¡Orchideous!
Hermione
Granger la bruja más inteligente de Hogwarts corría por
los pasillos rumbo a la biblioteca. Se estaba reprendiendo
mentalmente, ya que si no fuera porque pasó gran parte del día
distraída se hubiera acordado de sacar ese libro que
necesitaba para su tarea de transformaciones. No sabía lo que
le pasaba, pero últimamente no podía dejar de pensar en
Harry, su mejor amigo Harry Potter. Se sentía bastante tonta
al respecto, pero realmente no paraba de pensar en él. De
pronto le parecía que el color de sus ojos era más
verde que de costumbre, que ese pelo rebelde que poseía y que
ella misma en más de una ocasión trató de
acomodar inútilmente, le daba un aire sexy. ¿¿Sexy??,
pero si sólo era Harry. El día anterior se sorprendió
nuevamente mirándolo durante la clase de encantamientos,
pareciera que la hubiera embrujado para que no pudiera parar de
contemplarlo. Había llegado a la entrada de la biblioteca, así
que sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos y se
dirigió a las estanterías del fondo donde sabía
que encontraría el libro que buscaba.
Ya tenía
el libro en sus manos, pero al darse vuelta para retirarse, vio que
en una mesa apartada de todas las demás estaba el chico
culpable de sus distracciones. Parecía estar leyendo un libro
y al acercarse un poco pudo leer el titulo en la portada "CONQUISTA
AL MAGO DE TUS SUEÑOS". Se le paró el corazón,
no podía ser verdad lo que leyó. Si hasta el año
pasado suspiraba por Cho Chang, una alumna un año mayor que
él. Acaso a Harry le gustaban los...¡¡NO!! Tenía
que haber una explicación. Tratando de respirar y de poner la
mejor cara posible, se acerco al chico.
-Harry...
-¿He...Her...Hermione,
que estas haciendo aquí?- dijo sobresaltado cerrando de golpe
el libro que tenía entre sus manos y volteándolo, para
que ella no pudiera ver el titulo
-Yo vine por un libro-
contestó la chica si quitar la vista del libro que descansaba
junto al mago- ¿tu que estas haciendo? ¿Qué
lees?
-Nada, nada...es un libro de...pociones, ya sabes...es
que quiero aprobar con buenas notas para poder continuar con la
carrera de auror, ¿y tú? ¿tienes muchos
deberes?- preguntó el chico tratando de cambiar de tema
-Si
bastantes, sólo que me faltaba un dato que esta en este libro
y quise tomarlo antes de que cerrara la biblio...¡OH NO!- y sin
decir más corrió hacia la entrada
-¡No lo
puedo creer!- casi grito la castaña acercándose
nuevamente a su amigo- ¡Nos han dejado encerrados!
-¿QUÉ?-
grito Harry
-Madam Pince no me debe haber visto entrar y debe
haber pensado que ya no había nadie- casi gimió la
chica
-Pero podremos salir ¿no?, con el Alohomora-
pensó su amigo en voz alta
-No lo creo Harry, Madam
Pince me contó que desde que el mes pasado esos chicos de
cuarto entraron durante la noche a la sección prohibida, le
pidió a Dumbledore que hechizara las puertas, así que
no creo que con un hechizo que se aprende en primer año
podamos burlar uno del Director- dijo resignada Hermione
-¿Qué
quieres decir?- cuestionó el chico- ¿Qué
pasaremos toda la noche aquí?...¿¿juntos??
-A
menos que tú sepas la forma de abrir esas puertas, me temo que
si
A Harry la cabeza le iba a estallar. No podía creer
lo que le estaba pasando. Tendría que pasar toda la noche CON
ELLA, con Hermione SU Hermione "la chica de sus sueños".
Si, de sus sueños, sólo eso, porque jamás
creería que alguien como ella, tan linda, tan dulce e
inteligente se fijaría en él. Desde que se había
dado cuenta de que estaba enamorado de su mejor amiga, no podía
pensar en algo más que no fuera en ella y aunque el sueño
de tenerla le parecía imposible, y no tenía ni idea de
cómo decírselo, se había propuesto intentarlo.
Por eso hasta hace un momento estaba leyendo el libro "CONQUISTA A
LA HECHIZERA O AL MAGO DE TUS SUEÑOS" para tratar de
encontrar un concejo, una formula, algo que le diera valor y le
enseñara como decirle lo que sentía. Es que realmente
él no había tenido mucha suerte con las chicas. Es más
le había gustado una desde el tercer año, se llamaba
Cho Chang y recién en quinto le dio un sólo beso ó
mejor dicho ella se lo dio a él y aunque después
tuvieron una cita, esta fue desastrosa. Parece ser que ella se puso
celosa (bueno, eso se lo explicó después su amiga)
porque él le dijo que vería más tarde a
Hermione. Aunque no entendía porque se puso así, si
ella era sólo su mejor amiga. Bueno, en realidad si lo pensaba
un poco, seguramente Cho debió ver algo más en él
para sentirse así. Quizás aunque de forma inconsciente
él ya se había enamorado de ella y Cho lo percibió.
Como fuera que pasó todo, ahora lo importante era tratar de
que no le temblaran las piernas, que no le fallara la voz y de no
mirar a su amiga a lo ojos, para poder llevar una conversación
normal, ya que le parecía que sería una noche muyyyy
larga.
-¿Harry, que crees que deberíamos hacer?
Digo, Madam Pince abre la biblioteca a las 7 de la mañana, así
que tenemos varias horas por delante- le dijo Hermione mirándolo
-No se...que te parece si juntamos unas mesas y dormimos
sobre ellas, ya sabes como para estar más cómodos- el
chico no pudo evitar sonrojarse
¿Por qué se puso
rojo? ¿Será que piensa hacer algo raro?-pensó su
amiga- ¡basta Hermione! Se reprendió mentalmente, ¡es
Harry por Dios! Si confías en él ciegamente
-No
es necesario Harry, puedo conjurar unas bolsas de dormir, me se ese
hechizo
-Siempre tan inteligente- le dijo él sonriendo
y pensando en que mejor la dejaba de mirar porque se pondría a
tartamudear
-¡Vamos Harry!, si no es tan difícil-
Que linda sonrisa que tiene- pensó la chica
Saco su
varita y con un rápido movimiento apareció dos mullidas
y cómodas bolsas de dormir, se metieron dentro de ellas y se
pusieron de costado para poder conversar. Hermione no pudo dejar de
notar que Harry no había soltado el libro que leía
cuando llegó, además de no poder sacarse de la cabeza
la idea de que a él le gustaran los magos. Cuando él
intentó ponerlo a sus pies, se le cayo de la mano ya que era
algo pesado y quedo de frente de manera que ella pudo leer nuevamente
y en forma completa el titulo "CONQUISTA A LA HECHIZERA O AL MAGO
DE TUS SUEÑOS" y al pensar en el error en que había
caído seguramente porque la primera vez que lo leyó los
dedos de Harry al sostenerlo ocultaban parte del nombre comenzó
a reírse de forma descontrolada, mientras su amigo la miraba
sin entender que le sucedía.
-¿Hermione que te
pasa?
-Na...na...nada Harry, es que ja,ja,ja,ja...-no podía
parar
-¿?
-Lo...Lo siento...Harry, ayy es que
pensé...na...olvídalo-se disculpó la
chica
-¿Qué es eso tan gracioso?
-Harry
dime la verdad, ¿de que se trata el libro que estabas
leyendo?- dijo la chica tratando de que no le siguiera preguntando
sobre el motivo de su risa
El chico no sabía que
contestar pero era más que evidente que su amiga no le había
creído cuando le dijo que era un libro sobre pociones.
Tratando de buscar una excusa rápido ó por lo menos de
cambiar un poco la verdad, Harry se comenzó a tallar la nuca
de manera inconsciente.
-Eeh...mira Hermione, es que...bueno
yo...yo...
-Tú...
-Es que...desde hace algún
tiempo...-Harry pensaba que si no lo decía todo de golpe no
podría con la situación- me gusta una chica- lanzó
muy rápido
-¿Qué te gusta una chica?
¿quién es ella?- Hermione no sabía porque
parecía molestarle esa noticia
-Si,...pero realmente
prefiero no decir quién es...por lo menos ahora- casi
susurro
-Bueno está bien- acepto ella no muy contenta-
pero ¿que tiene que ver eso con el libro que leías?
-Bueno,
es que...bueno tú sabes que no he tenido mucha suerte con mi
última ó mejor dicho con mi única cita, así
que yo pensé en buscar algo de información sobre eso-
dijo muy avergonzado
Hermione seguía preguntándose
porque le molestaba que a Harry le gustara una chica. Si el año
pasado cuando le gustaba Cho ella hasta lo había aconsejado.
Era cierto que pensaba que ella no era para él, ya que parecía
un poco tonta como todas esas chicas que sólo pensaban en como
se veían y en reírse tontamente con su grupito de
amigas cada vez que un chico pasaba a su lado. Realmente no entendía
porque había quedado en Ravenclaw. Ella pensaba que Harry se
merecía una mujer que lo comprendiera, que lo viera sólo
como Harry y no como El Niño que Vivió, que fuera
compañera con él, que aceptara los grandes riesgos que
él debía correr por ser quién era, que lo
admirara, que lo contuviera, que fuera su roca, una chica que
realmente lo quisiera, que fuera su amiga. ¿Su amiga?, ¿¿SU
AMIGA??. PERO ¿EN QUE ESTAS PENSANDO HERMIONE JANE GRANGER?
¿ACASO PIENSAS QUE TÚ SERIAS ESA MUJER?
Por unos
segundos su mente quedo en blanco para luego comenzar a ver todos
esos pensamientos que su amigo le había provocado desde hace
un tiempo. ¿Sería posible que le gustara Harry, su
mejor amigo?.
-¿Hermione me estas escuchando?- Harry la
miraba preocupado
-Eeh...si, si Harry disculpa, es que me
quedé pensando en lo que dijiste
-Realmente no encontré
algo que me ayudara, es decir no se como acercarme a ella. Es que
realmente ella es distinta a todas las chicas que he conocido
El
estomago de Hermione se encogió al escuchar a Harry hablar de
esa chica. No lo podía creer, tenía que admitirlo. Le
gustaba su mejor amigo.
-¿Hermione te puedo preguntar
algo?- dijo el chico un poco nervioso
-Claro Harry
-¿Qué
crees que le gustaría a una chica?
-¿Qué
le gustaría?- ella no podía creer que el chico que
acababa de darse cuenta que le gustaba, le estuviera pidiendo un
concejo romántico- ¿Qué quieres decir?
-Bueno,
me refiero a como piensas que podría hacerla sentir especial-
dijo bastante rojo
-No se que decirte Harry- YO TE DIRÍA
QUE SE LA TIRES AL CALAMAR GIGANTE PENSÓ EN ESE MOMENTO- es
que no se quién es
-Pero supongo que sabes que te
gustaría a ti, digo eres una chica- trato de salir del apuro
el chico
-Creo que a mi me gustaría que me regalaran
flores, quizás de una manera especial, no se, algo ingenioso y
podría invitarme a un lugar especial, que haga algo el mismo
sólo para mí- Hermione realmente no se sentía
muy bien diciéndole a Harry que le haga a otra chica lo que le
gustaría que le hiciera a ella.
-Realmente me has
sorprendido, no sabía que eras tan romántica- le dijo
él
-Hay muchas cosas de mí que aún no
sabes- trato de sonreír ella
-Pues me encantaría
saber todo sobre ti- se atrevió a decirle Harry
Ella se
sonrojo bastante y se recostó pensando en que quizás si
se hubiera dado cuenta antes de lo que sentía, podría
haber hecho algo para que él se fijara en ella, pero que ahora
ya era tarde. El corazón de su amigo estaba ocupado.
-¿Y,
me vas a contar?
-¿Qué quieres que te cuente?-
preguntó la castaña sin entender
-¡Vamos!
Yo te conté algo mío, ahora te toca a ti
-Yo no
tengo muchas cosas que contar- trato de defenderse ella
-No te
creo, seguramente habrá más de un secreto que no me has
dicho- sonrió él
-No, si me conoces
perfectamente tanto tú como Ron saben todo sobre mi- repuso
ella
-Ja, ja,ja...eres una tramposa, antes dijiste que no
sabía todo de ti
Ella sintiéndose atrapada se
sonrojó-Bueno, hay algo- no pudo evitar sonreír ante el
recuerdo- pero realmente es muy vergonzoso
-Vamos dímelo-
le pidió poniendo cara de cachorrito abandonado en
invierno
-Bueno, como ya conozco un secreto tuyo, es justo que
te diga uno mío - dijo ella pensando que si seguía con
esa expresión podría llegar a lanzársele
encima
-Soy todo oídos
-Yo tenía una
vecina de mi misma edad que realmente era Malfoy con faldas y no
perdía oportunidad de molestarme cada vez que pasaba por la
puerta de su casa, realmente me hacia sentir muy mal con sus
insultos. Hasta que un día se me ocurrió una forma de
vengarme- volvió a sonreír- La veía comer
siempre golosinas, le encantaban, sabía que si encontraba en
el parque de su casa un paquete de ellas no podría resistirse,
así que compre varias barras de chocolate, les quité
con cuidado el envoltorio y esparcí sobre ellas una gran
cantidad de pimienta negra. Realmente quedaron muy bien no se notaba
la diferencia. Volví a colocarlas en su papel y poniéndolas
todas en una bolsa la arroje por arriba del cerco. Lo siguiente que
supe fue que sus padres la encontraron gritando y con los labios y la
lengua hinchados- término muy avergonzada
-Ja, ja,ja...no
lo puedo creer, la perfecta prefecta haciendo de las suyas ja,ja,ja-
no podía parar de reír
-Realmente estuvo muy
mal lo que hice, no debí haberlo hecho, fue un momento de
mucho enojo
-Ja,ja,ja...es que me imagino tu cara de
satisfacción cuando lo lograste y la boca de tu vecinita y no
lo puedo creer ja,ja,ja
-No te burles, que realmente no me
siento orgullosa, te dije que era algo vergonzoso- le dijo la chica
sin poder evitar sonreír
-Ja,ja,ja...po...podríamos
hacérselo a Malfoy o a Snape- se moría de risa sólo
de imaginarlo- quién lo diría de Hermione Granger la
futuro premio anual
-¡Ya basta Harry!- le dijo
inclinándose sobre él y haciéndole
cosquillas
-Ja, ja,ja...¡NO! Para por favor...ja,ja,ja.
¿Quieres jugar?... Ahora verás. Se le tiro encima y
comenzó a hacerle cosquillas muy rápido, ella casi no
podía respirar
-JA,JA,JA..¡N..No Harry, por
favor...ja,ja,ja...¡No!
-Dí que soy el mejor y te
suelto- reía el chico
-¡NO!...JA,JA,JA...Harryyyy...
que no puedo respirar
El viendo que ya estaba muy colorada y
agitada, se detuvo, aunque todavía estaba sobre ella. Podía
sentir como el pecho de Hermione subía y bajaba aceleradamente
tratando de regular su respiración. Sus ojos se encontraron y
no pudieron evitar quedar hipnotizados uno en el otro. En la mente de
Harry sólo se encontraba la imagen de su amiga y lo hermosa
que se veía, y se recriminaba ¿cómo no me di
cuenta antes de lo que sentía por ella?. Mientras que la
castaña, se preguntaba ¿Quién será la
afortunada?, ja "afortunada" pobrecita de ella si lo hace sufrir
a SU "amigo" . Hubo un resplandor que los saco de su
ensimismamiento, y al reparar en la posición en la que estaban
se sonrojaron. Harry con un rápido movimiento libero a su
amiga y ambos desviaron la vista hacia la ventana más próxima.
Parecía que el día siguiente que era San Valentín,
amanecería con lluvia. Sin cruzar más palabras se
acomodaron en sus bolsas y Hermione programó la alarma de su
reloj de muñeca para que los alertase a las 6: 30 AM, de
manera que Madam Pince no los encontrara durmiendo. Ambos se quedaron
dormidos sin sospechar que cada uno pensaba en el otro.
A
la mañana siguiente, tuvieron la mala suerte de que la
bibliotecaria llegara una hora antes de lo habitual ya que debía
recibir una partida de libros nuevos. Cual no fue la sorpresa que se
llevó al entrar y encontrar a dos alumnos de Gryffindor
durmiendo muy plácidamente abrazados. Un momento ¿ABRAZADOS?
¿¿QUÉ PASÓ AQUÍ??
-¿QUE
SIGNIFICA ESTO? – gritó Madame Pince
A lo que la
pareja de bellos durmientes abrió los ojos como platos.
Estaban de frente. Es decir lo primero que vieron fue el rostro del
otro muy de cerca, el primero en bajar la mirada fue Harry y se dio
cuenta que su mano estaba en la cintura de su AMIGA, lo que le hizo
abrir más los ojos, mientras que Hermione lo veía y se
decía: ¡Que lindo es cuando se despierta y abre los
ojos! ¿¿EN QUE ESTAS PENSANDO HERMIONE?? Lo seguia
mirando, hasta que se dio cuenta de que ella tenía su mano muy
cerca del cuello de él, pero realmente reaccionó al
sentir una mano en su cintura y ambos sonrojados quitaron sus manos
rápidamente y se alejaron levantando sus cabezas para ver
quien les había gritado.
-Eehhh...este...No es lo que
parece – dijo muy avergonzado Harry
-Si, eso...yo le puedo
explicar Madam Pince – agregó la castaña
-¿Se
puede saber como es que están aquí, si cuando cerré
no se encontraba nadie?– preguntó enfadada.
-Verá,
yo vine a buscar un libro de transformaciones poco antes de que sea
el horario de cierre y cuando me estaba por ir lo vi a Harry que
estaba en aquella mesa y fui donde estaba él. Cuando me di
cuenta ya era tarde y Ud. ya se había ido – le explicó
Hermione muy segura de lo que decía.
-Bueno por ser Ud.
le creo Srta. Granger. Pero que no se le haga costumbre venir a
dormir aquí con un compañero – dijo seria la
bibliotecaria.
-No se volverá a repetir– dijo la
chica y de reojo vio como el ojiverde seguía avergonzado con
la vista en el suelo, las manos en la espalda y moviendo su pie
derecho, lo que le pareció muy tierno.
-AHORA VAYANSE
DE AQUÍ – grito seria Pince
Durante el camino a la
sala común ninguno habló. Estaban lo bastante
avergonzados como para decir algo. Harry esperó a que Hermione
entrara a su habitación para apurarse en tomar un pergamino
hacer una nota y salir como bala hacia la lechucería. Volvió
a su habitación rogando porque no despertara ninguno de sus
compañeros para poder ducharse y continuar con su
plan.
Hermione salió del baño ya
duchada y cambiada. Sus compañeras de cuarto aún
seguían dormidas ya que pasaba sólo unos minutos de las
7:00 AM. Se acerco a su baúl para sacar un libro con él
cual entretenerse mientras se hacia la hora del desayuno, ya que era
Sábado y no tenía clases y también para tratar
de no pensar más en Harry. Al darse la vuelta vio sobre su
cama una lechuza marrón que no conocía. Se acercó
y le retiro el pergamino que traía en su pata y el ave salió
volando por la ventana.
La chica se quedó helada al
leer la nota, no sabía que pensar. Le daba un poco de miedo la
propuesta que contenía, pensaba que podía ser alguna
clase de broma. Pero luego recordó que ese día era San
Valentín y que quizás tenía un admirador
secreto. Volvió a leerla:
Princesa:
Si
quieres encontrar a tu amor verdadero, sigue el sendero
Si miras
atrás, de seguro que no lo encontrarás
Sigue el
camino, el te guiará
Y al final una puerta se abrirá
En
este día tú serás especial
A las 8:00
AM fuera del retrato
Decidida, aunque un poco
desilusionada, porque le hubiera gustado tener una cita así
con Harry, dejó el libro sobre la cama y buscó en su
armario algo especial que ponerse, ya que no se había vestido
con esmero.
Harry bajo apresurado las escaleras que conducían
a la Sala Común, preguntándose si todo le saldría
bien. Se había duchado y luego se vistió lo más
elegantemente que pudo dentro de lo informal, ya que era para un
desayuno, aunque especial- pensó. Llevaba la capa para hacerse
invisible y su varita. Salió por el hueco del retrato y se
dirigió hacia las cocinas. Casi al instante de entrar Dobby,
un elfo domestico amigo de Harry, lo abrazó como ya era
habitual por debajo de su cintura.
-Señor Harry Potter,
señor- chillo el elfo
-Hola Dobby, necesito que me
ayudes con algo
-Lo que Ud quiera Harry Potter señor
-Invité
a una chica a una cita para desayunar y realmente quiero que sea muy
especial, así que quisiera que me permitieras cocinar algo-
dijo el chico
-Pero Dobby puede cocinar lo que el señor
Harry Potter desee
-No, escucha, quiero ser yo quién lo
haga sólo para ella-.sonrió el joven
El elfo,
sonriendo también lo guió hasta un costado y le dejo
todo lo necesario para que Harry pudiera preparar el mejor desayuno
imaginable. Aunque los otros elfos se horrorizaron de ver que el
chico cocinaba en lugar de pedírselo a ellos, no dijeron nada
y al cabo de un rato el ojiverde tenía una bandeja con los
mejores huevos revueltos, tocino frito, frutas, unos panecillos de
chocolate, jugo de calabaza, café y leche. Le pidió a
Dobby que se lo llevara al aula del sexto piso, una con una ventana
que daba al lago y que la arreglara un poco, para que estuviera
lista. Dándole las gracias se retiro.
Al
acercarse la hora de la cita, Harry bastante nervioso llegó al
pasillo donde se encontraba la entrada a su casa y se cubrió
con la capa. Tenía la varita preparada y respiraba
entrecortadamente por la ansiedad. Vio abrirse el retrato y sin
pensarlo apunto con su varita al suelo y susurro ¡Orchideous!.
Casi se cae de la impresión al ver que la Margarita que
conjuro no calló a los pies de Hermione sino a los de Ron. Sí,
es que el que había aparecido fue su pelirrojo amigo y no la
chica.
Ron miró la flor que descansaba a sus pies y la
levantó. Creyó que el mundo se derrumbaba, cuando al
mirar hacia el frente vio al final del pasillo a Eloise Midgen la
chica que tenia la nariz torcida y mucho acné. Apresuradamente
escondió tras la espalda la mano donde tenía la flor,
pensando que si se la había tirado ella, podría fingir
que no sabía nada. Aunque Harry estaba muy nervioso no pudo
evitar reír muy silenciosamente para no delatarse. Es que era
muy gracioso que Ron pensara que la chica con la que jamás
habría ido al baile en cuarto curso le había arrojado
una flor. Sin embargo ella pareció ni siquiera estar mirándolo
y caminó en sentido contrario perdiéndose por las
escaleras. El pelirrojo algo confundido ya que pensó que ella
iría hacia él y le diría algo, comenzó a
dirigirse hacia el Gran Comedor, pero en el camino volvió a
mirar la flor que aún no había soltado, y pensó
si realmente Eloise Midgen quería dársela a él.
¿Es que sentiría algo por mí se preguntó,
comenzando a deshojar la Margarita para salir de la duda.
Eran las 8:00 AM y Hermione asomaba por el retrato. A Harry
se le cortó la respiración por los nervios, pero igual
pudo susurrar nuevamente ¡Orchideous! Y una Rosa roja apareció
a los pies de la chica. Ella muy asombrada y algo sonrojada se
inclino para tomarla. El joven espiaba sus expresiones y caminando
con cuidado hacia atrás conjuró otra, esta vez era una
Violeta. Con una pequeña sonrisa en su rostro Hermione avanzó
hacia la flor. El chico siguió retrocediendo y logró
aparecer un Tulipán. Ahora la castaña sonreía
abiertamente y tomándola siguió el sendero.
Harry,
siguió conjurando flores distintas y guiando a su amiga hasta
llegar a la puerta del aula del sexto piso. Aunque tuvo algunos
inconvenientes al ir caminando de espaldas y en más de una
ocasión estuvo a punto de caerse al pisar la capa. Cuando la
chica se paró frente a la puerta apareció la flor
número 14 y última. Esta vez era una hermosa Orquídea.
La puerta se abrió y ella pudo ver una habitación
decorada con corazones rojos y pequeños angelitos alados. En
el centro se encontraba una mesa muy elegante y con un servicio de
desayuno para dos. Cual no fue su sorpresa al ver a Harry parado a un
costado sonriéndole. Hermione se le quedó mirando aún
con las flores entre sus manos y muy sonrojada. El se acercó y
tomándola de la mano la guió hasta la mesa y le separo
la silla para que se sentara. Luego él lo hizo frente a
ella.
-Harry...que...- trataba de decir la joven
-Espero
que te guste, lo prepare yo, sólo para ti- le dijo bastante
sonrojado
-Me encanta- contesto algo nerviosa
Comieron
en silencio. Hermione realmente estaba muy sorprendida, ya que no
esperaba que fuera su mejor amigo quién le había
enviado la nota. Además de parecerle un gesto de lo más
dulce y personal, que haya sido él quién preparó
todo. Poniendo los ojos muy redondos ella comenzó a unir cabos
y se dio cuenta que la chica que a Harry le gustaba era ella. En ese
momento la invadió una emoción muy fuerte y su corazón
se aceleró aún más que antes pensando en que el
chico que le gustaba le correspondía.
Cuando terminaron
Harry la tomó nuevamente de la mano y la ayudó a
levantarse, llevándola hacia la ventana. Aunque era temprano
ya podían verse los terrenos y el lago y a pesar de la lluvia
de la noche anterior, el sol asomaba con mucha fuerza inundando de
luz la habitación.
-Hermione yo...quería decirte
algo muy importante para mí
-Dime Harry- dijo
conteniendo el aliento
-Tú...me gustas...mucho, desde
que volvimos a Hogwarts no he dejado de pensar en ti, no puedo dejar
de mirarte. Vivo preguntándome como no me di cuenta antes de
lo que siento por ti. Cada vez que pienso en todo lo que pasamos
juntos los dos, como siempre estuviste ahí para mí,
como me apoyaste y entendiste como nadie más lo hizo, como me
cuidas y te preocupas por mi, la dulzura y la amistad que me brindas,
el cariño con que siempre me trataste. Cuando no estoy contigo
extraño las charlas que tenemos, tu sonrisa, el olor a flores
en tu pelo, tu mirada. Sólo de pensar que alguien más
pueda llevarte y alejarte de mi, me hace sentir muy sólo y más
desamparado que nunca. Hermione yo te amo.
Hermione lo miraba
sin poder creer lo que le había dicho, su corazón ya
latía a saltos, sus piernas le temblaban y las lágrimas
asomaban a sus castaños ojos. Creyendo que no podría
contenerse ni un segundo más, se lanzó a abrazarlo, más
fuerte que nunca.
-OH, Harry, yo también te amo- dijo
mientras una solitaria lagrima corría por su mejilla
El
chico correspondió al abrazó y hundió su cara en
el cabello de la chica, aspirando el suave perfume que desprendía
y sintiéndose más feliz y más fuerte que nunca.
Al cabo de unos minutos la separo de él solo un poco e
inclinando su cabeza. La beso suavemente. A Hermione al sentir los
labios de él sobre los suyos la recorrió un suave
temblor acompañado de una gran calidez, por todo el cuerpo.
Subió sus brazos rodeando el cuello de Harry mientras que él
sin dejar de besarla la aferraba más contra su pecho. El beso
se fue haciendo cada vez más apasionado, aún así
no parecían darse cuenta que el aire casi no llegaba a sus
pulmones y siguieron hasta perder el sentido.
Al cabo de unos
minutos tuvieron que soltarse ya que sus cuerpos gritaban reclamando
aire, se miraron y sonrieron.
-Princesa, me haría el
honor de acompañarme al lago- Sonrió el chico
-Por
supuesto caballero- sonrió ella aún más
Tomados
de la mano, salieron de allí, con la seguridad de haber
encontrado a su otra mitad. Sabiendo que aunque vinieran tiempos
difíciles, el amor mutuo que sentían, los haría
vencer cualquier desafío, cualquier peligro y que nada podría
separarlos hasta el final de sus vidas.
"Porque hija
de varón como yo eres
Porque hijo de mujer como tú
soy
Hijos de los hijos del linaje de Dios.
Tú
serás conmigo y yo seré contigo
Y nuestra será
la tierra y todo el cielo"
