Por fin el último capítulo, y tarde para variar jajajaja, la siento mucho pues he estado ahsta el cuello con el colegio, por fin tengo un día de vacaciones… no saben lo feliz que me hace eso jajajaja. Bueno, para quienes leen invierno también va eso, pues espero no tardar ya demasiado en actualizar.

Bueno, siento no poder responder los reviews personalmente pero se me hace tarde y me tengo que ir a mis clases pero se los agradezco de todo corazón.

Las dejo con el último capítulo.

La maldición del Lobo
Por: Gala

En los brazos de la eternidad.

-James ¿Estás bien?- Lily puso una mano sobre su brazo haciéndolo voltearla a ver con una media sonrisa.

-Si, estoy bien, gracias.

-No. No lo estás, llevas varios días muy distante ¿hay algún problema?

James se detuvo y repasó su alrededor con la mirada mientras pensaba en como responder.

Es sol se estaba poniendo ya y el campo de Quidditch, no muy lejos, estaba coronado en colores rojizos; detrás de ellos en el bosque, la criaturas nocturnas comenzaban a despertar.

-Es difícil- Murmuró pasando una mano por su cabello para despeinarlo más. Lily no soltó su brazo, sino que lo abrazó tiernamente mientras le murmuraba que todo estaba bien y que si no quería hablar de eso no lo presionaba.

Siguieron un camino estrecho que iba por detrás del campo de Quidditch y que estaba flanqueado por dos barreras, una a cada lado, de grandes arbustos y árboles que lo ocultaban de toda vista curiosa. James arrancó una flor parecida a una margarita de uno de los arbustos y se la dio a Lily mientras la abrazaba por la cintura y suspiró.

Siguieron caminando en silencio abrazados hasta llegar a un espacio más ancho donde había un grueso árbol a la orilla, James se acercó y se sentó en el suelo invitando a la chica a hacer lo mismo. Él tenía la vista perdida y Lily se estaba empezando a preocupar de verdad. Lo conocía desde hacía seis años y hace poco habían comenzado a salir aunque no en un plan formal y en todo ese tiempo ella jamás lo había visto así de perturbado.

-James… en serio me preocupas.- Al aludido le dio un vuelco el corazón y muy a su pesar sonrió aunque después dejara de hacerlo para suspirar de nuevo, ¿debería de contarle a ella lo que pasaba?

-Es Sirius.- Lily lo miró confundida- Tuvimos una discusión muy fuerte, él…ehm… está con alguien que yo creo no le conviene…cuando quise hacerlo entrar en razón me dio la espalda y me cambió por ese alguien.- Parecía que quería decir algo más pero no lo hizo.

Lily lo estudió unos momentos mientras el sol continuaba ocultándose, los grillos habían comenzado a sonar y el frío era cada vez más intenso.

-¿Me quieres?- Preguntó la pelirroja de pronto, James volteó a verla realmente sorprendido por la pregunta. ¡Que forma de cambiar el tema!

-¿Lily?

-Responde ¿Me quieres?- Tenía la visa en el suelo, al parecer muy interesada en una piedrita y estaba sonrojada, James sintió que lo único que quería hacer era tenerla en sus brazos y no separarse jamás.

-Te amo – Contestó muy seguro – ¿Pero que tiene que ver?- Ella levantó la vista de nuevo y ahora tenía una ceja levantada.

-¡Que forma de acabar con los momentos románticos!- Le reprochó con una sonrisilla en la boca. Hubo una pausa y luego volvió a preguntar - Y si Sirius o alguien a quien aprecias mucho te dijera que no soy buena para ti y que no aprueba que te sigas viendo conmigo ¿Me dejarías de ver? – James se aterró de solo imaginarlo.

-¡Pero claro que no!

-¿Y entonces por que ha de ser diferente con él?- James sintió que un frío recorría todo su cuerpo, ¿había sido tan ciego como para privar a su amigo de ser tan feliz como lo era él cuando estaba junto a la pelirroja? Pero se volvía a preguntar ¿En realidad se podían amar? Se talló la cara con las manos en un gesto preocupado y medio desesperado.

-No lo se… me preocupa. No veo como pueda salir bien de esto. – Sintió como la mano de Lily tocaba la suya y la retiraba con cuidado, él volteó a verla y le llegó la idea de que ni siquiera la puesta del sol que dejaba manchas rojas en el cielo se podría comparar a su cabello. Estiró una mano y tomó un mechón entre sus dedos y se sintió débil junto a ella.

El momento pareció alargarse y hacerse eterno, Lily lentamente se acercó a él y lo besó con todo el sentimiento que se había guardado en su interior.

James de pronto se sintió completo, nada más importaba y nada más faltaba o estaba mal en el mundo; solo importaba ella y hacerle saber cuando la amaba. Sus manos se entrelazaron y al romper el beso Lily recargó su frente en el hombro del chico sin soltar sus manos. Un frío recorrió la espalda de James al imaginarse a Sirius en esa pose con Remus, pero en esa escena había algo más: los dos sonreían, y en ese momento lo supo.

Se separó lentamente y muy a su pesar de Lily y sintiendo una emoción que lo embargaba, se levantó y le tendió una mano a la chica.

-Tengo que ir a hablar con él.-Lily sonrió y lo alentó a adelantarse, ella podría encontrar el camino de regreso sin problemas. Antes de irse, él depositó un suave beso en la mejilla de la pelirroja y salió corriendo rumbo al castillo.

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-¡Peter! ¿Has visto a Sirius?

-Si, subió a la habitación hace como una hora y media- Contestó el otro chico sin despegar la vista de la revista que leía.

-Gracias- Alcanzó a murmurar James antes de salir corriendo escaleras arriba. Apenas llegó a la puerta de la habitación la abrió de golpe y entró pero se quedó congelado en la puerta- La…lo siento… no quería interrumpir…

Sirius estaba acostado en la cama de Remus, boca arriba y con la cabeza donde se ponen los pies y Remus estaba sentado a un lado de él, recargado en su torso y con una mano sosteniendo un libro a un lado de ellos pero al entrar James sin previo aviso se levantaron como si nada hubiera pasado.

-Pasa, no hacíamos nada- Le contestó Remus y Sirius solo los veía en silencio.

James ahora se sentía como un intruso, le hubiera gustado hablar solo con Sirius pero no le pasó por la mente que Remus estaría con él… tal vez era lo mejor. Entró a la habitación y se sentó en la cama frente a ellos que resultaba ser la suya propia y acomodó sus codos sobre sus piernas intentando buscar una pose cómoda y haciendo tiempo mientras inventaba como comenzar.

-Yo…Sirius, creo que te debo una disculpa…

-¿Crees?

-Bueno, te debo una disculpa por haber reaccionado así por… bueno, tu sabes- Sirius sonrió- Te voy a hablar de corazón así que no te burles

-¿Yoooo? ¿Burlarme?- Remus le dio un suave golpe en el brazo negando con la cabeza y poniendo los ojos en blanco.

-Ejem…decía. Hoy algo me hizo darme cuenta que fue un poco… bueno algo…está bien, bastante egoísta de mi parte el haber pensado y dicho todo eso. Déjame terminar.- Tomó aire- Me alegro que estén ahora juntos pero tenía miedo de que si en algún momento terminaban mal que nuestra amistad se viera deshecha. Eso… fue lo que me impidió ver que mientras seas tu feliz está bien.

Sirius y Remus estaban sonriendo y el primero hizo el amago de limpiarse una lágrima imaginaria que salía de sus ojos y James estaba apunto de golpearlo con una almohada especialmente dura cuando entró Peter corriendo a la habitación.

-Todo está listo- dijo con el poco aliento que le quedaba y los otros tres se pararon inmediatamente y salieron de la habitación tomando al pasar a Peter por los brazos y cargándolo sin que él opusiera resistencia.

Corrieron a lo que más podían sus piernas hasta llegar a la torre que habían escogido desde hacía tanto tiempo para su gran experimento. Antes de las peleas entre James y Sirius y entre Sirius y Remus se escapaban de vez en cuando para preparar todo y hoy, después de días de espera al clima ideal y a no tener maestros cerca, todo estaba listo.

Dentro de la habitación había una barra de hierro reforzado mágicamente e incrustada en el suelo para mayor seguridad, de ésta barra había un mecanismo que terminaba en dos especies de ligas de veinte centímetros de ancho y al final de todo estaban rematadas por unas agarraderas de seguridad para los tobillos.

-¿Y quién va primero?- Preguntó Sirius

-Yo digo que tu y James primero, para celebrar su reconciliación, ¿tu que opinas, Peter?

-Por mi está bien, me parece buena idea- Sujetaron a Sirius y a James por los tobillos y una vez que revisaron que todo fuera seguro y que no le cortaran la circulación de los pies a sus amigos, se subieron al alfeizar de la enorme ventana.

-James- Llamó Sirius un momento antes de lanzarse y tan silencioso para que solo el aludido escuchara – Gracias

-No hay problema, Padfoot, siempre puedes ¡aaaaah!- Remus tenía las manos donde anteriormente habían estado las espaldas de su compañero y de su novio y con una enorme sonrisa traviesa en la boca.

-Huyamos mientras aún tenemos piernas, Peter- Y saliendo de la habitación cerró la puerta azotándola.

Fin

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No lo puedo creer, está terminado… tal vez no fue lo que esperaban y se defraudaron varias veces a lo largo del fic, pero bueno me prometí que lo terminaría y aquí está.

El primer final que había ideado para esto era que al saltar Sirius y James de su bongi (o como se escriba), Susan estaría atrás cortando las ligas para vengarse… luego pensé que estaba medio sangriento así que se quedó en Remus aventándolos jejeje… muy malo pero bueno UU

Quiero agradecer a todas y cada una de las chicas que me acompañaron durante todo este tiempo, ahora no se cuando vuelva a escribir un R/S… no creo que demasiado pronto pues estaré muy ocupada con Invierno, pero si lo hago espero saber de ustedes.

La razón del título es por que… no se, se me ocurrió jajajaj además que de ahí según eso su amistad y/o amor seguiría hasta la eternidad… lo se, muy cursi pero bueno. Me despido, muchas gracias.

Un beso

Gala