¡Hi! n-nUU Gomen por la demora, pero quería actualizar este día n—n porque ¡ES MI CUMPLEAÑOS n0n! y me pareció bonito terminarlo este día n—n, es como un regalo de mi para mi n-nUU; y además si ya me esperaron casi un año para terminar el Fic u-u pues una demorita no le hace daño a nadie Ne n-nUU
Shaman King no me pertenece (obviamente TT-TT) pero REN ES MÍO WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA....O.o cierto, cierto u-u la tregua, pero es mi cumpleaños "-" no creo que les moleste o si n-nUU, solo es por esta vez Ne.
Homo fóbicos realmente no se que hacen aquí u-u este es un HoroxRen así que USHALE, USHALE
CAPITULO TRECE: PENSANDO EN TI
-No quiero perderte de esta manera
Susurro atrayendo aquel frágil cuerpo, su rostro oculto tras el cabello violetazo del joven Tao, y las incontrolables lagrimas que se deslizaban cruelmente por sus finas mejillas.
Mas no había ninguna respuesta, su escénica, su presencia, todo en él comenzaba a desvanecerse lentamente; haciendo que Horo-Horo lo atrajera mas hacia si mismo, no queriendo soltarlo, incapaz de aceptar el hecho de haberlo perdido.
Yho estaba a su lado, los ojos cerrados fuertemente tratando de asimilar lo sucedido dejando que las lágrimas cruzaran su rostro en la mas clara prueba de dolor, escuchando como el ainu intentaba hacer reaccionar a Ren; pero despertó de aquel trance en cuanto escucho los pasos de En Tao resonar entre el vació y desolado cuarto, e inmediatamente giro para encararlo, ya que este había dado media vuelta con la intención de marcharse.
-¡¡EN TAO!!
Llamo el Asakura caminando algunos paso amenazantes, pero se detuvo de golpe al sentir un intenso frió, una fraga de viento que lo dejo estático, la temperatura parecía haber bajado sorpresivamente, y ahora por sus labios salían pequeñas bocanadas de humo, respirando aquel aire que se incrustaban contra su pecho de manera dolorosa.
Giro levemente viendo como las paredes comenzaban a escarcharse, cubriéndose de una fina y pequeña capa de hielo, al igual que el suelo.
Sus pasos lo llevaron a centrar su atención en Horo-Horo, y no sabía si asustarse o sorprenderse por aquella actitud; los ojos ocultos tras las sombras y el cabello, los dientes apretados y el cuerpo completamente tenso, liberando aquella asombrosa cantidad de poder espiritual, aun sin solar a Ren.
-Pudiste haberlo evitado
Dijo mordazmente el ainu, que termino por sobresaltar a Yho, pues la mirada de shaman del norte estaba puesta en el 'padre' de Ren, que ni siquiera se había dignado a girar, simplemente dándoles la espalda.
-Si eres tan poderoso debiste haber visto cuando él se interpuso al ataque.
Las lágrimas en Horo-Horo habían cesado, y aquella mirada mas fría que el hielo demandaba por una respuesta, pero lo único que consiguió fue una frase irónica.
-Ya se me olvido
Yho apretó con fuerza su espada viendo detenidamente a aquel hombre, clavando su mirada en la espalda de este, pensando en un posible ataque, el cual se vio frustrado al sentir el movimiento de Horo-Horo.
Coloco a Ren suavemente en el suelo, retirando algunos mechones rebeldes de su rostro, y así se coloco de pie, con una expresión ilegible en su rostro, dolor, tristeza, agonía, furia, rabia, decepción, odio, el siempre alegre rostro había desaparecido, dejando únicamente unas facciones desconocidas en él.
La mirada nuevamente oculta tras aquel manto oscuro, y su mano aferrándose con fuerza a la estatuilla.
-¡¡¡NO TE PERDONARE!!!
Exclamo Horo-Horo lanzándose contra En Tao, el cual seguía sin moverse, cosa que no le importo al ainu, pues concentro una gran cantidad de energía y la lanzo sin titubear contra este.
PPPPPUUUUUUMMMMMMM
Se escucho cuando una gruesa de polvo se levanto con brusquedad, mezclando el viento frió con el polvo, que logro que Yho se cubriera con sus manos evitando aquellos pedazos de suelo que habían salido volando cuando Horo-Horo destruyo parte de este al atacar.
Con su mirada busco inmediatamente a su oponente, pues no lo había alcanzado, no por nada era el cabecilla de los Tao; tratando de percibir la esencia espiritual, de ver entre el polvo.
-Eres muy fuerte- replico con ironía- Ya veo porque Ren se sacrifico por ti.
Escucho Horo-Horo atrás de él, estremeciéndose al estar a merced de este, el cual con tan solo chasquear los dedos podría matarlo.
-¡¡AMIDAMARU!!
Y tan rápido como había atacado Horo-Horo lo hizo Yho, apareciendo detrás del Tao, dispersando todo rastro de la gruesa cortina de polvo, su respiración agitada y el cuerpo temblando por el esfuerzo hecho, delataba la poca cantidad de poder espiritual con que contar.
Horo-Horo solo pudo observarlo con algo de sorpresa y alegría, pues el Asakura que estaba a su lado se veía decidido a atacar, aunque toda su atención se centro nuevamente en el sádico hombre que había tenido que saltar para evitar el ataque, sonriendo con aquel cinismo tan característico en él.
Por lo que con un simple y veloz movimiento se acerco a los desprotegidos shamanes golpeándolos con irracional crueldad.
PPPPPUUUUUUUUMMMMMMM
Fue el golpe que los llevo a estrellarse violentamente contra la pared, destruyendo parte de esta por la presión ejercida.
"Ren"
Pensó mientras comenzaba a salir de entre los escombros, permitiendo que un pequeño hilo de sangre se deslizara por sus labios, olvidando por completo el cansancio y el dolor de su cuerpo que pedía un descanso.
"Ren"
Su mente solo reclamaba una cosa...
...venganza.
Le había quitado a la persona más importante de su vida, pudiendo haberlo evitado; su cabeza giro un poco para ver al joven de ojos dorados aun en el suelo, cubierto por sangre, y esa imagen produjo un dolor intento, uno que lastimaba mas que las heridas en su cuerpo.
"Ren"
'Fue mi culpa' se repetía insistentemente, alzando su mirada nuevamente hacia En Tao, observándolo con rencor, ira y una incalculable sed de venganza.
-¡¡AAAAAAAA!!
Un grito ahogado de batalla, lanzándose hacia el mayor de los Tao sin pensarlo, solo quería verlo sufrir, así como el sufría en ese momento por haberle quitado a Ren.
-¡HORO-HORO ESPERA!
Las palabras de Yho no detuvieron al ainu, por lo que dificultosamente se paro del suelo, apoyándose en su espada para no caer al suelo, pues su poder espiritual se había reducido demasiado, su cuerpo no soportaría demasiado y eso lo sabia muy bien.
Tal vez la muerte era lo único que le esperaba, pero ahora solo tenia un imagen en su mente una que desearía volver a ver tan solo una vez mas.
"Anna"
El sonido de golpes y el cuerpo de su amigo cayendo lejos lo hizo reaccionar, En Tao estaba jugando con ellos, no había duda de eso, por lo que Yho frunció molesto el ceño ante la actitud juguetona de este, e inmediatamente empuño su espada y se lanzo contra este.
Y casi de inmediato Horo-Horo estaba a su lado luchando, pero eran ataques que el mayor de los Tao podía evitar con facilidad.
-Dos contra uno, eso no es justo- fingió molestia- Que tal si igualamos las cosas.
Solo basto con pronunciar aquellas palabras para que los zombis aparecieran, siendo aquellos cuerpos inertes y carentes de vida los que producían el nauseabundo aroma de la muerte, estando estáticos esperando la orden de su amo.
En Tao no pudo sino sonreír divertido al ver las expresiones preocupadas pero retadoras en los rostros de aquellos shamanes, los cuales estaban atentos de algún sonido inusual que diera paso a la batalla.
-Acaben con ellos
Susurro sin moverse ni un solo centímetro, mientras la ornada de zombis se lanzaba contra ambos.
-Saben que es lo irónico...
Dijo divertido En Tao viendo lo desesperados que lucían al intentar apartar a sus oponentes que parecían interminables, y lo serian a menos que él diera la orden de detenerse.
-...que morirán primero que Ren
Aquello los dejo en una sola pieza, y las miradas inmediatamente recayeron en En Tao, desviando su atención de la batalla, consiguiendo que los golpearan salvajemente.
"¿No esta muerto?"
Horo-Horo e Yho compartieron ese pensamiento, mientas que los zombis los obligaban a poner atención.
-¿O prefieren verlo morir antes de partir ustedes?- soltó con cinismo girando levemente para ver a su hijo tendido en el suelo.
-¡NO LO TOQUES!
Exclamo angustiado el ainu, intentando inútilmente llegar hacia donde el joven que creía muerto.
Y esas palabras no pudieron sino traerle algo de esperanza, la cual se vería obstruida al verlo morir nuevamente, no podía permitir eso.
-¡¡RRREEENNNN!!
Llamo desesperadamente Horo-Horo, al ver el avance de En Tao hacia su hijo, deseando librarse de los zombis, pero no le era posible, de alguna forma sabia que no llegaría a tiempo, pero se negaba a rendirse, no podía permitir que Ren muriera, aun cuando su alma pareció morir en el momento en que lo vio tendido en el suelo, cubierto por sangre.
Ambos shamenes fueron golpeados al desviar su atención de la batalla, siendo lanzados a lo lejos entallándose contra las paredes y el suelo, pero a pesar de eso no cesaban su intento por alcanzar a Ren, en especial Horo-Horo.
Quería hacerlo reaccionar, por favor no pude morir, no otra vez, no así, no ahora.
-------------------------------------------------
--------------------------------------------------
¿Dónde había quedado el calor tan relajante que hace un momento sentía?, ¿Por qué de repente se sentía tan solo?
Palabras sin sentido se escuchaban cerca, y de repente tenia mucho frió, su cuerpo estaba cansado, agotado de tantas cosas, su padre, su dinastía.
"Te amo"
Palabras tan dulces y calidas, parecieron despertar algo de conciencia en su interior, pero no recordaba quien las había pronunciado.
"Te amo"
No sabía cuanto tiempo estuvo en aquel estado de oscuridad, donde sentía que estaba cayendo inevitablemente entre la soledad, pero aquellas pequeñas palabra resonando en su mente lo inquietaron.
"Horo-Horo"
Su cuerpo reacciono ante aquel único pensamiento con coherencia en su mente, deteniendo su caída en la oscuridad, viendo en todas las direcciones, tratando de entender que había ocurrido, pero su mente era un caos, no recordaba ni quien era él, solo ese nombre en su mente se encargo de hacerle ver que quería estar con esa persona.
-¡¡¡RRREEEEEEENNNNNN!!!
Un leve estremecimiento recorrió su cuerpo al escuchar su nombre, haciéndolo caer repentinamente en un intenso dolor, ahora recordaba donde estaba, y que estaba haciendo, su cuerpo manchado con sangre, heridas por donde se deslizaba el liquido rojizo, y el estado de semiinconsciencia en el que se encontraba.
Con dificultad y lentitud entreabrió sus ojos, tratando de ignorar el intenso dolor de cabeza al hacerlo, sus parpados cansados y pesados le exigían el volver a cerrarlos pero le era imposible, si sus ojos dorados se cerraban ya no volvería a abrirlos.
Trato de ver algo, mas su vista estaba nublosa, quizás por la perdida de sangre, intento enfocar algo, teniendo como única vista el techo.
¿En que momento había quedado en aquel estado tan deplorable? Estuvo quieto, parecía que el dolor desaparecía cuando lo hacia, pero no le gustaba permanecer así, era como si estuviera muerto.
-¡¿REN!?
Su nombre, alguien lo estaba llamando, intento hablar, decir algo, mas no pudo, sus palabras parecían no querer salir de sus labios; esta cansado, mareado, no quería seguir luchando mas, ¿para que?, ya había echo todo lo posible por su clan; entones decidió guardan silencio, no se movió, aquellos ojos dorados como el sol se cerraron.
-¡¡REN!!
"Horo-Horo"
Es único y simple pensamiento hizo que abriera nuevamente sus ojos, y pudo reconocer la voz del ainu, el cual ahora no sabia si llorar de felicidad o preocupación, pues podía ver el lento vaivén del pecho de Ren al respirar ahora de manera lenta y pausada.
Quiso moverse, mas una pulsación en su cuerpo lo detuvo como si una daga le atravesara con fuerza contra su pecho, y un inconfundible sabor en su boca lo hizo toser.
"sangre"
-Me alegra ver que estas despierto hijo mío- le oyó decir con fingido interés- Eres resistente, esa es una de las características de los Tao.
No pudo sino sonreír con ironía, ahí se encontraba tendido en el suelo el descendiente de los Tao, en una deplorable situación, sometido ante su padre, ensangrentado, y su vida pendiendo de un hilo.
-Quédate con nosotros Ren- pidió de manera fría e indiferente- Regresa con la dinastía y asume tu mando, si haces eso te salvare la vida, pero a cambio te olvidaras de todo esto.
No esperaba menos de su padre, por lo que su sonrisa se amplio con sarcasmo, a pesar de que eso lo hizo toser, saboreando una vez mas la sangre.
Trato de enfocar al mayor de los Tao el cual estaba parado a su lado, hilos de sangre recorriendo por su frente y la vista borrosa, pero a pesar de eso no perdía su porte arrogante, ni la frialdad mezclada con sarcasmo en sus ojos dorados.
-Veo que has tomado tu decisión- dijo molesto- No me dejas otra opción.
Entre el sonido desgarrador de los zombis siendo despedazados, y el hielo abrasador, pudieron ver como En Tao levantaba a Ren, sosteniéndolo por el cuello de su camiseta roja.
-¡REN!- exclamaron preocupados Yho y Horo-Horo
Pero aquella irónica sonrisa no desapareció de sus labios, de manera desafiante hacia su padre; el cual se veía molesto por aquella apariencia tan altanera, si bien En Tao no tenía aquella monstruosa y gran apariencia, pero a pesar de eso se sentía una enorme cantidad de poder espiritual.
Y apunto estuvo de asestar un golpe mortal a cuerpo de su hijo, pero se contuvo, y sus ojos se abrieron grandes de sorpresa, observando como aun Ren sonreía con ironía.
-No puede ser, tú....
Su mirada giro rápidamente para posarse en aquel sito donde había varias tabillas, las cuales encerraban las almas y espíritus de todas sus marionetas; pero su atención se centro en una en especial, ahora rota.
-...liberaste a Bason, por eso aun estas vivo.
La desafiante sonrisa de Ren aumento, mientras intentaba enfocar a su padre con dificultad; y eran ciertas las palabras de este, pues justo cuando protegió al ainu utilizo todo su poder espiritual en un intento por protegerse del ataque, enviando toda su energía hacia un punto específico...
....la tabilla que contenía el alma de Bason.
Y como En Tao estaba muy ocupado para darse cuenta de ello, Ren no desaprovecho la oportunidad.
Era por eso que no podía sentirse su presencia, ahora fusionada con la de su espíritu acompañante, estuvo a punto de morir de no ser porque este le brindo su energía, y su cuerpo por un momento no pudo soporta el tener dos almas, desvaneciéndose lentamente entre la vida y la muerte.
Ren por un momento no pudo sino dudar de ver la expresión del mayor de los Tao, tan ilegible, e indescifrable, pero igual de molesta cada vez que alguien podía burlarse de él, ya que debía admitirlo, Ren fue muy listo al tener sus ideas claras en la batalla y no como él que se había confiado y había perdido el espíritu acompañante de su hijo.
Por lo que alzo su mano, empuñándola con fuerza, concentrado toda su energía en un certero y mortífero golpe, siempre manteniendo su mirada en Ren, el cual no dejaba de sonreír, haciéndole ver su propia inferioridad al estar atado a las leyes de la dinastía Tao.
PPPPUUUUUMMMMMMMM
Se escucho cuando nuevamente la densa capa de polvo se levanto en señal del fuerte ataque.
-¿Estas bien?
No pudo sino ver a la persona que ahora estaba arrodillada a su lado, intentando enfocar entre el polvo y el mareo propiciado por la perdida de sangre.
-¿Ren?
Preocupación y alegría al mismo tiempo por lo que el joven Tao ladeo un poco la cabeza intentado reconocer a quien le hablaba, dándole una apariencia un tanto inocente que le partiría el alma al alguien si veía como aquella inocencia estaba manchada con sangre.
-Horo-Horo
Las primeras palabras que pudo articular desde que había despertado, las únicas que podía decir, mientras luchaba por mantenerse conciente.
Y aunque no podía ver quien era si pudo sentir la alegría proveniente de este, la cual se expreso en un delicado y calido abrazo, tan necesario como lo era respirar, dejando que los protectores brazos lo envolvieran amablemente, ya no había duda de quien era, así que dejo que su cabeza se apoyara contra el hombre de este.
-¿Estas bien?- volvió a preguntar, pese a lo irónico que sonaba la pregunta.
-De maravilla Hoto-Hoto
Esa voz tan suave y ahora cansada, hizo que lo atrajera protectoramente contra su cuerpo, no queriendo soltarlo nunca.
-Eres un desconsiderado, no sabes cuanto nos preocupamos por ti
Mitad regaño, y alivio se expreso en la voz del ainu, el cual solo sonrió ante el hecho de escuchar una leve risa.
Permanecieron así por algunos segundos, unos eternos segundos que se encargaron de sanar aquellas heridas causadas por la oscuridad en la que habían comenzado a sumergirse.
-Esto aun no ha terminado Ren
Le escucharon decir a En Tao cuando disperso todo el polvo con tan solo utilizar su poder espiritual, imponiendo frente a ellos su gran fuerza y superioridad.
Yho lentamente se fue parando al lado de Horo-Horo y Ren, que aun estaban arrodillados y observaban con recelo al Tao.
-¿Qué haces?
El Asakura inmediatamente giro al escuchar la voz de Horo-Horo reclamar, y al hacerlo vio como la lanza de Ren se encontraba en sus manos, sirviéndole de soporte en cuanto comenzó a ponerse de pie, tambaleándose por el esfuerzo.
Y una vez que se hubo incorporado completamente se vio la dificultad que representaba mantenerse de pie, la respiración descontrolada, y los labios ligeramente abiertos intentando de hacerle llegar algo de aire a sus pulmones.
Por lo que sin dudarlo Horo-Horo coloco una de sus manos alrededor de la delgada cintura de Ren e hizo que este colocara su mano alrededor de su cuello.
-Necesito que lo distraigan- dijo Ren quedadamente.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!- indago Horo-Horo- ¡¿Qué planeas hacer?!
-Se donde atacar
Tanto el ainu como Yho se sobresaltaron al escuchar estas palabras, ¿que planeaba hacer Ren? ¿Suicidarse?, de ninguna manera iban a permitir que participara en la batalla en esas condiciones, y eso lo expresaron sin la necesidad de hablar.
-No hay muchas opciones- recalco- Ustedes solos no podrán con él
-Y tú tampoco- corrigió Horo-Horo
-Si puedo- aclaro Ren- Solo necesito que lo distraigan
A punto estuvo Yho de impedir que el shaman chino cometiera un acto tan inapropiado, mas fue interrumpido por Horo-Horo.
-De acuerdo
Los ojos del Asakura se abrieron grandes de sorpresa ante estas palabras, que eran acompañadas por una leve sonrisa.
-Pero si pierdes nunca te lo perdonare
Ren correspondió a esa muestra de confianza con una sonrisa, una que bastaría para derretirse por dentro.
Estaba preocupado, y si de él dependiera no dejaría a Ren moverse, pero el joven chino era demasiado terco, y así le prohibiera atacar sabia que no le haría caso; ya antes Ren se había sacrificado por él y estaba seguro que lo volvería a hacer si viera que su vida corría peligro, algo que Horo-Horo también haría.
Pero si de algo estaba seguro es que no volvería a perder a Ren, así que su mano lo atrajo un poco más, sintiendo esa agradable sensación, expresando en su mirada el gran dolor que era verlo en ese estado.
En otro caso Ren se habría molestado por aquella mirada llena de lastima, pero no podía, esa era la muestra mas clara de que alguien se preocupaba por él; y a pesar de lo mucho que quisiera descansar y olvidarse de todo esto, no podía, su padre no se lo permitiría, por lo que no había muchas opciones, y una de ellas no era morir en manos de En Tao, lucharía hasta el fin para conseguir su libertad, porque sin ella lo único que era se reducía a un utensilio, algo que con el tiempo podrían desechar.
-Basta de murmullos- replico molesto En Tao- No pienso esperar a que se despidan.
Miradas retadoras y molestas, se vieron en cuanto Yho y Horo-Horo comenzaron a separarse con la intención de rodear al padre de Ren, el cual sonreía divertido ante tan infantil acto, ya que para él era una muestra de que lo estaban subestimando.
Dejando solo a Ren, el cual dificultosamente pudo sostenerse, esperando pacientemente aquel momento crucial que definiría todo.
-¡AMIDAMARU!
-¡KOLORO!
Los ataques no se hicieron esperar, desesperados y ya sin fuerza pues estaban demasiado cansados; pero si fallaban significaba la muerte, una dolorosa donde no morirían pues seguramente se convertirían en sirvientes de la familia Tao, mucho peor que la muerte, era tener que esperar por ella.
Y en respuesta a este ataque En Tao sonrió divertido, y concentro toda su atención en los dos shamanes, esquivando con agilidad y facilidad aquel patético y lastimero intento por alargar más sus vidas.
-No subestimen a los Tao-
Respondió con ironía, concentrado parte de su poder espiritual, lanzando lejos a los amigos de su hijo.
-¡Y TÚ NO ME SUBESTIMES A MÍ PADRE!
La exclamación lo cogió por sorpresa, e inmediatamente giro para ver lo cerca que se encontraba Ren, moviéndose con destreza a pesar de las heridas abiertas en su cuerpo, pero no tan rápido como solía hacerlo.
Siendo esto una ventaja que no desaprovecho En Tao, eludiendo lo mejor que pudo el sorpresivo ataque, saltando para hacerlo, quedando a una distancia prudente.
-No seas tonto hijo mío- soltó con burla- ¿Enserio pensaste que ese ataque me alcanzaría?, no sabia que fueras tan ingenuo.
Yho y Horo-Horo se incorporaron lentamente del suelo, quedando sentados con la respiración agitada, viendo como Ren había arrodillado nuevamente, respirando descontroladamente, colocando su mano sobre la herida de su abdomen, poniendo algo de presión para detener la sangre, en realidad era simple, si no se moría en manos de su padre, lo haría desangrado.
¿Acaso eso fue todo?, ¿no valió la pena el esfuerzo?, pero no tenían una respuesta, pues la expresión de Ren se encontraba cubierta tras sus cabellos violetazos y En Tao se mantenía erguido arrogantemente.
Pero a pesar de eso no pudo sino sonreír con sarcasmo, algo que inquieto a En Tao, quien se quedo estático al escuchar las palabras salir débiles pero juguetonas de los labios de su hijo.
-No lo creo- dijo Ren- Lo se
Terminado de decir esto las tabillas que su padre siempre lleva bajo la ropa se hicieron añicos, desgarrando así la camiseta de este, pues las pequeñas tablillas contenían las almas de todos los descendientes del clan Tao, y eran justamente las que le daban ese desbordarte poder a En Tao.
Fue como la primera vez que lucho contra su padre, cuando pudo desvanecer su poderosa y GRAN apariencia, dejando visibles las miles de tablillas, sin embargo ahora no tenia suficiente fuerza para volver a atacar, quizás ahora si podría cerrar sus ojos dorados y dejarle lo demás a Yho y Horo-Horo.
-Detente padre
La voz lejana de su hermana retumbo en sus oídos, por lo que levemente giro e intento verla, sintiendo la preocupación y desespero en las palabras de esta, Jun estaba ahí y ahora caminaba con paso firme y rápido hacia su pequeño hermano.
Y una sonrisa se formo en los labios del joven Tao al observarla frente a frente, y aquello fue suficiente pues ya no podía soportar mas ese estado, hundiéndose nuevamente entre la oscuridad de la nada.
-REN
Llamo Horo-Horo incorporándose completamente del suelo, hasta quedar arrodillado al lado del joven chino, sosteniéndolo con fineza al alzarlo y acomodarlo entre sus brazos viendo como este luchaba por mantenerse despierto.
-Ren
Volvió a decir Horo-Horo de manera mucho más suave, haciendo que Ren finalmente pudiera enfocarlo, sonriendo con dulzura.
Algo que no duro mucho, pues el ainu nuevamente saco su estatuilla y a pesar de no tener la suficiente fuerza para convocar su poder espiritual haría todo lo posible por defenderse; ya que ahora Bason había salido del cuerpo de su shaman cuando este no pudo mantener mas la fusión de almas, siendo expulsado involuntariamente ya que Ren estaba demasiado cansado.
-Espera
Pido Jun, colocando una mano para impedir que el ainu atacara, dejándolo desconcertado por tan extraña petición, pues ahí se encontraba la hermosa joven Taoista viendo la expresión de su padre, con su rostro lleno de reproche y molesto.
Y cual fue su sorpresa al ver como En Tao suspiraba algo cansado y daba media vuelta para desaparecer en un oscuro pasillo.
Observo momentáneamente a Jun la cual aun estaba molesta, así que centro su atención en Ren, el cual había cerrado sus ojos dorados.
-----------------------------------------------
------------------------------------------------
Un canto propiciado por la naturaleza, tan magníficamente bello y perfectamente sinfonizado.
Tanto tiempo estuvieron entre la oscuridad que ahora la luz del sol les parecía el acto mas maravilloso que la naturaleza podría brindarles, pequeños rayos dorados entre las oscuras nubes, y la calidez de desbordante confortabilidad que tocaban con dulzura la fría nieve de montaña.
Lastimados con heridas ahora vendadas que el viento curaba con su gentil caricia, mas los dos shamanes tenia su mente en otro lado.
La aparición de Jun tuvo un interesante resultado, tal vez podrían sentir lastima, rabia o quizás pena por la difícil situación en la que colocaron a Ren solo por su dinastía, y una estupida prueba.
Una prueba que casi lleva shaman chino al borde de la demencia, claro que nunca demostraba nada pero en sus ojos dorados podía verse ese conflicto mental que cruzaba entre la luz y la oscuridad.
La siempre orgullosa dinastía Tao, tan arrogantes que creía que su descendiente se había convertido en alguien débil al estar rodeado de sus amigos, que había descuidado su entrenamiento, y lo peor se había vuelto vulnerable, ¿Qué ocurriría cuando le tocara luchar contra sus compañeros?, lo mas seguro es que se viera incapaz de enfrentarse a ellos, o eso creían, y entonces la dinastía Tao, la mas influyente de toda china quedaría por el suelo, humillada por la debilidad de Ren.
Ese era el tipo de trato que podían esperar de los Tao, ellos que primero preferían ver muerto a Ren antes de que este humillara su orgullo, no estaban dispuestos a dejar el mando de su dinastía a alguien que se doblega tan fácilmente.
Todo fue una prueba, así como la primera vez que lucho contra En Tao; y ante estos pensamientos el ainu frunció el ceño molesto, que clase de vida es esa, regida por leyes, normas y sobreponiendo el orgullo antes que la vida de uno de los suyos.
Jun los atendió bien, curando sus heridas, pero no querían permanecer ni un segundo en ese lugar, por lo que ahora eran llevados hacia donde estaban sus demás compañeros, el pequeño pueblo que ahora parecía olvidado, como si hace años que no vieran a los demás.
No recordaban cuando se sintieron tan relajados, tan tranquilos; un carro los llevaba teniendo como paisaje las hermosas montañas chinas escarchadas con nieve, donde el sol apenas comenzaba a salir con timidez.
El Asakura había recuperado su sonrisa despreocupada, y no dejaba de mirar a través de la ventana; mientras que Horo-Horo, él simplemente tenia a Ren recostado contra su hombro, ahora profundamente dormido.
Aun no podía olvidar la expresión que pusieron Yho y él cuando apareció la madre de Ren y su abuelo, aquella hermosa y elegante mujer con una sonrisa maliciosa les dijo que el joven Tao había pasado la prueba.
Se quedaron de una sola pieza, como si les hubiera echado agua fría, ya que todo lo que habían pasado se resumía en 'FELICIDADES' y no había caso el alegar pues lo único que les respondieron con ironía fue:
-Al menos no están muertos
Definitivamente era caso perdido, ya que después de esto los Tao comenzaron a reír animadamente; ambos suspiraron resignados, lo menos que pudieron hacer era curarlos, y en cuanto lo hicieron decidieron partir.
No se encontraban en las mejores condiciones pero no había que dudar de la capacidad de los médicos de la familia Tao, los cuales les regresaron la mitad de su poder espiritual, y ni hablar del trato hacia Ren, ya que fue la misma Jun la que estuvo con su hermano todo el tiempo y no se movió de su lado hasta que estuvo segura de su recuperación.
Volvió su mirada hacia el dormido joven de ojos dorados, y como pocas veces pudo observar aquella tranquilidad mezclada con la inocencia de sus finas facciones, tan apacible ahora.
Sonrió levemente, al parecer Ren no se sorprendió demasiado cuando le dijeron que había pasado la prueba, aquella que ahora le daba derecho de elegir que hacer, pues a pesar de estar en tan lamentables condiciones pudo derrotar a su padre, era irónico, como si el shaman chino estuviera acostumbrado a ese tipo de cosas.
Y su decisión había sido obvia pues ahora viajaba con Yho y Horo-Horo para ir al encuentro de sus amigos, sin embargo las heridas de su cuerpo habían sido mucho mas grabes y el cansancio termino por vencerlo, dejándose llevar por la calidez del cuerpo del ainu, recostándose inconscientemente contra el hombro de este.
El viento que entraba por la ventana del carro, se veía opacado al tener a Ren tan cerca, haciendo que su brazo envolviera la delgada cintura de este, recostando su cabeza contra la del Tao, aspirando lentamente aquel sutil aroma.
Al parecer su viaje no era tan largo, y el tiempo era algo que no tenían en cuenta, simplemente se limitaban a disfrutar de aquel momento de paz, la tan anhelada tranquilidad que les parecía difícil de asimilar.
-Hemos llegado
Le escucharon decir al conductor, y el Asakura no pudo sino sonreír ampliamente al ver a sus amigos parados en la entrada del pequeño pueblo; no se sorprendió, solo bajo del auto y camino tranquilamente hacia ellos.
Y con su mirada busco algo en particular entre los presentes y en cuanto lo encontró no pudo sino dar aquella calida sonrisa.
-Te ves bien Anna
Dijo al ver a la sacerdotisa parada al frente con algunos vendajes y curas en su rostro, nada serio, ya decía él que Anna no se dejaría abatir por algo así, a pesar de que Yho casi se muere de la preocupación, y entendía muy bien porque.
-Te ves bien como siempre Annita
Repitió, consiguiendo que aquella fina sonrisa adornara el pálido rostro de su prometida, la cual suspiro.
-Si, tú también
Le respondió Anna, dando paso a que los demás pudieran acercarse y ver como se encontraba su amigo, el cual soltó aquella risita tan característica en él.
El carro se había ido, y ahí se encontraban parados Ren y Horo-Horo viendo la alegría en los rostros de los demás, los cuales estaban demasiado entusiasmados para reparar en ellos.
Observaron el silencio, disfrutando el estar al lado del otro sin ni siquiera hablar, pues la sentir la presencia de su compañero bastaba, simplemente dejando que el viento jugara entre sus cabellos, acariciando sus lastimados rostros, alegrándose de escuchar perfectamente la dulce sinfonía producida en ese momento solo para ellos.
-Gracias-
Aquella simple palabra rompió el silencio, y el ainu giro un poco para ver a su compañero, el cual aun mantenía su vista al frente.
-¿Por qué?
-Por estar conmigo
Contesto Ren viéndolo directamente a los ojos, teniendo un leve y encantador rubor en sus mejillas, haciendo que Horo-Horo sonriera pues en aquellos ojos dorados solo existía él, y correspondió aquella muestra de cariño al acercarse y rodear con sus brazos la delgada cintura de Ren, acercándolo con gentileza, cuidando de no lastimarlo, al mismo tiempo que su cuello fue rodeado por los brazos del shaman chino.
-No hay ninguna razón para alejarme de ti
Aclaro Horo-Horo, estrechando mas el cuerpo de Ren contra el suyo, asegurándose una vez mas que no lo había perdido.
-Te amo
Simples palabras, tan difíciles de pronunciar, salieron de los finos labios de Ren, acercando mucho mas al ainu, ocultando aquel tono escarlata de su rostro en el hombro de este.
Muchas veces había oído aquella palabra, nunca le presto mayor atención, las personas la pronuncian sin saber ese significado, dándole un valor demasiado banal, y no había nada que llenara tanto como escuchar la voz de Horo-Horo repetirlas, ya que al hacerlo sentía el único calor que podrían proporcionarle, y es que él fue la única persona que lo decía enserio.
-Yo también te amo
Dijo el ainu tomando delicadamente el rostro de Ren entre sus manos viéndolo directamente a los ojos, con una sonrisa compartida.
Estando así por tan solo unos segundos para reducir lentamente la distancia entre los dos, recordando una vez más aquella delicada sensación cuando se besaban, capturando los labios de Ren con delicadeza, suspirando cuando sus lenguas se encontraron, jugando atrevidamente en el interior de sus bocas, recorriendo nuevamente con sutileza aquello que se encontraba a su disposición.
Sus manos rodearon la cintura de Ren empujándolo para reducir completamente el espacio, permitiéndole al joven chino deslizar sus manos atrás de su nuca, acariciando su cabello, acercándolo para profundizar el dulce beso.
El cuerpo de cada uno reclamando el calor del otro, y los labios húmedos y calientes que quemaban e imploraban por más, tan tentador y a la vez tan suave; manos recorriendo lentamente la espalda de Ren, y caricias atrás de la nuca de Horo-Horo, que dispersaban la oscuridad atrayendo el mas calido de los resplandores.
Se separaron un poco, aun mezclando sus alientos, respirando el mismo aire y rozando sensualmente sus labios, y simplemente sonriendo.
Una vez llego a escuchar que hay tantas cosas bellas en el mundo, que seria imposible vivir enojado con los sucesos inevitables; pues bien ahora lo comprobaban, ambos abrazados, sintiendo que no había nada que pudiera remplazar aquella sensación tan agradable, pues era de un amor correspondido, y aquella palabra que durante mucho tiempo les fue desconocida ahora se repetía armoniosamente una y otra vez...
...te amo
"Hay veces que
mi alma baila tangos con la soledad
y necesito de tabla tu amor
para hacerme a ella en mí tempestad
pensando en ti
paso el día pensando en ti
Ensañame; a escuchar tus labios,
a leer el sol
llevame; a donde los sueños fabrican tu voz
pensando en ti
duermo el odio pensando en ti
¿Donde estas?
tengo miedo, ayúdame a caminar
pues solo yo nunca podré encontrar
la forma de ser libre, quiero despertar
pensando en ti
acuno mi alma pensando en ti
'paso el día pensando en ti'
'paso el día pensando en ti'
'paso el día pensando en ti'"
FIN.
TT-TT I VERY HAPPY, aunque me quedo horrible TT-TT pero como siempre digo, se hace lo que se puede Ne u-u.
¡¡EL FIN DE MI FIC!! No lo puedo creer TT-TT que emoción, y como ven el lindo y precioso Ren no se murió u-u, no seria capaz de matarlo TT-TT es demasiado Kawaii como para morirse n-nUU, además me daría mucho pesar dejar a Horo-Horo solo u-u.
Lo que ven en letra cursiva es la canción "Pensando en ti" de Mago de Oz n—n es una canción muy bonita n—n además de que se acomodaba al Fic n-nUU
¡¡¡¡¡RRREEEVVVIIIEEEWWWEEERRRSSS n0n!!! Encantadoras personas que se toman la molestia de dejarme sus lindos mensajes n—n.
ISHISU-MAGY: Ne Ishisu-san n—n, ya no tienes que sufrir por el lindo Ren n-nUU, no iba a permitir que el desquiciado de En Tao se quedara con el chico chino ¬¬, y Horo-Horo no sufrió tanto n-nUU (o eso digo yo O.o); espero que este capitulo te halla gustado Ne n-n, bye cuídate.
FLORCHI: ¡HI n0n! Florchi-chan n---n Ren no se murió, no seria capaz de hacerle algo así ¬¬, espero que no te moleste n-nUU que halla roto la tregua solo por esta vez, te lo juro u-u, y si e visto varios Fic de HoroxRen pero la mayoría no los continúan TT-TT; como decía n-nUU no fui capaz de dejar solo a Horo-Horo y es que esto es un HOROXREN O-O no seria factible que dejara al ainu sin su chico u-u, espero que el Final no haya sido TAN malo como yo creo TT-TT; bueno espero te guste el fin n-nUU, bye cuídate amiga.
PILIKITA Y KOKORITO: TT0TT no llores, ya ves que no mate a Ren, no podía dejarlo así como así ò-ó a manos de su perverso padre, aunque el capitulo no me quedo muy bueno u-u, es que lo hice medio a la carrera TT-TT, con todo eso del estudio u-u; y si se como Shamash revivió a Ren ¬¬#, pero lo perdono u-u porque sin él Ren no hubiera vuelto con nosotros TT-TT, pero mas le vale no volverlo a hacer ¬¬; y me alegro que te guste el Fic n—n solo espero no haber desilusionado mucho con este Final tan malo TT-TT (Ann en un rincón oscuro), bueno bye, cuídate Ne n-n
MAILYN ASAKURA: Ne Mailyn-san n-n me da gusto que el capitulo anterior no haya estado tan malo, espero que este final tampoco TT-TT, pero me da la impresión de que algo le falta u-u es decir O-O no parece un final TT-TT; bueno pero eso lo juzgan ustedes Ne n-nUU, bye y cuídate Ne n-n.
ASAKURA HAO: ¡BIENVENIDA n0n!, me alegra que te guste mi Fic n—n, gracias por dejarme tu e-mail n—n, lo tendré en cuenta Ne n-n; no te vayas a desilusionar de este final tan malo u-u se me apago el cerebro cuando quise pensar en terminarlo, y desde entonces no se me ocurrió nada TT-TT solo esto TT.TT (Ann en un rincón oscuro); espero no defraudarte demasiado Ne, bye n-n.
Que lindos mensajes TT-TT, no se desilusione demasiado con este final tan malo, hice lo que pude pero aun no encuentro mi inspiración (Ann en un rincón oscuro) y si me quedo a estar a que llegue n-nUU pues nunca termino el Fic.
Gomen por la demora u-u, y GOMEN NASAI por el extraño final TT-TT, no soy buena haciendo finales, ya de por si es el primer final que hago O-O, pero sean amables con esta pobre niña loca TT-TT.
Queria agradecer especialmente a Kennsy n-n, por apoyareme, Mamiyatan por corregirme n-nUU, Florchi n-n y muchas otras personas asi que GRACIAS n0n, deben entender que no escribo bien u-u (y se pueden dar cuenta de esto en el final TT-TT) y el apoyo siempre es imortante Ne n--n
Tan malo esta que ahora me odian O.o, amenazas de muerte -.-, tomatazos O.O, sugerencias n-n, o lo que se les ofrezca me pueden escribir a , o me dejan un Reviewer.
SE DESPIDE:
ANN SAOTOMO n—n.
"UNA AMABLE SONRISA ES UNA SECRETA RECOMENDACION"
