Sueños de verano
Capítulo 1
= El viaje
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Él me estaba besando con una pasión que desconocía y que hacía que mi corazón se derritiera al ritmo de nuestro tierno amor, me separé de tí y acaricié tu hermoso cabello rojo. Kaoru, susurraste suavemente antes de besarme de nuevo, las estrellas sobre nosotros y el rómantico sonido de las olas del mar hacían este momento inolvidable. Miré tus ojos cubiertos por la sombra de tu pelo y dije...
- ¡Kamishi Kaoru! -
- ahh!! - gritó sorprendida Kaoru
- Kaoru ¿Ha estado soñando despierta otra vez? - preguntó un hombre robusto con un libro en una mano y la otra sobre el pupitre de Kaoru, estaba molesto por la poca atención de su alumna
Kaoru: O//O le prometo pondré más atención, profesor Sawasaki
Estaban en uno de los muchos salones de la facultad de Psicología y Pedagogía de Japón. Para ser más exactos, en el salón 115 del sexto piso, donde el profesor Sawasaki regañaba a una Kaoru de 19 años por su distracción, mientras que todos los compañeros se reían de su atolondrada compañera que se la pasaba en las nubes soñando.
- Espero que esto no vuelva a suceder, Kaoru. Debe saber que estoy consiente de su inquietud por las inminentes vacaciones, pero si se distrae no aprenderá nada y ¡pobres de sus alumnos! -
- No puedo creer que SIEMPRE estés soñando con eso mujer - susurró un chico cuando el maestro había regresado al frente a proseguir con su clase
- Cállate Haji, no necesito más molestias por ahora - respondió Kaoru
- Si, no ves que no le gustas. Ella ya tiene a su príncipe azul que espera por ella en las nubes - comentó una mujer haciendo que la media clase que escuchó en el comentario riera entre dientes. Kaoru estaba roja por la ira y la humillación sin darse cuenta estaba de pie y gritándole a sus compañeros
- ¡¿Es que no lo entienden?! ¡ustedes han perdido sus sueños y por se burlan de los sueños de los demás! ¡Él existe y voy a encontrarlo! -
- Kamishi Kaoru ¡salga inmediatamente de este salón! -
- Pe-pero profesor ellos.... -
- Sé lo que hicieron y por eso llevarán tarea doble - dijo el profesor mientras el salón emitía un grito de queja
- ¡Pero eso no es justo! - exclamó Haji
- Cállese Haji, no le pedí su opinión y usted - dirigiéndose a Kaoru - estará suspendida de la clase por una semana -
- Si, profesor Sawasaki -
- Bien, ahora salga -
Kaoru salió con la cabeza caída, mientras la mitad de la clase que no se rió fulminaba con la mirada a los dos que habían causado la tarea doble. Kaoru anduvo paseando por un tiempo mientras pensaba en las burlas de sus compañeros, desde que había empezado a soñar todo había cambiado. Todo por culpa de esos malditos sueños.... sueños que no quería dejar de soñar.
Kaoru caminaba a lo largo de la playa con un bello kimono blanco vistiéndola, sus pies descalzos dejaban huellas en la suave arena de la playa, la brisa mecía su largo pelo mientras caminaba. Inesperadamente y la vez hermoso, fuegos fatuos comenzaron a aparecer entre las olas y lámparas de aceite aparecieron en la arena, creando un camino de fuego. La llama azulada de los fuegos fatuos y la roja del fuego en la arena la hechizaron, siguió caminando porque ella sabía que querían guiarla al lugar. Siguió el camino de fuego hasta llegar a una saliente rocosa. Al llegar y tocar la piedra los fuegos desaparecieron, sobre la piedra estaba un espejo pequeño, en forma de octágono no más grande que su dedo índice, enmarcados sus bordes con un cristal tráslucido que le daba la imagen de mítico. Kaoru lo tomó y miró dentro. La playa desapareció y todo se volvió negro. La única luz que había provenía del espejo, Kaoru sintió que se desmayaba y entonces despertó.
- Ahh! Que sueño más extraño - exclamó mientras se estiraba intentó bajarse de su cama pero con sorpresa descubrió que estaba acostada en un futón, las paredes ya no eran de concreto sino de bambú, al igual que las puertas.
- ¿Pero donde estoy? - preguntó al aire
- Me alegra que haya despertado, Kaoru - dijo un hombre pelirrojo y como Kaoru pudo observar, muy guapo
- ¿Cómo sabes mi nombre? -
- Eso no importa ahora, lo que importa es que ya no está inconsciente -
- Pero... ¿Donde estoy? -
- Estás en mi casa, te encontré cerca de la costa -
- Pero no entiendo, yo no vivo por aquí, en mi ciudad no hay mar -
- Tal vez fue el destino - respondió con una sonrisa
- Si ¿Cuál es tu nombre? - preguntó devolviéndole la sonrisa
- Eso, tampoco importa ahora - respondió el desconocido con una sonrisa misteriosa
Kaoru pasó toda la tarde paseando por la ciudad con aquel hombre, tenía el espejo con forma de octágono en la mano, y una pregunta rondaba su mente: Los fuegos, la costa, todo. ¿Había sido real? ¿O acaso había sido un sueño? Kaoru volvió a mirar el pequeño espejo ¿Pero entonces porqué lo tenía allí? No lo entendía, aunque mas tarde sabría la respuesta. El joven era muy simpático y ella había quedado prendada de su personalidad. Algo en su interior le decía que quería seguir platicando y paseando con ese hombre tan enigmático para siempre. Pero llegó la noche y la fatiga también, después de que Kaoru quemara la cena y entre risas prepararan ensalada, que no necesita cocinarse, cada quien se fue a dormir a su habitación. Kaoru miró el techo y las paredes de su cuarto, aquella era como otra época, incluso el pueblo no tenía la modernidad de su Tokio. Ya averiguaré que pasa mañana, pensó. Y se durmió pensando en aquel hombre que con tanta amabilidad la había, por decir algo, cuidado.
Los rayos del sol despertaron a Kaoru, bostezó, se estiró y miró alrededor, la mesita de bambú, la televisión, el estéreo....¿televisión? ¿estéreo? Miró hacia el techo y las paredes, concreto sólido. Miró su futón, ahora era una cama, con blandas sábanas y colchas. Su corazón se entristeció al saber que todo había sido un sueño. Una lagrimita rodó por su cara ¿Acaso se había enamorado del hombre de sus sueños? Pero si era un sueño, entonces él no existía. Se levantó triste de su cama, después de todo iba a ser su primer día de escuela y tenía que prepararse. Al levantarse, un objeto cayó de entre las colchas, un objeto que le dió animos y esperanza.
Esos sueños. Se que él existe y lo encontraré. Esto lo demuestra pensó mientras guardaba el pequeño espejo octagonal en un bolsillo de su pantalón de mezclilla. Siguió vagando por los corredores de la facultad, pensando en todas los cambios que había tenido su vida. La verdad era que si Haji no hubiese leído su diario enfrente de todo el salón, por lo menos las clases no se habrían vuelto insoportables, ahora todos se burlaban de ella porque "Creo que estoy enamorada de un sueño, no puedo evitarlo. Él es diferente a todos los hombres que había conocido. Es sólo un sueño pero sé que existe y haré hasta lo imposible por encontrarlo" lo que había escrito en su diaro era muy íntimo. Haji no debió de haberlo leído, pensó. Pero era demasiado tarde para ella, ahora toda su clase sabía lo del hombre "misterioso que no ha querido decirme su nombre". Suspiró. Llegó al gimnasio y puesto que estaba suspendida no le haría mal echar un vistazo. Entró y sonrió.
El equipo de gimnasia artística estaba practicando. La facultad de Artes estaba junto a la de Psicología y compartían el gimnasio, la de Artes para prácticas y la de Pedagogía para la asignatura de deportes; todos creían que deportes era solo una clase de relleno, pero los profesores decían que para poder enfrentar a sus futuros alumnos tenían que estar en forma. Kaoru buscó con la mirada a su amiga y la vió en el centro con un listón en mano haciendo figuras con él.
- Muy bien hecho, Makuhari - la felicitó la entrenadora, una mujer corta de estatura y pelo muy largo.
- Gracias profesora -
- Eres uno de nuestros mejores elementos, mas te vale que sigas entrenando - y dirigiéndose a las demás gritó - Muy bien, chicas. Tómense un descanso, tu también Makuhari -
Kaoru vió que habían interrumpido la práctica y llamó a gritos a una de sus dos mejores amigas.
- ¡Hola Kaoru! - saludó - ¿Que haces aquí? -
- Vaya, a mí también me alegra verte Misao - contestó sarcástica
- Perdón - se disculpó Misao - Pero se supone que tienes clase con el Sawasaki -
- Si, pero me suspendió una semana -
- ¡Que raro! Es la tercera vez en todo el semestre -
- Gracias por burlarte, necesitaba tu apoyo -
- JaJa de nada -
- ¿Me acompañas a pasear? No tengo nada que hacer -
- Mmmm...faltan 15 minutos para que las clases acaben, deja ver - dijo mientras miraba su reloj y salía corriendo hacia la profesora
Kaoru sonrió, realmente Misao era una muy buena amiga, además de guapa y talentosa. Desde que entró a Artes y se inscribió en el grupo de gimnasia había a todos los torneos y siempre regresaba feliz y con una medalla de oro. Tenía muchos pretendientes pero ella no hacía caso a ninguno, según ella quería enamorarse de verdad; no quería tener una relación aventurera que era lo que todos buscaban.
- Ya está, me dejó salir antes - dijo al regresar
- Bien ¿que tal si vamos por Megumi? Seguro ya salió -
- Está bien, vamos pero dime ¿Porqué te suspendió Sawasaki? -
- Por defenderme a gritos -
- ¿Otra vez soñabas con ese hombre? Creo que deberías conseguirte un novio - añadió burlándose
- No, esos sueños son verdad. Él existe -
- No deberías creer en esas cosas, se solo un sueño Kaoru -
- Pero es muy real, Misao. Siento que estoy viviendo una realidad alterna -
- Lamento decir que te has enamorado de un sueño, amiga. Un sueño que tal vez nunca se cumplirá -
- Entonces seguiré soñando -
Misao no dijo nada, sólo miró a su amiga con seriedad, no dudaba de sus palabras, Kaoru era una chica muy decidida. Pero le preocupaba que la búsqueda de sus sueños la alejara de ella y de todas las personas que la querían. Pero Misao también tenía sueños, algo mas posibles, pero los tenía y comprendía a su amiga. Por amistad daría su vida por la de ella.
- Mira ¡Ya llegamos! -
Ante ellas se alzaba majestuosa la facultad de medicina, donde Megumi Takada estudiaba. Los futuros médicos salían de los salones ataviados con blancas batas de algodón. Las dos corrieron por los escalones saltando y atropellando a los que iban bajando. De dos en dos y jugando "carreritas" llegaron al cuarto piso que era donde estudiaba su amiga. Cuando la vieron corrieron hacia ella mientras agitaban sus manos tratando de llamar su atención.
- ¡Kaoru, Misao! ¿Que hacen tan temprano aquí? -
- Es que a Kaoru la suspendieron - respondió Misao
- Ah, bien ¿quieren ir a tomar un helado? - preguntó Megumi
- ¿No preguntarás por que me suspendieron? -
- No preguntaré porque ya lo sé: sueños de amor - respondió con unas orejitas de zorro
- Está bien -
- Entonces, niñas ¿vamos por un helado? -
- Hai! ¡Helado! - respondieron a coro Misao y Kaoru
Megumi solo sonrió al ver a sus dos desquisiadas amigas gritar de felicidad. A diferencia de ellas que tenían la misma edad, Megumi tenía 21 y era mas centrada y prudente que ellas dos que eran impulsivas. Salieron de la facultad y caminaron hacia la heladería mas cercana. Entraron y se pusierona a examinar todo el local, que ya de por sí conocían como la palma de su mano. El Sr. Benetto un italiano de corazón, las saludó desde el otro lado del mostrador
- Buono giorno, bambini! - (na: buenos días, pequeñas)
- ¡Buenos días, Sr. Benetto! - saludaron a coro
- Mamma mía, cada día están mas hermosas -
Las tres sonrieron halagadas ante el piropo del Sr. Benetto, aquel hombre ya entrado en años se comportaba como si fuera un veinteañero y eso era lo que le daba la personalidad que tanto gustaba a las tres amigas.
- Grazie mille, signore Benetto! - dijo Kaoru ante las atónitas de sus amigas
- ¿Que fue lo que dijiste? - perguntó Megumi
- Dije: Muchas gracias, señor Benetto -
- ¿Desde cuando sabes italiano? - preguntó Misao aun sorprendida
- Desde que descubrí que soy buena para los idiomas -
- Mamma mía, que bambina tan inteligente - exclamó el Sr. Benetto (na: bambina = niña) - ¿De que van a querer su helado? -
Misao: ^u^ ¡De chocolate con nuez!
Kaoru: ^+^ ¡Yo quiero un sunday de fresa!
Megumi: ^_^ ¡Y yo un smothie de frutas silvestres!
- Aquí tienen, bambini. Sus helados - dijo el Sr. Benetto minutos después
- Grazie! - dijeron a coro al salir por la puerta
Caminaban por la calle platicando de los maestros, hombres y criticando a las mujeres que se decían populares. Pasaron por una tienda de ropa y Kaoru las arrastró pues la ropa era su debilidad. Una hora después salieron con bolsas llenas de ropa. Luego pasaron por una tienda de adornos y chucherías que eran la debilidad de Misao, salieron con cosas bonitas que no servían para nada. Y después llegaron a una tienda especializada en productos de belleza y para el cabello, la debilidad de Megumi. 5 horas después de haber salido de la heladería del Sr. Benetto llegaron a la plaza principal cargadas de bolsas, donde pensaban agarrar un taxi.
- No creo que un taxi quiera recogernos - dijo Kaoru
- ¿Porqué? - preguntó Misao
- Solo míranos - respondió Megumi
Vista agrandada de las tres: Cada una con por lo menos 6 bolsas enormes, sudando a chorros
- No cabríamos en un taxi -
- Ay!! Ya me cansé -
- Kaoru, Megumi!! ¡Miren eso! - gritó Misao señalado un gran conglomerado en una de las bancas de la plaza
- ¿Que creen que sea? -
- ¡Vamos a ver! -
Voz anunciando: "Entren a la rifa de un viaje a la mejor playa de México para tres personas. A sólo 16 dólares. Pásele, pásele"
- ¡Yo quiero ganarme ese viaje! - exclamó Kaoru - ¡Compraré um boleto!
- ¿Estas loca? - preguntó Misao
- Vamos, Kaoru, solo gastarás mas dinero. Ni en mil años ganarás - trato de convencerla Megumi
- ¡No me importa! Yo compraré uno - dijo decidida
Voz anunciando: "Vamos última oportunidad, la rifa se hará en unos momentos"
- ¡Ahorita vengo! - gritó mientras corría hacia el vendedor
- Esa niña no va a cambiar nunca, seguirá siendo igual de impulsiva que otra que conozco - dijo mirando a Misao
- Si, es cier...¡Oye! Yo no soy tan impulsiva -
- ¡Hola Kaoru! - saludó Megumi al ver a su amiga llegar junto a ellas
- Ya me compré uno - exclamó alegre
- ¿Nos dejaras ver que número agarraste? - preguntó Misao
- Claro, es el....20-06 -
- ¿Y porqué ese? -
- No lo sé, simplemente lo escogí al azar -
Voz anunciando: "Muy bien ahora daremos inicio a la rifa, les explicaré como escogeremos al ganador: sacaremos dos boletos y el tercero será el ganador ¿Entendido? El ganador debe presentarse mañana a las oficinas de viajes TOMODACHI para reclamar su premio. Les deseo buena suerte"
- ¡Que nervios! Espero que gane yo - dijo Kaoru mientras se estrujaba las manos nerviosamente
El primer boleto es el número......*musiquita de tambores*........ 14-89
- Noooooooooooo! - se escuchó un grito de entre todo el gentío
¡Vaya! Parece que tenemos un mal perdedor por aquí, bueno el segundo número es.....*musiquita*....08-60
- ¡Que lastima! Ya será otra vez - dijo una mujer al lado de las tres amigas
Y el esperado, el número ganador eeeeeeeeeeeeeeeees...................... ¡el 20-06! ¡Felicidades!
- Oh......¡gané, gané! No puedo creerlo ¡gané! - gritaba y saltaba Kaoru contentísima
- Nosotras tampoco lo creemos - dijo una Megumi sorprendida
¡Muchas felicidades al ganador! Los esperamos mañana en las oficinas TOMODACHI para reclamar su viaje y ver los términos. Muchas gracias a todos los participantes
- Y como no creyeron que ganaría no las llevaré conmigo -
- Ahhh! No es justo - repeló Misao
- Bueno, como son mis mejores amigas sí las llevaré - y después de mirarlas añadió - Aunque no crean en mí ¬¬ -
- ¡Hurra! Nos vamos a ....... - gritaron a coro antes de que Misao interrumpiera:
- ¿Alguien sabe a que playa vamos? -
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Hola!!! Aquí estoy de nuevo molestándolos con este fic ¿Les gustó? Si la respuesta es sí: manden un review y si es no..... tengo contactos en el mundo de la mafia esperando por sangre, jeje. Es mentira, no se crean, si no les gustó admítanlo, que nadie va a matarlos y manden un review. Les advierto que es mi primer fic de universo alterno o de resurrecciones como quieran llamarle, así que soy una novata.
Una cosa más no hablo italiano, lo poco que aquí aparece es porque use un traductor. Y como no me sé ninguna playa bonita de Japón, pondré una de las mejores playas de México (mi querido país) ^_^ Espero que lo sigan leyendo y que lleguen hasta el final. (No se preocupen, no tengo muchas esperanzas en ello) Y ya es todo. ^-^
Matta ne! . Blue ningyo
PD. Las que SOMOS muy fánaticas de RKenshin (llámese obsesionadas, adictas, etc.) se habrán dado cuenta de lo que representan los números que sacó Kaoru en la rifa, ¿verdad? Si no lo es, me decepcionan. Es más (para tener mas reviews) el primero que me diga que es, le daré un lugarcito en el sig. cap.....de recepcionista en el aeropuerto ^_^ mejor eso que nada. La idea es muy estúpida y lo sé, pero quisiera que mis lectores (si es que tengo) tuvieran más participación en este fic. Y es que ustedes son muy importantes, si no no habría personas sin saber en que desperdiciar su tiempo (como yo ^-^) y que se la pasan escribiendo fics (como yo ^-^) Y aquí se acaba este discurso tan cursi que no quiero espantarlos. Bueno ya es todo. Bye.
Capítulo 1
= El viaje
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Él me estaba besando con una pasión que desconocía y que hacía que mi corazón se derritiera al ritmo de nuestro tierno amor, me separé de tí y acaricié tu hermoso cabello rojo. Kaoru, susurraste suavemente antes de besarme de nuevo, las estrellas sobre nosotros y el rómantico sonido de las olas del mar hacían este momento inolvidable. Miré tus ojos cubiertos por la sombra de tu pelo y dije...
- ¡Kamishi Kaoru! -
- ahh!! - gritó sorprendida Kaoru
- Kaoru ¿Ha estado soñando despierta otra vez? - preguntó un hombre robusto con un libro en una mano y la otra sobre el pupitre de Kaoru, estaba molesto por la poca atención de su alumna
Kaoru: O//O le prometo pondré más atención, profesor Sawasaki
Estaban en uno de los muchos salones de la facultad de Psicología y Pedagogía de Japón. Para ser más exactos, en el salón 115 del sexto piso, donde el profesor Sawasaki regañaba a una Kaoru de 19 años por su distracción, mientras que todos los compañeros se reían de su atolondrada compañera que se la pasaba en las nubes soñando.
- Espero que esto no vuelva a suceder, Kaoru. Debe saber que estoy consiente de su inquietud por las inminentes vacaciones, pero si se distrae no aprenderá nada y ¡pobres de sus alumnos! -
- No puedo creer que SIEMPRE estés soñando con eso mujer - susurró un chico cuando el maestro había regresado al frente a proseguir con su clase
- Cállate Haji, no necesito más molestias por ahora - respondió Kaoru
- Si, no ves que no le gustas. Ella ya tiene a su príncipe azul que espera por ella en las nubes - comentó una mujer haciendo que la media clase que escuchó en el comentario riera entre dientes. Kaoru estaba roja por la ira y la humillación sin darse cuenta estaba de pie y gritándole a sus compañeros
- ¡¿Es que no lo entienden?! ¡ustedes han perdido sus sueños y por se burlan de los sueños de los demás! ¡Él existe y voy a encontrarlo! -
- Kamishi Kaoru ¡salga inmediatamente de este salón! -
- Pe-pero profesor ellos.... -
- Sé lo que hicieron y por eso llevarán tarea doble - dijo el profesor mientras el salón emitía un grito de queja
- ¡Pero eso no es justo! - exclamó Haji
- Cállese Haji, no le pedí su opinión y usted - dirigiéndose a Kaoru - estará suspendida de la clase por una semana -
- Si, profesor Sawasaki -
- Bien, ahora salga -
Kaoru salió con la cabeza caída, mientras la mitad de la clase que no se rió fulminaba con la mirada a los dos que habían causado la tarea doble. Kaoru anduvo paseando por un tiempo mientras pensaba en las burlas de sus compañeros, desde que había empezado a soñar todo había cambiado. Todo por culpa de esos malditos sueños.... sueños que no quería dejar de soñar.
Kaoru caminaba a lo largo de la playa con un bello kimono blanco vistiéndola, sus pies descalzos dejaban huellas en la suave arena de la playa, la brisa mecía su largo pelo mientras caminaba. Inesperadamente y la vez hermoso, fuegos fatuos comenzaron a aparecer entre las olas y lámparas de aceite aparecieron en la arena, creando un camino de fuego. La llama azulada de los fuegos fatuos y la roja del fuego en la arena la hechizaron, siguió caminando porque ella sabía que querían guiarla al lugar. Siguió el camino de fuego hasta llegar a una saliente rocosa. Al llegar y tocar la piedra los fuegos desaparecieron, sobre la piedra estaba un espejo pequeño, en forma de octágono no más grande que su dedo índice, enmarcados sus bordes con un cristal tráslucido que le daba la imagen de mítico. Kaoru lo tomó y miró dentro. La playa desapareció y todo se volvió negro. La única luz que había provenía del espejo, Kaoru sintió que se desmayaba y entonces despertó.
- Ahh! Que sueño más extraño - exclamó mientras se estiraba intentó bajarse de su cama pero con sorpresa descubrió que estaba acostada en un futón, las paredes ya no eran de concreto sino de bambú, al igual que las puertas.
- ¿Pero donde estoy? - preguntó al aire
- Me alegra que haya despertado, Kaoru - dijo un hombre pelirrojo y como Kaoru pudo observar, muy guapo
- ¿Cómo sabes mi nombre? -
- Eso no importa ahora, lo que importa es que ya no está inconsciente -
- Pero... ¿Donde estoy? -
- Estás en mi casa, te encontré cerca de la costa -
- Pero no entiendo, yo no vivo por aquí, en mi ciudad no hay mar -
- Tal vez fue el destino - respondió con una sonrisa
- Si ¿Cuál es tu nombre? - preguntó devolviéndole la sonrisa
- Eso, tampoco importa ahora - respondió el desconocido con una sonrisa misteriosa
Kaoru pasó toda la tarde paseando por la ciudad con aquel hombre, tenía el espejo con forma de octágono en la mano, y una pregunta rondaba su mente: Los fuegos, la costa, todo. ¿Había sido real? ¿O acaso había sido un sueño? Kaoru volvió a mirar el pequeño espejo ¿Pero entonces porqué lo tenía allí? No lo entendía, aunque mas tarde sabría la respuesta. El joven era muy simpático y ella había quedado prendada de su personalidad. Algo en su interior le decía que quería seguir platicando y paseando con ese hombre tan enigmático para siempre. Pero llegó la noche y la fatiga también, después de que Kaoru quemara la cena y entre risas prepararan ensalada, que no necesita cocinarse, cada quien se fue a dormir a su habitación. Kaoru miró el techo y las paredes de su cuarto, aquella era como otra época, incluso el pueblo no tenía la modernidad de su Tokio. Ya averiguaré que pasa mañana, pensó. Y se durmió pensando en aquel hombre que con tanta amabilidad la había, por decir algo, cuidado.
Los rayos del sol despertaron a Kaoru, bostezó, se estiró y miró alrededor, la mesita de bambú, la televisión, el estéreo....¿televisión? ¿estéreo? Miró hacia el techo y las paredes, concreto sólido. Miró su futón, ahora era una cama, con blandas sábanas y colchas. Su corazón se entristeció al saber que todo había sido un sueño. Una lagrimita rodó por su cara ¿Acaso se había enamorado del hombre de sus sueños? Pero si era un sueño, entonces él no existía. Se levantó triste de su cama, después de todo iba a ser su primer día de escuela y tenía que prepararse. Al levantarse, un objeto cayó de entre las colchas, un objeto que le dió animos y esperanza.
Esos sueños. Se que él existe y lo encontraré. Esto lo demuestra pensó mientras guardaba el pequeño espejo octagonal en un bolsillo de su pantalón de mezclilla. Siguió vagando por los corredores de la facultad, pensando en todas los cambios que había tenido su vida. La verdad era que si Haji no hubiese leído su diario enfrente de todo el salón, por lo menos las clases no se habrían vuelto insoportables, ahora todos se burlaban de ella porque "Creo que estoy enamorada de un sueño, no puedo evitarlo. Él es diferente a todos los hombres que había conocido. Es sólo un sueño pero sé que existe y haré hasta lo imposible por encontrarlo" lo que había escrito en su diaro era muy íntimo. Haji no debió de haberlo leído, pensó. Pero era demasiado tarde para ella, ahora toda su clase sabía lo del hombre "misterioso que no ha querido decirme su nombre". Suspiró. Llegó al gimnasio y puesto que estaba suspendida no le haría mal echar un vistazo. Entró y sonrió.
El equipo de gimnasia artística estaba practicando. La facultad de Artes estaba junto a la de Psicología y compartían el gimnasio, la de Artes para prácticas y la de Pedagogía para la asignatura de deportes; todos creían que deportes era solo una clase de relleno, pero los profesores decían que para poder enfrentar a sus futuros alumnos tenían que estar en forma. Kaoru buscó con la mirada a su amiga y la vió en el centro con un listón en mano haciendo figuras con él.
- Muy bien hecho, Makuhari - la felicitó la entrenadora, una mujer corta de estatura y pelo muy largo.
- Gracias profesora -
- Eres uno de nuestros mejores elementos, mas te vale que sigas entrenando - y dirigiéndose a las demás gritó - Muy bien, chicas. Tómense un descanso, tu también Makuhari -
Kaoru vió que habían interrumpido la práctica y llamó a gritos a una de sus dos mejores amigas.
- ¡Hola Kaoru! - saludó - ¿Que haces aquí? -
- Vaya, a mí también me alegra verte Misao - contestó sarcástica
- Perdón - se disculpó Misao - Pero se supone que tienes clase con el Sawasaki -
- Si, pero me suspendió una semana -
- ¡Que raro! Es la tercera vez en todo el semestre -
- Gracias por burlarte, necesitaba tu apoyo -
- JaJa de nada -
- ¿Me acompañas a pasear? No tengo nada que hacer -
- Mmmm...faltan 15 minutos para que las clases acaben, deja ver - dijo mientras miraba su reloj y salía corriendo hacia la profesora
Kaoru sonrió, realmente Misao era una muy buena amiga, además de guapa y talentosa. Desde que entró a Artes y se inscribió en el grupo de gimnasia había a todos los torneos y siempre regresaba feliz y con una medalla de oro. Tenía muchos pretendientes pero ella no hacía caso a ninguno, según ella quería enamorarse de verdad; no quería tener una relación aventurera que era lo que todos buscaban.
- Ya está, me dejó salir antes - dijo al regresar
- Bien ¿que tal si vamos por Megumi? Seguro ya salió -
- Está bien, vamos pero dime ¿Porqué te suspendió Sawasaki? -
- Por defenderme a gritos -
- ¿Otra vez soñabas con ese hombre? Creo que deberías conseguirte un novio - añadió burlándose
- No, esos sueños son verdad. Él existe -
- No deberías creer en esas cosas, se solo un sueño Kaoru -
- Pero es muy real, Misao. Siento que estoy viviendo una realidad alterna -
- Lamento decir que te has enamorado de un sueño, amiga. Un sueño que tal vez nunca se cumplirá -
- Entonces seguiré soñando -
Misao no dijo nada, sólo miró a su amiga con seriedad, no dudaba de sus palabras, Kaoru era una chica muy decidida. Pero le preocupaba que la búsqueda de sus sueños la alejara de ella y de todas las personas que la querían. Pero Misao también tenía sueños, algo mas posibles, pero los tenía y comprendía a su amiga. Por amistad daría su vida por la de ella.
- Mira ¡Ya llegamos! -
Ante ellas se alzaba majestuosa la facultad de medicina, donde Megumi Takada estudiaba. Los futuros médicos salían de los salones ataviados con blancas batas de algodón. Las dos corrieron por los escalones saltando y atropellando a los que iban bajando. De dos en dos y jugando "carreritas" llegaron al cuarto piso que era donde estudiaba su amiga. Cuando la vieron corrieron hacia ella mientras agitaban sus manos tratando de llamar su atención.
- ¡Kaoru, Misao! ¿Que hacen tan temprano aquí? -
- Es que a Kaoru la suspendieron - respondió Misao
- Ah, bien ¿quieren ir a tomar un helado? - preguntó Megumi
- ¿No preguntarás por que me suspendieron? -
- No preguntaré porque ya lo sé: sueños de amor - respondió con unas orejitas de zorro
- Está bien -
- Entonces, niñas ¿vamos por un helado? -
- Hai! ¡Helado! - respondieron a coro Misao y Kaoru
Megumi solo sonrió al ver a sus dos desquisiadas amigas gritar de felicidad. A diferencia de ellas que tenían la misma edad, Megumi tenía 21 y era mas centrada y prudente que ellas dos que eran impulsivas. Salieron de la facultad y caminaron hacia la heladería mas cercana. Entraron y se pusierona a examinar todo el local, que ya de por sí conocían como la palma de su mano. El Sr. Benetto un italiano de corazón, las saludó desde el otro lado del mostrador
- Buono giorno, bambini! - (na: buenos días, pequeñas)
- ¡Buenos días, Sr. Benetto! - saludaron a coro
- Mamma mía, cada día están mas hermosas -
Las tres sonrieron halagadas ante el piropo del Sr. Benetto, aquel hombre ya entrado en años se comportaba como si fuera un veinteañero y eso era lo que le daba la personalidad que tanto gustaba a las tres amigas.
- Grazie mille, signore Benetto! - dijo Kaoru ante las atónitas de sus amigas
- ¿Que fue lo que dijiste? - perguntó Megumi
- Dije: Muchas gracias, señor Benetto -
- ¿Desde cuando sabes italiano? - preguntó Misao aun sorprendida
- Desde que descubrí que soy buena para los idiomas -
- Mamma mía, que bambina tan inteligente - exclamó el Sr. Benetto (na: bambina = niña) - ¿De que van a querer su helado? -
Misao: ^u^ ¡De chocolate con nuez!
Kaoru: ^+^ ¡Yo quiero un sunday de fresa!
Megumi: ^_^ ¡Y yo un smothie de frutas silvestres!
- Aquí tienen, bambini. Sus helados - dijo el Sr. Benetto minutos después
- Grazie! - dijeron a coro al salir por la puerta
Caminaban por la calle platicando de los maestros, hombres y criticando a las mujeres que se decían populares. Pasaron por una tienda de ropa y Kaoru las arrastró pues la ropa era su debilidad. Una hora después salieron con bolsas llenas de ropa. Luego pasaron por una tienda de adornos y chucherías que eran la debilidad de Misao, salieron con cosas bonitas que no servían para nada. Y después llegaron a una tienda especializada en productos de belleza y para el cabello, la debilidad de Megumi. 5 horas después de haber salido de la heladería del Sr. Benetto llegaron a la plaza principal cargadas de bolsas, donde pensaban agarrar un taxi.
- No creo que un taxi quiera recogernos - dijo Kaoru
- ¿Porqué? - preguntó Misao
- Solo míranos - respondió Megumi
Vista agrandada de las tres: Cada una con por lo menos 6 bolsas enormes, sudando a chorros
- No cabríamos en un taxi -
- Ay!! Ya me cansé -
- Kaoru, Megumi!! ¡Miren eso! - gritó Misao señalado un gran conglomerado en una de las bancas de la plaza
- ¿Que creen que sea? -
- ¡Vamos a ver! -
Voz anunciando: "Entren a la rifa de un viaje a la mejor playa de México para tres personas. A sólo 16 dólares. Pásele, pásele"
- ¡Yo quiero ganarme ese viaje! - exclamó Kaoru - ¡Compraré um boleto!
- ¿Estas loca? - preguntó Misao
- Vamos, Kaoru, solo gastarás mas dinero. Ni en mil años ganarás - trato de convencerla Megumi
- ¡No me importa! Yo compraré uno - dijo decidida
Voz anunciando: "Vamos última oportunidad, la rifa se hará en unos momentos"
- ¡Ahorita vengo! - gritó mientras corría hacia el vendedor
- Esa niña no va a cambiar nunca, seguirá siendo igual de impulsiva que otra que conozco - dijo mirando a Misao
- Si, es cier...¡Oye! Yo no soy tan impulsiva -
- ¡Hola Kaoru! - saludó Megumi al ver a su amiga llegar junto a ellas
- Ya me compré uno - exclamó alegre
- ¿Nos dejaras ver que número agarraste? - preguntó Misao
- Claro, es el....20-06 -
- ¿Y porqué ese? -
- No lo sé, simplemente lo escogí al azar -
Voz anunciando: "Muy bien ahora daremos inicio a la rifa, les explicaré como escogeremos al ganador: sacaremos dos boletos y el tercero será el ganador ¿Entendido? El ganador debe presentarse mañana a las oficinas de viajes TOMODACHI para reclamar su premio. Les deseo buena suerte"
- ¡Que nervios! Espero que gane yo - dijo Kaoru mientras se estrujaba las manos nerviosamente
El primer boleto es el número......*musiquita de tambores*........ 14-89
- Noooooooooooo! - se escuchó un grito de entre todo el gentío
¡Vaya! Parece que tenemos un mal perdedor por aquí, bueno el segundo número es.....*musiquita*....08-60
- ¡Que lastima! Ya será otra vez - dijo una mujer al lado de las tres amigas
Y el esperado, el número ganador eeeeeeeeeeeeeeeees...................... ¡el 20-06! ¡Felicidades!
- Oh......¡gané, gané! No puedo creerlo ¡gané! - gritaba y saltaba Kaoru contentísima
- Nosotras tampoco lo creemos - dijo una Megumi sorprendida
¡Muchas felicidades al ganador! Los esperamos mañana en las oficinas TOMODACHI para reclamar su viaje y ver los términos. Muchas gracias a todos los participantes
- Y como no creyeron que ganaría no las llevaré conmigo -
- Ahhh! No es justo - repeló Misao
- Bueno, como son mis mejores amigas sí las llevaré - y después de mirarlas añadió - Aunque no crean en mí ¬¬ -
- ¡Hurra! Nos vamos a ....... - gritaron a coro antes de que Misao interrumpiera:
- ¿Alguien sabe a que playa vamos? -
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Hola!!! Aquí estoy de nuevo molestándolos con este fic ¿Les gustó? Si la respuesta es sí: manden un review y si es no..... tengo contactos en el mundo de la mafia esperando por sangre, jeje. Es mentira, no se crean, si no les gustó admítanlo, que nadie va a matarlos y manden un review. Les advierto que es mi primer fic de universo alterno o de resurrecciones como quieran llamarle, así que soy una novata.
Una cosa más no hablo italiano, lo poco que aquí aparece es porque use un traductor. Y como no me sé ninguna playa bonita de Japón, pondré una de las mejores playas de México (mi querido país) ^_^ Espero que lo sigan leyendo y que lleguen hasta el final. (No se preocupen, no tengo muchas esperanzas en ello) Y ya es todo. ^-^
Matta ne! . Blue ningyo
PD. Las que SOMOS muy fánaticas de RKenshin (llámese obsesionadas, adictas, etc.) se habrán dado cuenta de lo que representan los números que sacó Kaoru en la rifa, ¿verdad? Si no lo es, me decepcionan. Es más (para tener mas reviews) el primero que me diga que es, le daré un lugarcito en el sig. cap.....de recepcionista en el aeropuerto ^_^ mejor eso que nada. La idea es muy estúpida y lo sé, pero quisiera que mis lectores (si es que tengo) tuvieran más participación en este fic. Y es que ustedes son muy importantes, si no no habría personas sin saber en que desperdiciar su tiempo (como yo ^-^) y que se la pasan escribiendo fics (como yo ^-^) Y aquí se acaba este discurso tan cursi que no quiero espantarlos. Bueno ya es todo. Bye.
