Por fin el capítulo que tanto he querido escribir… espero que me haya quedad bien, la verdad al final si he tenido algunos problemas con el último párrafo, que a pesar de ser el más pequeño, lo cambié como cinco veces.

Este fic ya está llegando a su fin jejejeje… pero aún le queda, tranquilas jajajaja.

Muchas gracias por sus reviews… hoy no tengo aluna nota importante que dar ahorita, sino hasta el final, así que las dejo con las respuestas a los reviews.

Miki: Si... creo que me quedó absurdamente corto el segundo jajaja… pero bueno, de hecho los primeros tres párrafos de éste eran parte del otro, pero tuve que cortarlos por que… la verdad ya ni me acuerdo por que jajajaja. Que bueno que te haya gustado, ojalá te guste este capítulo también. Un beso

Amaly Malfoy: Por supuesto que su amor es lo suficientemente grande para superar la travesura… si no el fic no tendría trama JAJAJAJA. Tal vez tengas razón sobre lo que dices de Sirius… pero bueno, supongo que no sabremos hasta que Rowling diga bien por que cara triste nimodo jajajajaja. Ojalá te guste el capítulo. Un beso

Mairen: Tienes mucha razón en tener miedo, aunque no exactamente por ese capítulo mwajajaja… Mi experimento se trató sobre escribir en segunda persona… creo que, por las críticas, me quedó mejor de lo que esperaba jajajaja… espero también te guste este capítulo… aunque ya está escrito en tercera persona de nuevo. Un beso

AriadnaCreta: cara feliz muchas gracias por tu review, como te decía en la respuesta de "Invierno", de hecho fue después de haber leído "Aura" que me quedaron las ganas, pero necesitaba un capítulo dramático… de hecho tenía pensado en hacerlo con Remus… pero a fin de cuentas tenía más sentimientos el capítulo tratándose de Sirius. Espero te guste el capítulo. Un beso.

Remsie: Que bueno que te haya gustado, pienso igual que tu, que Sirius, a fin de cuentas, si se merece sufrirle un poquito… lo que si estaba dudosa de poner era a Remus con ese orgullo… aunque a fin de cuentas parece que lo aceptaron muy bien jajajaja y le dio más trama al fic. Lo mejor de todo, es que por razón de la pelea, se hace este capítulo… ya no digo más jajaja.. mejor lee. Espero te guste. Un beso

Leo Black LeFay: Tu review me hizo sonrojar… MUCHAS GRACIAS jejejeje. La verdad es que si es demasiado corto… pero igual tal vez tengas razón de que se hubiera estropeado. Los tres primeros párrafos de este capítulo eran parte del otro, pero los tuve que cambiar por que al final al leerlo completo ya no quedaban bien. Espero te guste el capítulo. Un beso

Niea: Muchas gracias… jajaj pues aquí queda respondida tu duda sobre lo que pasará. Y pues si… creo que a fin de cuentas si se lo merecía… debería de haber pensado que a Remus no le iba a hacer mucha gracia. Espero te guste el capítulo. Un beso

Esto es todo, ahora el fic.

La maldición del Lobo
Por: Gala

Réquiem por un amor

Dos semanas habían pasado y Sirius seguía pasando coda noche en la Cabaña de los Gritos sin atreverse aún a mantener una charla con Remus… de hecho con nadie. Todos comentaban sobre lo raro que era verlo poniendo atención en clases y tomando apuntes; las clases resultaban especialmente aburridas y Sirius parecía no tener nunca ganas de nada, apenas comía y solo hablaba si era muy necesario… hasta Susan estaba extrañada de su comportamiento.

Durante las clases Sirius se sentaba lejos de sus amigos, no soportaba la idea de que había traicionado la confianza que Remus había puesto en él y juró no volver a hacer algo semejante. Un par de veces había sentido una mirada insistente y al voltear había visto a Remus viéndolo, pero su cara se había puesto roja y no había sido capaz de sostener su mirada.

Se le hizo costumbre el después de clases ir a robar algo de comida de la cocina y salir furtivamente del castillo hacia su escondite y luego comer ahí solo y lamentarse por el amigo que había perdido y por el amor que jamás sería. No se creía merecedor de su corazón.

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Remus veía distraído por la ventana; James estaba jugando ajedrez con Peter, todo estaba silencioso, de hecho, ya se había hecho habitual el silencio en la habitación, hacía un mes que Sirius no entraba en ella cuando ellos estaban ahí o que siquiera les hablaba. Remus estaba profundamente dolido, en las noches le costaba conciliar el sueño imaginando donde podría estar su compañero o simplemente extrañándolo.

Sabía que Sirius estaba demasiado apenado para acercarse a él, Remus pensó por un fugaz momento que algún día lo haría, y hasta entonces lo esperaría. Pero ese día se veía lejano.

-Remus, ya son las siete- Informó Peter mientras su alfil era cruelmente descuartizado por la espada de un peón de James.

-Oh, si. Gracias- Respondió vagamente poniéndose de pie – Bueno, me voy, nos vemos en la noche.

-Si – Respondieron James y Peter al unísono.

Remus caminó medio apresurado hacia la enfermería pues ya se le había hecho tarde, cuando entró, la enfermera lo esperaba con las manos en la cintura cual jarra.

-Llegas tarde, Lupin.

-Lo siento

-Bien, mejor que vallamos arreglando todo para irnos.

Remus dejó su cambio de ropa para la mañana siguiente y tomó algunas pociones que le dio la Sra. Pomfrey (Para que las heridas no se te vayan a infectar).

Salieron del castillo a escondidas, como cada mes y se dirigieron al Sauce Boxeador. La enfermera lo acompañó hasta la Cabaña de los Gritos y ahí se despidió de él diciéndole, como siempre, que regresaría por él en la madrugada para que se bañara.

Se quitó la túnica (esa vez se aseguraría de no romperla) y la acomodó doblada en una caja de plata, donde guardaba las cosas que no quería llegar a deshacer.

Se sentía expectante pero no sabía por que, nervioso miró por una de las ventanas cegadas y vio la luna llena y bajo unos árboles cercanos vio un par de ojos como linternas que lo espiaban.

Un par de horas después salieron del túnel un gran ciervo, un enorme lobo y una pequeña rata corriendo tras de ellos para seguirles el paso al internarse en el Bosque Prohibido, la luna se filtraba por los pequeños agujeros entre las ramas de los árboles.

La rata dio un chillido y los otros dos notaron que la habían dejado muy atrás; el lobo regresó sus pasos y le tendió una pata a la rata, quién trepó por entre su pelaje y se acomodó en su cabeza.

Habían planeado para esa noche ir a revisar que había en el bosque más allá del río y de la Fuente de las Hadas. Comenzaron la caminata usando el camino que ya sabían de memoria, pasaron los grandes árboles, cruzaron por debajo de algunas ramas muy bajas, pasaron de largo una cabaña abandonada, que según la leyenda, era la casa de una ninfa, se cruzaron con algunos centauros y otras criaturas. Cuando ya llevaban más de diez minutos internados en la parte más profunda del bosque, y la más silenciosa también, escucharon que unas ramas crujían detrás de ellos, al lobo le llegó el olor de algo que conocía pero no pudo recordar que era. No le dieron importancia hasta que después de varios minutos decidieron que alguien, deliberadamente, los seguía. El lobo se puso en guardia y casi tira a la rata que seguía acurrucada en su cabeza y el ciervo le imitó, pero nadie salió.

Siguieron su camino pero sin dejar de estar alertas por si volvían a escuchar algo, al llegar a la Fuente de las Hadas las ramas crujieron de nuevo detrás de ellos. Se volvieron rápidamente y vieron detrás de los árboles unos ojos que los espiaban, todos guardaron silencio esperando que el visitante hiciera algo; lentamente salió de su escondite. Era un gran perro negro, con las orejas gachas y la cola entre las patas, al verlos se sentó frente a ellos.

Por un minuto nadie movió ni un músculo, en parte asombrados y en parte expectantes sus amigos por la reacción que tendría el lobo. El viendo sopló agitando las copas de los árboles, pero ninguno se movió.

Lentamente y con paso tímido el lobo se acercó unos pasos al perro, las hadas volaban felices luciendo como luciérnagas. El lobo dejó de caminar y se quedó quieto viendo al perro directamente a los ojos, y el otro, entendiendo lo que decía, se acercó más. Estuvieron frente a frente y luego el perro pareció sonreír y lanzó un fuerte ladrido que asusto a las hadas; el lobo como respuesta movió la cola vigorosamente y ladró también. El gran perro no pudo dejar de emocionarse y dio un gran salto meneando la cola; se acercó y rozó su cara contra la del lobo. El momento pareció detenerse, las hadas parecieron brillar más; el aire sopló más fuerte trayendo murmullos que parecían salir de la nada y en el cielo, las estrellas titilaron y la luna brilló con más fuerza, y tan repentino como había empezado todo, acabó.

El lobo invitó al perro a unírseles, el cual aceptó gustoso con otro ladrido, se le acercó al ciervo con un salto y le pegó en el lomo con las patas delanteras, el ciervo, feliz y molesto por la evidente agresividad del perro, lo aventó con sus cuernos haciendo que casi cayera encima de la rata, quién con un chillido le indicó que era su turno de cargarlo y no quedarse atrás. Igual que como le había hecho el lobo, le tendió una pata y el pequeño animal trepó por su pelaje y se acurrucó entre sus ojeras ahora levantadas.

Las estrellas siguieron los pasos de los cuatro amigos durante toda la noche y vigilaría, se prometieron, al amor que surgía esa noche.


Bueno esto es todo… ¡Por fin un final feliz! Jajajaja… me sorprendo a mí misma.

Bueno, solo como un dato para que no se les valla a pasar; los murmullos que se escucharon eran los mismos que había escuchado Remus cuando leyó la inscripción del medallón en el libro… ¿recuerdan?, la de "Huehe nexcoyomeh notzaz itech inahuac" Bueno… en realidad son los murmullos de las personas que murieron sin poder haber consumado su amor a causa de la maldición… ya lo se, un poco rebuscado pero me gustó jejejeje.

Creo que eso es todo por esta vez. Nos vemos pronto

Besos

Gala