"cursiva entre comillas" pensamientos de los personajes
"entre comillas normal" Titulos de algo o nombres de algo
Cursiva normal recuerdos
oxoxoxox salto a corto, mediano o largo plazo / cambio de escena
- Dicen que cuando una persona vive mucho tiempo, se vuelve sabia gracias a las experiencias que ha vivido toda su vida, pero personalmente, creo que yo solo me volví más estúpida…
Aquellas palabras flotaron en el aire perdiéndose en la inmensidad del campo de jacintos rojos, que a esa hora del día recibían un placentero baño de sol, mientras una fragancia floral intensa, pero al mismo tiempo dulce, se colaba por las fosas nasales de la mujer que se encontraba en el campo, seduciéndola para que se quedara más tiempo disfrutando del jardín.
Observando como la delicada brisa desprendía ocasionalmente pequeñas flores de jacinto dispersándolas juguetonamente en el aire, logrando invocar un ambiente de tranquilidad que aun cuando siempre se veía en ese lugar, nunca llegaba a cansar a ninguno de los miembros de la orden de Afrodita.
Sentada en el hueco de pasto que se había formado automáticamente en el jardín, para evitar algún tipo de maltrato a los jacintos, se encontraba una figura femenina, engalanada por una brillante armadura carmesí que soltaba destellos propios al recibir los rayos del sol, lentamente la mujer levanto su rostro hacia el cielo, dejando ver con mayor detalle las largas y tupidas pestañas negras que adornaban con delicadeza sus ojos almendrados que poseían un enigmático tono verde esmeralda.
La mujer llevo sus largos dedos a la cola alta que ataba su larga cabellera negra cual ebano, dejándola libremente, permitiendo que el viento jugara traviesamente con él, dándole a la mujer un aire de belleza inalcanzable y probablemente insuperable, aunque claro, esto último solo si no se le ponía en la misma habitación que Albafica de piscis.
La mujer suspiro cansada al recordar al santo de piscis, sintiendo al instante como la paz que había conseguido en el jardín se desvanecía, dejando en su boca un sabor amargo, algo en ese santo la ponía de nervios y aunque le costara admitirlo, la sensación que poseía su corazón se alborotaba al verla, haciendo que le dieran unas terribles ganas de volver el estómago…
Estaba segura de que el santo no era malo, después de todo ella representaba la euforia, sin embargo, le molestaba que aquellas sensaciones anormales interfirieran en su trabajo, tal como había pasado la primera vez que había estado junto a él y por error había dejado caer demasiado fuerte su puño sobre la mesa, destruyéndola al instante… cosa que solo había logrado tensar el ambiente entre los caballeros y las sensaciones que la acompañaban.
La mujer se lamentó internamente y mordió su labio inferior, desde aquel día su euforia no la había dejado dormir adecuadamente, ya que su estómago comenzaba a hormiguear dolorosamente en el instante en el que tocaba las sábanas dispuesta a descansar. Desde el día que esos santos habían llegado al jardín, el dios Anteros le había dado la orden de seguir y cuidar de cerca al santo de piscis, sin embargo, aun cuando ella ostentaba el título de la sensación más profunda y por lo tanto la más fuerte, esperaba que aquel santo se fuera del jardín pronto, para así terminar de una vez con aquella misión tan difícil y estresante.
Una pequeña pequeña flor de jacinto llego arrastrada por el aire hasta ella, posándose sobre su delgada nariz, robándole una sonrisa que no llego a sus ojos, haciéndola suspirar mientras negaba con la cabeza lamentándose, ella era la sensación de la euforia y al igual que Tanith ella era uno de los seis generales de Afrodita, incluso podía alardear con orgullo de que era el general más fuerte.
De los seis generales, ella había presenciado más de una vez en carne propia el ciclo interminable de guerras entre dioses e incluso se le había conferido el título de la mano derecha del dios Anteros, era fuerte no tenía dudas, pero hasta ahora nunca había sentido tan intensa su sensación como la sentía en esos momentos y eso le preocupaba, después de todo, desde la muerte de Afrodita, era imposible que un general sintiera la sensación que representaba y ya que desde hacía siglos, no había rastro de la diosa, la sensación solo podía atribuirse a algo malo.
Resoplo cansada y nuevamente miro sin gana por encima de su hombro, estaba a una distancia considerable de donde se sentían las cosmoenergias de los santos de Piscis y Acuario, y aun así no podía evitar soltar de vez en cuando arcadas de ansiedad provocadas por su euforia contenida.
"pero bueno… seguir ordenes es lo que mejor hago" pensó la mujer y dejando de ver en dirección a la cosmoenergia de los santos, se dejó caer en el suelo, sintiendo como las flores se amoldaban a su figura "además, sentir esas cosmoenergias tan nerviosas es lo más entretenido que he hecho en años"
oxoxoxox
Nervios… Cosquilleos… Sudoración… Nauseas… ¿Taquicardia?
Una a una Degel iba enumerando y clasificando lo que estaba empezando a sentir ahí recostado junto a Albafica, emociones buenas que hacían brincar su corazón, seguidas se sentimientos de culpa que carcomían su corazón ¿Debía haber esperado a que Shion se despertara? En su momento no le había importado ser egoísta, pero en cuanto se confesó y recibió la promesa de Albafica de que analizaría sus sentimientos, una sensación de culpa lo embargo, Shion también era importante para él, después de todo era su compañero de armas, habían pasado por mucho juntos y si se ponía a pensarlo… él también era su amigo…
¿Habia estado mal confesarse a Albafica sin antes dejarle en claro sus intenciones a Shion? ¿Estaba siendo injusto? ¡Dioses! ¿Había arruinado todo? Aun cuando estaba feliz, la culpa lo estaba llenado de sentimientos negativos y eso no le estaba gustando…
- Degel… - escucho como la voz de Albafica lo llamaba y se enderezo en su lugar lentamente, mirando como la chica aún se mantenía boca arriba con los ojos cerrados – estas a nada de hacer que comience a nevar – comento con una sonrisa en sus labios, sin abrir los ojos – no sobre pienses demasiado, estoy segura de que la respuesta por default a todos tus tormentos es un gran no.
- ¿Cómo…
- No puedo leer tu mente por que no soy Muviana – corto Albafica a un nervioso Degel – pero te conozco lo suficiente como para saber que te estas ahogando en un vaso de agua – dijo para después soltar un suspiro – además, aun cuando tú te vez serio, tu cosmoenergia habla por ti – esta vez la chica abrió los ojos y se enderezo buscando con sus ojos cobalto la mirada amatista del santo – no estes preocupado Degel no has hecho nada malo – comento la chica – tu y yo estamos bien y te daré una resp… - sin embargo, antes de poder agregar algo más, una explosión de dunamis retumbo a lo largo y ancho del jardín, alertando a los dos chicos, que sin decir nada más, corrieron hacia el templo de donde se originaba tal poder.
oxoxoxox
¿Qué demonios había sido eso? ¿Como un dios con una personalidad tan tranquila podía tener un dunamis tan violento? El santo de Libra divagaba en sus dudas mientras corría hacia el templo acompañado de una de las sensaciones a la que se había ofrecido a acompañar a una ronda de vigilancia.
- ¡Apresúrate Oko! - hablo en un canto preocupado la menuda chica que corría ligeramente más adelante que el – paso en el templo, Milena seguramente está cerca, pero esa explosión de Dunamis no es normal – continúo corriendo mientras le dedicaba una mirada de reojo al santo con sus rasgados ojos negros – se sentía agresivo, violento y con mucha oscuridad, el dunamis de mi señora no es así.
- Voy lo más rápido que puedo – contesto el santo acelerando aún mas el paso, sorprendido de que esa pequeña niña pudiera alcanzar velocidades superiores incluso a las de un santo dorado – tranquila, Albafica y Degel están ahí también, son santos dorados y puedes confiar que harán tiempo hasta que lleguemos.
Dohko pudo ver como una mueca de desagrado que se dibujaba en los finos labios de la chica y rodo los ojos, esa pequeña asiática a veces lograba sacarlo de quicio con sus constantes muecas de desagrado.
- No puedo estar tranquila - fue lo único que dijo fríamente la chica antes de aumentar más el paso, obligando a Dohko a ir más rápido.
Sin decir nada más, ambos corrieron por el campo de flores de "no me olvides" con la brisa golpeando sus rostros mientras el amplio mar de flores azules se abría a su paso, permitiéndoles correr hacia el templo central sin siquiera dañar las flores…
oxoxoxox
El interior del templo central estaba hecho ruinas, no solo los jarrones y vasijas se encontraban despedazados a lo largo de toda la estancia, sino que también los sillones y mesas ahora se encontraban deshechos en el suelo, la losa que decoraba el piso del templo, se encontraba cuarteada, mientras los candiles apostados alrededor de la sala y que daban luz al lugar estaban destrozados, dejando la estancia en un profundo oscurantismo, atenuado únicamente por el resplandor provocado por el brillo del dunamis plateado que envolvía a la diosa Harmonia, agitando violentamente su cabellera escarlata, dándole al mismo tiempo un brillo etéreo a la armadura de dragón que poseía la diosa.
- ¡Mi señora! – llamo preocupada la mujer de largo y lacio cabello negro al llegar a la estancia.
La chica dio un titubeante paso hacia el frente con la intención de adentrarse más a la habitación, sin embargo una fuerte presión la envolvió al instante, haciéndola caer de rodillas al piso y fue entonces cuando su armadura escarlata comenzó a vibrar y emitir un resplandor azafran.
La chica se sorprendió al ver por primera vez como su armadura brillaba en tal color y negó para sus adentros, sabiendo que el kókkinos, que era el metal del que estaban hechas las cloths de los miembros de la corte de Afrodita, únicamente reaccionaban así ante la presencia del dunamis de Ares. Respiro profundamente intentando sentir desde el suelo algo diferente, sin embargo, solo sentía el poderoso dunamis de la diosa Harmonia mientras su armadura de cuerpo completo comenzaba a pesar más.
Poco a poco fue haciéndose consiente del faldón abierto que le llegaba hasta los muslos, sintió a sus botas altas decoradas en el talón con pequeñas alas de murciélago apretar sus tobillos. El peto completamente cerrado decorado con delgadas líneas cinceladas en un tono de rojo más oscuro al de la armadura se volvió ligeramente más pesado en su pecho, mientras las hombreras anchas divididas en dos secciones terminadas en punta tensaban sus hombros… soltó un pequeño quejido al sentir como sus guantes largos hasta los codos empezaban a arder y no pudo evitar fruncir el ceño en una queja de dolor al sentir como su tiara que daba la ilusión de un murciélago mordiendo su cabeza, clavaba sus delgados y afilados colmillos en su rostro moreno.
- ¿Qué es lo que ocurre mi señora? – pregunto con la voz afectada al ver como los ojos marrones de la diosa ardían en un furioso tono azafrán que aun desde lejos destelleaban llenos de coraje y pasión, una vista rara, considerando que los ojos de la diosa toda la vida se habían caracterizado por no mostrar emoción alguna, dándole a la diosa un aspecto distante a pesar de ser la diosa de la armonía.
Sin embargo, la respuesta de la diosa nunca le llego, haciendo que la mujer de larga cabellera negra subiera la guardia nerviosa a causa de aquel dunamis tan similar al del dios Ares. Escaneo lentamente la habitación comprobando que no solo los muebles estaban destrozados, las cortinas rojas que decoraban el interior del templo estaban hechas jirones y en las paredes había grandes y profundas grietas.
La chica lentamente comenzó a levantarse de su lugar, sin embargo, se detuvo al sentir como Degel y Albafica, entraban al templo, obligándola a darles una mirada rápida, notando que ambos se encontraban maltrechos y con una expresión que era la combinación perfecta entre el agotamiento, el dolor y la pesadez. Al instante comprendido que el poderoso dunamis de la diosa los estaba afectando aun más de lo que la estaba afectando a ella y aun así seguían intentando mantenerse de pie, les dedico una media sonrisa en reconocimiento, sin embargo, sin poder evitarlo, sintió nuevamente como una arcada se abría paso desde su estómago hasta su garganta y frunció el ceño fastidiado por aquel inconveniente. Lentamente se irguió aún más, tratando de evitar con ello que la presión le hiciera más daño y con valor, se puso en guardia con la intención de protegerse a sí misma y a los santos tras ella.
- ¿Qué es lo que pasa? – pregunto Albafica en un jadeo combatiendo con todo su ser las ganas que tenían sus piernas de fallar en aquel momento a causa de la presión que el dunamis de la diosa ejercía sobre ellos.
Frunció el ceño, se sentía agitada y peor aún, sentía unos intensos mareos que, de no controlarse pronto, seguramente la llevarían a la inconsciencia, volteo a ver a Degel, quien había corrido junto a ella al sentir el dunamis de la diosa Harmonia, notando que al igual que ella, se veía agitado al punto de desmayarse…
- ¿Eso es normal? – pregunto Degel entre jadeos, luchando con la pesadez de su cuerpo, aterrado por empezar a ver borroso
- no lo es – contesto la sensación apenas regalándole una mirada a Degel, quien, debido a la vista borrosa, había decidido apoyar su hombro a una de las tantas columnas de mármol que estaba apostadas a lo largo de la entrada del templo, dejando caer su cuerpo contra su costado – llegue y mi señora ya estaba así.
- αγαπητή μου μητέρα – hablo por fin la diosa - Μου λείπεις τόσο πολύ – soltó en un suspiro y nuevamente sus ojos tomaron su característico tono avellana, perdiendo completamente el brillo de fiereza que había demostrado – lamento haberlos preocupado – se disculpó la diosa sin dejar de hacer fluir su violento dunamis, siguiendo con la mirada al alto chico de cabello castaño y cuerpo tonificado entraba como si nada a la estancia – eleve mi dunamis con la intención de convocarlos aquí – continuo la diosa, viendo cómo el chico colocaba su mano con delicadeza en la espalda de su compañera, dejando ver como sus músculos se marcaban por debajo de la armadura – lamento haber asustado a todos – se disculpó la diosa viendo como el chico le regalaba una sonrisa de tranquilidad a su compañera de armas – la verdad es que he decidido que los santos de Athena se vallan a su hogar esta semana– dijo la diosa dándole una mirada rápida a Albafica, quien había perdido su batalla interna y ahora se encontraba de rodillas en el piso.
- ¿De eso se trataba mi señora? - – pregunto el chico con una voz cargada de tranquilidad.
- en parte – contesto Harmonia caminando hacia los chicos que se encontraban en la puerta – ya que me han ayudado tanto, yo los ayudare también – agrego la diosa antes de ver como otras cinco figuras entraban a la habitación apenas pudiendo sostenerse en pie – durante esta semana, entrenare tanto a santos como a sensaciones– dijo deteniéndose un momento para ver el rostro sorprendido de los chicos de ambas ordenes – robe dos años de la vida de los santos de Athena, así que los compensare con un entrenamiento de resistencia que los hará más agiles y fuertes – dijo la diosa seriamente – serán afectados por la dominancia, una característica del dunamis de un hijo de hades - continuo Harmonía en una sonrisa - si en esta semana logran disminuir aunque sea un poco el efecto, me daré por bien servida ya que estoy segura de que esto les servirá en el futuro - anuncio con orgullo - ¿Quién sabe? Tal vez les sirva para poder enfrentar a un dios…
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Despertó en un sobresalto sintiendo como las frías sabanas sobre su cuerpo resbalaban lentamente hacia el piso, un fuerte mareo hizo que llevara ambas manos a su cabeza, cubriendo con ellas sus ojos en un intento de mitigar el cosquilleo punzante de su cabeza, cerro los ojos con fuerza al sentir como sus ojos ardían y apretó los dientes al sentir una tensión en los hombros.
Recuerdos borrosos inundaron su mente y un nuevo dolor de cabeza lo asalto, recordaba las rosas del jardín de Himero, al dios Eros acercándose a él luego de que se desplomara en el frio e inundado suelo, e incluso recordaba haber recibido en su frente una energía cálida… pero después… después ya no había nada.
Recordaba haber sentido demasiado frio, un frio que no era congelante, pero que, si lograba calar hasta los huesos, acompañado de una ansiedad y el sentimiento desesperado de querer huir de algún lugar…
Con la intención de recobrar la calma, comenzó a inhalar y exhalar lentamente, concentrándose en sentir como el aire llenaba sus pulmones, para posteriormente salir lentamente por su boca y sin dejar de lado sus ejercicios de respiración, abrió los ojos nuevamente, esta vez mas lento para permitir a sus pupilas adaptarse a la luz que intuyo, se colaba de alguna ventana.
Pestañeo nuevamente antes de poder ver con claridad que se encontraba en lo que intuyo era una enfermería al ver gasas y pinzas de disección en la mesa que estaba frente a la cama en la que él se encontraba postrado, observo con atención la pequeña puerta de madera con detalles de lirios labrados delicadamente entre intrincados caminos hechos por delgados tallos tubulares y luego poso su mirada en el pequeño taburete que se encontraba al lado de él, preguntándose si aquel cuenco con frutos era para el o para la persona que había estado comiendo el pomelo a medio morder que estaba tirado en el cesto de basura hecho de tallos de rosa petrificados.
Sus ojos avellana miraron con cuidado la silla que estaba a su lado y ahí fue cuando noto por primera vez en el rincón adyacente la figura base de su armadura, sorprendiéndose al ver como esta emitía un brillo opaco. Aun confundido y somnoliento, retiro por completo el pedazo de sabana que aun cubría sus pies y sin perder tiempo, se dispuso a bajar de la cama, sintiendo un escalofrió al pisar con sus pies desnudos el helado piso de losa.
Por un instante se sintió ajeno a su cuerpo y cuando hizo el amago de sostenerse de pie, un hormigueo recorrió sus piernas, haciéndolo caer de bruces contra el suelo, donde por primera vez sintió la energía violenta, amenazante y extremadamente peligrosa que no había logrado sentir gracias al profundo adormecimiento que su cuerpo sentía.
Con un esfuerzo sobrehumano logro elevar su cosmoenergia, llamando así a su armadura, la cual al instante se amoldo a su cuerpo, haciendo que el santo sintiera como su cuerpo era reconfortado por el espíritu de Aries, quien también le transmitía una sensación de añoranza y nostalgia.
"Es bueno verte de nuevo amigo" pensó Shion al sentir como su armadura se hacia uno con el "ahora tenemos trabajo por hacer" fue lo ultimo que el chico pensó antes hacer su mayor esfuerzo para levantarse y salir de la estancia con dirección a la fuente de esa cosmoenergia…
Estaba confundido y desorientado, pero en ese instante, lo mas importante era saber que estaba pasando…
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Se encontraba de rodillas frente a la diosa Harmonia, su cuerpo había dejado de responderle adecuadamente y lo único que lo mantenía consciente era la fría cosmoenergia que su propia armadura irradiaba en un intento de autopreservación que no estaba saliendo del todo bien.
Un hilo de sangre salió de su nariz y goteo en el suelo haciendo que la respiración se le cortara al observar las gotas del denso liquido escarlata bajo su cuerpo, eso era malo, no necesitaba ser un experto para saber que algo estaba mal en su cuerpo si estaba empezando a salir sangre por algún orificio del cráneo.
Cerro el puño con impotencia ¿Aquel poder era el de un dios considerado como menor? ¿Tanta era la diferencia entre los humanos y los dioses? Era sorprendente ver la diferencia que había entre los dioses y humanos, era casi imposible de creer la forma tan fácil en la que con solo un poco de energía, había logrado someter a tres santos dorados.
No era un secreto que la diosa Harmonia era la hija menor de Ares e incluso los mitos decían que de todos los hijos que había tenido con Afrodita, ella era a la que más amaba y quien al mismo tiempo se rumoreaba poseía un dunamis similar al del dios. Y valla que se parecía, era salvaje, violento e inspiraba temor, daba sensaciones muy contrarias a lo que la diosa representaba, sin embargo, veces anteriores había sentido la energía de la diosa y podía afirmar que no poseía todos esos sentimientos aterradores, podía suponer que el dunamis de la diosa, fluctuaba en relación con sus emociones e incluso se arriesgaba a apostar, que la diosa controlaba que tipo de energía quería liberar.
- detendré el flujo de mi dunamis cuando al menos tres de ustedes, de cada orden, se acerquen lo suficiente a mi – enuncio la diosa desde el centro de la sala, dedicándole una mirada vacía a los santos que se encontraban en la entrada del templo.
Tras escuchar aquello Degel mordió con fuerza la parte interna de su labio e hizo un nuevo y renovado esfuerzo por ponerse en pie, instantes atrás había sentido la llegada de Dokho y la que suponía era la sensación de anhelo, que era con quien había ido a hacer una ronda de vigilancia, sin embargo, así como la había sentido llegar, había sido testigo de cómo ambas energías se perturbaban e intuía que ambos habían sucumbido tal como el y Albafica lo habían hecho.
Al pensar en su compañera de armas, una señal de alarma se encendió en su cabeza, la chica no había dicho nada más después de haber caído al suelo, e incluso, si lo analizaba a detalle, sentia como su cosmoenergia la envolvía por completo.
Levanto la mirada y con sorpresa vio a su amiga de rodillas, pero con el rostro pegado al suelo por completo mientras sus manos cubrían su boca y nariz, a lo lejos observo que la chica mantenía fuertemente cerrados los ojos y con terror pudo entender que también a su amiga le había salido sangre de la nariz, por lo que, sin necesitar mayor explicación comprendido que la situación se había vuelto bastante mala, no le aterraba que Albafica sangrara, después de todo era normal y estaba seguro de que el veneno no los afectaría a no ser que entrara en contacto con su piel o de alguna manera se volatizara, sin embargo, sabía que el problema estaba en el terror que Albafica sentía hacia su sangre.
- Al… - la llamo en un hilo de voz, tratando de sacarla de los turbios pensamientos que seguramente estaban jugándole rudo, sin embargo, pudo notar que su voz no le llego al ver como la chica se apretaba aun mas el rostro con las manos, en lo que interpreto como un doloroso intento de mantener toda su sangre venenosa cerca. Por lo que decidió continuar su complicada misión de ponerse de pie, decidido a terminar con el dolor de la chica y reunió todas las fuerzas posibles para encender su cosmoenergia en un intento de disipar aquel pesado don de dominancia que la diosa irradiaba…
"No te rindas" "Por favor no te rindas" fueron las palabras que Albafica escucho en su cabeza por parte de la voz misteriosa que hacia tiempo ya no escuchaba "Debes resistir y vencer" indico la voz en una súplica, sin embargo, no podía hacerles caso a aquellas palabras, no cuando su nariz se había vuelto una fuente incesante de sangre venenosa.
"¡Levántate!" ¿Levantarse? Eso era lo que más quería, ella deseaba levantarse e irse lo más lejos posible, necesitaba alejar su asqueroso veneno de sus amigos, no quería perder a nadie más… en verdad deseaba que nadie muriera por culpa de su sangre y sabia que en ese lugar tan cerrado, si dejaba caer, aunque fuera una gota de su sangre seguramente alguien saldría lastimado o muerto…
Sintió como si un balde de agua fría le cayera encima al darse cuenta que no solo se había convertido en un estorbo, sino que también se había vuelto un peligro para Degel que estaba a su costado y para Dokho quien se encontraba tras ella junto con Aimi, la sensación del ahnelo, Iván, la sensación de los celos, Ian, la sensación de obsesión y Tanith, la sensación de lujuria…
Tantos años entrenando, tantos sacrificios, tantas veces tratando de demostrar que era mas que una cara bonita ¿Y para qué? Para que, en un entrenamiento de prueba, se volviera un peligro más.
"Padre…" pensó "!Oh padre! ¿Por qué soy tan inútil?" aquellas palabras llenaron su cabeza y por primera vez recordó lo que había pasado con las amazonas en Cabo Sunion… ¿Es que acaso ella era la que les traía la muerte a todos? ¿Por qué todo lo que entraba en contacto con ella moría? ¿O se iba? ¿O terminaba mal?...
Ser ella era un desperdicio, que la gente la entrenara, también era un desperdicio e incluso… que alguien tan maravilloso como Degel estuviera enamorado de ella, era un desperdicio.
Una a una comenzó a sentir como las lagrimas empezaban a caer silenciosamente por sus ojos y sin poder evitarlo, su estado de ánimo comenzó a deteriorarse, hasta sentirse la peor basura del mundo.
- Al… – escucho como la llamo nuevamente la voz de Degel en la lejanía, sin embargo, todo a su alrededor se había vuelto negro.
¿Qué sentido tenia la vida cuando todo lo que ella quería desaparecía? Cerro los ojos con más fuerza y se dobló aún más en su posición, apretó los ojos con fuerza y sin poder evitarlo, la imagen de su maestro muerto llego a su mente, seguida de la imagen del espectro al cual había combatido años atrás, haciendo que el terror que en ese entonces no había dejado salir inundara su pecho, haciéndola soltar un quejido que llamo la atención de todos en la estancia incluida la diosa.
- Albafica de Piscis – llamo la diosa con una voz que a pesar de ser tranquila, resonó azutoritaria en toda la estancia – la dominancia es el poder que herede de mi padre – informo la diosa – no solo sirve para paralizar a los enemigos en batalla, sino que también afecta a las inseguridades de los oponentes, mientras más tengas, más te va a afectar – sentencio la diosa, dedicando una fría mirada a la chica – un santo con tantas inseguridades como para ponerse a llorar, es altamente susceptible, sin embargo, si puedes combatir esa inseguridad, te puedo asegurar que se volverá tu mayor fortaleza – dijo la diosa, mientras un destello azafrán ilumino sus ojos – ¿Le temes a tu sangre? Entonces aprende a utilizarla a tu favor, por que un día, será tu carta de victoria – hablo con orgullo la diosa – esa sangre es un legado, no una maldición.
"¡Levantate Albafica!" "Todos están luchando contra sus propios demonios" "Deja de autocompadecerte, si te dejas vencer, entonces, todo tu equipo sufrirá las consecuencias"
- ¡Albafica! - una voz cargada de pesadez llamo con dificultad a la chica desde la entrada del templo haciendo que esta abriera los ojos sorprendida…
"Esa voz…"
Con un esfuerzo sobrehumano Albafica volteo hacia la entrada del templo y por primera vez después de un largo tiempo, pudo ver los ojos avellana del que ella consideraba su mejor amigo, mirarla con preocupación, mientras a duras penas se mantenía de pie.
Se veía tan diferente y al mismo tiempo no había cambiado nada, sus rasgos se habían vuelto mas maduros a causa del crecimiento acelerado del que habían sido víctimas y su cabello había crecido considerablemente, sin embargo, su mirada amable y decidida se veía igual de cálida que siempre, y seguramente, su sonrisa seguía siendo igual de tranquilizadora para su corazón. Los ojos de la chica se humedecieron y sin querer evitarlo, soltó aún más lágrimas, pero esta vez de alegría al ver que su amigo al fin había despertado…
Observo el rostro cargado de preocupación del chico al ver a sus compañeros en el suelo luchando por poder levantarse y comprendido que aun cuando se veía que Shion sufría por mantenerse de pie, lo seguía intentando, al igual que Degel y Dokho, quienes ya estaban medianamente erguidos y entonces comprendido que ella era la única que se había quedado en el piso sufriendo, por lo que sin dejar de presionar su nariz con sus manos hizo un intento de levantarse, robándole una sonrisa a la diosa Harmonia.
oxoxoxox
El entrenamiento impuesto por la diosa había acabado en el momento en el que los cuatro santos de Athena habían logrado mantenerse de pie y dar un pequeño paso, complaciendo a la diosa, quien en solo instantes había dejado de irradiar aquel dunamis tan violento, haciendo que los santos tuvieran una sensación de ligereza y alivio. La diosa explico que el primer paso era ponerse de pie y que, de ahí, lo siguiente que harían serian ejercicios normales para practicar por lo que debían descansar perfectamente.
Después de aquello Albafica había salido corriendo como un rayo del templo mientras tapaba su nariz, dejando a los tres santos en la estancia y a un confundido Shion que no terminaba de entender por que sus compañeros de armas y el mismo, se veían mas viejos de lo normal…
El resto de la semana paso en pesados entrenamientos, en los cuales muchas veces Albafica sangro y aun cuando el temor era moderadamente menor, como precaución se mantuvo alejada de todos y cuando la diosa dio por terminado el entrenamiento, pudo notar que su rapidez y agilidad era superior a la que ya con anterioridad poseía…
Desde que habían empezado los entrenamientos Anteros y Eros no habían aparecido en el jardín, sin embargo, la ultima noche aparecieron para anunciar que una última cena se realizaría esa noche para conmemorar el final de la misión y la alianza entre las diosas Athena y Afrodita.
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Todos se encontraban sentados alrededor de una gran mesa redonda que había sido improvisada al aire libre en uno de los tantos jardines del templo, aquella noche era una de esas noches en las que la temperatura es la perfecta para una buena velada bajo la luz de las estrellas y que mejor, que disfrutar del mar de estrellas que degustando la gran variedad de alimentos que las vestales habían cocinado con gran esmero para los guerreros de ambas órdenes. Sobre la mesa habían distribuidas velas que aparte de alumbrar el lugar, le daban un aire místico al ambiente gracias a la etérea luz que llenaba el ambiente de calidez.
Todos estaban disfrutando aquel pequeño momento de paz en el que ambas ordenes celebraban haber sido compañeros y mientras cenaban, una curiosa conversación se suscitaba entre los santos y las sensaciones…
- se que Circe es una bruja, las vestales son ninfas y los dioses ¿Dioses? – hablo Dokho para después meter en su boca un trozo de tarta de manzana – pero no entiendo que son ustedes ¿Son humanos? – pregunto sin tapujos
- no somos humanos – contesto la mujer morena que recibía el puesto de la sensación más fuerte - bueno, ya no – se corrigió y tomo un trago de agua de su vaso - cuando nacimos lo éramos, pero para ser de la orden de Afrodita debemos fusionar nuestro cuerpo con el Erote al que representamos y pasar a ser parte del jardín
- ¿Parte del jardín? – pregunto Albafica curiosa desde lo lejos ya que debido a que aún tenía heridas abiertas a causa del entrenamiento, no tenía intenciones de arriesgar a nadie de la mesa.
- lo que Milena quiso decir es que nosotros somos diferentes a ustedes los santos – hablo Tanith con una sonrisa - nosotros somos humanos que nacimos con el único propósito de representar a los Erotes
- ¿¡Eso quiere decir que ustedes son la verdadera corte de Afrodita!? – pregunto Dokho sorprendido.
- ¡Exacto! – lo felicito Tanith - al ser dioses menores, los Erotes no pueden descender al mundo terrenal – explico Tanith, después de recibir una mirada de aprobación por parte del dios Eros, quien en toda la velada se había mantenido sin decir palabra alguna al igual que sus hermanos – si embargo pueden influirlo y para eso estamos nosotros, las sensaciones.
- Los primeros tres años de nuestra vida son normales, pero a partir del cuarto año nuestro poder como recipientes de los Erotes despierta – agrego Milena en una sonrisa
- y ya que nuestra diosa tiene una corte muy amplia no siempre nacen el mismo número de sensaciones – interrumpió Ivan, hablando el solo por primera vez en toda la velada - es cíclico y aleatorio – continuo para después dedicarle una mirada a Milena, quien había comenzado a picar su tarta de frutos rojos con su tenedor - aun así, en los ultimos siglos no había nacido nadie fuertemente compatible con Eufrosine, representada por la sensación de la euforia, hasta que llego Milena – dijo señalando a la chica, quien continuo picando su tarta con su tenedor
- sabiendo eso – comenzó a hablar Shion con una curiosa voz ronca que se le había quedado después de despertar, sintiendo un débil dolor en la garganta a causa del tiempo que había dejado de hablar por estar inconsciente - ¿Se puede decir que ustedes vienen de afuera?
- si – afirmo Ian, la sensación de la obsesión y hermano gemelo de Iván - venimos de afuera, pero no de tu afuera
- ¿A qué se refieren? – pregunto Degel de inmediato, dedicándole una mirada rápida a Albafica, quien miraba interesada hacia donde ellos se encontraban.
- tu afuera es casi 700 años en el futuro de nuestro afuera – contesto adonis restándole importancia a la situación con su mano - como sabrán un mes aquí es igual a 2 años terrenales por lo que un año aquí serian 24 años normales.
- eso significa que ustedes tienen más de 700 años... – comento Degel pensativo - ¿Entonces por qué no les afecta el tiempo como a nosotros?
- por que como ya les dijimos, ya no somos humanos - contesto Milena - nosotros aparecemos cada 50 años del tiempo del jardín y solo vivimos 42 del jardín, lo que serían 10008 años humanos ya que eso es lo máximo que aguantan nuestros cuerpos sin deteriorarse
- ¡Cielos! – exclamo Dokho - ustedes son mayores que nosotros y no se les nota – dijo sorprendido, robándole una risa divertida a la sensación del anhelo.
- eso es porque apenas tenemos 30 años del jardín – aseguro entre risas la sensación del anhelo – nos faltan 12 años del jardín para cumplir un ciclo de vida – continúo hablando mientras hacía pedazos la carne en su plato – seguramente los veremos morir, pero como fue divertido conocerlos, les prometo que iré a su funeral – sentencio la chica, haciendo que la sangre se fuera del rostro de los chicos.
Después de aquello la conversación continuo normalmente hasta altas horas de la noche y cuando todos estaban dispuestos a retirarse a descansar, el dios Anteros, quien se había mantenido en silencio toda la velada, se acercó a Albafica.
- Necesito hablar contigo – fue lo único que dijo antes de dar media vuelta y salir del lugar, no sin antes pedirle a la chica que lo siguiera…
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Al fin Shion despertooooooooooooooo! Siuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! Jajajaja
¿Y bien? ¿Qué les parecio?
La verdad es que me divertí mucho escribiéndolo y tratando de recuperar mis antiguas habilidades de escritura, espero se note mejoría jaja
Y bueno, como siempre, no puedo hacer mas que agradecer a todas las personitas que me dejaron un comentario en el capitulo anterior, en serio muchas gracias, prometo ser mas constante. Puede que la siguiente actualización que vean sea de otro de mis fics o de este… todo depende xD
Ennnnn fin, gracias por todo yyyyy ahora a contestar reviews
Guest: Gracias! En serio gracias por leer de nuevo DRYOD. La verdad es que crei que nadie me leería de nuevo y estaba insegura, pero ver tu review me animo bastante. GRACIAS
YumizukidePiscis: ¿Que te puedo decir que no te haya dicho por interno? Muchas gracias por tu apoyo y paciencia, por que no nos abandonaste a mi y a DRYOD y por que de verdad me animaste a seguir este Fic. Lo de albafica como reencarnacion… No lo sé, tu dime xD. Uy! Hijole, sobre el romance no puedo decir mas jajaja pero te aseguro que todo se va a arreglar. No se si meterme con los gaiden por el timeskip que me mande y por que prácticamente no meti el de Shion y es importante xD entonces, me sentiría rara si meto el de Alba también, pero ya veremos, chance si, chance no, 50/50. Y bueno para finalizar, al fin tenemos un poco de mas info de las sensaciones.
EN SERIO GRACIAS POR COMENTAR
Los llevo en mi corazón
Edite el capitulo anterior y puse mi glosario ya que lo había olvidado, espero lo puedan ver.
Glosario:
Azafran: El azafrán se utiliza ampliamente como especia para dar sabor a los alimentos, lo que se usa son los pistilos color naranja intenso, por lo cual la flor le da el nombre a ese tono de color además el azafrán posee propiedades que incluyen su uso como expectorante, sedante y afrodisíaco, así que es perfecto para el consumo.
Kókkinos: escarlata en griego, asi es, he creado un nombre ficticio, para un metal aun mas ficticio
αγαπητή μου μητέρα: mi querida madre
Μου λείπεις τόσο πολύ: te extraño mucho
Los Erotes (en griego antiguo, ἔρωτες) eran dioses alados del amor en la mitología griega. Estas deidades eran los compañeros del dios Eros y se dedicaban a las gráciles tareas complementarias al amor. Según unos mitos, eran los hijos de Afrodita; según otros, formaban parte de su séquito.
Eufrosine: era una de las tres Cárites, hija de Zeus y de Eurínome. Como indica su etimología, simboliza la alegría.
Y bueno, creo que es todo, espero esten muy bien
