¡Hi! ^^ como han estado n_n lamento la demora pero como solo recibí un solo
mensaje u_u pues pensé que no valía la pena seguir escribiendo esto TT^TT.
Así que esto es dedicado a Kenssy-chan n//n que es (creo) la única que le gusta mi Fic TT_TT, muchas gracias por tu apoyo Kenssy-Chan ^__^.
Ok no molesto mas n_nUU, Shaman King no me pertenece (por desgracia TT.TT) pero insistió, y nadie me lo saca de la mente que Ren es MÍO WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Homo fóbicos USHALE, USHALE advertencia HOROxREN
CAPITULO DIEZ: UN TE QUIERO, Y UN ADIOS
-¡¡¡¡AAAAAANNNNNNAAAAA!!!!!
El ainu observo en todas las direcciones Ren parecía no querer reaccionar su mirada perdida en el vacío, pero no podía salir y ayudar a Yho como hacerlo en cuanto abandonara ese cuarto seria una presa fácil para los zombis, que ni siquiera se fijarían en él sino que se llevarían inmediatamente al joven Tao.
-Vamos Ren, reacciona.
Palabras dichas en un susurro escaparon de sus labios mientras se acercaba a Ren tratando de encontrar alguna señal que le indicara que este se encontraba bien, pero no encontró nada solo una oscuridad que lentamente estaba envolviendo a Ren y no planeaba soltarlo.
-Ren- llamo una vez mas el ainu
Esta vez al ver ninguna reacción se acerco y rodeo con sus brazos el cuerpo frió y frágil de su compañero, apoyando su cabeza en el hombro de este, intentando ayudarlo, recuperar aquella calidez de sentía cuando se le acercaba.
-Horo-Horo....
Al escuchar su nombre se aparto de Ren sosteniéndolo por los hombros, y a pesar de que la oscuridad del cuarto era muy densa pudo ver claramente aquel brillo hipnotizante proveniente de los ojos dorados del joven Tao; estaba despierto, esto hizo que sonriera y volviera a abrazarlo fuertemente, esta vez no queriendo soltarlo.
-Horo-Horo....
Dijo un poco sorprendido Ren, estaba aturdido y de un momento a otro se encontraba recostado contra la pared y teniendo a el ainu fuertemente adherido a él; no recordaba nada ¿cuando había llegado a ese lugar tan frió y solitario?.
-¿Dónde estoy?- pregunto finalmente Ren haciendo que Horo-Horo se alejara y lo viera fijamente.
-¡¿Que?! No me digas que no lo recuerdas RenTado
Ren frunció el seño al escuchar ese sobre nombre pero antes de poder hablar y responder analizo las palabras de Horo-Horo dichas mitad burla y mitad reclamo;¿que le estaba reclamando?.
Casi de inmediato sus mejillas tomaron un rojo intenso, escondió su rostro avergonzado en el hombro del ainu y colocando sus manos en el pecho de este, apretándolas fuertemente contra su chaqueta, haciendo que Horo-Horo sonriera "si lo recordaba", pensó mientras que con su mano tomo el rostro de Ren hasta que este lo vio fijamente a los ojos, apoyo su frente contra la de shaman chino permitiendo que los mechones violetazos y celestes se mezclaran entre si.
Tener cerca a Horo-Horo siempre lo hacia sentirse tranquilo, no le importaba ocultar sus sentimientos ahora que recordaba lo que hace un momento había sucedido; nuevamente sus mejilla enrojecieron y en respuesta el ainu sonrió dulcemente, valla si que le gustaba verlo avergonzado, en cambio él ni se inmutaba por lo sucedido parecía como si aquello fuera lo mas normal del mundo, y tal vez lo era, pero como saberlo si nunca lo había sentido.
-Yo.....-
Iba a preguntarle que había sucedido pero los cálidos labios de Horo-Horo sellaron los suyos con un dulce beso; sus ojos nuevamente se abrieron grandes de sorpresa, eso era lo menos que se esperaba en esos momentos, los brazos del ainu rodearon su cintura aprisionándolo contra su cuerpo, deseando darle así la protección necesaria para que no lo apartaran de su lado; Ren se dejo llevar y sus brazos envolvieron el cuello de Horo-Horo acercándolo mas, ya nada importaba, solo aquel momento.
Sin saber como la lengua del ainu encontró el camino hasta la suya, haciéndolos estremecer ante aquel contacto tan intimo; las curiosas manos de Horo-Horo comenzaron a subir por la espalda de Ren alzando su camisa y permitiéndole tener contacto con aquella tersa piel, atrayéndolo mas, estando lo mas cerca posibles, tanto física como mentalmente, todo aquello que durante tanto tiempo habían guardado en secreto ahora se estaba demostrando en dulces y a la vez apasionadas caricias que nuevamente comenzaban a salirse de control.
Tenia los ojos fuertemente cerrados, en sus mejillas se podía apreciar el peculiar tono rojizo que adornaba su pálida piel, una de sus manos se coloco de manera posesiva en la nuca del ainu acercándolo mas y así profundizar el beso, dando paso a un sensual juego entre sus lenguas, mientras que su otra mano se poso en el pecho sintiendo esta vez el latir exasperado del corazón de Horo-Horo.
Las manos de Horo-Horo no se quedaban atrás y buscaron nuevamente los botones de la camiseta de Ren, para así dejar en libertad la atrayente piel de su pecho, haciendo que este se estremeciera cuando el ainu encontró su objetivo, para que sus manos recorrieran el ya memorizado pecho de Ren, volviendo su respiración agitada y acercara mas su cuerpo hasta que sus caderas se presionaron descaradamente, y tuviera que oprimir un pequeño gemido; un sonido, una presencia, unos 15 zombis, el joven Tao estaba seguro que se encontraban cerca por lo que intento alejarse del ainu, pero este no se lo permitió.
El beso fue roto abruptamente ambos respiraban agitadamente y un gemido de protesta por parte de Horo-Horo hizo que Ren sonriera al ver como su compañero pedía una explicación sin ni siquiera hablar, sus labios se abrieron para decir algo pero inmediatamente ambos sintieron las presencias cada vez mas cerca de las marionetas de los Tao.
Retrocedieron un poco alejándose de la puerta, dejando que el manto de la oscuridad los cubriera; aquel repulsivo sonido que producen los zombis al caminar fue escuchado perfectamente por los dos shamanes, sus cuerpos sin vida moviéndose rígidamente y aquel aroma tan nauseabundo inundo el aire; pasaron cerca de la habitación en la que se encontraban, la puerta cerrada solo dejaba ver las sombras filtrarse debajo de esta, los zombis pararon unos segundos frente de la habitación, ocasionando que el ainu y el joven Tao se escondieran detrás de una columna, habían entrado quedándose parados en la puerta revisaron sin entrar toda el cuarto, para luego dar media vuelta y marcharse.
Una vez que la oscuras presencias se hubieran alejado ambos suspiraron, y luego se vieron fijamente a los ojos, aun se encontraban muy cerca algo que solo los hizo sonreír, el estar con el otro simplemente hacia que se olvidaran del resto, no importaba donde estaba, o porque estaban en ese lugar, si se tenían el uno al otro lo demás restaba de importancia.
***************************************
***************************************
-¿De que quieres hablar Anna?- pregunto Yho . -¿De que crees?- dijo la sacerdotisa- Pues de nuestro compromiso. . -¿Qué hay con eso?- . -Quiero que definas de una vez nuestra situación Yho-
las palabras de Anna se oían lejanas, realmente podía percibirse todo aquel dolor que sentía, conocía bien la respuesta de Yho, pero no quería dejarlo ir, él era lo único que tenia, lo único que le quedaba.
-Sabes que nunca preguntaron mi opinión acerca de nuestro compromiso- dijo seriamente Yho. . -Pero la persona a la que amas no te corresponde- soltó fríamente Anna.
Doloroso pero cierto, Anna tenia razón, como siempre, valla sorpresa; sabia que Ren ya tenia a quien querer, pero eso hacia que se sintiera confundido, porque no le dolía tanto como pensó que seria, y ahora tenia a su prometida implorando porque no la abandonara, claro que Anna nunca se lo diría de frente, pero podía sentirlo, ¿Qué era lo que realmente sentía hacia Ren y hacia Anna?
Anna dio media vuelta, dándole la espalda a Yho, su cuerpo estaba tenso y algunos temblores era visibles, tenia los puños fuertemente cerrados, viendo fijamente un vidrio roto de una de las ventanas.
-No dejare que rompas nuestro compromiso- dijo Anna- Me prometiste una vida llena de tranquilidad y comodidades.
Era solo eso, Anna solo quería la comodidad que le había prometido, no era nada mas que eso.
Ambos se quedaron callados, Yho con un torbellino de ideas que removían su mente un mar en el que fácilmente podría ahogarse; por otra parte Anna intentaba demostrarle a su prometido cuanto lo necesitaba, que acaso no se daba cuenta de que el era el único que la había sacado de la oscuridad en la que la habían obligado a caer, que no se sabia lo mucho que lo quería, que lo amaba.
El tiempo pareció detenerse cuando Yho saco su espada y Ann su rosario, las presencias se hacían cada vez mas fuertes, corrieron hacia una de las ventanas que daba hacia la calle y hay los vieron, zombis mas de 40 que comenzaban a rodear la casa; la conversación tendría que esperar.
-¡¡¡MANTA!!!!- llamo Yho a lo que apareció el mencionado como un rayo- Ve y avísale a Horo-Horo, que no deje que se lleven a Ren.
los tres salieron corriendo del cuarto, Manta en dirección a la habitación donde descansaba el joven Tao, mientras que Yho y Anna iban a la entrada principal para evitar que entraran.
Al llegar al lugar encontraron que Ryo tenia bastantes problemas para retenerlos, eran demasiados para una sola persona y su poder espiritual no resistiría.
-Ryo ve a ver si Manta necesita ayuda- dijo Yho a lo que este lo miro con duda pero obedeció de inmediato.
Zombis cortados y algunos atrapados en un rosario era lo único que se vio en el oscuro y lúgubre lugar por un buen rato.
-Son demasiados- murmuro Anna lo suficientemente bajo para que no la escucharan.
Cada vez venían mas y mas, no podrían estar así para siempre; la sacerdotisa lanzo lejos uno de los zombis para luego quedarse quieta, su respiración se había cortado, sus ojos abiertos grandes de sorpresa a lo único a lo que mas le tenia miedo; uno gran zombi colocado detrás de su prometido que ni siquiera se había percatado de su presencia ahora planeaba acabar con la vida del sucesor de los Asakura.
No tenia necesidad de pensarlo, no dejaría que acabaran con la vida de Yho, corrió lo mas rápido que pudo y con su rosario aparto todo aquello que insistía en obstruirle el paso, intento atraparlo pero fue inútil, se había movido demasiado rápido y colocado en frente de Yho dejándolo completamente congelado de la impresión; el shaman cerro fuertemente los ojos al ver como el golpe certero venia directo hacia el.
Un delgado cuerpo callo sobre el, un poco de sangre callo al suelo, el único sonido que sus oídos pudieron percibir, el tiempo se detuvo en ese momento, viendo el cuerpo de la sacerdotisa caer, esta se había interpuesto entre él y el zombi, recibiendo con su cuerpo el impacto que la dejo mal herida.
-¡¡¡AANNNNNAAAA!!!- grito lleno de desesperación
Sus brazos la atrajeron contra su cuerpo antes de que cayera al suelo, se veía tan indefensa, y a pesar de eso le estaba sonriendo, como hubiera deseado ver aquella sonrisa tan pura en otras circunstancias; toda su ira se concentro en el ser que había lastimado a su prometida e inmediatamente su espada corto todo aquello que intentaba eliminarlos.
Ryo llego con Manta, a lo que los dos solo veían como Yho estaba arrodillado con la sacerdotisa entre sus brazos, esta estaba sangrando, las heridas que tenia su cuerpo eran profundas, pero a pesar de eso ella se veía tan tranquila, tan hermosa; mientras que su prometido demostraba todo su dolor eliminando a los zombis que se les acercaban.
Manta se quedo callado, y horrorizado de ver a Anna en tan mal estado, mientras que Ryo no perdió el tiempo y fue en la ayuda de Yho; al ver como Ryo podía solo, el Asakura salto hábilmente hasta llegar a las escaleras donde se encontraba Manta, deposito suavemente a la sacerdotisa en el suelo, y la miro algunos segundos, ella con su suave mano retiro algunos mechones que cubrían el rostro de Yho y que le impedían verlo completamente.
-No te mueras Anna- rogó Yho- No me dejes solo.
Horo-Horo y Ren no se demoraron en llegar, y vieron estupefactos la escena, los zombis no paraban de llegar, y el joven Tao luchaba para que la oscuridad no se lo tragara; que era lo que pretendía su padre, que era lo que le estaba haciendo.
Los zombis se quedaron quietos ninguno se movió, no se escuchaba ningún sonido, pero podían jurar como escuchaban las respiraciones de sus compañeros y el latir de sus corazones.
Un solo movimiento fue efectuado al mismo tiempo por las marionetas de los Tao, que giraron hasta que sus repulsivos rostros se quedaron viendo fijamente a Ren, lanzándose escaleras arriba sin impórtales los obstáculos.
Eran demasiado y los cuatro shamanes que se encontraban en la casa no podrían con todos ellos, cortados, destajados, congelados y demás, sin embargo no era suficiente; Horo-Horo tomo la mano de Ren e intento salir del lugar pero antes de hacer algún movimiento un zombi lo golpeo fuertemente mandándolo escaleras abajo.
-¡¡¡HORO-HORO!!!- grito Ren
Pero al ver como no le había sucedido nada grave al ainu sintió algo de alivio, sabia que su padre tarde o temprano se lo llevaría, así que sujeto fuertemente su lanza y corto todos los zombis que pudo, tenia claro que esto no era suficiente pero su orgullo no le permitía entregarse tan fácilmente a En Tao.
Esta vez su padre si que se había esmerado en atraparlo, debía saber que venia acompañado (seria de extrañar que no lo supiera) por ellos los zombis no dejaban de venir; lo golpearon brutalmente hasta que callo inconsciente; sus compañeros observaron horrorizados e impotentes la escena intentado abrirse paso entre aquellos asquerosos seres que habían sometido a Ren, vieron como el joven Tao había luchado contra estos, pero también vieron como no había podido evitar que se le abalanzaran encima.
Saltaron por una ventana unos 10 zombis con el inconsciente y herido Ren entre sus brazos, mientras que el resto se quedaba en la casa impidiendo que los shamanes fueran en ayuda de su amigo.
Luego de unos minutos que parecieron una eternidad acabaron con todos los zombis y lo único que se escuchaba era el viento, que ahora era tan cruel como si se estuviera burlando de ellos; el dolor y la humillación, eran remplazados por el miedo, miedo de todo aquello que había sucedido.
-Ren- dijo el ainu en un susurro y caer arrodillado al suelo, apretando fuertemente los puños.
CONTINUARA:
¡¡¡BBBBUUUUUAAAAAAA!!!! ¡¡ME VOY A MORIR!!! TT^TT, ¡¡¡QUE TRISTEZA REN!!!
ya se que se me fue la mano TT_TT||| y que este capitulo me quedo muy triste -_- créanme que me dio mucho pesar escribir esto.
(Ann esquiva un cuchillo) O.o oigan...(un tomatazo) -_- tenga.... (una mesa) O.O cuidado, ya se que me algunos me querrán matar pero es parte de la trama, ya se que soy un fiasco como escritora TT.TT y que este capitulo me quedo horrible pero ténganme paciencia Ne.
Y ahora los Reviewer que como dije solo fue uno, pero que igual agradezco mucho n__n
KENSSY: Me alegro que te haya gustado el capitulo anterior n///n, y espero que no me vallas a matar por este capitulo -_-||| (Ann en un rincón oscuro) que ya se que hago sufrir mucho al lindo Ren pero como ya se acerca el final pues se aclaran todas estos embrollos u_u; así que espero tu opinión que sabes que es muy importante para mi Ne ^^
Bien la cosa horrorosa (ósea mi Fic) aun no se acaba, pero si me quieren dejar mensajes y opinar como me quedo me dejan un Reviewer o me escriben anlrobi@yahoo.com, cualquier mensaje es bien recibido n_n, a y por cierto acepto Reviewer anónimos ^.^UUU es que antes no sabia como, pero Kenssy- chan fue muy amable en explicarme.
Se despide: ANN Saotomo n_n
"DONDE HAY AMOR, HAY DOLOR"
Así que esto es dedicado a Kenssy-chan n//n que es (creo) la única que le gusta mi Fic TT_TT, muchas gracias por tu apoyo Kenssy-Chan ^__^.
Ok no molesto mas n_nUU, Shaman King no me pertenece (por desgracia TT.TT) pero insistió, y nadie me lo saca de la mente que Ren es MÍO WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Homo fóbicos USHALE, USHALE advertencia HOROxREN
CAPITULO DIEZ: UN TE QUIERO, Y UN ADIOS
-¡¡¡¡AAAAAANNNNNNAAAAA!!!!!
El ainu observo en todas las direcciones Ren parecía no querer reaccionar su mirada perdida en el vacío, pero no podía salir y ayudar a Yho como hacerlo en cuanto abandonara ese cuarto seria una presa fácil para los zombis, que ni siquiera se fijarían en él sino que se llevarían inmediatamente al joven Tao.
-Vamos Ren, reacciona.
Palabras dichas en un susurro escaparon de sus labios mientras se acercaba a Ren tratando de encontrar alguna señal que le indicara que este se encontraba bien, pero no encontró nada solo una oscuridad que lentamente estaba envolviendo a Ren y no planeaba soltarlo.
-Ren- llamo una vez mas el ainu
Esta vez al ver ninguna reacción se acerco y rodeo con sus brazos el cuerpo frió y frágil de su compañero, apoyando su cabeza en el hombro de este, intentando ayudarlo, recuperar aquella calidez de sentía cuando se le acercaba.
-Horo-Horo....
Al escuchar su nombre se aparto de Ren sosteniéndolo por los hombros, y a pesar de que la oscuridad del cuarto era muy densa pudo ver claramente aquel brillo hipnotizante proveniente de los ojos dorados del joven Tao; estaba despierto, esto hizo que sonriera y volviera a abrazarlo fuertemente, esta vez no queriendo soltarlo.
-Horo-Horo....
Dijo un poco sorprendido Ren, estaba aturdido y de un momento a otro se encontraba recostado contra la pared y teniendo a el ainu fuertemente adherido a él; no recordaba nada ¿cuando había llegado a ese lugar tan frió y solitario?.
-¿Dónde estoy?- pregunto finalmente Ren haciendo que Horo-Horo se alejara y lo viera fijamente.
-¡¿Que?! No me digas que no lo recuerdas RenTado
Ren frunció el seño al escuchar ese sobre nombre pero antes de poder hablar y responder analizo las palabras de Horo-Horo dichas mitad burla y mitad reclamo;¿que le estaba reclamando?.
Casi de inmediato sus mejillas tomaron un rojo intenso, escondió su rostro avergonzado en el hombro del ainu y colocando sus manos en el pecho de este, apretándolas fuertemente contra su chaqueta, haciendo que Horo-Horo sonriera "si lo recordaba", pensó mientras que con su mano tomo el rostro de Ren hasta que este lo vio fijamente a los ojos, apoyo su frente contra la de shaman chino permitiendo que los mechones violetazos y celestes se mezclaran entre si.
Tener cerca a Horo-Horo siempre lo hacia sentirse tranquilo, no le importaba ocultar sus sentimientos ahora que recordaba lo que hace un momento había sucedido; nuevamente sus mejilla enrojecieron y en respuesta el ainu sonrió dulcemente, valla si que le gustaba verlo avergonzado, en cambio él ni se inmutaba por lo sucedido parecía como si aquello fuera lo mas normal del mundo, y tal vez lo era, pero como saberlo si nunca lo había sentido.
-Yo.....-
Iba a preguntarle que había sucedido pero los cálidos labios de Horo-Horo sellaron los suyos con un dulce beso; sus ojos nuevamente se abrieron grandes de sorpresa, eso era lo menos que se esperaba en esos momentos, los brazos del ainu rodearon su cintura aprisionándolo contra su cuerpo, deseando darle así la protección necesaria para que no lo apartaran de su lado; Ren se dejo llevar y sus brazos envolvieron el cuello de Horo-Horo acercándolo mas, ya nada importaba, solo aquel momento.
Sin saber como la lengua del ainu encontró el camino hasta la suya, haciéndolos estremecer ante aquel contacto tan intimo; las curiosas manos de Horo-Horo comenzaron a subir por la espalda de Ren alzando su camisa y permitiéndole tener contacto con aquella tersa piel, atrayéndolo mas, estando lo mas cerca posibles, tanto física como mentalmente, todo aquello que durante tanto tiempo habían guardado en secreto ahora se estaba demostrando en dulces y a la vez apasionadas caricias que nuevamente comenzaban a salirse de control.
Tenia los ojos fuertemente cerrados, en sus mejillas se podía apreciar el peculiar tono rojizo que adornaba su pálida piel, una de sus manos se coloco de manera posesiva en la nuca del ainu acercándolo mas y así profundizar el beso, dando paso a un sensual juego entre sus lenguas, mientras que su otra mano se poso en el pecho sintiendo esta vez el latir exasperado del corazón de Horo-Horo.
Las manos de Horo-Horo no se quedaban atrás y buscaron nuevamente los botones de la camiseta de Ren, para así dejar en libertad la atrayente piel de su pecho, haciendo que este se estremeciera cuando el ainu encontró su objetivo, para que sus manos recorrieran el ya memorizado pecho de Ren, volviendo su respiración agitada y acercara mas su cuerpo hasta que sus caderas se presionaron descaradamente, y tuviera que oprimir un pequeño gemido; un sonido, una presencia, unos 15 zombis, el joven Tao estaba seguro que se encontraban cerca por lo que intento alejarse del ainu, pero este no se lo permitió.
El beso fue roto abruptamente ambos respiraban agitadamente y un gemido de protesta por parte de Horo-Horo hizo que Ren sonriera al ver como su compañero pedía una explicación sin ni siquiera hablar, sus labios se abrieron para decir algo pero inmediatamente ambos sintieron las presencias cada vez mas cerca de las marionetas de los Tao.
Retrocedieron un poco alejándose de la puerta, dejando que el manto de la oscuridad los cubriera; aquel repulsivo sonido que producen los zombis al caminar fue escuchado perfectamente por los dos shamanes, sus cuerpos sin vida moviéndose rígidamente y aquel aroma tan nauseabundo inundo el aire; pasaron cerca de la habitación en la que se encontraban, la puerta cerrada solo dejaba ver las sombras filtrarse debajo de esta, los zombis pararon unos segundos frente de la habitación, ocasionando que el ainu y el joven Tao se escondieran detrás de una columna, habían entrado quedándose parados en la puerta revisaron sin entrar toda el cuarto, para luego dar media vuelta y marcharse.
Una vez que la oscuras presencias se hubieran alejado ambos suspiraron, y luego se vieron fijamente a los ojos, aun se encontraban muy cerca algo que solo los hizo sonreír, el estar con el otro simplemente hacia que se olvidaran del resto, no importaba donde estaba, o porque estaban en ese lugar, si se tenían el uno al otro lo demás restaba de importancia.
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-¿De que quieres hablar Anna?- pregunto Yho . -¿De que crees?- dijo la sacerdotisa- Pues de nuestro compromiso. . -¿Qué hay con eso?- . -Quiero que definas de una vez nuestra situación Yho-
las palabras de Anna se oían lejanas, realmente podía percibirse todo aquel dolor que sentía, conocía bien la respuesta de Yho, pero no quería dejarlo ir, él era lo único que tenia, lo único que le quedaba.
-Sabes que nunca preguntaron mi opinión acerca de nuestro compromiso- dijo seriamente Yho. . -Pero la persona a la que amas no te corresponde- soltó fríamente Anna.
Doloroso pero cierto, Anna tenia razón, como siempre, valla sorpresa; sabia que Ren ya tenia a quien querer, pero eso hacia que se sintiera confundido, porque no le dolía tanto como pensó que seria, y ahora tenia a su prometida implorando porque no la abandonara, claro que Anna nunca se lo diría de frente, pero podía sentirlo, ¿Qué era lo que realmente sentía hacia Ren y hacia Anna?
Anna dio media vuelta, dándole la espalda a Yho, su cuerpo estaba tenso y algunos temblores era visibles, tenia los puños fuertemente cerrados, viendo fijamente un vidrio roto de una de las ventanas.
-No dejare que rompas nuestro compromiso- dijo Anna- Me prometiste una vida llena de tranquilidad y comodidades.
Era solo eso, Anna solo quería la comodidad que le había prometido, no era nada mas que eso.
Ambos se quedaron callados, Yho con un torbellino de ideas que removían su mente un mar en el que fácilmente podría ahogarse; por otra parte Anna intentaba demostrarle a su prometido cuanto lo necesitaba, que acaso no se daba cuenta de que el era el único que la había sacado de la oscuridad en la que la habían obligado a caer, que no se sabia lo mucho que lo quería, que lo amaba.
El tiempo pareció detenerse cuando Yho saco su espada y Ann su rosario, las presencias se hacían cada vez mas fuertes, corrieron hacia una de las ventanas que daba hacia la calle y hay los vieron, zombis mas de 40 que comenzaban a rodear la casa; la conversación tendría que esperar.
-¡¡¡MANTA!!!!- llamo Yho a lo que apareció el mencionado como un rayo- Ve y avísale a Horo-Horo, que no deje que se lleven a Ren.
los tres salieron corriendo del cuarto, Manta en dirección a la habitación donde descansaba el joven Tao, mientras que Yho y Anna iban a la entrada principal para evitar que entraran.
Al llegar al lugar encontraron que Ryo tenia bastantes problemas para retenerlos, eran demasiados para una sola persona y su poder espiritual no resistiría.
-Ryo ve a ver si Manta necesita ayuda- dijo Yho a lo que este lo miro con duda pero obedeció de inmediato.
Zombis cortados y algunos atrapados en un rosario era lo único que se vio en el oscuro y lúgubre lugar por un buen rato.
-Son demasiados- murmuro Anna lo suficientemente bajo para que no la escucharan.
Cada vez venían mas y mas, no podrían estar así para siempre; la sacerdotisa lanzo lejos uno de los zombis para luego quedarse quieta, su respiración se había cortado, sus ojos abiertos grandes de sorpresa a lo único a lo que mas le tenia miedo; uno gran zombi colocado detrás de su prometido que ni siquiera se había percatado de su presencia ahora planeaba acabar con la vida del sucesor de los Asakura.
No tenia necesidad de pensarlo, no dejaría que acabaran con la vida de Yho, corrió lo mas rápido que pudo y con su rosario aparto todo aquello que insistía en obstruirle el paso, intento atraparlo pero fue inútil, se había movido demasiado rápido y colocado en frente de Yho dejándolo completamente congelado de la impresión; el shaman cerro fuertemente los ojos al ver como el golpe certero venia directo hacia el.
Un delgado cuerpo callo sobre el, un poco de sangre callo al suelo, el único sonido que sus oídos pudieron percibir, el tiempo se detuvo en ese momento, viendo el cuerpo de la sacerdotisa caer, esta se había interpuesto entre él y el zombi, recibiendo con su cuerpo el impacto que la dejo mal herida.
-¡¡¡AANNNNNAAAA!!!- grito lleno de desesperación
Sus brazos la atrajeron contra su cuerpo antes de que cayera al suelo, se veía tan indefensa, y a pesar de eso le estaba sonriendo, como hubiera deseado ver aquella sonrisa tan pura en otras circunstancias; toda su ira se concentro en el ser que había lastimado a su prometida e inmediatamente su espada corto todo aquello que intentaba eliminarlos.
Ryo llego con Manta, a lo que los dos solo veían como Yho estaba arrodillado con la sacerdotisa entre sus brazos, esta estaba sangrando, las heridas que tenia su cuerpo eran profundas, pero a pesar de eso ella se veía tan tranquila, tan hermosa; mientras que su prometido demostraba todo su dolor eliminando a los zombis que se les acercaban.
Manta se quedo callado, y horrorizado de ver a Anna en tan mal estado, mientras que Ryo no perdió el tiempo y fue en la ayuda de Yho; al ver como Ryo podía solo, el Asakura salto hábilmente hasta llegar a las escaleras donde se encontraba Manta, deposito suavemente a la sacerdotisa en el suelo, y la miro algunos segundos, ella con su suave mano retiro algunos mechones que cubrían el rostro de Yho y que le impedían verlo completamente.
-No te mueras Anna- rogó Yho- No me dejes solo.
Horo-Horo y Ren no se demoraron en llegar, y vieron estupefactos la escena, los zombis no paraban de llegar, y el joven Tao luchaba para que la oscuridad no se lo tragara; que era lo que pretendía su padre, que era lo que le estaba haciendo.
Los zombis se quedaron quietos ninguno se movió, no se escuchaba ningún sonido, pero podían jurar como escuchaban las respiraciones de sus compañeros y el latir de sus corazones.
Un solo movimiento fue efectuado al mismo tiempo por las marionetas de los Tao, que giraron hasta que sus repulsivos rostros se quedaron viendo fijamente a Ren, lanzándose escaleras arriba sin impórtales los obstáculos.
Eran demasiado y los cuatro shamanes que se encontraban en la casa no podrían con todos ellos, cortados, destajados, congelados y demás, sin embargo no era suficiente; Horo-Horo tomo la mano de Ren e intento salir del lugar pero antes de hacer algún movimiento un zombi lo golpeo fuertemente mandándolo escaleras abajo.
-¡¡¡HORO-HORO!!!- grito Ren
Pero al ver como no le había sucedido nada grave al ainu sintió algo de alivio, sabia que su padre tarde o temprano se lo llevaría, así que sujeto fuertemente su lanza y corto todos los zombis que pudo, tenia claro que esto no era suficiente pero su orgullo no le permitía entregarse tan fácilmente a En Tao.
Esta vez su padre si que se había esmerado en atraparlo, debía saber que venia acompañado (seria de extrañar que no lo supiera) por ellos los zombis no dejaban de venir; lo golpearon brutalmente hasta que callo inconsciente; sus compañeros observaron horrorizados e impotentes la escena intentado abrirse paso entre aquellos asquerosos seres que habían sometido a Ren, vieron como el joven Tao había luchado contra estos, pero también vieron como no había podido evitar que se le abalanzaran encima.
Saltaron por una ventana unos 10 zombis con el inconsciente y herido Ren entre sus brazos, mientras que el resto se quedaba en la casa impidiendo que los shamanes fueran en ayuda de su amigo.
Luego de unos minutos que parecieron una eternidad acabaron con todos los zombis y lo único que se escuchaba era el viento, que ahora era tan cruel como si se estuviera burlando de ellos; el dolor y la humillación, eran remplazados por el miedo, miedo de todo aquello que había sucedido.
-Ren- dijo el ainu en un susurro y caer arrodillado al suelo, apretando fuertemente los puños.
CONTINUARA:
¡¡¡BBBBUUUUUAAAAAAA!!!! ¡¡ME VOY A MORIR!!! TT^TT, ¡¡¡QUE TRISTEZA REN!!!
ya se que se me fue la mano TT_TT||| y que este capitulo me quedo muy triste -_- créanme que me dio mucho pesar escribir esto.
(Ann esquiva un cuchillo) O.o oigan...(un tomatazo) -_- tenga.... (una mesa) O.O cuidado, ya se que me algunos me querrán matar pero es parte de la trama, ya se que soy un fiasco como escritora TT.TT y que este capitulo me quedo horrible pero ténganme paciencia Ne.
Y ahora los Reviewer que como dije solo fue uno, pero que igual agradezco mucho n__n
KENSSY: Me alegro que te haya gustado el capitulo anterior n///n, y espero que no me vallas a matar por este capitulo -_-||| (Ann en un rincón oscuro) que ya se que hago sufrir mucho al lindo Ren pero como ya se acerca el final pues se aclaran todas estos embrollos u_u; así que espero tu opinión que sabes que es muy importante para mi Ne ^^
Bien la cosa horrorosa (ósea mi Fic) aun no se acaba, pero si me quieren dejar mensajes y opinar como me quedo me dejan un Reviewer o me escriben anlrobi@yahoo.com, cualquier mensaje es bien recibido n_n, a y por cierto acepto Reviewer anónimos ^.^UUU es que antes no sabia como, pero Kenssy- chan fue muy amable en explicarme.
Se despide: ANN Saotomo n_n
"DONDE HAY AMOR, HAY DOLOR"
