Los personajes no son míos. U. A.. Los personajes no son mios.

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¡UNA ADVERTENCIA!:

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Esta historia no es para menores, no es una historia de amor. Quien quiera leerlo adelante, pero ya lo he advertido.

Será una historia cruel, donde sacaré lo peor de las personas, alteraré las personalidad de los personajes. Como ya he dicho no es para menores. Si no os gusta dejad de leer.

No será una historia dulce, intentaré que sea perversa.


6ª. Daisuke..

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Daisuke era un curtido mercenario, aunque muy joven, no llegaba a los veintisiete años, tenía más experiencia que más de un profesional del doble de su edad. Su padre lo había entrenado desde bien pequeño.

Con ocho años sabía valerse solo. Los entrenamientos con sus padre fueron una tortura. No descansaba ni de día ni de noche, en cualquier momento su padre lo podría atacar.

El mercenario recordó el momento que fue aún campamento en secundaria, y durante la noche, mientras dormía con sus compañeros, su padre lo atacó, resultado, varios heridos y un profesor muerto.

HSu padre no asumió la culpa y se la echó a él por no estar atento.

Daisuke se había ganado la fama de ser muy bueno en su oficio. No le importaba quien lo contrataba, siempre cumplía su objetivo, lo contratase gobiernos, empresas o particulares, se ajustaba, era caro contratarlo, pero hacía bien su trabajo.

Desde matar a un rival político, a darle una paliza a un matón de barrio, Daisuke era bueno en su especialidad.

Para él no había naciones. Igual era contratado por un país para matar a un dirigente de otro país, que trabajaba para ese país para matar a quien lo había contratado por primera vez.

-Tú empleador de hoy puede ser tu objetivo mañana- le dijo su padre, y esto se había cumplido.- no hagas amigos, tus compañeros pueden morir en una misión. No te fíes de nadie, no sabes si te traicionaron. La familia no debe saber a lo que te dedicas, debes enseñar a tu hijo para que nuestra centenaria tradición.

Daisuke no tenía hijo, si no una hija, debería ser ella la próxima en perpetuar la tradición familiar.

El joven asesino, miró donde lo encerraron sus captores.

-¡Una sala de torturas!, ¡Que cosa más anticuada!- macular con desprecio- pero impresionó los instrumentos de tortura- no son la primera vez que lo utilizan, esta gente es bastante sádica.- se rió.

Pero él era un mercenario curtido, no era la primera vez que era torturado, y siempre escapó ni habló.

Aunque sabía que ahora era distinto, esos chinos eran muy buenos peleando, mejor que él. No lo iba a negar, no iba a salir vivo, lo sabía desde que su padre lo obligó a aceptar el trabajo de Ryoga, ese hombre no lo dejaría vivir. Nadie sobrevivía a los trabajos especiales que encargaba ese empresario. Nadie debía saber como Ryoga se deshacía de sus competidores.

Ahora Daisuke estaba desnudo en esa habitación, habían entrado dos mujeres de mucha belleza.

Aunque entrenado, estuvo a punto de caer seducido por esas bellezas. Era un hombre y no podía desistirse ante esas dos bellas damas, pero debía seguir tranquilo, esas mujeres no sólo eran bellas, eran peligrosas, extremadamente peligrosas.

Vio que la dos mujeres procedían a quitarse la ropa, y la metían en unas bolsas, la mente se le enturbia. Sintió deseos carnales hacía ambas mujeres.

La más joven era bellísima y tenía buen cuerpo, pero la de pelo violeta era de una belleza incomparable.

Esa mujer tenía el pelo muy largo y de color morado, y unos bonitos ojos, y unos labios sensuales que perdían a gritos que los besasen.

El hombre miró los pechos de la joven, eran grandes enormes, bien hechos. El cuerpo de esa chica era perfecto, sin una marca, ni señal, bien cuidado. El sexo de esa mujer estaba depilado, Daisuke notó una fragancia salir de allí, ese olor le volvió loco. Quería hacer el amor a esa joven, y después a la otra joven, que también estaba bien hecha.

Las piernas de la mujer de pelo morado, eran perfectas, sin ninguna imperfección, se notaba que cuidada. Esa mujer se giró y mostró su bello culo al hombre.

Daisuke se volvió loco de deseo, esa mujer tenía el cuerpo perfecto. Demasiado perfecto pensó el hombre, miró la espalda de la chica era bellísima, tapada por el pelo, pero perfecta.

La otra chica también tenía un cuerpo perfecto. También tenía el pelo largo, ojos grises, también grandes pechos, y un cuerpo perfecto, pero no tanto como él de la otra mujer.

Las dos bellas mujeres se le acercaron y miraron a la entrepierna del mercenario y se rieron.

-Este hombre está pensando en algo que no va ocurrir- dijo la chica de pelo morado a su compañera en su verdadero idioma, ella y la otra chica rieron.

Y entonces desataron al hombre y lo desnudaron. El hombre era el ser más feliz del mundo, iba a tener sexo con dos bellezas, esas mujeres olían de maravilla y esa olor lo embriagaba.

La más joven se agachó cogió el miembro viril del hombre y lo empezó a mover.

Hiroshi se sintió de maravilla, esa mujer sabía lo que hacía. Nadie se lo había hecho tan bien como esa mujer. Estaba disfrutando de ese momento.

De momento algo de lucidez volvió a su cabeza, debía matar a esa dos mujeres y salir de ese agujero, pero lo haría después de hacer el amor con las dos cuando estuviesen dormidas, él era un experto asesino, frío y cruel. Pero ahora movido por el deseo hacía las dos mujeres era sólo un animal en celo, con poco raciocino.

Las chicas estaban provocando al hombre, la mayor de las dos se llevó las manos a los pechos y se los acarició, se apretó lo pezones.

-¿ Te gusta lo que ves?- preguntó la de pelo morada-podemos darte mucho placer, más que el que nunca has sentido.

-Si, ¡quiero más placer!- dijo el hombre- ¡Quiero ese placer que vosotras me daréis!

-Pues lo vas a tener. Mi nombre es Shampoo y él de mi amiga es Din Yan Wuan. – y señaló a la chica que estaba jugando con el miembro de el hombre.- pero deberás contestar ciertas preguntas.

-¿Preguntas?, ¿Qué preguntas?- dijo el hombre.

Shampoo se giró y fue a un mueble y sacó algo que puso a su espalda para que el hombre no lo viese.

Fue entonces cuando el hombre recordó las leyendas sobre cierto pueblo chino, dominado por mujeres guerreras, de un pueblo llamado Joketsuzoku, o algo parecido. Esas dos mujeres podrían ser de dicho pueblo, debía recuperar su autocontrol y matar las.

Pero ya era tarde, su cuerpo dominó a su mente, su cuerpo quería sexo y esa mujeres estaban dispuestos a dárselo.

Estaba a punto de eyacular, cuando la que se presentó como Shampoo, esgrimiendo un cuchillo, cortó el miembro al hombre, este gritó de dolor.

-Te lo dije, no era lo que tú esperabas, esto es un interrogatorio, no estamos aquí para darte placer. Te vamos a preguntar y tú contestarás, o podemos cortarte algo más que tú…- Shampoo lo miró- esa cosita tan pequeña que tenías entre las piernas.

-¡ Bruja!- dijo el hombre- no diré nada- sonrió- de toda forma ya estoy muerto. El señor Hibiki no deja vivo a nadie que sabe demasiado, y yo sé mucho.

Las dos amazonas se miraron , y sonrieron con maldad.

-No nos hemos desnudado para que veas nuestros cuerpos, si no para que no nos manches nuestros vestidos con tu sucia sangre. Te haremos preguntas y tú contestas.

-¿Quién eres?- preguntó la mujer más joven.

-Un mercenario sin nombre.

-¿Para quién trabajas?

-Para quien me pague más, o quien yo quiera.

-¿Por qué Ryoga os contrató para matarnos?

El mercenario la miró, a pesar de la pérdida de sangre se mantenía despierto e irónico.

- Todo lo que tenéis de bellas lo tenéis de tontas. Para eso no me necesitabais, sólo tenéis que pensar un poco.

Shampoo como respuesta le cortó el pulgar de la mano derecha.

-Esto será una sangría- dijo la mujer joven- queremos evitarte sufrimiento darnos la verdad.

-A mi me pagan por matar, no por hacer preguntas, ni por saber repuestas.

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Minutos más tarde a ese hombre le habían cortado la mitad de los dedos de la manos derecha, tenía un ojo morado, le habían golpeado, y dado con un látigo en la espalda, pero no había vuelto hablar, tampoco se volvió a quejar y miraba a las mujeres con altivez.

-¿Qué sabes de Ranma Saotome y Akane Tendo?, ¿ Como, por qué murieron?

El hombre las miró.

-¿Ranma y Akane? Compañeros míos en el instituto. Buena gente, se querían, pero eran tan extraños, se querían, y a la vez se peleaban por tonterías, tan inmaduros- el hombre se rió- Si, sé por qué murieron los dos, sólo te diré una, no fue un accidente, los dos murieron asesinados. Sé quién los mató. No te diré quien fue.

-Si lo dirás, al final cantarás. El dolor te harás hablar.

Daisuke se rió.

-No fui entrenador para hablar- miró a su captoras- fui enseñado a soportar el dolor. No conseguiréis nada torturándome. Me podéis matar, no le temo a la muerte.

- Hablarás- le dijo Shampoo,- sabemos como hacerte hablar. Me explicaras como murieron Akane y Ranma

De alguna forma el mercenario logró soltarse. Sabía que no se escaparía, y que esas mujeres le harían hablar, no debían saber nada sobre las muerte de Akane Tendo y la familia Saotome.

El hombre se abalanzó sobre Shampoo, le quitó el cuchillo y cogió a la compañera de esa mujer como rehén.

-¡ Suéltala!- dijo Shampoo- o te mataré

Daisuke miró a Shampoo, la iba a abrir en canal, pero la joven se movió y sólo la hirió en el brazo. Aún así esa joven le pegó un codazo en el estómago a su adversario que la soltó. Ella cayó al suelo herida, pero no de gravedad.

El hombre rió, el golpe sólo le afectó unos segundos. Miró a la herida, no era una herida grave, pero sangraría.

-Eso le pasa por el daño que me habéis hecho- dijo el hombre. Había perdido mucha sangre y se mareaba, estaba a punto de caer- no te contaré nada, me iré a la tumba sin que os cuente nada.

Y acto seguido Daisuke se rajó la garganta, murió al instante, para frustración de Shampoo y de su acompañante herida.

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La persona que espiaba, había visto como se llevaba al mercenario. Su dron le había mostrado el escondijo de ese grupo de chinos.

Había buscado información sobre el mercenario. Se llamaba Daisuke, de adolescente había sido compañero de Akane y Ranma.

Se preguntó porque vendió sus servicios a Ryoga, si este mataba a los mercenarios que contrataba.

Miró en el ordenador, buscó más información sobre ese hombre y supo la verdad. A Daisuke le quedaban poco tiempo de vida. Una cruel y dañina, y muy rara enfermedad lo mataría de forma cruel en poco. El hombre había decidido que lo matasen antes de que muriese por esa enfermedad.

En la información que tenía de ese hombre le decía que Daisuke en el instituto iba acompañado por otro joven de nombre…

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Continuará…


Notas del autor:

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Como dije esta historia no es para menores, en este capítulo he metido algo de tortura y violencia. Quería ser un poco más brutal, iba a poner que no sólo le iban a dejar morado el ojo, le iban hacer lo mismo que le hicieron a su miembro viril, y que a Din Yan Wuan la iba a matar, es más la maté de una herida en el estómago, pero cambié de idea y la "resucité" para poder utilizar el personaje en otros capítulos.

Daisuke aquí es un mercenario, aunque algo pervertido.

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Aclaraciones:

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El nombre de Din Yan Wuan: Es uno de los tres nombres que recibió Ukyo al emitirse en español en España. Los otros dos fueron Federica y Kaori. Si, nunca fue llamada Ukyo, la pobre. Aunque ni Shampo, ni Kasumi, ni Happoaay, ni Cologne fueron nombrados por sus verdaderos nombres. Ya nos llegaron así de un país europeo que se dedicaba a cambiar los nombres a los personajes, censurar, y cambiar los openings por otros horribles. Algún día deberé hacer un fic contra eso.

En la versión en catalán si fue llamada Ukyo.