Je, Hola! No estaba muerto, bueno quizás un poco xD , pero aquí una continuación, no muy buena pero es lo que hay, espero les agrade y me perdonen por el " pequeño" lapso que me demoré en actualizar. Bueno sin mas preludios aquí el capitulo, ah si por cierto muchas gracias por todos los Reviews que me dejaron de verdad muchas gracias.
Capitulo 4.- "CAMBIOS"
Estaba solo como siempre, como siempre había estado, sin nadie a su lado para hacerle compañía, y no podía evitar sentirse culpable de esa situación.
Sus compañeros de equipo, habrían regresado a sus correspondientes hogares, uno antes que otros. Rei el chico al cual se había declarado y por el cuál creía iba a ser correspondido, se había marchado luego de crearle falsas expectativas, de darle algo que quizás jamás volvería a tener , de darle algo que él no sabia pero que se transformaría en una adicción, algo que necesitaría constantemente, una droga para él, Rei, su adicción, su perdición, su principio y su final, su punto de partida, quién lo podría sacar a flote de un profundo océano en el que se estaba ahogando, un océano de soledad. Frialdad y tristeza en el que se estaba consumiendo.
No podía llorar, no debía, él era fuerte, le enseñaron a ser fuerte, no podía mostrar una debilidad como lágrimas corriendo sin control por su rostro, él era un Hiwatari, el es Kai Hiwatari!!! Pero de que diablos servía todo eso, de que valía todo lo que le habían enseñado, las terribles practicas a las que había sido sometido desde niño, la dureza y frialdad que le impusieron, ahora se sentía solo, no era la primera vez que sentía esta soledad, pero en esta ocasión dolía, lastimaba demasiado, tanto en su mente así como en su corazón. Rei lo había lastimado al dejarlo, y él lastimó de igual o peor forma a Max, cuando lo rechazó, no lo hizo por venganza, repetir el acto que le hicieron a él para sentirse mejor, no quería y no quiere a Max, quizás en cierto modo entendía a Rei y la razón por que lo rechazó, por eso no acepto a Max, no podía utilizarlo para salir del paso, pues solo sería un objeto, un objeto que utilizar, y que cuando ya no le diese utilidad desecharía como basura inservible y Max no se merecía eso, él se merecía algo mucho mejor que ser solo el segundo plato de Kai, él se merecía y merece a alguien que pudiese amarlo con todo su corazón, entregarle todo el afecto y cuidado que necesitase, darle amor verdadero.
Ni siquiera se despidió de sus compañeros como se debe el día que se fueron, no lo había recordado, salía todo el día del departamento, no quería ver a Max , verlo con ese semblante triste, seguramente él se veía patético el día que Rei se fue, el día que lo rechazó, se sentía de la misma manera que entonces, pero ya no lo demostraba en su rostro, quizás sí en sus acciones, por eso debía salir, no podía demostrarle a nadie más lo destrozado que estaba.
Sus pasos traicioneros siempre lo llevaban a un mismo lugar inconscientemente, siempre se regresa al lugar de los hechos, y ahí es donde se encontraba en estos momentos, en esa banca, en ese parque, con la mirada perdida en la superficie de la laguna, en ningún punto en particular, sólo miraba a la nada.
Llevaba varios días así, la gente que habitualmente asistía al parque, como los ancianos y niños del sector se estaban habituando a verlo ahí sentado, sin hacer nada, algunos lo saludaban verbalmente o con algún gesto, Kai era una especia de personaje publico, ex- miembro del equipo de Beyblade campeón del mundo, otras chicas se juntaban un tanto alejadas, hablando entre sí nerviosa y tontamente, Kai jamás daba una respuesta, pero al parecer creían que Kai estaba un poco enfermo, problemas psicológicos, sabían de la extraña personalidad del chico, así que no se molestaban por el hecho de que su saludo no fuese devuelto.
Una mirada perdida en la nada, un cerebro que divagaba ideas, unía pensamientos, mezclaba dudas, procesaba hipótesis, diariamente como una rutina, como un aro que se repetía una y otra vez sin final, no importaba nada, su vida no tenía sentido, ya nada le importaba, ni siquiera el Beyblade, una de sus grandes pasiones se veía apocado por su tristeza y soledad, su único compañero, Dranzer, su fiel fénix de fuego, al que una vez le dio la espalda seguía junto a él, pero nada podía hacer para quitarle de ese estado en el que se encontraba y no era el único, a miles de kilómetros de distancia un chico de cabellos rubios se encontraba en un estado similar, pero a diferencia del ruso-japonés , Max contaba con personas junto a él, personas que se preocupaban por su estado, valiosos amigos que no lo dejarían y que no sabían que le había sucedido a su amigo, pero estaba así desde sus últimos días en Rusia, desde que Rei se había marchado.
Tyson insistía constantemente en preguntar si es que Kai le había hecho algo, y es que después de encontrarse con Max llorando silenciosamente una noche durante su estadía en Rusia le hacía pensar, pero Max siempre respondía con negativas, diciendo que Kai no tenía nada que ver, que no le había hecho nada malo… pero el dueño de dragoon era obstinado, sabía que algo había sucedido, no por suspicacia e inteligencia, sino porque era un asunto obvio, y el cual no descansaría hasta averiguar.
Ya estaba oscureciendo en Rusia, Kai como siempre se había encaminado a su casa luego del ocultamiento del sol, un trayecto que conocía de memoria, que podía realizarlo a ojos cerrados, estaba nublado, por lo que la oscuridad del ocaso se precipitó, mientras caminaba una leve llovizna comenzó a caer, una de esas lloviznas que son suaves, pero que sin embargo te dejan completamente empapado, sentía las gotas formarse y caer por sus cabellos hacia su rostro, no le importaba, hasta era un poco agradable, sentía cosquillas cuando una de esas gotas caía por su cuello, pero no le provocaban risa, sólo las sentía , no causaban reacción en él.
Llegó a su apartamento, completamente mojado, como si hubiese andado por mucho tiempo bajo la lluvia, y quizás fue así, no tenía la certeza de cuanto tiempo había tardado, ni de hacia donde había andado, pero ya estaba en su solitario hogar, introdujo la llave y giro de la perilla.
Oscuridad y silencio en el interior, oprimió el interruptor, y se hizo la luz, un panorama poco alentador se vislumbró, estaba un poco desordenado y la falta de aseo era evidente, pero a quién le importaba, nadie más que él lo veía, a nadie le incomodaba, se fue al cuarto de baño de donde obtuvo una toalla para secar su cabello y parte del cuerpo, se quito la ropa, toda estaba mojada, incluso su ropa interior, se la quito quedando completamente desnudo, nadie lo vería así que , que Diablos, salió del baño, se dirigió a la cocina, abrió la nevera estaba casi vacía, aun le quedaba una caja de leche, la cual abrió, no tenía ánimos para darse el trabajo de verte un poco en un vaso así que bebió directamente del envase, un poco escurrió mientras bebía, formando un camino que bajaba por su cuello, recorriendo su pecho, llegando hasta la zona púbica, un escalofrío lo inundó, la leche fría sobre su piel fue como una caricia, una caricia que o había incitado a crear una fantasía, donde un joven con rasgos felinos se encontraba desnudo frente a sí, un joven que le sonreía y que con los dedos de su mano derecha recorría inversamente el mismo camino que el blanco liquido había dejado y cuando llego al inicio de este, introdujo su dedo índice en su boca para probar el sabor que le había quedado, el cuerpo de Kai responde inmediatamente ante tan sensual gesto, haciendo al chico chino sonreír mientras se posicionaba atrás de Kai, y tomaba una de sus manos para llevarla hasta su miembro, así estaban Rei afirmado en la pared , Kai sobre él, Rei ayudando a masturbarse al ruso-japonés, Kai sentía el cuerpo frío de Rei, pero no decía nada, solo disfrutaba del placer de ese momento, con los ojos cerrados, sintiendo que su mano aumentaba la velocidad, escapando gemidos de placer, pronunciando el nombre de Rei, lo sentía venir, no quería terminar, se sentía demasiado bien, pero era necesario, no podía pedirle a Rei que se detuviese, y no es que él quisiera detenerse, así en el clímax expulsó ese blanco y pegajoso líquido, con espasmos en su cuerpo, que fueron lentamente terminando, su respiración volvió a ser la normal tenía una sonrisa en su rostro, abrió sus ojos, quería besar al chico que le había ayudado a a provocar ese placentero bienestar, pero no había nadie, se dio cuenta que estaba afirmado sobre la fría pared, todo fue fantasía, todo fue una ilusión, acaso a su propio subconsciente le gustaba hacerlo sufrir, tenía una mentalidad sadomasoquista? Ya no importaba, la alegría que había sentido se había esfumado tan rápido como llego, busco un poco de toalla de papel para limpiar los fluidos seminales que habían caído en algún lugar de la cocina, luego de eso se fue a su cuarto, cuarto que alguna vez tuvo dos habitantes, el único lugar que se preocupaba de limpiar y ordenar, Rei lo mantenía de esa manera, talvez por eso Kai lo hacía, una forma de hacer pensar que aún continuaba con él, observo la habitación con nostalgia, la cama en la que durmió el chico chino durante algunas noche esa cama a la que le hubiese entrado gustoso a hacer compañía, si hubiese sido invitado, se encaminó hacia la cama, pero mo a la suya, sino a la de Rei, abrió las cobijas y se recostó sobre ella suavemente, así desnudo como estaba, aspiro fuertemente, el aroma del joven chino aún continuaba entre las mantas, estaba plasmado en ellas, era delicioso la mezcla de olores entre el cuerpo y cabello de Rei era un perfume delicioso, Kai se durmió con ese aroma a su alrededor, acariciando a la almohada junto a él, su única compañía, pronunciando el nombre de Rei entre sus sueños.
En otro en Tokio exactamente , un chico agradecía una vez mas el que su amigo hubiese aceptado que fuese a pasar unos días junto a él, ya no podía soportar más tiempo en su casa, no con todas esas interrogantes, con la preocupación de sus padres, ya no podía seguir fingiendo que estaba bien, necesitaba estar alejado y su amigo Tyson había aceptado cuando el le preguntó si podía pasar unos días en su casa , Tyson lo hacía porque estimaba mucho a Max, sabía que necesitaba un lugar para estar más tranquilo, para poder desahogarse, y él aprovecharía esa oportunidad para intentar averiguar la realidad de la situación actual de uno de sus mejores amigos.
Lo dirigió a su habitación dónde juntos comenzaron a arreglar la cama provisoria en la que dormiría el joven rubio.
La cena estuvo tranquila, Tyson con su habitual apetito y Max con fingidas sonrisas ante los comentarios del abuelo de su amigo, comió muy poco, se excusó diciendo que le dolía un poco el estomago y que por eso no probaba más bocado, dio las gracias, pidió permiso y se fue a la habitación a descansar, Tyson lo alcanzó, dejo su comida, Max era mucho más importante, y si él lo había llevado para su hogar fue para tratar de ayudarlo, así que haría todo lo posible por conseguirlo, golpeo antes de entrar , a pesar de que era su propia habitación, quería que Max se sintiese cómodo y con privacidad, abrió la puerta y ahí se encontraba el dueño de Draciel, boca abajo sobre la cama, Tyson se acerca lentamente, se sienta junto a él, y apoya una de sus manos sobre la espalda del chico, este no emite señal o respuesta alguna, pero el chico de cabello negro azulado sabe que está despierto, suavemente comienza a frotar su mano en la espalda de Max, cuanto tiempo habrá pasado así?, no lo sabe, pero ahora si estaba seguro que su compañero estaba dormido, le quita los zapatos, suavemente para no despertarlo, cuando trataba de acomodar las frazadas para lograr abrigar a su amigo, éste despertó al mirar a Tyson este pudo notar el rojo de sus ojos color cielo, así como las marcas de las lágrimas en sus mejillas, " Ty…" susurró Max, apenado, Tyson pidió perdón " lo siento no quería despertarte", el joven yankee movió la cabeza en forma negativa y comienza a desvestirse para ponerse su pijama, Tyson se voltea inmediatamente avergonzado, dirigiéndose a su cama, para ponerse su propio pijama, mientras lo hacia pensaba si sería conveniente que le preguntase a Max que le sucedía, o sería más prudente esperar hasta mañana, quizás si, así que solicito el permiso de Max para apagar la luz y se acostó en su cama deseando las buenas noches.
Ninguno dormía, pero no hablaban, Max rompió el crudo silencio con una pregunta " Ty, puedo dormir contigo… por favor" la pregunta lo tomo un tanto por sorpresa, pero luego de unos segundos asintió, más de alguna vez habían dormido juntos, por qué no una vez más, Max salió de su cama para entrar en la otra, Tyson levantaba las mantas como invitación " Gracias", dijo el rubio, acomodándose al lado del moreno, Tyson estaba boca arriba mirando el techo, habían pasado unos minutos y ahora escuchaba un débil sollozo, palabras como : No!!, te quiero , por favor!!, Kai!! Salían de la boca del rubio, quien estaba soñando. Kai repitió Tyson, entonces si tenía que ver, ese maldito bastardo tenía algo que ver con el estado actual de Max, sentía una furia crecer dentro de él, los sollozos estaban incrementando, transformándose en un llanto, el chico moreno abrazó a Max repitiendo lo que había hecho la vez anterior, frotando la espalda del rubio, lo cual parecía dar resultado, pues el llanto estaba disminuyendo, Max se había acurrucado más a Tyson, quedando afirmado sobre su pecho, el corazón de Tyson latía más rápido la presencia de su " amigo" lo aceleraba, más ahora que tenía claro que quien había lastimado de una u otra manera a su pequeño, siguió acariciando la espalda de Max hasta que este dijo entre sueños " No me dejes". Tyson no sabía hacia quien se dirigían las palabras del durmiente, pero ya fuesen para él o no , respondió " Jamás te dejaré", abrazándolo fuertemente y depositando un pequeño beso en los cabellos rubios del príncipe durmiente, ya pronto averiguaría más sobre la situación, no quería obligar a que el otro chico se lo dijese, quería que fuese por su propia voluntad, le daría tiempo, lo ayudaría en todo lo que pudiese, para que regresará a ser ese chico alegre y risueño que tanto le agrada, sin importar lo que tuviese que hacer para cumplir con ese objetivo, Max lo valía, valía eso y mucho más y es que ahora se estaba dando cuenta de estos sentimientos que anidaban en su corazón, quería a Max no sólo como un amigo, ahora lo sabía, no quería verlo y sentía un odio inmenso hacia el ser que se había atrevido a dejarlo en ese estado , Kai Hiwatari, se vengaría de él aunque fuese lo último que podría llegar a hacer, pero primero debía averiguar que fue lo que exactamente sucedió, por ahora sólo podía ayudar a Max de la forma en la que lo estaba haciendo ahora y no es algo que no le gustase, exactamente lo contrario, era demasiado agradable, el solo hecho de abrazarlo se sentía reconfortante, se preguntaba como serían otras cosas que le hiciese a Max, como besarlo… se sentiría tan suave y delicioso como se lo imaginaba? Eso quizás en el futuro lo llegaría a saber…
En un pueblo alejado de la civilización en la milenaria China, las cosas para un chico de ojos dorados, largo cabello negro y rasgos felinos, se encontraba en el techo, observando las estrellas, como esperando que estas le dijesen si había hecho lo correcto, si debió haberse ido como lo izo, huyó, corrió como un cobarde, no amaba a Kai, era cierto, pero si sentía algo hacia él, tenía claro que no era amor, pero entonces porque huyó de esa forma , porque no enfrentó la situación y asumió las consecuencias de sus actos, había dormido con Kai, aún no entendía porque lo había hecho, quizás fue un modo de decir adiós, no lo sabía, pero quería encontrar respuesta a todas sus interrogantes, según la astrología podemos hallar las respuestas en las estrellas, pero al parecer las estrellas esta noche no querían revelar el futuro, Rei distinguió la constelación del Fénix, viniéndole de inmediato el recuerdo de su ex-capitán de equipo, quizás debió darle una oportunidad, talvez lo hubiese llegado a amar, de nada servía lamentarse , lo hecho, hecho estaba y no se podía cambiar, la vida continuaba y había que vivirla, no se podía lamentar de los errores que se cometieron o pesando en cosas que no son y pudieron haber sido, quizás nunca más volvería a ver al chico frío, deseaba que no ocurriese, quería verlo otra vez, saber que estaba bien, que había seguido su vida, que tenía a alguien a quien amaba, un momento!! Eso no le agrado, es extraño, a veces algo que no es tuyo lo sientes como de tu propiedad, y cuando alguien nuevo se aproxima , no te agrada la idea, aún cuando se trata de algo, talvez las cosas y personas las valoras mucho más cuando notas que alguien más se interesa en ellas, o cuando no te atreves a aceptar cuanto te importan hasta que ya las has perdido, Rei seguía pensando en estas variantes, dándole vueltas en su cabeza , intentando encontrarle explicación a algunas dudas, hasta que escuchó el llamado de una voz femenina, la cual se notaba un tanto exasperada, quizás llevaba, un buen tiempo llamándolo, pero él estaba obsoleto, le sonrió con gracia, la chica aún continuaba con un gesto molesto en el rostro, pero Rei sabía que lo cambiaría, bajo del techo, se acerco a la chica , le sonrió y beso en la mejilla, le pidió perdón por no ponerle atención, entro a la casa, se fue a su habitación preparándose para dormir, no usaba pijama, solo su ropa interior y alguna camiseta, se abrigó baja las mantas, y quedo pensando unos minutos hasta que el cansancio del trabajo realizado en el día lo venció, cayendo en un sueño profundo.
Así quedaron, los cuatro chicos, cada uno dormido, cada uno con diferentes pensamientos pero todos entrelazados, cada uno con sus sueños e ideas, soñando entre ellos, sufriendo por sus confusiones, por los deseos de sus corazones.
Continuar
