"Cuidando de un Rival"

Por Makita.-

Miró hacia arriba. Sólo sombras. Miró su vestimenta: se encontraba descalzo, y sólo unos pantalones cubrían su cuerpo sudado. Hacía calor, estaba en medio de un bosque de clima tropical, húmedo y caluroso. Lo supo por el contacto de sus pies con la tierra blanda y las hojas que crecían a ras de suelo.

Volteó, pensando que alguien lo seguía y corrió asustado por ese bosque de bambú. Las hojas golpeaban en su pecho, y su respiración se agitaba más y más a cada paso. Corrió y corrió sin detenerse, siquiera para mirar atrás. Sabía que su vida estaba en peligro.

El suelo comenzó a hacerse cada vez mas blando, tanto que sus pies se hundían, como en un pantano. Las piernas le pesaban, el calor abrumaba su cabeza y a sus pulmones les faltaba oxígeno.-

Agotado, cayó al suelo, apretando entre sus manos las finas hojas de las plantas. Sintió como algo corría por debajo de su pantalón, subiendo hacia él. Su piel escamosa era helada, áspera y su lengua delgada y siseante rozaba su pierna. Luego siguió subiendo en movimientos ondulantes hasta llegar a sus caderas estrechas, y luego a su Abdomen.

En ese momento reaccionó y tomó a la culebra del cuello, para que no lo mordiera y la apretó con todas sus fuerzas para matarla.-

Sintió un feroz grito.-

Pero no era de la culebra.-

Cuando abrió los ojos, notó que sus manos no apretaban a una culebra, más bien era el brazo de una persona. Pero como sus ojos aún veían nublado y se sentía mareado, no fue capaz de reconocer a esa persona.

Sólo percibió que estaba acostado junto a él, muy cerca y que lo sujetaba en un abrazo. Trató se separarse, sin saber quien era, pero se lo impidió, apretándolo contra su torso. Por todos los medios intentó identificar a esa persona. Buscó su olor, pero no era nadie conocido, por el tacto supo que era un hombre ya que poseía sólidos músculos en los brazos y espalda.

¿Quien era? ¿Y porqué no lograba descubrirla? ¿Por qué se sentía tan mareado? ¿Y tan débil?

-¿Horo?-preguntó con la voz temblando.-

No recibió respuesta, mas bien unas caricias alocadas sobre su cuello y sobre su rostro, unos labios besando su mentón y unas manos heladas recorriendo su espalda.

Lo empujó con las piernas, logrando quebrar el fatal abrazo y retrocedió hasta que su espalda chocó contra una pared. Allí se quedó, quieto, inmóvil, expectante a lo que ocurriría después. Escuchó como esa persona tiraba una frazada lejos y se acercaba gateando hasta él, aprisionándolo contra la pared.

Entonces lo supo: Era el ainu.-

-Sé que eres tú, ¿porqué no me hablas cobarde?-dijo tratando de parecer seguro.-

Todo lo veía negro, con sombras grises, lo más probable es que fuera de noche. Una tenue luz azulina impactaba sobre la silueta del ainu, permitiéndole al chino, distinguirlo un poco más. Su cabello levantado, la cinta en la cabeza, su respiración.-

Las manos de él se apoyaron contra la pared y se acercó más a su rostro.-Habló:

-Oye. ¿Estás bien?

Horo trato de acariciar su cabello violáceo, pero Len lo aparto de el bruscamente.-Una sonrisa extraña se dibujó en su rostro. De repente sentía que no era capaz de controlar su cuerpo, sus acciones.-

-Jajaja...es como si no fuera yo... ¿soy yo?-musito, controlando la euforia.-

Se levanto velozmente y se paro en el centro de la habitación, riendo como desquiciado. Allí se le ilumino la ampolleta al chico del norte. Todavía estaba bajo el efecto de las drogas. Lo siguió  para taparle la boca, ya que no cesaba de emitir carcajadas.-

-¡Cállate! ¡Es medianoche! ¡Despertaras a todos!-le regaño, intentando en vano calmarlo.-

-¡¿Que te pasa!? ¡¡LA NOCHE ES JOVEN!!

Horo Horo no sabía que demonios le había dado, solo tomo el relajante muscular y un frasco con líquido transparente de la habitación de Fausto. (Supuso que era alguna especie de somnífero). Nunca se imagino que Len reaccionaria de semejante manera, como si fuera un maniático. Claro. Exceso de éxtasis.-

-¡¡¡ ¿donde estamos?!!! ¿¿En una cámara de gravedad??-pregunto, calmándose repentinamente.-

-¿que?-

-Yupi...¡¡¡no hay nada mejor que volaaaar!!!

Len saltaba en la habitación con los brazos abiertos. Horo supuso que todo se le movía, incluido el suelo y por eso pensaba que estaba dentro de una cámara de gravedad. Con esfuerzo aguanto una carcajada, ver al serio Len Tao saltando y gritando como un loco era algo más que raro. Solo rogaba que nadie despertase, algo casi imposible con el escándalo que protagonizaba el joven Tao. Miro embobado como a cada salto, la cinta que sujetaba los pantalones de Len, se aflojaba amenazando con caer en cualquier momento, junto con la propia prenda negra. Tragó duro, expectante ante lo que sucedería. El muchacho avanzo hacia él y la cinta blanca cayo al suelo. Se colgó de su cuello y el ainu no demoro en sujetarle los pantalones, para que no quedara semi desnudo. Sus ojos se desviaron y alcanzo a ver el borde de la ropa interior. En un acto travieso los abrió un poco más, pero no alcanzó a ver lo que quería, porque Len puso la palma de su mano sobre su rostro.

-¡oye! ¿Que demonios te pasa?

Len se encogió de hombros. Todavía tenía puestas las manos sobre sus caderas, sosteniendo esos famosos pantalones. Claro, su conciencia perversa le sugería que aprovechara la situación, pero por otro lado Len estaba drogado, por consecuencia no estaba completamente conciente de los actos que realizaba. Lo abrazo con fuerza, evitando que escapara hacia otro lugar de la sala.

-Eres lindo.-dijo aun con la respiración agitada.-

-¿eso crees?

-Claro...pero... ¿tu o el otro?

-¿cual otro?-pregunto indignado.-

-Ese que esta al lado tuyo...

¿Que? ¿Visión doble? Síntoma muy común cuando se esta bajo los efectos de la droga. Horo Horo rió un momento, sin separar su cuerpo de él.-Len acaricio los brazos desnudos del ainu (traía puesta una camiseta blanca sin mangas), que lo mantenían prisionero.-

-No, yo soy el único.-exclamó con entusiasmo.-

-Ahhh, bueno, yo no sé nada, no sé quien soy, ni porque estoy en medio de un bosque tropical...

Se arrepentía de haberle dado tanta dosis de esa droga. Ahora Len jamás se lo perdonaría. Lo presionó desde la cintura y quiso darle un beso, pero lo único que recibió a cambio, fue una bofetada un tanto sonora.-

-¡Idiota!- le insultó el ainu, empujándolo con rudeza contra el suelo.-

-Lo siento...pero tenías una luciérnaga...donde miro siempre hay una... ¿porque?

-Porque estas drogado, jetón.- explicó sobando su mejilla.-

Len se levantó del suelo, haciendo un esfuerzo por no caer nuevamente.-

-Si...creo que tienes razón...

El ainu se sentó molesto sobre su futón, ignorando al joven Tao. ¿Porque demonios siempre él salía lastimado? Esperó con paciencia que Len gastara toda esa energía acumulada. Ahora se hallaba saltando alegremente sobre un montón de cojines en un rincón. Horo notó que su rostro estaba rojo de hacer tanto ejercicio, su camiseta pegada a su cuerpo por el sudor y su respiración cada vez más agitada. Estaba aburrido, nada resultó como lo planeó en un principio, la idea era divertirse y que no existieran los golpes de por medio.-

Un cojín voló de un extremo de la habitación, para dar justo en su objetivo: La cabeza del ainu. Len estaba de pie, amarrando sus pantalones. Tomó en su mano otra de las "mortales armas". Horo no estaba de ánimos para caer en los juegos sin sentido del joven de cabellos violáceos. Pero  el segundo cojín volador lo sacó definitivamente de quicio. Con una fuerza increíble se lo devolvió, pero el muchacho saltó hábilmente, esquivando el objeto, que impactó posteriormente contra la pared.-

-tendrás que lanzar mejor que eso si quieres darme, Horo.-

Bien. Le gustaban los desafíos. Agarró con seguridad su almohada y sin dudar comenzaron a darse cojinazos. El ainu reía a ratos, ya que Len se quejaba de que las luciérnagas no le permitían ver bien y a menudo les mandaba los tortazos a los famosos insectos. La guerra prosiguió, más violenta e intensa que en un principio. Rompieron varios cojines, esparciéndose así, las plumas por toda la habitación. A pesar de que ambos estaban agotadísimos por la ardua batalla, no cedieron ante el enemigo. Len olvidó por completo que el chico del norte estaba con una herida en su hombro y que por tanto movimiento y ejercicio cabía la posibilidad de que se abriera. Y ni el mismo paciente lo recordó. Ya que el cien porciento de su concentración estaba en el combate. Horo pretendía usar  a su favor la gran debilidad de su rival: El arqueo del brazo. Como naturalmente lo hacía con la lanza, el Tao levantaba demasiado el brazo, dejando a su oponente la oportunidad de atacarlo por un costado. Ahora no corría riesgo, ya que las armas eran solo almohadones.-

Y la oportunidad se dio. El chino iba a lanzar un ataque certero, pero el ainu lo descolocó, golpeándolo en la zona estratégica. Una vez realizado el ataque, siguió propinándole cojinazo tras cojinazo, obligándolo a retroceder cada vez más. Len, tratando de defenderse, dio un paso en falso, resbalando. Se agarró de la camiseta del ainu, rasgándola y botándolo consigo.

 Se desplomaron en el suelo, Horo sobre Len. A pesar de que no estaba en todos sus sentidos, se estremeció al escuchar y sentir los jadeos del ainu tan cerca de su oído, que humedecían su cuello a cada respiro. Oh cielos, siempre después de una guerra llega la paz ¿no es cierto?- decidió aplicar esa teoría ahora.-

Lo tomó de la camisa rasgada para que no se pusiera de pie y besó afanosamente su cuello. Se sentía bien ese contacto, esa cercanía tan íntima que se estaba dando entre los dos, ese silencio y la oscuridad de la noche. Horo se acomodó, poniendo una de sus piernas entre las de Len, para no aplastarlo. Lo tomó de la cintura, provocando que el muchacho arqueara su espalda y estirara su cuello hacia atrás.

Sensaciones tan placenteras, relajantes y excitantes, mezcladas con algo de miedo era lo que sentía el Tao en esos momentos. Pero no podía evitarlo, sentir la piel tersa del ainu en contacto con la suya, sus manos recorriendo su cuerpo por debajo de las ropas. Sus piernas se movieron solas y se trenzaron tras las caderas del ainu. Era capaz de percibir que Horo acariciaba sus piernas, su espalda, delineando la curva que se formaba al final de su columna y luego lo cubría con su cuerpo, en un gesto cálido y protector.

-"Ha..ah..ya... cállate..."- le dijo el ainu a su conciencia, mientras se desvestía.-

-"...después te vas a arrepentir..."

-"¡Sshhttt!...Él desea esto tanto como yo...ah...si no...No estaría diciendo mi nombre..."

Mariposas en el estómago, escalofríos viajando por cada uno de sus nervios, calor quemando cada uno de sus poros traspirados...La situación no daba para más, tenía que jugársela, era ahora...o simplemente nunca.

La famosa cinta blanca lo impacientaba cada vez más, al notar que el nudo estaba lo suficientemente apretado, como para quitársela rápidamente. Lo sentó sobre sus piernas y lo besó apasionadamente en la boca, mientras sus manos luchaban por deshacer el nudo que amarraba los pantalones. El joven de cabellos violetazos, suspiró al sentir la mano del ainu maniobrando tan cerca de su entrepierna. Cuando rompieron el beso, se aferró a su espalda, arañándolo sin querer. Es que deseaba con todas sus fuerzas sentirlo lo más próximo a su persona, saber que estaba allí, sólo para él.- Finalmente la cinta que presionaba sus caderas, se aflojó.-

Había olor a sangre, a yodo, pero no lograba percibir de donde provenía... Pero a pesar de eso y a pesar de que disfrutaba todo lo que el ainu hacía sobre su piel, el suelo se le movía ondulante, la habitación parecía girar en torno suyo y las luciérnagas parpadeaban.

-No sé...si quiero seguir con esto...-dijo en aparente tono de lucidez.-

Horo lo ignoró, a pesar de que había escuchado perfectamente lo que su amante murmuraba.

-Me siento mal...me duele el estómago...

-No existe vuelta atrás, Len...

No hizo caso de las quejas del chino, esto estaba en lo mejor y sería estúpido dejarlo a medias, cuando habían llegado tan lejos. Siguió con su labor, recorriendo con sus besos el cuello de su amante, sus hombros.... hasta que simplemente lo sintió desvanecerse entre sus brazos. Lo miró, consternado. Estaba totalmente inconsciente. Puso una mano sobre su frente, su temperatura bajó de golpe y disminuyó su presión, antes a full. Lo tomó en brazos y lo acostó en el futón. Esto sucedió porque no comió, antes de la administración de drogas, por lo tanto el efecto fue más rápido y certero. ¿Qué hacer ahora?-Parecía un muerto, con el cuerpo lacio y liviano como una pluma.

No podía dejarlo así, lo abrigó bien con las frazadas, se vistió y salió de la habitación.

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Cuando despertó sintió como si un tanque de guerra hubiera pasado sobre él. Le dolían absolutamente todos los músculos del cuerpo. Quiso girarse para quedar acostado boca abajo. Abrió sutilmente los ojos y su visualización había mejorado.  Pudo ver una ventana abierta, ropa esparcida por el suelo, comics por doquier.

Pero ninguna persona. Estaba solo y no sabía que horas eran. Lanzó lejos una almohada con olor a vómito y se aferró con fuerza a las sábanas, que conservaban el  suave olor de su ainu.

Escuchó el sonido de la puerta al abrirse y se estremeció. Débil como estaba era incapaz de defenderse ante cualquier ataque sorpresivo. Se tapó mas con las sábanas, buscando refugio, sus sentidos todos alertas ante algún movimiento en falso de la persona que acababa de entrar a la habitación.-

-¿Len? ¿Estas despierto?- su voz era familiar y como siempre inspiraba confianza. Miró entre las sábanas.-

-Si.-musitó.-

-Oye. ¿Se puede saber que te sucedió?

-No lo sé...

El castaño suspiró, dejando una bandeja con comida en el suelo. Destapó al joven Tao.-

-Te ves terrible...

-No más que tú-murmuró viendo el fatal estado de su compañero.-

-¿que quieres? No pude pegar un ojo en toda la noche con tus famosos gritos...

-¿Gritos?-se sentó, apoyando la espalda contra la pared.-

-Si. Horo Horo estaba muy preocupado por ti. Me despertó pasado la media noche...

-¿y para qué?

-Para que buscáramos a Fausto. Él vino y dijo que te habías intoxicado...con éxtasis...

Yoh bajó la cabeza y Len simplemente no lo podía creer. ¿Intoxicado? Quizás que estupidez había cometido, ni siquiera sabía cuando o cómo se drogó para llegar a ese estado.-

-... ¿y?

-Ni idea que me ocurrió.-Tampoco recuerdo nada.-

Silencio.-

-¿y Horo Horo?

-Después de eso, desapareció.-

Len abrió los ojos de par en par. Realmente no recordaba nada, ni siquiera se hacía una idea de que podría haber hecho....por su mente divagaban imágenes cortas, fugaces. Recordó con claridad su sueño, pero cuando despertó, nada....

-No...Lo sé.- Trataba en vano de hilar los hechos.

-Len...hay algo que tú no sabes...

-¿que cosa?

-Fue Horo Horo quien puso esa droga en un vaso de leche que tú bebiste. Ayer estaba tan preocupado que me lo confesó.-

¿Horo Horo había hecho eso? Ahora lo recordaba. Fue por esa estúpida guerra que se declararon. De todas formas no tenía justificación, él sólo le había esparcido un poco de gel inocente en el rostro, nunca pensó que el ainu se tomaría la guerra tan enserio. Suspiró agobiado.

-Pero...

-No te preocupes por eso ahora. Será mejor que comas algo.-

De todas formas no lograba quitar ese pensamiento de su cabeza. Ya no mas guerras sin sentido, ya no mas discusiones. Las cosas hay que hablarlas claras y precisas. Desde el principio sospechó que cuidar del ainu sería difícil, pero era hora de poner un "Stop"

Continuará...

Bueno, aquí estoy de vuelta, pisando tierra Santiaguina^^  y al fin podré continuar mis fics con "tranquilidad"  T_T ... bueno ahora que tengo tiempo, responderé los reviews^^  del cap 5 (como lo prometí ^^U) y del seis jiji....

Ken Ohki: Si pues niña, ya se besaron y créeme que eso fue un gran paso, a pesar de que también atrajo mas peleas y discuciones ^^U jijiji

Naruki: ¡¡ la niña saltarina!! ¡¡ hola!! Bueno al fin tengo Internet en mi hogar, sin tener que ir a un ciber T_T, ojalá que haya agradado este capi y el sexto, cada vez con mas carga de Yaoi^^

Kisuka: Hola!! Jiji ahora que he tenido un poco mas de tiempo me dediqué a leer tu fic "un loco experimento que aclara sentimientos confusos" y esta excelente!! Jiji, muy bueno , me imagino que lindo debe ser Len cuando bebito *_* y a Horo Horo cuidando de él...muchas gracias por tus ánimos y tu también actualiza, niña!!^^

Kaori Koneko: Hi!!! Bueno, el tiempo en valdivia estuvo...bien. Yo en cama las primeras dos semanas T_T, si te contara la clase de desgracias que me sucedieron, entre ellas que se me borró un fic entero T_T...en fin, pero aquí estoy , viva gracias a dios, lista para continuar con esta historia...algo..¿Rara? ^^ espero que la hayas disfrutado^^

Tanuki-chan: Bueno, la sublevación de Horo no duró mucho ^^U, Len (como dice comúnmente la gente en mi país) le paró los carros y para variar todo terminó en pelea...¿que voy a hacer con este parcito? Mejor le doy una buena dosis de armonil^^ nos vemos en el prox cap^^

Marineneko: Niña, no te has aparecido T_T ....en este cap ya vimos mas Yaoi ^^ y lo del lemon...creo que se viene, en realidad espero escribir uno que sea "digno", aunque pienso que es mejor un lime (para una inexperta en este género, como yo), así no decepcionar a los lectores ^^U..Ya veré...¡suerte!

Shaman ryoko lupin-black: Hola ^^, aquí estoy con un nuevo capitulo de mi fic...muchas gracias por tus ánimos y por supuesto que lo continuaré^^

(Hasta aquí los del cap 5 y ahora vienen los reviews del cap 6)

Kory Asakura: Hola!! Claro que esta con ganas!!! Jijiji aquí esta el cap siete, espero que haya sido de tu agrado y muchas gracias por animarme

Bishoujo-Hentai: que bueno que te haya gustado...siempre actualizo muy seguido, pero como he estado de vacaciones me he demorado un poco más^^ (he ido de un lado para otro, sin tiempo de sentarme frente al ordenador ^^)  gracias por escribir^^

Len Tao: Hola!!! Wow, gracias por tus palabras y gracias por la nota que le diste a mi fic^^ me hace sentir muy feliz, más aún porque fue el primero que leíste^^. Bueno, mi MSN esta en la parte donde sale mi nombre, en la parte de arribita^^. De nuevo, gracias por tus ánimos, espero que vuelvas a escribirme^^

Shaman Horo: ¡¡tanto tiempo!! Jiji, bueno, ya viste lo que pasó, estos dos van de mal en peor, pero como dice una persona muy famosa (ughh por ahora no recuerdo quien era ^^U) después de la tormenta, llega la calma...solo resta esperar^^ (a que se les pase lo gruñón ¬¬)

Ale: Grashias^^ ale y no te preocupes porque este fic es 100% Horo y Len, aunque Yoh a mi me encanta *_* . Y lo del lemon no me ofende jiji^^, solo que en realidad no sé si escribir uno, supongo que tendría que pasar mi fic a la clasificación R...pero de todas formas les estaría avisando^^ (tendría que inspirarme y escribir un lemon decente)

Sango Asakura: Aquí esta el séptimo capi ¿que te pareció? Estuvo muy raro (según yo) Len actuando de esa forma y Horo luchando con su conciencia ¬¬ y aquí te mando otro saludo especial^^ ¡ que seas muy feliz!

Karin Hitomi: (Makita mira con asombro las preguntas, mientras una gotita resbala por su nuca. Inspira hondo y se pone a escribir) ¡¡Hola amiguisss!!! ¿Te llegó el mail que te mandé? Ojalá que si, te lo envié desde un ciber (muy carero). Emm, respecto a las preguntas, si que son de terror jijiji ^^U, pero no tengo problema en respondértelas, aunque tu debiste con solo leer este capi, ya que todas las respuestas están allí...pero en fin...

1.- la persona que se llevó a Len...pues el ainu, guiado por sus instintos, sin obedecer a su conciencia.

2.- ¿por qué se sintió cansado? Porque el ainu no es tonto y mezcló un relajante muscular con éxtasis, para retrasar el efecto.^^U

3.-Bueno, con la pastilla lo durmió, precisamente esa fue el arma que usó para dejarlo fuera de combate (no estabas tan lejos^^)

4.-¿que hará con len inconsciente? Buu casi de todo, desde abrazos, a guerra de cojines, cachetadas, empujones, hasta un momento apasionado O_o

5.-¿que clase de Guerra llevarán a cabo?...La guerra recién comienza, aunque ninguno de los dos lleva ventaja sobre otro.-

Bueno Karin, ya respondí tus preguntas del terror^^, gracias por escribirme, ¿sabes que tus reviews me hacen mucho reír? Espero que hablemos por MSN jijiji, ahora que tengo Internet a todas horas^^ ¡ nos vemos!

Lucy Horita: Grashias , Grashias por tus comentarios^^  la verdad yo hago lo posible para acercarme mas a la personalidad original de los personajes, buscando algunas debilidades para hacerlos caer^^  jijiji. Ojalá hayas disfrutado del capitulo siete. Adiosín^^

Águila Fanel: Uyy yo también soy fanática de esta parejita^^ (dispareja ¬¬) jiji, espero que hayas aclarado tus dudas leyendo este capítulo^^

Rika: Pues aquí esta la continuación ^^ ¡disfrútala!^^

Ya, al fin terminé de responder toodos los reviews que me faltaban. (me puse al día) El octavo capítulo también se demorará un poco, solo un poco, porque ahora me voy a la playa^^ (al fin, sol) , pero no tardará tanto como los anteriores jijiji. Como siempre, dedicado a todos aquellos que leen el fic y que se molestan en dejar un mensaje ^^

Les desea lo mejor de la vida, Makita. ¡Que sean felices! (yo y mis tonteras)

¡¡Adiosíiinnn!!

"...Amo como ama el amor. No conozco otra razón para amar que amarte. ¿Qué quieres que te diga además de que te amo, si lo que quiero decirte es que te amo?..." ( Pessoa, Fernando)