CAPÍTULO 14

Draco caminaba por el pasillo que conducía a los cuartos de Sirius y Remus, tarareando contento para si mismo. Habían pasado dos semanas desde que Harry saliera de la enfermería, y habían sido las dos semanas más felices de su vida. Desde que Harry y él se habían unido, Draco comenzó a reponerse de la terrible experiencia del verano pasado, y enfrentaba mejor el tratamiento silencioso que sus compañeros le dispensaban.

Se detuvo delante de un gran tapiz que representaba un enorme perro negro y un pequeño lobo plateado acurrucados en el centro de un denso bosque; sonrió levemente al cuadro antes de susurrar la contraseña.

-No hay toallas.(N/T: en español en el original)

Los ojos negros del perro se abrieron levemente, reconociendo al visitante, antes que el tapiz rodara hasta revelar una puerta de roble. La golpeó dos veces, antes de entrar en el cuarto. Inmediatamente después que el chico entrara, el tapiz volvió a su lugar original.

-Hola, Draco- saludó Remus desde el sofá-. ¿Asumo que estás aquí para entregar lo que has descubierto?

-Si. En todo caso, ¿por qué pusieron esa contraseña? ¿No hay toallas? Quiero decir, sé que nadie puede acertarla a menos que sepa español, creo, pero es un poco extraña- comentó Draco.

-Culpa a Pads por eso. Es la única oración que conoce en español. Aparte de Hola, por supuesto- contestó Remus, sonriendo.

-¿Cómo es eso?

-Bien, cuando fuimos a España después de la graduación, tuvo que quejarse por la evidente carencia de las toallas de baño del hotel. Se quejó al encargado, hablando en inglés, y éste, naturalmente, no lo entendía. Un intérprete fue llamado y le dijo al encargado lo que Sirius reclamaba. La oración quedó. Extraño, pero es verdad.

Draco sonrió.

-A propósito, ¿dónde está Sirius?

-Aún durmiendo, con los gemelos.

-¡Pero las clases comenzarán en una hora! ¡Y tengo Defensa Contra las Artes Oscuras a primera hora!

-Lo despertaré pronto- contestó Remus, sonriendo-. Bueno, en todo caso, ¿qué has conseguido?

Draco le dio una carpeta que contenía su investigación de la biblioteca, la cual incluía los usuales hechizos de protección para el castillo, así como algunos otros que podrían ser utilizados. Remus echó un vistazo al manojo de pergaminos, entonces comentó:

-Éstos son buenos, Draco. Muy útiles. Harry se dejará caer por casa tarde esta noche a echarnos una mano en lo que consiguió, puedes venir con él, así podemos discutir esto.

-Así que viene el perezoso Potter, ¿huh?- dijo Draco, sonriendo. Remus rió.

-Probablemente- declaró-. Mejor ve al Gran Comedor a desayunar. Despertaré a tu profesor.

-Oh, ¿no podemos suspender la clase por hoy?- preguntó Draco, poniendo mala cara.

-Creo que no, jovencito- dijo Remus, riendo-. Ahora sigue, o no podrás comer nada.

Draco, de hecho, fue al Gran Comedor para desayunar,y luego a sus clases. Lamentablemente, Defensa Contra las Artes Oscuras no se suspendió, aunque Sirius estuvo andando a zancadas por la clase, con los ojos todavía cerrados. El día transcurrió normalmente, excepto que en lugar de hechizarse por los pasillos, Harry y Draco ahora se ocultaban en los armarios de escobas, entre clases, a besuquearse. Finalmente, el día estaba llegando a su fin, pero no antes de la clase de Pociones con los alumnos de sexto año de Gryffindor y Slytherin.

-Hoy elaboraremos una poción curativa sencilla, hecha para tratar cortes y lesiones- informó Snape, arrastrando las palabras y mirando directamente a Neville Longbottom, quien apartó sus ojos de la mirada fija del Profesor de Pociones.

-Puesto que dudo altamente de las capacidades de algunos...estudiantes, me he tomado la libertad de emparejar a los más estúpidos- declaró Snape con una mirada significativa hacia los Gryffindors- con lo más...inteligentes de la especie. Muévanse a sus asientos tan pronto como los llame:

-Nott y Patil, delante e izquierda, Potter y Malfoy, delante y centro, Parkinson y Granger, delante y derecha, Brown y Crabbe, detrás de Nott y Patil, Bulstrode y Finnegan, Zabini y Weasley, Goyle y Thomas, Longbottom y Emmet.....

Los estudiantes permanecían en sus asientos, horrorizados ante el hecho de que los hubieran emparejado con sus compañeros de clase de la casa opuesta.

Snape se molestó con la carencia de respuesta de la clase, y comenzó a decir, 100 puntos men...

La clase entera se movió inmediatamente a los asientos asignados, sacaron sus materiales de pociones, y comenzaron a trabajar. Cerca de quince minutos más tarde, cuando Harry estaba removiendo la poción azul-verde en sentido contrario a las agujas del reloj (como las instrucciones dictadas), Draco miro la caldera que cocía a fuego lento y frunció el ceño.

-Potter, la estás removiendo en la dirección incorrecta- señaló con voz cansina.

Harry levantó una ceja.

-Claro, y Goyle es el individuo más elegante de la clase.

-No, de verdad, Potter, ¿no lees las instrucciones? ¡Lo estás removiendo mal!- afirmó Draco en voz alta. Snape miro en su dirección.

-¿Pasa algo, señor Malfoy?

-Nada, señor- contestó Harry.

-¡Potter está removiendo la poción de manera incorrecta!- contestó Draco al mismo tiempo que Harry.

Harry estaba empezando a enfadarse.

-¡Malfoy, las instrucciones dicen EN SENTIDO CONTRARIO A LAS AGUJAS DEL RELOJ, y yo lo estoy removiendo en sentido contrario a las agujas del reloj! ¿Maldición, por qué no lees las indicaciones para variar?

-¡Las estoy leyendo, idiota! ¡Incluso lo copié abajo!- protestó Draco.

¡CÁLLENSE, ambos!- rugió Snape-. ¡Detención a las ocho esta noche, y 20 puntos de Gryffindor y de Slytherin! ¡Ahora vuelvan a su poción!

Harry y Draco se sentaron, todavía discutiendo silenciosamente. Después de que todos presentaran sus muestras y ordenaran sus mesas, Snape llamo a Draco:

-Sabe, señor Malfoy, a veces realmente paga por seguir el ejemplo del señor Potter, aunque lo agregaré a su ya maltrecho ego. Los veré a ambos en la detención.

La cena vino y se fue, y exactamente a las ocho, los dos jóvenes estaban de nuevo dentro del aula de Pociones, botando huevos podridos de rana y babosas encurtidas, y substituyéndolos por material fresco. Harry y Draco terminaron su trabajo rápidamente, pues no se hablaban entre si. Mientras esperaban que Snape volviera, Draco se giró hacia Harry y tanteó:

-¿Harry?

-¿Qué?- preguntó Harry ásperamente.

-Nuestra poción era perfecta.

-No jodas.

-Y quiero decir que lo siento.

Harry levantó una ceja.

-Comprobé mis notas antes de la cena- continuó Draco-, y realmente estaba supuesto para ser removido en sentido contrario a las agujas del reloj.

Harry no profirió ninguna respuesta.

-¿Harry? Acabo de decir...

-Te oí. Y gracias por darte cuenta que por una vez tenía razón con las malditas pociones y no me escuchaste. ¿Realmente soy tan horrible en ese tema?

-Um...bien...Creo que no- confesó Draco lentamente. Harry asintió.

-¡Vamos, Harry!- gimoteó Draco-. ¡Me estoy disculpando! ¡Lo menos que puedes hacer es reconocer mi presencia!

-Estoy reconociendo ya tu presencia. No estaría hablando contigo si no lo hiciera- contestó Harry, tranquilamente. Draco se hundió más en su silla y puso mala cara.

-Bien, entonces, podrías perdonarme.

-Pequeño bastardo creído, ¿verdad?

-¡Vamos! ¡Deja esto a un lado y sigamos!¡Estás actuando como una muchacha obstinada!

-Yo tenía la impresión que tú eras quien lo hacías.

Draco sintió que se ruborizaba.

-¡No lo hago!

-Y sólo continuas probando que lo haces- contestó Harry.

-Bien. Lo hago. ¿Estás feliz ahora? Ya me disculpé, y ahora me desmoralicé delante de ti. ¿Qué más quieres?

-Estás hablando como si YO fuera el único que debe.

-¡Bien, bien!- gritó Draco-. ¡Dejé que Snape nos diera la detención porque sólo así podríamos estar un rato juntos, y resultó que le quito 20 puntos de nuestras casas! ¡Siento eso y siento por no callarme!

Después de la diatriba de Draco, un largo silencio siguió. Entonces Harry habló.

-Bien, ven aquí -Draco se levantó de su silla y se paró delante de Harry. El adolescente de pelo oscuro jaló al rubio hacia su regazo.

-Maldita sea, eres hermoso cuando intentas disculparte- masculló Harry, antes de besar a Draco plenamente en los labios. Al principio, el rubio estaba demasiado impresionado para darse cuenta de qué estaba sucediendo, pero después de un segundo o dos, comenzó a devolver el beso. Pronto, los primeros botones de la camisa de Harry fueron abiertos, y la camisa de Draco estaba colgando en un brazo mientras Harry succionaba el cuello de su amado, y Draco se retorcía agradablemente en el regazo del Gryffindor.

Entonces la puerta del aula de Pociones se abrió, revelando a un neurótico Snape.

-¡POTTER! ¡MALFOY!

La 'entusiasmada' pareja rompió su beso, y miro, mortificada, el perfil enojado de Snape. Rápidamente, abotonaron sus camisas, y miraron avergonzados a su profesor.

-Les mandé disponer de los ingredientes putrefactos y substituirlos por nuevos, NO succionar el alma del otro. Otros 10 puntos de ambas casas. Salgan antes de que tome más- espetó Snape en voz baja. Harry y Draco caminaron rápidamente hacia la puerta, y estaban casi fuera cuando oyeron la opinión del hombre-. Qué vergüenza, Señor Malfoy. Hundiéndose al nivel de ese Gryffindor.

Una vez fuera de alcance, Harry comentó despreocupadamente:

-¿Y, cómo te sientes ahora que te has hundido al nivel de un Gryffindor?

Draco levantó una ceja.

-Malditamente genial.

Continuará...

Disculpen, pero por falta de tiempo no podemos contestar review (si no, no traducimos jeje) Gracias a Gala, Loka, Murtilla, Aryblack, Lanthir y Azalea. Por favor, sigan dando su opinión, sus review son muy importantes para nosotras.