tao, no podía pensar en perder al joven de los ojos dorados.
Caminaron un rato en silencio, Yho llevaba en su espalda a Ren mientras que Anna se encontraba mas adelante dejando que su cabello le cubriera los ojos, el ainu que se encontraba al lado del Asakura observaba de vez en cuando al inconsciente Ren.
-¡¡DOÑA ANNA!!! ¡¡¡DON YHO!!- grito Ryo siendo seguido por Manta.
-Encontramos un pueblo muy cerca de aquí- dijo Manta respirando agitadamente
-Bien, llévanos hasta halla por favor Manta- dijo Yho
-¿Hay pero que les pasa?- pregunto Ryo al ver el ambiente tan tenso.
Pero su única respuesta fue la fría y atemorizante mirada de Anna que congelaría hasta un hielo, mientras que esta comenzaba a caminar, ninguno de los presentes se atrevió a decir algo mas, y Horo-Horo tuvo que llevarse arrastrando a Ryo que se había quedado estático, como si se hubiera convertido en piedra.
No les tomo mucho tiempo encontrar dicho pueblo, aunque no parecía que alguien viviera en él, los espíritus acompañantes inspeccionaron cada rincón de este pero no encontraron nada, ni zombis, ni espíritus, ni personas; las casas se veían viejas, algunas daban la apariencia de que en cualquier momentos se iban a derrumbar, les faltaban los techos, y algunas paredes, por lo que caminaron hasta encontrar una gran casa de tres pisos, que se veía en buen estado.
Entraron en silencio cerciorándose de que esta estuviera desabitada, esa apariencia tenebrosa y lúgubre se debía a las altas paredes llenas de telañaras que se iban hacia los lados, acompañadas por horribles gárgolas que se encontraban en todos los costados, y dos especialmente grandes en frente de las largas escaleras.
Anna entro despreocupadamente seguida por los demás, para luego subir por las escaleras, siendo el único sonido audible el de sus pisadas que resonaron en todo el oscuro lugar; el segundo piso se veía mejor que el primero, por lo que la sacerdotisa abrió uno de los numerosos cuartos que en este se encontraban, para luego girar y ver detenidamente a sus compañeros.
-Creo que descansaremos esta noche en este lugar a causa de la tormenta- dijo Anna- Las habitaciones están en buen estado.
Luego de organizarse lo mejor que pudieron Ryo fue hacer guardia, mientras afuera de habitación donde se encontraba descansado Ren se libraba una discusión.
-Dejaras que Horo-Horo cuide de Ren y eso es todo- dijo Anna
-Pero yo......- se quejaba Yho
-Pero nada- sentencio la sacerdotisa- Además necesito hablar contigo.
Estuvieron discutiendo durante un rato, ocasionando que Manta no entendiera nada de lo que sucedía, a Yho se le veía extrañamente serio, mientras que Anna se mostraba molesta y de cierta forma dolida y herida, claro que esto solo se reflejaba cuando se observaban directamente aquellos ojos negros como la noche.
Finalmente la discusión ceso y la Anna termino convenciendo a su prometido de dejara a Ren con el ainu, alegando que tenían un asunto pendiente, por lo que Manta fue hacerle compañía a Ryo.
Horo-Horo abrió la puerta lentamente de la habitación viendo hacia el pasillo donde comenzaban a perderse las siluetas de sus compañeros; su mirada se quedo como hipnotizada cuando vio la delgada figura de Ren sentado en una cama donde habían puesto varias sabanas debido a la gran cantidad de polvo que esta tenia.
Su corazón latía fuertemente, y ahora que debía hacer? Que le iba a decir?, lo bueno era que Ren se encontraba observando la ventana que estaba cerca, por lo que sus dorados ojos veían fijamente como la nieve se mostraba furiosa y sin piedad alguna, si miraba directamente a Ren esta seria su perdición aquellos ojos dorados solo harían que se le acercara y lo besara.
-Veo que ya despertaste RenTado- dijo Horo-Horo tratando de suavizar el ambiente, no le agradaba aquel silencio- ¿Te sientes bien?
-Si
Ren no dijo nada mas, aun estaba algo confundido con tantas preguntas; en primer lugar tenia al ainu, había comprendido que le atraía pero ¿y él qué sentía? No quería preguntárselo después de todo había visto como besaba a Tamao; en segundo lugar estaba la oscuridad que lo invitaba constantemente a formar parte de su mundo; también estaba el sacrificio que hacían sus compañeros por él; definitivamente eran demasiadas preguntas, por lo que después de darse cuenta del inusual silencio que se estableció después de la llegada de Horo-Horo lo miro fijamente, comprobando como este lo observaba minuciosamente.
El silencio no era algo común en Horo-Horo, pero ver aquella mirada lo desconcertó aun mas, era la misma mirada que tenia cuando se besaron en la pensión Asakura, pero aun no sabia que le quería decir con esto.
Demonios porque Ren tenia que verlo fijamente, que no sabia que esto le hacia mas difícil el poder hablarle.
Ambos permanecieron en silencio hasta que Ren incomodo por la mirada de su compañero volvió a observar por la ventana, al mismo tiempo que se colocaba de pie, recargando su cabeza en el frió vidrio, haciendo que el ainu por fin reaccionara y se acercara.
-Ren- llamo Horo-Horo, mas este no respondió- Quiero hablar contigo
-Te escucho-
Molesto por la indiferencia que en ese momento le prestaba el joven Tao, Horo-Horo tomo firmemente la mano de Ren haciéndolo así girar para que lo mirara, pero se había olvidado completamente del estado en que se encontraba y debido a que aun se encontraba débil, Ren se tambaleo y hubiera caído al suelo de no ser porque Horo-Horo lo sostuvo fuertemente por la cintura.
Al notar la cercanía, Ren que tenia sus manos en el pecho del ainu intento alejarse pero este no se lo permitió.
-¿Acaso estas jugando conmigo?- pregunto Ren
-No- respondió Horo-Horo no comprendiendo muy bien la pregunta- ¿Por qué piensas eso?
-Te vi besando a Tamao
Esto inevitablemente hizo que el ainu sonriera, provocando que el Tao se sintiera incomodo, como si lo estuviera manejando, por lo que nuevamente intento alejarse, consiguiendo que Horo-Horo lo sujetara con mayor fuerza.
-¿Acaso estas celoso?
"Celoso" esa palabra resonó en su cabeza, ¿seria eso?, ¿acaso estaba celoso?.
-Ja celoso......- dijo interrumpiendo sus palabras ya que inexplicablemente la cercanía entre los dos se había reducido- yo...
Aprovechando que Ren se había sumergido en sus pensamientos momentáneamente había reducido la fuerza de sus brazos, así que pudo acercársele lo suficiente, rozando sus labios con los del Tao, aquel simple toque había disparado su corazón; pero Ren logro reaccionar a tiempo separar un poco a Horo-Horo, aunque no lo suficiente para impedir que el aliento de este se mezclara con el suyo, necesitaba una respuesta y no descansaría hasta que la obtuviera.
-Eso solo fue un accidente- dijo divertido Horo-Horo, pero inmediatamente su expresión se puso seria cosa que sorprendió a Ren- Además tu BESASTE a YHO.
-Eso es diferente- dijo Ren- Yo estaba DORMIDO y fue Yho quien me beso no yo a él.
Una explicación clara y concisa, bastante lógica, que hizo que Horo-Horo sonriera y atrajera el cuerpo de Ren con mayor insistencia, provocando un leve estremecimiento, pero aquellas manos impedían que pudiera sentir completamente ese firme cuerpo, al igual que eran las mismas manos que impedían que pudiera besar sus finos labios, ¿acaso Ren quería torturarlo? Por eso era lo que sentía, una placentera tortura al tenerlo tan cerca y no poder besarlo.
-¿Qué no te das cuenta?- pregunto Horo-Horo consiguiendo la mirada confusa de Ren- Que no te das cuenta que me gusta,..... y no solo me gustas, yo te amo.
Esas simples palabras trajeron una revoluciono de sentimientos a Ren, quien aminoro la presión que ejercían sus brazos, dejando así que el ainu aprovechara la oportunidad para sellar con un besos sus boca, dejando que su lengua lamiera lentamente sus labios, haciendo que un estremecimiento recorriera su cuerpo cuando las manos de Horo-Horo comenzaron ascender por su cuerpo alzando sin querer su camiseta roja, colocándolas en su espalda y en la nuca acercándolo de manera posesiva.
Sin saber porque, intento nuevamente apartarlo, pero los firmes brazos que lo sujetaban no lo soltaron, provocando que se fueran hacia atrás cayendo al suelo, en una posición bastante comprometedora.
Horo-Horo se aparto de Ren viéndolo fijamente, provocando un pequeño quejido de protesta por parte de este al sentir el abandono de sus labios haciendo que el ainu sonriera; un leve tinte rojizo adornaba las pálidas mejillas de shaman chino al mismo tiempo que trataba de restablecer su respiración; aun sin quitársele de encima el ainu coloco sus brazos a cada lado de la cabeza de Ren, y sus piernas entre las de este, impidiéndole así que pudiera escapar.
Se sentía bien el tener tan cerca de Horo-Horo aquella calidez tan apacible, quería sentirlo más cerca, quería saber que a su lado la oscuridad nunca llegaría; sus manos no se apartaron del lugar en que anteriormente estaban, le gustaba sentir el pecho firme de su compañero, y el movimiento que este hacia cuando respiraba ahora de manera un poco mas agitada, al igual que el descontrolado latir de su corazón; se pregunto como seria su piel bajo el contacto de sus manos, esto inevitablemente hizo que se sonrojara; pero sus pensamientos se interrumpieron cuando sintió el roce de los labios del ainu en su cuello, para luego comenzar a dar ligeros besos, que luego se fueron transformando en suaves mordidas, que cada vez se iban volviendo mas intensas.
Cerro fuertemente sus ojos dejando que las sensaciones lo invadieran, dejando así que sus manos se deslizaron por el pecho de Horo-Horo hasta que estas se introdujeron dentro de la chaqueta de este, provocando un suave gemido del ainu al sentir las manos de Ren subir por su espalda, al mismo tiempo que su chaqueta ascendía al ritmo de aquellas exploradoras manos, esa caricia que al principio fue tímida se fueron haciendo mas certeras, demostrándole así cuanto lo deseaba.
Esto era demasiado, su espalda comenzaba a enviaba numerosas corrientes que lo hacían estremecerse a causa de la manos de Ren, por lo decidió darle rienda suelta a las emociones que había intentado reprimir, dejo que sus manos bajaran por el pecho aun cubierto por la camisa roja de Ren, para comenzar a desabotonarla.
Ren tembló cuando los labios de Horo-Horo comenzaron a bajar por su pecho ahora descubierto, aquellos ardientes y enloquecedores labios que de vez en cuando daban pequeñas mordías dejando algunas marcas en su sensible piel, habían atrapando uno de sus pezones entre su boca, haciendo mas agitada su respiración; por otro lado el ainu quería grabar todo ese momento en su memoria, su boca marcando pacientemente un camino por el firme pecho de su compañero, recorriendo la caprichosa musculatura de su cuerpo; sus curiosas manos se deslizaron a las piernas de Ren, provocando que sus respiraciones fueran mucho mas pesadas.
Un pequeño gemido escapo de los labios de Ren haciendo que Horo-Horo alzara su cabeza, viéndolo fijamente, contemplando anhelantemente aquellos sonrojados labios entreabiertos que le imploraban a gritos por un beso, sus ojos fuertemente cerrados y el rubor en su mejillas hizo imposible que Horo- Horo se acercara y probara una vez mas aquel embriagante sabor.
Con un movimiento suave Ren logro quitarle la chaqueta a Horo-Horo, estremeciéndose al sentir el pecho descubierto de Horo-Horo hacer contacto con su piel, consiguiendo que este lo besara fieramente en los labios, aquella era una batalla por el control, mientras sus manos se encargaban de explorar cada cm de sus cuerpos; movimientos sensuales, atrayentes casi insoportables al sentir toda aquellas sensaciones, que imploraban por más.
Aun en medio del beso, Horo-Horo presiono descaradamente con una de sus piernas la entrepierna de Ren asiendo que este arqueara un poco la espalda y dejara escapar un suspiro que se perdió en el interior de su boca, fue en ese momento cuando una de las manos del ainu bajo nuevamente por su pecho, sabiendo los lugares donde su compañero suspiraba de placer, haciendo movimientos circulares alrededor de su ombligo, para luego detenerse en su cintura, muy cerca del cinturón que sujetaba sus pantalones.
Aquellas caricias lo estaban enloqueciendo y Horo-Horo sabia esto, y el no se quedaba atrás sus manos pasaron a el pecho de este recorriendo con la yema de sus dedos la piel suave, haciéndolo estremecer, y acercarse lo mas que podía, dejando que el cálido calor de sus cuerpos los envolviera; sus dedos atraparon uno de sus pezones logrando un gemido por parte del ainu estallara en su boca; pero de un momento a otro este se detuvo, sus labios se separaron y Horo-Horo apoyo su frente contra la de Ren, aunque no retiro las manos de su cuerpo. Ambos trataban de restablecer sus respiraciones, los rostros sonrojados y el intenso calor que se sentía los hizo sonreír, esto hizo que el joven Tao notara algo inusual en la mirada de su compañero, aunque esta vez si comprendió perfectamente que era lo que le quería decir.
-Yo también te amo- dijo Ren ocultado su rostro avergonzado en el cuello del ainu, era verdad que amaba a Horo-Horo, él era el único que podía hacerlo sentir libre, él que lo sacaba de la oscuridad, él que en ese momento hacia latir con fuerza su corazón, la única persona capas de hacerlo sentir así.
Eso era lo único que necesitaba escuchar, el sentir tan cerca de Ren era algo que siempre había deseado y ahora que por fin lo lograba no iba a desaprovechar la oportunidad; su boca nuevamente busco la de Ren fundiéndose en un beso mas calmado pero igual o mas necesario que los demás, capturando suavemente su labios dejando que su lengua los delineara perfectamente, para luego introducirla en el interior de su boca, explorando una vez mas su interior, degustando su calidez; sintió como una las manos de Ren comenzaban a trazar dibujos imaginarios en su espalda, mientras que la otra se posaba en su nuca y lo acercaba con mayor insistencia profundizando así el beso, asiendo que sus lenguas jugaran entre si.
Las sensaciones que le producían el joven Tao hicieron que sus manos continuaran donde se había quedado, el cinturón blanco que sujetaba los pantalones negros de Ren por fin cedió dejando que ambos se estremecieran; era claro que Horo-Horo quería pasar de las caricias y él no oponía ninguna resistencia a los deseos de este, fue entonces cuando su espalda nuevamente se arqueo al sentir la mitad de la mano del ainu ingresar a sus pantalones, sus manos rodearon el cuello del ainu para sentirlo mas cerca, sus caderas presionándose insinuantemente, demostrando con cada caricia como todo aquello solo era una muestra del gran amor que se tenían.
-¡¡¡HORO-HORO!!! YHO TE NECESITA- dijo Manta- Ren ya estas despierto, pero ._. que estaban haciendo?
Que momento tan oportuno decidió Manta para ingresar a la habitación y su pregunta se debía a que Ren se encontraba contra la pared, cerca de la ventana dejando así que la oscuridad lo ocultara y no se pudiera ver que su camisa y pantalones se encontraban desabrochados; mientras que Horo-Horo como pudo se coloco torpemente su chaqueta quedando frente de Ren, dándole la espalda a Manta.
-Nada Manta....- dijo el ainu respirando pesadamente- No estábamos haciendo nada.
- Yho necesita hablar contigo- dijo Manta- Date prisa porque los zombis han ingresado al pueblo.
-¡¿Qué!?- dijeron Horo-Horo y Ren al unísono.
Fue entonces cuando una de las paredes se derrumbo, dejando un rastro de humo, que los cegó por unos segundos, y luego de que todo aquello que les impedía que vieran correctamente se hubiera dispersado pudieron ver cinco zombis de la familia Tao frente de ellos, provocando que nuevamente la mirada de Ren comenzara a ensombrecerse y el cuarto le diera vueltas.
-¿Ren?- llamo Horo-Horo al ver la apariencia bacía de este, pero no consiguió respuesta alguna.
Con rapidez se paro sacando su estatuilla listo para hacer la posesión de objetos; Manta estaba estático viendo con temor los enormes zombis que pretendían derribar al ainu y llevarse a Ren.
-Manta vete de aquí y llévate a Ren- dijo Horo-Horo.
Manta no discutió con él sabia que seria inútil, se acerco corriendo donde Ren tratando de que saliera del trance en que se encontraba pero parecía inútil; fue entonces cuando sintió un escalofrió recorrer por su espalda, la poca luz que había en la habitación se extinguió detrás de él, giro lentamente su mirada para comprobar con temor sus suposiciones eran ciertas al ver uno de los zombis detrás suyo que dirigió un certero golpe en su dirección, haciendo que cerrara fuertemente los ojos.
Al no sentir el golpe Manta abrió sus ojos viendo como el ainu se interponía entre los dos, oportunidad que aprovecho otra de las marionetas de los Tao para atacar, fue Horo-Horo quien esta vez cerro sus ojos.
-¡¡REN!!- exclamo Manta
El joven Tao había convocado su lanza y partido en dos al zombi, aun sin cambiar aquella mirada bacía, entonces Horo-Horo también acabo con el oponente que tenia en frente; estaba cansado, aun no recuperaba todas sus energías, por lo que opto por la primera opción que se le vino a la mente.
-¡¡CORRAN!!-
Dijo al mismo tiempo que tomaba la mano de Ren y la de Manta, saliendo tan rápido como sus piernas lo permitían, el shaman chino se movía por inercia, mientras que el amigo humano de Yho era llevado arrastrado por Horo-Horo, fue entonces cuando a el ainu se le ocurrió algo.
-Espero que me perdones Manta n_nUUU- dijo algo divertido, consiguiendo la mirada confundida de este- Ellos no te están persiguiendo a ti, buscan a Ren.
Y dicho esto Horo-Horo lanzo fuertemente a Manta hacia uno de los cuartos vacíos, demostrando que él estaba en lo cierto, los zombis siguieron derecho sin prestarle mayor atención, mientras que Horo-Horo seguían corriendo junto con Ren por los largos pasillos, sujetando fuertemente la mano de este.
Con un movimiento rápido y sorpresivo el ainu pudo perder momentáneamente a sus perseguidores, ocultándose en un oscuro cuarto apoyando a Ren contra la pared dio un vistazo rápido por la puerta de madera carcomida. Lo estaban buscado pero tomaron un rumbo distinto esto hizo que suspirara de alivio y fijara su atención en Ren que no mostraba ninguna emoción.
¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Cómo logra que el joven Tao despertara? Estuvo a punto de hablar cuando escucho la voz angustiada de Yho gritar.
-¡¡¡AAAANNNNNNAAAAAA!!!!
CONTINUARA:
^-^ I FINISH, al fin TT. TT pude terminar, wuajajajaja y los deje con la curiosidad sobre que sucedió^^; si * ya se que no soy muy buena escribiendo pero deben tenerme paciencia conmigo si n_n
Sobre el Lime -_- no tengo ni idea si al menos merece llamarse Lime u_u, creo que ni siquiera es, pero es todo lo que puedo hacer TT^TT, yo ya había dicho que no era buena haciendo esto TT-TT|||| pero al menos lo intente.
Y ahora lo mas importante los ¡¡REVIEWS!!!! ^^ que aunque solo me dejaron dos estoy muy agradecida.
YUINA-CHAN: NE Yuina-chan n_n gracias por leer mi Fic y me alegra que te guste, y como puedes ver en este capitulo mi querido Ren no sufre tanto ^^UU aunque lo deje medio atontado pero no importa n_nUU luego se recupera ^__^
KENSSY: .......... ._. (silencio absoluto) ......... ._. ............¡¡¡¡NANI!!! O.O odiar a Ren enserio piensas eso (¬¬ mirada fría de Kenssy-san para Ann) TT . TT||||| no pienses eso Kenssy-san yo a mi chico Tao lo quiero mucho aunque no se note n_nUUU pero como vez no le fue nada mal en este capitulo ^//^, así que ya no tiene que sufrir tanto por el lindo Ren n_n; me alegro que te parezca interesante mi Fic n__n eso me anima, y ya que tu eres una de las pocas personas que le gusta mi Fic te lo dedico ^-^ espero que te guste; y sobre mi tardanza no es culpa mía, es difícil conseguir un computador TT_TT, otra vez gracias por tu apoyo Kenssy- san n__n eres buena amiga.
OK recuerden no me pueden matar hasta que termine esta cosa horrorosa u_u sobre como me quedo este capitulo "OPINEN" por favor, ya que no tengo ni idea de cómo me quedo, ¡¡¡¡ESCRIBAN!!!, pueden dejar un Reviews o me escriben a anlrobi@yahoo.com ya saben cualquier sugerencia, amenaza de muerte o lo que se les ofrezca ^^.
Se despide ANN SAOTOMO n_n.
